Bible Commentaries
Job 9

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Entonces Job respondi� y dijo:

Ver. 1. Entonces Job respondi� y dijo ] �l respondi� a sus dos amigos que antes hab�an hablado; primero, al discurso de Elifaz, Job 4:17 , y luego al de Bildad, Job 8:3 . Bildad lo hab�a interrumpido cuando quiso disculparse, que de ninguna manera neg� la justicia de Dios, como lo confundieron.

Por tanto, ahora que Bildad hab�a hablado todo lo que pod�a, Job comienza a disputar y a declarar su juicio sobre ese tema; y esto es lo que �l anhela Magnifius et augustius quam socii, dice Mercer, mucho m�s magn�fica y majestuosamente que lo que hab�an hecho sus dos amigos, demostrando que Dios es justo, incluso entonces cuando aflige a los inocentes; ni tiene tal causa justa para oponerse a sus procedimientos en ese nombre, ya que no extrae las causas de sus decretos y prop�sitos de las cosas que gobierna; pero su voluntad, que est� antes de todas las cosas, es la regla de toda justicia.

San Pablo tambi�n tuvo respeto por esto, Romanos 9:20 ; Romanos 11:32 , elev�ndose mucho m�s alto, es decir, al decreto eterno de elecci�n y reprobaci�n: despu�s de esto, Job establece cu�l es la condici�n de los hombres, y qu� cosas pobres son en comparaci�n con Dios, para llevarse a s� mismo. y otros al verdadero conocimiento de Dios y de s� mismos, que es la sabidur�a m�s elevada del mundo.

Versículo 2

S� [que es] muy cierto: pero �c�mo puede el hombre ser justo con Dios?

Ver. 2. S� que es as� de verdad ] El argumento de Bildad era, Dios, que te ha castigado, es justo, por lo tanto t� eres injusto. Job concede el antecedente aqu�, pero niega y refuta el consecuente, Job 9:22,23 , etc. A Elifaz tambi�n le concede Job, no solo que el hombre no puede ser m�s justo que Dios, como hab�a dicho en Job 4:3 , sino tambi�n que nadie podr�a ser jam�s tan justo como para ser comparado con Dios de alguna manera.

Job es uno de esos candidatos a la inmortalidad, que no puede hacer nada contra la verdad, sino por la verdad, 2 Corintios 13:8 , cada parcela que �l ten�a por preciosa, y no pod�a sino ser amigo de ella, aunque tra�da por aquellos que parec�an sus enemigos; esto le hablaba ingenuo y humilde, un campe�n de buen car�cter de la verdad. Se dice que Atanasio es otro, y tambi�n el se�or Bucer. Helvidius paga impuestos por Jerome por lo contrario, y el obispo Montague, por el Dr. Rivet.

Pero, �c�mo deber�a ser el hombre justo con Dios? ] Mr Broughton traduce, �Y c�mo puede el hombre estar justo antes del Omnipotente? Lo siento, enfermo, miserable, �c�mo puede ser justo ( es decir, por una justicia inherente; por un imputado puede) ante el Dios m�s Santo y Todopoderoso? o comparado con el? Job despu�s, poni�ndose por Dios y considerando la distancia infinita y la desproporci�n, clama: "Me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza", Job 42:5,6 .

Digo tambi�n: "�Ay de m�, que estoy perdido!", Isa�as 6:5 . El que ha mirado un rato con atenci�n el cuerpo del sol est� tan deslumbrado con sus rayos, que no puede ver nada.

Versículo 3

Si contiende con �l, no podr� contestarle ni una entre mil.

Ver. 3. Si contiende con �l ] Si alguien fuera tan insensato o aventurero como para discutir con Dios acerca de sus juicios, no podr�a, aunque nunca fue tan sabio o tan h�bil, contestarle una objeci�n de mil, pero deben ceder y decir: No soy un rival apto para Dios. Los doctores jud�os (y despu�s de ellos Vatablus) pusieron este sentido en el texto, Si �l (es decir, si el hombre) debiera contender con �l (es decir, con Dios, ya que, a trav�s del orgullo luciferino de su coraz�n, es lo suficientemente apto hacer), no le responder�a ni una entre mil; Dios no lo honrar�a hasta el punto de responder a un adversario tan despreciable y argumentos tan ligeros e insensatos; si da una respuesta, no ser� tanto como el eco da la voz; no ser� a un art�culo o argumento de mil.

Egregius quidem sensus, dice Mercer; este es un buen sentido, pero el otro es mejor y est� de acuerdo con Job 9:14 .

Versículo 4

Job 9:4 [�l es] sabio de coraz�n y poderoso en fuerza: �qui�n se endureci� [�l mismo] contra �l, y fue prosperado?

Ver. 4. Es sabio de coraz�n y poderoso en fuerza ] Y, por tanto, es necesario que sea un juez sumamente justo, ya que no hay sabidur�a para juzgar ni poder para ejecutar; Entonces, �qu� deber�a apartarlo del camino de la justicia? Sea Dios justo y veraz, pero todo hombre mentiroso; como est� escrito: Para ser justificado en tus dichos, y vencer (o ser claro) cuando juzgues, o cuando seas juzgado, Sal 51: 4 Romanos 3:4 ; porque al mismo tiempo que Dios juzga o ejecuta juicio sobre alguien, tambi�n se puede decir que es juzgado; mientras los hombres pasan sus censuras, ya sea por aplaudir o por desagradar sus juicios; y luego puede decirse que vence, cuando es juzgado, cuando los hombres reconocen la justicia de sus juicios; cuando lo concluyen sabio de coraz�n, es decir, "el �nico Dios sabio", 1 Timoteo 1:17 , y poderoso en fuerza, es decir, el Dios fuerte y poderoso, Isa�as 9:6 ; Quien hace lo que quiere en el cielo y en la tierra, Sal 118: 1-29 Al hablar de estos y otros de sus atributos m�s gloriosos, hablamos non quantum debemus, sed quantum possumus, no tanto como deber�amos, sino tanto como son capaces.

En cuanto a la sabidur�a de Dios, Nemo sapientiam Dei immensam in omnem aeternitatem exhauriet (dice Graciano, el emperador, en una ep�stola a Ambrosio), ning�n hombre podr� jam�s comprenderlo o descubrirlo. Y en cuanto a su poder, tan infinita es la distancia entre Dios y el mayor noble, que es un honor que se les permita vivir a sus ojos, �xodo 24:10,11 . Y todo es uno con Dios, ya sea contra un hombre o una naci�n, Job 34:29 .

�Qui�n se endureci� contra �l y prosper�? ] Un ejemplo menos cualquiera, ya sea que golpee la lengua o la mano, que pueda jactarse del �ltimo golpe o llorar, Victoria. Quis dura locutus est el? algunos lo renderizan. �Qui�n pronunci� discursos duros, Jueces 1:15 , palabras duras , Malaqu�as 3:13 , contra Dios, y prosper�, march� impunemente, como decimos, y no tuvo su pago completo? Los blasfemos ponen sus bocas contra el cielo, atestiguan Fara�n, Senaquerib, Juliano, etc.

, tratando con Dios Todopoderoso, como si Augusto C�sar estuviera tratando con alg�n dios Neptuno; Cal�gula con su J�piter, a quien desafi� a duelo, ? ? ?????? ? ??? ??; o los tres hijos que prueban su tiro con arco en el coraz�n de su padre, para ver qui�n puede disparar m�s cerca. Pero, �escapar�n as� por la iniquidad? No: "En tu ira, oh Dios, derriba al pueblo", Salmo 56:7 .

El muro de Afec ejecut� a los sirios blasfemos; el �ngel de Dios sobre los asirios; su venganza visible cay� sobre Juliano, Arrio y Olimpio, un obispo arriano que, al negar la Trinidad, fue alcanzado por tres rayos y asesinado en un ba�o. Otros entienden aqu� la palabra Libbo, y la leen as�: �Qui�n endureci� su coraz�n contra �l? &C. Sin duda, si los hombres endurecen su coraz�n, Dios endurecer� su mano y apresurar� su destrucci�n.

Ver Pro 29: 1 Isa 6: 10-11 Romanos 2:5 , y haz que tu coraz�n de piedra se vuelva carnoso, ya que un coraz�n endurecido es en alg�n aspecto peor que el infierno (que es el salario justo de �l), ya que uno de los m�s grandes el pecado es mucho mayor en el mal que cualquiera de los mayores castigos.

Versículo 5

El que remueve los montes y ellos no saben; que los derriba en su ira.

Ver. 5. Que remueve los montes, y ellos no saben ] Para una prueba m�s del poder de Dios, primero (y luego de su sabidur�a), Job produce diversos actos particulares sobre las criaturas, tanto irrazonables como razonables. Elifaz hab�a dicho algo con este prop�sito, Job 4:1,21 , Job 4:1,21 , sed hic admirandus est Iob, dice Mercer, Job lo hace admirablemente; su lengua, como una trompeta de plata, proclama las grandes alabanzas de Dios mucho m�s clara, abundante y magn�ficamente que cualquiera de sus amigos, que sin embargo tambi�n lo han hecho muy bien.

Dios, para mostrar su poder, quita los montes, dice Job, sc. por terremotos estupendos, y de lo contrario, a su gusto, Nah 1: 5 Sal 97: 4-5 Isa�as 40:15 , toma las islas como cosa muy peque�a, puede remover monta�as con un dedo mojado, como decimos, aunque tan poderoso en masa y s�lidamente fundado. Dionisio piensa que, al hablar as�, Job apunta a lo que se hizo en el tiempo del diluvio de No�, cuando las aguas con su poderosa fuerza agitaron y derribaron muchas monta�as grandes, pero eso es incierto.

Grandes cosas har� Dios junto al fuego del �ltimo d�a, cuando las monta�as se derritan, las rocas se rompan y la tierra, con sus obras, se quemar�, 2 Pedro 3:10 . Y cu�ntas desolaciones ha causado en diversas partes de la tierra por terribles terremotos, como a menudo en Antioqu�a (que por lo tanto se llam� Y???????, porque as� lo visit� Dios), en diversos lugares de Italia, Sicilia, Borgo�a, Helvetia y aqu� en Herefordshire. , se hace menci�n en Plinio, Stumpfius, Jovius y otros historiadores, todos haciendo bien esto de Job, y el del salmista, Los montes saltar�n como carneros, y los collados como corderos, cuando el Se�or se enoje, Salmo 114:4 .

Y ellos no lo saben ] Dicto citius, se hace en un santiam�n, r�pida y secretamente, antes de que las monta�as (si es que pudieran saberlo) pudieran saber lo que se les ha hecho; o antes de que los monta�eros o el barrio pudieran prever y evitar el peligro de ser abrumados y enterrados vivos.

Que los derriba en su ira ] O, que los derriba en su ira. Los hombres no son sensibles a la ira de Dios por el pecado, no, no en las mayores conmociones, tal es su estupidez; pero las necesidades se sofocan y se marchitan en sus iniquidades, como si nada pudiera despertarlas, Lev�tico 26:39 .

Versículo 6

Que sacude la tierra de su lugar, y sus columnas tiemblan.

Ver. 6. Que sacude la tierra de su lugar ] Por poderosos terremotos, que trastornan la tierra, una parte de ella; porque el todo nunca fue removido, aunque Dios puede tomar el globo entero como lo har�a un hombre con una pelota, lanzando el mismo centro donde est� establecido, 2 Samuel 22:8 , etc. Hay un poder doble de Dios; 1.

Absoluto. 2. Actual. Por el primero puede hacer m�s de lo que hace: por el segundo, todo lo que quiere, que sin impedimento hace. En cuanto a la tierra, como Dios la sostiene con la palabra de su poder, Hebreos 1:3 , as� la ha levantado simplemente por su propio peso, para que no sea quitada para siempre, Salmo 104:5 .

Porque si imaginas que la tierra podr�a ser removida de su lugar natural, de cualquier manera que sea removida, se mover� hacia el cielo, y as� naturalmente ascender�; pero hacerlo es totalmente repugnante a la naturaleza de la tierra, que es hundirse. Todo lo cual, sin embargo, el Dios de la naturaleza, como est� en el cielo, as� hace todo lo que quiere en el cielo y en la tierra.

Versículo 7

Que manda al sol, y no sale; y sella las estrellas.

Ver. 7. Que manda al sol, y no sale ] Dios, al enmarcar el mundo, comenz� arriba y trabaj� hacia abajo; pero Job, al describir las grandes obras de Dios aqu�, comenz� abajo; y ahora sube de la tierra al cielo. Es tan natural que el cielo se mueva como que la tierra se detenga. La opini�n de Cop�rnico, que la tierra gira y el cielo se detiene, es digna de explotar. De hecho, la tierra es redonda, a pesar de las colinas y los valles (como una manzana es redonda, a pesar de algunos nudos y racimos), y al ser redonda, es naturalmente apta para el movimiento (los pitag�ricos sosten�an que la tierra era natura sua mobilis, como los cielos), pero Dios lo fij� y lo hizo inamovible, mientras que los cuerpos celestes est�n inquietos en su curso.

El sol (el sol resplandeciente, como la palabra aqu� significa) se regocija como un hombre fuerte para correr su carrera, Salmo 19:5 . Belarmino dice que en la octava parte de una hora el sol corre 700 millas (De ascens. Mentis in Deum, grad. 7); pero Dios, el soberano del sol, puede hablarle y no sale. Si tan s�lo da la orden al sol de que no salga, la ma�ana se convertir� en tinieblas, Am�s 4:13 , y el d�a se oscurecer� con la noche, Am�s 5:8 .

�No fue as� en aquellos tres d�as de oscuridad en Egipto? �xodo 12:21 , en esa milagrosa parada del sol en los d�as de Josu�, cuando el sol no sali� con las ant�podas una ma�ana, y las estrellas se sellaron parte de la noche? Josu� 10:13 , en esa l�gubre oscuridad (mencionada por Lavater en este texto), 12 de marzo de 1585, con una duraci�n de un cuarto de hora, y siendo tan parecida a la noche, que las aves se fueron a posar al mediod�a y muchas cayeron. a sus oraciones por el perd�n de sus pecados, como pensando en verdad que el d�a del juicio hab�a llegado.

No hubo eclipse solar para esta fecha. San Pablo en la tempestad en el mar no vio sol ni estrellas durante muchos d�as, Hechos 27:20 . Y he le�do acerca de un extranjero que, habiendo estado en estos lugares en pleno invierno, y regresando a casa de nuevo, deseaba uno que estaba destinado a Inglaterra para recomendarlo al sol la pr�xima vez que lo viera, porque no lo he visto. �l all�, dijo �l, de toda una quincena juntos, Ezequiel 32:7 . Cubrir� el sol con una nube; y, en ese sentido, dile que no se levante.

Y sella las estrellas ] Heb. Pone un sello sobre las estrellas, haci�ndolas esconder la cabeza y retirar sus influencias; porque las estrellas son los dep�sitos de Dios, Deuteronomio 28:12 , que �l abre o cierra a su antojo. Cada estrella es como una bolsa de oro; del cual Dios puede, cuando quiera, arrojar riquezas y abundancia a la tierra; pero muchos de ellos nunca se nos aparecen, aunque son visibles para las ant�podas, Job 37:7 .

Versículo 8

El �nico que extiende los cielos y pisa las olas del mar.

Ver. 8. El �nico que extiende los cielos ] Sin la ayuda ni el consejo de ning�n otro. Como Dios estaba solo y por s� mismo al hacer el mundo, Isa�as 44:24 , as� lo est� ordenando, Job 37:18 Salmo 104:1,2 . Los hebreos, como sostuvieron con Pit�goras en el punto de la transanimaci�n; lo mismo sucedi� con Plat�n en esa falsa opini�n suya de que los �ngeles eran los que mueven los cielos y los gobernantes del mundo entero; de donde creci� ese culto angelical entre ellos, Colosenses 2:18 .

Como Dios hizo solo los cielos, toda esa expansi�n o firmamento, G�nesis 1:6 , toda la regi�n del aire; as� que todav�a lo extiende como una cortina, que tiende ante el sol y las estrellas, enmascarando y tap�ndolas con nubes, cuando le place.

Y pisa sobre las olas del mar ] O, desde�a, ejercitando un regimiento sobre las furiosas olas de los mares, aunque parezcan hincharse contra �l. As�, Job obtiene evidencias del poder de Dios de todos los lugares. Ver Salmo 89:9 .

Versículo 9

Que hace Arcturus, Orion y Pl�yades, y las c�maras del sur.

Ver. 9. Que hace a Arcturus, Orion y Pl�yades ] Esas gloriosas constelaciones, que, seg�n una especie, gobiernan las cuatro estaciones del a�o; sino que est�n gobernados por Dios, de cuyo poder se toma prestada toda su influencia y virtud, incluso la que ejercen sobre los mares embravecidos. Los eruditos int�rpretes no han traducido inadecuadamente: Tiene Arcturus, Chesil Orion, Chimah Pl�yades, o las siete estrellas, y los climas del Sur, los signos de verano; descuidar por completo los juguetes de los rabinos ignorantes; qu� estrellas o signos responden al oto�o e invierno, a la primavera y al verano.

Pero preferir�a (dice el Rev. Sr. Beza) retener a�n las palabras hebreas que usar las otras; que tanto han sido abusados ??con revelaciones y cuentos impuros y artima�as de los poetas malvados y profanos. Ver Trapp en " Trabajo 38:31 "

Y las c�maras del sur] Interiora Austri, las partes m�s remotas, escondidas y secretas del sur; as� llamado, porque las estrellas que est�n debajo del polo sur est�n ocultas para nosotros, y est�n encerradas y alojadas como en una c�mara. Esas estrellas (y as� todas las dem�s) las hace Dios, es decir, las hace aparecer y hacer su oficio para el uso y el bien del hombre. �l es el �nico que cuenta el n�mero de las estrellas, las llama por sus nombres; tampoco pueden hacer nada m�s que recibir orden y comisi�n de �l (Mr Caryl, Sal 147: 4).

Esa fue una vana jactancia de Arato, el astr�logo, de que hab�a descubierto y anotado el n�mero entero de estrellas (Aug. de Civ. Dei, lib. 16); y esa es una extra�a arrogancia de los reyes de M�xico, quienes cuando se consagran, se dice que hacen este juramento, juro que el sol, durante mi vida, mantendr� su curso; y que las nubes enviar�n lluvia, los r�os correr�n, y la tierra producir� toda clase de frutos, etc. (L�pez de Gomara).

Versículo 10

Que hace grandes cosas que nadie puede descubrir; s�, y maravillas innumerables.

Ver. 10. Que hace grandes cosas, etc. ] Ver Trapp en " Job 5: 9 " de donde se toma este vers�culo palabra por palabra. Si Elifaz dice la verdad de la sabidur�a y el poder de Dios, Job pronto la sellar�; puede encontrar en su coraz�n hablar todo lo bueno de un Dios herido, de un Dios asesino, y no desear, como lo hizo Spira, �Oh, que yo estuviera por encima de Dios y pudiera vencerlo! O como lo hizo Hacker aqu�, en 1591 d.C., amenaz� a Dios con encender el cielo a su alrededor, para sacarlo de su trono. (Camb. Eliz. Fol. 408)

Versículo 11

He aqu�, �l pasa junto a m�, y yo no lo veo; �l tambi�n pasa, pero yo no lo percibo.

Ver. 11. He aqu�, �l pasa a mi lado, y yo no lo veo ]. Como es poderoso en sus obras, as� es secreto en sus designios, pasajero y no retrocede todos los d�as, pero a�n no es visto; est� presente en todas partes, y no tan lejos de cualquiera de nosotros como la corteza del �rbol; porque en �l vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser; y por lo tanto ten�amos que prestar atenci�n a lo que decimos o pensamos de �l en cualquier extremo o desdicha, porque nos escucha; s�, �l conoce nuestros pensamientos mucho antes, Salmo 139:2 .

Como juez prudente que va oculto bajo alg�n disfraz, para o�r y ver lo que dicen y hacen los que han de ser juzgados por �l. O, como el Gran Turco de pie detr�s del tapiz, en la puerta peligrosa, para escuchar todos los debates y decretos de su senado, y llamarlos a un relato estricto de todo despu�s: Dios, como es invisible, demasiado sutil para ser tendido. o vista a la que aferrarse; por lo que es ??????????, Todo ojo, para inspeccionar y mirar a nuestro alrededor; s�, para ver a trav�s de nosotros: "El Se�or est� en su santo templo, el trono del Se�or est� en los cielos"; sin embargo, no est� tan confinado o encerrado all� (como so�aron los epic�reos), sino que "sus ojos contemplan, sus p�rpados examinan a los hijos de los hombres", Salmo 11:4 .

Uno se�ala su conocimiento, el otro su juicio, o su descanto er�tico; hurga en las entra�as mismas del alma, en el coraz�n del coraz�n; las riendas, esos asientos de la lujuria y las partes m�s abstrusas del cuerpo. Ning�n hombre necesita una ventana en su pecho (como deseaba el pagano Momus) para que Dios la mire; todo hombre delante de Dios es todo ventana, y �l, como la virtud �ptica en el ojo, lo ve todo y no es visto por nadie.

M�relo, por lo tanto, y camine exactamente. Cueva, espectador Cuidado, cuidado, cuidado ve, era una antigua consigna entre los romanos, y un gran retentivo del vicio; �Cu�nto m�s esto entre todos los hombres: Mirad, el Se�or mira! �Qu� si es invisible y no lo vemos? �l tambi�n pasa, y no lo percibimos; �Debemos nosotros, como la avutarda insensata, meter la cabeza en un agujero y luego pensar que, porque no vemos a nadie, por lo tanto no somos vistos por nadie? El mundo entero es para Dios como un mar de vidrio, claro y transparente, Apocalipsis 4:6 , y sus ojos son como un fuego llameante, Apocalipsis 1:14 , que no necesitan luz exterior, pero pueden ver enviando un rayo.

Dios, que todo lo llena y todo lo ve (dice Nazianzen), aunque aligera la mente, vuela ante sus rayos, dej�ndola todav�a como puede a la vista para seguirlo; y as� lo lleva gradualmente a cosas superiores; sin embargo, se interpone entre �l y su esencia incomprensible, tantos velos como hab�a sobre el Tabern�culo.

Versículo 12

He aqu�, �l quita, �qui�n se lo impedir�? �Qui�n le dir�: �Qu� haces?

Ver. 12. He aqu�, �l quita ] Raptim aufert; Arrebata o arrebata a la fuerza, como el le�n arrebata su presa, o el ladr�n arrebata los bienes ajenos. Conferir Proverbios 23:28 . Y si lo hace, �qui�n puede repelerlo o hacerle retroceder? Aqu� Job alude claramente a la toma de sus hijos, sirvientes y ganado, la probabilidad tambi�n de perder su vida (seg�n la par�frasis caldea) por sus actuales miserias; lo cual, si le sucediera de parte de Dios, no ser�a seguro que cavilara, o una vez cuestionara el proceder de Dios, para instarlo a la restituci�n o acusarlo de opresi�n; ya que �l es el Se�or principal de todo, y puede hacer con los suyos lo que le plazca.

Es incontrolable, como reconoci� Daniel 4:35 Nabucodonosor, Daniel 4:35 , y su voluntad es la verdadera y �nica regla de la justicia misma, nec solum recta, sed et regula. Por tanto, que toda la tierra guarde silencio ante �l, Habacuc 2:20 , y que nadie se atreva a preguntarle ni una sola vez qu� ha hecho, ya sea para cuestionar su derecho a hacerlo, o para cuestionar su justicia al hacerlo.

Versículo 13

Job 9:13 [Si] Dios no aparta su ira, los soberbios ayudantes se rebajan debajo de �l.

Ver. 13. Si Dios no retira su ira ] Es decir, por su propia voluntad abstiene de ejecutar sus juicios, el m�s valiente debe inclinarse; porque "�l est� en un mismo sentir, �y qui�n lo convertir�? Y lo que su alma desee, aun lo que sea", Job 23:13 , su poder es del todo irresistible. Los hombres, aunque nunca tan poderosos, pueden ser resistidos y superados, como lo fue Asa, 2 Cr�nicas 14:8,9 .

La naturaleza puede ser resistida y su poder suspendido, como cuando el fuego no quem� a los tres dignos, el Mar Rojo no ahog� a los israelitas que lo atravesaban. En las criaturas hay una esencia y una facultad mediante la cual act�an; entre estos Dios puede separarlos y as� obstaculizar su trabajo. En los �ngeles hay una esencia y un poder ejecutivo; Dios se interpone entre ellos a veces y les impide hacer lo que har�an.

Pero Dios es sumamente simple y completo, y, por lo tanto, el ayudante fuerte, qui portante orbem, dice la Vulgata, que sostiene los pilares del mundo (que algunos entienden que son �ngeles, otros que son santos, que est�n en la brecha). , Ezequiel 22:30 , y otros, nuevamente, para ser combinaciones carnales), no lo estorbar�n, sino que se inclinar�n y ceder�n debajo de �l, o debajo de �l, a saber.

su ira, como si no pudiera soportarlo; los ayudantes no demostrar�n ayuda contra la mente y el prop�sito de Dios; no, aunque sean tan poderosos y tan orgullosos como Egipto (tal alusi�n puede haber en el texto hebreo), o aunque sean ayudantes de latitud, como uno lo traduce, es decir, de la mayor extensi�n, ya sea en poder, o por una mente euf�rica; y entonces el significado es, Nadie es tan poderoso, o tan engre�do con su propia habilidad, pero, si se enoja, los har� agacharse, como si no pudieran soportar su ira.

Versículo 14

�Cu�nto menos le responder�, [y] elegir� mis palabras [para razonar] con �l?

Ver. 14. Cu�nto menos le responder� ] Si el cielo, la tierra y el mar no pueden estar delante de �l; si los hombres m�s fuertes, fuertemente amistosos y secundados, no pueden hacer que su partido sea bueno con �l, no me corresponde a m� insistir; sino m�s bien agacharse y zarpar, buscando desarmar su indignaci�n con una humilde entrega; sobre todo porque no puedo mantener un discurso con �l, para responderle como uno entre mil; No solo no tengo argumentos, sino que me faltan las palabras adecuadas; no s�lo palabras argumentativas, sino tambi�n persuasivas.

�Y elegir mis palabras para razonar con �l? ] Heb. �Debo elegir palabras con �l? Broughton lo traduce: �Debo elegir hablar con Dios? Seguramente mi mejor elocuencia en este caso ser� un silencio sumiso. No puede ser sabidur�a ni deber en m� tratar y aceptar a Dios, ya sea con la mano abierta o cerrada, con sutilezas l�gicas o con florituras ret�ricas. Si fuera demandado u oponente, saldr�a perdido.

Versículo 15

A quien, aunque yo fuera justo, no responder�a, sino que suplicar�a a mi juez.

Ver. 15. A quien aunque yo era justo ] Legalmente justo, como nunca lo fue nadie, excepto el primer y segundo Ad�n.

Sin embargo, no responder�a ] a saber. Abogando por mi propia justicia, ya que ninguna justicia creada puede responder a Dios. Algunos lo dicen , non attollam vocem, ne hiscere quidem audebo, no levantar� la voz, ni me atrever� a callar contra �l. ver 1 Cor 4: 4 No, aunque nunca fui tan inocente, y sufr� esta miseria inmerecidamente.

Pero suplicar�a a mi juez ] Como �l hace, aunque fue un buen rato al principio, al final del pr�ximo cap�tulo. Es probable que tuviera la intenci�n de hacerlo antes, pero se dej� llevar por sus pasiones; que, cuando se le suben a la cabeza, se juntan a menudo en una nube tan espesa que perdemos la vista de nosotros mismos y de lo que es mejor hacer. Jon�s pens� haber orado, Juan 4:1,2 , Juan 4:1,2 , pero result� ser una pelea; y cuando, como mediante la oraci�n, pens� en vencer su ira, la ira lo venci� a �l y tambi�n a su oraci�n.

Versículo 16

Si hubiera llamado y �l me hubiera respondido; [sin embargo] no creer�a que �l hab�a escuchado mi voz.

Ver. 16. Si hubiera llamado y �l hubiera respondido ] Si, confiando en mi propia justicia, hubiera buscado algo bueno en sus manos, y �l se hubiera condescendido conmigo, sin embargo, no creer�a que lo hizo, en misericordia, escuch� mi voz; sino m�s bien, por un da�o m�s, para que �l se volviera sobre m�, como Jos� sobre sus hermanos, y como Dios hizo sobre los israelitas despu�s de sus codornices; para destrozarlos con su tempestad, etc.

Algunos piensan que Job dice estas palabras, como desesperado por la audiencia, o negando la providencia particular de Dios; pero ninguno de estos es probable. M�s bien, dice Pineda, parece ser el discurso de una mente maravillosamente abatida y mezquinamente presumida de s� mismo y de su oraci�n; y confiando solo en la bondad de Dios; as� que Drusius. Job no dice esto, dice, por timidez, sino por temor a los juicios de Dios y por el sentido de sus propias imperfecciones.

Sin embargo, no creer�a que hubiera escuchado mi voz ] A saber, por cualquier valor que encuentre en ella: �qu� soy yo, pobre criatura, para pensar que he llevado el asunto con Dios?

Versículo 17

Porque me quebranta con tempestad, y sin causa multiplica mis llagas.

Ver. 17. Porque con tempestad me quebranta ] qd Tambi�n esto es lo que me hace pensar que no soy escuchado, porque no soy ayudado; pero despu�s de mi oraci�n estoy tan mal como antes y parece que Dios me rechaza. Las aflicciones que contin�an no son evidencia de que la oraci�n no sea escuchada; sin embargo, para una persona afligida suele ser muy poco evidente que su oraci�n sea escuchada. El hebreo (y por lo tanto la Vulgata) lo dice: �l me quebrantar�, es decir, dice uno: Si suplicara ante �l como puro, aunque pudiera ser liberado temporalmente, o por un tiempo, sin embargo, finalmente no escapar�a. destrucci�n, aunque no deber�a darle otra causa.

Por lo cual podemos ver qu� peligro de ser despedazados por los juicios de Dios se ponen nuestros justicieros que necesitan ir a Dios en su propia justicia, como el orgulloso fariseo, Lucas 18: 11-12 La calamidad de estos traficantes de m�ritos se levantar� repentinamente . He aqu�, un torbellino o una tempestad del Se�or sale con furor, un torbellino terrible; caer� gravemente sobre la cabeza de estos inicuos, Jeremias 23:19 .

Esto lo sab�a San Pablo y, por lo tanto, hizo todo lo posible para ser encontrado en Cristo ( es decir, cuando lo busca la justicia de Dios), no teniendo su "justicia propia, que es de la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe ", Filipenses 3:9 .

Y multiplica mis llagas sin causa ] es decir, sin otra causa que probarme y probar mi paciencia, que ahora Job comenz� a percibir, como Felipe re�ne; o, sin ninguna causa manifiesta, y perceptible por un hombre afligido, as� lo siente Tom�s de Aquino. Dios no me ha dicho la raz�n de sus castigos; pero, para aumentar mi dolor, me oculta la causa de ellos; y, sin embargo, multiplica todav�a mis llagas y mis dolores. O, sin causa, es decir, sin la causa que sus amigos alegaron contra �l, a saber. que era un hip�crita de rango.

Versículo 18

No me dejar� tomar aliento, sino que me llena de amargura.

Ver. 18. No permitir� que me quede sin aliento ] Estoy tan lejos de un per�odo, que no tengo pausa en mis problemas. No puedo obtener interespirias o espacio libre para respirar. Vea Job 7:19 . Y en el vers�culo anterior se hab�a quejado de que Dios lo hab�a asaltado. Interim per Pathos, dice Mercer; aqu� vuelve a su vieja pr�ctica de protestar sobre la grandeza de su dolor, y no escatima en hiperbolizar.

Beda y otros entienden que este texto es una molestia corporal para Job, que lo hab�a dejado sin aliento. Y Lavater tiene aqu� esta buena nota, Hoc cogitandum nobis est, etc. Pensemos en este texto cuando nuestro �nimo comience a hundirse; como tambi�n cuando por causa de la t�sica, Una enfermedad debilitante de los pulmones; tisis pulmonar o cualquier otra enfermedad parecida, sentimos una dificultad para respirar y un enderezamiento de nuestros pectorales, o de lo contrario nos rodean de grandes dolores.

Pero me llena de amargura ] Heb. Me sacia de amarguras, es decir , de aflicciones dolorosas y agudas, que de ninguna manera son alegres, sino dolorosas para la carne, Hebreos 12:11 . Job ten�a el est�mago lleno de hiel y ajenjo; no s�lo ten�a un trago o dos, sino una bebida diet�tica hecha para �l con los ingredientes m�s amargos.

De esto se queja mucho; �Qu�, pues, har�n los imp�os, que deben absorber la escoria de la copa de Dios, Salmo 78:8 , que tiene la eternidad hasta el fondo?

Versículo 19

Si [hablo] de fuerza, he aqu� [�l es] fuerte; y si de juicio, �qui�n me dar� tiempo [para suplicar]?

Ver. 19. Si hablo de fuerza, he aqu� que es fuerte ] Ni con fuerza ni con derecho podr� tratar con �l. Broughton lo traduce: En cuanto a la fuerza, es valiente. El Se�or es un hombre de guerra, dice Mois�s, �xodo 15:3 . S�, �l es el Se�or de las armas, dice David, Sal 84: 1-12 S�, �l solo es todo un ej�rcito de hombres, tanto de van como de retaguardia, dice Isa�as, Isa�as 52:12 , no hay duda, entonces, pero �l se llevar� el d�a, ya que ninguna criatura puede luchar con �l.

La debilidad de Dios (si hubiera tal cosa) es m�s fuerte que los hombres, 1 Corintios 1:25 , y por los medios m�s d�biles puede efectuar los asuntos m�s importantes, como lo hizo una vez en Egipto.

Y si es de juicio, �qui�n me dar� tiempo para suplicar? ] �Qui�n fijar� la hora y el lugar de nuestra reuni�n? Si me dispongo a demandarlo ante la ley, no tendr� m�s que un traje fr�o, un mal tir�n; porque �qui�n lo har� aparecer, o lo traer� a su respuesta? y �d�nde encontrar� un defensor, un mecenas, que defienda mi causa? s�, �d�nde conseguir� un testigo? pues as� lo lee el vulgar, Nemo audet pro me testimonium dicere; ning�n hombre se atrever� a dar testimonio en mi favor o ser testigo de mi parte.

Versículo 20

Si me justifico a m� mismo, mi propia boca me condenar�: [si digo] perfecto [soy], tambi�n me resultar� perverso.

Ver. 20. Si me justifico ] Si, a falta de otros defensores, me comprometa a administrar mi causa yo mismo, nunca estar�a m�s cerca.

Mi propia boca me condenar� ] es decir, Dios de mi propia boca, por hallar mis argumentos d�biles e in�tiles; nos conoce mejor que nosotros mismos; y cuando llegue a voltear el fondo de la bolsa hacia arriba (como una vez el mayordomo de Jos� hizo con el de ellos) todos nuestros robos secretos ser�n revelados, y esos parecer�n ser fallas en las que poco pensamos. Un te�logo holand�s, al morir, estaba lleno de miedos y dudas; Le dijeron algunos: Has estado tan ocupado y tan fiel, �por qu� habr�as de temer? Oh, dijo �l, el juicio del hombre y el juicio de Dios son diferentes.

Vae hominum vitae quantumvis laudabili, si remota misericordia iudicetur; �Ay del hombre vivo m�s digno de alabanza, si se encuentra con juicio sin misericordia! El mejor cordero deb�a soportar el matadero, excepto que el carnero fuera sacrificado, para que Isaac pudiera ser salvo.

Si digo que soy perfecto ] �Y si Dios lo hubiera dicho, Job 1:1 , pero quiz�s Job no, Proverbios 27:2 2 Corintios 10:18 . O si en alg�n momento se justifica a s� mismo, como Job 29:1,25 ; Job 30: 1-31 lo hace, es en su propia defensa necesaria y justa, contra la acusaci�n de sus amigos. Verdaderas disculpas que debemos hacernos a nosotros mismos cuando somos agraviados; verbal, si lo hay, debe manejarse con mansedumbre de sabidur�a.

Versículo 21

Job 9:21 Aunque yo fuera perfecto, no conocer�a mi alma: menospreciar�a mi vida.

Ver. 21. Aunque yo era perfecto ] Es decir, de una conversaci�n intachable, sin embargo, no pod�a conocer mi propia alma, es decir, esos pecados secretos, Salmo 19:12 , esas camadas de lujurias que acechan en ella; por lo tanto, desprecio mi vida, no tengo ninguna alegr�a en ella, pero podr�a desear estar fuera del mundo para deshacerme de estos internos malvados, que no saldr�n hasta que la casa caiga sobre sus cabezas, hasta que el tabern�culo terrenal que los alberga, se deshagan en seguida.

Otros leen y sienten las palabras as�: Soy perfecto o recto, ni conozco mi propia alma, es decir , quicquam perversi anima mea, permitieron el pecado en mi alma; sin embargo, estoy tan afligido que desprecio mi vida, por ser una muerte continua. Aben Ezra lee el verso con admiraci�n, as�, Perfecto soy; �Y pensad que yo no conozco mi propia alma! �Que soy un gran extra�o para m� mismo! �O que me preocupo tan poco por mi propio bien, que desprecio mi vida y camino en todas las aventuras! Tremellius, pues, soy recto, hag�is lo que vosotros, mis amigos, hag�is de m�, ni valoro mi vida ni mi alma en comparaci�n con mi integridad; mi vida es una bagatela para mi conciencia, etc.

Versículo 22

Esto es una [cosa], por eso lo dije: �l destruye al perfecto y al imp�o.

Ver. 22. Esto es una cosa, por eso lo digo ] Y lo mantendr�, aunque yo est� solo; esta es la �nica cosa en la que difiero en opini�n de usted; y debido a que es la bisagra sobre la que gira toda la disputa entre nosotros, me atendr� a ella y ser� Doctor resolutus, resuelto en su mantenimiento, a saber.

�l destruye al perfecto y al imp�o ] Una doctrina dura, pero buena, dice un int�rprete. La gracia no es un escudo contra la mayor aflicci�n. Ver Ec. 9: 1-3 Malaqu�as 3:14 Eze 21: 3. Hebreos 11: 36-38 muestra que nadie fuera del infierno ha sufrido m�s que los hijos m�s queridos de Dios; y Hebreos 12:6 , No solo castiga, sino que azota a todo el que recibe por hijo.

Dios no rechazar� al justo, dijo Bildad, Job 8:20 ; es decir, destruirlo totalmente en temporales, pero restaurarlo de nuevo. No importa, dice Job, porque puede suceder, y muchas veces sucede, que un hombre piadoso, en cuanto a esta vida presente, perezca, as� como un hombre inicuo; puede estar total y finalmente privado de comodidades externas, el justo perece, Isa�as 57:1 ; s�lo con esta diferencia, como se ha se�alado antes, los juicios de Dios sobre los imp�os son penales y t�picos del tormento eterno; mientras que para los piadosos no son m�s que medicinales o de prueba, etc.

Versículo 23

Si el azote mata de repente, se reir� del juicio de los inocentes.

Ver. 23. Si el azote mata repentinamente ] Por azote aqu� se entiende una calamidad com�n, como un circuito de paseos, rodeando un pa�s como un azote da el cuerpo de un hombre alrededor. Cualquier juicio radical es un azote oscilante en las manos de Dios; como es la espada, Isa�as 10:26 , que cuando cabalga en circuito (como juez) est� en comisi�n, Eze 14:17 Jeremias 47:6,7 , devorando carne y bebiendo sangre.

As�, Atila, el huno, se autodenomin� el azote de Dios. A Tamerl�n se le llamaba com�nmente la ira de Dios, el terror del mundo. Piensa lo mismo de hambre, la peste, animales salvajes, Ezequiel 14:12 , & c., �stos a menudo matan repente, Isa 30:13 Jeremias 18:22 , al igual que el sudor ingl�s aqu� en Inglaterra, la matanza de Francia, y que posteriormente de Irlanda, ese azote, si es que alguna vez lo hubo, mat� repentinamente a los perfectos y a los malvados. Cuando una tormenta desbordante arrasa con los malvados, su cola puede aplastar a sus mejores vecinos.

Se r�e del juicio de los inocentes ] La Vulgata lee: No se reir� del juicio de los inocentes; pero no est� en el original. Otros as�, �se reir� del juicio de los inocentes? qd no, no lo har�. Dios puede parecer menospreciar a los suyos en la aflicci�n, como Salmo 77:2,3 . El le�n deja rugir a sus cachorros a veces, hasta que casi se matan con el rugido.

La verdad es (y creo que el verdadero sentido de esta Escritura), Dios desprecia la alegaci�n de inocencia, o la justificaci�n y s�plica del hombre m�s recto que respira, en el camino de la exenci�n o prevenci�n de sus dispensaciones justas y sabias, cuando �l agrada infligirlos, involucrando buenos y malos en la misma calamidad com�n (Sr. Abad).

Versículo 24

La tierra es entregada en mano de los imp�os; El cubri� el rostro de sus jueces; si no, �d�nde, [y] qui�n [es] �l?

Ver. 24. La tierra es entregada en manos de los malvados ] Dios muchas veces permite que los malvados reine en el mundo m�s licenciosamente, Jeremias 27:6 Daniel 5:18,19 . Y algunos piensan que Job, hablando aqu� en singular, apunta a alg�n tirano famoso en esos lugares, conocido tanto por �l como por sus amigos; como el emperador Focas, quien, cuando mat� a su amo Mauricio y se instal� en su lugar, hubo un pobre honesto (dice Cedreno) que fue maravillosamente importuno en el trono de la gracia para saber una raz�n por la que eso �El malvado prosper� as� en su designio? una voz le respondi� de nuevo que no se pod�a encontrar a un hombre peor; y que los pecados de los cristianos y de la ciudad de Constantinopla lo requer�an.

�l cubre los rostros de sus jueces ] es decir, ese tirano, antes mencionado, subvierte todo el orden de la justicia, condena y da muerte incluso a los jueces mismos, si no pervierten la justicia, como Bassianus hizo Papinian (Spartian). El cubrimiento del rostro era la marca de un condenado, Est 7: 8 Job 40:8 Isa 8:17 Marco 14:65 .

O as�, Dios cega a los jueces entreg�ndolos al error, o permiti�ndoles aceptar sobornos, de modo que no puedan discernir entre el bien y el mal, etc. Algunos de los jueces aqu� comprenden a los santos que un d�a juzgar�n al mundo, pero que est�n en el medio mientras los malvados los afligen gravemente.

Si no es as�, �d�nde y qui�n es? ] Qu� cosas, si decimos que est�n hechas, adem�s de la voluntad y la presciencia de Dios, echaremos a Dios fuera del mundo, y estableceremos destino y fortuna ciega; o as� es aun as�; o si no, �d�nde est�, y qui�n es el que ve Est 7: 5 Mal 2:17 que puede refutar lo que he afirmado? prodeat, siquis me potest falsi argure, me gustar�a ver al hombre que pueda convencerme de error (Mercer, Pagnin., Vatab.).

Versículo 25

Ahora mis d�as son m�s veloces que un poste: huyen, no ven nada bueno.

Ver. 25. Ahora mis d�as son m�s r�pidos que un correo, etc. ] No s�lo mis d�as de prosperidad (como dice Broughton), sino todo el curso de mi vida; la vanidad que Job expresa con muchas similitudes; y aqu� la b�squeda se hace en tres de los cuatro elementos, tierra, agua y aire, para encontrar uno adecuado. �Qu� hay m�s r�pido en la tierra que un poste, que cabalga sin parar ni se detiene, y no perdona carne de caballo? de hecho, se toma un tiempo para descansar; pero la vida del hombre no es as�; est� siempre en movimiento, ya cada momento cedemos un poco a la muerte. Animantis cuiusque vita est fuga, dice el fil�sofo, nuestro �ltimo d�a permanece, el resto corre. Cum crescit vita, decrescit, vivir no es m�s que estar agonizando (S�neca).

Huyen ] Como David huy� de la faz de Absal�n, Salmo 3:1 ; pues a Brentius le aconsej� aquel senador de Hala que huyera por su vida, cito, citius, citissime, con toda la celeridad posible, ya que estaban a la mano quienes lo buscaban. Ver 1 Samuel 19:11 ; 1 Samuel 19:18 .

No ven el bien ] Pero son pocos, y con todo mal, G�nesis 47:9 Job 14:1 . Vea a Trapp en " Gen 47: 9 " Vea a Trapp en " Job 14: 1 " Algunos d�as buenos que Job hab�a tenido, pero terminaron tan pronto (y su presi�n actual era tan grande) que apenas se dio cuenta de ellos, ni pudo tomarlos. el consuelo de ellos ahora; los epic�reos de hecho sosten�an que un hombre pod�a estar alegre en medio de los m�s exquisitos tormentos, ex praeteritarum voluptatum recordatione, por el recuerdo de esos placeres y deleites que antes hab�a disfrutado (Cic.

de Fin. I. 2; Sen. de Benef. 1. 4. c. 22). Job mantuvo esto como un ligero consuelo; su cuidado estaba en la prosperidad de c�mo hacer el mejor uso de �l; sus pensamientos corr�an sobre la incertidumbre de todas las comodidades de las criaturas, para poder colgar de ellas y sostenerlas de la misma manera que un ni�o tiene un p�jaro en su mano.

Versículo 26

Pasaron como naves veloces, como el �guila que se apresura a la presa.

Ver. 26. Pasaron como las naves veloces ] Heb. Se cambian (desliz�ndose insensiblemente) como los barcos del deseo (as� llamados, porque parecen dispuestos a estar en el puerto tan pronto como sea posible), o como los barcos de Ebeh, un r�o muy veloz en Arabia, dice el rabino Salom�n. ; o como los barcos piratas, as� Broughton, como son sus �giles fragatas, fly-boat, un velero veloz utilizado principalmente en los siglos XVI y XVII: a.

para el transporte r�pido de mercanc�as, etc., esp. en el comercio de cabotaje y capturas, etc. Labitur uncta vadis abies (Virg.). Sea nuestra alma como un barco que se hace peque�o y angosto hacia abajo; pero m�s ancho y ancho hacia arriba. Sean naves del deseo, que se apresuran hacia el cielo; y luego dejemos que nuestros d�as pasen como puedan, pero antes estaremos en casa; la mortalidad parecer� ser una misericordia no peque�a.

Como el �guila que se apresura a la presa ] Cuando el hambre agrega rapidez a sus alas, y la hace derramarse o derramarse sobre la presa como un rayo; tan transitorio es nuestro tiempo: red�melo, pues. Se dice de Ignacio, que cuando o�a que sonaba un reloj, dec�a: Aqu� ha pasado una hora m�s y tengo que responder.

Versículo 27

Si digo, olvidar� mi queja, dejar� mi pesadumbre y me consolar�:

Ver. 27. Si digo, olvidar� mi queja ] Y sufrir� en silencio, como t�, Bildad, me has aconsejado, Job 8:2 . Los dolores no se olvidan tan f�cilmente; Lamentaciones 3:19 , "Recordando mi aflicci�n y mi miseria, el ajenjo y la hiel.

"Los estoicos, que se jactaban de su indolencia, o de su capacidad para soportar las aflicciones sin gemir ni quejarse, cuando les toc� el turno, descubrieron por experiencia que hab�an hablado con m�s brusquedad que la verdad; y, por lo tanto, un Dionisio, de apellido M??????????, o el Flincher , parti� por este motivo de los estoicos a los peripat�ticos.

Dejar� mi tristeza ] Heb. Mi cara, a saber. la acidez que sol�a asentarse sobre �l, como 1 Samuel 1:18 . Los fariseos eran vultuosi tetrici inamaeni, Mateo 6:16 , de semblante triste y amargo, l�gubre y espantoso; fing�an parecerse a los s�ctios, como significa la palabra, para que parecieran grandes saboreadores, cuando por dentro eran alegres y agradables. El caso de Job fue muy diferente; su coraz�n estaba pesado como el plomo; sin embargo, para dar satisfacci�n a sus amigos, se esforzar�a por lucir liviano, pero se encontr� con una tarea muy dif�cil.

Y consolarme ] Heb. Fortalecer, a saber. para no gemir, sino morder mi dolor. Invalidum omne natura querulum, cuanto m�s d�bil es algo, m�s apto es para quejarse; y, por el contrario, la carne de algunos hombres pronto se enrojecer� y se pudrir�, si s�lo se la cortara con un alfiler: as�, los esp�ritus de algunos hombres est�n siempre lloriqueando.

Versículo 28

Tengo miedo de todos mis dolores, s� que no me considerar�s inocente.

Ver. 28. Tengo miedo de todos mis dolores ] que se agolpan a mi alrededor y me atemorizan; seguramente se duplicar�n y triplicar�n sobre m�; por eso mi dolor es incurable; si nunca me resuelvo tanto en contra de ella, romper�a mi resoluci�n y caer�a en nuevas quejas, Salmo 39:1 ; Salmo 39:3 .

Hic vides, dice Lavater. Aqu� podemos ver cu�n poco se le puede atribuir al libre albedr�o del hombre en las cosas de Dios, ya que no est� en nuestro poder consolarnos y animarnos en las aflicciones, aunque nunca lo desear�amos tanto.

S� que no me considerar�s inocente ] sino que me har�s culpable y, en consecuencia, me castigar�s. Este era el lenguaje del temor de Job; si su fe hubiera estado en el coraz�n, habr�a sofocado y matado esos temores desconfiados, y habr�a reunido un contrario de otro, vida de la muerte, seguridad de liberaci�n de las angustias m�s profundas, Deuteronomio 32:36 2 Reyes 14:26 , yendo el cautiverio era una se�al del regreso de Israel del cautiverio.

Versículo 29

Job 9:29 [Si] soy imp�o, �por qu� entonces trabajo en vano?

Ver. 29. Si soy malvado ] Heb. Soy malvado, sc. en sus pensamientos, y lo ha afirmado y confirmado con tanta seriedad y eficacia, que casi estoy listo para decir, como usted dice, soy malvado. Plat�n trae a S�crates en su disculpa a los jueces, dici�ndoles as�: Se�ores m�os, no s� c�mo se han visto afectados por la elocuencia de mis acusadores mientras los escuchaban hablar; por mi parte, les aseguro que yo, a quien m�s toca, casi me sent� atra�do a creer que todo lo que dijeron, aunque contra m�, era cierto, cuando apenas pronunciaron una palabra de verdad. La par�frasis caldea dice: Ser� culpable o ser� condenado.

�Por qu� entonces trabajo en vano? ] O, por nada, como lo tiene el caldeo. Ver el similar Salmo 73:13,14 . �Por qu� me somet� a tantos dolores infructuosos, ya sea para orar a Dios, o para disculparme con ustedes, mis amigos, ya que por Dios todav�a estoy afligido, y por ustedes reputados como un malvado? La esperanza de Job era baja, por lo tanto, su esfuerzo fue peque�o. Si nihil sperarem, nihil orarem, dice uno.

Sigamos orando. Dios a veces difiere en venir hasta que los hombres incluso han dejado de buscarlo, hasta que �l apenas encuentra fe en la tierra, Lucas 18:8 .

Versículo 30

Si me lavo con agua de nieve y nunca me limpie tanto las manos;

Ver. 30. Si me lavo con agua de nieve ] Algunos toman las primeras palabras, soy malvado, como la confesi�n de Job de su propia pecaminosidad en comparaci�n con la inmensa santidad de Dios. Y luego esto sigue muy bien, aunque me lavo con agua de nieve, es decir , con agua clara como la nieve es blanca. Algunos lo leen aquis vivis por aquis nivis, agua de manantial por agua de nieve.

Y nunca dejar� tan limpias mis manos ] Aunque me lave las manos con jab�n (as� lo leen algunos), como Jer 2:22 Malaqu�as 3:2 ; o, aunque me lavo las manos en un pozo (donde no falta agua), tanto por dentro como por fuera, como Santiago 4:8 .

Versículo 31

Sin embargo, me hundir�s en el hoyo, y mis propias ropas me aborrecer�n.

Ver. 31. Me hundir�s en la cuneta ] Me declarar�s no menos repugnante que el que, habiendo ca�do en un trago repugnante, o en un asco repugnante, se aborrece a s� mismo y a sus propias ropas, estando dispuesto a depositar su garganta en el verlos y olerlos. El vulgar lo tiene, Sordibus me ingiere, me mojar�s en la tierra sobre la cabeza y las orejas, y me manchar�s por todas partes, como hacen los tintoreros con la tela que ti�en.

Junto al foso, Beza y otros entienden la tumba; y con ropas, ropas de sepultura, qd mi misma s�bana aborrecer� mi inmundicia. Tomemos al orgulloso fariseo, por ejemplo, y a los mercenarios papistas, a quienes el Se�or aborrece.

Versículo 32

Porque [�l] no es un hombre, como yo [soy, para que yo le responda, [y] nos juntemos en juicio.

Ver. 32. Porque �l no es un hombre como yo ] �l no es tal, ni puede ser, como yo soy y debo ser; tiene otros ojos, pensamientos y caminos que las criaturas. El que es justo ante los hombres, es injusto ante Dios; por tanto, �l no es rival para que yo contenga adem�s: �tengo yo un brazo como Dios? �O puedo tronar con una voz como la de �l? Job 40:9 .

�Es seguro contender con el que es m�s poderoso que yo? Eclesiast�s 6:10 . Sin duda, si estuviera tan loco como para justificarme, pronto se me har�a saber que "lo que es muy estimado entre los hombres es una abominaci�n a los ojos de Dios", Lucas 16:15 .

Y deber�amos unirnos en el juicio ] �C�mo puede ser posible, cuando Dios es el juez supremo, y no hay ninguna apelaci�n o revocaci�n de su sentencia?

Versículo 33

Tampoco hay entre nosotros ning�n hombre de d�a que ponga su mano sobre nosotros.

Ver. 33. Tampoco hay hombre de d�a entre nosotros ] Heb. Cualquier argumentador o reprobador, como G�nesis 31:24 . Lo llamamos �rbitro o �rbitro que tiene poder para reprender y echar la culpa donde la encuentra, y finalmente comprometer el negocio. El difunto juez Dyer entre nosotros, si surg�a alguna controversia sobre hombres pobres para ser juzgados ante �l, sol�a decir que o las partes son voluntarias o sus vecinos sin caridad, porque sus juicios no terminaron silenciosamente en casa.

Ahora, dice Job, como no hay juez, tampoco hay hombre de d�a entre Dios y yo. Si un hombre peca contra otro, dice el bueno de El�, el juez lo juzgar�; pero si un hombre peca contra el Se�or, �qui�n podr� mediar? 1 Samuel 2:25 .

Que pueda poner su mano ] Para moderarnos y mantenernos a ambos en la br�jula, y para compensar la diferencia.

Versículo 34

Quite de m� su vara, y no me aterrorice su miedo.

Ver. 34. Que me quite su vara ] Habiendo expresado suficientemente que no se ofrecer� ni una sola vez para contender con Dios, aqu� humildemente le ruega a Dios que no contenga m�s con �l, sino que le conceda una tregua, al menos durante el tratado. ; y para quitar o (sin embargo) para mitigar sus dolores y llagas. Ver similar en Job 13:20,21 .

Y no dejes que su miedo me aterrorice ] es decir, su formidabilidad, ver Job 7:14 que no me asuste, ni me ponga, por as� Salmo 88:15 , al Salmo 88:15 mi ingenio, Salmo 88:15 , Ne me transversum agat (septiembre).

Versículo 35

Job 9:35 [Entonces] hablar�a, y no le temer�a; pero no es as� conmigo.

Ver. 35. Entonces hablar�a, y no le temer�a ] Me acercar�a con valent�a al trono de la gracia, y derramar�a mi alma en su seno. Si quiso decir que mantendr�a su propia causa en contra de los procedimientos de Dios (como algunos lo entienden, bas�ndose en Job 33: 6-7), no ten�a dudas en un error muy grande, y la carne se hab�a apoderado del monte del esp�ritu.

Pero no es as� conmigo ] Entonces, �c�mo? as� que como imaginas, Non sum talis, qualem me esse putatis (Vatablus). No soy nadie por quien me tomas, a saber. un hip�crita; No soy tan culpable de m� mismo, dice la Septuaginta: o as�, no es as� conmigo; es decir, no encuentro a Dios respondiendo a mi demanda; porque todav�a estoy azotado y asustado, de modo que apenas s� lo que digo.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Job 9". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/job-9.html. 1865-1868.