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Ageo 1

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

En el segundo a�o del rey Dar�o, en el sexto mes, el primero del mes, vino la palabra del SE�OR por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Jud�, y a Josu�, hijo de Josedec. , el sumo sacerdote, diciendo:

Ver. 1. En el segundo a�o del rey Dar�o ] No de Dar�o el Medo, como se�ala Genebrard, porque fue el predecesor de Ciro, Daniel 5:31 , y Hageo profetiz� despu�s de Ciro y Cambises, Esdras 4:5 ; Esdras 5:1 , ni de Darius Nothus, como Scaliger en su libro, De Emend.

Temporum (la doctrina de la cual es casi totalmente ficticia, dice uno, y se basa en los confines de la nada); sino de Dar�o, hijo de Hystaspes, que sucedi� a Cambises en el reino de Persia; siendo elegido rey por los pares, primero con el relincho de su caballo, como testifica Herodoto. Si este Dar�o era el marido de la reina Ester, como afirman algunos, o su hijo, como otros (y por tanto era tan favorable a los jud�os), me comprometo a no determinarlo; s�lo tenga en cuenta que los historiadores paganos dicen que la esposa de este Dar�o se llamaba Atossa, que suena en parte como Hadassah, es decir, Ester, Ester 2:7 .

Hadassah era su propio nombre hebreo; y despu�s que fue nombrada reina, se llam� Ester. Se le llama Dar�o el rey, como si fuera el �nico rey en la tierra. Su sucesor, Dar�o, en su orgullosa embajada ante Alejandro, se llam� a s� mismo rey de reyes y primo de los dioses; y para Alejandro, lo llam� su siervo; pero Alejandro poco despu�s se convirti� en su se�or: porque el reino de Persia fue perdido por ese Dar�o, ya que este hab�a sido restaurado a su antiguo esplendor, despu�s de los estragos causados ??por Cambises (????? ??? D?????? ?????? ?????); quien, entre otros actos viles suyos (como "la maldad procede de los imp�os, seg�n el proverbio de los antiguos", 1 Samuel 24:18), prohibi� la construcci�n del templo, Esdras 4:22 .

Pero el que pone pr�ncipes a su antojo, y vuelve su coraz�n a donde quiere, Proverbios 21:1 (como el labrador recorre el curso del agua con su remo, o el jardinero con su mano), volvi� aqu� el coraz�n de este gran rey hacia su pueblo los jud�os; de modo que hizo un nuevo decreto para el avance del edificio, Esdras 5:8 .

Dios tambi�n incit� oportunamente a Hageo y Zacar�as para que vivificaran al pueblo (que poco despu�s de su regreso de Babilonia se enfri� de nuevo y se descuid�), y bendijo de tal manera su ministerio, que la casa, es decir, el santuario y el lugar sant�simo, se termin� en cuatro a�os, m�s o menos, Esdras 6:14 . El patio exterior, y as� todo el templo, en tres a�os despu�s de eso, como Josefo atestigua.

En el sexto mes ] En el a�o 3484 del mundo, como Ussher lo calcul�, el primero de septiembre, confiera Hag 2:19 cuando los jud�os estaban recolectando su cosecha y frutos, y encontraron escasez hacia. De esto se sirve el profeta, presion�ndolo sobre el pueblo como una mano justa de Dios sobre �l, por menospreciar y descuidar la reconstrucci�n de su casa. Es bueno que los ministros de Dios se establezcan con �l, golpeen mientras el hierro est� caliente, griten: "O�d la vara, y qui�n la ha establecido", Miqueas 6:9; porque como el hierro es muy suave y maleable en el fuego; y como los metales fundidos son aptos para el molde; por eso, cuando los hombres est�n bajo la cruz, es m�s f�cil superarlos; oir�n la instrucci�n que antes se re�a de ella, como el asno mont�s contra el caballo y su jinete, Job 39:18 .

El asno mont�s, que est� acostumbrado al desierto, aunque patea los talones y apaga el viento a su antojo, para que no se cansen los que la buscan, pero hay un tiempo en que puede ser apresada; en su mes la hallar�n, Jeremias 2:24 .

En el primer d�a del mes ] Heb. En un d�a. Uno para el primero es ordinario en ambos Testamentos, G�nesis 1:5 ; N�meros 29:1 ; Daniel 9:1 ; Mateo 28:1 ; Jn 20: 1; 1 Corintios 16:2 .

El tiempo de esta profec�a (como de otros, Isa�as 1:1 Jeremias 1:2,3 , etc.) se anota con precisi�n, para ense�arnos qu� cuenta debemos hacer de los or�culos e inspiraciones de Dios; y c�mo Dios alg�n d�a contar� con nosotros por las ayudas que hemos recibido y el tiempo que las hemos disfrutado.

�l pone todo: �cu�nto m�s deber�amos y estar a la altura de nuestros medios y misericordias, propagando nuestro agradecimiento en nuestra pr�ctica! Jerem�as profetiz� cuarenta a�os, pero sin �xito; era su infelicidad ser m�dico de un estado agonizante, Tunc etiam, docta plus valet arte malum. El Esp�ritu Santo pone una marca especial en estos cuarenta a�os de su profec�a, Ezequiel 4:6 , al ordenar al profeta que se acueste cuarenta d�as sobre su lado derecho y cargue con la iniquidad de la casa de Jud� cuarenta d�as, un d�a durante un a�o.

Vino la palabra del Se�or ] es decir , comenz� a profetizar, como Esdras 5:1 , siendo enviado y puesto a trabajar por Dios, cuyo �nico prop�sito es hacer ministros id�neos de ambos Testamentos, 2 Corintios 3:5 , para enviar, regalo y bend�celos, Jeremias 23:21 . Prophetarum ora sunt Dei os La boca de los profetas es la boca de Dios. (Cris�stido).

Por Hageo el profeta ] Heb. por la mano de Hageo, es decir, por sus medios y ministerio. Ver Trapp en " Mal 1: 1 " Hageo significa alegre y agradable ( Festivus et laetus ), como en una fiesta solemne; cuyo nombre de su excelencia encajaba tanto con el tiempo de su profec�a, a saber. despu�s del regreso del cautiverio, ver Salmo 126:1,2 , y tambi�n con el asunto que trata y adonde conduce, Cristo, el Deseado de todas las naciones, Ag 2: 7 �Te regocijar�s en alg�n momento? dice S�neca, piensa en C�sar: �puedes estar triste y �l sano? �Cu�nto m�s motivo tenemos para alegrarnos en el Se�or Cristo! Celebremos la fiesta con toda solemnidad; Guardemos el d�a santo (??????????), ya que Cristo, nuestra Pascua, es sacrificada por nosotros, 1 Corintios 5:7,8 .

Dejemos que esto acabe con todos nuestros descontentos y coronar el calendario de nuestras vidas con festividades continuas; Vuelvan los redimidos del Se�or, y vengan a Sion con c�nticos y gozo eterno sobre sus cabezas, etc., Isa�as 35:10 . La Septuaginta atribuye algunos de los Salmos a Hageo y Zacar�as, en los t�tulos que prefieren; aunque algunos piensan que los Salmos de Aleluya (como se les llama, porque comienzan y terminan con Aleluya, o, Alabado sea el Se�or) fueron cantados por los jud�os que regresaban de Babilonia; esos dos profetas comenzando la melod�a, o dando el verso (como ellos lo llaman).

Y para esto el profeta Jerem�as podr�a tener un ojo, Jeremias 31:12 "Por tanto, vendr�n y cantar�n en lo alto de Sion, y fluir�n juntos, para la bondad del Se�or", etc.

A Zorobabel hijo de Salatiel ] Fil�n dice que tambi�n fue llamado Baraqu�as; otros Pedaiah, de 1 Cr�nicas 3:19 . Se le llama Sesbasar, Esdras 1:8 . Su nombre, Zorobabel, significa Nacido en Babel o Lejos de la confusi�n.

Un pr�ncipe (de todos los hombres) debe observar el orden y mantener la paz. Seg�n las leyes de Inglaterra, un noble no puede estar obligado a la paz; porque se supone que la paz siempre est� ligada a �l, y que por su propia voluntad se cuidar� de mantener a los dem�s en buen estado. Pero, �qu� regnum Cyclopicum era en Roma en los d�as de Ner�n, Quando poterat quisque ea quam cuperet potiri, negare licebat nemini? Turn servus cum Domina, praesente Domino suo, et gladiator cum virgine nobili inspectante patre rem habuit (Dio in Vit. Neron). Bendito sea Dios por tiempos mejores.

Gobernador de Jud� ] O duque, capit�n, provincial, presidente. La multitud de muchas cabezas necesita un gu�a, que puede ser ???????? ??? ????????, pac�fico y prudente (dice Plat�n), para mantener y cuidar el bienestar de sus s�bditos. Tal era Zorobabel, Nobilis genere, nobilior santitate, Noble de nacimiento, pero m�s noble por su piedad; drenado de la escoria y tamizado de los salvados de la clase m�s baja de gente.

A los diecisiete a�os de edad, llev� a parte del pueblo de Babilonia a Jerusal�n, donde continu� gobernando durante 58 a�os, dice Griaeno. Aquellos que hacen que Darius en el texto sea Darius Nothus deben permitirle una vida y un gobierno mucho m�s largos; que Dios, dicen, concede a algunos porque tiene algo que hacer por ellos. Aqu� tambi�n puede destacarse el cambio de estados.

Este pueblo fue gobernado primero por jueces o capitanes; luego por reyes, y ahora por capitanes nuevamente. As� que el principado de Edom, como comenz� con duques, y ascendi� a reyes, volvi� a ser duques nuevamente, despu�s de la muerte de Hadad, en el tiempo de Mois�s, 1 Cr�nicas 1:51 G�nesis 36:43 . Adeo nihil est in vita firmum aut stabile (?????????? ??? ????). En verdad, nada en la vida es fijo y seguro. Tan inciertas son todas las cosas.

Y a Josu� hijo de Josedech ] Un tiz�n arrancado del fuego, Zacar�as 3:2 , y por lo tanto el preparador para tal promoci�n, ut in alto positus non altum sapiat (Bernardo). David no vino al reino hasta que su alma fue como un ni�o destetado, Salmo 131:2 .

La reina Isabel nad� hacia su corona a trav�s de un mar de dolores. Mat�as, rey de Hungr�a, fue llevado de la prisi�n al trono. Pero al asunto: Josu�, el sumo sacerdote, era un tipo de Cristo con respecto a: 1. De su nombre, que significa un Salvador. 2. De su oficio de sumo sacerdocio. 3. De su asociaci�n con Zorobabel, para llevar a la gente a casa a su propio pa�s. El Se�or Cristo es tanto nuestro Pr�ncipe de vida como nuestro Sumo Sacerdote misericordioso y fiel, que vive siempre para pedirnos algo, Hechos 2:15 ; Hebreos 4:14,16 ; Hebreos 7:24,28

El sumo sacerdote, diciendo ] Zorobabel y Jehoshua eran los jefes del pueblo; y aunque ellos mismos no ten�an la culpa, o, al menos, nada tanto (porque ambos eran muy religiosos), sin embargo, no fueron tan adelante y adelante como deber�an haber estado en una obra tan excelente. Sin embargo, si la tarea no se hace, los capataces son golpeados, �xodo 5:14 .

Es la miseria de aquellos a quienes se les conf�a la autoridad que las faltas de sus inferiores sean golpeadas en sus espaldas. Si el pueblo recoge man� en el d�a de reposo del Se�or, Mois�s y Aar�n oir�n: "�Hasta cu�ndo no quer�is guardar mis mandamientos?" �xodo 16:28 . En opini�n del Sr. Calvino, Hageo, por lo tanto, se dirigi� a estas dos personas principales; con el fin de que unieran sus fuerzas con �l para reprender y animar al pueblo a la obra del Se�or.

Cuando la palabra y la espada van juntas, es muy probable que se haga mucho bien. Sobre la espada de Carlos el Grande estaba escrito Utriusque tabulae custos. Guardia de ambas tablas de la ley. Y la reina Isabel, una vez en Suffolk, dijo que ahora ve�a la raz�n por la que ese condado estaba tan bien gobernado, porque observ� que todos los jueces que ven�an a recibirla ten�an cada uno su ministro junto a �l.

Versículo 2

As� ha hablado el SE�OR de los ej�rcitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado el tiempo, el tiempo de la edificaci�n de la casa del SE�OR.

Ver. 2. As� habla el Se�or de los ej�rcitos, diciendo ] Este t�tulo se usa a menudo en estas tres �ltimas profec�as (dieciocho veces diferentes en la octava de Zacar�as) porque, siendo para construir, ten�an muchos enemigos; por tanto, necesitaba todo est�mulo. Y Jer�nimo, en su pr�logo, se�ala como un acto de gran valor en Hageo y Zacar�as que, contra el edicto del rey Artajerjes (o Cambises) y las oposiciones de Sanbalat, y otros poderosos adversarios, deber�an incitar al pueblo a edificar el templo; y como un acto de fe heroica en el pr�ncipe, el sacerdote y el pueblo, para emprender la obra y terminarla, "no con ej�rcito ni con fuerza, sino con el Esp�ritu del Se�or de los ej�rcitos", Zacar�as 4:6 . Vea m�s de este t�tulo. Ver a Trapp en " Mal 3:17 "Doct. 1.

Esta gente dice ] Las palabras tienen su peso; ni la lengua de los hombres es suya; pero hay un Se�or sobre ellos, Sal 12: 4 que los llamar� a una cuenta estricta de todas sus palabras in�tiles, Mateo 12:36 , y discursos duros, Jueces 1:15 , y luego experimentar�n eso con sus palabras ( que acaso ten�an pero el viento) ser�n justificados, y por sus palabras condenados, Mateo 12:37 .

�Qu� tan bueno es, entonces, llevar un par de balanzas entre los labios? Nescit poenitenda loqui qui proferenda prius suo tradidit examini, dice Cassiodore; El que sopesa sus palabras antes de pronunciarlas, las evitar� despu�s de haberlas tenido en cuenta.

No ha llegado el momento, el momento, etc. ] �l repite sus fr�volas y fr�gidas excusas en sus propias palabras; para que �l pueda refutarlos mejor, y cuanto antes los lleve a la vista de su pecado, Usus est ??????? ut rei indignitatem amplificaret. El pecado y el cambio vinieron juntos a la palabra, G�nesis 3:12 .

Y este es todav�a el vil veneno de nuestros corazones, que no necesitar�n ser nada y, sin embargo, nunca ceder�n, pero que hay una raz�n para hacerlo y un gran sentido en pecar. Estos jud�os, probablemente, ten�an tanto la Escritura como la raz�n para abogar por su atraso (ya que no hay lana tan tosca pero que tomar� algo de color; y el perezoso es m�s sabio en su propia opini�n que siete hombres que pueden dar una raz�n, Pro 26: diecis�is).

Para la Escritura: Para todo hay un tiempo se�alado, un tiempo establecido, tal que no podemos ni alterar ni ordenar, Ec. 3: 1 Hageo 1:3 "Hay un tiempo para derribar y un tiempo para edificar". Y que este tiempo de reconstruir el templo a�n no hab�a llegado, algunos podr�an pretender que los setenta a�os predichos a�n no hab�an expirado por completo; otros (con m�s raz�n) que se hab�an apresurado a sentar las bases desde hac�a mucho tiempo, como lo demuestran sus malos �xitos y muchos adversarios; que Dios, que hab�a vivido tanto tiempo en un tabern�culo, y ahora era adorado en su altar reci�n creado, los soportar�a, si primero constru�an sus propias casas, y luego ten�an m�s libertad para construir su casa, lo que ten�an la intenci�n de hacer de ahora en adelante, con gran cuidado y costo.

Este sigue siendo el disfraz de procrastinadores sin gracia, para el futuro y enga�ar a su propia salvaci�n. De ahora en adelante, dicen, puede que sea tiempo suficiente, y �qu� necesidad hay de tanta prisa para construir el templo espiritual? Con el tiempo llega la gracia, Dios es m�s misericordioso que eso; y en qu� momento el pecador se arrepiente desde el fondo de su coraz�n, etc. Necios y ciegos (como nuestro Salvador llama a los fariseos, Mateo 23:17), que as� est�n jugando y desconcertados con Dios y con sus almas, siendo semper victuri, como dice S�neca, siempre a punto de hacer lo que, si no se hace bien, est�n completamente deshechos para siempre; porque sobre este peque�o punto del tiempo pende la corona de la eternidad.

Los vendavales de gracia son inciertos, el d�a de gracia (que es muy claro y brillante) suele ser corto. Non licet in belle bis peccare, No est� permitido equivocarse dos veces en tiempo de guerra, dijo Lamachus a un soldado suyo que fue presentado ante �l, y suplicando que no lo hiciera m�s: para que Dios no permita que los hombres descuiden dos veces el d�a de la gracia. , que, una vez pasada, no volver� a amanecer. Que nadie, por tanto, cuando se le presiona hasta el presente de encontrarse con Dios por medio del arrepentimiento, responda como lo hizo Ant�patro, rey de Macedonia, cuando uno le present� un libro que trataba de la felicidad, ?? ???????, no estoy en el tiempo libre.

O como Arquias, el tebano, cuando fue advertido de una conspiraci�n contra �l, arroj� las cartas junto con In crastinum seria, y fue asesinado antes de que llegara el d�a siguiente. O como estos Cunctators en el texto, que a menudo ten�an en la boca: "El tiempo no ha llegado, el tiempo", etc., no sea que en el pr�ximo minuto la muerte los separe de todo otro tiempo de arrepentimiento, aceptaci�n y gracia eterna. Los hombres pueden proponer, prometer, esperar un tiempo de sanaci�n y felicidad, cuando ser�n enga�ados y encontrar�n un tiempo de terror y tormento, Jeremias 14:19 .

Algunos, al morir, habr�an dado un mundo por el tiempo: como he o�do (dice un reverendo) a uno llorar d�a y noche, llamar el tiempo de nuevo; pero eso no pudo ser. Como en la guerra, aqu� no se permite que nadie se equivoque dos veces. El tiempo debe ser tomado por el copete, ya que est� calvo por detr�s, Posthac occasio calva.

Versículo 3

Entonces vino la palabra del SE�OR por medio del profeta Hageo, diciendo:

Ver. 3. Luego vino la palabra del Se�or, etc. ] "Entonces", despu�s de un breve silencio, por as� decirlo , profertur Domini quasi cogitata responsio, sigue la respuesta elaborada y deliberada del Se�or, no sin un toque de santa acidez ante su ingratitud; porque, de todas las cosas, Dios es el que menos puede soportar ser despreciado donde m�s merece. �l mira a los tales con ira, entristecido por la dureza de sus corazones, Marco 3:5 .

Se queja de eso con un suspiro; "Ah, naci�n pecadora", Isa�as 1:4 ; est� listo para deshacerse de ellos de su est�mago, Isa�as 1:24 "Ah, yo me aliviar�", etc.

Versículo 4

Hageo 1:4 [�Es] tiempo para ustedes, oh ustedes, de morar en sus casas ciegas, y esta casa [est�] desolada?

Ver. 4. �Es hora de que habites en tus casas con techo, etc.? ] No s�lo cubierto, sino cubierto con cedro (como lo tiene aqu� el caldeo), arqueado y adornado, como el griego, tallado y recortado, como lo traduce Ambrosio (Lib. 3. epist. 12). Seguro, o sus camas son muy suaves o sus corazones muy duros, que no solo pueden entrar en los tabern�culos de sus casas, sino tambi�n dar sue�o a sus ojos, o adormecimiento a sus p�rpados, antes de haber encontrado "un lugar para el Se�or , una morada para el Dios poderoso de Jacob ", Salmo 132:4,5 .

El buen David no pudo encontrar en su coraz�n morar en una casa de cedro cuando el arca de Dios moraba entre cortinas, 2 Samuel 7:2 . El valiente Ur�as consider� del todo inadecuado e irrazonable que cuando el arca, Israel y Jud� moraran en tiendas, �l fuera a su casa a comer y beber, y a descansar y a disfrutar, 2 Samuel 11:11 .

Salom�n primero construy� una casa para Dios, y luego para �l mismo. Los emperadores cristianos, Constantino, Teodosio, Honorio, etc., sobresalieron en la construcci�n de iglesias que, por su majestuosidad, fueron llamadas Basilicae, o lugares para un rey. Los mismos turcos hasta el d�a de hoy, aunque se contentan con vivir en casas humildes y hogare�as, sin embargo, sus mezquitas o casas de reuni�n est�n suntuosamente construidas y dispuestas. Es un principio de la naturaleza que las cosas de Dios son m�s antiguas y m�s dignas de respeto que las cosas de los hombres (?? ??? Y??? ?????????? ? ?? ??? ????????.

Herodot.). Un profesor de leyes de los turcos proclama, antes de que intenten nada, que no se haga nada contra la religi�n. Esto es mejor que lo que estaba escrito sobre la puerta del Senado en Roma (que sin embargo no debe ser desagradable, en su lugar y orden), Ne quid detrimenti Resp. capiat. No se haga nada en perjuicio de la rep�blica. Dad al C�sar lo que es del C�sar; pero con todo, y sobre todo, dad a Dios lo que es de Dios.

El art�culo griego es repetido dos veces por nuestro Salvador, cuando habla por Dios, m�s que cuando habla por C�sar (?? ??? ???? ?? ???, Mat 22:21); para mostrar que nuestro cuidado especial debe ser dar a Dios lo que le corresponde, "buscar primero el reino de Dios y su justicia", y luego todas las dem�s cosas nos buscar�n. Caetera aut aderunt, aut caetera non oberunt El resto ocurrir� o el resto no har� da�o.

(Cicer�n). Pero la mayor�a de la gente est� tan ocupada con sus propias casas, sus caba�as de barro, 2 Corintios 5:1 , el cuerpo, que la casa de Dios, el alma, est� desolada y descuidada; el ganado magro se come la grasa; la fuerza de la tierra se gasta en nutrir la maleza. La mentalidad terrenal chupa del coraz�n la savia de la gracia, como la hiedra del roble, y lo deja sin fruto.

Los hombres est�n tan absortos en el mundo que no piensan en el reino de Dios: como le dijo el duque de Alva al rey franc�s, �qui�n le pregunt� si hab�a observado el reciente gran eclipse? No, dijo, tengo tanto que hacer en la tierra, que no tengo tiempo para mirar hacia el cielo. Pero, �no es necesaria una cosa y todas las dem�s, sino negocios paralelos? �Y no tenemos en nuestra oraci�n diaria cinco peticiones para espirituales y una para temporales? �No se nos ense�a a hacer nuestra primera petici�n, que el nombre de Dios sea santificado, aunque nuestro turno no sea cumplido? �No est� estigmatizado Esa� por vender su primogenitura a cambio de un caldo? Hebreos 12:16 .

�Y no se relata a Simei para un tonto que, al buscar a sus sirvientes, perdi� la vida? �Papa Sixto por un loco, que vendi� su alma al diablo, para disfrutar del Popedom durante siete a�os? "�De qu� le sirve al hombre ganar el mundo y perder su propia alma?" para ganar Venecia y luego ser colgado a sus puertas, como dice el proverbio italiano? Seguramente la p�rdida de un hombre as� ser�, 1. Incomparable, 2.

Irreparable; porque "�Qu� dar� el hombre a cambio de su alma?" Mateo 16:26 . No fue un mal consejo el que se le dio a Juan III, rey de Portugal, de meditar todos los d�as un cuarto de hora en esa sentencia divina. Ser�a un tiempo bien gastado para reflexionar con tanta frecuencia y tanto tiempo juntos en este texto, "�Es hora de ustedes, oh ustedes", que est�n tan decididos sobre el mundo, tan completamente ocupados en sus beneficios privados, sus placeres y privilegios, sentarse en sus casas de techo, como lo hizo Acab una vez en su palacio de marfil, o Nabucodonosor en su casa del reino (como en vano la llama gloriosamente, Dan 4:30), y la casa de Dios est� en ruinas, y su servicio descuidado , a quien nosotros mismos debemos, 1 Corintios 6:19 , nuestras vidas, Mateo 16:25 , nuestros padres, hijos, amigos, Mateo 19:29 , nuestros dones y habilidades, 1 Corintios 4:7 , nuestros honores y oficios, Salmo 2:10,12 , �todo lo que somos y tenemos? Cu�n justamente puede Dios maldecir nuestras bendiciones (mientras amenaza a estos ego�stas, Dios descuidando a los jud�os tanto aqu� como en Mal 2: 2), esparcir azufre sobre nuestras casas, secar nuestras ra�ces debajo y arriba cortar nuestras ramas, expulsarnos de luz a las tinieblas, y nos echa fuera del mundo con sus terrores, Job 16:15,21 .

Ciertamente tales son las moradas (de techo) de los imp�os, y este es el lugar del que no conoce a Dios, que inventa el orden que le ha sido designado, codiciando, no los mejores dones, 1 Corintios 12:21 , sino una codicia perversa. , Habacuc 2:9 , poniendo sus afectos, no en las cosas de arriba, sino en las de la tierra, buscando lo propio de cada uno, y no lo de Jesucristo, Col 3: 2 Filipenses 2:21 .

Versículo 5

Ahora, pues, as� ha dicho Jehov� de los ej�rcitos; Considere sus caminos.

Ver. 5. Ahora, pues, as� ha dicho Jehov� de los ej�rcitos ] Hageo era s�lo un joven, dice Epifanio; ahora, pues, que cualquiera que le oiga desprecie su juventud y menosprecie su doctrina, muestra su autoridad, viene a ellos. cum privilegio, no entrega las concepciones de su propio cerebro, sino la palabra y la mente de Dios. Porque como Cris�stomo dice de san Pablo, as� podemos decir de todos los dem�s escritores de la Sagrada Escritura, Cor Pauli est cor Christi: La mente de Pablo es la mente de Cristo, su coraz�n es el coraz�n de Cristo; y sus palabras deben ser recibidas, reverenciadas y rumiadas, no como las palabras de hombres mortales, sino (como en verdad son) las palabras del Dios 1 Tesalonicenses 2:13 , 1 Tesalonicenses 2:13 .

Excelente habl� quien llam� a la Escritura cor et animam Dei, el coraz�n y el alma de Dios. Es, cada �pice, divinamente inspirado o inspirado por Dios, dice el ap�stol, y es �til tanto para redarg�ir como para instruir en justicia, 2 Timoteo 3:16 . Vea un ejemplo de esto en este texto, junto con el artificio ret�rico del profeta al primero rega�arlos y ahora dirigirlos: reprender, y no tambi�n instruir, es apagar la l�mpara, pero no verter aceite que pueda alimentarla.

Considere sus caminos ] Heb. pongan su coraz�n en ellos, reconozcan y reconozcan diligentemente sus malas acciones; y pronto descubrir�is la causa de vuestra calamidad. Juzguen ustedes mismos, para que no sean juzgados por el Se�or; acepten el castigo de su iniquidad, para que la iniquidad no sea su ruina; tu verdad (arrepentimiento), pero no tu ruina, 1 Cor 11:30 Lev 26:41 Ezequiel 18:32 .

Capite consilium ex rebus ipsis, vel experimentis, Aprende al menos por las cosas que has sufrido: deja que la experiencia, la amante de los necios, te reduzca a la raz�n. Conf�a en tus m�ltiples miserias, esos ?????????? ???????, como se les llama, maestros de escuela libres, bastante maldecidos y malvados, pero tales por los cuales Dios abre los o�dos de los hombres a la disciplina y los ojos a la observaci�n de sus obras y sus propios caminos, Job 36:8,10 ; seg�n el de Ezequiel 40:4 "Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus o�dos, y pon tu coraz�n en todo lo que yo te mostrar�", etc.

: los sentidos deben ejercitarse para que el coraz�n sea afectado por la palabra y las obras de Dios; seg�n eso, "mis ojos tocan mi coraz�n", Lamentaciones 3:51 ; y Salom�n obtuvo gran parte de su sabidur�a por la observaci�n, como aparece en su Eclesiast�s, que algunos no han llamado inadecuadamente el soliloquio de Salom�n.

Es poco lo que se puede aprender en esta vida sin la debida y profunda consideraci�n; que no es m�s que un acto del entendimiento pr�ctico, por el cual reflexiona y se mantiene en sus propias intenciones; y, compar�ndolos con la regla, procede a imponer un mandato sobre la voluntad y los afectos para ponerlos en ejecuci�n. As� David consider� sus caminos y, al encontrar todo fuera de orden, volvi� sus pies a los testimonios de Dios, Salmo 119:59 .

Y, para aquietar a los enemigos de Dios, Salmo 4:4 , les pide que comulguen con sus propios corazones y se queden quietos, o, hagan una pausa, a saber. hasta que hayan llevado su consideraci�n a un buen resultado y conclusi�n. Porque cuando la consideraci�n ha iluminado profundamente la mente de un hombre, ha informado su juicio de acuerdo con esa luz (esa vela mantenida en su mente) y ha determinado su voluntad de acuerdo con ese juicio, debe producir prop�sitos y pr�cticas sanas; como lo hizo en los ninivitas, Efra�n, Jeremias 31:19 , Jos�as, 2 Cr�nicas 34:27 , el hijo pr�digo, Lucas 15:17,19 , la Iglesia en Oseas, Oseas 2:6,7 .

Consider� que estaba enfadada y rodeada de aflicciones, y decidi� volver con su primer marido. La desconsideraci�n contraria se denuncia como un da�o p�blico, Jeremias 6:8 ; Jeremias 8:6 ; Jeremias 12:11 .

La asolaron, y estando asolada, me duele; toda la tierra est� desolada, porque nadie se preocupa por ella, es decir, considera profundamente la causa de su desolaci�n. Sin esto, aunque un hombre tuviera todo el conocimiento posible encerrado en su cerebro y pecho, ser�a como lluvia en la regi�n media, donde no sirve de nada; como el cuerno en la cabeza del unicornio, donde no ayuda a las enfermedades; o como fuego en un pedernal, insensible e in�til hasta que se apaga con una sana consideraci�n; esto hace que el conocimiento se vuelva experimental, como Sal 116: 6 Romanos 8:1,2 ; esto es "seguir para conocer al Se�or", Oseas 6:3, ya que sin esto, el conocimiento de los hombres no es m�s que un destello, y puede terminar en ignorancia y profanaci�n; porque nunca formados y asentados en sus corazones, nunca digeridos por la debida meditaci�n y aplicaci�n a sus propias conciencias.

Versículo 6

Hab�is sembrado mucho y hab�is tra�do poco; com�is, pero no ten�is suficiente; Bebeis, pero no os hart�is de bebida; os vest�s, pero no hay calor; y el que gana salario, gana salario [para ponerlo] en una bolsa con agujeros.

Ver. 6. Hab�is sembrado mucho y traed poco ] Esto les fue visible; y se les pide que lo consideren. El fil�sofo afirma que el hombre es, por tanto, la m�s sabia de las criaturas, porque solo �l puede calcular y considerar. Y, sin embargo, �cu�n poco respeta el hombre este privilegio, sin el cual ser�a clasificado con bestias o locos! "Dios escuch� y oy�, pero nadie habl� conscientemente, nadie se arrepinti� de su maldad, diciendo: �Qu� he hecho?" Jeremias 8:6 ; ning�n hombre se humill� bajo la poderosa mano de Dios, aunque Dios lo derrib�, por as� decirlo, con un golpe en la espalda.

La mayor�a de las mentes de los hombres est�n tan mal dispuestas como sus ojos; ninguno de ellos mira hacia adentro. "Se�or", dice el profeta, "cuando tu mano est� levantada, no ver�n, pero ver�n", etc., Isa�as 26:11 . Entonces, cuando la vara de Dios pida reforma, no lo oir�n y qui�n lo ha designado, pero oir�n, Job 33:15 .

La conciencia, su capell�n dom�stico, har� sonar este repique en sus o�dos: "Considerad vuestros caminos: hab�is sembrado mucho, pero tra�do poco", etc. Omnia fuistis et nihil profuit, hab�is probado todas las formas de vivir, y no ser� posible, trabaj�is toda la noche y no tomaste nada, "trabaj�is en el mism�simo fuego, y os fatig�is por vuestra vanidad", Habacuc 2:13 ; como aquellos que buscan la piedra filosofal, lo m�ximo que pueden buscar es su trabajo por sus dolores.

O la vanidad o la violencia te ha agotado, como Zacar�as 8:10 , y la venganza de Dios es bastante visible en esos asuntos secretos y desag�es de gasto en que se agotan tus propiedades, porque no pone su dedo santo en el hoyo en el fondo de la tierra. bolso. Porque s�lo su bendici�n enriquece, Proverbios 10:22 "y si �l no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican", Salmo 127:1 .

Hay una maldici�n sobre las pr�cticas ilegales, aunque los hombres nunca sean tan trabajadores, como en Joacim, Jer 22: 13-19. Y todas sus pol�ticas, sin depender de �l para su direcci�n y �xito, son arena sine calce, arena sin cal; no se mantendr�n unidas cuando m�s las necesitemos, sino que se desmoronar�n como un mortero sin templar. De ah� que el salmista nos asegure que "la promoci�n no viene ni del oriente, ni del occidente, ni del sur", donde el sol es c�lido, "sino del Se�or: a uno se quita y a otro se le instala", Salmo 75:6 .

Entonces Ana: "El Se�or", dice ella, "empobrece y enriquece; humilla y enaltece", 1 Samuel 2:7 . Y aunque nadie conoce ni el amor ni el odio por todo lo que les espera, porque todas las cosas son iguales para todos, Eclesiast�s 9:1,2 (Dios esparce, por as� decirlo, de estas comodidades exteriores: los buenos hombres las recogen, los hombres malos luchan por ellos), sin embargo, si sopla sobre la propiedad de un hombre, y por p�rdidas y cruces lo golpea con su propia mano desnuda (como aqu� en el texto) que o no tiene que comer, o no se atreve a comer su llenarse por temor a que le falte otro d�a, o si come, pero la vara de pan se parte, y por falta de la concurrencia de Dios, come y no se sacia, etc.

s�lo tiene la miseria de los prisioneros, que no le mantendr� con vida ni le permitir� morir; debe ser muy sensato, considerar sus caminos, y considerar su miseria (como una parte de la maldici�n por descuidar el servicio de Dios, Lv 26: 14-20), para despreciar esa �ltima y peor de las miserias, el juicio de suspirar por sus iniquidades, Lev�tico 26:39 .

Esto es peor que cualquier escasez, que cualquier apetito bulimy o perruno, una enfermedad com�n en tiempos de hambruna. "El justo come para saciar su alma, pero el vientre de los imp�os falta", Proverbios 14:25 . Como su vientre prepara el enga�o, Job 15:35 , as� sufre el enga�o; imposturam faciunt et patiuntur, como dec�a el emperador de los que vend�an vidrio por perlas.

Fumos vendidit, fumo pereat, el que vende vapores lo deja pasar como vapor. como otro. Esperabas mucho, y he aqu� que lleg� a poco, como sigue, Hageo 1:9 ; �y por qu�? sino porque pensaban cada poquito demasiado por Dios, y todo bien salvado que le fue Malaqu�as 3:9,11 , Malaqu�as 3:9,11 .

Ver Trapp en " Mal 3: 9 " Ver Trapp en " Mal 3:10 " Ver Trapp en " Mal 3:11 " Los comentaristas papistas de este texto exhortan a la gente (si alguna vez tienen la intenci�n de prosperar) a que guarden los d�as santos, escuchar masas, etc. s�, algunos sacerdotes de la �poca de Gerson predicaron p�blicamente a la gente que quienquiera que escuchara una misa no deb�a quedarse ciego ese d�a, ni ser llevado por una muerte s�bita, ni querer suficiente sustento, Non erit caecus, nec subito morietur, nec carebit Suficientei sustentatione.

Esto era m�s de lo que ten�an buena garant�a para prometer; y sin embargo, se les cree. �No aprenderemos a vivir por fe, a confiar "en el Se�or y hacer el bien? As� habitar�s en la tierra, y de cierto ser�s alimentado", Salmo 37:3 . Los imp�os en la plenitud de su suficiencia est�n en apuros, Job 20:22 .

Por el contrario, los piadosos, en la plenitud de sus angustias, son suficientes; y esta es la ganancia de la piedad, 1 Timoteo 6:6 . La piedad nunca carece de una suficiencia placentera, tiene tesoro que no se agota, bolsas que no se envejecen, Lucas 12:33 ; y en lo sucesivo habr� riquezas sin herrumbre, riquezas sin escasez, almac�n sin llagas, hermosura sin defecto, alegr�a sin mezcla.

Versículo 7

As� ha dicho Jehov� de los ej�rcitos: Considere sus caminos.

Ver. 7. Considere sus caminos ] Ver Hageo 1:5 . H�galo temprano y con seriedad. Excutite vos, iterumque excutite, como Tremellius traduce que en Sofon�as 2:1 " Exam�name , escudri�a, oh naci�n no digna de ser amada". As� que Lamentaciones 3:40 "Busquemos y probemos nuestros caminos.

"No s�lo escudri�en, sino pru�benlo y, por as� decirlo, esc�rrelos hasta el salvado. As� que 2 Corintios 13:5 " Examinaos a vosotros mismos si est�is en la fe; probaos a vosotros mismos ", por as� decirlo, con redoblada diligencia, en un deber sumamente necesario, pero muy descuidado, de tratar con sus propios corazones, pero si no quieren, vean ese lugar en llamas, Ezequiel 16:43 .

Si los hombres no se juzgan a s� mismos, Dios lo har�; como, aunque los eruditos no escanear�n sus versos, sus maestros lo har�n. Los hombres son tan reacios a revisar sus acciones y leer los escritos borrosos de sus propios corazones, como los escolares analizan sus lecciones y los falsos latinos que han hecho. Pero como el que no quiere echar por tierra sus libros, sus libros le echar�n por fin a �l; de modo que aquellos que no consideren sus caminos y se pongan a trabajar, encontrar�n que si se ahorran un poco de dolor al principio, al final se duplicar�; y que lo mejor que puede surgir de esta desamparada negligencia son los amargos dolores del arrepentimiento.

�Oh, por tanto, que con el sabio de Salom�n tuvi�ramos nuestros ojos en la cabeza y no en los confines de la tierra! Eclesiast�s 2:14 . Y que nuestros ojos eran, como las ventanas del templo de Salom�n, anchos hacia adentro, para que pudi�ramos ver nuestros pecados para confesarnos, por lo que nunca deber�amos verlos para nuestra confusi�n, 1 Reyes 6:4 .

Los israelitas confesaron su murmuraci�n y terquedad cuando Dios envi� �ngeles malignos entre ellos, es decir, algunos mensajeros de su ira y disgusto. El profeta Hageo, aqu� presente, har�a que su posteridad considerara, y considerara mejor, ya que la mano de Dios era tan pesada sobre ellos, y que vino contra ellos, por as� decirlo, con una espada desenvainada, c�mo podr�an desarmar su justa indignaci�n con un reforma r�pida. A lo que se suma,

Versículo 8

Sube al monte, trae le�a y edifica la casa; y me complacer� en ello, y ser� glorificado, dice el SE�OR.

Ver. 8. Sube a la monta�a y trae le�a, etc. ] Emprende el trabajo y s� serio; construy� el templo con el mismo celo que Baruc repar� el muro, Nehem�as 3:20 , accendit seipsum, estall� en calor, enojado con la pereza propia y ajena; y as� termin� su tarea en poco tiempo.

Debe ser un esfuerzo de reforma ferviente, recto y constante que debe seguir a nuestro sentido del pecado y temor a la ira; o de lo contrario todo ser� menos motus aliquis evanidus (como dice Calvino en el texto), un destello; ser� como huellas hechas en el agua; tan pronto como se quita el dedo, todo est� fuera. Ciertamente fue, por lo tanto, un excelente dicho de Lutero (aunque condenado por her�tico por el Papa Le�n X), Optima et aptissima poenitentia est nova vita.

La enmienda de la vida es el mejor arrepentimiento; tampoco hay manera m�s sabia de romper con nuestros pecados que practicar los deberes contrarios. Al que se arrepienta con una contradicci�n (dice Tertuliano), Dios lo perdonar� con una contradicci�n. Te arrepientes y, sin embargo, contin�as en tu pecado. Dios te perdonar� y, sin embargo, te enviar� al infierno. Aquellos que quieran que Dios se complazca en ellos, como en su templo, para amarlos y venir a ellos, y hacer su morada con ellos, Juan 14:23 , para habitar en ellos y caminar en ellos, 2 Corintios 6:16(como hicieron en el p�rtico de Salom�n, y otros paseos y galer�as alrededor del templo, Zac 3: 7), para ser glorificado en ellos (consider�ndose recibir, por as� decirlo, un nuevo ser, por esas concepciones internas de su gloria, y esos honores externos que hacemos a su nombre), deben subir a la monta�a, no del L�bano (aunque ese era un lugar agradable y abundante, Deu 3:25), sino del cielo, esa colina de donde viene su ayuda, y traer le�a (le�a para cultivar, Cantares de los Cantares 1:17 , piedras vivas, 1Pe 2: 5), y construir la casa, 1 Corintios 3:9 Efesios 2:22, poniendo fe por un fundamento, amor por una cubierta, esperando un pin�culo, humildad por un pavimento, lav�ndolo con l�grimas, barri�ndolo con el arrepentimiento, embelleci�ndolo con santidad, perfum�ndolo con oraciones, colg�ndolo con sinceridad.

As� ser� retenido Cristo Rey en las galer�as, Cantares de los Cantares 7:5 , codiciar� su hermosura, Salmo 45:12 , y estar� ligado a ellos en las Salmo 45:12 del afecto puro y del matrimonio espiritual.

Se complacer� en ellos, como lo hizo con los que oraban en o hacia el templo, Deuteronomio 12:11 1 Reyes 8:29 , como lo hizo en Daniel, el hombre de deseos, Daniel 9:23 , en David, Dios de Dios. corculum, o querido, 1 Samuel 13:14 , en su Hephzibah, o amada, la Iglesia, Isa�as 62:4 , llam� en otra parte al amado de su alma, o su alma amada: y ser� glorificado en ellos por sus sacrificios espirituales , 1 Pedro 2:5 , servicios razonables, Romanos 12:1 , realizados en esp�ritu y en verdad, Juan 4:24 , por alguien del cual Dios es m�s glorificado que por todas las acciones de criaturas irracionales o no regeneradas.

Versículo 9

Esperabas mucho, y he aqu�, lleg� a poco; y cuando lo trajisteis a casa, sopl� sobre �l. �Por qu�? dice el SE�OR de los ej�rcitos. Por mi casa que est� desolada, y cada uno corre a su casa.

Ver. 9. Buscaste mucho, y he aqu� que lleg� a poco ] Spes in oculis, luctus in manibus, como Jerome aqu�. La esperanza de los hombres injustos perece, Proverbios 11:7 , etiam spes valentissima, su esperanza m�s probable, como algunos lo expresan ; �l se cree seguro, como Esa� lo hizo de la bendici�n, pero �l solo piensa as�; Dios corta la carne de su boca, Joel 1:16 , quita su trigo en su tiempo, Oseas 2:9 , lo refuta en sus confidencias, que resultan como los arroyos de Tema, Job 6:17y s�rvele como la mula de Absal�n a su amo; sus grandes esperanzas saltan sin cabeza, como dice una frase. Sucede con �l como con aquellos israelitas perversos en el desierto, a quienes se les hizo virar unas cuarenta y dos veces despu�s de que se creyeran seguros de la tierra prometida.

Sopl� sobre �l ] es decir, lo dispers� con facilidad. Por una frase similar (para el sentido) se dice que Dios, Isa�as 25:11 , extiende sus manos en medio de sus enemigos, como el que nada extiende las manos para nadar; y derribar su orgullo, junto con el bot�n de sus manos, con la mayor facilidad.

El movimiento al nadar es f�cil, no fuerte; para golpes fuertes y violentos en el agua preferir�a hundirse que sostenerse. De la misma manera Dios destruy� sus tesoros o sopl� sus tesoros de aqu� para all�, consumi� sus bienes y maldijo sus bendiciones, como Malaqu�as 2:2 . Ver Trapp en " Mal 2: 2 "

�Por qu�? dice el Se�or de los ej�rcitos. A causa de mi casa que es un desperdicio, etc.] Su pecado de preferir sus propios intereses privados y su amor propio antes que la obra y el servicio de Dios se repite aqu�, y se exagera, como la base y la causa de todas sus calamidades: y todo lo suficientemente poco para ll�valos a una visi�n sana y seria y al odio de sus pecados. Una especie de somnolencia tan profunda nos ha sorprendido, en su mayor parte, que mientras que cada juicio de Dios deber�a ser un repique de advertencia para que nos arrepintamos, somos como el perro del herrero, en el que cuanto m�s se golpea el yunque, se acuesta y se duerme mejor. ; o como la gallina tonta, que pierde a sus pollos uno a uno por la cometa devoradora, y sin embargo, como completamente insensible de su p�rdida, contin�a recogiendo lo que tiene delante.

Esto es sofocar y languidecer en la iniquidad, como si nada pudiera despertar a los hombres, Lev�tico 26:39 , y se amenaza en �ltimo lugar, como peor que todas sus p�rdidas, cautiverios, etc. Un letargo no es menos mortal que la enfermedad m�s atormentadora. Que los ministros, por lo tanto, con preguntas tan en�rgicas y r�pidas como esta en el texto y de otra manera, despierten a sus oyentes (como lo hicieron una vez aqu� sus queridos amigos en la enfermedad del sudor, quienes, si sufr�an para dormir, ciertamente mor�an), para que puedan despierta y se recupera de la trampa del diablo, etc.

Uno ha observado bien que el pecado particular del diablo no se menciona ni una sola vez en el G�nesis, porque no iba a ser restaurado por el arrepentimiento; pero el pecado del hombre se agranda en todas las circunstancias. �Y por qu� esto? sino para ser sensato, avergonzado y arrepentido de su pecado. Dicen en filosof�a que el fundamento de la vida natural es el sentimiento; sin sentimiento, sin vida; y que cuanto m�s r�pido y �gil es el sentido del sentimiento en un hombre, mejor es su constituci�n. Piensa lo mismo en la vida espiritual, y en ese hombre oculto del coraz�n, como lo llama San Pedro.

Y cada uno corre a su propia casa ] O, cada uno se complace en su propia casa, qd Vosotros sois todos buscadores de s� mismos, personas de esp�ritu privado, todos sois para vuestros propios intereses; como el caracol, que rara vez se mueve en el exterior y nunca sin su casa a la espalda; o como el �guila, que, cuando vuela m�s alto, todav�a tiene el ojo hacia abajo para ver la presa que quiere agarrar. En par�bola oves capras suas quaerunt.

En la par�bole de la oveja, busca a su oveja. No sirven al Se�or Jesucristo, sino a sus propios vientres, Romanos 16:18 ; o si sirven a Cristo, es para obtener ganancias, ya que los ni�os no dir�n sus oraciones a menos que les prometamos el desayuno. Al servirle, s�lo se sirven a �l; como lo hicieron aquellos carnales caperna�tas, Juan 6:26 .

Bien podr�a el ap�stol quejarse, como Filipenses 2:21 , y otro desde entonces, que son sus placeres, su provecho y su preferencia lo que es la trinidad del hombre natural; y su yo carnal que es estos en unidad. Que sea tan c�lido en sus propias plumas, que poco se preocupa por los peligros de la casa. Es totus en s�, completamente absorto en s� mismo, e insensible al bien p�blico o al peligro com�n: aunque le quiten el c�ntaro y la lanza de la cabecera, no se mueve.

Bastante lejos del estado de �nimo o el discurso de San Pablo, �qui�n se ofende y yo no ardo? lo suficientemente lejos de su cuidado y torpeza, ansiedad y solicitud por la casa de Dios (??????????? ???????) y la prosperidad de su pueblo, 2 Corintios 11:28 . Nada como ellos son para Ambrose, que estaba m�s preocupado por el estado de la Iglesia que por sus propios peligros.

Nada como Melancthon, de quien se dice, que las ruinas de la casa de Dios y las miserias de su pueblo le hicieron casi descuidar la muerte de sus hijos m�s queridos. La verdadera bondad es de esp�ritu p�blico, aunque en desventaja privada; as� como la naturaleza aventurar� su propio bien particular para el general, as� agradecer� mucho m�s. Las cosas pesadas ascender�n para mantener fuera el vac�o y preservar el universo. Una piedra caer� para volver a su lugar, aunque se parta en veinte pedazos.

Es el ingenio de los santos, en todos sus deseos y designios, estudiar los fines de Dios m�s que los propios; para construir la casa de Dios con descuido de los suyos, como hizo Salom�n; ahogar todo respeto propio en su gloria y el bien p�blico, como hizo Nehem�as; de quien podr�a decirse con m�s verdad que el historiador pagano (Dio) de Cat�n, que hizo ?????????? ?? ??????, amaba demasiado a la comunidad, y que s� - toti genitum se credere mundo, se cre�a nacido para el beneficio de la humanidad (Lucan).

Versículo 10

Por tanto, el cielo sobre ti se quit� del roc�o, y la tierra se quit� de su fruto.

Ver. 10. Por tanto, el cielo sobre ti est� protegido de la lluvia, etc. ] Nunca le va bien al hombre (cuya vida est� siempre en fuga, en fuga, como la tiene el fil�sofo, y debe mantenerse con la carne, como el fuego es con el combustible) hasta que Dios "oiga el cielo, y el cielo oiga el la tierra, y la tierra oyen el trigo, el vino y el aceite, y estos oyen a Jezreel, " Oseas 2:21,22 , donde podemos ver la genealog�a de estas buenas criaturas resuelta en Dios.

La tierra, aunque es una madre bondadosa, no puede abrir sus entra�as y dar "semilla al sembrador y pan al que come", si no se riega desde arriba. El cielo, aunque es el almac�n del buen tesoro de Dios, que �l abre para nuestro provecho y alimento, Deuteronomio 28:12 , no puede arrojar grosura sobre la tierra si Dios lo cierra y retiene las lluvias estacionales.

Esto los mismos paganos reconocieron en sus ficciones de J�piter y Juno; y los metapontinos, habiendo tenido una buena cosecha, consagraron ??????? ?????, una cosecha cortada en oro, a su dios, en el templo de Delfos. Ahora bien, cuando una chusma de rebeldes conspire contra Dios y pelee contra �l con sus propias armas, como hizo Jeh� contra Joram con sus propios hombres, �qu� puede hacer �l menos que cortarlos? que les haga conocer el valor de sus beneficios por la falta de ellos?

Versículo 11

Y llam� a la sequ�a sobre la tierra, sobre los montes, sobre el trigo, sobre el mosto, sobre el aceite, sobre lo que produce la tierra, sobre los hombres y sobre el ganado, y sobre todo el trabajo de las manos.

Ver. 11. que llamar a una sequ�a, etc. ] y as� por una escasez (que inevitablemente sigui� en esos pa�ses c�lidos) y, en consecuencia, por la pestilencia y la espada, �los concomitantes habituales? La Septuaginta para la sequ�a aqu� (por un error de puntos) traduce una espada Pro chorebb legunt cherib. Y en el original hay una aliteraci�n de elegancia m�s all� de la capacidad de traducir. Porque mi casa es chareb, es decir, desolada, por eso he pedido choreb, sequ�a, o quereb, espada, que de la misma manera asolar� vuestra tierra y asolar� vuestras casas; seg�n lo amenazado, Deuteronomio 28: 15-68 Mateo 23:38 .

Y en el pr�ximo cap�tulo Mateo 24:7 , Cristo les dice a sus ap�stoles que aquellos jud�os refractarios, y otros, que lo rechazaron, el verdadero templo, en "quien habitaba corporalmente la Deidad", Colosenses 2:9 , es decir, esencialmente ( y no en nubes y ceremonias, como una vez entre los querubines, que sol�an llamar Shejin�), porque aborrec�an el man� celestial, por lo que deb�an sufrir de hambre.

Aquellos que no quisieran nada del evangelio de la paz deber�an saborear profundamente las miserias de la guerra. Aquellos que despreciaron la �nica medicina de sus almas deben ser visitados con pestilencia. El caballo negro siempre est� pis�ndole los talones al rojo; y el p�lido del negro Apocalipsis 6:4 . Como ha habido una coyuntura de ofensas, tambi�n habr� miserias; una confluencia de ellos mora los descuidados de la casa de Dios, los despreciadores de su evangelio.

Ursine nos dice que aquellos que huyeron de Inglaterra en busca de religi�n en los d�as de la reina Mar�a, reconocieron que esa gran inundaci�n de miseria les lleg� justamente, por su inutilidad bajo los medios de la gracia, de los que hab�an disfrutado en los d�as del rey Eduardo. Zanchy tambi�n nos dice que cuando lleg� por primera vez a ser pastor en Clavenna ocurri� una pestilencia grave en ese pueblo, de modo que en siete meses murieron mil doscientas personas.

Su antiguo pastor, Mainardus, ese hombre de Dios, como �l lo llama, a menudo hab�a predicho tal calamidad, por su profanaci�n y papado; pero nunca se le pudo creer hasta que la plaga demostr� que era un verdadero profeta; y luego recordaron sus palabras, y desearon haber sido advertidos por �l (Zanch. Miscel. ep. ad Lantgrav.). Tememos tambi�n, no sea que por nuestros muchos pecados �seos (como es la expresi�n del profeta, Am�s 5:12 , Peccata ossea, pecados �seos i.

mi. fortia ) fuerte, pero sobre todo por nuestro odioso y horrible desprecio de sus sirvientes y servicios (nunca el, como conocido), tiramos de nuestra tierra el hambre de Am�s, no de pan, sino (que es mil veces peor) de escuchar las palabras de el Se�or, Am�s 8:11 ; una hambruna predicha desde hace mucho tiempo y temida por nuestros m�rtires y confesores; y ahora, si alguna vez (si Dios no lo previene), en procinctu, en la disposici�n de la batalla para caer sobre nosotros, como la gente m�s indigna e ingrata que jam�s haya visto el sol del cielo o el sol del evangelio de Cristo resplandeci� sobre tan hermoso y tan mucho tiempo juntos.

La mejor forma de prevenci�n es la previsi�n y la reforma; comenzando por el nuestro, como lo hizo Gede�n en la casa de su padre, Jueces 6:27 . Y el mejor almanaque en el que podemos confiar para el clima estacional y la prolongaci�n de nuestra tranquilidad es nuestra obediencia a Dios, amor a nuestro pr�jimo, cuidado de nosotros mismos.

Versículo 12

Entonces Zorobabel hijo de Salatiel, y Josu� hijo de Josedec, el sumo sacerdote, con todo el remanente del pueblo, obedecieron a la voz del SE�OR su Dios y a las palabras del profeta Hageo, como el SE�OR su Dios hab�a enviado. �l, y el pueblo temi� delante del SE�OR.

Ver. 12. Entonces Zorobabel, el hijo de Shealtiel, etc. ] Tan poderosa en operaci�n, tan r�pida y poderosa, es la buena palabra de Dios en la boca de sus ministros fieles, cuando es secundada e impulsada por su Esp�ritu Santo. Vea para esto Isa�as 55:10,11 Jer 23: 28-29 Hechos 19:20 1Co 14: 24-25 Hebreos 4:12 .

Vea esa scala coeli, escalera del cielo, como se la llama, Romanos 10:14,15 , y considere cu�n poderosamente creci� y prevaleci� la palabra de Dios en aquellos tiempos primitivos. Se esparci� por el mundo como un rayo de sol, dice Eusebio; fue llevado a todos los lugares como en las �guilas, o m�s bien, como en las alas de los �ngeles.

Atanasio de anta�o y Lutero de los �ltimos tiempos fueron extra�amente apoyados y prosperaron contra un mundo de opositores a la verdad que predicaban. Farellus gan� cinco grandes ciudades con sus territorios para Cristo. Cu�n admirable y eficazmente fue obrado el rey Eduardo VI por un serm�n del obispo Ridley, conmovedoras obras de caridad, vea su Vida, escrita por Sir John Heywood. El Esp�ritu es el que da vida a la semilla de la palabra y la hace prol�fica y generativa.

Y como en el cuerpo hay venas para llevar la sangre y arterias para llevar los esp�ritus que avivan la sangre; lo mismo ocurre con la palabra y el esp�ritu en el alma. Si el Esp�ritu de Dios no abre el coraz�n del hombre, la palabra no puede entrar. Si no ilumina tanto el �rgano como el objeto, Cristo, aunque nunca se predic� con tanta fuerza, es a la vez descuidado y desquiciado, como dice el proverbio norte�o. La palabra que oyeron no les aprovech�, porque no se mezcl� con la fe en los que la oyeron, Hebreos 4:2 .

Lo o�an s�lo con el o�do del o�do, con ese cart�lago que crec�a por fuera de la cabeza; mientras que deb�an haber levantado el o�do interno hacia afuera, para que un mismo sonido hubiera traspasado a ambos. Pero esto no pueden hacer todos los que oyen, porque no todos son de Dios, Juan 8:47 , y por eso no tienen su se�al, los sentidos espirituales habitualmente ejercitados para discernir el bien y el mal, Hebreos 5:14 ; tienen un o�do pesado, que es un juicio singular, Isa�as 6:10 .

Con todo el remanente del pueblo ] es decir, la generalidad de los cautivos que regresaron sigui� a sus l�deres. Se les llama un remanente, porque son pocos en comparaci�n con esos muchos p�caros de los setos, los llama el Sr. Dyke, alfareros se les llama, 1 Cr�nicas 4:23 , hombres de bajo y abatido, que a�n habitaban en Babilonia entre plantas y setos; siendo la linaje de aquellos israelitas degenerados que, cuando se proclam� la libertad para su regreso a Jerusal�n, prefirieron ganarse la vida haciendo ollas para el rey de Babilonia.

Son cosas antiguas, o m�s bien obsoletas, como Junius las traduce, gastadas y olvidadas; y de hecho merecen ser completamente olvidados, y no escritos ni contados entre los que viven en Jerusal�n, Isa�as 4:4 .

Obedeci� la voz del Se�or su Dios ] Con la obediencia de la fe; y esto lo hicieron con el buen ejemplo de sus gobernantes. As�, cuando Crispo, el gobernante principal de la sinagoga, crey�, muchos de los corintios tambi�n creyeron, Hechos 18:8 , Cuando los reyes de Jud� eran buenos o malos, el pueblo tambi�n lo era.

Los grandes hombres son los espejuelos de su pa�s; seg�n el cual la mayor�a de los hombres se visten. Qualis Rex, talis grex. Qu� excelente rey, qu� gran compa��a. "�Por qu� obligas a los gentiles", dijo Pablo a Pedro, as�, con tu ejemplo, a judaizar? G�latas 2:14 .

Y las palabras del profeta Hageo ] De cuya boca Dios se complaci� en utilizar. Y esto se agrega para una confirmaci�n del llamado del profeta a la obra; debido a mucho tiempo antes no hab�a ning�n profeta entre el pueblo, ni nadie que dijera cu�nto tiempo, como se queja la Iglesia, Salmo 74:9 .

Como el Se�or su Dios le envi� ] Heb. como el Se�or su Dios le hab�a enviado, de la misma manera que oyeron y obedecieron al profeta, como el Se�or le envi�; no torcieron sus palabras en un sentido equivocado; ni cuestionaron su comisi�n; pero recibi�ndola como palabra, no de hombre, sino de Dios, se pusieron inmediatamente a trabajar, rindiendo una obediencia pronta y presente, como si Dios con su propia boca les hubiera hablado inmediatamente desde el cielo.

Y el pueblo temi� delante de Jehov� ] Como si �l mismo hubiera estado visiblemente presente en su propia persona. Entonces, los oyentes de San Pedro, Hechos 10:33 , Ahora, por lo tanto, dicen ellos, estamos todos aqu� presentes ante Dios, para escuchar todas las cosas que Dios te ha mandado. Si el joven Samuel hubiera sabido que fue el Se�or quien lo llam� una y otra vez, no habr�a regresado a su cama para dormir.

Si los hombres estuvieran bien persuadidos de que el Dios del cielo les habla por medio de sus ministros fieles, no dar�an paso a divagaciones voluntarias, sino que escuchar�an como de por vida y temer�an hacer algo indigno de tal presencia; trabajar�an en su salvaci�n con miedo y temblor, s�, trabajar�an duro en ello, como temerosos de ser llevados con su tarea sin terminar. "Los que temen a Jehov� guardar�n su pacto", dice David, Salmo 103:13 "Teme a Dios y guarda sus mandamientos", dice Salom�n, Eclesiast�s 12:14 "Y en toda naci�n el que teme a Dios y obra justicia es aceptado de �l ", dice Pedro, Hechos 10:35 .

Versículo 13

Entonces habl� Hageo mensajero del SE�OR en el mensaje del SE�OR al pueblo, diciendo: Yo estoy contigo, dice el SE�OR.

Ver. 13. Entonces habl� Hageo el mensajero del Se�or] O �ngel. Ver Trapp en " Mal 1: 1 " (Luego habla) Es decir, en el d�a cuatro y veinte del mes, como est� en el �ltimo verso; hasta qu� d�a hab�an estado construyendo durante tres semanas juntos. Pero el gobernador Tatnai y sus c�mplices vinieron sobre ellos y desanimaron al pueblo y estorbaron la obra, Esdras 5:6 ; Esdras 5:8 .

Por lo tanto, era necesario que se repitiera el mandamiento de Dios y que se a�adiera una promesa especial: "Yo estoy contigo", dice el Se�or. Donde bien podemos retomar el de Cicer�n sobre la lac�nica ep�stola de Bruto, Quam multa, quam paucis! cuanto en un poco. "Yo estoy contigo", dice el Se�or, no debes, por tanto, temer lo que el hombre pueda hacerte. Dios es todo suficiente para aquellos que son completamente suyos, ver 2 Cr�nicas 15:2 .

La Iglesia se llama Jehov� Shammah, es decir, "El Se�or est� all�", Ezequiel 48:35 "Dios est� en medio de ella, no ser� conmovida", Salmo 46:5 . Immota manet puede ser mejor su lema que el de Venecia. Seguramente es invencible, Zacar�as 12:5,7 , por tener un poderoso campe�n, el Santo de Israel; y esto la hace (aunque virgen) re�r para despreciar a sus enemigos m�s orgullosos; s�, para sacudir la cabeza ante ellos, Isa�as 37:22,23 , como m�s digno de compasi�n que de envidia.

All� estaban ellos con gran temor (dice David, de los enemigos de la Iglesia); �por qu� raz�n? Dios est� en la generaci�n de los justos, Sal 14: 5 Por eso aquellos filisteos estaban tan afligidos, 1 Samuel 4:7 . Y los egipcios nada menos, �xodo 14:25 .

Huyamos, dicen, de la faz de Israel; porque el Se�or pelea por ellos. "�Qu�, pues, diremos a estas cosas?" dice Pablo (quien hab�a escuchado muchas veces cuando estaba en la mano del enemigo: No temas, yo estoy contigo), "Si Dios es por nosotros, �qui�n contra nosotros?" �Qui�n se atreve a ser tan insensato, tan ambicioso de su propia destrucci�n? �Alguna vez alguien se ha enfurecido contra Dios y ha prosperado? Job 9:4 .

�D�nde est� el fara�n, Ner�n, Nabucodonosor, etc.? �Era seguro que estos o cualquier otro provocara la ira del Se�or? �Eran m�s fuertes que �l? �Oh, que los hombres (seg�n el consejo de Salom�n) se entrometieran en su rival y no contienda con el que es m�s poderoso que ellos! �Puede Dios estar con su pueblo y verlos abusados ??en su cara? �Forzar�n tambi�n a la reina delante de �l en la casa, Ester 7:8 .

�Luchar�n como gigantes contra Dios? �Necesitar�n tocar la ni�a de sus ojos, ese pedazo m�s tierno de la parte m�s tierna? �Invadir�n su parte, lo despojar�n de sus joyas, le quitar�n el sello de la mano derecha? Seguramente Dios es as� con su pueblo, que cuando se da cuenta de la menor cortes�a que se les ha hecho para recompensarlo (incluso con un vaso de agua fr�a), as� como de la menor afrenta u ofensa, para vengarlo, ya sea con el ce�o fruncido. o un tonto, G�nesis 4:6 N�meros 12:10 "Mejor se ahorc� una piedra de molino", etc.

Mejor enojar a todas las brujas del pa�s que a uno de los celosos testigos de Dios, Apocalipsis 11:5 . La muerte no puede hacerles da�o, Salmo 23:3 . El infierno no pudo contenerlos m�s (los dolores del infierno se apoderaron de David, pero fue liberado, Sal 116: 3) de lo que la ballena pudo contener a Jon�s; es necesario que los devuelva, porque Dios est� con ellos. Ahora preferir�a estar en el infierno (dijo Lutero) con Dios que en el cielo sin �l, y era mucho m�s seguro para m�.

Versículo 14

Y el SE�OR despert� el esp�ritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Jud�, y el esp�ritu de Josu� hijo de Josedec, el sumo sacerdote, y el esp�ritu de todo el remanente del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa del SE�OR de los ej�rcitos, su Dios,

Ver. 14. Y el Se�or despert� el esp�ritu de Zorobabel, etc. ] Aqu� est� el ap�ndice del serm�n anterior, del cual s�lo hemos escuchado las breves notas. Esa �nica palabra, estoy con ustedes, secundada e impulsada por el Esp�ritu Santo de Dios, los puso a trabajar a todos. "�Cu�n contundentes son las palabras correctas!" Job 6:25 . Una verdad oportuna que cae sobre un coraz�n preparado tiene a menudo una operaci�n fuerte y dulce, sc.

cuando Dios se complace en trabajar con �l y hacerlo efectivo; este hombre no puede hacer m�s de lo que el labrador puede cosechar. "Las armas de nuestra guerra son poderosas, en Dios, para derribar fortalezas", 2 Corintios 10:4 . Lutero, habiendo escuchado a Staupicius decir que ese es el arrepentimiento bondadoso que comienza con el amor de Dios, encontr� desde ese momento en adelante la pr�ctica del arrepentimiento para �l mucho m�s dulce que antes.

Galeacius Caracciolus, un marqu�s italiano, fue convertido por una apta semejanza usada por Pedro M�rtir, leyendo en la Primera Ep�stola a los Corintios. El Dr. Taylor, m�rtir, bendijo a Dios por haber llegado a ser compa�ero de prisi�n de ese �ngel de Dios (como �l lo llam�), John Bradford. Senarclaeus (en su ep�stola a Bucero, prefijado antes de la historia de la muerte de John Diarius, asesinado por su propio hermano, como lo fue Abel, por el bien de la religi�n), recuerdo, dijo �l, cuando �l y yo est�bamos juntos en Newburg, el El d�a antes de su matanza, me dio una gran cantidad de consejos graves y graciosos: Ego vero illius oratione sic incendebar, ut cum eum dysrentem audirem, Spiritus Sancti verba me audire existimarem, i.

mi. Estaba tan conmovido con su discurso, como si hubiera escuchado al mismo Esp�ritu Santo habl�ndome; tan ferviente era �l y lleno de vida; porque primero sinti� lo que dijo, y luego habl� lo que sinti�. As� que todos deber�an tener ese deseo de hablar con un prop�sito; y luego oren a Dios, como por una puerta de expresi�n, para que se les abra una puerta de entrada; como San Pablo tuvo en el coraz�n de Lydia, y como el obispo Ridley tuvo en el coraz�n del buen rey Eduardo VI, del cual antes.

Y vinieron y trabajaron ] Los gobernadores tambi�n, supervisando a otros y gobernando el negocio a su discreci�n. En lo que respecta a la gloria de Dios y el bien com�n, todos deben ponerse a su disposici�n.

Versículo 15

A los veinticuatro d�as del sexto mes del a�o segundo del rey Dar�o.

Ver. 15. En el vig�simo cuarto d�a ] V�ase Trapp en " Hag 1:13 " El tiempo se anota diligentemente, para ense�arnos a tomar buena nota de los momentos del tiempo, en los que los asuntos del momento han comenzado, con la ayuda de Dios, continuado y perfeccionado en la Iglesia. Esto ser� de singular utilidad, tanto para el aumento de la fe como del buen afecto en nuestro coraz�n.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Haggai 1". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/haggai-1.html. 1865-1868.