La carga de Damasco. He aqu�, Damasco ha sido quitada de [ser] una ciudad, y ser� un mont�n de ruinas.
Ver. 1. La carga de Damasco. ] Ver Isa�as 13:1 .
De Damasco. ] Es decir, del reino de Siria, la ciudad principal de la cual era Damasco; y fue destruido por Salmanasar cinco o seis a�os despu�s de esta onerosa profec�a; similar al cual, ver Isa�as 49:23 Amo 1: 2 Zacar�as 9:1 .
Hab�a sido tomada antes por Tiglatpileser, 2Re 15:29 y ha sido reconstruida desde entonces, siendo Hechos 9:2 2Co 11:32 en este d�a una ciudad noble del Oriente - civitas laetitiae et laudabilis, como la llama Jerem�as. Jerem�as 49: 24-25
Y ser� un mont�n de ruinas. ] Fue as� hasta que fue reedificado y habitado por un nuevo pueblo.
Las ciudades de Aroer [est�n] abandonadas; ser�n para reba�os que se acostar�n, y nadie los atemorizar�.
Ver. 2. Las ciudades de Aroer son abandonadas, ] es decir, el pa�s m�s all� del Jord�n Deu 2:36 est� desolado y despoblado; los gaditas y los rubenitas tambi�n, junto con los sirios, fueron llevados cautivos por Tiglat-pil�ser. 1 Cr�nicas 5:26
Tambi�n cesar� la fortaleza de Efra�n, y el reino de Damasco, y el remanente de Siria; ser�n como la gloria de los hijos de Israel, ha dicho Jehov� de los ej�rcitos.
Ver. 3. La fortaleza tambi�n cesar� de Efra�n. ] Heb .: sabatizar�, o descansar�. Efra�n, o las diez tribus, se hab�a unido a Siria en una confederaci�n contra Jud�; por tanto, con justicia participan con ellos en su castigo.
Ser� como la gloria de los hijos de Israel. ] Pobre gloria ahora; pero as� su baja condici�n se llama ir�nicamente y a modo de desprecio, dice Oecolamp.
Y en aquel d�a suceder� que la gloria de Jacob se debilitar�, y la grosura de su carne se debilitar�.
Ver. 4. La gloria de Jacob se debilitar�. ] Sus multitudes en las que se gloriaron ser�n grandemente da�adas.
Y la gordura. ] Ser� arrojado a una tisis mortal, sabr� que la consumici�n de un reino es pobreza, y su muerte es p�rdida de autoridad, dice Scultetus, siendo la maldad la ra�z de su miseria, como las causas de las enfermedades est�n en el cuerpo. s� mismo.
Y ser� como cuando el cosechador recoge el trigo y siega las espigas con su brazo; y ser� como el que recoge espigas en el valle de Refaim.
Ver. 5. Y ser� como cuando el cosechador. ] Su total cautiverio se establece mediante tres similitudes animadas, para mayor seguridad, s�lo queda un remanente muy peque�o en la tierra. Algunos antiguos afirman que esto muestra cu�n pocos se salvar�n, seguramente no uno entre diez mil, dijo Sime�n. Y antes de �l Cris�stomo, un Cu�ntas, piensa usted, ser� salvo en esta ciudad de Antioqu�a? Aunque hay tantos miles de ustedes, no se pueden encontrar cien que entren en el reino de Dios, y yo dudo mucho de ellos tambi�n, etc.
En el valle de Refaim. ] Que estaba cerca de Jerusal�n. Jos 15: 8 Nam similitudine populari propheta utitur. B
Sin embargo, quedar�n en �l uvas rebuscadas, como el batir de un olivo, dos [o] tres bayas en la copa de la rama superior, cuatro [o] cinco en sus ramas exteriores fruct�feras, dice el SE�OR Dios de Israel.
Ver. 6. Sin embargo, recogiendo uvas, etc. ] Ver Isa�as 17:5 . Isa�as 17:5 .
En aquel d�a mirar� el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplar�n al Santo de Israel.
Ver. 7. En ese d�a el hombre mirar� a su Hacedor. ] Los elegidos entre los israelitas lo har�n, habiendo sido azotados a casa como antes. Hay una elegancia en el original, como hay muchas en este profeta, que no se puede traducir. Aqu� tambi�n, y en el siguiente vers�culo, tenemos una descripci�n del verdadero arrepentimiento, el fruto correcto de la aflicci�n santificado. Penitencia y castigo son palabras de una derivaci�n.
Y no mirar� a los altares, obra de sus manos, ni respetar� lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques ni a las im�genes.
Ver. 8. Y no mirar� a los altares. ] Como, despu�s de haber mirado antes a su Hacedor con un solo ojo, con un ojo inflexible, que se dirigir� solo a un punto. Ver en Oseas 14:8 .
Por cuanto te has olvidado del Dios de tu salvaci�n, y no te has acordado de la roca de tu fortaleza, plantar�s plantas deliciosas y la plantar�s con hojas extra�as.
Ver. 10. Porque te has olvidado del Dios de tu salvaci�n. ] Te has apartado deslealmente de �l, como una esposa lo hace con su marido, aunque �l pudo y estuvo dispuesto a salvarte.
Por tanto, plantar�s plantas hermosas. ] Pero todo fue en vano. Hoc patres familias pro regula habeant aeconomica. Hay una maldici�n sobre los malvados, aunque nunca tan laboriosos. No todo servir�. Dios no puede soportar ser olvidado.
Y fijar� sarmiento extra�o, ] un decir, las raras y excelentes, pero para el uso de los enemigos. como Isa 17:11 Deu 28:29
a Exotica fere non nisi preciosa afferuntur. - Jun.
En el d�a har�s crecer tu planta, y en la ma�ana har�s florecer tu semilla: [pero] la cosecha [ser�] un mont�n en el d�a del dolor y del dolor desesperado.
Ver. 11. El d�a que har�s crecer tu planta. ] Proverbios 22:8 , el que siembra iniquidad, segar� vanidad; y cuanto m�s serio y diligente sea, peor ser� para �l. G�latas 6: 8
Pero tu mies ser� un mont�n. ] Este es un proverbio entre los jud�os, para significar trabajo en vano.
En el d�a del dolor y el dolor desesperado. ] Heb., Aegrae, sc., Plaga; para uvas recoger�is espinos, para higos, cardos.
Ay de la multitud de muchos pueblos, [que] hacen ruido como el ruido de los mares; y al estruendo de las naciones, [que] hacen un estruendo como el de las impetuosas aguas.
Ver. 12. �Ay de la multitud de muchas personas! ] Se reunieron para formar el ej�rcito de Senaquerib. O, oh la multitud, etc. El profeta puede asombrar, una por as� decirlo, en la gran multitud de los enemigos, y su ruido horrible.
Como el correr de muchas aguas. ] Ob impetum et fremitum.
Las naciones se precipitar�n como el estruendo de muchas aguas; pero [Dios] las reprender�, y huir�n lejos, y ser�n perseguidas como la paja de los montes ante el viento, y como cosa que rueda ante el torbellino.
Ver. 13. Las naciones se precipitar�n. ] O, susurro. Los asirios lo hicieron cuando irrumpieron. Isa 36: 1-20
Pero Dios los reprender�, ] es decir, los reprender� , los golpear�, y as� prender�, como nadie podr� quit�rselo.
Y huir�n lejos. ] Heb., Huir�, es decir, Senaquerib, quien, asustado con la matanza de sus soldados por el �ngel, huir� lo m�s lejos posible.
Y he aqu� la turbulencia de la marea del atardecer; [y] antes de la ma�ana no [es]. Esta es la porci�n de los que nos saquean, y la suerte de los que nos roban.
Ver. 14. Y he aqu�, al atardecer, la angustia. ] O, Terror - sc., Dentro de Jerusal�n, asediado por las fuerzas de Senaquerib. Pero este duelo dur� hasta la ma�ana. El tiempo de aflicci�n suele ser breve; un d�a o una noche; un trozo de noche, como aqu�; un momento"; Isa 54: 8 "un peque�o momento". Isa 54: 7 O si es m�s largo, todav�a (1.) Hay un tiempo para respirar entre ellos; (2.) Se obtiene mucho de ella; (3.) No es nada para la eternidad.
Antes de la ma�ana no lo es. ] �l y sus fuerzas se han ido. Los malvados, dice aqu� Oecolampadius, al atardecer de su muerte tienen un fuerte tir�n; y en la ma�ana de la resurrecci�n no lo son, o desear�an que no lo fueran.
�sta es la porci�n de ellos que nos echan a perder. ] Epiphonema ad populum Dei. Cierra su discurso con una palabra de consuelo a todo el pueblo de Dios; por quien tambi�n es que todo esto se dice contra Asiria, Siria y otros estados extranjeros, enemigos de la Iglesia.
Versículo 1
La carga de Damasco. He aqu�, Damasco ha sido quitada de [ser] una ciudad, y ser� un mont�n de ruinas.
Ver. 1. La carga de Damasco. ] Ver Isa�as 13:1 .
De Damasco. ] Es decir, del reino de Siria, la ciudad principal de la cual era Damasco; y fue destruido por Salmanasar cinco o seis a�os despu�s de esta onerosa profec�a; similar al cual, ver Isa�as 49:23 Amo 1: 2 Zacar�as 9:1 .
Hab�a sido tomada antes por Tiglatpileser, 2Re 15:29 y ha sido reconstruida desde entonces, siendo Hechos 9:2 2Co 11:32 en este d�a una ciudad noble del Oriente - civitas laetitiae et laudabilis, como la llama Jerem�as. Jerem�as 49: 24-25
Y ser� un mont�n de ruinas. ] Fue as� hasta que fue reedificado y habitado por un nuevo pueblo.
Versículo 2
Las ciudades de Aroer [est�n] abandonadas; ser�n para reba�os que se acostar�n, y nadie los atemorizar�.
Ver. 2. Las ciudades de Aroer son abandonadas, ] es decir, el pa�s m�s all� del Jord�n Deu 2:36 est� desolado y despoblado; los gaditas y los rubenitas tambi�n, junto con los sirios, fueron llevados cautivos por Tiglat-pil�ser. 1 Cr�nicas 5:26
Versículo 3
Tambi�n cesar� la fortaleza de Efra�n, y el reino de Damasco, y el remanente de Siria; ser�n como la gloria de los hijos de Israel, ha dicho Jehov� de los ej�rcitos.
Ver. 3. La fortaleza tambi�n cesar� de Efra�n. ] Heb .: sabatizar�, o descansar�. Efra�n, o las diez tribus, se hab�a unido a Siria en una confederaci�n contra Jud�; por tanto, con justicia participan con ellos en su castigo.
Ser� como la gloria de los hijos de Israel. ] Pobre gloria ahora; pero as� su baja condici�n se llama ir�nicamente y a modo de desprecio, dice Oecolamp.
Versículo 4
Y en aquel d�a suceder� que la gloria de Jacob se debilitar�, y la grosura de su carne se debilitar�.
Ver. 4. La gloria de Jacob se debilitar�. ] Sus multitudes en las que se gloriaron ser�n grandemente da�adas.
Y la gordura. ] Ser� arrojado a una tisis mortal, sabr� que la consumici�n de un reino es pobreza, y su muerte es p�rdida de autoridad, dice Scultetus, siendo la maldad la ra�z de su miseria, como las causas de las enfermedades est�n en el cuerpo. s� mismo.
Versículo 5
Y ser� como cuando el cosechador recoge el trigo y siega las espigas con su brazo; y ser� como el que recoge espigas en el valle de Refaim.
Ver. 5. Y ser� como cuando el cosechador. ] Su total cautiverio se establece mediante tres similitudes animadas, para mayor seguridad, s�lo queda un remanente muy peque�o en la tierra. Algunos antiguos afirman que esto muestra cu�n pocos se salvar�n, seguramente no uno entre diez mil, dijo Sime�n. Y antes de �l Cris�stomo, un Cu�ntas, piensa usted, ser� salvo en esta ciudad de Antioqu�a? Aunque hay tantos miles de ustedes, no se pueden encontrar cien que entren en el reino de Dios, y yo dudo mucho de ellos tambi�n, etc.
En el valle de Refaim. ] Que estaba cerca de Jerusal�n. Jos 15: 8 Nam similitudine populari propheta utitur. B
a Hom. iv. Ad Pop. Antioqu�a.
b Jun.
Versículo 6
Sin embargo, quedar�n en �l uvas rebuscadas, como el batir de un olivo, dos [o] tres bayas en la copa de la rama superior, cuatro [o] cinco en sus ramas exteriores fruct�feras, dice el SE�OR Dios de Israel.
Ver. 6. Sin embargo, recogiendo uvas, etc. ] Ver Isa�as 17:5 . Isa�as 17:5 .
Versículo 7
En aquel d�a mirar� el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplar�n al Santo de Israel.
Ver. 7. En ese d�a el hombre mirar� a su Hacedor. ] Los elegidos entre los israelitas lo har�n, habiendo sido azotados a casa como antes. Hay una elegancia en el original, como hay muchas en este profeta, que no se puede traducir. Aqu� tambi�n, y en el siguiente vers�culo, tenemos una descripci�n del verdadero arrepentimiento, el fruto correcto de la aflicci�n santificado. Penitencia y castigo son palabras de una derivaci�n.
Versículo 8
Y no mirar� a los altares, obra de sus manos, ni respetar� lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques ni a las im�genes.
Ver. 8. Y no mirar� a los altares. ] Como, despu�s de haber mirado antes a su Hacedor con un solo ojo, con un ojo inflexible, que se dirigir� solo a un punto. Ver en Oseas 14:8 .
Versículo 9
En aquel d�a sus ciudades fortificadas ser�n como rama desamparada, y renuevo que dejaron a causa de los hijos de Israel; y habr� desolaci�n.
Ver. 9. Que dejaron para los hijos de Israel. ] Que el enemigo dej�, por una dulce providencia de Dios; al igual que ver en Zacar�as 7:14 .
Versículo 10
Por cuanto te has olvidado del Dios de tu salvaci�n, y no te has acordado de la roca de tu fortaleza, plantar�s plantas deliciosas y la plantar�s con hojas extra�as.
Ver. 10. Porque te has olvidado del Dios de tu salvaci�n. ] Te has apartado deslealmente de �l, como una esposa lo hace con su marido, aunque �l pudo y estuvo dispuesto a salvarte.
Por tanto, plantar�s plantas hermosas. ] Pero todo fue en vano. Hoc patres familias pro regula habeant aeconomica. Hay una maldici�n sobre los malvados, aunque nunca tan laboriosos. No todo servir�. Dios no puede soportar ser olvidado.
Y fijar� sarmiento extra�o, ] un decir, las raras y excelentes, pero para el uso de los enemigos. como Isa 17:11 Deu 28:29
a Exotica fere non nisi preciosa afferuntur. - Jun.
Versículo 11
En el d�a har�s crecer tu planta, y en la ma�ana har�s florecer tu semilla: [pero] la cosecha [ser�] un mont�n en el d�a del dolor y del dolor desesperado.
Ver. 11. El d�a que har�s crecer tu planta. ] Proverbios 22:8 , el que siembra iniquidad, segar� vanidad; y cuanto m�s serio y diligente sea, peor ser� para �l. G�latas 6: 8
Pero tu mies ser� un mont�n. ] Este es un proverbio entre los jud�os, para significar trabajo en vano.
En el d�a del dolor y el dolor desesperado. ] Heb., Aegrae, sc., Plaga; para uvas recoger�is espinos, para higos, cardos.
Versículo 12
Ay de la multitud de muchos pueblos, [que] hacen ruido como el ruido de los mares; y al estruendo de las naciones, [que] hacen un estruendo como el de las impetuosas aguas.
Ver. 12. �Ay de la multitud de muchas personas! ] Se reunieron para formar el ej�rcito de Senaquerib. O, oh la multitud, etc. El profeta puede asombrar, una por as� decirlo, en la gran multitud de los enemigos, y su ruido horrible.
Como el correr de muchas aguas. ] Ob impetum et fremitum.
un Mihi hoc loco admirantis videtur. - Oecolamp.
Versículo 13
Las naciones se precipitar�n como el estruendo de muchas aguas; pero [Dios] las reprender�, y huir�n lejos, y ser�n perseguidas como la paja de los montes ante el viento, y como cosa que rueda ante el torbellino.
Ver. 13. Las naciones se precipitar�n. ] O, susurro. Los asirios lo hicieron cuando irrumpieron. Isa 36: 1-20
Pero Dios los reprender�, ] es decir, los reprender� , los golpear�, y as� prender�, como nadie podr� quit�rselo.
Y huir�n lejos. ] Heb., Huir�, es decir, Senaquerib, quien, asustado con la matanza de sus soldados por el �ngel, huir� lo m�s lejos posible.
Versículo 14
Y he aqu� la turbulencia de la marea del atardecer; [y] antes de la ma�ana no [es]. Esta es la porci�n de los que nos saquean, y la suerte de los que nos roban.
Ver. 14. Y he aqu�, al atardecer, la angustia. ] O, Terror - sc., Dentro de Jerusal�n, asediado por las fuerzas de Senaquerib. Pero este duelo dur� hasta la ma�ana. El tiempo de aflicci�n suele ser breve; un d�a o una noche; un trozo de noche, como aqu�; un momento"; Isa 54: 8 "un peque�o momento". Isa 54: 7 O si es m�s largo, todav�a (1.) Hay un tiempo para respirar entre ellos; (2.) Se obtiene mucho de ella; (3.) No es nada para la eternidad.
Antes de la ma�ana no lo es. ] �l y sus fuerzas se han ido. Los malvados, dice aqu� Oecolampadius, al atardecer de su muerte tienen un fuerte tir�n; y en la ma�ana de la resurrecci�n no lo son, o desear�an que no lo fueran.
�sta es la porci�n de ellos que nos echan a perder. ] Epiphonema ad populum Dei. Cierra su discurso con una palabra de consuelo a todo el pueblo de Dios; por quien tambi�n es que todo esto se dice contra Asiria, Siria y otros estados extranjeros, enemigos de la Iglesia.