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the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Lamentaciones 5

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

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Versículo 1

Acu�rdate, oh SE�OR, de lo que nos ha sucedido; considera y contempla nuestro oprobio.

Ver. 1. Recuerda, Se�or, lo que nos ha sucedido. ] Este �ltimo cap�tulo es una breve recapitulaci�n de una de lo que se hab�a dicho en los cuatro primeros, que podr�an ser la mejor recordados y considerados por el lector. Las antiguas Biblias griegas y latinas la denominan "la oraci�n de Jerem�as". En esto el profeta, o m�s bien la Iglesia, manifestar� abierta, como Lazar, b sus llagas y sufrimientos, y beggeth para ser recordado y considerado de Dios.

No es que en �l se pueda encontrar olvido o inobservancia, porque todas las cosas, tanto pasadas como futuras, est�n presentes en �l, pero son expresiones metaf�ricas, y nos permite ser sus "recordadores".

Considere y contemple. ] Heb., He aqu� y ve Affectum cum effectu coniuncture significat.

Nuestro reproche.] Esto es por lo que la naturaleza del hombre est� m�s impaciente. Para los santos es mucho m�s doloroso, porque est�n en brazos con Cristo.

a Propheta per ?????????????? repetit omnia mala supra conmemorar, et remedium petit a Domino. - Figueir.

b Una persona pobre y enferma, generalmente una que padece una enfermedad repugnante; esp. un leproso.

Versículo 2

Nuestra herencia se entrega a extra�os, nuestras casas a extraterrestres.

Ver. 2. Nuestra herencia se entrega a extra�os. ] As� que los jud�os llamaron b�rbaros a todas las dem�s naciones, como los griegos. De aqu� a Lam 5:19 hay tantos vers�culos, tantas quejas diferentes. Mientras estamos en este "valle de miseria y valle de l�grimas", estamos seguros de muchas dolencias, y todav�a tenemos algo por lo que llorar.

Versículo 3

Somos hu�rfanos y hu�rfanos, nuestras madres como viudas.

Ver. 3. Somos hu�rfanos y hu�rfanos. ] Y as� se han convertido en tus clientes, s�lo en objetos de tu compasi�n. Os 14: 3

Versículo 4

Hemos bebido nuestra agua por dinero; nuestra madera nos es vendida.

Ver. 4. Hemos bebido nuestra agua por dinero. ] El fuego, el agua y el aire son bienes comunes, quae iure naturae sunt omnium et singulorum, dice Cicer�n. a Lis�maco pag� caro por un vaso de agua cuando se separ� de su reino por �l. Dives habr�a hecho lo mismo en el infierno por una gota, y no podr�a tenerlo.

Nos venden nuestra madera. ] Esto era extra�o para ellos - quienes ten�an suficiente de su propio cultivo, o podr�an tenerlo de los comunes para traerlo - pero solo para ellos por abusar de �l al servicio de la reina del cielo. Jerem�as 7:18

a Ofic., i.

Versículo 5

Nuestros cuellos [est�n] bajo persecuci�n: trabajamos, [y] no tenemos descanso.

Ver. 5. Nuestros cuellos est�n bajo persecuci�n. ] Por eso no nos rebajar�amos al dulce yugo de tu obediencia, sino que lo sostuvimos pesado, ahora, estamos bajo un yugo intolerable de extrema esclavitud.

Trabajamos y no descansamos. ] Quien una vez turb� el santo descanso de Dios llevando cargas y trabajando en ellas. Jer 17:21 En muchos lugares entre nosotros el s�bado de Dios se hace anular y muladar para todos los negocios de basura. El d�a de reposo del Se�or, el d�a santificado de su reposo, dice un escritor reverendo, una est� preocupado y sin verg�enza inquieta. El s�bado nunca fue tan profanado, dice otro reverendo b que a�n vive, con coraz�n, mano, pie, lengua, pluma y prensa, como en los �ltimos tiempos.

�Y no es solo con Dios que aquellos que empujan su descanso religioso fuera de su derecho, deban estar inquietos en su condici�n? como Lam 5: 5 As� �l. Todos los hombres malvados, obra y agitaci�n del diablo d�a y noche, bien pueden gritar como aqu�: Trabajamos, y no tenemos descanso; pero no se dan cuenta de esta lamentable servidumbre.

un obispo rey sobre Jon�s, lec, vii.

b Serm�n r�pido del Sr. Ley ante el Parlamento, 26 de abril de 1643.

Versículo 6

Hemos dado la mano a los egipcios y a los asirios para que se sacieran de pan.

Ver. 6. Hemos dado la mano a los egipcios ya los asirios. ] Enemigos de los caldeos, no menos de lo que lo fueron para nosotros; pero el hambre fuerte, que echa al lobo del bosque, nos ha alegrado de estar en deuda con ellos por pan; tan mal nos han aliviado y recompensado los crueles caldeos por nuestro trabajo.

Versículo 7

Nuestros padres pecaron, y no lo son; y nosotros llevamos sus iniquidades.

Ver. 7. Nuestros padres han pecado y no lo son. ] Ellos recibieron su pago, pero no comparable al nuestro, quienes los han superado, y por lo tanto llevan justamente el castigo tanto de sus pecados como de los nuestros. Nobis foret iucundias semel emori, quam vitara invitara vivere.

Versículo 8

Siervos se ense�orearon de nosotros; no hay quien nos libere de su mano.

Ver. 8. Los siervos nos han gobernado. ] Y suelen ser muy insolentes, al igual que Tob�as el sirviente. Neh 2:19 �Cicer�n, despu�s de la derrota dada! Pompeyo, se queja en cierta ep�stola, Se�ores de los que no pod�amos deshacernos, y ahora nos vemos obligados a servir a nuestro consiervo. Esta fue la maldici�n de Cana�n, ser siervo de siervos. G�nesis 9:25 Ver Trapp en " G�nesis 9:25 "

Versículo 9

Recolectamos nuestro pan con [el peligro de] nuestra vida a causa de la espada del desierto.

Ver. 9. Recogemos nuestro pan con el peligro de nuestras vidas. ] As� hicieron nuestros buenos antepasados ??el pan de vida, mientras que sus predicadores tambi�n se alegraron de hacer lo que hizo Jotam, Jueces 9:21 cuando hab�an entregado lo que ten�an que decir, huyan y huyan para salvar sus vidas. Ver 2 Samuel 23:17 .

Por la espada del desierto. ] Donde los vagabundos y ladrones nos acechan; tampoco podr�amos pasarlos sin peligro aparente.

Versículo 10

Nuestra piel estaba negra como un horno a causa de la terrible hambruna.

Ver. 10. Nuestra piel estaba negra como un horno. ] O, como una chimenea, Isa 31: 9 todav�a golpeado con el fuego que est� dentro de ella,

Por la terrible hambruna. ] Propter procellas famis, a causa de las tempestades del hambre, que, como una violenta tempestad, arrasa con todo lo que se le presenta.

Versículo 11

Violaron a las mujeres en Sion, [y] las sirvientas en las ciudades de Jud�.

Ver. 11. Violaron a las mujeres en Sion. ] Heb., Humillaron, es decir, deshonraron: aunque Virgo invita vexari quidem potest, violari non potest. El caldeo parafrasea as�: Las esposas fueron violadas por los romanos, y las doncellas por los caldeos; porque los m�dicos jud�os entienden este libro de las Lamentaciones acerca de las dos destrucciones de Jerusal�n.

Versículo 12

Los pr�ncipes son colgados de la mano: los rostros de los ancianos no fueron honrados.

Ver. 12. Los pr�ncipes son colgados de la mano. ] Hecho a morir la muerte de un perro, y, como algunos una tendr� que, por sus propias manos, ??????????.

Los rostros de los ancianos no fueron honrados. ]

Magna fuit quondam capitis reverentia cani:

Inque suo precio ruga senilis erat, �- Ovidio.

Pero ahora suced�a de otro modo con los ancianos jud�os, que tal vez no eran dignos de sus a�os, como decimos; como los pr�ncipes hab�an hecho maldad con ambas manos con seriedad, y por tanto no fueron colgados inmerecidamente por la mano; pero si los cu�queros entre nosotros se salieran con la suya, nuestras familias, dice uno, pronto ser�an como las caba�as de los lestringonianos en Sicilia, donde todos estaban en libertad y nadie miraba ni reverenciaba a sus superiores o superiores.

un Calvin.

Versículo 13

Llevaron a los j�venes a moler y los ni�os cayeron debajo de la madera.

Ver. 13. Llevaron a los j�venes a moler, ] es decir, a hacer cualquier negocio vil y abyecto. �xodo 11:5 ; Exo 12:29 Frustra enim hic Hieronymus et alii Sodomiticum quid cogitant.

Y los ni�os cayeron debajo de la madera.] No pudiendo soportar cargas tan irracionales como las que ten�an sobre sus espaldas.

Versículo 14

Los ancianos han dejado de la puerta, los j�venes de su m�sica.

Ver. 14. Los ancianos se han retirado de la puerta. ] Donde sol�an sentarse, Gen 34:20 para juzgar entre partido y partido.

Los j�venes de su m�sica. ] De sus recreaciones y distracciones ordinarias y honestas.

Versículo 15

Ces� el gozo de nuestro coraz�n; nuestra danza se convierte en duelo.

Ver. 15. Ces� el gozo de nuestro coraz�n. ] Heb .: guarda el s�bado, es decir, ha desaparecido, y eso porque no hicimos del s�bado de Dios nuestro deleite. como Isa 58:13

Versículo 16

La corona ha ca�do [de] nuestra cabeza: �ay de nosotros, por haber pecado!

Ver. 16. La corona ha ca�do de nuestra cabeza, ] es decir, Toda nuestra gloria, tanto de la Iglesia como del Estado, porque nos negamos a servir a Dios, que de hecho es "reinar en justicia". Ahora bien, ni todo esto, ni nada de esto, se dice para exasperar o exaltar los corazones de las personas para que se enojen contra Dios o para desmayar bajo sus presiones, sino para ponerlos en la pr�ctica de la verdadera humillaci�n, a fin de que no pierdan el fruto de la sus aflicciones, de ah� el siguiente pasaje.

�Ay de nosotros por haber pecado! ] Que, como corre dulce y r�tmicamente en el original, as� nos apunta a esa sabrosa y soberana pr�ctica de lamentar nuestros pecados m�s que nuestras miserias, y humillarnos al m�ximo bajo la poderosa mano de Dios, para que �l pueda levantar a su tiempo.

Versículo 17

Por esto nuestro coraz�n est� desfallecido; por estas [cosas] nuestros ojos est�n nublados.

Ver. 17. Por esto nuestro coraz�n est� desfallecido. ] Ponit symbolum vere contritionis, estamos enfermos de pecado incluso en el coraz�n; nuestros pecados son como pu�ales en nuestro coraz�n, o flechas barbudas en nuestra carne.

Por estas cosas nuestros ojos est�n apagados. ] Casi los hemos llorado; por lo que, sin embargo, nuestras mentes se han iluminado. Lachrymae sunt succus cordis contriti, seu liquores animae patientis.

Versículo 18

A causa del monte de Sion, que est� desolado, las zorras caminan sobre �l.

Ver. 18. A causa de la monta�a de Sion, que est� desolada ] qd, despu�s de nuestros pecados (que son nuestro mayor dolor), nada nos turba m�s que esto: que los ejercicios p�blicos de piedad sean suprimidos; Sion, la sede del santuario de Dios, est� desolada.

Versículo 19

T�, oh SE�OR, permaneces para siempre; tu trono de generaci�n en generaci�n.

Ver. 19. T�, Se�or, permaneces para siempre. ] Alioqui totus totus desperassem, como ese buen hombre dijo una vez con la misma facilidad: De lo contrario, tendr�a una peque�a alegr�a de mi vida. Pero eres eterno e invariable en esencia, verdad, voluntad y promesas. Esta es la bodega m�a.

Tu trono de generaci�n en generaci�n, ] es decir, Tu ordenamiento m�s igualitario y justo de todas las cosas, utut nobis quaedam confusiuscule currere videantur, aunque algunas cosas puedan parecernos llevadas algo confusamente, e incluso que corren sobre ruedas, sin embargo, ser� Un d�a aparece que hab�a una rueda dentro de otra rueda, Eze 1: 15-16, es decir, una Providencia que todo lo domina y dispone.

Versículo 20

�Por qu� nos olvidas para siempre, [y] nos desamparas por tanto tiempo?

Ver. 20. �Por qu� nos olvidas? ] Ya que tu pacto es diferente. 2 de Samuel 7:14 Lam 5: 1

�Y nos has abandonado tanto tiempo? ] Heb., Hasta la duraci�n de los d�as. como Sal 23: 6 No s�lo por setenta a�os, sino hasta el fin del mundo; hasta que "venga la ira sobre nosotros hasta lo sumo". como 1 Tesalonicenses 2:16

Versículo 21

Vu�lvenos a ti, oh SE�OR, y seremos convertidos; renueva nuestros d�as como anta�o.

Ver. 21. Vu�lvenos a ti. ] Para que nos vuelvas. como Zac 1: 3 Que se lleve a cabo una reforma completa en nosotros, y luego una restauraci�n llena de gracia para nosotros.

Versículo 22

Pero t� nos has rechazado por completo; est�s muy enojado contra nosotros.

Ver. 22. Pero t� nos has rechazado por completo. ] Esta es una triste cat�strofe, o el final de esta triste cancioncilla, a A veces, los suplicantes de Dios se ponen dif�ciles en el curso de sus oraciones; el �ltimo grano de su fe y paciencia parece ser puesto en la balanza. Cuando el Hijo del Hombre venga con liberaci�n a su pueblo que ora, �encontrar� fe en la tierra? Duro y escaso; y sin embargo, viene a menudo cuando incluso han terminado de buscarlo.

Se le ve en el monte; ayuda a los que han perdido la esperanza: aleluya. Seguro que Dios no puede rechazar por completo a su pueblo a quien ha elegido. Rom 11: 2-5 Tremellius lo traduce - y as� lo tiene el margen de nuestras Biblias, y creo que mejor - Porque �nos rechazar�s por completo, o estar�s extremadamente enojado con nosotros - scil., Supra modulum nostrum - de acuerdo con tu infinito poder, y sobre todo lo que somos capaces de soportar? No puedo pensarlo, ni consiste en tu pacto.

Aqu� (como tambi�n al final de Eclesiast�s, Isa�as y Malaqu�as) muchas de las Biblias hebreas repiten el vers�culo anterior: Convi�rtenos a ti, oh Se�or, etc. Escrituras. Nota de texto hebreo La raz�n de esto se lee al final de la profec�a de Isa�as. Ver Trapp en " Isa 66:24 " Esto tambi�n lo observa aqu� el m�s renombrado Sr. Thomas Gataker, a quien, por honor, nombro, y a cuyas anotaciones m�s precisas y elaboradas sobre Isa�as y Jerem�as he estado no poco en deuda. todo el tiempo.

Estos los termin� poco antes de su muerte, para gran gloria de Dios y bien de su Iglesia. Y de �l, y de esta digna obra suya, puedo decir acertadamente, como lo hace un sabio de Magallanes de Portugal (ese gran navegante), que el estrecho o mar ahora llamado por su nombre - Fretum Magellanicum - una navigatione simul et immortalem gloriam et mortem ei attulerit - fue tanto su muerte como su monumento que nunca muere. B

"Hasta ahora nos ha ayudado el Se�or". - 1 de Samuel 7:12

a Est aposiopesis ad pathos.

b Boxhorn Histor. Universal.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Lamentations 5". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/lamentations-5.html. 1865-1868.
 
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