Bible Commentaries
Job 19

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Entonces Job respondi� y dijo:

Ver. 1. Entonces Job respondi� y dijo ] �l respondi� como sigue a la amarga y burlona invectiva de Bildad. Aqu� expone gr�ficamente y tr�gicamente sus miserias, concediendo a Bildad que no se le trat� de otra manera que si fuera ese hombre malvado descrito en el cap�tulo anterior, y sin embargo, neg�ndose a s� mismo para serlo, por su viva esperanza de un gozoso. resurrecci�n, que har�a una reparaci�n abundante por todos, Job 19:26,28 .

Porque aunque Mercer lo cuestiona, no tengo ninguna duda, dice Beza, de que este es el verdadero significado de este lugar. Y ciertamente toda la Escritura no nos da un testimonio m�s notable o m�s claro y manifiesto, para confirmarnos la resurrecci�n de nuestros cuerpos, que este. Esta confesi�n de su fe, dice Lavater, es lo principal de este cap�tulo y, por lo tanto, desaf�a nuestra mejor atenci�n.

Versículo 2

�Hasta cu�ndo afligir�is mi alma y me quebrar�is con palabras?

Ver. 2. �Hasta cu�ndo afligir�is mi alma? ] a saber. �Con tus acusaciones y cr�menes furiosos y reprochadores? �No tengo ya bastante desdicha, pero deb�is ponerme m�s carga de desprecio y desprecio? y as� seguir molest�ndome a�adiendo a mis dolores m�s tristes, como traspasar el alma misma? �Llamar a esto consolar a un amigo afligido? Hoccine est maestum consolari?

�Hasta cu�ndo me har�is pedazos con palabras?] Las palabras tambi�n tienen su peso, y si son duras y �speras, Leniter volant, non leniter violant. Como mazos, rompen el coraz�n en pedazos; como un potro, lo atormentan, Salmo 42:10 . Como arma asesina en mis huesos, mis enemigos me reprocharon. Encontrar�s algunos, dice Erasmo, que si la muerte es amenazada, puedes despreciarla; pero para ser desmentidos, reprochados, calumniados, no pueden tolerar, ni reprimirse de la venganza.

Job era un hombre fuerte tanto en la fe como en la paciencia, pero se esforz� por las duras palabras que le dieron Bildad y los dem�s, quienes prefirieron lastimar su o�do, con la fuerza de sus voces, que ayudar a su coraz�n, con la fuerza. de sus reproches. Los siervos de Dios "no deben luchar, sino ser mansos", 2 Timoteo 2:23,24 , "mostrando toda mansedumbre a todos", Tito 3: 2 Santiago 3:17 .

Los chubascos suaves reconfortan la tierra, cuando las tormentas violentas ahogan la semilla. Hay un doble inconveniente que sigue a los amargos y bulliciosos procedimientos con un supuesto delincuente. Primero, el partido no mira tanto a sus propios defectos como a su pasi�n. En segundo lugar, como �l no est� convencido, no son estimados; pero aunque tienen el derecho de su parte, pierden la debida consideraci�n de su causa y la reverencia de sus personas.

Versículo 3

Estas diez veces me hab�is reprochado: no os avergonz�is [de que] os hag�is desconocidos para m�.

Ver. 3. Estas diez veces me hab�is reprochado ] es decir, muchas veces. En esto Job soport� una gran batalla de aflicci�n, como lo describe el ap�stol, Hebreos 10:32,33 ; una lucha m�ltiple, como la palabra all� significa. Cat�n fue acusado p�blicamente treinta y dos veces y, a menudo, absuelto y absuelto. Basilio fue contado y llamado hereje, incluso por aquellos que, seg�n parec�a despu�s, eran del mismo juicio que �l, y a quienes honraba como hermanos. Los perros en una persecuci�n a veces ladran a sus mejores amigos, etc.

�No os avergonz�is de ser ajenos a m�? ] O, �no os avergonz�is de que os endurec�is contra m�? �O que os burl�is y os burl�is de mi miseria? �O que me hag�is mercader�a y me quit�is vuestro centavo? Significat etiam emere, vel cauponari. Beza (de acuerdo con nuestra traducci�n) lo parafrasea as�: Me tomas tan brevemente, como si trataras con un extra�o y extranjero, y no con un amigo. Y as� se toma la palabra G�nesis 42:7 .

Versículo 4

Y sea en verdad [que] he errado, mi error permanece en m� mismo.

Ver. 4. Y sea en verdad que me he equivocado ] De la fragilidad humana; porque hay en m� alg�n camino de iniquidad (como t� quisieras), nunca ceder�. Pero nimis angusta res est, nuspiam errare. Fallos involuntarios de los que no estoy libre; �Qui�n conoce los errores de su vida? Salmo 19:12 . �Qu� hombre es el que vive y no peca? Es el triste privilegio de la mortalidad, dice uno, Licere aliquando peccare, tener licencia a veces para pecar (Euphorm.).

Mi error permanece conmigo mismo ] qd Es poco lo que has hecho para convencerme de cualquier error en todo este tiempo, y hablas, que hasta que lo hayas hecho, todav�a debo permanecer en la misma mente. O as�, no responder�s ni sufrir�s por mi error; �Qu� necesidad, entonces, de todo este calor y aspereza? No es que cada hombre deba dejarse a s� mismo, y mucho menos vivir como quiera. La amonestaci�n es un deber cristiano, y la palabra de exhortaci�n debe ser tolerada, por aguda que sea, y fastidiosa para la carne; mejor es que la vid se desangre que muera.

Si Job hubiera sido culpable, habr�a sido o deber�a haber sido, como se dice Vespasiano, patientissimus veri, paciente de una reprimenda. Pero sus amigos lo acusaron falsamente de hip�crita y se rebelaron contra el siervo de otro hombre, a quien no ten�an nada que hacer para condenar, Romanos 14:10 . Y de ah� esta expresi�n de su descontento.

Versículo 5

Si en verdad os enorgullec�is de m�, y defend�is contra m� mi oprobio,

Ver. 5. Si en verdad os engrandeciereis contra m� ] O, �en verdad os engrandecer�is contra m�? Carolina del Sur. a causa de mi error, como Job 19:4 , �de qu� todav�a no me hab�is convencido? �Me insultar�is, por tanto, y me echar�is tierra? De Bonassus, cierta bestia tan grande como un buey, Arist�teles relata que, con los cuernos doblados hacia adentro y no aptos para la lucha, despu�s de que los cazadores lo hieren, huye para salvar su vida y, a menudo, deja volar su esti�rcol durante cuatro metros o m�s. m�s, sobre los perros u hombres que lo persiguen, para su gran disgusto (Hist Animal.

, lib. ix. gorra. 4, 5). De la misma manera tratan muchos disputadores de este mundo; cuando no pueden enmendar su asunto con la fuerza de sus argumentos, arrojan sobre sus adversarios el esti�rcol de las calumnias, tratando de magnificarse contra �l y suplicando contra �l su reproche.

Y aboga contra m� mi oprobio ] La aflicci�n expone al hombre al oprobio. Donde el seto es bajo, la bestia se romper�. Ver Sofon�as 3:12 . Ver a Trapp en " Zep 3:12 "

Versículo 6

Sepa ahora que Dios me ha derribado y me ha cercado con su red.

Ver. 6. Sabed que Dios me ha derribado ] Por tanto, no a�ad�is al afligido aflicci�n, cosa tan odiosa para Dios, Salmo 41:2 ; Salmo 69:26 ; pero mira la grandeza de mis males, que me sacan estas quejas que te parecen tan desmesuradas. Vea Job 6:2 (Diodati).

Y me rode� con su red ] Me rode� de aflicci�n, de modo que no puedo salir. Un t�rmino de caza, Job 10:16 Lam 1:13 Eze 12:13 Oseas 7:12 . Bildad hab�a mencionado mucho las redes y las desmotadoras, en las que Dios atrapa y enreda a los imp�os, Job 18:8,9 . Job reconoce que la red de Dios lo hab�a rodeado; pero al mismo tiempo se niega a ser malo, o que sus amigos, por tanto, le reprochen, antes bien, se compadezcan de �l.

Versículo 7

He aqu�, lloro desde el mal, pero no soy escuchado; lloro en voz alta, pero [no hay] juicio.

Ver. 7. He aqu�, lloro por el mal, pero no soy escuchado ] Nada es m�s natural y habitual que los hombres en la miseria clamar por ayuda. El gran dolor de Job fue que ni Dios ni el hombre prestar�an atenci�n a sus gemidos ni lo sacar�an de la red. Dios no lo rescat�, los hombres no lo enderezaron ni lo relevaron. Su clamor parece ser el mismo en efecto que el del profeta Habacuc 1:2,3 , Habacuc 1:2,3 , "Oh Se�or, �hasta cu�ndo clamar� sin que t� oigas? �Por qu� me muestras iniquidad, y me haces ver agravio? Porque despojo y violencia hay delante de m�, y hay quienes suscitan contiendas y contiendas.

"" �Por qu� miras a los que traicionan, "& c., Job 19:13 . As� Job, pero sin respuesta; como el le�n deja rugir a sus cachorros, roncos de hambre, s�, hasta que est�n casi muertos, antes que �l Los provee. Seguro que Dios siempre escucha sus trabajos, aunque no siempre responde en nuestro tiempo y en nuestra manera. S�, es un o�r y una respuesta de oraci�n (dice uno) que podemos orar, aunque inaudito y sin respuesta.

Lloro en voz alta ] Heb. Configur� mi nota, cam gemitu et ululatu, con gemidos y aullidos. Los hombres nunca oran tan fervientemente como en las mayores aflicciones, Heb 5: 7 Oseas 12:4 ; luego sus oraciones, como fuertes corrientes en estrechos estrechos, arrastran todo lo que se les presenta.

Versículo 8

Cerc� mi camino que no puedo pasar, y puso tinieblas en mis caminos.

Ver. 8. Me ha vallado el camino, etc. ] Aqu� Job, llevado, por as� decirlo, por un torrente de dolor, amplifica sus miserias con muchas otras comparaciones. Y primero de un viajero, a quien nada turba tanto en su viaje como los setos y la oscuridad. Dios, dice Job, me ha cercado en todos los sentidos de la satisfacci�n y el consuelo, de modo que, aunque nunca lo busco, no puedo encontrarlo. El pueblo de Dios a menudo es llevado a grandes apuros, como David, Salmo 31: 1-24 y Salmo 142:1,7 , Israel en el Mar Rojo, Josafat, 2 Cr�nicas 20:1,29 , para que aprendan a depender de la Providencia divina, etc.

Y puso tinieblas en mis caminos ]. Estoy en la oscuridad , y no s� ni a d�nde ir ni c�mo salir. La oscuridad est� llena de error y terror. Un hijo de luz puede andar en tinieblas, Isa�as 50:10 ; s�, en el valle de sombra de muerte, Salmo 23:4 ; sin embargo, nunca le falta una chispa de fe, que lo gu�a en las tinieblas m�s profundas, hasta que contempla el Sol de justicia.

Se siembra luz para los justos, etc. la pesadez puede durar una noche, pero el gozo llega por la ma�ana, Salmo 30:5 . Y como antes de que amanezca, las tinieblas son mayores; as� que aqu�.

Versículo 9

Me ha despojado de mi gloria y me ha quitado la corona de la cabeza.

Ver. 9. Me ha despojado de mi gloria ] Esta es la segunda comparaci�n, ab externo corporis cultu et habitu, dice Merl�n; de las vestimentas y h�bitos externos del cuerpo, G�nesis 37:23 . Nuestro rey Ricardo II, cuando iba a ser depuesto, fue tra�do maravillosamente ataviado con sus ropas reales, con una corona en la cabeza, un cetro en la mano, etc.

, pero poco despu�s despojado de todo y sin parentesco. As� le fue al pobre Job, despojado y despojado de todo aquello de lo que antes se gloriaba y de lo que era respetado, como un hombre al que roban se quita toda la ropa y queda desnudo. En �l, parec�a que la mortalidad no era m�s que la etapa de la mutabilidad, como se dice de nuestro Enrique VI, quien de un monarca muy poderoso no era, cuando fue depuesto, el amo de un grano de arena, ni el due�o de su propia libertad (Hist. De Daniel). .

Y ha quitado la corona de mi cabeza ] De ah� que algunos infieran que Job era rey, lo mismo que Jobab, rey de Edom, menciona G�nesis 36:34 . Pero esto es incierto, ya que la corona a menudo se toma en las Escrituras de manera aleg�rica, por riquezas, autoridad, dignidad y otros adornos. Estos fueron tomados de Job, s�, de su cabeza.

Ver Lamentaciones 5:16 . Pero ten�a una corona mejor, quae nec eripi nec surripi potuit, que no se pod�a quitar; verbigracia. esa corona de doce estrellas, o gracias celestiales, Apocalipsis 12:1 , junto con esa corona de gloria (el fruto de la primera) que es "incorruptible y no se marchita", 1 Pedro 1:4 .

Feliz trabajo con semejante corona; y que estaba en el n�mero de esas pocas cabezas destinadas a tal diadema. David ten�a (lo que sea que tuviera Job) una corona de oro puro en su cabeza, Sal. xxi. 1; esto fue una gran misericordia para un hombre tan mezquino, ya que m�s all� de una corona los deseos del hombre mortal no se extienden. Pero David bendice a Dios por una corona mejor, Salmo 103:4 , "Que te corona con bondad amorosa y tiernas misericordias.

"�Y c�mo fue puesto esto sobre su cabeza?" �Qui�n perdona todas tus iniquidades ", etc., Salmo 103:3 Nadie puede quitar esta corona, porque somos guardados (griego, ????????????, guardado o guarnecido como en una torre de bronce, o ciudad de guerra, que est� bien cercada con muros y obras, por lo que se hace inexpugnable) por el poder de Dios mediante la fe para salvaci�n, 1 Pedro 1:5 .

Versículo 10

Me destruy� por todos lados, y yo me fui; y mi esperanza fue derribada como un �rbol.

Ver. 10. Me ha destruido por todos lados ] Heb. Me ha demolido, me ha derribado a pedazos, como una casa vieja se derriba parte a parte. Ver Lev�tico 14:45 Jueces 8:17 . Dios hab�a hecho y modelado el cuerpo de Job juntos alrededor, Job 10:8 , y ahora lo destruye alrededor.

El cuerpo de un hombre es una tela maravillosa, en la que los huesos son la madera, la cabeza la morada superior, los ojos como ventanas, los p�rpados como marcos, las cejas como casas empotradas, las orejas como torres de vigilancia, la boca como una ventana. puerta para recibir lo que sostendr� el edificio y lo mantendr� en reparaci�n; el est�mago como cocina para vestir lo que se le lleva; las tripas y las partes m�s bajas como lavabos pertenecientes a la casa, etc. Todos estos estaban decayendo r�pidamente en Job como �l pensaba.

Y me voy ] Es decir, ya me he ido; cada d�a cedo algo a la muerte, soy libre entre los muertos, libre de esa compa��a.

Y mi esperanza ha quitado como un �rbol ] No me ha dejado ni la esperanza (que es el �ltimo consuelo de los afligidos) de recuperar aqu� para siempre mi salud, mi riqueza y mis goces pasados; pero me ha dejado como un �rbol arrancado de ra�z, por lo que no puede volver a crecer. Un santo puede estar en ese paso aqu� con respecto a su estado externo, para que no haya esperanza para lo mejor ni lugar para lo peor (Melch. Adam). Este fue el caso de Cranmer.

Versículo 11

Tambi�n ha encendido su ira contra m�, y me considera como uno de sus enemigos.

Ver. 11. Tambi�n ha encendido su ira contra m� ] Y si su ira se encendi�, s�, pero un poco, �ay de todos aquellos contra quienes se inclina! Seguramente amontonar� males sobre ellos, gastar� sus flechas sobre ellos, Deuteronomio 32: 22-23 Salmo 2:12 . Job los sinti� golpear en el costado de su alma, incluso las flechas envenenadas del Todopoderoso; y sin embargo, esto era s�lo un fuego purificador, Malaqu�as 3:2 , o, si era un fuego consumidor, como Hebreos 12:29 , sin embargo, era para desperdiciar sus corrupciones solamente, para cortar el pecado que odiaba del Hijo a quien amaba; para tratar de ejercitar su paciencia, etc., a pesar de todo lo cual, se queja mucho de estos chistes y chispas del divino disgusto.

Y me tiene por �l como uno de sus enemigos ] Heb. Como sus enemigos; no como un solo enemigo, sino como una chusma de rebeldes, un ej�rcito de enemigos, como el que un d�a se encontrar� en Armageddon, su cita. Vea Job 13:24 .

Versículo 12

Sus tropas se juntan, se levantan contra m� y acampan alrededor de mi tabern�culo.

Ver. 12. Sus tropas se unen ] es decir, Tropas de tribulaciones y tentaciones, de piratas y ladrones, ??????????? (como dicen los Setenta). La enfermedad y otros dolores son los soldados de Dios, Mateo 8:8,9 , y rara vez vienen solos, Santiago 1:2 , sino en tropel y pis�ndose los talones, Concateuata piorum crux; viene una empresa.

Y se levantan contra m� ] Como soldados que sitian un lugar levantan trincheras y fortificaciones. Vatablus lo rinde, y me han batido el camino; es decir, dice �l, las tribulaciones me han pasado tan a menudo, que me han abierto un camino, m�s transeuntium, como sol�an hacer los pasajeros.

Y acampa alrededor de mi tabern�culo ] Aflicciones me rodean por todos lados; las tropas de los problemas me asedian tan estrechamente, que no puedo encontrar alivio ni consuelo en todo el mundo; las cuales, ahora como por mano fuerte, s�, como por hueste fuerte, son retenidas de mi alma; y as� son durante una larga temporada, como lo son muchas veces los asedios. Hem�n estaba afligido y listo para morir desde su juventud, sufriendo esos terrores, Salmo 88:15 . Job fue un var�n de dolores.

Versículo 13

Ha alejado de m� a mis hermanos, y mis conocidos est�n verdaderamente alejados de m�.

Ver. 13. Ha alejado de m� a mis hermanos ] Al menos en sus afectos. Algunos se apegaron a �l, pero por una travesura, porque resultaron consoladores miserables, como tambi�n lo hizo Pedro con nuestro Salvador, quien no huy� con el resto de los disc�pulos, sino que mejor lo ten�a por cualquier bien que le hiciera. "Un hermano nace para la adversidad", dice Salom�n, Proverbios 17:17 ; y aunque en otras ocasiones puede haber alguna crueldad, fratrum concordia rara est, Armon�a entre hermanos es raro.

sin embargo, en la aflicci�n y en la adversidad obrar� la buena naturaleza, y la buena sangre no se creer� a s� misma. Pero los hermanos de Job demostraron ser despiadados y dejaron de ser bondadosos; se alejaron m�s de �l cuando sus enemigos lo sitiaron. Y todo esto le sucedi�, no sin el Se�or. Alej� de m� a mis hermanos; esto no fue una peque�a agravaci�n de la aflicci�n, que Dios retir� o retuvo esa ayuda e influencia que deber�a haber ensanchado y unido a �l los corazones de sus hermanos. Ver Salmo 105:25 .

Y mis conocidos est�n verdaderamente alejados de m� ] Aquellos que antes me conoc�an a fondo, y eran tan conocidos de m�, mis amigos �ntimos, que conoc�an todo mi coraz�n, ahora me son realmente tan extra�os, como si nunca hubiera existido tal cuesti�n de conocimiento, Noti mei (Vulgata). Necessarii mei (Tigur.). R. Solomon lo lee, Son crueles conmigo, Quasi esset scriptum aczaru.

"Todos los hermanos del pobre lo odian", dice Salom�n, Proverbios 19:7 , "�cu�nto m�s se alejan de �l sus amigos?" Los persigue con palabras; sin embargo, le faltan. De esto se quejan mucho los paganos (como Ovidio y otros). A????? ?? ???????? (jueves). Et cum fortuna statque caditque fides (Ovid.

). Tempera si fuerint nubila, solus eris (Ib�d.). En el r�o Araris se dice que hay un pez llamado Scolopidus, que cuando la luna crece es tan blanco como la nieve que cae, y cuando disminuye es tan negro como un carb�n quemado. Un emblema apropiado de un falso amigo. "La riqueza hace muchos amigos, pero el pobre se separa de su pr�jimo", Proverbios 19:4 , quien, por tanto, se aparta de �l como un extra�o, si no contra �l como un enemigo.

Versículo 14

Mis parientes han fracasado y mis amigos familiares me han olvidado.

Ver. 14. Mis parientes han fracasado ] scil. Por cortes�a, como hizo el pariente de Ruth. Job ten�a muchos parientes, pero pocos amigos; y esto fue un gran dolor para �l, como lo fue despu�s tambi�n para David, Salmo 31:11 ; Salmo 38:11 ; Salmo 69:8 ; para Heman, Salmo 88:8 ; ya Pablo, 2 Timoteo 4:16 .

Y mis amigos familiares ] A quienes favorec�, dice Broughton, seg�n Salmo 11:7 .

Me has olvidado ] Fuera de la vista, fuera de la mente. Una cosa olvidada es como si nunca hubiera sido. Todas las cortes�as de Job fueron descartadas sobre estos p�jaros de verano, quienes casi hab�an olvidado que alguna vez existi� un hombre como Job en el mundo.

Versículo 15

Los moradores de mi casa y mis doncellas me tienen por extra�o; forastero soy a sus ojos.

Ver. 15. Los que habitan en mi casa, y mis sirvientas, etc. ] Mis inquilinos, o mis hu�spedes, o mis peregrinos, esas viudas y hu�rfanos tal vez, a quienes ten�a a su cargo, Job 31:32 . M�s que esto, mis doncellas, esas amas de casa, confiadas con las llaves de la familia, y que no son esclavas para lavar los pies de otros sirvientes, como 1 Samuel 25:41 . Y para sus sirvientes del otro sexo, ellos tambi�n lo usaban groseramente.

Versículo 16

Llam� a mi criado y no me respondi�; Le supliqu� con mi boca.

Ver. 16. Llam� a mi sirviente, y �l no me respondi� ] Aunque yac�a bajo las mayores llagas y dolores, y los llam� para que me ayudaran, sin embargo, tal fue su insolencia e inhumanidad, que no aceptaron una respuesta. Considera hic quanta crux sit, dice Brentius, a sua propria familia despici et rideri; Considere conmigo, aqu�, qu� aflicci�n es para un hombre ser despreciado y ridiculizado por su propia familia.

El ojo de un siervo debe mirar a las manos de su amo, y el ojo de una doncella a la mano de su ama, para observar su movimiento y captar el significado, Salmo 123:2 . Contando a sus gobernadores dignos de todo honor, 1 Timoteo 6:1 , como lo hicieron los obsequiosos servidores del centuri�n, Mateo 8:9 .

Sed sic fere sunt servorum ingenia, Pero tan salvajes son los sirvientes de la naturaleza, dice Merl�n aqu�. Pero tal es la condici�n de muchos siervos hoy en d�a, que no har�n m�s de lo que deben hacer las necesidades. Job no quiso decir ni hacer.

Le supliqu� con mi boca ] Como un suplicante a mi siervo, que viv�a de m�, pero no quiso hacer nada por m�, aunque le supliqu� humildemente. Aqu� podemos ver, dice Vatablus, que cuando Dios est� enojado con un hombre, todos se enfadan con �l; Es bueno para nosotros en este caso reflexionar y ver si no hemos servido a Dios de esta manera. Alfonso, ese renombrado rey, en un discurso al embajador del Papa, profes� que no se maravillaba tanto de la falta de agradecimiento y deshonra de sus siervos hacia �l como de la suya propia hacia Dios.

Versículo 17

Mi aliento es extra�o para mi esposa, aunque supliqu� por el [bien] de los ni�os de mi propio cuerpo.

Ver. 17. Mi aliento es extra�o para mi esposa ] La corrupci�n de sus entra�as (adem�s del mal olor de sus �lceras externas) hac�a que su aliento fuera fuerte y malsano. Esta su esposa (al igual que esa dama romana, que dijo que pensaba que el aliento de todos los hombres era tan desagradable como el de su esposo), deber�a haberlo soportado, especialmente en un momento de enfermedad, cuando deber�a haberse mostrado una ayuda, y no un desamor. , a su marido.

Famosa en nuestras cr�nicas es Lady Leonor, esposa del Pr�ncipe Eduardo (luego Eduardo I), quien extrajo el veneno de las heridas de su esposo con su lengua, lamiendo a diario, mientras �l dorm�a, sus llagas dolorosas, con las que se cerraban perfectamente (Cambd. en Middlesex, Speed.630). Y no menos famosa es la esposa de Valdaurus, celebrada por Ludov. Vires, lib. 2, de Christiana Femina, p�g. 360. Una joven y hermosa doncella, dice �l, fue emparejada con un hombre herido en a�os, quien despu�s de que ella descubri� que ten�a un aliento muy abundante y un cuerpo enfermo, sin embargo (fuera de conciencia, siendo por la providencia de Dios se convirti� en su esposa) dignamente digerido, con incre�ble paciencia y alegr�a, la languidez y la repugnancia de un marido, continuamente visitado por una variedad de enfermedades m�s molestas e infecciosas; y aunque los amigos y los m�dicos le aconsejaron que no se le acercara de ninguna manera, por temor al peligro y la infecci�n, ella, sin embargo, pasando con amoroso desd�n y desprecio por estas desagradables disuasiones, lo atorment� d�a y noche con extraordinaria ternura y cuidado y servicios. de todo tipo por encima de su fuerza y ??habilidad; ella era para �l amigos, m�dico, esposa, enfermera; s�, ella era padre, madre, hermano, hermana, hija, todo, cualquier cosa para hacerle bien de cualquier manera, etc.

Aunque supliqu� por el bien de los hijos, etc.] es decir, por el santo derecho del matrimonio y el fruto del mismo, esas queridas prendas de nuestro buen afecto matrimonial; hijos, como son queridos por sus padres (Charos, Plauto los llama en alguna parte), por lo que son entra�ables para sus padres, cuya semilla se llaman, como si no quedara nada para los padres excepto las c�scaras. Por lo tanto, este fue un argumento de fusi�n; pero no conmovi� a la esposa de Job. Los hombres pueden hablar de manera persuasiva, pero Dios solo persuade.

Versículo 18

S�, los ni�os peque�os me despreciaron; Me levant� y hablaron contra m�.

Ver. 18. S�, los ni�os peque�os me despreciaron ] Necios, dice la Vulgata, que nunca son m�s agradables que cuando hacen de bufones a mi costa. Hombres imp�os, algunos lo interpretan, como Job 16:11 . Otros, la clase de gente m�s baja. Y seguramente nadie tan vil como los que se burlan de la virtud, sobre todo porque han abandonado la fortuna, como se dice.

�Qu� burla m�s amarga fue la de Tob�as, el siervo o esclavo, el amonita! Nehem�as 4:3 . Los m�s bajos pueden burlarse, como lo hicieron los abyectos David, Salmo 44:15,16 , y los alestakes tambi�n, Salmo 69:12 .

Pero es una alegr�a hacerlo bien y, sin embargo, o�r mal. Todo el pueblo de Dios debe estar listo para pasar por buena noticia y mala noticia, 2 Corintios 6:8 . Y todo Job debe tener en cuenta que, como el reprobador es homine peior, un hombre m�s peor, no tanto como un hombre (dice Cris�stomo); as� que el reprochado, que lo soporta bien, es Angelis par, igual a los �ngeles.

Me levant�, y hablaron contra m� ] Me levant�, sc. para reprenderlos, o para apaciguarlos, o para alejarme de ellos, y apenas me volv� la espalda, ellos me insultaron. Algunos lo interpretan, Sto coram illis, yo estoy ante ellos; es decir, no se quedan hasta que yo pase, sino que me reprochan en la cara, tal es su osad�a y su bajeza. Ver Isa�as 3:5 .

Versículo 19

Todos mis amigos �ntimos me aborrecieron, y los que amaba se volvieron contra m�.

Ver. 19. Todos mis amigos internos me aborrecieron ] Heb. Todos los mortales de mi consejo, qd Mis m�s �ntimos conocidos y asociados, mis m�s altos confidentes, a quienes sol�a abrir mi pecho, y con quienes manten�a la m�s estrecha correspondencia; he aqu� estos ahora me aborrecen, y se apartan de m�; s�, apostatan de su profesada amistad; y renunciando a las leyes del amor, me tratan con desprecio y se vuelven contra m�.

Tal era Ahitofel para David, Salmo 55:14,15 , Judas para Cristo, Mateo 26:23 y Bildad para Job (como algunos conciben que presumi� por la �ltima cl�usula de este vers�culo).

Y aquellos a quienes am�, etc. ] Heb. Y este hombre a quien amaba, este Bildad amargado, que en su �ltimo discurso me ha irritado tan gravemente, que hasta ahora lo hab�a apreciado tanto. �Qu�? t�, mi hijo Bildad? K?? ?? ?????? B?????; Esto le lleg� al coraz�n mismo, como despu�s lo hizo con David, cuando por su amor fueron sus adversarios, cuando le recompensaron mal por bien y odio por su buena voluntad, Salmo 109:4,5 .

Por tanto, precioso y digno de toda aceptaci�n es el consejo del profeta Miqueas, Miqueas 7:5,7 "No conf�es en una amiga, no conf�es en una gu�a: aparta las puertas de tu boca de la que est� en tu seno, "E??????????? ???? ? ?????. "Porque el hijo deshonra al padre ... los enemigos del hombre son los de su casa. Por tanto, mirad al Se�or", etc. Todos los que conf�an en �l triunfar�n; pero para otros podemos vernos obligados a quejarnos, con la reina Isabel, en la confianza he encontrado traici�n, etc.

Versículo 20

Mi hueso se ha pegado a mi piel y a mi carne, y escap� con la piel de mis dientes.

Ver. 20. Mi hueso se pega a mi piel ] Mi piel es una bolsa de huesos. Me he convertido en un mero esqueleto, y bien puedo gritar: �Oh, delgadez m�a, delgadez m�a! Tan desnudo he crecido, que poco me parece m�s que piel y huesos, Isa�as 24:16 . Mi hueso se adhiere a mi piel como a mi carne (as� se puede leer), es decir, como una vez lo hizo en mi carne, cuando estaba bien forrado por dentro. Ahora, �ay! Yazco bajo un marasmo miserable; y, por tanto, debe ser digno de l�stima, por ser justamente objeto de su conmiseraci�n, Ossa sub incurvis aparente arida lumbis.

Y escap� con la piel de los dientes] Escap�, y salgo (como de una escaramuza caliente) con mi vida, y muy poco m�s. Todo lo que me ha dejado �ntegro es la piel de mis dientes; es decir, de mis enc�as, en las que est�n injertados mis dientes; el resto de mi cuerpo tiene una costra. La Vulgata lo traduce, Mis labios solo sobre mis dientes me quedan intactos. Y Junius da esta glosa, a Job no le quedaba nada m�s que el instrumento del habla.

Algunos, dicen algunos, el diablo no se entrometi� a prop�sito, como esperando que con ellos maldecir�a a Dios. Maldecirlo que pudiera con su coraz�n solamente; pero nada le habr�a gustado tanto al diablo como o�rle hacerlo con la lengua, Hoc fecisse Satanam volunt, ut voluntatem caperet (Merc.). �sta es la vanidad de algunos de los m�dicos jud�os. Pero es mejor atribuir este escape a la buena providencia de Dios que a la malicia del diablo.

Versículo 21

Ten piedad de m�, ten piedad de m�, amigos m�os; porque la mano de Dios me ha tocado.

Ver. 21. Ten piedad de m�, ten piedad de m�, etc. ] Al que est� afligido se le debe mostrar piedad de parte de sus amigos; y hacer lo contrario es abandonar el temor del Todopoderoso, Job 6:14 ; Ver Trapp en " Job 6:14 " Hab�a poco temor de Dios o misericordia hacia los hombres en ese b�rbaro obispo de Spire, que neg� a Enrique IV, emperador de Alemania (depuesto despu�s de diez a�os de reinado, y dif�cilmente mejor), un pobre oficinista en un monasterio de su propia fundaci�n; lo que hizo que el miserable emperador estallara en estas palabras de Job: "Ten piedad de m�, ten piedad de m�, oh amigos m�os, porque la mano de Dios me ha tocado.

"Los papistas nos dicen que las almas en el purgatorio claman a sus amigos en la tierra por ayuda de esta manera y en estos t�rminos. Pero esto es tanto una ficci�n como el purgatorio en s� es una invenci�n del Papa; quien debe ser extremadamente despiadado para permitir que tantas almas yazcan en tan grandes tormentos, cuando �l tiene el poder de sacarlas a su gusto.

Versículo 22

�Por qu� me persigues como a Dios, y no te sacias de mi carne?

Ver. 22. �Por qu� me persigues como Dios? ] �Es esto que me compadezco as� de presionarme con reproches, y en ello pensar que complaces a Dios y le prestas un buen servicio? �No sab�is que perseguir al que ha herido es la mayor crueldad? �Y hablar del dolor de aquellos a quienes ha herido es acumular culpa y, por lo tanto, ira? Salmo 69:26,27 .

Cuando le disparan a un ciervo, el resto de la manada lo empuja fuera de la compa��a. Cuando un �rbol cae, todos los pasajeros est�n listos para tirar de �l, D???? ???????? ???? ??? ?????????. Pero el pueblo de Dios debe amar como hermanos, ser compasivo, ser cort�s, 1 Pedro 3:8 ; y de unos tienen compasi�n, haciendo la diferencia, y otros salvan con miedo, sac�ndolos del fuego, Jueces 1:22,23 .

As� deber�a ser; pero como en la antig�edad, en Egipto, un hebreo golpeaba a otro; El adversario com�n no asest� suficientes golpes, pero los suyos deb�an aumentar la violencia. Sin embargo, Satan�s est� tan ocupado y los cristianos son maliciosos; que, como si quisieran perseguidores, se persiguen unos a otros; y si (como aqu�) s�lo pueden hacer como Dios, es decir, por Dios, mientras se enga�an a s� mismos (para reivindicar su justicia y promover su gloria), entonces se enfurecen y conf�an, como estos amigos de Job; en quien, sin embargo, fue m�s error amoris que amor erroris, un error de amor que cualquier amor al error.

�Y no est�s satisfecho con mi carne? ] Que est� consumido por el dolor y el dolor; esto no te contenta, pero debes quebrarme tambi�n los huesos, y chuparme la sangre con tus contumes y calumnias. Brentius y otros aplican este texto a los difamadores y difamadores, a quienes comparan con los can�bales, Est detractoris periphrasis (Mercer). Non menos enim calumniatores homines devorant quam Scythae (Brent.

en loc.). Se dice de los lobos que una vez que se han alimentado de la carne del hombre no desisten, sino que desean m�s de ella. Job ve a sus amigos como comedores de hombres, en los que su dolor lo llev� demasiado lejos; y mientras los estaba moviendo a la compasi�n, se muestra demasiado apasionado.

Versículo 23

�Oh, que mis palabras estuvieran ahora escritas! �Oh, que estuvieran impresos en un libro!

Ver. 23. �Oh, si mis palabras estuvieran ahora escritas! ] Este deseo reiterado lo establece Job como pre�mbulo al testimonio memorable que sigue de la resurrecci�n, como un asunto de mayor peso y digno de consideraci�n de todas las edades; que, por tanto, �l desea que se registre en alg�n instrumento p�blico para toda la eternidad; y Dios le dijo am�n. Porque no s�lo este precioso pasaje, sino todo el Libro de Job, tan lleno de instrucci�n divina preparatoria para el �ltimo d�a, fue escrito por Mois�s, o alg�n otro profeta de esa �poca, o por el mismo Job despu�s de su restauraci�n. ), y ponerlo entre los libros can�nicos de la Escritura; acerca de lo cual David dice: "Para siempre, oh Jehov�, permanece tu palabra en los cielos", Salmo 119:89 .

Y Cristo, "El cielo y la tierra pasar�n, pero ni una jota ni una tilde", etc., Mateo 5:18 . Ni un cabello de esa sagrada cabeza puede caer a la tierra. As� Dios ha respondido a Job, ad cardinem desiderii, como habla un Padre, dej�ndole ser como �l quisiera (Confesi�n de agosto 1, 5, c. 8).

�Oh, si fuesen impresos ] O dibujados, es decir, escritos (dice uno) en letras grandes y may�sculas, para que todo el mundo pudiera leerlos, Habacuc 2:2 , porque no hab�a impresi�n en aquellos d�as que nosotros conocemos. De hecho, los chinos nos dicen que ten�an el arte de imprimir mucho antes. Pero en Europa no se supo de �l hasta el a�o 1440.

Comenz� a practicarse en Haarlem, en los Pa�ses Bajos (por Lawrence Jans, dicen algunos, por John Guttenberg, dicen otros), y se perfeccion� en Mentz, donde las Oficinas de Cicer�n, el primer libro que se imprimi�, todav�a se conserva para Un monumento.

�En un libro! ] Para que pudiera ser conservado y guardado para uso de la posteridad, en alg�n Quiriahsefer o ciudad de libros. Que los que puedan, sean aptos y activos en la presentaci�n de libros para el beneficio de otros, ya que Paulum sepultae distat inertiae celata virtus - (Horat.), El que enterr� sus talentos dio una gran cuenta al maestro, y por lo tanto fue llamado mal, porque un siervo ocioso, Mat 25:26

Versículo 24

�Que fueron esculpidos con pluma de hierro y plomo en la roca para siempre!

Ver. 24. Que fueron esculpidos con una pluma de hierro, etc. ] Que mis palabras no solo fueron scripta sed sculpta, escritas, sino grabadas en una roca, como las leyes de varias naciones fueron grabadas en bronce o m�rmol; y como monumentos y epitafios est�n grabados en las tumbas para recordar a los muertos.

Y plomo ] Plumbo per sulcos infuso, dice Junius, los cortes de las letras en m�rmol se rellenan con plomo, para que sean m�s legibles y duraderas.

En la roca ] En m�rmol tallado en la roca. Ciertamente son palabras de oro las que aqu� siguen, y bien dignas de ser escritas en letras de oro. En la Vida de Zisca (ese bohemio belicoso) se registra que en el famoso monasterio llamado la corte del rey, a una milla de Praga, en las paredes del mismo, toda la Biblia estaba exquisitamente grabada en letras de oro (Vidas de Clarke).

�Para siempre! ] Para durar m�s de lo que dura el mundo. Aquellos sanguinarios tiranos de los tiempos primitivos dieron cuenta de que se hab�an asegurado de erradicar la verdadera religi�n, cuando anunciaron el triunfo de antemano, y grabaron la victoria sobre columnas de m�rmol en estas burbujas de palabras: Nomine Christianorum deleto qui Remp. evertebant, etc. He borrado el nombre de los cristianos que ... Pero Cristo reinar�, y la Iglesia estar� a su diestra como reina en oro de Ofir, Salmo 45:9 , cuando toda la grandeza terrenal yazca en el polvo.

"Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos", Salmo 45:6 ; y habr� una nueva sucesi�n de santos para toda perpetuidad. Salmo 72:17 , "Su nombre perdurar� para siempre; su nombre continuar� (heb. Childed) hasta el sol", hasta el mundo, hasta la palabra de nuestro Dios, que, seg�n Job Deseo aqu�, permanecer� para siempre, Isa�as 40:8 .

Pero, �qu� significa la traducci�n de la Vulgata aqu� con esta insignificante palabra Celta? Celte vox est nihili (Merc.). �Y por qu� Hugo deber�a buscar resolver el asunto, dici�ndonos que el celtis es una herramienta con la que se cortan letras o dibujos en el pedernal? Con lo cual, Vide, quaeso, mi Lector, dice Brentius, Mira, te ruego, buen lector, cu�n extra�amente interpretan las Escrituras que carecen de conocimiento; porque ni celte es tal herramienta, ni puede ser celte para certe, ya que la palabra hebrea lagnad no significa con seguridad, sino para siempre.

Versículo 25

Porque yo s� que mi Redentor vive, y que estar� en el postrer d�a sobre la tierra.

Ver. 25. Porque yo s� que mi Redentor vive ] Clarissima fidei confessio, dice Brentius, Una confesi�n m�s famosa de su fe. Brevis et longa, totaque aurea, est haec apologia, dice otro: Esta es la breve pero larga disculpa de Job, pero dorada por todas partes, y la que tiene plenitud de materia en pocas palabras. Calvino y Mercer ( viri alioqui iudiciosissimi ) se equivocan aqu�, cuando, siguiendo a los rabinos, interpretan este texto como una restauraci�n temporal de Job a tal estado de honor y riquezas que hab�a disfrutado en la primera parte de su vida; a esto lo llaman resurrecci�n y redenci�n de Job, etc.

Pero sus pensamientos volaron m�s alto que eso. "Lo s�", dijo; es como si dijera: Ustedes se consideran los �nicos sabios, y en cuanto a m�, Bildad me ha puesto entre los que no conocen a Dios, Job 18:21 . Pero por esto s� que lo conozco, 1 Juan 2:3 , porque conozco a aquel a quien envi�, Jesucristo, Juan 17:3 , no solo como redentor, sino como "mi redentor", por una aplicaci�n particular de �l a m� mismo, que es la esencia misma y la forma de la fe.

Este gran misterio de la piedad lo conozco, cualquier otra cosa que ignore; y lo s� con seguridad, porque estoy seguro de mi inter�s en Cristo, mi pariente y redentor; y, por tanto, no soy un hip�crita ni un imp�o, como t� quisieras hacerme. Si no fuera por esta palabra de posesi�n (m�a), el peor hombre vivo, es m�s, el diablo, podr�a decir como Job aqu�; s�, repita todos los Art�culos del Credo con el mismo prop�sito que �l; pero lo que atormenta al diablo es, �l no puede decir "mi" a ninguno de ellos.

S�, dijo Job, cuando fue condenado por hip�crita, que Cristo es mi redentor, y que este mi redentor vive por los siglos, y es por siempre m�o. Entonces el Dr. Taylor, m�rtir, cuando fue condenado por hereje, suscribi� su �ltima voluntad y testamento en estas palabras, Rowland Taylor, partiendo de aqu� con una esperanza segura, sin dudar de una gloriosa resurrecci�n, doy gracias a Dios, mi Padre celestial, a trav�s de Jes�s. Cristo, mi cierto Salvador (Hechos y Lunes).

Y que estar� en pie ] Como guarda del campo cuando todos sus enemigos ser�n el estrado de sus pies, Salmo 110:1 . As� que �l est� de pie, Apocalipsis 10:2 , poniendo su pie derecho sobre el mar y su pie izquierdo sobre la tierra (oponi�ndose a todos los herejes y anticristos que de ah� surgen), como Se�or supremo de ambos.

En el �ltimo d�a ] O al final de todos. Teodosio lo traduce, Novissime. Un juicio general de vivos y muertos en el �ltimo d�a, fue en el tiempo de Job, y luego por Zoroastro y otros paganos (como Lucrecio, Teopompo, Plat�n, Cicer�n, Ovidio, etc.), creyeron y predijeron. Pero, con el paso del tiempo, esta doctrina pura y verdadera se oscureci� entre ellos; y cuando una vez se extingui�, las supersticiones y otras vanas tonter�as se apoderaron de la mayor parte del mundo.

La antigua tradici�n dec�a que la �ltima era del mundo deber�a estar tan sucia por todas partes, que, como no se pod�a lavar con agua, como una vez, deber�a ser consumida con fuego, 2 Pedro 3:10 .

Sobre la tierra ] O, Sobre la tierra; a saber, en el aire. Porque all� es probable que Cristo se siente en las nubes del aire cerca de la tierra, donde los elegidos ser�n arrebatados para recibir al Se�or, y as� estar�n siempre con el Se�or, 1 Tesalonicenses 4:17 . All� los demonios ser�n sometidos y sentenciados, donde han gobernado y jugado Rex, Efesios 2:2 ; ver Mateo 24:30 . Algunos lo leen: Y esto (se�alando su cuerpo) se levantar� en el �ltimo d�a sobre la tierra.

Versículo 26

Y [aunque] despu�s de que mi piel [gusanos] destruya este [cuerpo], en mi carne ver� a Dios:

Ver. 26. Y aunque despu�s de que mis gusanos de la piel destruyan este cuerpo ] Aqu� vuelve a se�alar, como tambi�n lo hace David, cuando en Salmo 34:6 , dice: "Este pobre clam�, y el Se�or le oy�", etc. As� que los antiguos creyentes, cuando llegaron a ese Art�culo en el Credo, creo que la resurrecci�n de la carne, sol�an agregar, Etiam huius carnis, incluso de esta carne, se�alando alguna parte desnuda de su cuerpo; o bien aludiendo al ap�stol, "Este mortal debe vestirse", etc.

Los gusanos destruyen este cuerpo ] Heb. Ellos destruyen esto. No dice este cuerpo, quod ob deformitatem summam, non liceret corpus dicere, dice Vatablus, Tan gastado estaba, y consumido por llagas y enfermedades, que dif�cilmente podr�a llamarse cuerpo. Y, sin embargo, tampoco fue el peor, porque en la tumba deber�a comerse gusanos y algo m�s. Mihi experto credite, dice Austin, Cr�ame, que lo he probado, abro sepulcros de muertos, y sobre sus cabezas encontrar�n sapos que se arrastran, engendrados de sus cerebros; en sus lomos serpientes, engendradas de sus ri�ones; en sus vientres gusanos, engendrados de sus entra�as, etc. (Serm. 48, ad Frat. In Erem.).

Sin embargo en mi carne ] Heb. De mi carne, como de una ventana.

Ver� a Dios ] Ver� a Cristo, Christum in corpore (el deseo de Austin), el cuerpo humano y glorificado de Cristo, que es Dios bendito por los siglos, como tambi�n el cuerpo m�stico de su Iglesia perfectamente unido a �l, 1 Juan 3:2 . En este sentido, algunos traducen el texto as�: Ver� a Dios en mi carne, es decir, ver� a Cristo sentado en gloria, vestido de carne o en semejanza de hombre.

Y aqu� s�lo piensa contigo mismo, aunque sobrepase el alcance de cualquier pensamiento mortal, dice uno, qu� felicidad infinita e inexplicable ser� mirar para siempre el cuerpo glorioso de Jesucristo, brillando con belleza incomprensible, y considerar que incluso cada vena de ese cuerpo bendito sangr� para llevarte al cielo; y que estando con tal exceso de gloria unido hipost�ticamente a la segunda persona en la Trinidad, ha honrado y avanzado tu naturaleza, en ese sentido, muy por encima del querub�n m�s brillante.

Todo el vers�culo puede leerse as�: Y despu�s de que despierte, aunque este cuerpo sea destruido, sin embargo, de mi carne ver� a Dios. Y as� le�do, es una confesi�n m�s clara y completa de la resurrecci�n, dice un int�rprete. Es com�n en las Escrituras comparar la muerte con el sue�o y la resurrecci�n con el despertar, Dan 12: 2 Salmo 17:15 .

Los cuerpos de los santos son depositados en la tumba, como en un lecho de rosas, para madurar y suavizarse contra la resurrecci�n, y escriben en sus tumbas, como se hizo una vez, Resurgam, seguramente resucitar� (Dr. King). El cuerpo de Mois�s, escondido en el valle de Moab, apareci� despu�s glorioso en el monte Tabor. Este es un asunto de gozo y triunfo, como lo fue aqu� para Job, y para aquellas almas buenas que iban a perderlo todo, Daniel 12:2 , y aquellos, Hebreos 11:35 , considerando que Dios, al pudrirse, refinar�a sus cuerpos. y, a su debido tiempo, elevarlos conforme al cuerpo m�s glorioso de Cristo, el estandarte.

La previsi�n de esto anim� el buen coraz�n de David, Salmo 16:9 , y los de Isa�as, Isa�as 26:19 , y la buena gente en el tiempo de nuestro Salvador, Juan 11:24 .

S�, dice Marta, acerca de su hermano L�zaro, que resucitar� en la resurrecci�n; en el consuelo, dice el int�rprete sir�aco (Benuchama). La resurrecci�n y el consuelo eran entonces t�rminos equivalentes. De ah� ese gran ap�stol, 2 Corintios 4:16 : "Por esto no desmayamos", dice. �Por qu� causa? Porque creemos "que el que resucit� al Se�or Jes�s, tambi�n a nosotros nos resucitar� por Jes�s, y nos presentar� con vosotros".

"Y el mismo ap�stol hace de esta doctrina de la resurrecci�n el canon de consolaci�n, 1 Tesalonicenses 4:13,14 , etc., hasta el final.

Versículo 27

A quien ver� por m� mismo, y mis ojos lo ver�n, y no a otro; [aunque] mis riendas se consuman dentro de m�.

Ver. 27. A quien ver� por m� mismo ] Habla con confianza, como quien est� completamente seguro de una resurrecci�n; cu�l, de no ser as�, �c�mo deber�a haber una retribuci�n del cuerpo? Di que no, no podemos ver c�mo es posible. �No vemos una resurrecci�n anual de pasto, grano, hierbas, flores, frutas, cada primavera? �No sabemos que los hombres pueden hacer vasos con cenizas? que un qu�mico puede de varios metales, mezclados, extraer uno del otro y reducir cada metal a su propia especie o clase? Etiam animalculae quaedam typi Resurrectionis sunt, dice Lavater: Algunas peque�as criaturas vivientes son tipos de la resurrecci�n.

�l ejemplifica en el letargo, que duerme todo el invierno y revive en la primavera; en los gusanos de seda, que, al morir, no dejan m�s que un cierto excremento que, al ser transportado en el pecho de las mujeres, se calienta y revive. Por tanto, si la naturaleza hace tales cosas, �ser� dif�cil que el Dios de la naturaleza resucite a los muertos? El cuidar el verde del olivo de No� en el tiempo del diluvio; el florecimiento de la vara seca de Aar�n; la carne y los tendones llegando a los huesos secos de Ezequiel; �Qu� eran estos sino emblemas vivientes de la resurrecci�n?

Y mis ojos ver�n, y no otro ] Aqu� mantiene la identidad de su carne y cuerpo en la resurrecci�n; una identidad, digo, no s�lo espec�fica, sino num�rica o individual. El mismo cuerpo particular que cay� se levantar�. Esto fue negado en la antig�edad por los marcionistas, basilidianos y valentinianos (esos semi-saduceos, como los llama Tertuliano); y despu�s de ellos Eutiquio, obispo de Constantinopla, quien, como dice Gregorio, ense�� que los hombres, levant�ndose de nuevo, deben tener cuerpos aireados, y no carnales, s�, m�s sutiles que el aire, abusando de ese lugar del ap�stol, "Se siembra un cuerpo natural; resucita un cuerpo espiritual ", etc.

: pero su libro fue quemado como her�tico. Se le llama cuerpo espiritual, por su gran fuerza y ??actividad con que ser� investido, y por el cual podr� soportar un peso de gloria; como tambi�n, para eso no tendr� necesidad de alimento, sue�o u otras ayudas naturales, sino que seremos como los �ngeles de Dios, Mateo 22:30 , pero todav�a los mismos hombres que ahora somos.

Que nadie diga con Nicodemo: �C�mo puede ser esto? No hay ninguna dificultad para la Omnipotencia, Filipenses 3:21 . Adem�s, hay una sustancia que a�n se conserva, incluso cuando el cuerpo se convierte en polvo, y esta ser� levantada, aclarada y reunida con el alma. El que hizo al hombre al principio de la nada, puede f�cilmente rehacerlo de algo.

�Y si su polvo se esparce de aqu� para all� y se mezcla con el de otros? El jardinero h�bil, habiendo mezclado varios tipos de semillas, pronto puede separarlas; �Y el que tiene toda la tierra en su pu�o, no discernir� el polvo de sus santos unos de otros? Las bolitas o encurtidos de mercurio, esparcidos por el suelo, no se mezclan con ninguna de otra especie; pero si alguno los junta, se juntan en uno por su propia cuenta; as� que est� aqu�, dice Greg. Nyssen.

Aunque mis riendas se consuman dentro de m� ] Aunque, desde mi piel hacia afuera hasta mis riendas hacia adentro, todo ser� consumido, sin embargo, todo ser� levantado y restaurado. La Vulgata traduce estas palabras as�: Esta esperanza est� guardada en mi seno; y Burgensis lo expone as�: Esto es lo �nico que deseo y espero m�s fervientemente; verbigracia. ver a Cristo en la carne en el �ltimo d�a: las riendas son el asiento de los fuertes deseos.

Versículo 28

Pero deb�is decir: �Por qu� le perseguimos, si la ra�z del asunto est� en m�?

Ver. 28. Pero deb�is decir: �Por qu� le perseguimos? ] Nam olim dicitis cur eum persequebamur? (Tigur.) Esto ciertamente dir�is un d�a: "Entonces volver�is y discernir�is entre el justo y el imp�o", etc., Malaqu�as 3:18 . Entonces se arrepentir� (deber�a hacerlo ahora) de haberme calificado y vilipendiado por hip�crita; verbigracia.

cuando Dios haya limpiado mi integridad (como lo hizo, Job 42:10), o en el �ltimo d�a como sea, a qu� hora habr� una resurrecci�n de nombres as� como de cuerpos. Si lo dijera ahora, ser�a una satisfacci�n. Quem poenitet peccasse poene est innocens. Hab�is o�do, por la confesi�n que he hecho, que no soy un malhechor ni un infiel; sino que me aferro a la palabra fiel.

La ra�z del asunto est� en m� ] O, la ra�z de la palabra, la palabra injertada de Dios, que puede salvar mi alma, ha echado ra�ces en m�, Santiago 1:21 . Mantengo el misterio de la fe en pura conciencia, 1 Timoteo 3:9 , este es el gabinete, que la joya guardaba en �l.

�Y con qu� cara pod�is censurar a uno como un n�ufrago, que en verdad est� muy afligido, de modo que mis propias riendas se consumen dentro de m�? es m�s, las gracias tambi�n est�n un poco deslucidas, y para m� es un poco mejor que con un �rbol en invierno; y como �rbol alto, cuya savia est� en la ra�z, Isa�as 6:13 . Pero mientras "la ra�z del asunto est� en m�", esa gracia radical de la fe; y puesto que pronuncio, como hab�is o�do, las palabras de verdad y sobriedad (como frutos de una fe sana), seguro que deb�is tratarme con m�s ternura, como quien tiene algo de savia y sustancia en �l.

Versículo 29

Temed a la espada: porque la ira [trae] los castigos de la espada, para que sep�is [que hay] juicio.

Ver. 29. Temed a la espada ] Heb. Temed por vosotros mismos, ante el rostro de la espada; La espada grande, fuerte y dolorosa de Dios, Isa�as 27:1 , que cuelga sobre sus cabezas, por as� decirlo, con un hilo entrelazado. Oh, tiemblen ante los juicios de Dios, mientras ellos penden de las amenazas. El que no tiembla de o�r ser� hecho pedazos en sus sentimientos, como dijo el m�rtir: La espada de Dios desprecia la vara, Ezequiel 21:13 .

Si Job est� bajo su vara, los que lo persiguen, bajo cualquier pretexto, sentir�n la fuerza de su espada o de su profundo disgusto. Ahora bien, es terrible caer en las manos castigadoras del Dios viviente. Y la crueldad hacia los dem�s, hacia los suyos especialmente, se asegurar� de castigar, porque es bondadoso, �xodo 22:27 .

Fugite ergo a facie gladii, Huye, por tanto, del rostro de la espada, por eso la Vulgata traduce este texto. La espada es un instrumento de muerte; tiene su nombre en hebreo por devastaci�n; y el rostro o rostros de la espada, muestran que la venganza divina est� cerca. Es una misericordia para los hombres que Dios afile su espada antes de golpear, y primero se aferre al juicio antes de que sus juicios se apoderen de nosotros, Deuteronomio 32:41 (agosto en Sal. XXX).

Porque la ira trae los castigos de la espada ] Es por amor disgustado que Dios castiga a sus hijos; pero del ardor de la ira que azota a sus enemigos: a algunos de estos Dios castiga aqu�, para que no sea su providencia, pero no todos, para que no se ponga en tela de juicio su paciencia y promesa de juicio.

Para que sepamos que hay juicio ] En el cual los que juzgan precipitadamente a otros ser�n juzgados por Dios, Mateo 7:1 . Y los amigos de este Job sab�an lo suficiente, pero no sopesaron bien, para asustarse de las censuras imprudentes. Les recuerda, por tanto, su peligro y trabaja para evitar su dolor, que tanto hab�a causado el suyo.

Vea algo similar en Jeremias 26:15 , en nuestro Salvador, en San Esteban, etc., y aprenda a ser igualmente caritativo; aunque tu �xito no sea mejor que el de Job, sobre quien, en lugar de este amor, cayeron m�s mal que antes, como se ver� en sus siguientes discursos.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 19". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-19.html. 1865-1868.