Bible Commentaries
Miqueas 6

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

O�d ahora lo que dice el SE�OR; Lev�ntate, contiende ante los montes, y los collados oigan tu voz.

Ver. 1. O�d ahora lo que dice el Se�or ] Exordium breve est, sed plane patheticum, dice Gualther. Este es un prefacio breve, pero conciso y pat�tico, en el que atrae su atenci�n: Audite quaeso, escucha, te lo ruego. Los ministros son portavoces de Cristo y, por lo tanto, deben dar buenas palabras; y sin embargo, recordando de qui�n vienen, se requiere que sean hallados fieles, 1 Corintios 4:2 .

Lev�ntate, contiende ] �Surge, edad, oh Miqueas! Discute la causa de Dios contra este pueblo rebelde e ingrato, por as� decirlo en juicio; llamando a todos, incluso a las criaturas insensibles, a ser jueces. Vea algo similar a Deu 32: 1 Isa 1: 2 Miqueas 1:2 (porque estos dos profetas tienen muchas cosas en com�n), y sea sensato, que algunos se sientan tan insensatos ante un predicador como los asientos en los que se sientan, los pilares en los que se apoyan. , cad�veres que pisan; de modo que tenemos necesidad (como uno lo hizo una vez a mis o�dos) de llamar a las paredes y ventanas para escuchar la palabra del Se�or.

Este o�do pesado est� destinado a un juicio singular, Mateo 13: 13-14 Isa�as 30:8,9 . El fil�sofo estaba enojado con sus beocios, dici�ndoles que no ten�an su nombre en vano, ya que sus orejas eran orejas de buey, y que eran criaturas aburridas e incapaces de consejo. Dem�stenes tambi�n, por la misma causa, pidi� a sus compatriotas de Atenas que curaran sus o�dos; y Di�genes sol�a contar su historia a las estatuas e im�genes, para que pudiera acostumbrarse a perder su trabajo, como hab�a hecho tan a menudo, al hablar con la gente.

Prediquemos y oremos, con el uso de la lengua hasta los tocones, nunca tanto, los hombres seguir�n en pecado, dijo el bendito Bradford, en ese excelente serm�n suyo del arrepentimiento. Lloramos hasta que nos quedamos roncos (dice otro predicador raro), hablamos hasta que escupimos nuestros pulmones; pero todo con tan poco prop�sito como lo hizo Beda, cuando predic� a un mont�n de piedras. Asino quispiam narrabat fabulam: en ile movebat aures.

�Pero la gente se lo llevar� as�, y Dios perder� las dulces palabras? Nunca pienses en eso. Aquellos que no escuchen la palabra llevar�n la vara, Miqueas 6:9 : y si pudieran ver su miseria, har�an lo que el profeta requiere, cortarse el cabello y arrojarlo, bajo el sentido del horror de la indignaci�n de Dios. , Jeremias 7:27 ; Jeremias 7:29 , rogaban a Dios un o�do que oyera (que es como aro de oro, Prov. 25:12), y le suplicaban que agrandara el agujero para que entre su palabra; s�, para acercar los o�dos de sus almas a los o�dos de sus cuerpos, para que un solo sonido salvador traspase a ambos a la vez.

El que tiene o�do para o�r, oiga; o si alguno piensa que es bueno abstenerse, que se abstenga, Ezequiel 3:27 , pero ciertamente se arrepentir�. El que ahora da a Dios ocasi�n de llamar a los montes, etc., un d�a cansar� los montes sordos, diciendo: Cae sobre m�, esc�ndeme, arremete y aplastame en mil pedazos. �Oh, si pudiera trotar directamente al infierno y no quedarme a escuchar esa espantosa discedita! � Vete, malditos!

Versículo 2

O�d, montes, el pleito del SE�OR, y fundamentos de la tierra firmes; porque el SE�OR tiene un pleito con su pueblo, y �l juzgar� a Israel.

Ver. 2. O�d, oh montes, la controversia del Se�or] Aunque el pueblo no quisiera escuchar ni obedecer a Dios, el profeta lo hace; y, conforme al mandato, convoca a los montes para que oigan y testifiquen; el Se�or pareci� decirle, como una vez le dijo a Ezequiel: "Pero t�, hijo de hombre, no seas rebelde como aquella casa rebelde; antes oye lo que te digo, y hazlo". Podr�a parecerle una tonter�a citar las monta�as.

Pero sab�a que si Dios mandaba algo, argumentar o debatir sobre ello era una presunci�n audaz, escudri�ar la raz�n de su orgullosa curiosidad, restarle m�rito o desobedecerla en total rebeli�n. A los montes y los cimientos de la tierra se aplica; tal vez con la misma mente y de la misma manera que la hueste de Nola hizo con el cementerio, y all� llam� a las tumbas de los muertos: Oh, buenos hombres de Nola, venid; porque el censor romano pide su comparecencia; porque no sab�a d�nde llamar a un buen hombre vivo.

Y vosotros, cimientos firmes de la tierra ] Aquellas "ra�ces de los montes", Juan 2:7 ; pero no tan fuerte, pero Dios puede sacudirlos, Job 9: 5-6 Nah�m 1:5,6 ; y que por una criatura tan d�bil como el aire, se meti� bajo tierra y busc� un respiradero. �l puede levantarlos de sus cimientos, Deuteronomio 32:22 , y llevarlos a otro lugar para escuchar su controversia, como lo hizo con la colina en Herefordshire, en 1571 d.C., y esa otra en los territorios de Berna, que sacando de su lugar. en un terremoto, cubri� todo un pueblo, que ten�a noventa familias en �l. Ver Trapp en " Amo 1: 1 "

Porque el Se�or tiene una controversia con su pueblo] Ver Trapp en " Os 4: 1 " Aprende a temblar ante este gran Dios, que "est� sentado sobre el c�rculo de la tierra, y sus habitantes son como langostas", Isa�as 40:22 ; que �l puede sacar de su lugar a placer y enviarlos a empacar al infierno.

Oh, considera qu� cosa terrible es estar en controversia con Dios, y tenerlo como acusador, testigo y juez. �Oh, el terror del Se�or en ese gran y �ltimo d�a del mundo! Utinam ubique de hoc iudicio differencetur! "Entonces comenzar�n a decir a los montes: Caed sobre nosotros" (pero ellos responder�n: Somos testigos contra ti por tu detestable ingratitud), "ya los montes, C�brenos", Lucas 23:30 , pero haz eco, c�brenos; porque �qui�n puede habitar con este fuego devorador? �Qui�n puede soportar estos incendios eternos?

Y suplicar� a Israel ] En ese momento encontrar�n que un t�tulo vac�o tiene un consuelo vac�o; y que la tribulaci�n y la angustia ser�n sobre toda alma de hombre que hace el mal: pero del jud�o primero, debido a su privilegio, y luego del gentil, Romanos 2:9 . Ninguno tan sumido en la m�s absoluta oscuridad como los que una vez fueron �ngeles de luz.

Oremos todos con el santo David: "No entres en juicio con tu siervo, oh Jehov�", Salmo 143:2 . Y con Job, "Si contiendas conmigo, no podr�a responderte uno entre mil", Job 9:2,3 . Y con Daniel, "Se�or, la justicia te pertenece, pero a nosotros la confusi�n de rostro, porque hemos pecado contra ti", Daniel 9:7,8 .

Versículo 3

Pueblo m�o, �qu� te he hecho? �Y en qu� te he cansado? testifica contra m�.

Ver. 3. Pueblo m�o, �qu� te he hecho? ] O m�s bien, �qu� no he hecho yo para hacerte bien? "Oh generaci�n, veis la palabra del Se�or", y no la oigas solamente; �Alguna vez hubo algo m�s evidente y evidente que lo que ahora alego? "�He sido yo un desierto para Israel, una tierra de tinieblas?" Jeremias 2:31 .

�No puedo bien decirte, como Tem�stocles hizo a sus ingratos compatriotas: �Qu�? �Est�is cansados ??de recibir tantos beneficios de un solo hombre? Pero di: �Qu� da�o te he hecho alguna vez? �Y en qu� te he fatigado o te he causado molestia? a menos que sea carg�ndote diariamente de misericordias, Salmo 68:19 , y soportando tus provocaciones? Perd�name esa herida, 2 Corintios 12:13 .

Testifica contra m� ] "Hazme recordar, peleemos juntos, declara contra m�, para que seas justificado", Isa�as 43:26 . Mira aqu�, primero, con qu� mansedumbre y apacibilidad procede Dios contra los pecadores: as� Isa�as 5:3 .

Iudicate quaeso. Vean, a continuaci�n, que Dios est� contento, para nuestro mejor conflicto, de someter sus cursos a escaneo y llevar sus procedimientos con nosotros a un juicio antes de dictar sentencia; para que "sea justificado cuando habla, y aclarado cuando juzga", Salmo 51:4 . Aqu� les pide que le defiendan la causa, por as� decirlo, por as� decirlo; ofreci�ndose a responder a todo lo que pudieran objetar o imputarle.

Seipsum quasi reum sistit (Gaulther). Se hace a s� mismo acusado y les pide que presenten su carta de denuncia contra �l, libremente y sin miedo. Esto es stupenda sane dignatio, una maravillosa condescendencia en verdad. Si usara la ley marcial contra nosotros, y tan pronto como nos ofendi�ramos (como Draco) escribi�ramos sus leyes con sangre sobre nosotros (como bien dice uno), ser�a justo y correcto. Pero para que �l razone y nos suplique acerca de la justicia de su causa antes de proceder al juicio, esto merece admiraci�n y reconocimiento en el m�s alto grado. �Oh profundidad!

Versículo 4

Porque te saqu� de la tierra de Egipto y te redim� de casa de siervos; y envi� delante de ti a Mois�s, Aar�n y Mar�a.

Ver. 4. Porque yo te saqu� de la tierra de Egipto ] Aqu� Dios los intercambia con sus favores anteriores; lo que nunca hace sino en caso de desagradecimiento brutal. Ahora era brutal y peor. Dar bien por mal es divino; el bien para el bien es humano; mal por mal es brutal; pero mal por bien diab�lico. Esto hace que Dios, contrario a su costumbre, reprenda a la gente por lo que ha hecho por ellos; y vuelve a pedir airadamente sus muestras de amor, como Oseas 2:9 .

Por su liberaci�n de la servidumbre egipcia, qu� gran misericordia fue, Ver Trapp en " Oseas 11: 1 ", tal como se les pidi� una y otra vez que nunca olvidaran, Deuteronomio 6:12 ; Deuteronomio 5:15 ; Deuteronomio 26:5,12 .

�Cu�nto m�s atados estamos a Dios para nuestra redenci�n por Cristo! porque �qu� es el fara�n para Satan�s? Egipto a este presente mundo malvado? �La esclavitud egipcia a la esclavitud del pecado? Entonces, viendo que nuestro Dios nos ha dado una liberaci�n como esta, �debemos quebrantar nuevamente sus mandamientos? Bien podr�an las colinas y monta�as testificar contra tan monstruosa falta de agradecimiento y falsedad.

Y te redimi� de la casa de los siervos ] Gradatim progreditur, dice Calvino. Era algo para ser sacado de la tierra de Egipto, un lugar sumamente supersticioso, donde cambiaron la gloria del Dios incorruptible a la semejanza de la imagen de un hombre corruptible, Romanos 1:23 (porque deificaron a su rey, Osiris ), y de p�jaros (porque adoraban al halc�n y al ibis), y de las bestias de cuatro patas (porque adoraban a un buey, un perro, un gato, un cerdo), y a los reptiles, porque adoraban al cocodrilo, ichneumon , etc., s�, adoraban plantas y hierbas para macetas. De ah� Juvenal,

" Felices g�neros, quibus haec nascuntur en hortis Numina " -

Ser sacados, por lo tanto, de entre esos odiosos id�latras no era un favor menor, no fuera que olieran a sus supersticiones, como hizo la madre de Miqueas despu�s de todo ese pecado errante en el desierto, Jueces 17:3 ; y Jeroboam, estando all� un tiempo, hab�a aprendido la adoraci�n del becerro; de ah� esa estricta acusaci�n de no aliarse nunca con ellos.

Pero ser redimido de la casa de los siervos era m�s; del horno de hierro, Deu 4:20 Jeremias 11:4 , donde trabajaron noche y d�a en latere et luto, �xodo 1:11 , al levantar aquellas famosas pir�mides y ciudades tesoro para Fara�n, donde sirvieron con rigor, �xodo 1:13 ; sus vidas fueron amargadas con dura servidumbre, �xodo 1:14 , hasta que Dios apart� sus hombros de la carga, y sus manos dejaron las ollas, Salmo 81:6 , "hasta que vieron al Dios de Israel: y all� estaba debajo de su pies como si fueran un pavimento de piedra de zafiro ", �xodo 24:10 , para mostrar que Dios ahora hab�a cambiado su condici�n, sus ladrillos hechos en su esclavitud de zafiros.

Consulta Isa�as 54:11 , y considera lo que Dios ha hecho por nosotros, llev�ndonos a la gloriosa libertad de sus propios hijos, que una vez fueron esclavos y dromedarios del diablo, "sirviendo a las concupiscencias y placeres diversos", Tito 3:3 , que dio leyes a nuestros miembros, Romanos 7:23 , y nos someti� a una servidumbre brutal, mucho peor que la casa del molino de los paganos, las galeras de los turcos, la jaula de hierro de Bajazet, las minas de los indios o el horno egipcio.

Porque all�, si cumpl�an con su cometido, escapaban a las rayas; pero aqu�, que los hombres nunca hagan un servicio tan valiente al diablo, est�n seguros de azotes y escorpiones despu�s de todo, ej�rcitos y cambios de dolores y sufrimientos, terrores y tormentos, sin la menor esperanza de curarse o terminar. Esto deber�a hacernos elevar muchos corazones humildes, gozosos y agradecidos a nuestro Redentor m�s poderoso; diciendo con San Pablo: "Ahora al Rey eterno, inmortal, invisible, el �nico Dios sabio, sea honor y gloria por los siglos de los siglos, Am�n", 1 Timoteo 1:17 .

Y envi� delante de ti a Mois�s, Aar�n y Mar�a ] Como tres gu�as principales, y Mar�a como una que hac�a su parte entre las mujeres, �xodo 15:20 , y teniendo un esp�ritu prof�tico, lleg� a ser un instrumento singular en la mano de Dios, que habl� por ella, N�meros 12:2 .

Pero su d�bil cabeza no pod�a soportar semejante copa de honor sin estar intoxicada; lo que hizo que su padre le escupiera en la cara, N�meros 12:2 ; N�meros 12:14 . Su muerte est� registrada en las Escrituras, N�meros 20:1 , pero no su edad, como la de Sara, G�nesis 23:1 .

Algunos han observado que Dios pens� que no era apropiado hablarnos de la duraci�n de la vida de cualquier mujer en las Escrituras que no fuera Sara, para humillar ese sexo. Pero como las almas no tienen sexos, de algunas mujeres (como Miriam, D�bora, la Virgen Mar�a, Priscila, Blandina, Lady Jane Grey, la reina Isabel) se puede decir que en ellas, adem�s de su sexo, hab�a nada femenino o d�bil: como si (lo que dice la filosof�a) las almas de estas nobles criaturas hubieran seguido el temperamento de sus cuerpos, que consisten en un marco de habitaciones m�s raras y de una composici�n m�s exacta que la del hombre.

Es posible que Miriam (hasta que ocurriera ese asunto de emulaci�n entre ella y la esposa de Mois�s) sea tan �til para Mois�s y Aar�n como lo fue la madre de Nacianceno para su padre; no s�lo ayudante, sino doctora e institutriz, Non solum adiutricem in pietate, sed etiam doctricem et gubernatricem (Nazian.).

Versículo 5

Pueblo m�o, acu�rdate ahora de lo que consult� Balac, rey de Moab, y de lo que Balaam hijo de Beor le respondi� desde Sitim hasta Gilgal; para que conozcas la justicia del SE�OR.

Ver. 5. Pueblo m�o, recuerda ahora lo que Balac ] Debe haber un reconocimiento de las misericordias de Dios, o de lo contrario no habr� estimaci�n ni retribuci�n; de lo contrario, nosotros, que deber�amos ser templos de sus alabanzas, seremos como sepulcros de sus beneficios. Nuestras almas son naturalmente como estanques inmundos, donde los peces mueren pronto y las ranas viven mucho tiempo; se recuerdan las cosas podridas, se olvidan las misericordias memorables; mientras que el alma debe ser como un arca santa, la memoria como la olla del man� que conserva las santas verdades, como la ley; y bendiciones especiales, como la vara de Aar�n, fresca y floreciente.

Este Israel no lo hizo, y por lo tanto es justamente culpado, Salmo 106:7 ; Salmo 106:13 ; Salmo 106:21 , y aqu� nuevamente se les recuerda una misericordia se�al entre muchos, para que se den cuenta de la malignidad de los enemigos, la benignidad de Dios, y su propia indignidad e ingratitud, ese viento abrasador que seca la fuente de los favores divinos, Ventus urens et exsiccans.

Lo que consult� Balac rey de Moab] Josu� dice que se levant� y pele� contra Israel, Josu� 24:9 , es decir, que ten�a buena mente para pelear, pero no lo hizo porque no se atrevi�. Entonces Ester 8:7 . Se dice que Am�n impuso su mano sobre los jud�os porque pretend�a e intent� tal asunto.

Ellos, que son los Sortilegi, o hechiceros de Lot, con quienes, como Balac, consult�, "echan Pur, es decir, la suerte, delante de Am�n de d�a en d�a, y de mes en mes", Ester 3:7 ; verbigracia. para averiguar qu� mes o d�a ser�a afortunado para el logro de su intencionada masacre de los jud�os; pero antes de que llegara ese d�a negro, Mardoqueo fue adelantado y Am�n colgado.

Ahora, como all�, por la providencia especial de Dios sobre gobernar la superstici�n de ese malvado miserable, se abri� el camino para la preservaci�n del pueblo de Dios; as� fue aqu�. Balac consult�, y Balaam le respondi�; es decir, estaba tan dispuesto a maldecir como el otro lo hubiera querido, pero podr�a no hacerlo; porque Dios no quiso escucharle, sino que bendijo a su pueblo y los libr� de su mano, Josu� 24:10 .

S�, aunque al final se decidi� a maldecir de todos modos, y por lo tanto no sali� como en otras ocasiones a buscar encantamientos, sino que puso su rostro hacia el desierto, como si fuera a hacer la haza�a, sea lo que sea, N�meros 24:1 ; sin embargo, su esfuerzo fue infructuoso y frustrado. As� ser�n los intentos maliciosos de Roma y el infierno contra la religi�n reformada y sus profesores (a quienes el Romano Balaam proh�be y maldice con campana, libro y vela por instigaci�n del espa�ol Balak, con sus factores los jesuitas), mientras mientras se adhieren a �l y rezan como Salmo 109:26,29Ay�dame, oh Jehov� Dios m�o; s�lvame seg�n tu misericordia, para que sepan que esta es tu mano, que t�, Se�or, lo has hecho. Maldigan ellos, pero t� bendiga; cuando se levanten, sean avergonzados; mas tus siervos se regocijen. La salvaci�n es de Jehov�; su bendici�n es sobre su pueblo ".

De Sitim a Gilgal ] Oratio elliptica: qd Recuerda lo que hice por ti en Sitim en el desierto, y as� todo el camino hasta que llegaste a la tierra prometida, incluso a Gilgal, donde acampaste por primera vez, Josu� 5:8,10 . En Sitim fue donde, por el pestilente consejo de Balaam (el hechicero del diablo), los madianitas los enga�aron, poniendo delante de ellos mujeres hermosas como piedra de tropiezo, N�meros 25:1 ; N�meros 25:18 , para atraerlos a los pecados de esas dos hermanas, el adulterio y la idolatr�a.

Entonces y all� colgaron las cabezas del pueblo delante del Se�or contra el sol, y algunos otros; cuando como Dios justamente podr�a haberlos cortado a todos, y haberlos apartado de ser un pueblo ante �l, Digni qui funditus delerentur (Gualth.). Nonne illic refulsit admirabilis Dei gratia? dice Calvino; �No fue este un milagro de la misericordia de Dios?

Para que conozc�is la justicia del Se�or ], es decir, la fidelidad y bondad de Dios en el cumplimiento de la promesa con vuestros padres, a pesar de vuestras provocaciones. O mis tratos justos con los fornicarios y ad�lteros, a quienes juzgu� all�; preservando a los inocentes, o penitentes, hasta que llegaron a Gilgal, y en adelante. O para que sepas cu�n justa es mi queja contra ti y mi acci�n contra ti. Entonces Vatablus lo expone.

Versículo 6

�Con qu� me presentar� ante el SE�OR y me postrar� ante el Dios Alt�simo? �Me presentar� ante �l con holocaustos, con becerros de un a�o?

Ver. 6. �Con qu� me presentar� ante el Se�or? ] Esto es vox populi, la voz de la gente ahora convencida en parte; o al menos de alguien para ellos. Praestat herbam dare quam turpiter pugnare: Mejor rendimiento que desafortunadamente aguantar el concurso. Dios, dicen, tiene lo mejor de nosotros; no necesita ahora llamar al cielo y la tierra para arbitrar, ni a las monta�as y cimientos fuertes para escuchar la disputa, porque estamos condenados a nosotros mismos, Tito 3:11 .

Nuestras propias conciencias leyeron la sentencia en nuestra contra, hemos merecido ser destruidos; pero, oh, �qu� podemos hacer para desviar y evitar su ira? "�Qu� haremos para realizar las obras de Dios?" Juan 6:28 . He aqu� el disfraz de hombres sin gracia; de buena gana apaciguar�an a Dios y obrar�an en su gracia y favor mediante ceremonias y negocios fr�volos; s�, ofrecen en gran parte una dispensaci�n para vivir en sus pecados, de los que ten�an como alivio ser golpeados en la cabeza como parte.

Interea per flexuosos circuitus fingunt se ad Deum accere, a quo tamen semper cupiant esse remoti, dice Calvino; buscan una br�jula acerca de Dios, pero no se preocupan de acercarse a �l. El cielo lo robar�an si pudieran, o lo comprar�an de cualquier mano, si pudieran; de buena gana pasar�an e coeno ad coelum, a deliciis ad delicias, del regazo de Dalila al seno de Abraham; De buena gana (como se dice) bailar�an con el diablo todo el d�a y luego cenar�an con Cristo por la noche.

Aqu� parecen muy curiosos y sol�citos sobre la salud de su alma; dan la media vuelta, sed ad Deum usque non revertuntur, pero no vuelven ni siquiera a Dios; como un caballo en un molino, se mueven mucho, pero no mueven nada; como esas mujeres tontas, 2 Timoteo 3:6,7 , o como hormigas que corren de un lado a otro por un topo, pero no crecen m�s.

Y me inclinar� ante el Dios alto ] O, �me inclinar�? �Eso, o cualquier ejercicio corporal similar, lo complacer� o lo apaciguar�? Si agacharse o agacharse es suficiente, si cilicio y cenizas, si colgar la cabeza y caminar suavemente, si las penitencias y las peregrinaciones, etc., los hip�critas suelen superar a los rectos. �Mira el publicano con los ojos en el suelo? los jud�os hip�critas bajar�n la cabeza como juncos.

�Timoteo debilita su constituci�n por la abstinencia? el fariseo nunca se rendir� hasta que su tez est� completamente seca y menguada. �Paul corrige su cuerpo con una correcci�n m�s suave, como si fuera un golpe en la mejilla? el jesuita martirizar� sus costados con la severa disciplina de los escorpiones. Pero aunque Dios debe ser glorificado con nuestros cuerpos tambi�n, 1 Corintios 6:20 , y se requiere un servicio externo (lo que sea que los swenkfeldianos digan al contrario), sin embargo, el ejercicio corporal en s� mismo aprovecha poco, 1 Timoteo 4:8 , y los que alardear de su adoraci�n externa de Cristo o vincularse a ellos, consideren que el mismo diablo en el endemoniado de Gadara se postr� y lo ador�.

�Qu� consuelo puede haber en lo que nos es com�n con los demonios? quienes, como creen y tiemblan, tiemblan y adoran. La reverencia exterior es el cuerpo de la acci�n; la disposici�n del alma es el alma de ella.

�Me presentar� ante �l con holocaustos, etc.? ] �Debo impedirlo y propiciarlo con holocaustos? �Lo encontrar� marchando contra m�, y as� har� las paces con �l? Los jud�os se Isa�as 1:13,15 mucho a los sacrificios, hasta que fatigaban con ellos el alma de Dios y todos sus sentidos, Isa�as 1:13,15 ; pero estaban sacrificando sodomitas, Miqueas 6:10, se clavaron en la corteza, se complacieron en el trabajo realizado, sin atender a la manera, que o hace o estropea cada acci�n, y es principalmente vista por Dios; sus devociones se colocaron m�s en la materialidad masiva que en la pureza interior; y por lo tanto rechazado, David pudo decir (aunque estos cuestionadores no pudieron) que Dios no deseaba sacrificar m�s de lo que los hombres eran conducidos a Cristo; y que los sacrificios de Dios son un esp�ritu contrito, Salmo 51:16,17 ; que no se acepta holocausto, ni becerro de un a�o, a menos que se ponga sobre el altar menor de un coraz�n quebrantado, que santifica el sacrificio.

Versículo 7

�Se agradar� el SE�OR con millares de carneros, [o] con diez millares de r�os de aceite? �Dar� mi primog�nito [por] mi rebeli�n, el fruto de mi cuerpo [por] el pecado de mi alma?

Ver. 7. �Se agradar� el Se�or con miles de carneros? ] Se tom� por una m�xima entre todas las naciones que ning�n hombre deb�a presentarse ante Dios con las manos vac�as, ni servirle gratuitamente. Y aunque Licurgo el Lacedemonio promulg� la ley de que ning�n hombre deber�a pagar un gran cargo por un sacrificio, para que no se cansara del servicio de Dios; sin embargo, cuando el famoso escultor Fidias aconsej� a los atenienses que hicieran la estatua de Minerva m�s bien de m�rmol que de marfil, 1.

Porque m�s duradero (esto pas� con tolerancia), 2. Porque menos cobrable, ante la menci�n de esto, con infinita indignaci�n, le ordenaron silencio. Plinio nos habla de Alejandro Magno, que cuando, siendo todav�a un joven, arroj� una gran cantidad de incienso sobre el altar, y su maestro de escuela le dijo que no deb�a ser tan generoso hasta haber sometido a los pa�ses del incienso; una vez que hubo conquistado Arabia, envi� a su maestro de escuela un barco lleno de incienso, exhort�ndolo en gran medida a adorar a los dioses con �l.

La superstici�n es, en su mayor parte, no s�lo liberal, sino pr�diga y no es de extra�ar, cuando Belarmino dice que las buenas obras son mercatura regni coelestis el precio y la compra del cielo. Por lo tanto, sus iglesias est�n tan llenas de regalos y recuerdos prometidos, como en Loretto y en otros lugares, que est�n dispuestos a colgar sus claustros y cementerios con ellos. �Qu� no dar�an los hombres, qu� no sufrir�an para ser salvos? Nadar�a a trav�s de un mar de azufre, dijo uno, para poder llegar al cielo por fin.

Pero los que quieran comprar el cielo y ofrezcan, como estos aqu�, un soborno a cambio de perd�n, oir�n: Tu dinero perezca contigo; ya los que buscan ser salvados por sus obras, Lutero llama apropiadamente los m�rtires del diablo; sufren mucho y se esfuerzan mucho para ir al infierno, compran su condenaci�n, como dicen los fariseos cuando le dieron a Judas esas treinta piezas, por las que vendi� su salvaci�n.

�Dar� mi primog�nito por mi rebeli�n, etc.? ] Los jud�os supersticiosos sol�an, sabemos, ofrecer a sus hijos en sacrificio a Moloch, o Saturno, 2 Reyes 17:15,17 ; 2 Reyes 21:5,7 ; 2 Reyes 23:10 , y eso en una imitaci�n apisonada de la ofrenda de Abraham a su hijo Isaac.

Se dice que los fenicios sacrificaron al mismo Saturno lo mejor de sus hijos (Euseb. Praep. Evang. Lib. 4). Tambi�n lo hicieron los cartagineses, como testifica Diodoro Siculus. Y cuando por un tiempo hab�an dejado de hacerlo y fueron vencidos por Agatocles, ellos (suponiendo que los dioses estuvieran enojados con ellos, porque no hab�an hecho como antes) mataron a doscientos a la vez, en el altar, de su joven nobleza, para apaciguar a la deidad ofendida.

De la misma clase eran Anammelec y Adrammelec, los dioses de Sefarvaim, a quienes ese pueblo "quem� a sus hijos en el fuego", 2 Reyes 17:31 . Y poco mejores eran nuestros antepasados, los viejos brit�nicos, que no solo sacrificaban a sus extra�os, sino tambi�n a sus hijos, non ad honorem sed ad iniuriam religionis (Cared.

Britan.). Aqu�, entonces, el profeta parece hablar a modo de concesi�n, para mostrar a estos interrogadores lo poco que les valdr�a sacrificar a sus hijos, si tal cosa fuera l�cita.

Versículo 8

�l te ha mostrado, oh hombre, lo que es bueno; �Y qu� pide el SE�OR de ti, sino que hagas la justicia, que ames la misericordia y que andes con humildad con tu Dios?

Ver. 8. �l te ha mostrado, oh hombre, lo que es bueno ] es decir, lo que es recto, justo y agradable para �l. Lo mostr� a la luz de la naturaleza; porque Arist�teles (el secretario de la naturaleza) dice: No es probable que Dios est� tan complacido con el precio de los sacrificios como con la piedad de los sacrificios. Mucho m�s lo ha mostrado a la luz de la Escritura; all� te ha dicho qu� es el unum necessarium, una cosa necesaria; en comparaci�n con lo que todas las dem�s cosas son negocios secundarios; qu� es el totum hominis, todo el deber del hombre, sc.

para "temer a Dios y guardar sus mandamientos", Eclesiast�s 12:13 ; �Qu� es el bonum hominis, como aqu�, s�, el summum bonum, o bien principal del hombre alcanzable en esta vida, a saber. comuni�n con Dios y conformidad con Dios.

�Y qu� pide el Se�or de ti ] sino a ti? Quia in omni creatura terrena nihil melius fecit te, ipse quaerit te a te, quia perdideras te in te, como Agust�n parafrasea elegantemente este texto: Puesto que Dios entre todas las criaturas terrenales no ha hecho nada mejor que t�, por eso te pide.

Pero hacer la justicia y amar la misericordia ] Esta es la suma de la segunda tabla; como lo que sigue es del primero, andar humildemente con tu Dios. He aqu�, pues, un breve resumen de toda la Biblia, una peque�a Biblia, ya que el und�cimo de los hebreos es llamado por uno no inadecuadamente un librito de los m�rtires. Haz esto y vive: haz esto aqu� ordenado, y nunca caer�s; s�, ir�s galante al cielo, como lo dice San Pedro, 2 Pedro 1:10,11 .

Certa semper sunt in paucis, dice Tertuliano. Las cosas simplemente necesarias, ya sea para creerlas o para practicarlas, son pocas en n�mero pero muchas en virtud; peque�o a la vista, pero de gran peso; como el oro, que siendo s�lido, se contrae en una habitaci�n estrecha; pero puede ser atra�do a una extensi�n tan grande que un �ngel puede cubrir un acre de tierra, como han observado los naturalistas. Obrar con justicia es deber, no s�lo de los magistrados, a quienes Dios ha confiado la administraci�n de su reino terrenal, mediante la debida ejecuci�n de la justicia vengativa y remuneradora, sino tambi�n de todas las dem�s personas en sus diversos lugares y estaciones, cuyo gobierno debe sea ??esa palabra de oro de nuestro Salvador: "Todo lo que quisieres que los hombres te hagan, as� tambi�n hazlo con ellos; porque esta es la ley y los profetas", Mateo 7:12 .Ver Trapp en " Mat 7:12 "

Y amar la misericordia] Esto es m�s que mostrar misericordia; porque eso puede hacer un hombre, y sin embargo, por falta de amor, perderlo todo, 1 Corintios 1:3 . No s�lo debe sacar su gavilla, sino su alma al hambriento, Isa�as 58:10 , ni distribuir limosnas espirituales, sino hacerlo con profundo afecto, como Tito, 2 Corintios 7:15 ; debe estar "dispuesto a distribuir, dispuesto a comunicar", 1 Timoteo 6:18 ; su misericordia debe fluir de �l como el agua de la fuente o la luz del sol; no debe ser sacado de �l, como agraz una de una manzana de cangrejo, o como el agua destilada se ve obligado a cabo por el calor del fuego.

Dejemos que el amor de Cristo nos obligue a buscar a algunos de sus receptores (como David hizo con el reba�o de Jonat�n), a quienes podemos mostrar misericordia por �l. Aunque seamos d�biles, pero si estamos dispuestos a mostrar misericordia, Dios acepta seg�n lo que el hombre tiene, y no seg�n lo que no tiene, 2 Corintios 8:12 . El �caro de la viuda est� m�s all� de la magnificencia del hombre rico, porque sali� de una mente m�s rica.

El ap�stol Colosenses 3:12 , " Colosenses 3:12 , como escogidos de Dios, santos y amados, entra�as de misericordia y bondad", Colosenses 3:12 , como el carcelero ten�a para con Pablo y Silas; como el samaritano hacia el herido junto al camino; como aquellos cristianos primitivos que vinieron a la iglesia con fuertes afectos, con grandes contribuciones, Hechos 4:34 .

Lo mismo se predice de Tiro, cuando se convirti�, Isa�as 23:18 ; y de Etiop�a, Salmo 68:31 , que ella "se apresurar� a extender sus manos a Dios", Heb. los har� correr, notando su prontitud y rapidez en dar sus bienes a los santos. Las tiernas misericordias del Todopoderoso, derramadas abundantemente sobre el suyo, dejan un marco compasivo en sus corazones, y ti�en sus pensamientos, como la tina de tinte ti�e la tela.

Y caminar humildemente con tu Dios ] O, t�midamente, con una santa verg�enza y solicitud de hacer cualquier cosa que pueda ofender los ojos de la gloria de Dios. "S�, qu� cuidado", dice el ap�stol, 2 Corintios 7:11 , sc. de andar dignos del Se�or, para todo agrado, Colosenses 1:10 , como prueba de vuestros corazones y vidas ante �l en cada parte y punto de obediencia.

Esto lo ense�� el Se�or en un misterio a su pueblo, Deuteronomio 23:13,14 , cuando les orden� que cubrieran sus excrementos con un remo, les da esta raz�n: "Porque el Se�or tu Dios anda en medio de tu campamento, sea ??tu campamento santo, para que no vea en ti cosa inmunda, y se aparte de ti.

"Los que est�n en presencia de los pr�ncipes deben ser en todos los sentidos exactos, y darles a todos el debido respeto. Ahora bien, un buen hombre, como un buen �ngel, est� siempre en la presencia de Dios; y por lo tanto debe andar digno de la vocaci�n con la que es llamado , con toda humildad y mansedumbre, Efesios 4:1,2 , con toda modestia y demisi�n de mente y de comportamiento (como la palabra aqu� significa), y especialmente cuando se acerca a Dios en deberes santos.

Entonces debe ser su cuidado ejercer una humildad triple. Primero, precedente: antes de ponerse al servicio de Dios, debe consagrar y dedicar de coraz�n todo lo que es y tiene, como deuda con el Todopoderoso, diciendo con David, 1 Cr�nicas 29:14 , Es tuyo, Se�or, eso te doy: ?? ?? ?? ??? ???, como dijo el buen emperador Justiniano.

El segundo es concomitante; cuando en el desempe�o de buenos deberes tiene gracia (especialmente esta hermosa gracia de la humildad), "por la cual puede servir a Dios aceptablemente con reverencia y temor piadoso", Hebreos 12:28 ; que no es m�s que un respeto terrible a la majestad Divina, con quien tenemos que Hebreos 4:13 , Hebreos 4:13 .

El tercero es posterior; cuando, despu�s de haber hecho todo lo posible, se siente abatido en el sentido de sus muchas fallas en la forma; y mirando sus penachos, mira tambi�n sus pies negros, y se averg�enza y se humilla delante del Se�or. Mira, esto es humillarse para caminar con su Dios. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea sobre ellos y sobre el Israel de Dios.

a El jugo �cido de uvas verdes o verdes, manzanas de cangrejo u otras frutas �cidas, expresadas y formadas en licor; antiguamente se usaba mucho en la cocina, como condimento o con fines medicinales. �D

Versículo 9

La voz de Jehov� clama a la ciudad, y [el hombre de] sabidur�a ver� tu nombre: o�d la vara, y qui�n la ha establecido.

Ver. 9. La voz del Se�or clama a la ciudad] O, clamar�, a saber. por sus profetas. ????? ? ???? ????????????, dijeron los paganos. A Dios le encanta advertir, advertir antes de herir, predecir un juicio antes de infligirlo. Le hab�a mostrado a su pueblo lo que era bueno y lo que requer�a de ellos; pero con poco prop�sito, debido a su falta de ense�anza y su terquedad. Por tanto, amenaza con tomar otro rumbo con ellos.

Y el hombre de sabidur�a ver� tu nombre ] Gualther lo traduce, Y el hombre de esencia, etc., es decir, qui revers vir est, non caudex aut truncus, el que es un hombre en verdad, o no un tronco o tronco (uno como ese compa�ero sin savia Nabal, en quien toda la verdadera raz�n se descompuso y se desvaneci�), ver� f�cilmente el nombre de Dios, es decir, la divina majestad de la palabra obrando poderosamente en su coraz�n, como los rayos del sol golpean la cabeza de Jon�s. y lo inquiet�.

D�neo lo traduce, Y la sabidur�a ve tu nombre, es decir, hijos de la sabidur�a, como Lucas 7:35 , que la justificar�, cuando otros son tan perversos que nada puede agradarlos (ni Juan ayuna, ni Cristo come, Mateo 11:16 , etc.

), o tan aburridos que nada puede afectarlos, como estos de aqu�; la palabra de Dios fue peor de lo que se derram� sobre ellos. Seguro que los hijos de la sabidur�a no son muchos. "�Qui�n es sabio y entender� estas cosas?", Oseas 14:9 Oseas, Oseas 14:9 , la misma cuesti�n importa una escasez; vea la nota all�. Aunque se dispare un arma contra todo un vuelo de p�jaros, s�lo quedan unos pocos muertos; aunque la red se extienda por todo el estanque, se capturan algunos peces.

Rari sunt qui philosophantur, dice Ulpian. Es con nuestros oyentes como lo fue con las flechas de se�al de Jonat�n, dos se quedaron cortos, y uno m�s all� de la marca; de modo que, cuando uno apunta a la marca del supremo llamamiento en Cristo Jes�s, muchos se quedan cortos. Tres clases de cuatro de los que escucharon a nuestro Salvador no fueron nada, Mateo 13:4,8 .

Y de los que escucharon a Pablo en Atenas, algunos se burlaron, otros dudaron, y muy pocos creyeron; como Dionisio y Damaris, y algunos otros con ellos, Hechos 17:34 .

O�d la vara ] Ya que no quisisteis o�r la palabra, y as� redim�s vuestros propios dolores. Todas las varas de Dios son vocales, hablan adem�s de golpear; no son mudos, sino mezclados con instrucciones. Son sus maestros de escuela libre (D????????? ???????); maldito y malhumorado, pero con el cual abre los o�dos a los hombres (hasta entonces incircuncisos y detenidos con lo superfluo de la maldad) para disciplinarlos, y les ordena que se vuelvan de la iniquidad, Job 36:10 .

Al castigar a los hombres, Dios les ense�a seg�n su ley, Salmo 94:12 . Por eso Lutero llama a la aflicci�n Theologium Christianorum la divinidad del cristiano; y otro dice que Schola crucis est schola lucis, La escuela de la cruz es la escuela de la luz. Solo habr� miedo para hacerte entender la audiencia, Isa�as 28:19 .

Como se dice que Dios calla cuando no castiga, Sal 50:21 Isa�as 41:14 , as�, predica y ense�a cuando lo hace. Y he aqu� que Gede�n, trillando a los de Sucot con espinos y abrojos del desierto, les ense��, Jueces 8:7 ; Jueces 8:16 , as� que aqu�.

"Tengo un mensaje de Dios para ti, oh rey", dijo Aod, Jueces 3:20 . Mirad, su daga era el mensaje de Dios. De donde se observa bien, que no solo las amonestaciones vocales, sino los juicios reales de Dios son sus diligencias e instrucciones para la tierra, los habitantes del mundo. "Porque cuando tus juicios est�n en la tierra, los habitantes del mundo aprender�n justicia", Isa�as 26:9 . La inteligencia genera ingenio y la aflicci�n da entendimiento.

�Y qui�n lo ha designado ] Dios, que no s�lo tiene mano permisiva, sino activa en todas nuestras aflicciones. Otros traducen el texto, Quis sit, qui accersat istud, �Qui�n es el que lo consigui� o envi� a buscarlo, qui�n sino ustedes? seg�n Oseas 13:9 , vea la nota all�. Nemo laeditur nisi a seipso.

Los hombres pueden agradecerse a s� mismos por todos sus sufrimientos; porque Dios no aflige voluntariamente, Lamentaciones 3:33 . Sale de su lugar para hacerlo, Isa�as 26:21 , y lo considera "su obra, su obra extra�a", Isa�as 28:21 . �l hace justicia (cuando no hay otro remedio), pero ama la misericordia, y por eso nos pide que hagamos en el siguiente vers�culo antes de continuar.

Versículo 10

�Hay todav�a los tesoros de la maldad en la casa del imp�o, y la medida escasa [que es] abominable?

Ver. 10. �Hay todav�a los tesoros de la maldad ] �Qu� todav�a? por todo lo que alguna vez puedo decir o hacer al contrario? Aunque os clamo por mi palabra (y la he puesto con mi vara para que se pegue mejor), �oh, no hag�is esta cosa abominable! �Hay todav�a para cada uno una casa de los malvados y tesoros de la maldad (as� lo leen algunos)? ver Miqueas 2:2 .

Ver Trapp en "Miq 2: 2" La Vulgata lo lee (ya Gualther no le desagrada), �Hay todav�a fuego en la casa de los malvados? Carolina del Sur. el fuego de la ira de Dios? y tesoros de maldad, como combustible arrojado sobre �l, para consumirlo todo? ver Santiago 5:1,3 . Los tesoros de la maldad no aprovechan, Proverbios 10:2 , ya que acumular pecado es acumular ira, Romanos 2:5 , y juntar bienes mal habidos es llevar a casa un fardo de ropa plagada, y la muerte con ellos.

Efra�n dijo: "Sin embargo, me he hecho rico, he encontrado sustancia", Oseas 12:8 . Pero al hacerlo, Efra�n se aliment� del viento, Miqueas 6:1 , s�, del aire pestilente; Cada d�a aumentaba la mentira y la desolaci�n, es decir, vanidades mentirosas que traen desolaci�n y no consuelo, desolationem potius quam consolationem (Ago.

), como el infierno pis�ndoles los talones (como vemos en la par�bola del pobre rico, Lucas 16: 19-31); Animam ipsam incendio gehennae mancipant, el fuego que hay en ellos se alimentar� de sus almas y carne por toda la eternidad. Por lo tanto, al aire libre con estos tesoros de maldad, devolvi�ndolos a sus due�os leg�timos, como hizo Zaqueo; y como Justiniano el emperador, que no quiso poner los vasos del templo tomados por Tito y recuperados de Gensericus, en el tesoro, sino que los restaur�.

�Y la escasa medida que es abominable? ] Heb. el efa de la delgadez, as� llamado, tanto porque carece de su debida proporci�n ( modius macilentus ), como porque hace a los hombres flacos, llenos de ira; qd se lo escatima a aquellos con quienes comercia, pero Dios lo llena con su furor e indignaci�n. Ver Am�s 8:5 . Ver Trapp en " Amo 8: 5 "

Versículo 11

�Los contar� puros con la balanza de los imp�os, y con la bolsa de pesas enga�osas?

Ver. 11. �Los contar� puros con la balanza inicua? ] �Debo aclarar y absolver a tales? Yo, que soy el juez justo del cielo y de la tierra, aborrezco toda injusticia; �Yo que me he nombrado un Dios que de ninguna manera librar� al culpable, ni tomar� de la mano al imp�o? �xodo 34:7 Job 8:20 .

�Piensan atraerme como una fiesta? o que soportar� sus tratos falsos y fraudulentos, que tantas veces he declarado en contra y condenados tanto por la ley como por mis siervos Salom�n, Am�s y otros. No: aseg�rense ustedes mismos, sus pecados los alcanzar�n, y los maldecir�, los herir�, los atormentar�, y as� lo prender�, como ninguna criatura podr� quit�rselo. Dejemos que los jueces terrenales se tuerzan como quieran, y gui�en el ojo al pecado, yo no puedo ni quiero; pero como los hombres sembraron, as� segar�n; como sembraron con dureza de coraz�n, as� cosechar�n con horror de conciencia, et quorum oculos culpa clausit, poena aperiet,como han vivido sin escr�pulos, morir�n inc�modos; en cuyo momento, sus tesoros de maldad los dejar�n en la estacada; como el diablo deja a las brujas, cuando llegan a la c�rcel.

Versículo 12

Porque sus ricos est�n llenos de violencia, sus habitantes han hablado mentira, y su lengua es enga�osa en su boca.

Ver. 12. Porque sus ricos est�n llenos de violencia ] Despu�s de haberse enriquecido una vez con el fraude y el enga�o, se atreven a oprimir abiertamente ya ejercer un regimiento sin justicia, que no es mejor que el robo con autoridad; de los cuales antes, Miqueas 2:1,13 ; Miq 3: 1-12 As� los malvados van de mal en peor, 2 Timoteo 3:13 , "hasta que venga sobre ellos la ira hasta el extremo", 1 Tesalonicenses 2:16 .

Y sus habitantes han dicho mentiras ] No s�lo los ricos son culpables; pero como los cretenses, estos son siempre mentirosos, ruidosos y obscenos mentirosos; Enga�osa es su lengua en su boca, de modo que apenas abren la boca, brotan enjambres de mentiras; son mendaciorum loquacissimi, han ense�ado a sus lenguas a decir mentiras, Jeremias 9:5 , ahora se han convertido en artistas; s�, se apoderan del enga�o, Jeremias 8:5 , de modo que no se pueden librar sin luchar.

Esto es lamentable y, sin embargo, com�n; especialmente en el comercio y el tr�fico. Pero, oh, �cu�ndo volver� esa edad de oro, para que el argumento pueda continuar de nuevo, Sacerdos est, non fallet: Christianus est, non mentietur? �l es un ministro y no los enga�ar�: �es un cristiano y no mentir�! Ver Isa�as 63:8 .

Versículo 13

Por tanto, tambi�n yo te har� enfermo heri�ndote, haci�ndote desolaci�n a causa de tus pecados.

Ver. 13. Por tanto, tambi�n te har� enfermo al herirte ] Esta es una vara de esa vara, Miqueas 6:9 , que ahora oir�n y sentir�n tambi�n, que no quisieron escuchar la palabra de Dios. Bernardo nos habla de un hermano suyo; que cuando le dio muchas buenas instrucciones y �l, siendo soldado, no las prest� atenci�n, se llev� el dedo a los costados y dijo: Un d�a una lanza abrir� paso a este coraz�n tuyo, para que entren instrucciones y amonestaciones.

Dios puede (y, donde quiera, la misericordia lo har�) dar paso a su palabra con su vara; y sellar las instrucciones castigando a los hombres con dolor en sus camas, "y la multitud de sus huesos con fuerte dolor", Job 33:16 ; Job 33:19 . �l puede sujetarlos a sus camas, como hizo con Abimelec, David, Ezequ�as, y as� domesticarlos y llevarlos un v�nculo m�s bajo, Job 33:17 .

Puede herirlos con enfermedad y dejarlos desolados, como aqu�; con tal enfermedad que har� que sus mejores amigos les tengan miedo, y que nadie se atreva a mirarlos, sino como a trav�s de una reja; y todo esto tambi�n con un aguij�n en la cola, a causa de tus pecados. "Los necios a causa de su transgresi�n y a causa de sus iniquidades son afligidos. Su alma aborrece toda forma de comida" (est�n tan enfermos y sin est�mago, que nada caer� con ellos); "y se acercan a las puertas de la muerte", Salmo 107:17,18 .

Este fue el caso de ese rico y miserable cardenal, Henry Beaufort, obispo de Winchester y canciller de Inglaterra, en el reinado de Enrique VI, quien, arroj�ndose en su lecho de enfermo y percibiendo que deb�a morir, murmur� sobre la enfermedad y la muerte, que su las riquezas no pod�an aliviarlo bajo uno ni indultarlo del otro (Fox, Martyrs, tel. 925). Este fue tambi�n el caso del gran emperador Carlos V, de quien Duplessy relata, que cuando era viejo y loco maldijo sus honores, sus victorias, trofeos, riquezas, diciendo: Abite hinc, abite longe, Fuera, v�yase, miserables consoladores. sois todos.

Antes se menciona a un gran hombre que escribi� esto poco antes de su muerte, Spes et fortuna valete. Adi�s esperanza y prosperidad. Y seguramente no son pocos los ricos cormoranes, que bien pueden decir de su riqueza cuando est�n enfermos, como Cornelio Agripa hizo con su esp�ritu familiar, Abi perdita bestia, quae me perdidisti, Vete, maldita bestia, t� has sido mi perdici�n. , &C.

Una promesa contraria a esta amenaza en el texto es que Isa�as 33:24 , "Y el morador no dir�: Estoy enfermo; el pueblo que habita en �l ser� perdonado de su iniquidad".

Versículo 14

Comer�s, pero no te saciar�s; y tu derribo [ser�] en medio de ti; y tomar�s posesi�n, pero no librar�s; y lo que t� liberes, lo entregar� a la espada.

Ver. 14. Comer�s, pero no te saciar�s ] O como si no tuvieras lo suficiente para saciarte, sino como miseria de prisionero, tanto como para mantener unidas la vida y el alma; o bien, turbado por un bulimy, un appetitus caninus, deseo de un perro, una debilidad de la facultad digestiva, de modo que tu carne no te alimente: el b�culo de �l tambi�n est� roto por Dios, la propiedad nutritiva de �l ha sido quitada. . Ver a Trapp en " Hag 1: 6 "

Y tu derribo ser� en medio de ti] Bastante ser�s abatido por discordias civiles e intestinas, que como fuego alimenta al pueblo, Isa�as 9:19 , nadie perdonar� a su hermano. O como un hambriento que arrebata la mano derecha y come a la izquierda, y no se sacia, Isa�as 9:20 , hasta que tus convulsiones antinaturales terminan en una tisis mortal.

Y tomar�s posesi�n, pero no librar�s ] Tomar�s a tus hijos, tus joyas, y pensar�s en protegerlos del enemigo, pero no podr�s. De esta miseria tuvimos una experiencia demasiado lamentable en nuestros �ltimos ahogamientos antinaturales.

Y lo que t� liberes, lo entregar� a la espada . Otros juicios preceden a la espada; lo cual, cuando no lo hagan, la espada desde�ar� la vara, Ezequiel 21:10 , es decir, dejar� sin efecto todo lo que haya hecho la vara, y vendr� pulida y afilada para el matadero.

Versículo 15

Sembrar�s, pero no cosechar�s; pisar�s las aceitunas, pero no te ungir�s con aceite; y vino dulce, pero no beber�s vino.

Ver. 15. Sembrar�s, pero no cosechar�s ] Esto hab�a sido amenazado desde hace mucho tiempo por Mois�s, Deuteronomio 28:38,40 , y ahora hab�a m�s de setecientos a�os despu�s de recibir su logro en este pueblo. Hay infalibilidad en todas las amenazas de la boca de Dios. Los hombres tienden a pensar que fueron pronunciados in terrorem s�lo por miedo; y desecharlos, como hicieron los del Evangelio, con un Dios no lo quiera: "�Qui�n sabe si el Se�or har� con nosotros conforme a todas sus maravillas, que el mal pueda pasar de nosotros?" Jeremias 21:2 .

Pero, �qu� dice el profeta Sofon�as? "El Se�or justo est� en medio de ella; no har� iniquidad; todas las ma�anas sacar� a la luz su juicio, no fallar�; mas el injusto no conocer� la verg�enza", Sofon�as 3:5 ; el pecado ha mostrado tal descaro en su rostro, que no reh�ye el pecado, no teme el peligro.

Versículo 16

Porque se guardan los estatutos de Omri y todas las obras de la casa de Acab, y andad en sus consejos; para que yo te ponga en desolaci�n, y sus habitantes en silbido; por tanto, llevar�is el oprobio de mi pueblo.

Ver. 16. Porque se guardan los estatutos de Omri ] Subest verbis hisce sarcasmus. Aqu� el profeta se burla de ellos por su idolatr�a; y les dice claramente cu�l ser� el resultado de ello: qd Piensan que son prudentes y toman un camino seguro para ustedes mismos, que junto con Efra�n est�n unidos a los �dolos, y tienen nombres tan grandes como Omri y Acab para apoyarlos en ellos. Los estatutos de Omri se pueden observar cuando se descuidan los m�os.

Haec tibi pro vili, sub pedibusque iacent � (Ovidio).

Las obras de la casa de Acab, ese no tal, pueden ser imitadas, y sus consejos acogidos, cuando mi obra se deshace y mi consejo es rechazado, Lucas 7:30 . "Bien" (?????, cuerdo, bene ) " rechaz�is el mandamiento de Dios" (siendo ingrati gratiae Dei, desagradecido de la gracia de Dios, como dice Ambrosio), "para que guard�is vuestra propia tradici�n", Marco 7:9 .

Y los papistas ni siquiera lo mismo en este d�a. Se guardan exactamente los c�nones del Papa y todos los ritos de la Iglesia de Roma; caminan por los senderos del convent�culo de Trento, y les parece peor desfigurar un �dolo que matar a un hombre; comer carne o huevos en un d�a de ayuno que cometer incesto; trabajar en un d�a santo que romper el s�bado. No hay mandato de la ley moral pero pueden prescindir de ella; pero ninguna de sus leyes ceremoniales. Que Dios (dicen profanamente) mire la infracci�n de su propia ley; miraremos al nuestro.

Que te haga una desolaci�n ] Lutero observa aqu�, que la opresi�n y otras violaciones de la segunda mesa Dios generalmente castiga con guerra, hambre y pestilencia; pero quebrantamientos de la primera mesa, y especialmente la idolatr�a, con total desolaci�n. Esta es una tierra que destruye el pecado, Jeremias 22:7,9 .

Por tanto, llevar�is el oprobio de mi pueblo ] Es decir, de los que han sido mi pueblo, si hubieses podido sostenerte as�; pero ahora eres Loammi, desamparado. O lo que amenac� en la ley desde hace mucho tiempo con traer sobre ustedes, si no se comportaban como mi pueblo; o, lo que merec�as por haber profanado el nombre y t�tulo de mi pueblo, Ezequiel 36:20 ; Ezequiel 36:28 Rom 2:24 cf. Lucas 12:47 .

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Micah 6". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/micah-6.html. 1865-1868.