Bible Commentaries
Job 10

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Mi alma est� cansada de mi vida; Dejar� mi queja sobre m� mismo; Hablar� en la amargura de mi alma.

Ver. 1. Mi alma est� cansada de mi vida ] Porque es una vida sin vida. Mortis habet vires, una muerte m�s parecida. La vida es dulce y toda criatura la disfruta, desde el �ngel m�s alto del cielo hasta el gusano m�s bajo de la tierra. La Escritura lo expresa como una dulce misericordia, Gen 45:28 Lamentaciones 3:39 Est 7: 3 Jeremias 39:18 ; Jeremias 51:5 .

Pero Dios puede amargarlo tanto con problemas externos e internos, que se convierta en una carga. "Estoy cansado de mi vida" (dice la buena Rebeca, Gen 27:46), y "�De qu� me servir� la vida?" David, obligado a estar mal acompa�ado, grita: �Oh, si tuviera alas de paloma, etc.! �Ay de m�, que habito en Mesec, etc. El�as, huyendo de Jezabel, pidi� para s� mismo morir, diciendo: "Basta, Se�or, qu�tame la vida, porque no soy mejor que mis padres", 1 Reyes 19:4 .

No; pero Dios le hab�a proporcionado algo mejor (como dice el ap�stol en otro caso, Heb 11:40), porque poco despu�s fue trasladado y llevado fuera del alcance tanto de Jezabel, a quien tem�a, como de la muerte, que deseaba. Sed multi magni viri sub Eliae iunipero sedent, dice uno, muchos hombres buenos se sientan bajo el enebro de El�as, deseando estar fuera del mundo, si Dios estuviera tan complacido, que pudieran descansar de sus trabajos y liberarse de sus muchas cargas. y servidumbres; ya que, mientras tanto, prefieren soportar la vida que desearla, ya que la sostienen poco mejor que el infierno, si no fuera por las esperanzas que tienen del cielo en el futuro.

Dejar� mi queja sobre m� mismo ] Libertad me tomar� para quejarme, pase lo que pase. Pondr� las riendas en el cuello y dejar� que mis pasiones se desarrollen plenamente bajo mi responsabilidad. V�ase un Job 13:3 similar a Job 13:3 . Verum Iob hac in re nimius, dice Mercer, pero Job era el culpable de hacer y decir esto; y debe atribuirse a la debilidad de la carne, con la cual, aunque el esp�ritu combate notablemente, la carne parece mejorar algunas veces y de alguna manera.

Nimis augusta res est, nuspiam errare, dice uno; Triste mortalitatis privilegium est, licere aliquando peccare, dice otro. La nieve como cisne tiene patas negras; y en muchas cosas ofendemos a todos: el oro no se debe rechazar porque le falten granos, y tenga una rajadura, etc.

Hablar� con amargura de mi alma ] Y as� procurar� aliviar mi dolor d�ndole un escape. Pero es evidente que tales arrebatos y desbordamientos de la hiel y el bazo provienen de una plenitud de malos humores.

Versículo 2

Dir� a Dios: No me condenes; Mu�strame por qu� contiendes conmigo.

Ver. 2. Le dir� a Dios: No me condenes ] Puedes decirlo como un humilde suplicante, pero no como si te consideras inocente y, por lo tanto, te traten con dureza. El hebreo es: No me hagas malvado; M�s bien, Se�or, haz bien a los buenos ya los rectos de coraz�n; pero no me saques con los que hacen iniquidad, como el malhechor es llevado a la ejecuci�n, Salmo 125:5 .

Mu�strame por qu� contiendes conmigo ] es decir, Quare sic me affigas, dice Vatablus, por qu� me afliges as�, ya sea por el pecado o por la prueba; y este Job deseaba saberlo, no para satisfacer su curiosidad, sino su conciencia, como se observa bien; y para que el mundo quedara satisfecho, el juicio precipitado de sus amigos fue refutado y respondido por una determinaci�n del cielo.

Versículo 3

Job 10:3 [�Te parece bien que oprimas, que desprecies la obra de tus manos y resplandezcas en el consejo de los imp�os?

Ver. 3. �Es bueno para ti que oprimas? ] Es la apariencia de jueces malvados tomar este consejo, seguir este curso; a quien t�, siendo un juez sumamente justo y recto, no puedes confirmar ni animar con tu propio ejemplo, como si fuera con una luz que brilla desde arriba. As� repite Job; sus quejas son altas, pero siempre con una mezcla o mezcla de modestia (Beza).

Que desprecies la obra de tus manos ] es decir , a m�, tu pobre criatura, �har�s y deshacer�s? �Hacer un hombre y deshacerlo de nuevo por amor a tu mente? Los constructores no suelen arruinar lo que han construido; los art�fices aman y abogan por su propia obra; los padres cr�an a sus hijos con toda ternura. Algunos autores adoran sus propias acciones, como Laurentius Valla lo hizo con su l�gica, como si no hubiera existido tal, llam�ndola, en una bravuconer�a, Logicam Laurentinam; y como lo hizo el jesuita Campian por sus diez razones plomizas, que �l consider� y se jact� incontestables, Heliodoro preferir�a no ser bienaventurado antes que ceder que su historia et�ope (un juguete laborioso, pero el mocoso de su cerebro) fuera abolida.

Los santos son "el edificio de Dios", 1 Corintios 3:9 ; trabajo pr�ctico, Efesios 2:10 ; "ni�os", Romanos 9:26 ; "ep�stolas conocidas y le�das de todos los hombres", 2 Corintios 3:2,3 .

Esto si suplicamos, cuando estamos muy afligidos (como lo hizo la Iglesia, Isa�as 64:8 , y David, Salmo 138:8 y Job aqu�), podemos tener cualquier cosa. Vea ese texto notable, Isa�as 45:11 , y ese otro, Isa�as 59:16 .

Y brillar en el consejo de los imp�os? ] Es decir, favorecer y promover sus dise�os. Dios hace que su sol brille sobre ellos, pero �l mismo nunca los ilumina. Puede que est� bastante enojado con los hombres, aunque en apariencia prosperen; s�, prosperar en el pecado es un juicio muy duro. Ver Zacar�as 1:15 . Ver a Trapp en " Zec 1:15 "

Versículo 4

�Tienes ojos de carne? �O ves como ve el hombre?

Ver. 4. �Tienes ojos de carne? ] Que ven sino la superficie de las cosas, y no eso ni en la oscuridad. �No tienes ojos de fuego, Apocalipsis 1:14 , que no necesitan luz exterior, pero ven enviando un rayo y traspasan tambi�n las entra�as? �No has hecho el ojo? s�, la virtud �ptica en el ojo, que todo lo ve y nadie ve? Si el sol es el ojo del mundo, Dios es mucho m�s. Los griegos le dan su nombre por ver, porque ve de principio a fin; ojos que tiene, pero no de carne; ve, pero no como hombre.

�O ves como ve el hombre? ] �Est�s sujeto al error, la ignorancia, la parcialidad, la popularidad, etc.? �No procedes seg�n la verdad (s�, la verdad en lo �ntimo), y no seg�n opiniones o apariencias? De un juez se dice que neque suspicere, nec despicere, nec respicere, nec circumspicere, ni mira hacia arriba ni hacia abajo, ni de esta manera ni de aquella, sino directamente a la causa y no a la persona.

De una ley justa se dice que es un coraz�n sin afecto, un ojo sin lujuria, una mente sin pasi�n, un tesorero que guarda para cada uno lo que tiene y distribuye a cada uno lo que debe tener; As� es Dios, y mucho m�s que eso, sean cuales sean los pensamientos que a veces surjan en el coraz�n de Job que indiquen lo contrario.

Versículo 5

Job 10:5 �[Son] tus d�as como los d�as del hombre? [son] tus a�os como d�as de hombre,

Ver. 5. �Son tus d�as como los d�as del hombre? ] �Eres mortal y de corta vida, como el hombre lamentable, por proceder de esta manera repentina y severa, como si no tuvieras tiempo suficiente para probarme y llevarme una orden? �No eres eterno y no sabes en el momento indivisible de tu eternidad todo lo que ha sido, es y ser�? "Conocidas de Dios son todas sus obras desde el principio del mundo", Hechos 15:18 ; s�, mucho antes.

La verdad es que ni la presciencia ni la memoria est�n propiamente en Dios, ya que todas las cosas, tanto pasadas como futuras, est�n presentes en �l, Rom 4:17 2Pe 3: 8 Jeremias 1:5,7 Salmo 139:2 ; y todas las cosas sin �l no son m�s que un punto o una pelota, que �l discierne con tanta facilidad como nosotros volvemos los ojos.

�Son tus a�os como los d�as del hombre? Bien se observa que el tiempo de Dios se establece por a�os, el hombre por d�as; su tiempo es tan corto, que se calcula por el tiempo completo m�s corto, un d�a. Los d�as de nuestros a�os son sesenta y diez, Salmo 90:10 . En cuanto a Dios, no solo es el Anciano de d�as, Daniel 7:9 , sino el Anciano del d�a, porque �l hizo el d�a.

Versículo 6

�Que buscas mi iniquidad y buscas mi pecado?

Ver. 6. Que inquietas por mi iniquidad, etc. ] a saber. Por fuertes dolores y terribles terrores, como a veces los jueces hacen inquisici�n mediante tortura, para descubrir traici�n u otras ofensas atroces. �Quieres que me confiese malvado?

Versículo 7

T� sabes que no soy malvado; y no hay quien pueda librar de tu mano.

Ver. 7. T� sabes que no soy malvado ] Un h�gado lascivo y un hip�crita de rango, como estos hombres har�an de m�. Soy un pecador, pero no permito, no se revuelque en ning�n pecado conocido; no hay camino de maldad en m�; la hipocres�a no reina en mi coraz�n: Haeret in regenitis peccatum, dice uno, el pecado habita en lo mejor; pero no pueden, no deben ser llamados malvados. Juliano, el ap�stata, afirm� que la detenci�n de Pedro en Antioqu�a fue tan gravada por Pablo que Pedro debe ser un hip�crita (Cirilo, lib.

9, en juliano); pero esta cavilaci�n y calumnia nunca puede probarse con las palabras de Pablo, porque no todo el que por enfermedad disimula a veces es en la actualidad un hip�crita. Est� en tu conocimiento, dice Job, que aunque soy d�bil, no soy malvado; mi gran escoria no est� en m�, Ezequiel 24:11,12 . El buen coraz�n no admite la mezcla de ning�n pecado; como el vino puro o la miel, cuando la espuma se levanta, para siempre la echa fuera; como el agua de manantial se limpia a s� misma; como el mar no soporta veneno, sino que lo arroja a la orilla; as� el cristiano se limpia de pecado. Bien, puede adherirse a �l por un tiempo, como la escoria a la plata, pero no entra en la estructura y la constituci�n; Job est� seguro de eso y se aventurar� a hacerlo.

Y no hay nadie (ni nada) que pueda librarte de tu mano] qd As� t�, Se�or, sabes que es conmigo, que no tengo un coraz�n perverso; pero por esto no espero ser liberado, porque todav�a puedes encontrar en m� materia por la cual poner tu mano sobre m�; pero cuanto m�s me someto, m�s afable ser�s seguramente en tus tratos conmigo; como un le�n al hombre que se agacha a �l.

Como dijo Pablo: "No s� nada por m� mismo, pero por eso no soy justificado", 1 Corintios 4:4 ; As� dice Job: Se�or, no sabes nada de m�, pero por esto no puedo ser librado (Junius).

Versículo 8

Tus manos me hicieron y me formaron en derredor; pero t� me destruyes.

Ver. 8. Tus manos me han hecho ] O, me forjaron a fondo y con precisi�n, por as� decirlo, con mucho dolor y trabajo; T� has formado exactamente todos mis miembros: no es que Dios o tenga manos, ni se ponga a dolores; porque hace su trabajo sin herramienta ni trabajo, Isa�as 40:28 . Pero esto se le atribuye a la manera de los hombres, para mostrar la curiosa mano de obra mostrada en la creaci�n del hombre, la obra maestra de todas sus maravillas.

Este David canta dulcemente, Salmo 139:1,24 , 24, y Galeno lo admira en ese excelente libro suyo, De usu partium humani corporis, exponiendo las alabanzas de ese Dios que no conoc�a y cant�ndole un himno. El hombre, dice uno, es cura divini ingenii, es el escudo de Dios, en el que ha retratado todos los t�tulos de las m�s excelentes bellezas del mundo.

El sol, la luna y las estrellas son obras de los dedos de Dios, Salmo 8:3 , pero el hombre es obra de sus manos, Salmo 139:14 . Es el edificio m�s bello de un arquitecto sabio, dice Eur�pides; el atrevido intento de la naturaleza atrevida, dice otro pagano; el m�s grande de todos los milagros, dice un tercero.

David, hablando de �l y de la bondad de Dios para con �l, comienza a maravillarse antes de hablar y deja de hablar, pero no se asombra, Salmo 8:1 ; Salmo 8:9 .

Y me formaron juntos ] Una met�fora de los alfareros, que hacen su trabajo d�ndole vueltas hasta que todo est� terminado, Jeremias 18:3 . T� me has moldeado y hecho en cada punto, as� que Broughton lo traduce. Totum me, non dimidium, T� has hecho el todo, y cada parte de m�, de la cabeza a los pies, sin excepci�n de mis u�as (como lo ha hecho Mercer), con extraordinario cuidado y astucia, otorg�ndome suficiente misericordia entre la cabeza y los pies para hasta un volumen.

�Qui�n hay, dice Galeno, que, mirando s�lo la piel del cuerpo del hombre, no se maravilla del artificio del Creador? pero, sobre todo, le asombraba la manera en que se mov�an los pulmones por s�stole y di�stole, y necesitaba ofrecer hecatombe a ese Dios, quienquiera que fuera, que era autor de tan admirable y excelente obra.

Pero t� me destruyes ] Y esto me parece extra�o. �A�n me destruyes? algunos leen este texto; �Me devorar�s pronto y me devorar�s, como los peces mayores hacen con los menores? Vea la nota sobre Job 10:3 . �No te preocupas de que soy hechizado, creado para buenas obras? Efesios 2:10 ; �Uno en quien has erigido el hermoso tejido del nuevo hombre? para esto tambi�n es muy probable que Job se refiera aqu�.

Versículo 9

Te ruego que recuerdes que me has hecho como el barro; y me har�s volver al polvo?

Ver. 9. Recuerda, te ruego, que me has hecho como el barro ] El recuerdo y la presciencia no est�n propiamente en Dios. V�ase Trapp en " Job 10: 4 ". Pero se dice que se acuerda de nosotros cuando nos releva, Salmo 136:23 ; Sal 9:18 1 Samuel 1:19 .

"Que me has hecho", etc., a saber. en esos protoplastos, mis primeros padres, formados de la tierra, G�nesis 2:7 , de donde el fil�sofo pagano podr�a decir, que el hombre no es m�s que un pedazo de barro hecho d�bilmente: o me has trabajado como barro, sc. en el �tero, donde enmarcaste y formaste mi cuerpo, como el alfarero convierte su arcilla, bien templada, en una vasija de barro, ????? ?????? ??????????? (Arrian.

en Epict.). Aqu�, entonces, Job le recuerda al Se�or (por la materia de la que fue hecho) la fragilidad, la vilidad y la impureza de su naturaleza ( Lutum enim conspureat omnia, sic et. Caro ), para moverlo a mitigar su miseria. Ver Salmo 103:14 ; Salmo 78:39 .

�Me volver�s a llevar al polvo? ] a saber. Por esos penosos tormentos; o, y que me har�s volver al polvo; porque as� has ??dicho: Al polvo volver�s, G�nesis 3:19 . Y est� establecido que todos los hombres mueran una sola vez, Hebreos 9:27 .

Oh, por lo tanto, que pudiera tener un peque�o descanso y un respiro antes de irme y no ser visto m�s, Salmo 39:12,13 .

Versículo 10

�No me derramaste como leche y me cuajaste como queso?

Ver. 10. �No me has derramado como leche ] O me has fundido, es decir, me has hecho de algo parecido a leche l�quida y blanca. Generationem hominis describit (Vatab.). El hombre es una cosa muy mezquina en su primera concepci�n, modestamente expuesta aqu� por la elaboraci�n de quesos.

Unde superbit homo, cuius conceptio turpis,

Nasci poena, labor vita, necesse mort?

De donde viene el orgullo del hombre, soy concebido en el dolor, nac� como un castigo, trabajo por la vida y las necesidades mueren.

Con respecto a la formaci�n del hombre en el �tero, v�anse los naturalistas y Lactantius de Opifieio Dei, cap. 12, pero especialmente Salmo 139:13,16 , donde, y en este texto, se habla lo suficiente para satisfacernos sobre este gran misterio natural, dice Mercer. Esa es una buena moraleja la que se hace de ella; Dios saca las motas de corrupci�n de un hombre piadoso, mientras que su coraz�n se derrama como leche con dolor y temor, por lo cual la iniquidad de Jacob es purgada, y este es todo el fruto para quitar su pecado, Isa�as 27:9 .

�Y me cuajaste como queso? ] Sic castissimo ore, et elegantibus metaphoris, dice un int�rprete; es decir , de la manera m�s modesta y con elegantes met�foras, Job, como gran fil�sofo, expone la concepci�n del hombre en el �tero. Arist�teles (cuyo estilo es obscurioribus obscura implicare, como observa Bodin) tiene una expresi�n como �sta, pero nada tan claro y completo (Bodin. Theat. Natur., 434. Arist. De Gen. Anim. Cap. 20).

Versículo 11

Me vestiste de piel y carne, y me cercaron con huesos y tendones.

Ver. 11. Me has vestido de piel y carne ] De esa sustancia blanda y l�quida (el fango de los lomos de mis padres), que primero se acumul� en una masa tosca y carnosa, y se consolid�, no solo has hecho una piel fina y una carne firme , pero tambi�n huesos duros y nervios tejidos; y todo esto para una prenda o protecci�n para esas partes internas m�s nobles, el cerebro, el coraz�n, el h�gado, etc., que Job aqu� considera que es el hombre, cuando dice: "Me has vestido", es decir, mi partes, con la prenda superior de piel, y con la prenda interior de carne, todas las cuales, y el resto de las partes, tanto similares como org�nicas, son en su origen pero la misma materia que Dios ha diversificado as�, y todo por el libro, Salmo 139:16. Si hubiera omitido alg�n miembro en su libro de lugares comunes, t� lo hubieras querido, dice uno.

Y me has cercado con huesos y tendones ] Los huesos son los pilares del cuerpo, que le dan estabilidad, rectitud y forma. Los rabinos dicen que hay tantos de ellos en el cuerpo del hombre como preceptos afirmativos en la ley, para que todos sus huesos digan: Se�or, �qui�n como t�? & c., Salmo 35:10 . Por los tendones est�n los huesos entretejidos, para que sobre ellos el hombre pueda moverse de un lugar a otro como le plazca.

El sentido y el movimiento tambi�n son transmitidos por estos, en sus maravillosas e inexplicables conjugaciones, al resto de las partes. Solo Dios sabe c�mo crecen los huesos (piense lo mismo de los tendones, arterias, venas, cart�lagos, carne y sangre, etc.) en el vientre de la que est� encinta, Eclesiast�s 11:5 .

Los anatomistas descubren cada d�a casi nuevas maravillas; y un hombre de estilos antiguos el milagro de los milagros. Adem�s de lo que se ve, Dios ha empaquetado muchas rarezas, misterios, s�, milagros juntos en el pecho del hombre. Y seguramente, dice el se�or Caryl, si todos los �ngeles del cielo hubieran estudiado hasta el d�a de hoy, no podr�an haber puesto al hombre en un molde m�s curioso, o haber dado una edici�n m�s justa o m�s correcta de �l.

Versículo 12

Me has dado vida y gracia, y tu visitaci�n ha preservado mi esp�ritu.

Ver. 12. Me has concedido la vida ] es decir, en mi cuerpo, as� formado y organizado, has infundido un alma; ese principio de vida me aviv� en el �tero y me sac� vivo de �l; que, por ser un milagro de misericordia, Job a�ade favor, "me has concedido" (heb. has obrado conmigo) "vida y favor". Me has dado vida y bondad; es decir, me has dado la vida acompa�ada de tu bondad y bendiciones: as� lo siente Beza. Algunos lo entienden como el alma razonable; otros para ser la belleza del cuerpo, seg�n Isa�as 40:6 .

Y tu visitaci�n ha preservado mi esp�ritu ] es decir, tu buena providencia me ha protegido de innumerables muertes y peligros. Puerilitas est periculorum pelagus. Los ni�os tienden a hacer travesuras; y los de a�os m�s maduros est�n sujetos a mil desastres y sucesos malvados. El cuidado especial de Dios se ejerce sobre el suyo, como se expresa dulcemente, Salmo 121: 1-8 Salmo 23: 1-6 Salmo pastoral de David, Salmo 3: 1-8 donde David no duda de la seguridad, aunque est� dormido, y en medio de enemigos, porque Dios lo sostuvo; cuando como Sans�n e Is-bosetb, dormidos en medio de amigos, fueron burlados, porque �l los abandon�. Oh, ora, ora, para que el Se�or Jesucristo est� siempre con nuestros esp�ritus; vis�talo en el deber, para que nos visite con misericordia.

Versículo 13

Y estas [cosas] has escondido en tu coraz�n: Yo s� que esto [es] contigo.

Ver. 13. Y esas cosas las has escondido en tu coraz�n ] Legendum hoc cum stomacho, dice Mercer: �Y en verdad has escondido estas cosas en tu coraz�n? �Qu� significa Job? sus aflicciones, que Dios estaba mucho antes de preparar para �l, y ahora se tomaba su tiempo para cargarlo, para vengarse de �l sin saberlo, y con la mayor ventaja. Si este es el sentido de las palabras de Job (como algunos concluir�an en los siguientes vers�culos), estaba tremendamente equivocado; y esto fue atrox querimonia, queja grave e indigna de Dios, que no miente en la pesca, ni pretende ser bella cuando tiene la intenci�n de otra cosa.

A Ca�n puede hacerlo con Abel, Esa� con Jacob, Absal�n con Amn�n, Joab con Amasa, etc. El Creador no necesita embadurnar o prevaricar as� con sus criaturas; si Job pensaba que lo hab�a hecho con �l, Job estaba completamente descartado, aunque para confirmarlo agreg�, s� que esto es contigo; Estoy seguro de que me has tratado de esta manera tan cercana y encubierta, y que tus plagas me han sorprendido. �Oh, estas todav�a venganzas! Merl�n y otros entienden por aquellas cosas que se esconden en el coraz�n de Dios, y que �l estaba bien seguro que no podr�an haberle sucedido sin la voluntad y el decreto de Dios, las misericordias que en los vers�culos anteriores Job hab�a contado y calculado, a saber, su concepci�n, avivamiento, preservaci�n; todo lo que �l ve�a como muestras de amor que brotaban del coraz�n de Dios y del manantial de un amor especial.

Aqu�, entonces, vemos de d�nde podemos encontrar consuelo cuando la mayor�a apenas lo es; es decir, de aquellos efectos por los cuales Dios sell� su amor por nosotros al formarnos en el �tero; pero especialmente en su pacto de gracia, esa colmena de miel celestial, por la cual se comprometi� a ser nuestro Dios desde el vientre hasta el sepulcro; s�, a toda perpetuidad. En esto Job ten�a respeto, y tambi�n David, Salmo 22:10,11 ; Salmo 25:10 .

Versículo 14

Si peco, entonces me prestar�s atenci�n, y no me absolver�s de mi iniquidad.

Ver. 14. Si peco, entonces me observas ] Aunque por fragilidad humana s�lo yo ofendo ( et nimis dedignatur mortalitatem qui peccasse erubescit ), pronto te das cuenta, me sigues de arriba abajo, por as� decirlo, con pluma, tinta y papel, para anotar mis faltas (Euphorm.). �C�mo, entonces, dicen algunos, que Dios no ve pecado en sus hijos? Job pens� que el Se�or era demasiado estricto con �l (lo que todav�a no pod�a ser), y que no puso ninguna diferencia entre �l y los que eran notoriamente malvados, como importan las siguientes palabras.

Y no me librar�s de mi iniquidad ] Es decir, del castigo de mi iniquidad. Verba diffidentis, dice Mercer; Palabras dichas seg�n el juicio de la carne, dice Diodati, que considera que las visitas de Dios son castigos y venganzas.

Versículo 15

Si soy malo, �ay de m�! y [si] soy justo, [sin embargo] no levantar� mi cabeza. [Estoy] lleno de confusi�n; por tanto, mira mi aflicci�n;

Ver. 15. Si soy malvado, �ay de m�! ] Aqu� trae un dilema, por el cual se declara miserable en todos los sentidos, dice Mercer; sea ??bueno o malo, debe sufrir sin remedio. "Si soy malo, �ay de m�!"; �Ay de la porci�n del imp�o! d�selo de m�, dice Dios, Isa�as 3:10,11 . Aunque no ama escuchar en ese o�do, pero puede bendecirse a s� mismo en su coraz�n, cuando Dios lo maldice con su boca, Deuteronomio 29:19 .

Y un hombre piadoso pone el terror de las aflicciones del pecado delante de su carne, ese esclavo, que debe asustarse al menos con la vista del l�tigo. Ay de m�, dice Pablo, si no predico el evangelio, 1 Corintios 9:16 . O si, habiendo predicado a otros, yo mismo fuera un n�ufrago, 1 Corintios 9:27 ; lo cual, para prevenirlo, lo guard� debajo de su cuerpo (su corrupci�n), y le dio un ojo azul; porque no somos deudores a la carne, dice Romanos 8:10 . No debemos nada m�s que rayas y amenazas, maldici�ndolo en todos los aspectos, etc.

Y si soy justo, sin embargo, no levantar� la cabeza ] en verdad no puedo, porque estoy tan abatido con cambios de dolores, ej�rcitos de aflicciones: mis dolores contin�an, y ciertamente me hundir� debajo de ellos; Mucho ruido tengo ahora para mantener la cabeza fuera del agua. Otros hacen de esto una descripci�n de la humildad de Job: "No levantar� la cabeza", a saber. con orgullo, pero me humillo para caminar con mi Dios, como lo hizo aquel pobre publicano que se mantuvo lejos y no quiso ni siquiera levantar los ojos al cielo, Lucas 18:13 .

Estoy lleno de confusi�n ] Lanzan sobre m� mis amigos, que me reprochan por ser un hip�crita, y hacen brillar mis mejillas. La plenitud de una aspersi�n posiblemente puede hacer sonrojar a una persona inocente; y es propiedad de las difamaciones dejar una especie de estimaci�n m�s baja muchas veces, incluso cuando no se les cree. Esta era la confusi�n de la que se quejaba Job, el est�mago de su mente estaba lleno de ella, hasta la saciedad y el hartazgo.

Por tanto, mira mi aflicci�n ] Mi aflicci�n apremiante y penetrante, m�rala y ponle remedio, como Salmo 119:153 . No te parezca peque�a toda mi angustia, como Nehem�as 9:32 . Mira, Se�or, mira, he aqu�, es hora de que te instales.

Versículo 16

Porque aumenta. Me cazas como a un le�n feroz, y de nuevo te muestras maravilloso sobre m�.

Ver. 16. Porque aumenta ] Heb. Porque se enaltece a s� mismo; hasta en lo alto hierve, o se envanece orgullosa, como las soberbias olas del mar. Broughton lo interpret�. �Oh, c�mo huye! �Por qu� c�mo? Ciertamente, como le�n feroz, as� me cazar�; se levanta sobre m�, como un le�n rampante sobre su presa, o como un le�n, cuando es perseguido, no da lugar, no esconde su cabeza, sino que viene a los campos abiertos como si tuviera una desgracia para retirarse; para que algunos lo sientan: o,

Me cazas como a un le�n feroz ] Tanquam leo. Dios, cuando aflige a los hombres, a menudo es comparado con un le�n, Isa 38:13 Oseas 5:14 ; Oseas 13:7 . O tanquam leonem, como si fuera un le�n rapaz; as� me cazas, poniendo tus redes y trabajos, haciendo tus trampas y fosas ut capiar ad occisionem (as� la Septuaginta), para que yo sea apresado y destruido, como 2 Pedro 2:12 .

Y de nuevo te muestras maravilloso conmigo ] Heb. Y vuelves. Aqu� Job muestra, dice un int�rprete, la confianza que ten�a en que Dios, volviendo a �l en misericordia, har�a maravillas por �l al final; la palabra volvi�ndose aqu�, y el volviendo su cautiverio, Job 42:10 , respondiendo tan acertadamente el uno al otro para aprobar esta exposici�n.

Pero otros entienden que son los actos continuos o repetidos de la aflicci�n de Job, una vice post aliam; como si dijera: aplastas una aflicci�n sobre otra; mis dolores no s�lo no conocen el per�odo, sino tambi�n la pausa; me impones dolores extraordinarios, como si declararas s�lo en m�, quam mirus sis artifex, qu� excelente artesano eres cuando te place, y qu� puedes hacer contra una pobre criatura; ciertamente has hecho maravillosas mis plagas, Deuteronomio 28:59 . De modo que los ap�stoles se convirtieron en un objeto de observaci�n, un teatro, un espect�culo de la miseria humana, 1 Corintios 4:9 .

Versículo 17

Renuevas tus testimonios contra m�, y aumentas tu indignaci�n sobre m�; los cambios y la guerra [son] contra m�.

Ver. 17. T� renuevas tus testigos contra m� ] Estos nuevos testigos eran demonios, dicen algunos; Los amigos de Job, dicen otros; m�s bien sus dolorosos sufrimientos, dice Austin; esos testigos abiertos de alguna maldad secreta en Job, como el mundo los estimar�a. Vea Job 16: 8 Rut 1:21 . As� los jud�os censuraron a nuestro Salvador, Isa�as 53:3,4 , Isa�as 53:3,4 ; los b�rbaros Pablo, Hechos 28:4 ; y los del Evangelio los que perecieron por la ca�da de la torre de Silo�.

�Y cu�ntos hombres preciosos, as� como Job, han sido arrojados sobre esta evidencia de traidores y rebeldes contra la m�s alta majestad? Junius piensa que cuando Job pronunci� las palabras de este texto sinti� que algunos dolores nuevos crec�an y aumentaban sobre �l.

Aumentas tu indignaci�n sobre m� ] O dentro de m�, como Job 6:4 , y esto fue lo que aguij� sus sufrimientos; El gran disgusto de Dios pareci� encenderse contra �l. No me seas un terror, oh Se�or, dijo Jerem�as, y entonces har� bastante bien con el resto.

Los cambios y la guerra (o ej�rcitos) est�n sobre m�, o contra m�] Una variedad de problemas vienen en tropa y pisando, por as� decirlo, uno tras otro: fluctus fluctum trudit, hay una sucesi�n continua de mis penas, nuevas fuerzas enviadas contra m�, etc. Vemos, entonces, que Job no se quej� sin motivo, aunque no siempre se mantuvo dentro del alcance, como aparece en lo que sigue.

Versículo 18

�Por qu�, pues, me sacaste del vientre? �Oh, si hubiera renunciado al fantasma y ning�n ojo me hubiera visto!

Ver. 18. �Por qu� me sacaste del vientre? ] �Por qu�? pero �no fue eso una misericordia? David lo estim� as�, y le da a Dios la gloria, Salmo 22:9 . Pero el descontento es un enemigo absoluto del agradecimiento. El p�jaro no canta hasta que se pone de pie. Los ojos de algunos hombres est�n tan empa�ados y vidriosos por las l�grimas por lo que quieren, que no pueden ver lo bueno que tienen, no pueden ver misericordia por bendiciones.

Job aqu�, en un estado de mal genio, se desea a s� mismo (como lo hab�a hecho antes, Job 3:1,26 "�Qui�n puede entender sus errores?" Sal 19:12) ya sea por nacer o actualmente muerto, sin la distancia de un d�a entre su nacimiento y su entierro. In quo errorem erravit non levem, vir alioqui pientissimus; este era un deseo peor que si hubiera deseado que su vida le fuera quitada en el presente, porque aqu� se muestra a s� mismo desagradecido a Dios por todos sus beneficios anteriores; y no s�lo as�, sino enojado con Dios por el bien que le hab�a hecho: as� hemos visto perros en una persecuci�n volar a sus amos, y ni�os en la piel golpear a sus padres.

Pero estas eran las voces de la carne codiciosa contra el esp�ritu, que luego (siendo justamente reprendido por ellos, primero por Eli�, y luego tambi�n por Dios mismo) reprimi� y se arrepinti� en polvo y ceniza, Job 42:6 .

�Oh, si hubiera renunciado al fantasma y ning�n ojo me hubiera visto! ] sc. Con alegr�a: �qu� placer hay en ver un cad�ver, especialmente un ni�o nacido muerto? Ver G�nesis 23:4 , con la nota. Este texto nos ense�a, dice un int�rprete, qu� efectos tristes produce en el mejor de los casos la pena y el dolor extremos: desestabiliza sus esp�ritus y los perturba tanto, que sus quejas parecen blasfemias de los malvados, y a veces desean cosas absurdas, deshonroso para Dios y perjudicial para ellos mismos.

Versículo 19

Deber�a haber sido como si no lo hubiera sido; Deber�a haber sido llevado del �tero a la tumba.

Ver. 19. Deber�a haber sido como si no hubiera estado ] Aqu� canta la misma canci�n que Job 3: 1-26 Job 4:1,21 . Es dif�cil decir con qu� frecuencia un hijo de Dios puede descubrir la misma enfermedad. Nuestras vidas est�n m�s llenas de pecados que el firmamento de estrellas o el horno de chispas.

Deber�a haber sido llevado del �tero a la tumba ]. Hace menci�n a la tumba como un lugar deseable, que sin embargo, en los dos �ltimos vers�culos, describe como un lugar de oscuridad y desorden. As�, el mismo Job estaba en tinieblas, y en su pasi�n arroja palabras sin sabidur�a. Itaque solicite orandus est Deus, dice uno aqu�, Dios debe ser, por lo tanto, para suplicarle fervientemente, que cuando estemos en apuros con el dolor y la miseria, no cedamos el paso a la pasi�n rebelde, ni dejemos que nuestras lenguas se enfurezcan, como lo har�n. ser apto para hacer.

Ver Salmo 39:1 ; confiera Salmo 22: 1-31 Salmo 77:1,20 Salmo 88: 1-18 Salmo 89:1,52 ., y veremos a David casi tan lejos como Job en sus quejas y deseos; pero Dios puede poner una diferencia entre lo piadoso y el pecado en ellos, como entre el veneno y la caja que lo contiene. Tambi�n puede compadecerse de ellos, como nosotros envenenamos a un hombre, pero odiamos a un sapo, etc.

Versículo 20

Job 10:20 �No son pocos mis d�as? cesa [entonces, y] d�jame solo, para que me consuele un poco,

Ver. 20. �No son pocos mis d�as? ] �Y ojal� no fueran tambi�n malvados! ya que no molestar� mucho al mundo, �oh, si no encontrara muchos problemas en el mundo! �Qu� hombre es el que desea ver buenos d�as? dice David, Salmo 34:12 . �Qu� hombre es el que no lo har�a? dice Austin en respuesta a �l. Job y David se unen en un mismo traje para una tregua de problemas, ya que su tiempo aqu� fue muy corto, Salmo 39:13 ; Salmo 89:47 .

Detente entonces, y d�jame solo ]. Despu�s de haber desahogado sus pasiones, vuelve a caer en sus oraciones. Hab�is hecho toda esta maldad (dice Samuel al pueblo que hab�a sido demasiado importuno para un rey), pero no os apart�is de seguir al Se�or, etc., 1 Samuel 12:20 . Mientras la oraci�n se detiene, todo el comercio de la piedad se detiene.

Los santos, aunque han pecado, no deben contener la oraci�n, sino volver a casa con Dios con verg�enza en sus rostros y l�grimas en sus ojos, y �l hablar� paz; s�lo ellos deben ser conscientes de que su Padre les ha escupido en la cara, etc.

Para que me consuele un poco ] Una modesta petici�n. El pobre habla suplicantes, pide un penique. Los humildes exigen poco. �Oh, si no fuera m�s que un portero! �Oh, que Ismael viva ante tus ojos! &C.

Versículo 21

Antes de ir [de donde] no volver�, [aun] a la tierra de tinieblas y sombra de muerte;

Ver. 21. Antes de irme, de donde no regresar� ] Antes de salir de este mundo, para nunca m�s regresar aqu� para disfrutar de las comodidades que est�n aqu� para ser obtenidas. La muerte es una partida de ah�, 1Pe 1:15 Lucas 9:31 . Y as� lo llamaban los antiguos (Ireneo, Clemente y otros). Cambiar� mi lugar, pero no mi compa��a, dijo ese santo moribundo que hab�a caminado aqu� con Dios en rectitud, y ahora deb�a despedirse de todos los intereses mundanos (Tertul.

). Los antiguos romanos sol�an decir de un amigo muerto, Abiit, et reversurus est, se ha ido y volver�. Por lo tanto, parece que ten�an algunas nociones oscuras de una resurrecci�n; de donde tambi�n sus poetas llamaban alma al cuerpo muerto; - animamque sepulchro condimus (Virg. �neid). Los hebreos hicieron lo mismo, N�meros 5:2 ; N�meros 9:10 ; Num 19:11 Hageo 2:13,14 , como teniendo una palabra prof�tica m�s segura; y Job fue claro en este punto, creyendo firmemente en la resurrecci�n de su cuerpo, Job 19:26,27 .

Debe ser, por tanto, que aqu� habla de no volver a este mundo. V�ase algo similar, Job 16:22 Sal 39:13 2 Samuel 12:23 .

Incluso a la tierra de las tinieblas, etc. ] Ver Trapp en " Trabajo 10:22 "

Versículo 22

Una tierra de tinieblas, como las tinieblas [mismas; y] de sombra de muerte, sin orden alguno, y [donde] la luz [es] como tinieblas.

Ver. 22. Una tierra de tinieblas, etc. ] Esta no es una descripci�n del infierno, y del estado de los condenados (como algunos lo dir�an), porque Job nunca tuvo la intenci�n de ir all�, como lo hizo Jacob, G�nesis 37:35 ; G�nesis 42:38 ; pero es una descripci�n tan elegante de la tumba, que supera la fantas�a del poeta y la ret�rica de todos los oradores paganos.

Hay algo parecido en los Salmos de David, especialmente en Salmo 88:11,12 , donde el sepulcro es llamado lugar de perdici�n, tierra de olvido y de tinieblas, donde los que descienden no alaban a Dios, Salmo 115:17 . Con respecto a sus cuerpos no lo hacen, no pueden, Isa�as 38:18 .

El infierno, de hecho, es mucho m�s una tierra de tinieblas que la oscuridad misma; es esa oscuridad exterior, una oscuridad m�s all� de la oscuridad, como el calabozo est� m�s all� de la prisi�n; y los dolores del infierno son cadenas de tinieblas. Ahora bien, la muerte es el presagio del infierno para los malvados, y por eso es tan terrible en la aprehensi�n y el acercamiento de ella, que los corazones de los hombres mueren incluso dentro de ellos, como lo hizo el de Nabal, por temor a la muerte; y tiemblan all� como los �rboles del bosque, o las hojas del bosque, con Acaz, Isa�as 7:2 .

La oscuridad, lo sabemos, est� llena de terror: los egipcios estaban terriblemente asustados por la espesa oscuridad de sus tres d�as, de modo que nadie se movi� de su taburete en todo ese tiempo, �xodo 10:23, y fue m�s terrible, sin duda, porque no ten�an ninguna advertencia de ello, como lo hab�an hecho de otras plagas. �Cu�n a menudo los hombres talan en las c�maras de la muerte (su antiguo hogar, la tumba) de repente, como lo har�a el que viaja en la nieve por encima de la cabeza y las orejas en un pozo de arcilla! La muerte de cualquier tipo no es bien recibida por la naturaleza, por ser su matadero; pero cuando es repentina, es mucho m�s espantosa; y los que desesperadamente se atreven a la muerte a duelo no pueden mirarla a la cara con sangre en las mejillas: s�lo para los que est�n en Cristo la amargura de la muerte ha pasado, el aguij�n arrancado, la propiedad alterada, como ya ha sido se�alado.

Cristo, el Sol de justicia, dice aqu� un erudito expositor (el Sr. Caryl), yac�a en la tumba y ha dejado perpetuos rayos de luz all� para su pueblo comprado. El camino a la tumba es muy oscuro, pero Cristo nos ha encendido las luces, etc.

Y de la sombra de la muerte ] La sombra es la parte oscura de la cosa, de modo que la sombra de la muerte es el lado m�s oscuro de la muerte, la muerte en sus representaciones m�s espantosas y horribles; la sombra de la muerte es la sustancia de la muerte, o muerte con la adici�n de la mayor mortandad.

Sin orden alguno ] Heb. Y no �rdenes. �Entonces que? confusi�n seguramente, sin atenerse a reglas ni rangos: los huesos de los hombres se mezclan en la tumba; no se puede discernir si han sido pr�ncipes o campesinos; Omnia mors aequat: as� como las piezas de ajedrez se colocan todas juntas en la bolsa cuando termina el juego, sin distinci�n de rey, duque, alfil, etc., as� aqu�. Junius lo traduce, expertem vicissitudinum, sin intercambios, distinciones, vicisitudes o variedades (como de d�a, noche, verano, invierno, calor, fr�o, etc.) de las cuales las cosas constituyen la mayor parte de la brevedad de este mundo.

Y donde la luz es como tinieblas ] �Cu�n grande entonces debe ser esa oscuridad? como habla nuestro Salvador en otro caso, Mateo 6:23 . Seguramente cuando, por el regreso del sol, hay luz en la tierra de los vivientes, en la tumba todo se abisma y se hunde en la noche eterna; como los cuerpos de esos dos pr�ncipes asfixiados por su cruel t�o, Ricardo III, en las negras profundidades, un lugar as� llamado en la desembocadura del T�mesis.

En la tumba, la luz y las tinieblas son iguales; y como las im�genes de los templos papistas no ven nada, aunque ante ellos se enciendan grandes cirios de cera; de modo que la luz m�s clara del sol brillando en su fuerza no ser�a nada para los que est�n muertos y enterrados. Que se piense mucho en esto y con frecuencia; mors tua, mors Christi, etc. tu muerte, la muerte de Cristo, etc. Ciro, ese gran conquistador, acostado en su lecho de muerte, alab� a Dios, dice Jenofonte, porque su prosperidad no lo hab�a envanecido; porque siempre consider� que era mortal y deb�a despedirse del mundo.

Carlos V, emperador de Alemania, mand� confeccionar su sepulcro y sus vestiduras funerarias cinco a�os antes de su muerte, y las llev� consigo adondequiera que fuera. Samuel envi� a Sa�l reci�n ungido al sepulcro de Raquel, 1 Samuel 10:2,4 , para que no se enorgulleciera de sus nuevos honores, etc.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 10". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-10.html. 1865-1868.