Bible Commentaries
Job 1

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Hab�a un hombre en la tierra de Uz, cuyo nombre [era] Job; y ese hombre era perfecto y recto, y tem�a a Dios y evitaba el mal.

Ver. 1. Hab�a un hombre ] Un hombre notable, un hombre de excelencia y con acento (por as� decirlo ), un hombre de alto grado ( Animo virili praeditus ), como la palabra Ish significa, Salmo 49:2 ; Salmo 62:9 (donde se opone a Ad�n, utpote quem ex meliore luto finxit Titan ), un hombre varonil, excelente y eximio en todos los sentidos: Magnus et admirabilis vir, etc.

Un hombre grande y maravilloso, si conviene llamarlo por el nombre de un hombre, como Cris�stomo habla de Babylas el m�rtir. Basilio, en su serm�n de los cuarenta m�rtires, los llama las estrellas del mundo y las flores de las iglesias, ??????? ??? ??????????, ???? ??? ?????????. Cris�stomo, hablando de los que oraban por Pedro, Hechos 12:12 , dice que Puriores caelo aflictione facti sunt, por sus aflicciones se hicieron m�s claros que el cielo azul; y en otras partes, cayendo en el habla de algunos religiosos de su tiempo, no duda, por su conversaci�n santa y celestial, en llamarlos A???????, �ngeles.

Que Job mereciera este alto t�tulo, as� como el mejor de ellos, tenemos aqu�, y de otro modo, el propio testimonio de Dios de �l, y todo este Libro, del cual es el objeto principal, demuestra abundantemente que es un h�roe, Daemonium hominis et miraculum naturae, ut de Scaligero non nemo dixit, un hombre sobrenatural y de naturaleza milagrosa, por lo que cualquiera dijo sobre Scaliger. ??????????? ?? ?????????? ??, ?????????? ?? (Hem. Odys.).

En la tierra de Uz ] Que, qu� era y d�nde se encuentra, aunque nuestros mapas no nos muestran, todav�a, con el consentimiento de todos, era un pa�s que limitaba en parte con Idumea y en parte con Arabia. Ver Lam 4:21 Jeremias 25:20 . Cris�stomo testifica que el sepulcro de Job ha sido mostrado en Arabia; que bien podr�a haber sido llamado feliz, de no ser por tener tal habitante. Tolomeo coloca a los husitas en Arabia.

Cuyo nombre era Job ] Es, entonces, una historia verdadera y real la que tenemos aqu� de �l, y no una ficci�n o una par�bola moral, como algunos han cre�do. Vea un doble testimonio de esto, el uno prof�tico, Ezequiel 14:14 , el otro apost�lico, Santiago 5:11 , y un cord�n tan bien entrelazado no se rompe f�cilmente.

�Qu� pasa si Josefo no menciona en su historia a un hombre as�? adem�s de su prop�sito estaba escribir cualquier cosa que no fuera lo que concern�a a los jud�os. Aristeo en su Historia de los jud�os hace que Job sea descendiente de Esa� y que viva en Idumea. Los doctores jud�os y algunos de los padres de la Iglesia lo hacen ser lo que Jobab mencion� G�nesis 36:33 .

Es cierto que las palabras difieren mucho en la escritura hebrea; pero por eso, mientras prosperaba, podr�a llamarse Jobab; cuando en angustia (que dur� doce meses, dicen los hebreos, siete a�os, dice Suidas) contrajo Job. Ver algo similar a Rth 1:20 G�nesis 17:5 . Algunos lo hacen mucho m�s antiguo, a saber. lo mismo con ese Jobab que era hijo de Joktan, sobrino de Eber, 1 Cr�nicas 1:25,26 , y que �l mismo era el autor de este Libro.

Realmente desea que sus palabras est�n escritas en un libro; y tal vez �l y sus amigos, poniendo sus cabezas juntas, podr�an escribir esta historia; y eso en hex�metros en su mayor parte, como piensa Jer�nimo. Pero que fue por inspiraci�n de Dios lo atestigua no solo la divina grandeza y majestad del estilo, junto con la excelencia y eficacia intr�nsecas del asunto, sino tambi�n por el testimonio concurrente de no pocas otras Escrituras, que afirman suficientemente la autenticidad y autoridad de este Libro.

La opini�n com�n es que fue escrito por Mois�s, mientras viv�a como un forastero entre los madianitas, para el consuelo de sus compatriotas pobres, gimiendo bajo la servidumbre egipcia; o si no, que esta historia, escrita al principio por Job y sus amigos en prosa, fue luego puesta en verso por Mois�s y embellecida con los m�s ricos ornamentos y las m�s brillantes figuras de la poes�a. Seguro que es, dice Senault (prefacio a su par�frasis), que no hay libro en el mundo donde la manera de hablar sea m�s noble, las presunciones m�s generosas, las descripciones m�s ricas y las comparaciones m�s naturales. A veces el autor razona como un excelente fil�sofo, muchas veces como un profundo te�logo; pero siempre como un orador, y su elocuencia nunca lo abandona.

Y ese hombre era perfecto ] Es decir, recto (como sigue a continuaci�n) y sincero, sin enga�o ni hiel, un modelo de paciencia, una regla permanente para todas las edades; y por lo tanto (en la aceptaci�n y la cuenta de Dios) "perfecto y completo, sin querer nada", Santiago 1:4 , porque en �l la paciencia ten�a su obra perfecta, tanto como la mortalidad lo permitiera, Tamim de victimis perfectis et immaculatis dicitur.

El recto, se dice de la v�ctima perfecta e inmaculada. No fue m�s que un discurso desagradable de �l, quien cuando fue persuadido de ser paciente como Job, respondi�: �Qu� me dices de Job? Job nunca tuvo ning�n pleito en la canciller�a. No, pero tuvo pruebas mucho m�s agudas; y si hubiera sido juez en ese tribunal (como lo fue en su propio pa�s, Job 29:12 ; Job 29:17) habr�a hecho tan buen despacho all� como lo hizo Sir Thomas More, quien llam� una vez por la pr�xima causa. , fue respondido, que no hab�a ninguno.

Y recto ] M�s parecido a Jacob, ese hombre sencillo de coraz�n, que a Esa�, su bisabuelo. De la palabra usada aqu� (Jesher) Israel fue llamado Jesur�n, Deuteronomio 32:15 ; Deuteronomio 33:5 ; Deu 33:26 Isa�as 44:2 , porque Dios exige rectitud (que �l llama perfecci�n, Deuteronomio 18:13 , y hay una gran Tau en la palabra Tamim, texto hebreo Nota para mostrar que un hombre recto guarda toda la ley desde el principio). desde la primera hasta la �ltima letra), y donde la encuentra, considera a Jether, un ismaelita, 1 Cr�nicas 7:38 , muy buen israelita, 2 Samuel 17:25 , y Job, el idumeo, muy buen cristiano; uno como Apeles, Romanos 16:10 , aprobado en Cristo (Buxtorf).

Y uno que tem�a a Dios ] Con un miedo amistoso, no servil, como el de aquellos mestizos que le tem�an por sus leones, y por eso se dice que no le temieron, 2 Reyes 17:32,34 . Job viv�a con los hombres como si Dios lo viera, y hablaba con Dios como si los hombres lo escucharan Sic vive cum hominibus, tanquam Deus videat.

Sic loquere cum Deo, & c. As� que vive con los hombres como para ver a Dios. por as� decirlo con Dios� (Sen.). De ah� que raras veces o nunca nadie le viera hacer o o�rle hablar que no fuera bueno y piadoso, como dice Jenofonte de S�crates; de all� que nunca hizo bien que pudiera parecer que lo hac�a, sed quia aliter facere non potuit (como Velleius dice de Cat�n), pero porque, actuando seg�n este principio del temor de Dios, no pod�a hacer otra cosa: por el temor del Se�or es puro, Salmo 19:9 , y los hombres hacen perfecta santidad en el temor de Dios, 2 Corintios 7:1 .

Y evit� el mal ]. Es necesario que haga lo que teme a Dios, el mayor bien, ya que el pecado es el mayor mal, y est� en total oposici�n a �l. Job, por lo tanto, est� asombrado y no peca, �l rechaza cuidadosamente el mal, como har�a con una serpiente a su manera o con veneno en su comida. Y esto lo hizo, no en una tierra de rectitud, donde el temor de Dios estaba de moda; pero entre los profanos Esa�, en medio de una generaci�n torcida y corrupta, como No� en el mundo antiguo, Lot en Sodoma, Jos� en Egipto, El�as entre los Baalitas, o como una estrella de oriente que brilla con plenitud de luz celestial, y fija en la regi�n de la felicidad, aunque a veces se la ve en un pozo, en un charco, en un foso hediondo.

Versículo 2

Y le nacieron siete hijos y tres hijas.

Ver. 2. Y le nacieron siete hijos ] Esta fue la parte principal de su prosperidad, tener un n�mero tan numeroso para edificar su casa y heredar su propiedad, aunque result� ser luctuosa fecunditas, fecundidad l�gubre, como Jer�nimo dijo que era Laeta, que vivi� para ver a sus hijos enterrados antes que ella. Se habla de los hijos de Job antes que de su riqueza, porque son m�s valorados; y, sin embargo, despu�s de este temor a Dios y evitando el mal, para mostrar (dice Fetus) que �l no era como los hombres de estos tiempos, quienes, si tienen muchos hijos, tomar�n cualquier curso de maldad para conseguirles algo, y pensar�n que es un mal. alegato suficiente contra las obras de piedad o caridad que tienen muchos hijos que mantener.

Pero los tales deben saber que no recibir, sino dar, es la forma de prosperar; Tampoco pueden los hombres guardar mejor para sus hijos que poni�ndolo sobre las espaldas y el vientre de los pobres de Dios, a quien el que da, no le Proverbios 28:27 , Proverbios 28:27 , que es un trato hecho por Dios; esto el justo sabiendo, "es misericordioso, y presta, y su descendencia es bendita", Salmo 37:26 , cuando las riquezas del imp�o "perecen por los dolores de parto, y engendra un hijo, y no hay nada en su mano", Eclesiast�s 5:14 . Le� acerca de un hijo sin gracia que, despu�s de la muerte de su padre, al encontrar su tesoro de dinero y el mal adquirido riquezas, grit�: �Oh fiel esclavo! y pronto lo aprovech�.

Y tres hijas ] esperanzadas y con bondad; no como los de Augusto C�sar, a quien, por los malos caminos que tomaron, sol�a llamarlos tres abscesos co�osos y llagas ulcerosas, deseando haber vivido soltero o muerto sin hijos, Tres vomicas trio carcinomata (Sueton.); sino m�s bien como los de Carlos el Grande, que le agradaba tanto que no pod�a en ning�n momento estar bien sin su compa��a, ni encontrar en su coraz�n separarse de ellos, aunque estuviera bien casado.

Versículo 3

Su ganado tambi�n fue de siete mil ovejas, y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y una casa muy numerosa; de modo que este hombre era el m�s grande de todos los hombres del oriente.

Ver. 3. Su sustancia tambi�n ] Heb. Su posesi�n o adquisici�n, ese ganado y almac�n que hab�a obtenido, y que pose�a con raz�n, que consist�a principalmente en ganado, grande y peque�o ( Possessio maxime pecuaria. Nomen dictum est ab adquirirndo, Merc.), Sus posesiones estaban principalmente en ovejas . Su nombre fue dicho desde la adquisici�n. porque el dinero no estaba entonces en tan gran demanda como ahora, cuando se convierte en el monarca y lleva el dominio, Regina pecunia, Reina del dinero, como �l dice; In precio precium nunc est, dice otro.

No leemos sobre el oro, la plata, los tapices, los ricos muebles de Job (dice Or�genes) y otros pertrechos, ahora muy usados ??y valorados, pero no tanto en el pasado. Hasta ahora en esta isla nuestra (dice Hollingshed) en la casa de un buen granjero era raro encontrar cuatro piezas de peltre; y se consider� un gran asunto que un granjero pudiera mostrar cinco chelines o un noble juntos en plata; y si el buen se�or de la casa ten�a un colch�n o un catre, y un saco de paja sobre el que descansar la cabeza, se cre�a tan bien alojado como el se�or de la ciudad, etc. Hollingshed dice adem�s, que algunos ancianos que �l conoc�a y que hablaban de esos tiempos en Inglaterra, ya no hace.

Eran siete mil ovejas ] Ten�a la mayor parte de esa criatura m�s provechosa, buena tanto ad esum como ad usum; para comer y consumir; por tanto, tampoco en los sacrificios ninguna criatura se ofrec�a con tanta frecuencia.

Y tres mil camellos y quinientas yuntas de bueyes ] sc. Para llevar a sus sirvientes y su equipaje, para exportar e importar mercanc�as; por

Nec vero terrae ferre omnes omnia possunt.

Y verdaderamente, las tierras no pueden soportar todas sus posesiones.

Y quinientas asnas ] Para arar su tierra, porque en la antig�edad los grandes hombres eran muy adictos a la agricultura (como Uz�as, 2Cr 26:10), que S�crates llam� Amalteae cornu, el cuerno de la abundancia; y los romanos consideraron que el grano nunca era para ellos tan barato como cuando se sacaba a los hombres de la cola del arado para gobernar la Commonwealth, quasi gauderet terra laureato vomere, et aratro triumphali (Plin.

). Pero ahora el caso es diferente, como Beza se queja sobre este texto; que la agricultura y el pastoreo quedan para los hombres m�s viles y sencillos, y para aquellos de los que todos los dem�s podr�an aprovecharse. Y esto me trae a la mente, dijo, lo que una vez vi pintado en una mesa, donde el noble ten�a este ramillete, Con mi espada los defiendo a todos; el cl�rigo, por mis oraciones los guardo a todos; el paisano, os doy de comer a todos, por �ltimo, el abogado, os devoro a todos.

Pellican nota aqu�, que Job no ten�a caballos, porque viv�a amorosamente con sus vecinos, sin guerrear con ninguno: el caballo es una criatura guerrera, preparada para el d�a de la batalla. Pero Beza se�ala que en ese pa�s ten�an poco uso de caballos, ya que usaban camellos para llevar cargas y asnos para montar. Ver Jueces 5:10 ; Jueces 10:4 .

Y una casa muy grande ] Ten�a una gran cantidad de sirvientes a su alrededor, y �l mismo era el m�s grande, seg�n el poeta griego (por lo que Lutero estaba tan impresionado, que lo tradujo con ciertos ritmos),

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Algunos lo expresan, ten�a mucha labranza; otros, tuvo grandes obras en el mundo; m�s era su problema (no es la gran jaula la que hace cantar al p�jaro; y en el exterior, no chamusca en el suelo, sino cuando se eleva en el aire o en las copas de los �rboles; as� es con los santos), y mayor fue su alabanza, que pudo manejar sus espinas y no pincharse los dedos; tienen mucho que ver con el mundo y, sin embargo, no se vuelven mundanos.

Difficile est opibus non tradere mores,

Et cum tot Croesos viceris, esse Numam.

Es dif�cil no renunciar a la moral por la riqueza, y cuando tantos Croesos sobresalen, ser un Numa. (Segundo rey de Roma que reform� su sociedad y religi�n).

De modo que este hombre era el m�s grande, etc. ] Un rey; algunos dicen, el primer rey de Edom, pero eso es incierto; podr�a ser un hombre reservado y, sin embargo, un hombre muy rico; como Pitias, que una vez pudo entretener a Jerjes y sus dos millones de hombres durante tres d�as, y sin embargo muri� como mendigo y pas� hambre. Estaba empobrecido por su propia locura y prodigalidad; pero Job, por la mano inmediata y el benepl�cito de Dios, por su prueba y por el ejercicio de su paciencia.

Esto nos recomienda la constancia y magnanimidad de Job, que es tanto m�s maravillosa, por cu�nto este cambio no s�lo no fue adquirido por nosotros mismos, sino totalmente inesperado; su sol se puso de repente, al mediod�a; y cuando menos dudaba se convert�a en un espejo de la desgracia; como si Dios y los hombres, el cielo y la tierra se opusieran a �l. En �l parec�a que la mortalidad no era m�s que la etapa de la mutabilidad, y que,

Omnia sunt hominum tenui pendentia filo;

Et subito casu, quae valuere, ruunt.

Todas las cosas de los hombres penden de un hilo d�bil; y repentinamente derribados, que valorar es su ruina.

Versículo 4

Y sus hijos fueron y festejaron [en sus] casas, cada uno en su d�a; y mand� llamar a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellas.

Ver. 4. Y sus hijos fueron y festejaron en sus casas ] Eran de edad madura; y aunque solteros, ten�an varias casas para vivir. Esto declara no s�lo la riqueza de la familia, sino tambi�n el buen orden y gobierno de la misma, como observa Beza. Su intercambio ordenado de festejos amistosos muestra su amor mutuo, concordia y acuerdo, por este medio testificado y aumentado.

Porque el vino tiene (como se ha observado desde hace mucho tiempo) ?????????? ?? ???? ??????, un poder atractivo en �l para hacer y mantener la amistad; y por beber vino, la palabra que se usa aqu� para una fiesta tiene su denominaci�n (?????.) No podemos pensar que ellos hicieron as� todos los d�as, como ese glot�n del Evangelio; o que en sus banquetes usaran cualquier exceso, como es la costumbre de las personas desenfrenadas e intemperantes; porque hab�an sido mejor educados y observaban este orden con gran modestia y discreci�n.

Fueron y festejaron; es decir, lo hicieron pronta y alegremente, para que continuara el amor fraternal; para - Fratrum quoque gratia rara est. El favor ha sido raro entre los dos. El diablo hace lo que puede para arrojar un hueso entre los hermanos, para hacer que los que deber�an amarse m�s profundamente se odien unos a otros con la mayor muerte. Vea esto ejemplificado en Ca�n y Abel, Esa� y Jacob, Jos� y sus hermanos, Joram y los suyos, R�mulo y Remo, Caracalla y Geta, Roberto y Rufo, los dos hijos de Guillermo el Conquistador, Polinices y Eteocles, etc.

Y cuando los tales salen una vez, "Un hermano ofendido" (dice Salom�n) "es m�s dif�cil de ganar que una ciudad fuerte; y sus contiendas son como los barrotes de un castillo", que, siendo fuerte, no se inclina ni cede, Proverbios 18:19 . Por tanto, se deben utilizar todos los medios buenos para prevenirlos y para preservar la amistad y la unidad que tanto magnifica el salmista, Salmo 133:1,3 , y concluye que all� Dios manda la bendici�n y la vida para siempre; es decir, felicidad constante perpetuada en y por una posteridad bendita. Maldito fue el n�mero dos, porque fue el primero que se apart� de la unidad.

Y envi� y llam� a sus tres hermanas ] Para que su n�mero y amistad fueran completos. Este no fue un gozo peque�o para Job, que sus hijos fueran tan amables entre s�. Se lo considera una parte de su felicidad; lo que se les neg� a Abraham e Isaac (aunque s�lo eran padres de dos hijos), a Jacob tambi�n, a Samuel, a David, a Constantino el Grande ya muchos otros; cuyos hijos, por ambici�n, orgullo, codicia, envidia, malas conjeturas, etc.

, han estado en desacuerdo, no, en una enemistad mortal entre ellos. Beza sobre estas palabras observa que las hermanas no viv�an con sus hermanos, sino que ten�an su morada aparte de ellos; lo cual era tanto m�s adecuado como m�s seguro, y tambi�n estaba m�s de acuerdo con la verg�enza virginal. Tampoco se dice que los hijos de Job enviaron por otras mujeres; s�, las hermanas no se acercaron con valent�a a los banquetes de sus hermanos, aunque sab�an que eran hombres de car�cter sobrio y honesto.

Versículo 5

Y sucedi� que, cuando pasaron los d�as de su banquete, Job envi� y los santific�, y se levant� muy de ma�ana y ofreci� holocaustos [seg�n] el n�mero de todos ellos; porque Job dijo: Puede ser que mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. As� lo hizo Job continuamente.

Ver. 5. Y sucedi� que cuando se cumplieron los d�as de su banquete ] Tal era su santo cuidado por ellos, y su celo por ellos, que no postergar�a m�s la obra; sabiendo que el pecado irritar� la conciencia y endurecer� el coraz�n, como veneno en el cuerpo, debe ser arrojado r�pidamente, antes de que llegue a los �rganos vitales.

Que Job los envi� y los santific� ] Aunque eran adultos, sin embargo, los mantuvo asombrados, como aparece en su mandato de santificarse contra el sacrificio, Ut se parent et purgent. As� que nutri� y purific� el tema. As� no lo hizo El�, sino que honr� a sus hijos perversos m�s que a Dios, incluso entonces, cuando aquellos humildes lascivos patearon su sacrificio y su ofrenda que �l hab�a ordenado en su morada, 1 Samuel 2:29 .

Job sab�a que estaba obligado tanto a la preservaci�n como a la observaci�n de los mandamientos de Dios, para asegurarse de que los dem�s (especialmente los de su familiaridad y familiaridad) los guardaran tan bien como �l mismo. Por lo tanto, cuando termin� el c�rculo de los d�as y las fiestas, no esper� hasta que lleg� el octavo d�a, sino que al final del s�ptimo convoc� a todos sus hijos para que se presentaran ante el Se�or en deberes santos, con los mejores preparativos que pudieran hacer. ; lavarse las manos en inocencia antes de rodear el altar de Dios, Salmo 26:6 ; arrepentirse de sus inmoderaciones con alegr�a, o cualquier otra culpa que hubieran contra�do de alguna manera; no sea que echara atr�s sus servicios como tierra sobre sus rostros.

Los paganos, a la luz de la naturaleza, vieron que no se deb�a servir a Dios con ligereza y desgana. Los pitag�ricos no quer�an que los hombres adoraran por casualidad, sino que se ocuparan de ello y se prepararan para ello de antemano. Y Numa Pompilio, segundo rey de Roma, orden� que los hombres no adoren a Dios por moda, descuidadamente y haciendo algo m�s; pero libre de todos los dem�s cuidados y molestias, ??? ?? ?????? ??????????, ???? ??????? ????????????????.

??? ?? ??????? ??? ??????, & c. (Plut.). Los jud�os ten�an su preparaci�n y su preparaci�n previa para la Pascua (?????????, ????????????): y como cualquier hombre mide a Dios en preparaci�n, Dios se medir� a �l nuevamente en bendici�n.

Y se levant� temprano en la ma�ana ] Sanctificat, sanat, ditat quoque surgere mane. Santifica, sana, enriquece tambi�n para levantarte por la ma�ana. La ma�ana es el mejor momento para los deberes sagrados. Dios deber�a tener lo primero de todo; entonces, tambi�n, los hombres est�n m�s frescos y libres de los negocios mundanos. Los filisteos se levantaron temprano para hacer sacrificios a su Dag�n, o Tritan, como lo llamaban otros paganos.

Por lo general, tomaban la parte superior de la ma�ana ( utpote quod ??? ????? ???????) para ofrecer a sus deidades de la colina del esti�rcol, sosteniendo que luego se sentaban en sus templos y tomaban nota de los saludos matutinos. Homer trae a N�stor sacrificando por la ma�ana; lo mismo hacen los historiadores romanos con Potitii y Pinarii, que ofrecen a H�rcules el altar m�s grande de todos. Los argonautas hacen lo mismo en Apolonio; y los magos persas sol�an adorar al sol naciente con sus primeros himnos.

Y ofreci� holocaustos ] Holocaustos enteros, no s�lo sacrificios (como dice el int�rprete griego), ni ofrendas de paz, de las cuales �l podr�a haber tenido parte; sino holocaustos, ofrecidos en fuego a Dios, seg�n el n�mero de sus hijos; no solo un sacrificio familiar general, sino por cada uno, uno. Parece, entonces, que Job no era un padre avaro, ni un taca�o al servicio de Dios, sino que derrochaba dinero de la bolsa y pensaba demasiado poco de esa manera.

As� lo hizo Salom�n en el mayor sacrificio del que jam�s leemos, 1 Reyes 8:63 , y su padre David, cuando, de su pobreza, como �l lo llama, hab�a preparado para la casa del Se�or cien mil talentos de oro y mil mil talentos de plata, etc., que sir Walter Raleigh califica para ser m�s de lo que vale cualquier rey en el mundo; esto es un freno a nuestra tenacidad y bajeza (Hist. of the World, Parte II., cap. 17, secc. 9).

Porque Job dijo ] a saber. En su coraz�n, porque Dios tambi�n entiende el lenguaje del coraz�n, Sal 139: 1 G�nesis 20:11 .

Puede ser que mis hijos hayan pecado ] O, quiz�s. �l conoc�a bien la corrupci�n de la naturaleza del hombre, donde hay un ??????????, lugar de semilla de todos los pecados. Tambi�n sab�a con qu� facilidad nos sobrepasamos en las reuniones alegres y damos demasiada libertad a nuestra lengua y a nuestro apetito para desenfrenarse. Por lo tanto, busca perd�n por los pecados sospechosos de sus hijos; Sab�a que, adem�s de las enfermedades inevitables e involuntarias (de las que nadie est� libre), un Dios justo y celoso podr�a pedirles cuentas por los pecados de otros hombres, por los cuales no se hab�an lamentado, 1 Corintios 5:2 , o no. reprendidos, al menos por su rostro, como Dios lo hace, Salmo 80:16 .

Job era un hombre de conciencia tierna, y por eso se propone lo peor; tampoco estaba en contra de la caridad en �l sospechar el mal de sus hijos, mientras pretend�a su bien y convert�a su sospecha en una s�plica. Que sus hijos fueran piadosos queda fuera de duda, por el hecho de que �l se pregunta si hab�an pecado. Pero, �c�mo sigue entonces?

Y maldijeron a Dios en sus corazones ] Y no bendijo a Dios, por eso Calvino lo rinde; no le hizo bien, y por lo tanto mal, as� Sanctius; no tienen concepciones elevadas y honorables de �l, que respondan a su excelente grandeza; pero, con pensamientos viles y calvos, lo arroj�, por as� decirlo, en un molde deshonroso, y no le dio la gloria debida a su nombre, ese santo y reverendo nombre, Salmo 111:9 ; grande y terrible entre los paganos, Malaqu�as 1:14 .

En hebreo es, Y bendito Dios, por maldito, por un eufemismo o ant�frasis; como cuando a una ramera se le llama Kedesha, una mujer santa, por contrarios. Entonces auri sacra (es decir, execranda) famas. sacrificio de oro (es decir, una maldici�n) hambre, Los hebreos aborrec�an tanto la blasfemia contra Dios, ya que no quer�an que el sonido de ella se uniera al nombre de Dios, a quien com�nmente llaman Baruc-hu, el bendito.

De modo que no tomar�an el nombre de la levadura (que prohib�a la vajilla) en sus bocas durante todo el tiempo de la fiesta de la pascua (El�as Thisb.). Entonces, en su charla com�n, llaman a una cerda dabhar achar, otra cosa, porque se les prohibi� comer carne de cerdo.

As� lo hac�a Job continuamente ] Heb. todos los d�as; es decir, en los tiempos renovados, no se cansaba de hacer el bien, sino firme e inamovible, siempre abundando en la obra del Se�or, siempre renovando su arrepentimiento y fe en Cristo, figurada por esos sacrificios; porque la ley ceremonial era su evangelio.

Versículo 6

Hubo un d�a en que los hijos de Dios vinieron a presentarse ante el SE�OR, y Satan�s tambi�n vino entre ellos.

Ver. 6. Ahora hubo un d�a ] Tal vez ese d�a en el que los hijos de Job estaban celebrando su �ltimo banquete. Los rabinos dicen el primer d�a del a�o y algunos dicen el d�a de reposo; pero quien les dijo eso? Esto es meterse en cosas que no han visto, Colosenses 2:18 , y de las cuales no hay prueba ni provecho.

Cierto es que as� como Dios antes de todos los comienzos decret� todas las cosas, as� ha establecido y asignado los tiempos o las estaciones que ha puesto en su propio poder, Hechos 1:7 , cuando todo suceder� como �l mismo ha se�alado. Ahora bien, dice Beza, habiendo llegado el tiempo que �l prefij� para el cumplimiento real de lo que hab�a decretado con respecto a Job, revel� lo mismo a Satan�s (siendo antes completamente ignorante de ello), a quien hab�a designado para ser el principal instrumento en ejecutando su voluntad y prop�sito.

Los hijos de Dios ] es decir, los �ngeles elegidos, llamados hijos de Dios aqu� y en otros lugares; no porque lo sean por generaci�n eterna, como solo Cristo; ni por adopci�n y regeneraci�n, como los santos, Juan 1:12 ; sino por creaci�n (como se llama a Ad�n hijo de Dios, Lucas 3:38) y semejanza: porque est�n hechos a imagen de Dios, y son como �l como hijos, tanto en su sustancia, que es incorp�rea, como en su excelente propiedades, que son vida e inmortalidad, bienaventuranza y gloria; donde alg�n d�a seremos iguales a ellos, Lucas 20:36 .

Vinieron a presentarse ] Esto se habla en un idioma bajo, para nuestra mejor comprensi�n, por alusi�n a la costumbre de los pr�ncipes terrenales, y sus asistentes y oficiales que vienen a dar cuenta o recibir instrucciones. Los �ngeles nunca est�n ausentes de Dios, Lucas 1:19 , pero a�n los emplea para gobernar el mundo, Ezequiel 1:1,28 .

y guardando a los santos, Hebreos 1:14 . Esto lo criticaron los paganos, ya que tanto Plutarco como Pr�culo, el plat�nico, dicen que los �ngeles hacen ??????????, viajan entre el cielo y la tierra, llevando los mandamientos de Dios a los hombres y los deseos de los hombres a Dios, Iussa divina ferentes ad homines. , et hominum vota ad deos.

Y Satan�s vino tambi�n entre ellos] Ese anciano asesino (que envidiaba la santidad y la felicidad de Job, tanto como los �ngeles buenos se regocijaban en ella y la promov�an; porque �l fue visto por �ngeles de ambas clases) necesitar�a hacer uno entre esos hijos de Dios. , no sin el poder dominante de Dios; aunque no consideraba tanto la autoridad de Dios como deseaba una oportunidad y licencia para hacer da�o. En referencia a esta historia, George Marsh, m�rtir, en cierta carta suya, escribe as� a su amigo: Los siervos de Dios no pueden en ning�n momento venir y estar delante de Dios, es decir, llevar una vida piadosa y caminar inocentemente, pero Satan�s tambi�n viene entre ellos; es decir, cada d�a acusa, halla falta, veja, persigue y turba al justo, etc. Sin embargo, a menos que Dios se lo permita, no puede hacer nada en absoluto, ni siquiera entrar en un cerdo inmundo.

Ante el Se�or ] O cerca, o cerca del Se�or. Pero, �puede Satan�s venir a la presencia de Dios? Seguramente no de otra manera (dice el se�or Caryl, un te�logo de la tumba) de lo que un ciego puede salir al sol: sale al sol y el sol brilla sobre �l, pero no ve el sol. Satan�s llega de tal manera a la presencia de Dios, que siempre es visto por Dios; nunca est� tan en la presencia de Dios como para verlo.

Versículo 7

Y el SE�OR dijo a Satan�s: �De d�nde vienes? Entonces Satan�s respondi� al SE�OR y dijo: De ir y venir por la tierra, y de andar de un lado a otro por ella.

Ver. 7. Y el Se�or dijo a Satan�s ] O formando y creando una voz en el aire, como Mat 3:17 Job 12:25 , o por una palabra interior, de una manera inefable; manifestando su voluntad, como �l quiso, a Satan�s. Los escol�sticos tienen grandes disputas acerca del habla de los esp�ritus, pero est�n de acuerdo en que la intenci�n de un esp�ritu es una expresi�n tan clara de su mente por parte de otro esp�ritu (cuando tiene la voluntad de que el otro lo entienda) como la voz de un hombre es a otro.

�De d�nde vienes? ] Esto el Se�or no pide como si fuera ignorante; porque �l sabe todas las cosas, y desde la eternidad, ni hay ninguna criatura que no se manifieste ante sus ojos, sino que todas las cosas est�n desnudas y abiertas ante sus ojos, Hebreos 4:13 ; s�, en �l todas las cosas subsisten, Colosenses 1:17 , de modo que no puede haber movimiento de la criatura sin su intimidad: Dios, por tanto, interroga as� a Satan�s, para que se muestre a s� mismo como su juez, y pueda exigir una confesi�n de su propia boca.

Entonces Satan�s respondi� al Se�or ] La palabra significa hablar en testimonio, �xodo 20:16 .

De ir y venir en la tierra ] �l no dice, de instigar a los hombres a toda clase de maldad, de subir y bajar como un le�n rugiente, de devorar almas, de pecar ese pecado contra el Esp�ritu Santo en todo momento, etc. Todo esto lo disimula astutamente, y dice, en efecto, como lo hizo una vez Giezi, Tu siervo no estaba en ninguna parte, o para ning�n da�o a nadie, cuando como nunca est� haciendo da�o; como dice Plinio del escorpi�n, que no hay un minuto en el que no haga el aguij�n.

�No est� la mano de Joab en este negocio? Entonces, �no est� Satan�s en todos los pecados de los imp�os y en la mayor�a de las angustias de los piadosos? �Heu quam furit Satan, et impellit securos homines ad horrenda flagitia! & c., dice Lutero. �Oh, c�mo va y se enfurece Satan�s para hartarse de la sangre de las almas! En la prosperidad hace que los hombres pongan su coraz�n demasiado cerca de ella, en la adversidad como para ponerla demasiado cerca de sus corazones. Sobre Job prob� ambas estratagemas.

Y de andar arriba y abajo en �l ] Es un gran viajero, y da vueltas; porque todav�a es un prisionero en libertad, s�lo que tiene sus grilletes en los talones, Jueces 1:6 , y en ellos registra arriba y abajo, y busca un circuito para espiar faltas y aprovechar ventajas. El se�or Broughton lo traduce, de buscar de un lado a otro en la tierra, etc.

Non dormitat semper vigil ille synagogae suae Episcopus, dice uno, es vigilante y diligente, inquieto e inquieto, como Ca�n (a quien Amama llama el patriarca del diablo) no pudo establecerse en ninguna parte, pero corri� arriba y abajo como un fugitivo y un vagabundo, G�nesis 4:12 . Se dice, Mateo 12:45 , que este esp�ritu inmundo anda en lugares secos buscando descanso y no lo encuentra.

No es que lo seco y lo h�medo sean uno con �l, sino que importa su inquietud. Vea como Jeremias 17:5 , correr de un lado a otro es la condici�n y la maldici�n de aquellos que una vez se apartaron de Dios. "Mirad, hermanos", dijo el ap�stol, "no sea que haya en alguno de vosotros un coraz�n maligno de incredulidad al apartarse del Dios viviente" y vagar tras las vanidades mundanas, Hebreos 3:12 .

Ten cuidado de ceder, camino a las distracciones voluntarias en los deberes santos. Los corazones de los hombres a menudo est�n tan divididos y disipados, que si despu�s de alg�n deber le preguntaran a Satan�s que Dios hace aqu�, �de d�nde vienes? la respuesta deber�a ser, de rodear la tierra, etc.

Versículo 8

Y el SE�OR dijo a Satan�s: �Has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como �l en la tierra, un var�n perfecto y recto, que teme a Dios y se aparta del mal?

Ver. 8. �Has considerado a mi siervo Job ] Job era entonces en la cuenta de Dios una persona considerable, y una persona cuya alabanza no era de los hombres, sino de Dios. As� son todas las personas piadosas, pero especialmente las que son cristianos altos eminentes; llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, como aquellos Romanos, Job 15:14 , hombres de esp�ritus escogidos como Caleb, que caminan por el mundo como tantos conquistadores, 1 Juan 5:4 , que est�n vestidos del sol, y pisar la luna, Apocalipsis 12:1 .

Estos son hombres de marca, et undique spectabiles, dignos de ser atendidos . Un hombre habr�a ido tan lejos para ver a Lutero como lo hizo en la historia para ver a Livio; o como hizo la reina de Sab� para ver a Salom�n. Un hombre obtendr�a frases tan doradas como las que pronunci� de rodillas desde Roma o Jerusal�n, dice Sam. Clark, que escribe su vida. "La lengua de los justos es como plata escogida, pero el coraz�n de los imp�os es de poco valor", Proverbios 10:20 .

Por eso a Ant�oco se le llama persona vil, Daniel 11:21 , aunque un gran potentado. Y el profeta le dice a Joram, el malvado rey de Israel, que si no fuera por Josafat (un hombre mejor) no lo habr�a mirado ni lo habr�a visto, 2 Reyes 3:14 .

Job era un hombre de peso y de gran valor, al igual que los preciosos hijos de Sion, Lamentaciones 4:2 . �No te detuviste, pues, a su puerta, dice Dios? �No ves c�mo se erige como abanderado? brilla como una gran luz? �Muestra en toda su pr�ctica tal poder de piedad, que es suficiente para atraer corazones o intimidarlos? �Te has encontrado con un hombre as� en todo tu circuito, que puede librarse tan bien y sabiamente en todos los estados, como el oro que se purga en el fuego y brilla en el agua? �No ves que todos sus principios, pr�cticas y objetivos son sobrenaturales y sobrenaturales?

Que no hay otro como �l en la tierra ] Este fue un gran elogio en verdad; y sin embargo, ninguna hip�rbole; era un gigante para otras personas buenas, que para �l no eran m�s que enanos y locos, por el crecimiento de la gracia y la altura de la santidad. Fue el modelo de su tiempo; y de piedad incomparable. As� como Acab no era tan malo por la maldad, 1 Reyes 21:25 , tambi�n lo era Job por la bondad.

Como Ezequ�as super� a todos los reyes de Jud� por su confianza en el Se�or, 2 Reyes 18:5 , y Jos�as por su integridad, 2 Reyes 23:25 , y el centuri�n por su fe heroica, Mat. viii., y Pablo por su plus ultra, m�s adem�s, Filipenses 3:1,21 , y Ambrosio, que, en el relato de Teodosio, era el �nico obispo (A???????? ???? ????? ????????? ????? ??????????); as� era aqu�, Job estaba por encima de los dem�s, como Sa�l estaba por encima del pueblo por la cabeza y los hombros.

As� como �l era el m�s grande, as� el mejor hombre de todos los ni�os de Oriente, ning�n hombre se le acerc� y, sin embargo, podr�an ser queridos por Dios. Pero ocurre con la gente buena como con las flechas de se�ales de Jonat�n; dos se quedaron cortos, y uno m�s all� de la marca, etc. Dios tiene sus siervos de todo tipo y tama�o; y est prodire tenus aliquid, etc.

Un hombre perfecto y recto, etc.] Un pedazo duro lo encuentras, supongo, y no f�cilmente maleable. Lo has estado haciendo, no lo dudo, pero no puedes hacerle ning�n bien. Has puesto tu coraz�n en �l, y has probado toda tu habilidad para derribarlo, pero te has encontrado con tu pareja y has sido despedido sin tu misi�n; s�lo has golpeado hierro fr�o; prendiste fuego, pero sin yesca; Has llamado a la puerta, pero dentro no hab�a nadie que te abriera. As� habla Dios, para aguijonear a Satan�s; y (por as� decirlo) triunfando sobre su adversario y el de Job.

Versículo 9

Entonces Satan�s respondi� al SE�OR y dijo: �Job teme a Dios de balde?

Ver. 9. Entonces Satan�s respondi� y dijo ] Satan�s y sus diablillos siempre tendr�n algo que decir en contra de la clara verdad; su ingenio les servir� mejor para eludirlo o resistirlo, que su orgullo y malicia les permitir� ceder una vez y reconocerlo. Pero, �qu� dijo Austin de los herejes de su tiempo? Garriant illi, nos credamus , d�jelos charlar, d�jenos creer. Que hablen hasta hartarse y piensen que es un gran asunto tener la �ltima palabra; Mantengamos nuestros principios, y consideremos lo suficiente, que, con Demetrio, tenemos buen informe de todos los hombres, (o si no es as�, todav�a) de la verdad misma, 3 Juan 1:12 .

�Teme Job a Dios de balde? ] qd No importa. �No hay una causa? como dijeron una vez; �No tiene el salario de los mejores? �Y no son tus retribuciones m�s que bonitas? �l puede servirte lo suficientemente bien por el precio y la paga que recibe diariamente; puede nadar bastante bien, cuando lo sostiene por la barbilla. Pero la verdad es que Job es un mero mercenario, y sirve a Dios a sueldo; no sirve a Dios, sino a s� mismo en Dios; En una palabra, es un hip�crita obvio, y un buscador de s� mismo, tal como lo hace in parabola ovis capras suas quaerere, para buscar entre sus ovejas comparativas a su ni�era, fingir piedad para sus propios respetos mundanos, y simplemente sirve a Dios sin interes.

Un hip�crita en verdad lo hace, estando en �l como el �guila, que vuela en lo alto, no por amor al cielo; su ojo est� todo el tiempo sobre la presa, que por este medio esp�a antes y se apodera de mejor. Pero, �c�mo probar� Satan�s que Job es un hip�crita, ya que no es posible que conozca su coraz�n? �Y acaso el escudri�ador de corazones no absolvi� a Job de este vil pecado a los o�dos de Satan�s, cuando lo declar� perfecto y recto, etc.?

? �Cu�n insolente es entonces este acusador de los hermanos! Lo mejor es que tenemos un abogado con el Padre, que pasa por alto y no se adapta a todas las acusaciones de Satan�s en la corte del cielo, 1 Juan 2:2 . S�, aunque Satan�s a veces est� a la diestra de Josu�, Zacar�as 3:1 , y puede parecer que tiene lo mejor de �l; sin embargo, aqu� est� el consuelo, Jesucristo nuestro Abogado es tambi�n una propiciaci�n por nuestros pecados, como lo es en el mismo texto.

�Qui�n, pues, acusar� a los hijos de Dios? O si alguno lo hace, qu� nos importa, cuando es Dios el que justifica, y los santos como vencedores saldr�n como lo hizo Job, con gran gloria para s� mismos y verg�enza para el asaltante.

Versículo 10

�No le has cercado a �l, a su casa y a todo lo que tiene por todas partes? Has bendecido la obra de sus manos, y sus bienes se han multiplicado en la tierra.

Ver. 10. �No le has cercado? ] �O no lo has atravesado, y lo has asegurado con tu propia mano desnuda, como en una ciudad de guerra o una torre de bronce? t� mismo o eres el seto, o lo haces; y eso no solo de su persona, sino de su pueblo, hijos, siervos, etc., s�, de toda su propiedad, para que nadie se le acerque: y este Satan�s parece hablar muy enojado. Ver Trapp en " Zec 2: 5 "

Por todas partes] Per circuitum, circumcirca. El diablo nunca podr�a encontrar una brecha, nunca abrir una brecha. �Oh la seguridad de un santo, que va siempre bajo doble guardia, el poder de Dios sin �l, y la paz de Dios dentro de �l! El Se�or mismo es su guardador, el Se�or su defensa a su diestra, Salmo 121: 5 Salmo 91:1,16 ; �Cu�n milagrosamente se ha mantenido a Ginebra, una peque�a ciudad rodeada de enemigos y excluida de la ayuda de otras Iglesias! Qu� bien podemos sentarnos y cantar, si el Se�or no hubiera estado de nuestro lado, ahora puede decir Inglaterra, si el Se�or no hubiera estado de nuestro lado, cuando los hombres (o m�s bien demonios en forma de hombres) se levantaron contra nosotros, luego nos hab�an devorado r�pidamente, cuando se encendi� su ira contra nosotros, Salmo 124:1,2 .

No fueron nuestros muros de madera los que nos salvaron, etc., sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque tuviste un favor para con nosotros, Salmo 44:3 . Este era un muro mejor que el de China o Babilonia, o el que David tan pronto salt� con la ayuda de su Dios, Salmo 18:1,50 , que es sic omnibus attentus ut non detentus a singulis, tan �til para todos. comunidad de su pueblo, ya que no descuida a nadie que le pertenezca.

Has bendecido la obra de sus manos ] De modo que �l tiene �xito en todos sus negocios, todas las cosas prosperan bien bajo su mano; esto el diablo lo peg�; y, debido a que no pudo llegar al coraz�n de Job, se aliment� del suyo. La malicia bebe la mayor parte de su propio veneno. Al Se�or le agrada mucho que su pueblo prospere, pero el diablo no puede soportarlo. Bien podr�a decir Austin, Invidia est vitium diabolicum, la envidia es un pecado diab�lico, porque transforma a los hombres en tantos demonios que respiran.

Y su hacienda se ha multiplicado en la tierra ] Heb. Est� roto; de modo que su casa es demasiado peque�a para albergar las preciosas y agradables riquezas que hay en ella; sus tierras no pueden contener el aumento de su ganado; ruperunt herrea se mete. sus graneros se desbordan en la �poca de la cosecha. En fin, su riqueza no tiene fin.

Versículo 11

Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y te maldecir� en tu cara.

Ver. 11. Pero extiende tu mano ] Haz que Job sienta su peso, como la gente buena suele hacer m�s que los dem�s; pero no ad exitium, a la destrucci�n, sino ad exercitium, a su entrenamiento, sus cruces no son penales, sino probatorios y medicinales. La misma mano santa de Dios que se extendi� para proteger y bendecir a Job, se extender� para afligirlo. Por lo tanto, debe hacerse con medida y con misericordia.

Si hiere a Job, ser� s�lo en las ramas, y no en la ra�z, Isa�as 27:8 , porque hay en �l una bendici�n; Su mano no se extender� m�s para herir que para salvar, Isa�as 59:1 Act 4:31 Salmo 144:7 .

Si Satan�s o sus instrumentos se exceden y se ofrecen a exceder su comisi�n, nunca lo Zacar�as 1:15 , Zacar�as 1:15 . Este Satan�s lo sab�a muy bien, y por lo tanto sugiere que Dios extender� su mano y lo tocar�; o, te ruego que extiendas tu mano; o, Extiende un poco tu mano (as� algunos la dan) y t�calo; es decir, afligirlo levemente.

Conferir G�nesis 26:11 ; G�nesis 26:19 Salmo 105:15 .

Y toca todo lo que tiene ] O toca todo lo que tiene; entonces se usa la palabra Col , Job 8:12 Proverbios 1:17 . Y es como si dijera: No le impongas una peque�a p�rdida, y mostrar� su falta de solidez; como si colgaran pesos livianos en ramas podridas, pronto se romper�n; y como si los vasos de madera o de barro se pusieran vac�os al fuego, r�pidamente se quebrar�n.

Y te maldecir� en tu propia cara ] Heb. Si no blasfema contra ti, QD entonces ser� mucho maravillarse; o luego diga: No tengo ninguna habilidad con �l, si no se atreve a fanfarronear y blasfemar contra usted, y eso abiertamente, descaradamente, con valent�a, en su misma cara, declaradamente, como lo hizo Cal�gula; cuando desafi� a su Jove a un duelo, con ese hemistico en Homero, ? ? ?????? ? ??? ??; cuando Mahoma, el Gran Se�or, muy afligido por el deshonor y la p�rdida que sufri� en Scodra, estall� horriblemente en palabras blasfemas que no cab�an para relacionarse; como ese Papa de boca negra con su al despito di Dio.

Pusieron la boca contra el cielo, dice el salmista, y volaron contra Dios mismo; a�llan hacia arriba con el lobo cuando el hambre muerde; emiten su propia voz �spera, como el loro al ser golpeado; y como las aves de rapi�a que se han mantenido durante mucho tiempo en la oscuridad, est�n fuera de medida feroces y furiosos cuando una vez salen al exterior, as� son las personas ignorantes y sin gracia: pero Job no era tal, lo que sea que el diablo juzgue y afirme de �l.

Pompeyo, cuando perdi� el campo, podr�a, por falta de gracia, decir que hab�a una niebla sobre el ojo de la Providencia. Bruto, cuando es vencido por su enemigo Antonio, puede decir con rabia que todas las cosas son llevadas por la ciega fortuna, por el azar (Dio.). Atque deos, atque astra vocat crudelia. Los dioses, as� como los comienzos, los llamaba toscos. Aquellos malhechores en Malaqu�as pueden decir, es trabajo perdido servir al Se�or, Malaqu�as 3:14 ; pero Satan�s, sugiriendo que Job har�a tal cosa si se cruzara, (como se dice) minti� a sabiendas, o al menos adivin� ignorantemente.

Versículo 12

Y el SE�OR dijo a Satan�s: He aqu�, todo lo que tiene est� en tu poder; solamente sobre �l no extiendas tu mano. Entonces Satan�s sali� de la presencia del SE�OR.

Ver. 12. Y el Se�or dijo a Satan�s: He aqu�, todo lo que tiene est� en tu poder ] Aqu� Dios, en apariencia, condesciende a los deseos del diablo. Pero debemos saber que el fin de Dios en esta gran donaci�n no fue complacer al diablo, sino glorificarse a s� mismo, al hacer de Satan�s un instrumento de su propia verg�enza e infamia, cuando, por todo lo que pod�a hacer, Job no ser�a atra�do. pensar o hablar mal de Dios; aunque Satan�s le dej� a su esposa (que estaba dentro de su comisi�n) para tentarlo a hacerlo; y luego le dej� la lengua intacta (cuando todo su cuerpo adem�s estaba herido con llagas), como esperando que tal vez hubiera maldecido a Dios con eso.

s�lo que sobre s� mismo no extiendas tu mano ] No te entrometas con su exterior ni recompensa al hombre. Le hubiera gustado haber estado haciendo con ambos, y lo hab�a hecho ahora, de no ser por esta misericordiosa restricci�n, que para el diablo era (sin duda) una gran molestia. Pero, �c�mo pod�a evitarlo, si no fuera cuando los caballos digieren su c�lera mordiendo la brida? La voluntad del Se�or debe permanecer; y Job, aunque tendr� en su espalda la carga de cruces de todo tipo, no se le cargar�n todas de una vez, sino en trozos y varias veces.

Fidelis est Deus, Dios es fiel, dice el ap�stol (y el padre Latimer muri� en las llamas con esas dulces palabras en la boca), Dios es fiel, que no permitir� que seamos tentados m�s de lo que podamos, etc., pero Ciertamente distribuir� la carga a la espalda, y el golpe a la fuerza de los que la llevar�n. Vea su trato amable con los ap�stoles en su primera salida al mundo; y c�mo los acostumbr� gradualmente a llevar la cruz de Cristo, Hechos 2:1,13 ; Hechos 4:5,22 ; Hechos 5:17,42 ; Hechos 12:1,19 .

Entonces Satan�s sali� de la presencia del Se�or ] Como pensando cada dos horas hasta que hubo agotado su comisi�n; el diablo descendi� como un rayo sobre la tierra, para buscar ocasiones para arruinar a Job, para triunfar sobre su paciencia, para tocar todo lo que ten�a y para tocarlo hasta lo m�s vivo. Esta diligencia del diablo en hacer el mal, �qu� feliz ser�a, dice el se�or Beza, si pudi�ramos imitar al hacer el bien? Pero he aqu�, mientras los enemigos de Cristo vigilan, y en la noche se preparan para tomarlo, sus principales disc�pulos no solo resoplan y duermen, sino que ni siquiera pueden ser despertados en el jard�n.

Versículo 13

Y hubo un d�a en que sus hijos y sus hijas [estaban] comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor:

Ver. 13. Y hubo un d�a ] Un d�a l�gubre le result� a Job, "un d�a de angustia y angustia, un d�a de desolaci�n y desolaci�n, un d�a de tinieblas y tristeza, un d�a de nubes y densa oscuridad", como Sofon�as 1:15 . Esa serpiente sutil, puesta en la maldad, deliberadamente marca un tiempo para hacerlo en el que menos se buscaba un cambio tan triste y repentino; y luego se acuesta en un amain (como si fuera madera) con el granizo, tiro del infierno de las aflicciones m�s agudas.

�l sabe bien, que como misericordias y liberaciones, cuanto m�s inesperadas son, m�s bienvenidas, como Abraham recibe a su hijo Isaac despu�s de una especie de entre los muertos; La educaci�n de Israel fuera de Egipto, cuando fueron abandonados por sus esperanzas; Jon�s es sacado del vientre del infierno (como �l lo expresa, Jon 2: 2); as� cruces, cuanto m�s repentinamente les suceden a los hombres, m�s los aman; y al encontrar seguras las mentes d�biles, las hacen miserables, las dejan desesperadas.

Cuando sus hijos y sus hijas com�an y beb�an vino ] Con lo cual, si sus corazones estaban sobrecargados (�y qu� m�s f�cil? El diablo frustr� a nuestros primeros padres por un apetito desmesurado, y al encontrarla entonces como un arma tan exitosa, todav�a la usa. ), ese d�a podr�a llegarles desprevenidos, Lucas 21:34 .

Sin duda, esa fue la tendencia de Satan�s, sin embargo, sucedi�; y as� destruir cuerpo y alma juntos. Pero es de esperar que se haya decepcionado de su objetivo; y que la muerte fue enviada apresuradamente a los hijos de Job, como una invitaci�n a una fiesta mejor; y que pudieran hacer lo que hizo nuestro Salvador, quien estando en una fiesta en Betania, se sumergi� en una meditaci�n y un discurso de su muerte y sepultura, Juan 12:7,8 .

Seguramente lo es, que aunque los imp�os mueran pecando, y mueran en sus pecados, Juan 5:21 , y as� sean asesinados con la muerte, como lo fueron los hijos de Jezabel, Apocalipsis 2:23 ; sin embargo, los hijos de Dios no morir�n antes de su tiempo, Eclesiast�s 7:17 , o hasta el mejor momento, hasta que su trabajo est� terminado, Apocalipsis 11:7 .

Ninguna malicia del hombre o del diablo puede adelantar un minuto a mi fin (dice uno), mientras mi Maestro tiene un trabajo para m�. Es la felicidad de un santo, estar seguro de que no morir� hasta ese momento, cuando, como si estuviera bien informado, incluso desear�a morir. Feliz es �l, que despu�s de la debida preparaci�n ha pasado por las puertas de la muerte antes de darse cuenta, como lo fueron los hijos de Job.

Versículo 14

Y vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y los asnos paciendo junto a ellos.

Ver. 14. Y vino un mensajero ] Un relator triste, no un diablo con la forma de un hombre, como los rabinos lo dir�an (que pase por una f�bula jud�a), sino uno de los propios sirvientes de Job, o alg�n otro testigo ocular. , para hacer creer a Job, al menos, que, como hombre malvado, s�lo buscaba la rebeli�n, ya que tan crueles mensajeros fueron enviados contra �l, Proverbios 17:11 .

Los bueyes aran y los asnos paciendo, etc. ] es decir , ninguno de nosotros est�bamos ociosos ni mal ocupados; pero esforz�ndonos y cuidando nuestro ganado, cuando este desastre nos sobreviniera. "Los necios por su rebeli�n y por sus iniquidades son afligidos", Salmo 107:17 ; se crean a s� mismos cruces, que por lo tanto deben venir con un aguij�n en ellas, ver G�nesis 42:21 . Pero los sirvientes de Job fueron empleados honestamente cuando fueron saqueados y asesinados; lo que demuestra que sus p�rdidas no fueron penales, sino probadas.

Y los asnos que pastan junto a ellos ] Pedro M�rtir, sobre el Primero de Samuel, aplica ingeniosamente este texto a los prelados y no residentes; quienes, cuando se les recordaba su deber, sol�an contestar que ten�an suplentes y curadores para que les hicieran sus negocios, Ita labor aliorum est, et proventus ipsorum; de modo que otros se esforzaron y ellos sacaron provecho, dice �l, y como est� en el Libro de Job, los bueyes aran y los asnos pastan junto a ellos.

Versículo 15

Y los sabeos cayeron [sobre ellos] y se los llevaron; s�, han matado a los siervos a filo de espada; y s�lo escap� yo solo para cont�rtelo.

Ver. 15. Y los sabeos cayeron sobre ellos ] es decir , los �rabes, un pueblo ladr�n, que viv�a de la rapi�a y el robo, Sabaei apud poetas molles vocantur; Con los poetas, a los sabeos se les llamaba afeminados, pero Satan�s los puso a trabajar. En este d�a se les llama sarracenos, de Sarac, para robar; porque mantienen su antiguo oficio, y no todos son tan buenos como esos circasianos, una especie de cristianos mestizos de los que se dice que dividen su vida entre el pecado y la devoci�n; dedicando su juventud a la rapi�a y su vejez al arrepentimiento.

S�, han matado a los sirvientes ] Heb. Los j�venes; para ???? ????, & c., Iuniores ad labores, hombres j�venes para trabajar. Sin embargo, fue feliz que se los llevaran cuando estaban en su profesi�n legal y por sus empleos honestos. Elijah eligi� ser tomado en tal postura; porque sab�a el momento exacto; y, sin embargo, cuando los carros del cielo vinieron a buscarlo, �l iba a hablar con su erudito Eliseo.

La ocupada asistencia a nuestra santa vocaci�n no es menos agradable para Dios, o m�s segura para nosotros para morir, que una devoci�n inmediata. Bienaventurado el siervo a quien el Maestro, cuando venga, lo encuentre haciendo as�.

Y s�lo escap� yo solo para decirte ] Porque ninguna otra causa escap� a esta, esta �nica, sino para aumentar la aflicci�n de Job. No hab�a piedad en semejante moderaci�n; era para que Job pudiera recibir las malas noticias de repente y con certeza. Ese viejo homicida lo hab�a ideado para un da�o mayor.

Versículo 16

Mientras estaba a�n hablando, vino otro y dijo: Fuego de Dios cay� del cielo, y quem� las ovejas y los criados, y los consumi�; y s�lo escap� yo solo para cont�rtelo.

Ver. 16. Mientras todav�a hablaba ] Veamos aqu�, podemos, que las miserias muchas veces no se quedan por una sucesi�n cort�s entre s�, sino que, en una grosera importunidad, se agolpan a la vez: Fluctus fluctum trudit, un profundo llama a otro; y mientras se desahoga una lluvia, se prepara otra, Eclesiast�s 12:2 .

No debe parecer extra�o, sino gozoso, a los santos cuando caen, o se precipitan, se sumergen en diversas tentaciones, Santiago 1:2 . Para los cruces rara vez vienen solos, Aliud ex alio malum (Terent.), ????? ???? ????? ????? (Aristoph.).

Luego vino tambi�n otro, y dijo ] Antes de que Job pudiera recobrarse y recuperarse, o tomar aliento: esta fue una prueba dolorosa. Es una misericordia que tengamos algunos intervalos l�cidos, per�odos brillantes, en que la vara de los malvados no siempre descanse sobre la suerte de los justos; que hay interspiria, per�odos de vida, cualquier felicidad; ya que aqu� deben tenerlo, o en ning�n lugar, Apocalipsis 21:4 .

El fuego de Dios ] Este era m�s terrible que el primero; porque Dios parec�a pelear contra Job con su propia mano desnuda, con fuego del cielo, como lo hizo una vez contra Sodoma. No me seas por terror, oh Jehov�, dice Jerem�as, Jeremias 17:17 , y entonces no me importa que todo el mundo se ponga en mi contra. Si los marineros en una tempestad tienen suficiente espacio para el mar, no hay miedo; por tanto, si los hombres afligidos pueden ver y decir: Sin embargo, Dios es bueno con Israel.

Para los de limpio coraz�n hay consuelo; y, por el contrario, �es terrible caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10:31 .

Y quem� tus ovejas. ] Con lo cual Job sol�a ofrecer sacrificios. Fue un gran gozo para los que estaban en Joel, que Dios, despu�s de una penosa y prolongada hambruna, a�n dejara una bendici�n detr�s de �l; "incluso una ofrenda de carne y una libaci�n", etc., Joel 2:14 .

Y tus siervos ] Esas almas de hombres, como se les llama, Apocalipsis 18:13 . Esta fue una p�rdida peor que la de sus ovejas.

Y yo solo, etc. ] Ver Trapp en " Job 1:15 "

Versículo 17

Mientras �l a�n hablaba, vino tambi�n otro y dijo: Los caldeos formaron tres bandas, y se abalanzaron sobre los camellos, y se los llevaron, s�, y mataron a los criados a filo de espada; y s�lo escap� yo solo para cont�rtelo.

Ver. 17. Mientras a�n hablaba ] Ver Job 1:16 . Job 1:16 .

Los caldeos ] Pueblo vil y oscuro desde el principio, sometido a los asirios, pero a�n m�s poderoso que los sabeos, seg�n se desprende de las tres bandas que distinguieron. Estrab�n se�ala que los sabeos son un pueblo ocioso y afeminado. Los caldeos se establecen en la Escritura como una naci�n amarga y apresurada, terrible y espantosa, m�s feroz que los lobos nocturnos, etc., Habacuc 1:6,8 .

Satan�s procede gradualmente a afligir a Job, para que finalmente pueda derribarlo; pero m�s all� de lo esperado, resisti� todos los ataques, Instar rupia quae in mari vadoso horridi Iovis, et irati, ut ita dicam, Neptuni fervidis assultibus undique verberata non cedit aut minuitur, sed obtendit assuetum fluctibus latus, et firma sustinet duritie tumentis undae impetum frangit (Joan. Wower Polymath).

Hizo tres bandas ] que fueron reunidos y ordenados por el diablo, que era su comandante en jefe. Sic saepe loricatus incedit Satan, et cataphractus, como habla Lutero; Tambi�n tiene sus legiones entre los hombres, que (como esas �guilas buitres, Job 39:30) devoran sangre, como suena y significa la palabra hebrea.

Y cay� sobre los camellos ] Heb. Se extendieron sobre ellos, se apresuraron y corrieron violentamente, dejando huella en los camellos.

Y los habr� llevado ] Heb. Los he tomado para s� mismos, aunque Job nunca hab�a tratado descort�smente a estos caldeos, ni sus camellos los hab�an traspasado, sino que los sirvientes los guardaban cuidadosamente. La inocencia no es un objetivo contra el da�o; ni la victoria siempre argumenta una causa justa.

S�, y mat� a los sirvientes, etc. ] Ver Trapp en " Job 1:15 "

Versículo 18

Mientras �l a�n hablaba, vino tambi�n otro y dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor.

Ver. 18. Mientras a�n hablaba ] V�ase Job 1:16 .

Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino ] Este fue el �ltimo, pero no el menor, de los ataques de Satan�s, reservado deliberadamente para el �ltimo, para aplastarlo del todo, cuando ahora estaba agotado y sin esp�ritu, como esperaba. Busquemos como lidiar, para una pelea dura, a la muerte como sea; y estar siempre preparado preparado para otro y peor encuentro. Se dice de C�sar que a veces levantaba, pero rara vez o nunca la quitaba, su espada (S�neca).

Se dice de la reina Isabel que, en la mayor calma, proporcion� una tormenta. Se dice del p�jaro onocrotalus, que tiene tanta pr�ctica para esperar que el halc�n la agarre, que incluso cuando cierra los ojos, duerme con el pico exaltado, como si quisiera luchar con su adversario. �No deber�amos estar constantemente en guardia, quienes tienen un enemigo tan inquieto y despiadado?

Tus hijos y tus hijas, etc. ] Los hombres pueden morir, entonces, con la carne en la boca, y en medio de su alegr�a y j�bilo; al igual que Amn�n, Ela, Belsasar. Por tanto, comamos o bebamos, etc., hag�moslo todo para la gloria de Dios, 1 Corintios 10:31 . Que est� escrito "santidad al Se�or" en nuestras ollas, Zacar�as 14:21 .

Comamos, bebamos y durmamos la vida eterna, como se dec�a que hac�a un reverendo escoc�s. El buen coraz�n de Job doli� y tembl�, probablemente, al escuchar esta triste noticia, de la muerte tan repentina de sus hijos, en medio de sus alegr�as; porque sol�a decir, cuando no hab�a tal peligro, puede ser que mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Me parece o�rle decir, o m�s bien suspirar, esas dolorosas palabras de Cratisilea, en Plutarco, cuando vio a sus queridos hijos muertos ante ella, � Quo pueri estis profecti? Pobres almas, �qu� ha sido de ustedes? Ver Trapp en " Trabajo 1:13 "

Versículo 19

Y he aqu�, vino un gran viento del desierto, y golpe� los cuatro �ngulos de la casa, y cay� sobre los j�venes, y murieron; y s�lo escap� yo solo para cont�rtelo.

Ver. 19. Y he aqu�, vino un gran viento ] El diablo, sin duda, estaba en este viento (ya que �l es, con permiso divino, "el pr�ncipe de la potestad del aire", Efesios 2:2 , y por lo tanto puede hacer mucho Travesura); qu� maravilla, entonces, aunque era un gran viento, ya que animado por �l, y vino ( ventus a veniendo ), vino amain, y con una fuerza, como siendo impulsado por el diablo.

Era un viento maravilloso (como un torbellino) y, por lo tanto, un "he aqu�" se pos� sobre �l; un viento como el que el relator nunca hab�a conocido antes; los rabinos dicen que estaba tan asustado con eso, que apenas termin� su informe a Job, cay� muerto a sus pies. Claro que lo relata puntual y gr�ficamente, con singular diligencia, y sin esa moderaci�n y sacando lo mejor de las cosas al principio, como en tales casos es habitual, cuando los padres se enteran por primera vez de la muerte s�bita de sus hijos. , u otros tristes accidentes que les hayan sucedido.

Este mensajero se abarrota de una vez, siendo atacado e inducido por Satan�s (como piensa Lavater) a revolver el est�mago de Job y hacerle romper ese hilo tan bien retorcido de su paciencia.

Del desierto ] De Idumea, o Arabia, llamada Deserta. El diablo, que ronda por los lugares secos y desiertos, fue el Eolo que lo envi�. Bendigamos a ese Dios (el creador y maestro de estos meteoros y de todas las cosas) que ata a tal enemigo y tiene tal poder.

Y golpe� los cuatro �ngulos de la casa ] Esto fue extraordinario, y, por tanto, m�s terrible; Dios parece cumplir sobre Job y sus hijos lo que amenaza en la ley, Deuteronomio 28:59 , har� que sus plagas sean maravillosas. Pero, �qu� dice Salom�n, y eso despu�s de un largo debate consigo mismo sobre sucesos de esta naturaleza? "Por todo esto consider� en mi coraz�n, aun para declarar todo esto, que los justos y los sabios, y sus obras, est�n en la mano de Dios; nadie conoce el amor ni el odio por todo lo que est� delante de ellos", Ecc 9: 1-2 por lo externo no podemos juzgar correctamente de lo eterno. Cuidemos de "asirnos de la vida eterna"; y luego la muerte s�bita no puede hacernos da�o; ning�n invitado llega desprevenido a quien mantiene una mesa constante.

Y cay� sobre los j�venes, y est�n muertos ] Sin duda, fueron miserablemente mutilados y desmembrados por la ca�da, de modo que fueron arrancados en pedazos, y apenas se pod�a saber cu�l era cu�l, como decimos. Una muerte similar le sucedi� a Scopas, un rico y noble hombre de Tesalia, junto con sus invitados, todos aplastados y muertos juntos por la ruina de la habitaci�n donde estaban festejando, y sin temer tal peligro, como nos cuenta Cicer�n: Sim�nides estaba en eso. banquete, pero en ese instante fue llamado alegremente por dos j�venes que vinieron a hablar con �l (Cic.

lib. 2, de Orator). Lutero tuvo una liberaci�n similar, por una providencia especial, como relata el Sr. Fox. Pero tampoco lo hab�an hecho aquellos londinenses, en el reinado del rey Guillermo II, que perecieron por una terrible tempestad, que derrib� repentinamente seiscientas seis casas en esa ciudad principal (Hechos y Mon. fol. 787. Stowe's Chron.). Ya no los que murieron por la ca�da de parte de una casa en Blackfriars, donde y mientras predicaba Drury, un sacerdote papista, que, junto con un centenar m�s de papistas, sus oyentes, ten�an all� su pasaporte: esto sucedi� en el a�o 1623.

Y lo mismo que tuvimos �ltimamente en Witney, en Oxfordshire, donde una comedia difamatoria y blasfema fue, por la ca�da de la habitaci�n donde se not�, el 3 de febrero de 1652, convertida en una tragedia, al terminar con la muerte de seis, y heridas de unos sesenta, que estaban magullados y mutilados, y algunos, por as� decirlo, medio muertos, llevados por sus amigos. El relato de lo cual, junto con lo que all� se predic� en tres sermones en esa ocasi�n de Romanos 1:18 , lo expone el se�or John Rowe, disertante en ese pueblo, en su libro llamado Tragicomedia.

Versículo 20

Entonces Job se levant�, rasg� su manto, se afeit� la cabeza, se postr� en tierra y ador�.

Ver. 20. Entonces Job se levant� y rasg� su manto. ] No se conmovi� con las tres primeras noticias tristes, pero esta cuarta lo asusta; porque �l no era ni estoico ni una estirpe. Su fuerza no era la fuerza de las piedras, ni su carne de bronce, Job 6:12 , para que soportara golpes y nunca sintiera dolor, ni hiciera gemidos; que callara en las tinieblas, 1 Samuel 2:9 , y no llorara cuando Dios lo at�, Job 36:11 .

De esta apat�a o indolencia estoica (condenando todos los afectos en el sentido de que su sabio, que, como muy bien dice Cicer�n, nunca fue encontrado) Jerem�as se queja con justicia, Jeremias 5:3 , y los peripat�ticos desagradaron por completo; Ense�ando, que la sabidur�a no quita los afectos, sino que los reduce a la mediocridad. Job mantuvo el t�rmino medio entre despreciar la disciplina del Se�or y desmayarse cuando �l lo reprendi�, Hebreos 12:5 . Vea mis Fichas de amor, p�gs. 37, 38, etc.

Y se afeit� la cabeza ] En se�al de su gran dolor. V�ase Jerem�as 7:29, Miqueas 1:16 , "Hazte calvo, y cu�date de tus delicados hijos; ensancha tu calvicie como el �guila". Ver a Trapp en " Mic 1:16 " Cuando muri� Germ�nico, varios pr�ncipes extranjeros se afeitaron la barba para mostrar su dolor (Sueton.

). Plutarco nos dice que Alejandro Magno, en el funeral de Hephestion, su favorito, no s�lo se afeit�, sino que cort� el pelo de sus caballos y mulas; s�, derrib� tambi�n las almenas de los muros de la ciudad, para que parecieran estar de duelo tambi�n; pero esto ten�a sabor a demasiado mal humor. Cu�nto mejor sus macedonios, quienes, sintiendo en otro tiempo su disgusto, tomados de sus brazos, vistiendo sus ropas de luto, vinieron en tropel a su tienda, donde permanecieron casi tres d�as, con fuertes gritos y abundantes l�grimas, testificando su remordimiento por ofenderlo, suplicando su perd�n, que al fin consiguieron.

Dios llama a la calvicie por pecado, Isa�as 22:12 , que en otros casos estaba prohibido, Lev�tico 19:27 ; Lev�tico 21: 5 Deuteronomio 14:1 .

Este trabajo realizado aqu�; porque sab�a que aunque Dios aflige a veces para su propia gloria, Juan 9:3 , a veces para prueba o ejercicio de las gracias de su pueblo, sin embargo, el pecado est� siempre en el fondo, como causa meritoria de lo que sufren; y si antes no lo consider� debidamente, Zofar le dio a entender que Dios le exigi� menos de lo que merec�a su iniquidad, Job 11:6 .

Y cay� al suelo ] Esto muestra que Job no se levant� antes para este fin, para que, con un gesto fuerte y obstinado del cuerpo, pudiera resistir a Dios; sino m�s bien, para poder, con mayor humildad y humildad, someterse a su justicia e implorar su misericordia: se postr� en tierra y ador�, dice el texto; es decir, cay� al suelo para adorar. No cay� todo el tiempo sobre la tierra, como lo hizo Saulo, por el desaliento y la desesperaci�n, despu�s de haber escuchado al diablo predicar su funeral; yac�a como un buey en la tierra, en la plenitud de su estatura, como lo tiene el original, 1 Samuel 28:20 ; pero, como humill�ndose bajo la poderosa mano de Dios, quien lo resucitar�a a su debido tiempo, 1 Pedro 5:6 , y como reverente y religiosamente someti�ndose a su voluntad.

Y probablemente se observa, dice un expositor tard�o, el se�or Caryl, entre otros, que los antiguos profetas y santos hombres se llamaban procidentes nefalim, o prostrantes, es decir, postrados o bandoleros, porque en su adoraci�n sol�an caer. sobre la tierra, para humillarse ante el Se�or.

Versículo 21

Y dijo: Desnudo sal� del vientre de mi madre, y desnudo volver� all�. El SE�OR dio, y el SE�OR quit�; bendito sea el nombre del SE�OR.

Ver. 21. Y dijo ] No se ech� en tierra mudo como una piedra, como se dice de Nabal, 1 Samuel 25:37 , y fingi� de Niobe. No se enfurece como lo hizo Jerjes, cuando golpe� el mar, a modo de venganza; ni se vejea sin medida, como Aquiles, a la muerte de su amigo Patroclo. No maldice a Dios en su cara (como Satan�s, ese viejo mentiroso, dijo que har�a), ni tanto como los sabeos y caldeos, o el diablo, el principal ingeniero de sus sufrimientos actuales; pero, "gozoso en la esperanza, paciente en la tribulaci�n, perseverante en la oraci�n", Romanos 12:12 , dijo, con palabras de verdad y seriedad,

Desnudo sal� del vientre de mi madre] De ah� el proverbio, Nudus tanquam ex matre, sin un trapo en la espalda, sino completamente desnudo, como siempre que nac�. Aqu� vine una criatura miserable, pobre, desamparada, vagabunda y desamparada, que no ten�a una cruz con la que bendecirme, como dicen; mucho menos ovejas y bueyes, ni�os y sirvientes, etc. sin embargo Dios me provey� entonces; y como me sac� del vientre, as� me hizo tener esperanza cuando estaba sobre los pechos de mi madre, Salmo 22:9,10 .

Fui arrojado sobre �l desde el vientre, etc. �Y abandonar� ahora mi confianza, que tiene tan gran recompensa? No, aunque me ha desnudado completamente y me ha dejado tan poco como me encontr� al principio, confiar� en �l. El es el que empobrece y enriquece; humilla y enaltece, 1 Samuel 2:7 .

H�gase la voluntad del Se�or. Aqu� estoy, que el Se�or haga conmigo lo que bien le parezca, 2 Samuel 15:26 . �l es el Se�or supremo, el verdadero propietario y due�o de todo; Solo he sido su mayordomo, su inquilino a voluntad.

Iamque meos dedo Domino tibi iure penates:

Tu mihi ius dederas, posse vocare Meos.

Y desnudo volver� all� ] sc. Al vientre de mi Magna Parens, Gran madre, la tierra, Magna parens terra est La gran madre es la tierra, (Ovid.), Oportunamente llamada madre, porque, como de all� vinimos en Ad�n, de ah� estaremos nacido de nuevo, por as� decirlo, en la resurrecci�n; llamado, por tanto, la regeneraci�n, Mateo 19:28 , porque as� algunos leen all� las palabras: Vosotros que me hab�is seguido, en la regeneraci�n (cuando el Hijo del hombre se sentar� en su gloria) se sentar�n sobre doce tronos, etc.

Ver Salmo 2:7 Hechos 13:33 . Plat�n martill� en su ?????????????, o gran revoluci�n. Por lo tanto, al sepulcro, ese �tero de la tierra, esa casa de congregaci�n de todos los vivientes, como Job la llama en otra parte, Job 30:23 , volver�, dice �l, dando a entender que nuestra vida no es m�s que un venir y un regreso, Repatriasse erit hoc, dice Bernard, sobre la muerte.

Es s�lo un ir y venir, dice un divino, es s�lo un diluvio y un reflujo, y luego somos llevados al oc�ano de la eternidad. Le� de uno que, cuando le preguntaron qu� era la vida. respondi� sin respuesta; porque al poco tiempo le dio la espalda y sigui� su camino. La verdad es que buscamos aqu� s�lo un turno, y Dios dice: Vuelve de nuevo, Salmo 90:3 .

Vivir es mentir y morir; la tierra nos recibe como una madre bondadosa en sus entra�as; cuando la hemos pisado un rato, nos apresuramos a nuestro largo hogar, Eclesiast�s 12:5 ; Heb. a nuestro antiguo hogar, sc. al polvo, de donde al principio fuimos llevados. Tremellius la entrega, in domum saeculi, a la casa de nuestra generaci�n, donde nos encontraremos con todos nuestros contempor�neos.

Cayetano, in domum mundi, la casa que el mundo nos proporcion�; ya esta casa (mucho en la mente de Job, y, por lo tanto, aqu� dice, all�), esta casa del sepulcro, como parafrasea el caldeo, los hombres deben regresar desnudos. "Cuando sali� del vientre de su madre, desnudo volver� para ir como vino", dice Salom�n, "y nada tomar� de su trabajo, que lleve en su mano", Eclesiast�s 5:15 . La muerte, como portero, est� a la puerta y despoja a los hombres de todas sus riquezas mundanas, dej�ndolos ne obolum quidem unde naulum solvant.

Haud ullas portabis abre Acherontis ad undas,

Nudus ab inferna stulte vehere rate (Propiedad).

Algunos han enterrado una gran cantidad de oro y plata con ellos, pero con un prop�sito menor m�s que proclamar su propia locura. Unos m�s sabios que otros: si debo dejar todo lo dem�s, me lo llevar�, dijo un tonto, cuando, entregando el fantasma, se meti� en la boca una moneda de oro de veinte chelines. Ateneo cuenta de uno, que en la hora de su muerte devor� muchas piezas de oro, y cosi� el resto en su t�nica, ordenando que todos fueran sepultados con �l.

Herm�crates, siendo reacio a que cualquier hombre goce de sus bienes despu�s de �l, se hizo, por voluntad propia, heredero de sus propios bienes. Estos gusanos del esti�rcol, como esos diez hombres, Jeremias 41:8 , que tienen tesoros en el campo, de trigo, cebada, aceite, etc., est�n muy dispuestos a separarse de ellos; y teniendo mucho ganado, como aquellos rubenitas y gaditas, N�meros 32:5 , quer�an vivir todav�a en este lado del Jord�n; habiendo hecho de su oro su dios, no pueden pensar en separarse de �l; si fuera posible, llevar�an al mundo con ellos fuera del mundo.

Pero, �qu� dice el ap�stol? No trajimos nada a este mundo, y es cierto (mira c�mo lo afirma y asegura, como si unos ricos miserables lo cuestionaran) no podemos sacar nada, nada m�s que una s�bana enrollada, 1 Timoteo 6:7 ; como la camisa del sult�n Saladino, que orden� colgar en su entierro; un sacerdote desnudo que va delante del f�retro y proclama: Saladino, el poderoso monarca de Oriente, se ha ido, y no se lleva m�s de lo que ven aqu�. Y en el mismo sentido el poeta hablando de An�bal, dice:

- modo quem fortuna fovendo

Congestis opibus donisque refiereit opimis,

Nudum tartarca portarit navita cymba (Sil. Ital.).

El Se�or dio ] Es su bendici�n sobre la mano diligente, que enriquece, Proverbios 10:22 , ya que sin eso, todos los dolores y pol�ticas son arena sine calce, arena sin cal, no se sostendr�n. No solo todo perfecto (es decir, bendiciones espirituales en las cosas celestiales), sino todo buen don, es decir, bendiciones temporales en comodidades de criatura, viene de lo alto, del Padre de las luces, Santiago 1:17 , como prenda de su amor para los que son suyos, y como garant�a de las cosas mejores en el futuro, Sal 23: 5-6 Gen 27:28 Dios te d� el roc�o del cielo, dice Isaac a Jacob.

Esa� tambi�n tiene algo semejante, pero no con un Dios te lo d�; sacrific� profanamente a su propia red, sin tener a Dios en todos sus pensamientos. Dijo con ese asirio, Isa�as 10:13 , Con la fuerza de mi mano he hecho esto: mi poder y la fuerza de mi mano me han tra�do todas estas riquezas, etc., Deuteronomio 8:10,11 .

�No es esta la gran Babel que he construido? &C. Job no profiere tales burbujas de palabras; no se arroga nada a s� mismo, sino que todo lo atribuye a Dios, a quien los paganos tambi�n reconocen D????? ????, El dador de todo bien (Hom.).

Y el Se�or se ha apartado ] Todo lo que pudo, porque aunque yo ten�a la posesi�n, �l tiene la propiedad; tampoco es posible que me haga mal, ya que �l es el Se�or de todo, y puede disponer de m� y de los m�os como le plazca. Jer�nimo le ense�a a su amigo Juli�n a decir: Tulisti liberos quos ipse dederas: non contristor quod recepisti, ago gratias quod dedisti, Me has quitado los hijos que me hab�as dado.

No lamento que los hayas tomado, pero te doy gracias por d�rselos. Juli�n, ese vil ap�stata, dijo a su muerte: Con mucho gusto entrego mi vida a la Naturaleza que lo requiere; como deudor agradecido y fiel, Vitam reposcenti naturae tanquam debitor bonae fidei redditurus exulto(Ammian. 1. 25). Esto era, seguro, s�lo una copia de su semblante, y simplemente por un nombre. �Y qu� pensaremos de Quintus Fabius Maximus? quien, cuando escuch� que su madre y su esposa, a quienes amaba profundamente, fueron asesinadas por la ca�da de una casa, y que su hijo menor, un joven valiente y esperanzado, muri� al mismo tiempo en Umbr�a, nunca cambi� su semblante ( aunque sus amigos lamentaron la p�rdida con muchas l�grimas), pero continu� con los asuntos de la comunidad, como si no le hubiera sucedido tal calamidad: �era esto paciencia o estupidez, si? La paciencia es un fruto del Esp�ritu, G�latas 5:22 , por lo que Santo Tom�s de Aquino no necesitaba haber cuestionado si un hombre puede tener paciencia sine auxilio gratiae, sin la ayuda de la gracia de Dios.

Un hombre natural puede, con fines siniestros, morder en su dolor, como hizo Marius, cuando el cirujano le cort� la pierna; puede ocultar su dolor, como lo hizo Mitr�dates durante un tiempo; pero todo el tiempo estuvo en una especie de fiebre (Epialis los m�dicos lo llaman) en la que los hombres son fr�os por fuera, pero calientes como el fuego por dentro. Y lo mismo podemos juzgar de Felipe II, rey de Espa�a, de quien se dice que carg� con la p�rdida de su invencible Armada que llevaba tres a�os de aparejo, con mucha paciencia, dando y mandando que se le diera por toda Espa�a, gracias. a Dios y a los santos, que ya no era m�s penoso.

Esto no fue m�s que una paciencia fingida y forzada; era m�s pertinaz que paciencia, era una obstinada rigidez mental, etc. Hab�is o�do hablar de la paciencia de Job, �y cu�l fue su fundamento? mir� a Dios en todo, el Se�or quit�, dice: ni una palabra de los saqueadores caldeos y sabios, ni una tilde contra el diablo que los emple�; �y por qu�? Job discerni� f�cilmente las flechas de Dios en la mano de Satan�s, y la mano de Dios en los brazos de aquellos que le hab�an robado y ofendido; de ah� Taceo, Fero, Spero, callo, aguanto, espero.

era su lema. Es el Se�or, dijo El�, cuando se le amenaz� con la p�rdida de todos. Enmudec�, dice David, porque fue obra tuya, 1Sa 3:18 Salmo 39:9 . Tambi�n lo fue Jacob por la misma raz�n, en la violaci�n de Dina, su �nica hija, luego casada con Job, dicen los m�dicos jud�os, G�nesis 34:5 .

As� fue Aar�n en el final prematuro de sus hijos indeseables, Lev�tico 10:3 . Tambi�n lo fue Mauricius, el buen emperador, cuando vio a su esposa e hijos asesinados ante sus ojos por el traidor Focas. Y as� fue, por �ltimo, ese noble se�or de Plessis, que cuando perdi� a su �nico hijo (un se�or de maravillosa gran esperanza) en los Pa�ses Bajos, y poco despu�s su se�ora muri� de ese dolor, retom� esas palabras de David, guard� silencio y no dije nada, porque t�, Se�or, lo hab�as hecho.

Bendito sea el nombre del Se�or ] Tanto para quitar como para dar. Este era un p�jaro raro que cantar�a as� en invierno. Es f�cil nadar en un ba�o caliente y todos los p�jaros pueden cantar bajo el c�lido sol; pero bendecir a Dios de coraz�n cuando est� m�s afligido, este es el soplo de un esp�ritu excelente. En todo para dar gracias, � oh quam hoc non est omnium! �Oh, entonces, esto no es todo! En este tema de bendecir a Dios por las aflicciones, tambi�n Basilio dedica todo su serm�n que �l titula: Dando gracias en todo.

Christianorum propria virtus est, El coraje es peculiar de los cristianos, dice Jer�nimo, es una virtud propia de los cristianos verdaderos, de coraz�n y no huecamente, dar gracias a Dios por las cruces, porque procede del gozo de la fe y de un gusto de Dios. cuidado paternal de nosotros en nuestras correcciones. Si te sobrevienen cosas buenas, bendice a Dios, y se multiplicar�n; si hay cosas malas, bendiga a Dios, y ser�n quitadas, dice Austin; de quien tambi�n se cuenta, que siempre tuvo en su boca Deo gratias, Gracias a Dios, por todo lo que nos acontece; Si bona dederit Deus, gratias agito, et augebuntur, & c.

Si Dios da cosas buenas, estar� agradecido, y si aumenta ... & c El profeta, Salmo 89:38,52 , lamentablemente se queja de las miserias de la Iglesia, y sin embargo concluye: Bendito sea el Se�or por siempre; y esto lo hace, no formal y levemente, sino con seriedad y con mucho afecto. He aqu�, este es el disfraz de aquellos que son amables.

Pero cu�n en blanco (pensamos) estaba el diablo, cuando, esperando o�r a Job blasfemar contra Dios, lo oye bendecir el nombre de Dios de esta manera: El Se�or dio, y el Se�or quit�: �Bendito sea el nombre del Se�or! Las traducciones griegas y latinas insertan aqu� otra oraci�n que no se encuentra en la verdad hebrea; verbigracia. as� como agrada al Se�or, as� sucedan las cosas, ?? ?? ????? ??????, ???? ??????? (Sept.). Nuestro �ltimo libro de oraciones com�n tambi�n tiene las mismas palabras en la forma para el entierro de los muertos.

Versículo 22

En todo esto Job no pec�, ni acus� a Dios neciamente.

Ver. 22. En todo esto Job no pec�] Las versiones griega y latina a�aden aqu�, con sus labios; pero podr�a ser m�s bien del juicio de Mercer, que refiere la primera parte de este verso a la mente y la �ltima a la boca (Beza.); mostrando que Job ni pens� en su coraz�n, ni pronunci� con su boca, nada inadecuado e indigno de Dios, de tal manera que tanto por dentro como por fuera se llev� la victoria y la conquista sobre Satan�s, y por tanto merec�a ser santo m�s que nuestro Enrique VI. , de quien el cronista escribe as�: El rey en ambos estados se degrad� tanto, que llev� modestamente uno, y sufri� moderadamente el otro; s�, tal era su porte, que la inconstancia de su estado no pod�a alterar la constancia de su mente; de tal manera que uno de sus sucesores, el rey Enrique VII, trabaj� por esa �nica virtud, para canonizarlo por santo;

Hist. contin. por Trussel). Dios mismo ha canonizado, coronado y registrado aqu� al santo Job, por sus muchas buenas propiedades antes, y aqu� por su humildad y paciencia. La prueba de su fe, que es mucho m�s preciosa que la del oro que perece, aunque sea refinado con fuego, es para alabanza, honra y gloria, 1 Pedro 1:7 .

Era un dicho de Filostrato, que un J�piter establecido por Homero, el poeta, val�a diez establecido por Phydias, el tallador; porque el primero vol� al extranjero por todo el mundo; mientras que el otro nunca se movi� de su pedestal en Atenas: as� un Job, as� reconocido por la propia pluma de Dios, est� mucho m�s all� de todo lo que se ha memorizado en las historias humanas por su ecuanimidad y constancia. En todo esto que Job sufri�, actu� y pronunci�, no pec�, sc.

pecaminosamente no fue transformado a la imagen del pecado; no pec� al maldecir a Dios, como Satan�s esperaba y lo habr�a hecho; o acus� a Dios neciamente, o con necedad; con cualquier cosa insolente, insultante, desagradable; no le acus� en lo m�s m�nimo de haberle tratado de manera imprudente o indigna; y esto se menciona aqu�, como gracia, casi hasta un milagro, como paciencia teniendo su obra perfecta, y probando que Job es perfecto y completo, sin querer nada, Santiago 1:4 .

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 1". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-1.html. 1865-1868.