Bible Commentaries
Job 24

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

�Por qu�, viendo que los tiempos no est�n ocultos al Todopoderoso, los que lo conocen no ven sus d�as?

Ver. 1. Pues, viendo que los tiempos no est�n ocultos al Todopoderoso ] Heb. �Por qu� los tiempos no est�n ocultos al Todopoderoso? qd �Qui�n podr�a pensar de otra manera, que no hubiera estado en el santuario, Salmo 73:17 , y all� escuch�: �Ay de los imp�os! �Le ir� mal, porque la recompensa de sus manos se le dar� (tarde o temprano)? Isa�as 3:11 .

Los m�dicos jud�os concluyen, pero falsamente, de este texto, que Job neg� la providencia divina. Y el lat�n Vulgata, para resolver el asunto y salvar a Job de la imputaci�n de epicurismo, toma la osad�a de dejar fuera el interrogativo por qu�, y lo traduce as�: Los tiempos no est�n ocultos al Todopoderoso; No sea que, al plantearlo como una pregunta, Job deber�a afirmar que los tiempos y los eventos est�n ocultos a Dios, o al menos deber�a desear y desear que as� fuera.

Vatablus piensa que Job aqu� se pone sobre la persona de alguien que niega la providencia de Dios, o al menos la duda; como si dijera: Vosotros, amigos m�os, dec�s que nada est� oculto a Dios, y ahora os exijo c�mo los tiempos, y las cosas que se hacen a tiempo, pueden ser de otra manera que esconderse de �l, cuando como vemos hombres malvados para hacer su oscilaci�n en el pecado, y sin embargo, por lo que vemos, escapar impunes? Deber�a parecer, por su gui�o a las pr�cticas perversas, que no le importa c�mo se llevan las cosas en este mundo presente; como ciertamente har�a si diligens mundi oeconomus, aut rerum humanarum conscius (Brent.

). De hecho, esto podr�a hacer tambalear a un David o Jerem�as en una pasi�n, como Sal 73: 2-17 Jeremias 12:1 , y hacer que un Di�goras o un Averroes se vuelvan ateos; pero Job fue mejor instruido en este punto, como aparece en muchos pasajes de este Libro. Vea Job 21:16 ; Job 21:22 . Tampoco se puede concluir tal cosa de este texto, si tomamos la �ltima parte del vers�culo.

Los que le conocen, �no ven sus d�as? ] Todo el vers�culo debe leerse as�: �Por qu� no se ocultan los tiempos al Todopoderoso, teniendo en cuenta que los que le conocen no ven sus d�as? es decir, dado que sus siervos m�s sabios nunca pudieron observar los tiempos y las estaciones (de castigar a las personas sin gracia aqu�) que �l ha puesto en su propio poder, Hechos 1:7 .

De hecho, a Abraham (por un favor especial) se le dijo que Sodoma deber�a ser destruida repentinamente. Y Mois�s pudo decir: De Jehov� ha salido la ira, toma un incensario, etc., N�meros 16:46 . A medida que alguien es m�s fiel y est� m�s familiarizado con Dios, mucho mejor y m�s temprano discierne sus juicios sobre los imp�os, y es afectado por ellos.

Ver Habacuc 3:16 . Ver Trapp en " Hab. 3:16 " Pero no hay una regla segura que nos haya dado qu� castigo para concluir a un hombre inicuo; tampoco podemos decir con seguridad en qu� momento o de qu� manera y medida Dios castigar� a los imp�os en esta vida presente. La de Austin tiene mucha raz�n. Algunos Dios inicuo castiga aqu�, para que no sea su providencia, y otros, para que no se cuestione su paciencia y promesa de juicio.

Versículo 2

Job 24:2 [Algunos] quitan los hitos; se llevan violentamente reba�os y se alimentan de ellos.

Ver. 2. Algunos eliminan los hitos ] Aqu� �l ejemplifica en todo tipo de personas malvadas, con sus seculi laetitia, impunita nequitia; van directamente contra los mandamientos de Dios; no le agradan y son contrarios a todos los hombres; y sin embargo, �qui�nes sino ellos, mientras dure? Algunos eliminan (o tocan) los puntos de referencia, que los mismos paganos consideraban sagrados, y ni una sola vez para ser tocados.

Numa, rey de los romanos, promulg� una ley seg�n la cual, si alguien escond�a o quitaba un hito, deb�a ser asesinado por el pr�ximo que se encontrara con �l, como una persona sacr�lega o una plaga p�blica, Inter ethnicos Terminus numinis loco habitus est. La ley de Dios maldice a tal ofensor, Deuteronomio 27:15,26 , y las leyes civiles Deuteronomio 27:15,26 sentencia de muerte sobre �l.

Los caldeos parafrastas y los viejos rabinos comprenden esta y las siguientes ofensas, del viejo mundo, llenas de rapacidad e impiedad. Pero, �no se encuentran tambi�n entre nosotros males semejantes y peores, sobre quienes han llegado los fines del mundo, en estos �ltimos y peores tiempos, como Bernardo convenientemente los un�a? En su ultimis et pessimis temporibus. Lea el cat�logo y compare. Consideren, tambi�n, que entonces leen o escuchan este cap�tulo correctamente, cuando, aplicando cada pasaje a ustedes mismos, aprenden a lavarse las manos con inocencia, o al menos con l�grimas por estas abominaciones; como tambi�n, si no os sent�s ofendidos por la prosperidad de los que caen en todas o menos en algunas de estas maldades, ya que est� cerca el tiempo en que se debe dar cuenta de todas las cosas que se hacen en el cuerpo, sean buenas o malas.

Se llevan violentamente reba�os y se alimentan de ellos ] Aunque comen lo que en la tierra digieren en el infierno. O y darles de comer; verbigracia. abierta y descaradamente, con tanta insolencia como injusticia; y como si los hubieran atrapado por derecho, y no por rapi�a y robo. Lavater menciona en el texto a un cierto tirano helv�tico, que arrebat� violentamente los bueyes del arado de un paisano honrado y le dijo que era conveniente que los payasos tiraran ellos mismos el arado, sin ayuda de bueyes.

Versículo 3

Ahuyentan el asno de los hu�rfanos, toman en prenda el buey de la viuda.

Ver. 3. Ahuyentan el asno de los hu�rfanos ] El �nico asno de los hu�rfanos, esas criaturas indefensas y desamparadas, tan despiadados son estos abigei, lo que no es una peque�a agravaci�n de su injusticia. ver 2Sa 12: 3 Porque no todos los pecados son iguales, como los estoicos alguna vez sostuvieron, sino m�s ligeros o m�s pesados ??seg�n sus circunstancias. Robar a los ricos es una gran ofensa, pero saquear a los pobres es mucho mayor.

Toman en prenda el buey de la viuda] Sin el cual no puede arar; o su vaca, como algunos la dan, sin la cual ella y sus hijos no pueden vivir. El sustento de un cuerpo pobre es su vida (como la de esa viuda pobre era ???? ??? ????, Marco 12:44 , y lo mismo se dice de la hemorroide, Lucas 8:43), aplasta este caracol en su caparaz�n y lo matas.

Ahora, por lo tanto, aunque no sea ilegal tomar una prenda de garant�a en algunos casos; sin embargo, se debe usar la cortes�a y se debe mostrar misericordia a los hu�rfanos, viudas, extra�os y otros semejantes, porque son clientes de Dios, y �l los ha tomado bajo su cuidado y ense�anza especiales.

Versículo 4

Apartan del camino al necesitado; los pobres de la tierra se esconden juntamente.

Ver. 4. Sacan del camino a los necesitados ] O para hacerse un lugar, como los �nicos hombres. Retrocede, dicen los sodomitas a Lot, G�nesis 19:9 . P�rate m�s lejos, dicen los de Isa�as. Ver Pro 30:14 Am�s 8:4 . O bien, porque cuando estos saboteadores est�n en el exterior, acechan los caminos, y ning�n viajero, que nunca sea tan pobre y necesitado, puede pasar libremente por ellos (Beza); de tal manera que se ven obligados a dejar el camino ancho y trillado, y en todas partes a buscar caminos y pasajes desconocidos para escapar de sus manos.

Y los pobres de la tierra se esconden juntos ] No sea que despu�s de que su ganado se haya ido, como antes, ellos mismos, ut mancipia nexa, como esclavos unidos (Junius), sean llevados y llevados por ellos a las oficinas de base, como se menciona en los siguientes versos. Los tiranos son considerados cometas o tempestades. Attilas se estiliza a s� mismo, Dei flagellum, et orbis vastitatem, El azote en la mano de Dios, y el bien desperdiciado del mundo; dijo arrogantemente que las estrellas ca�an ante �l, la tierra temblaba debajo de �l, y que har�a que sus habitantes se retorcieran a los rincones, como hacen los gusanos en sus agujeros cuando una vez truena.

Sabemos qui�nes eran (incluso aquellos dignos de quienes el mundo no era digno) que, cazados como perdices por sus crueles perseguidores, y expulsados ??de casa y hogar, vagaban por desiertos y monta�as, y por cuevas y cuevas del tierra, Hebreos 11:38 , donde encontraron que las fieras eran m�s apacibles y misericordiosas con ellas que esos duros tiranos de coraz�n.

Versículo 5

He aqu�, [como] asnos monteses en el desierto, salen a su trabajo; levant�ndose a tiempo para una presa: el desierto [da] alimento para ellos [y] para [sus] hijos.

Ver. 5. He aqu�, como asnos monteses en el desierto, salen a su trabajo ] Estos opresores b�rbaros y brutales, h�biles para destruir, viven en este mundo como el asno mont�s en el desierto, vagando y deambulando por el bot�n , Onagri inter feras sunt efferatissimi, neque unquam mansuescunt (Merc.), Para lo cual temprano en la ma�ana se preparan y se aprovechan, como si este fuera su oficio y ocupaci�n por lo que necesitan ganarse la vida.

Hic labor, hoc opus, vel artificium eorum est, dice Lavater. As� como "el hombre sale a su trabajo y a su labor hasta la tarde", Salmo 104:23 , as� hacen estos cormoranes codiciosos, estos lobos nocturnos (como los llama Miqueas), estos saqueadores "que inventan iniquidad, y hacen maldad en sus vidas. camas: cuando amanece lo practican, porque est� en el poder de sus manos.

Y codician campos y los toman con violencia; y casas, y Miqueas 2:1,2 ", etc., Miqueas 2:1,2 . Job hab�a sufrido mucho por los saqueadores �rabes, esos asnos salvajes, que contin�an su antiguo oficio hasta el d�a de hoy, capturando y arrebatando, vivitur ex rapto; ni �Pueden ser repelidos o reprimidos por raz�n de su multitud y su incre�ble rapidez (Fabric. in descrip. peregr. Hierosol.).

El desierto da alimento, etc. ] Su pillaje es su labranza, su rapi�a es su ganancia, con lo cual se mantienen a s� mismos ya los suyos; como el asno salvaje se gana la vida en el desierto. Pero, �escapar�n as� por la iniquidad? �No tienen otras formas de trabajar? no hay mejores medios? Nunca lo pienses. "En tu ira, oh Dios, derriba al pueblo", Salmo 56:7 .

Lo har�; porque las palabras son tanto prof�ticas como optativas. "Los tesoros de la maldad de nada Proverbios 10:2 ", Proverbios 10:2 . Mamm�n de iniquidad es el siguiente nombre odioso del diablo; y al diablo le traer� un hombre, 1 Timoteo 6:9 .

Se dice que el ingl�s Hubertus, un codicioso opresor, hizo este testamento: entrego mis bienes al rey, mi cuerpo a la tumba, mi alma al diablo. Se dice que el Papa Silvestre II entreg� su alma al diablo por siete a�os de disfrute del Papa.

Y para sus hijos ] Tenemos un proverbio profano y falso: Feliz el ni�o cuyo padre va al diablo. �Oh fiel esclavo! dijo una vez un hijo sin gracia de un padre as�, que muri� y le dej� una gran cantidad de bienes mal habidos.

Versículo 6

Ellos cosechan [cada uno] su trigo en el campo, y recogen la vendimia de los imp�os.

Ver. 6. Cada uno cosecha su trigo en el campo ] Los pobres oprimidos son hechos por ellos para cosechar sus cosechas y pisar sus cosechas al final del a�o ( sero colligunt ), como el hebreo importath, sin comida ni salario, o tanto como una copa para beber, como establece el und�cimo vers�culo; lo cual es una crueldad extrema y rotundamente prohibida, Deuteronomio 24:14,15 , y se ha ordenado que no se ponga bozal a la boca del buey que trilla, Deuteronomio 25:4 .

Quantum igitur iudicium, dice Brentius, Cu�n grandes juicios de Dios caer�n entonces sobre aquellos que hagan eso a hombres de la misma carne, de la misma fe, del mismo pa�s, consigo mismos, lo que no deber�an hacer con las criaturas brutas. que utilizan! Quod malum en Germania frecuentissimum est; Vae igitur Germaniae: Esto, dice, es un pecado com�n en Alemania; ay, por tanto, de Alemania. Piensa lo mismo de Inglaterra, y f�jate que este es uno de esos pecados que lloran y que entran en los o�dos del Se�or de los Sabaoth, Santiago 5:4 , y �l oir�, porque es misericordioso, �xodo 22:27 . Algunas personas perciben las palabras de otra manera; pero esto me parece m�s apropiado para los siguientes vers�culos.

Versículo 7

Hacen que los desnudos se alojen sin ropa, que [no tengan] abrigo en el fr�o.

Ver. 7. Hacen que los desnudos se alojen sin ropa ] a saber. Neg�ndoles y reteni�ndoles lo que han ganado, con lo cual deben proporcionarles prendas, que se llaman cuasi vestimentas, porque sirven para proteger los cuerpos de los hombres de las inclemencias del tiempo. Hacen que se alojen desnudos, porque no tienen ropa, as� que algunos leen el texto; los dejan abiertos al fr�o punzante de la noche.

Y qu� desgracia es estar yaciendo fr�o y mojado, y no tener con qu� mantenernos calientes y secos, especialmente en la temporada de invierno, �qui�n no sabe? Hic disce Deo gratus esse, dice Lavater. Aqu�, entonces, aprende a agradecer a Dios, t� que no solo tienes una habitaci�n c�lida y saludable, sino tambi�n una buena provisi�n de ropa de cama; y los mejores tambi�n. No abuse de estas bendiciones para el orgullo y el lujo, no sea que Dios se vuelva contra los saqueadores y saqueadores, que pueden dejarle poco; te deje nudum tanquam ex Mari, como lo hicieron muchos en estos tiempos finales de trituraci�n y pelado, Ezequiel 25:4 .

Dios amenaza con enviar a los hombres de Oriente a morar (como tantos lord daneses) en sus palacios y comer su leche, etc. Cuando los ni�os juegan con su carne y se la echan a los perros, �qu� puede hacer el padre menos que pedir que se la lleven?

Versículo 8

Est�n mojados por las lluvias de las monta�as y se abrazan a la roca por falta de refugio.

Ver. 8. Est�n mojados con las lluvias de las monta�as ] Mojados est�n, pero nada refrescados, ya que esta palabra (aqu� s�lo se encuentra en la Biblia) significa a veces entre los rabinos. Fr�o consuelo que encuentran en el exterior; y en casa no se atreven a permanecer, no sea que los ricos los opriman y los lleven ante los tribunales, Santiago 2:6 , o los arrastren a la c�rcel por rechazar su trabajo penoso. De ah� que se vean obligados a vivir en las monta�as y lugares des�rticos, en extrema miseria.

Y abrazar la roca por falta de refugio ] Como conos o bestias salvajes, contentos de cualquier lugar al acecho que pueda mantenerlos fuera de las manos de hombres irracionales y malvados. �Qu� dificultades han sufrido muchos hombres dignos de todas las �pocas a causa de los perseguidores y opresores (especialmente en los d�as de Dioclesiano), expulsados ??de la casa y el puerto, y felices de tomarlos en cualquier agujero, para tumbarse en la fr�a piedra en lugar de en una cama caliente? ( como esa buena duquesa de Suffolk, con ese noble caballero su marido, hicieron en los Pa�ses Bajos, adonde huyeron de la persecuci�n mariana), hasta que, como El�as una vez bajo el enebro, se deseen salir del mundo? Iterum hic disce gratias Deo agere, dice Lavater.

Aprende aqu� de nuevo a dar gracias a Dios por este gran beneficio, si puedes quedarte en casa y no ser obligado a huir por tu vida o por tu conciencia; porque el hogar es el hogar, como decimos, y muy deseable; y el ap�stol considera como parte de sus sufrimientos que �l era ????????, y que no ten�a una posici�n establecida, ni un lugar de residencia determinado, ??????????, 1 Corintios 4:11 .

Versículo 9

Arrancan al hu�rfano del pecho y dan prenda al pobre.

Ver. 9. Arrancan al hu�rfano del pecho ] �Qu� hay m�s digno de l�stima que un hu�rfano de pecho ? �Qui�n menos para ser molestado o violentado que la madre que le hace ese oficio a su beb�? En la Masacre de Par�s uno de los asesinos tom� en brazos a un peque�o, que le sonri� y jug� con su barba; sin embargo, este miserable b�rbaro estaba tan lejos de la compasi�n, que lo hiri� con su daga, y lo arroj� toda sangre al r�o (Hechos y Mon.

). Es bien conocida la historia del ni�o de la isla de Guernsey, arrojado al fuego del que se hab�a desparramado. As� es la salvaje inhumanidad de ese despiadado Minerio, el campe�n del Papa, que en Merindola, en Francia, cort� la papada de muchos que amamantaban a sus hijos; la cual, buscando mamar los pechos de su madre, estando muerta antes, muri� tambi�n de hambre. Bien, por lo tanto, nuestro Salvador podr�a decir: "Guardaos de los hombres", Mateo 10:17 .

Mejor hubiera sido que las Indias fueran entregadas a los demonios del infierno, dec�an esos pobres nativos, que a esos malditos espa�oles, que destrozaban a las madres sobre sus hijos, como una vez en Betharbel, Oseas 10:14 .

Y toma prenda de los pobres ] La miseria, que en ellos engendra piedad, no engendra sino audacia, y los invita a arruinar a los pobres ya llenar sus casas con sus despojos. Algunos lo dan as�: Toman a los pobres en prenda; Carolina del Sur. poni�ndolos a su rescate, y mientras tanto esclaviz�ndolos.

Versículo 10

Lo hacen andar desnudo y sin ropa, y al hambriento le quitan la gavilla;

Ver. 10. Lo hacen andar desnudo y sin ropa ] Desnudo y descalzo, aun con las nalgas descubiertas, para su verg�enza y peligro, como Isa�as 20:4 . As� trataron los obispos papistas con los pobres albigenses protestantes, en la interpretaci�n de Carcasson, en Francia; les permitieron vivir con la condici�n de que tanto hombres como mujeres deb�an ir de all� completamente desnudos; las partes que no se pueden nombrar bien se dejan abiertas a la vista de los cruzados santos del Papa (Rivet. Jesuit).

Y quitan la gavilla al hambriento ] O, el pu�ado; ese poquito que hab�an sacado; arrebatarles las espigas de las manos y condenarlas, as� desnudas y despojadas, a una muerte tanto m�s cruel como tediosa y languideciente. Algunos lo leyeron as�, Y los que llevaban sus gavillas hicieron irse hambrientos; o no alimentar o no pagar a los trabajadores de la cosecha y otros sirvientes.

Se observa en la historia como una crueldad en los atenienses, que pusieron un motor alrededor del cuello de sus sirvientes llamado ?????????, y se extendi� hasta sus manos, para que ni siquiera lamieran la comida cuando la tamizaban.

Versículo 11

Job 24:11 [Que] hacen aceite dentro de sus muros, [y] pisan [sus] lagares, y padecen sed.

Ver. 11. Que hacen aceite dentro de sus paredes, etc. ] Ver Trapp en " Trabajo 24: 6 " Ver Trapp en " Trabajo 24:10 "

Versículo 12

Los hombres gimen desde fuera de la ciudad, y el alma de los heridos clama; pero Dios no les pone locura.

Ver. 12. Los hombres gimen desde fuera de la ciudad ] a saber. Bajo las presiones de sus opresores. As� fue Jerusal�n, aquella ciudad fiel, cuando una vez se convirti� en ramera; estaba lleno de juicio, justicia morada en �l; pero ahora asesinos, Isa�as 1:21 . Lo mismo hizo la ciudad de Roma, cuando, bajo el gobierno de Mario instalado contra Sila, grit� que el remedio era peor que la enfermedad; y bajo Pompeyo, Calamitas nostra magnus est; Grande es nuestra calamidad, y bajo los c�sares, para que los nombres de sus buenos emperadores se anoten todos en el comp�s de un anillo de sello; y de nuevo bajo los papas, que durante muchos a�os juntos no hab�a tenido la felicidad de ser gobernada por nadie m�s que r�probos; Heu, heu, Domine Deus, dice Fasciculustemporum, lamentando amargamente la miseria de Roma bajo sus turbulentos tiranos, Hildebrando, Urbano II (a quien el cardenal Benno llama dignamente Turbante), Bonifacio VIII y muchos otros monstruos similares.

De la mayor�a de las grandes ciudades se puede decir, como de esa extra�a vi�a en Palestina, Isa�as 5:7 , Dios "esperaba juicio, pero he aqu� opresi�n" (Heb. Una costra); "por justicia, pero he aqu� un clamor".

Y el alma de los heridos (de los heridos de muerte) grita ] Anima confossorum voci feratur, sc. Por el dolor; y en oraci�n a Dios por alivio.

Sin embargo, Dios no les pone necedad ] Deus non ponit prohibitionem, por lo que uno de los rabinos lo renueva. Dios no detiene el proceso, no castiga a los tiranos que oprimen ciudades enteras, haciendo de su lujuria una ley y dominando todo bien con su Volumus et iubemus; haremos y juzgaremos, nada en absoluto movido con los gemidos de la ciudad oprimida, o con los gritos de los heridos.

Palabra por palabra, Deus non interponit insulsum quid, Dios no interpone nada insensato o desagradable; es decir, no permite que entre tanto ninguna cruz les sobrevenga; s�, �l lleva el asunto como si los favoreciera; s�, aprobaron y prosperaron sus pr�cticas astutas y crueles: porque viven felices, obtienen victorias, se engrandecen entre los hombres, se adulan a s� mismos ante sus propios ojos, hasta que su iniquidad resulta odiosa, Salmo 36:2 .

Mientras tanto, felix scelus virtus vocatur, como habla el orador, su pr�spera villan�a se llama virtud (Cicer�n, de Divin. Lib. 2); y si alguno murmura contra ellos, s�, si no les grita, es considerado un traidor, como lo era Thraseas, ese noble romano, por Ner�n (Dio en Ner.).

Versículo 13

Son de los que se rebelan contra la luz; no conocen sus caminos, ni permanecen en sus veredas.

Ver. 13. Son de los que se rebelan contra la luz ] Contra la luz com�n del sol, dicen algunos, que est�n dispuestos a maldecir (como se dice que hacen los Atlantes, un pueblo de Etiop�a), y podr�an desear extinguirse, para que pudieran pecar sin ser vistos (Herodot). Otros lo entienden mejor a la luz de la naturaleza y las Escrituras; contra el cual los ateos malvados se levantan y se rebelan; como hacen los descontentos y los amotinados contra la autoridad legal.

En la etnia pobre y ciega se ve que algunos principios y nociones del bien y del mal, del bien y del mal, de la verdad y la falsedad, a�n no se encuentran en la naturaleza corrupta; como cuando las ciudades y los grandes edificios son derribados por la guerra, algunas torres, algunos pin�culos, sobreviven a la violencia. Ahora, algunos pecadores desesperados contra sus propias almas toman la osad�a de romper estos principios, que de alguna manera podr�an perturbar su curso en el pecado; y para tomar un orden con sus conciencias naturales, aplaudiendo a esos profetas de Dios, prisioneros cercanos, Romanos 1:18 , hasta que al fin se pierde toda esa peque�a luz, esa vela veloz por completo apagada.

Cuando se vierte el vino de una taza, los lados a�n est�n h�medos. Pero cuando se enjuaga y se limpia, no queda el menor sabor. Aun as�, el destello de la luz divina que queda en el hombre natural es tan desfigurado por la obstinaci�n en el pecado, que no queda la menor chispa. Estos murci�lagos han volado tanto tiempo contra esa luz, que al fin la han apagado. Y mientras que para aquellos que viven bajo las ordenanzas hay otra luz que se eleva, a saber.

que de la palabra y de las obras de Dios, los infelices sin gracia cierran sus ventanas, para que esta luz no entre sobre ellos, como lo hicieron los fariseos, Juan 3:18 . Lo odian porque sus obras son malas, dice nuestro Salvador; lo desprecian y se burlan, dice Salom�n, Proverbios 1:7 .

; son voluntariamente ignorantes, dice Pedro; gui�an voluntariamente, dice Austin, m�rtir; Ut liberius peccent, libertador ignorante, dice Bernardo, se rebelan contra la luz, como lo hizo Balaam cuando puso su rostro hacia el desierto, y necesitar�a maldici�n de todos modos. O como el Fara�n, que no se sent� ante el milagro que hizo Mois�s, sino que envi� a buscar a los magos. �Cu�ntos hay en este d�a que, despu�s de la convicci�n, se muerden los dientes, como caballos rebeldes, y huyen!

No conocen sus caminos ] Un coraz�n carnal no est� dispuesto a saber lo que debe hacer, para que no haga lo que no har�a. De tales Bernardo dice que buscan pajitas para sacarse los ojos, Festucam quaerunt ut oculos eruant. Si buscan los caminos de Dios, es como un cobarde busca a su enemigo, con la esperanza de no encontrarlo. Por tanto, es reacio a encontrar, y teme saber, por tanto, no busca m�s de lo que le conviene, y la poca luz que tiene no la pone debajo de un celem�n, sino debajo de un muladar.

�Ay de estos rebeldes, estos solifugae que rechazan o abusan de la luz del evangelio! Turcos y paganos tendr�n un juicio m�s f�cil. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, dice Pedro, que despu�s de haberlo conocido, etc., 2 Pedro 2:21 . Gravis est lux conscientiae, Lo serio es la luz de la conciencia, dice S�neca; pero gravior est lux Evangelii, m�s grave es la luz del evangelio, decimos; si alguien odia esta luz, es simplemente porque est� a la luz de sus malos caminos, como lo hizo el �ngel en el camino de Balaam hacia su pecado.

Ni permanezcan en sus sendas ] No tienen estabilidad ni tranquilidad para hacer el bien. Siguen sin saber, Oseas 6:3 , pero pronto abandonan la b�squeda y pr�ctica de la santidad; sin importar "a�adir a la fe virtud; ya la virtud conocimiento", etc., 2 Pedro 1:5 .

Versículo 14

El homicida que se levanta con la luz mata al pobre y al necesitado, y en la noche es como un ladr�n.

Ver. 14. El asesino se levanta con la luz ] A veces, cuando a�n est� oscuro; porque aqu� Job muestra c�mo los que hacen el mal odian la luz, y aprovechan las oportunidades m�s adecuadas para despachar las obras de las tinieblas, cavando diariamente descensos hasta el infierno y apresur�ndose hacia ellos, como si temieran que se llenar� antes de llegar all�. . Por lo tanto, pasan todo el d�a en malas pr�cticas y travesuras, prout videtur commodum, como mejor les parezca para sus prop�sitos, interdiu latrones, nocte fures agunt.

Durante el d�a hacen todas las travesuras que pueden hacer en bosques y desiertos; por la noche regresan a la ciudad, y all� juegan a los ladrones, esperando hacerlo sin ser observados. As�, cada uno de ellos puede decir mejor que lo que hizo el antiguo, Totum tempus perdidi, quia perdite vixi, he perdido todo mi tiempo, gast�ndolo libremente y vilmente (Bernard). He sido un esclavo demasiado fiel al diablo, a quien Cristo llama asesino, Juan 8:44 , 44 , y Tertuliano llama Furem veritatis, ladr�n de la verdad.

Dos ladrones notables de N�poles (uno de los cuales se llamaba Paternoster y el otro Ave Mar�a ) hab�an asesinado a ciento diecis�is personas diferentes, en diferentes momentos y en varios lugares (Rain. De Idol. Rom. Praefat.). Estos fueron dignamente condenados a muerte cruel por el magistrado; quien posiblemente podr�a, por su connivencia y negligencia en el desempe�o de su cargo, ser �l mismo culpable de algunos de esos asesinatos; pues restringir la justicia es apoyar el pecado, y no corregir es consentir en el crimen.

Hemingius menciona a un delincuente, que fue acusado de siete asesinatos; mientras el juez estaba estudiando qu� castigo grave deber�a infligirse a un villano tan sanguinario, un abogado se acerca al tribunal y, abogando por �l, demostr� que el juez era culpable de seis de los asesinatos; porque el delincuente no fue condenado a muerte por la primera ofensa.

Mata al pobre y al necesitado ] Sin autoridad (como los magistrados tienen que matar a los malhechores y los soldados en una batalla legal para matar a sus enemigos. Sum Talbotti pro occidere inimicos meos; Yo soy de Talbot para matar a mis enemigos, esta frase contundente y bulliciosa fue escrita sobre la espada del renombrado L. Talbot, mientras guerreaba en Francia), y sin ninguna necesidad actual para su propia defensa leg�tima, como �xodo 2:22 , cuando debe matar o ser asesinado; siempre que primero se esfuerce por salvarse huyendo, si es posible (Speed.

). Pues ese dogma de Soto, un casuista papista, es el m�s falso, Que es l�cito que un hombre en su propia defensa mate a otro, porque es una verg�enza huir, Quia fuga est ignominiosa. Y eso tambi�n de Navarrus, que por una caja en la oreja no es ilegal matar a otro, para recuperar su honor, Ad honorem recuperandum.

Y en la noche es como un ladr�n] Es decir, es un verdadero ladr�n; pues esto, como es magis expressivum veritatis, como dice Mercer, no parecer�a serlo, pero es un ladr�n empedernido, terminando el d�a con el robo que comenz� con el asesinato. C�mo estos dos pecados van com�nmente acoplados, v�ase Oseas 4: 2 Isa�as 13:16 .

Versículo 15

Tambi�n el ojo del ad�ltero aguarda el crep�sculo, diciendo: Ning�n ojo me ver�, y disimula [su] rostro.

Ver. 15. Tambi�n el ojo del ad�ltero aguarda ] Observa, espera y anhela hasta que venga. Ut videas illum non peccare infirmitate sed malitin, dice Vatablus. Esto muestra que no peca de enfermedad, sino de previsi�n, malicia y maldad; que �l trama y labra, como dice la Escritura, proveyendo para la carne, Romanos 13:14 , pudri�ndose vivo, bajo una tabla de concupiscencias impuras, y pereciendo diariamente en ella, como Tiberio, en Capreae, por su propia confesi�n, Quotidie perire me sentio (Suet.

). Esta bestia no se avergonz� de su detestable inmundicia; como el m�s impuro e insolente profanador de las camas de otros hombres. Pero el ad�ltero del que aqu� se habla busca lo encubierto del crep�sculo y otro de un disfraz. Pone su rostro en un lugar secreto, para que lo tenga el hebreo, envolvi�ndolo en su manto o subi�ndose a un brujo, el cual, dice �l, me har� desconocido, y ning�n ojo me ver�. Porque en cuanto al ojo de Dios, o lo presume ciego o lo presume indulgente, sin dudar de un perd�n f�cil y r�pido.

Esto se le acusa a David, 2 Samuel 12:10 , "porque me menospreciaste", etc., a saber. en pensar en pecar en secreto, sin considerar mi ojo que todo lo ve, sin importarme aunque mir�, etc., por lo tanto, todo saldr� a la luz, Job 24:12 .

El pecado cometido en secreto se descubrir� extra�amente; s�, quiz�s el mismo pecador confiese sus pecados, como Judas. Entonces, tarde o temprano, "Dios traer� a juicio toda obra, con todo secreto", Eclesiast�s 12:14 ; ver tambi�n / Apc Sir 33: 13-17

Versículo 16

En la oscuridad cavan en las casas, [que] se hab�an marcado durante el d�a: no conocen la luz.

Ver. 16. En la oscuridad cavan a trav�s de la tierra, etc. ] Heb. Cava en las casas; es decir, el ad�ltero viene a su ramera, con quien hab�a acordado un lugar de reuni�n para ese mal prop�sito, y en cuyo seno de noche (la noche oscura y negra, como la llama Salom�n, Pro 7: 9) no escatima en enterrar su nombre, sustancia, alma y cad�ver, mientras se hartan sus deseos inmundos con el favor de las tinieblas.

�sta es una amargura m�s all� de la de la muerte, Eclesiast�s 7:26 . Pero el diablo presenta su mantequilla en un plato tan se�orial, que el alma no esp�a el martillo y el clavo que tiene en la mano hasta que lo ha clavado en las sienes. Roger Mortimer, quien cav� ese hoyo en el castillo de Nottingham, y luego fue ahorcado en Tyburn (una justa recompensa por su ambici�n e impureza), tuvo la experiencia de esto.

No conocen la luz ] es decir , no la toleran, sino que corren a tope contra ella, porque los descubre y los inquieta. Vea Job 24:13 .

Versículo 17

Porque la ma�ana [es] para ellos como sombra de muerte: si [alguno] los conoce, est� en los terrores de sombra de muerte.

Ver. 17. Porque la ma�ana es para ellos como sombra de muerte ] es decir , tienen un miedo mortal de que la luz los enga�e y los exponga a condonar el castigo. �Cu�n temible fue Jud� de ser avergonzado despu�s de haber pecado as�! G�nesis 38:23 ; �Y cu�n adelantado salvar su cr�dito enviando a su hijo de la mano de ese ahorcamiento de Hiram! Ese joven de Terence (en Eun.

) estaba muy avergonzado de ser visto en el manto del eunuco, una muestra de su inmundicia; mientras que haber cometido el acto no le preocupaba tanto. Pero los hijos de la luz odian y evitan el pecado m�s por la inmundicia que hay en �l que por el fuego que hay en �l; la negrura de ese carb�n los ofende m�s que su calor. Plat�n condena a los poetas por exponer los adulterios de J�piter, por los que la gente se sent�a atra�da por semejante desenfreno; y por decir, no importa si los hombres cometieron pecado, para poder ocultarlo, W? ????????? ?? ??????? ??? ???????.

Si non casta, saltem caute, dicen los afeitados papistas, que a veces se toman de la manera, como lo fue el carnal cardenal Cremonensis, el legado del Papa aqu�, en los d�as de Enrique VIII, y el Dr. Weston, decano de Windsor, en el reinado de la reina. Mar�a, aprehendida en adulterio y, por lo mismo, privada de toda su vida espiritual por el cardenal Pole. El Papa Juan XII, al ser llevado a la cama con la esposa de otro hombre, fue asesinado inmediatamente por su esposo.

En Alemania, un caballero de renombre y su ramera fueron servidos de la misma manera, como cuenta Lutero. Tambi�n Rodoaldus VIII, rey de Lombard�a, y Sergus, rey de Escocia (P. Mel. Chron. Lang. Chron.). De todos estos, y muchos m�s eiusdem furfuris, bien puede decirse, como aqu�, que al ser notados y notificados, estaban en los terrores de la sombra de la muerte. De que muerte escapar

Versículo 18

Ligero como las aguas; maldita es su porci�n en la tierra; no ve el camino de las vi�as.

Ver. 18. R�pido como las aguas ] No se queda mucho tiempo en un lugar, sino que huye r�pidamente (como el r�o Tigris, veloz como una flecha en un arco), para evitar el castigo. Heb. �l es luz sobre la faz de las aguas. El significado es, dice uno, que son como una cosa ligera sobre las corrientes de agua que corren velozmente y se las llevan con rapidez. Algunos, que se habla con respecto a su r�pido paso de una maldad a otra, o de que nunca se asentaron despu�s de cometer tal maldad, pero que siempre est�n listos para ser volcados, como un barco sin lastre, y as� ahogarse en el mar.

Su porci�n est� maldita en la tierra ] Como Ca�n, vagan arriba y abajo, a corde suo facti fugitivi, pero su pecado seguramente los descubrir�; tampoco pueden correr fuera del alcance de la vara de Dios, etc. Esto dice Job, para que nadie deduzca, de lo que hab�a dicho antes, que siempre le ir� bien a los imp�os y mal a los piadosos. Algunos lo toman como una maldici�n: Sea maldita su porci�n en la tierra, ni se vuelvan a las vi�as; Carolina del Sur. ya sea para aderezarlos o para degustar sus frutos.

No ve el camino de las vi�as ] Es decir, algunos dicen, huir por ellos, que eran caminos comunes a las ciudades, pero por alg�n otro camino oscuro, para que no lo encuentren. En los vi�edos hay que hacer algo en todo momento, as� que no lo tomen, para que no sean descubiertos y castigados. Beza la rinde, no se vuelve por el camino (es decir, la naturaleza) de las vi�as, las cuales, cortadas y podadas, brotan y se hacen m�s provechosas. Otros lo perciben de otra manera. La concisa brevedad y ambig�edad de las palabras, junto con el cambio de n�mero, ha causado una nube sobre ellas.

Versículo 19

La sequ�a y el calor consumen las aguas de la nieve: [as�] el sepulcro [los que] han pecado.

Ver. 19. La sequ�a y el calor consumen las aguas nevadas ] Aqu� tambi�n la brevedad ha engendrado oscuridad. Las aguas de nieve, como son m�s sutiles, antes se hunden en la tierra seca; as� muere el imp�o, r�pida y f�cilmente. Vea Job 21:13 ; Job 21:31 .

Hay quienes leen todo el vers�culo as�: En la sequ�a y el calor roban, y en las aguas de la nieve; pecan hasta la tumba; es decir, roban (y se topan con otras pr�cticas abominables) en cualquier clima, verano e invierno, y nunca se detienen hasta que mueren. Persisten en sus pecados (dice Calvino) en los que han sido amordazados, incluso hasta la tumba. Eso es un buen sentido. Lutero habla de un ad�ltero inmundo, tan inclinado a ese pecado que se le oy� pronunciar estas abominables palabras: Si estuviera seguro de vivir aqu� para siempre, y de que todav�a pudiera ser llevado de un burdel a otro, nunca desear�a cualquier otro cielo que ese.

Vae dementiae, et impietati. Este hombre bestial exhal� su alma miserable entre dos rameras. Una vez conoc� a un ad�ltero de lo m�s odioso de setenta a�os (dice otro gran divino, el Sr. Dan. Roger) quien, habiendo desperdiciado su carne y estado con rameras, y yaciendo cerca de la muerte, se le pidi� as�, Potter, clama a Dios; �l respondi�, con sus juramentos ordinarios, viruela (fur�nculos) y heridas, �es este un momento para rezar? Yo sab�a (dice un tercer reverendo, el Sr.Bolton), un gran jurador, que al llegar a su lecho de muerte, Satan�s llen� su coraz�n de tal manera con una codicia enloquecida y enfurecida por el pecado, que aunque �l mismo jur� tan r�pido y tan furiosamente como pudo , sin embargo (como si ya hubiera estado entre las proscripciones y blasfemias del infierno) deseaba desesperadamente que los transe�ntes lo ayudaran con juramentos y juraran por �l.

Ateneo relata de un mammonista codicioso, que en la hora de su muerte devor� muchas piezas de oro, y cosi� el resto en su t�nica, ordenando que todos fueran enterrados con �l. Y nuestros cronistas escriben sobre el rey Eduardo I que conjur� a su hijo y a sus nobles que si mor�a en su expedici�n contra Bruce, rey de Escocia, no deb�an enterrar su cad�ver, sino llevarlo por Escocia hasta que lo hubieran vengado. usurpador (Dan. Hist. 201).

Versículo 20

El �tero se olvidar� de �l; el gusano se alimentar� de �l dulcemente; nunca m�s ser� recordado; y la maldad ser� quebrada como un �rbol.

Ver. 20. El �tero se olvidar� de �l ] Algunos lo leen: El misericordioso se olvida de �l; Carolina del Sur. porque �l mismo fue despiadado. O porque era un problema para el mundo y una plaga com�n, por eso los hombres buenos se alegran de deshacerse de �l; y en lugar de suspirar por �l, di: Que el gusano se alimente dulcemente de �l, es bueno que se haya ido; as� como vivi� perversamente, muri� perversamente; que no sea m�s recordado ni mencionado con honor, sino que se marchite y caiga como un �rbol podrido.

Otros interpretan las palabras de la muerte s�bita y f�cil del imp�o, as�: El vientre se olvidar� de �l; es decir, dice Beza, una vez muerta, ni su madre ni su esposa se lamentan y lamentan su muerte, porque sin ese dolor y tormento que muchos sufren cuando parten del mundo.

El gusano se alimentar� dulcemente de �l ] Morifur impunitus, hace de los gusanos un fest�n con su gordo cad�ver (como el Dr. Taylor, m�rtir, dio cuenta de haberlo hecho, si lo enterraban en el cementerio de Hadleigh), y no siente dolor.

Ya no ser� recordado ] Y esto se cuenta como una parte de su felicidad. Ver Eclesiast�s 8:10 . Ver Trapp en " Ecc 8:10 "

Y maldad] Es decir, la persona malvada, esa pieza torcida, que dif�cilmente se puede volver a enderezar.

Ser� quebrado como un �rbol ] Como un �rbol podrido derribado por el viento.

Versículo 21

El mal suplica a la est�ril [que] no da a luz, Y no hace bien a la viuda.

Ver. 21. El mal suplica a la est�ril que no da a luz ] Quien ten�a m�s necesidad de ser consolado que afligido m�s. Pero el demonio homo homini. Jacob y Elcana amaron y consolaron a sus esposas bajo esta cruz. La Vulgata lo traduce, �l ha alimentado a los est�riles, con lo cual algunos lo explican de hombres malvados que alimentan a las prostitutas y las mantienen para su placer; manteni�ndolos est�riles, para que conserven su belleza.

Y no hace bien a la viuda ] es decir, la lastima mucho; porque no hacer el bien es hacer el mal, Marco 3:4 . Ha afligido a su mujer est�ril, y ha suplicado mal a la pobre viuda desolada, su madre. Qu� maravilla que si el �tero lo olvida, etc., si su esposa llora por un marido no tan cruel, ni su madre por un hijo tan antinatural, como Marco 3:30 : as� Beza aqu�.

Versículo 22

Tambi�n atrae a los valientes con su poder; se levanta, y nadie est� seguro de la vida.

Ver. 22. Tambi�n atrae a los poderosos con su poder ] es decir , los ha tra�do por la fuerza bajo su cinto, y los ha obligado a rendirle homenaje y servicio.

Se levanta ] En la plenitud de su poder, como "un rey contra quien no hay levantamiento", Proverbios 30:31 .

Y nadie est� seguro de la vida ] Que el tirano arrebata a su antojo. O as�, el tirano mismo, despu�s de haberse asegurado de que, como �l puede pensar, todav�a no est� seguro de su propia vida, no se atreve a confiar en sus mejores amigos. Dionisio, por ejemplo, y nuestro Ricardo III. El hebreo es, y no est� seguro de la vida.

Versículo 23

Job 24:23 [Aunque] le sea dado [para estar] confiado, en el que reposa; sin embargo, sus ojos est�n sobre sus caminos.

Ver. 23. Aunque le sea dado para estar seguro ] Heb. Se le da para estar seguro, donde descansa. Su seguridad y prosperidad le fueron dadas para un mejor prop�sito; pero (como si Dios lo hubiera contratado para que fuera malvado) abusa de ello a la confianza de las criaturas, apoy�ndose demasiado en el brazo de la carne.

Sin embargo, sus ojos est�n sobre sus caminos ] Sin embargo, Dios los prospera (seg�n Sal 34:11). O, como otros lo perciben, Dios observa sus malos caminos y los destina a la destrucci�n. Y el siguiente vers�culo parece hacer esta interpretaci�n.

Versículo 24

Son exaltados por un tiempo, pero se han ido y humillado; son quitados del camino como todos [los dem�s], y cortados como las puntas de las mazorcas de ma�z.

Ver. 24. Son exaltados por un tiempo ] O, son exaltados, pero dentro de poco tiempo no lo son. Esta primera parte del verso no necesita exposici�n, dice un expositor. Y en cuanto a este �ltimo,

Son quitados como todos los dem�s, cortados como las puntas de las mazorcas de ma�z ]. Puede entenderse que la violencia semejante con la que ser�n cortados los tiranos, con la que cortaron a otros valientes y grandes hombres; Velut farrisspicae succiduntur (Trem. Ex Varr.), Como Thrasibulus, rey de los milesios, golpeando con su bast�n ciertas mazorcas de ma�z, y Tarquin, rey de los romanos, haciendo lo mismo con ciertas amapolas en su jard�n, significaba sus mentes para que decapitaran a varios jefes; que en consecuencia se logr�.

As� Mitr�dates, rey del Ponto, por una carta provoc� la muerte de ochenta mil romanos, comerciando en toda Asia (Val. Max.). Ahora Dios ama tomar represalias, como se ha dicho antes. V�alo ejemplificado en Adonibezek, Agag, Haman y otros.

Versículo 25

Y si no es as� ahora, �qui�n me har� mentiroso y har� que mi discurso no valga nada?

Ver. 25. Y si no es as� ahora, �qui�n me har� mentiroso? ] Quis ementietur me? �Qui�n refutar� o refutar� lo que he afirmado? verbigracia. Que Dios hace muchas cosas, cuya profundidad no podemos sondear, y que dej� que los imp�os muchas veces pasaran sus d�as en el placer y los terminaran sin dolor. Cumplir� con esto y quisiera ver al hombre, qui ausit et possit, que puede sostener lo contrario y lo har�.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 24". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-24.html. 1865-1868.