Bible Commentaries
Proverbios 27

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

No te jactes del ma�ana; porque no sabes lo que traer� el d�a.

Ver. 1. No te jactes del ma�ana. ] Es decir, De lo que har�s en el futuro, �xodo 13:14 , marg. in quovis tempore postero. Ver 1 Samuel 28:19 Santiago 4:14 .

Era un hombre sabio que, invitado a un banquete al d�a siguiente, respondi�: Ex multis annis crastinum non habui: Durante estos muchos a�os no he tenido un d�a de ma�ana para prometer ning�n negocio. �Pero qu� tontos lujosos eran esos sibaritas que, con la intenci�n de una fiesta, sol�an invitar a sus invitados un a�o antes! B

Porque no sabes lo que traer� un d�a.] C Un d�a de gran panza. Mientras una mujer a�n est� embarazada, nadie puede decir qu� tipo de nacimiento ser�. Luk 21:23 El tiempo est� de parto con los decretos de Dios, y en su tiempo los saca a luz; pero poco sabe el hombre lo que hay en el vientre de ma�ana, hasta que Dios haya manifestado su voluntad por el acontecimiento. David, en su prosperidad, dijo que "nunca deber�a ser conmovido"; pero poco despu�s encontr� una alteraci�n dolorosa: Dios refut� su confianza.

Sal 30: 6-7 De modo que el mal que los hombres intentan contra nosotros puede resultar abortivo, o morir en el �tero, o bien pueden sufrir dolores de parto y traer una mentira, es decir, algo contrario a lo que pretend�an; pero muere fata viam invenient - stat sua cuique. Jueces 5:28,30 1Ki 20:10 Accidit in puncto quod non speratur in anno.

a Petrarca, lib. iii. Memorab. ad finem.

b Elian.

c Nescis quid serus vesper vehat. Hinc Hebraei eventa apelante "filios temporis".

Versículo 2

Al�bete otro hombre, y no tu propia boca; un extra�o, y no tus propios labios.

Ver. 2. Que otro te alabe, y no tu propia boca. ] A menos que sea en defensa de tu inocencia, como David, Sal. 7:10 o cuando el encubrimiento de tu bondad se convierta en obst�culo de la verdad, o en da�o de la Iglesia, o menoscabo de la gloria de Dios, como Pablo. 2 Corintios 11:1,33 ; 2Co 12: 1-21 Que un hombre "haga dignamente en Efrata", y ser� "famoso en Bel�n"; Rth 4:11 no tiene por qu� ser su propio trompetista, como Jeh�, el orgulloso fariseo y otros arrogantes, vanidosos y gloriosos fanfarrones.

Vea mi lugar com�n de arrogancia. Dios ordenar� que los que le honran sean honrados de todos, y que la fama acompa�e a la virtud, como la sombra al cuerpo. Di que los malvados no hablar�n bien sino mal de nosotros, pero tenemos un testimonio en sus conciencias, como lo tuvo David en la de Sa�l, Daniel en la de Dar�o, etc. "Demetrio tiene un buen informe de todos los hombres buenos, y de la verdad misma"; 3Jn 1, 12 y eso le basta, porque "no es aprobado el que se alaba a s� mismo, ni el que tiene el aplauso del mundo, sino el que alaba el Se�or y su pueblo".

"2Co 10:18 Haec ego primus vidi, veo estos asuntos primero, fue una vana y gloriosa jactancia en la que Zabarel se habr�a aferrado mejor. Y haec ego feci, yo hice estas cosas, demuestra que los hombres no son mejores que las heces, las heces, dice Lutero, ingeniosamente. �Estas alardes no son m�s que escoria; Laus proprio sordeseit en mineral; lo que hab�a sido muy digno de elogio de un hombre, si sale de la boca de otro, suena muy sutilmente fuera de la suya, dice Plinio.

a "Alaben sus obras", no sus palabras, "alabenla en las puertas", Pro 31:31 como hicieron con Rut. "Toda la ciudad de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa". Rth 3:11 Ella era as�, y ten�a el m�rito de ello; tambi�n lo hab�a hecho la Virgen Mar�a y, sin embargo, se turb� cuando fue verdaderamente alabada por el �ngel. Ser�n alabados por los �ngeles en el cielo, que han evitado las alabanzas de los hombres en la tierra, y se sonrojar�n cuando se les elogie con justicia, hablando modesta y mezquinamente de sus propias buenas partes y pr�cticas.

San Lucas dice: "Lev� hizo una gran fiesta". Lucas 5: 27-29 Pero cuando �l mismo habla de ello, Mateo 9:10 s�lo dice que Cristo vino a casa y comi� pan en la casa de Lev�, para ense�arnos la verdad de este proverbio, que la boca de otro nos alabe, y no el nuestro. Como en los Juegos Ol�mpicos, los que vencieron no se pusieron las guirnaldas en la cabeza, sino que se quedaron hasta que otros lo hicieran por ellos, as� que aqu�.

a Quod magnificum referente alio fuisset, ipso qui gesserat recensente vanescit. - Plin., Ef 8, lib. I.

Versículo 3

Pesada es la piedra y pesada la arena; pero la ira del necio es m�s pesada que ambos.

Ver. 3. Pero la ira del necio es m�s pesada que ambos.] �l mismo no puede gobernarlo ni reprimirlo, pero que a veces muere de mal humor, como lo hizo el necio de Nabal. Mucho menos pueden otros soportarlo sin problemas y sin remordimientos, especialmente cuando est�n tan malhumorados y pasados ??de gracia como para enojarse con aquellos que no lo aprueban, no aplauden su locura. �Qu� enojado estaba Nabucodonosor, cu�nto m�s ardiente estaba su coraz�n que su horno contra esos tres dignos, por negarse a caer ante sus fauces de oro! Cu�n insufrible fue la ira de Herodes en la masacre de Bel�n, y los perseguidores primitivos durante las dos primeras edades despu�s de Cristo, que yo no baj�. Mira mi lugar com�n de ira.

Versículo 4

La ira es cruel, y la ira es atroz; pero, �qui�n podr� enfrentarse a la envidia?

Ver. 4. La ira es cruel y la ira es atroz. ] O, desbordar todas las orillas, o llevar todo delante de ella como una impetuosa inundaci�n de tierra, y por lo tanto m�s intolerable, como Proverbios 27:3 ; pero he aqu� un asunto peor: la envidia es un mal que nadie puede enfrentar porque no conoce fin ni medida, como aparece en el diablo y su patriarca Ca�n; en Sa�l, los fariseos, esos jud�os rencorosos, Hechos 13:45 .

Y hasta el d�a de hoy ellos hacen antiquum obtinere, guardan el viejo rencor hacia nosotros los cristianos, maldici�ndonos en sus oraciones diarias, llam�ndonos gentiles bastardos, profesando que si su Mes�as viniera, en lugar de nosotros deber�amos tener alguna parte en �l, o beneficiarnos de �l. �l, lo crucificar�an cien veces. Tienen un dicho entre ellos: Optimus qui inter gentes est dignus cui caput conteratur tanquam serpenti; El mejor de nosotros, los gentiles, es digno del castigo de la serpiente, a saber.

, tener la cabeza magullada, etc., tan grande es su envidia todav�a contra los cristianos, que se compadecen de ellos y oran por ellos; y verdaderamente no es m�s que una necesidad, ya que por la pregunta aqu� planteada podemos f�cilmente adivinar cu�n potente es esta envidia, la envidia, la malignidad vidente y de agudos colmillos; de hecho, el veneno de todos los vicios se encuentra en �l; tampoco se sentir� atra�do a abrazar ese bien que envidia a otro, como demasiado bueno para �l. Hechos 13: 44-45

Versículo 5

Mejor es la reprensi�n abierta que el amor secreto.

Ver. 5. Mejor es la reprensi�n abierta que el amor secreto. ] Porque, seg�n la naturaleza de las p�ldoras, la reprensi�n, aunque no sea deliciosa, sin embargo, es saludable y una se�al segura de un amigo fiel, si se maneja correctamente. Vea mi lugar com�n de amonestaci�n. El amor secreto, que o no ve nada malo en un amigo, o no se atreve a decirlo, tiene poco valor en comparaci�n. "No aborrecer�s a tu hermano en tu coraz�n", sino, como argumento de tu amor, "lo reprender�s," llana pero sabiamente, "y no sufrir�s pecado sobre �l", Lev 19:17 y mucho menos. y sea su intermediario o sustento en �l, como lo fue Hirah el adullamita con su amigo Jud�, y Jonadab con su primo Amn�n. 2 de Samuel 13: 5

Versículo 6

Fieles [son] las heridas de un amigo; pero los besos del enemigo [son] enga�osos.

Ver. 6. Fieles son las heridas de un amigo. ] Y por lo tanto, se debe orar por ellos; "pero los besos del enemigo son enga�osos", o para ser detestados, y por lo tanto se ora en contra: as� que algunos leen las palabras y se oponen. Vea esto hecho por David. Sal 141: 5 Golpes de "un justo" que tomar�a por "bondades"; pero los preciosos �leos de los imp�os �responsables de sus besos aqu� gritar�an, como el "quebrantamiento de su cabeza"; porque as� Mercer, Ainsworth y otros leyeron ese texto, y la Septuaginta lo acuerda, diciendo: No dejes que el aceite del pecador empape mi cabeza; por aceite significa palabras halagadoras, como Salmo 55:21 .

Las reprensiones y correcciones, aunque agudas y desagradables, sin embargo, si se las considera como producto de ese amor que yace escondido en el coraz�n, son fieles, es decir, bellas y agradables, como lo interpreta el caldeo.

Pero los besos de un enemigo son enga�osos, ] es decir, su glosa y cierre con nosotros para un da�o adicional; como los besos de Joab, Judas, Absal�n y Ahitofel, no deben ser imaginados, sino despreciados y detestados. Ver Trapp en " Pro 26:23 " Theophrastus a tiene en su car�cter a estos asesinos besadores, que pueden ser afables con sus enemigos y disfrazar su odio con elogios, mientras ellos en privado tienden sus trampas: hombres de estilo italiano, que pueden saludan con abrazos mortales y te estrechan en esos brazos que pretenden impregnar con tu sangre m�s querida.

Estos traidores besadores son parientes de ese loco Haeket, ahorcado en tiempos de la reina Isabel, que mordi� la nariz de su honesto maestro de escuela al abrazarlo, con el color de renovar su amor, y se lo comi� ante la cara del pobre. b As�, y no mejores, son los besos, es decir, las adulaciones y las lisonjas de las personas p�rfidas.

una gorra. ???? ?????????.

b Elizabeth de Camden , Anno 1592.

Versículo 7

El alma llena aborrece el panal de miel; pero para el alma hambrienta, todo lo amargo es dulce.

Ver. 7. El alma llena aborrece el panal de miel. ] Heb .: lo pisa como esti�rcol o carne de perro. Cris�stomo informa el dicho de cierto fil�sofo con el mismo prop�sito. Anima in satietate posita etiam favis illudit; El alma saciada rechaza la mejor comida y el sustento m�s dulce. Esto tambi�n es cierto en los espirituales. La miel de la santa palabra de Dios, �c�mo la pisotean esas bestias alimentadas en el establo, en quienes la plenitud engendr� el olvido, la seguridad de la saciedad! "Nuestra alma aborrece esta carne liviana", dec�an de su man�, cuando una vez se embriagaba con �l.

Los fariseos no encontraron m�s dulzura o sabor en los sermones de nuestro Salvador que en la clara de un huevo o en una rodaja seca. Nuestra naci�n tambi�n est� harta de una pletor�a o pleures�a espiritual; comenzamos a hartarnos del pan de vida. Ahora, cuando Dios ve sus misericordias debajo de la mesa, le toca a �l llamar al enemigo para que se las lleve. "Por tanto, he aqu� que te entregar� a los hombres del Oriente, quienes comer�n de tu fruto y beber�n tu leche". Eze 25: 4

Pero para el alma hambrienta, todo lo amargo es dulce. ] El hambre es el mejor cocinero, dicen los holandeses; la mejor salsa, decimos nosotros; la experiencia lo demuestra: con qu� dulzura sazona las comidas caseras, las comidas toscas. a Artajerjes Memor lo pusieron a huir para salvar su vida, alimentado hambriento con pan de cebada, con higos secos, y dijo que nunca hab�a hecho una comida mejor en toda su vida. Huniades, una vez expulsada del campo por los turcos, y atacando a un pastor, anhelaba por Dios algo de comer: quien lo llev� a una caba�a pobre no muy lejos, haciendo que le pusieran pan y agua con un pocas cebollas: quien, en el grato recuerdo de aquella miseria pasada, sol�a decir muchas veces en sus grandes banquetes que nunca en su vida le fue mejor o m�s delicadamente que cuando cen� con este pastor.B

a Ieiunus bellyus raro vulgaria temnit. - Hora.

b Turk. Hist., Fol. 310.

Versículo 8

Como p�jaro que se aleja de su nido, as� es el hombre que se aleja de su lugar.

Ver. 8. Como p�jaro que se aleja de su nido. ] Lo hace de la inconstancia, ya menudo se encuentra con la miseria: mientras que Dios hab�a ordenado que nadie molestara a un p�jaro en su nido. Deuteronomio 22: 6-7

As� es el hombre que se extrav�a de su lugar. ] Un vagabundo, un holgaz�n o un entrometido, que no guarda su posici�n, no permanece en el llamamiento al que fue llamado, 1 Corintios 7:20 expuesto a la miseria y la maldad, a la verdad y la ruina. N�meros 16:32 2Sa 6: 6-7 2Cr 26:19 Jon 1: 1-17 Jueces 1:6 Sal 107: 4 El coraz�n de un hombre honesto es el lugar donde est� su vocaci�n; como un pez en el aire, al que si salta por recreaci�n o por necesidad, pronto regresa a su propio elemento.

Versículo 9

El ung�ento y el perfume alegran el coraz�n; as� [hace] la dulzura del amigo del hombre por el consejo sincero.

Ver. 9. El ung�ento y el perfume alegran el coraz�n. ] Ung�ento dulce, sensum afficit, spiritum reficit, cerebrum iuvat, afecta los sentidos, refresca el esp�ritu, reconforta el cerebro.

As� es la dulzura del amigo del hombre por el consejo sincero.] Es como un vendaval de aire dulce para el que vive entre estercoleros ambulantes, sepulcros abiertos. Conserva el alma como una pomada y la refresca m�s que el almizcle o la algalia al cerebro. El consejo de aquellos especialmente (ministros, quiero decir) de quienes dice la Escritura, que "son para Dios olor grato de Cristo a los que se salvan"; 2Co 2:15 Estos son los que pueden vendernos aceite para nuestras l�mparas, a fin de que podamos comprar para nosotros mismos.

Mat 25: 9 Tal consejero puede ser un �ngel, es m�s, un dios para otro, como Mois�s lo fue para Aar�n: el consuelo que dan (como la bendici�n de los padres) suele ser m�s eficaz, porque est�n en la habitaci�n de Dios. V�ase Job 33:23 , "Si hay un mensajero con �l, un int�rprete, uno entre mil", Unus e millibus not Unus e similibus como la Vulgata lo lee falsamente y con el prop�sito.

Versículo 10

Tu propio amigo, y el amigo de tu padre, no lo abandones; Ni entres en la casa de tu hermano en el d�a de tu aflicci�n. Mejor es el vecino cercano que el hermano lejano.

Ver. 10. No abandones a tu propio amigo y al amigo de tu padre.] Abandonar a un amigo, especialmente a un viejo amigo, es abandonar a uno mismo: porque un amigo es un segundo yo, y la amistad, como el vino, es encomiable por su vejez. Qu� precio puso Salom�n sobre Hiram, que hab�a sido amigo de su padre; 1Re 5: 1-12 y c�mo busc� su amor, como una herencia preciosa que le dej�, por as� decirlo, de su padre; y cu�n cort�smente, por amor a su padre, tambi�n trat� con Abiatar, que lo hab�a tratado deslealmente.

Ni entres en la casa de tu hermano.] Cayetano lo lee, y quiz�s mejor, la casa de tu hermano no vendr� en el d�a de tu calamidad, cuando tu viejo amigo te visite y se quede cerca de ti, como Jonat�n hizo con David y Ones�foro. a Paul. David se queja de su parentela carnal: "Mis amantes y mis amigos est�n lejos de mi llaga, y mis conocidos est�n apartados", Sal 88:18 como lo hicieron el sacerdote y el levita con el herido, cuando el samaritano, un extra�o, pero un vecino en verdad lo relev�.

Versículo 11

Hijo m�o, s� sabio y alegra mi coraz�n, para que pueda responder al que me afrenta.

Ver. 11. Hijo m�o, s� sabio y alegra mi coraz�n. ] Ver Trapp en " Pro 10: 1 "

Versículo 12

El prudente [el hombre] ve el mal, [y] se esconde; [pero] los simples pasan, [y] son ??castigados.

Ver. 12. El hombre prudente ve el mal. ] Ver Trapp en " Pro 22: 3 "

Versículo 13

Toma su manto que es fianza para un extra�o, y toma prenda de �l por una mujer extra�a.

Ver. 13. Toma su prenda de fianza. ] Ver Trapp en " Pro 20:16 "

Versículo 14

El que bendice a su amigo a gran voz, levant�ndose de ma�ana, le ser� contado maldici�n.

Ver. 14. El que bendice a su amigo a gran voz. ] Qui leonum laudibus murem obruit, que ensalza al hombre por encima de toda medida, como lo hicieron los falsos profetas con Acab y el pueblo Herodes, que lo alaba en su cara; que, cuando un par�sito de la corte le hizo a Segismundo el emperador, le dio una caja de resonancia en la oreja. a Un predicador en la �poca de Constantino, ausus est imperatorem in os beatum dicere, dice Eusebio, presume de llamar al emperador un santo en su cara; pero se fue con un cheque.

b Cuando Arist�bulo, el historiador, le present� a Alejandro el gran libro que hab�a escrito sobre sus actos gloriosos, en el que, halagadoramente, lo hab�a hecho m�s grande de lo que era, Alejandro, despu�s de leer el libro, lo arroj� al r�o Hidaspes y le dijo el autor, "Ha sido una buena acci�n lanzarte tras �l".

Levantarse temprano en la ma�ana. ] Como temeroso de que otro se lo impida, o de que no tenga tiempo suficiente todo el d�a despu�s para hacerlo.

a In vita Alphons.

b Euseb., De Vit. Const., Lib. iv. C. 4.

Versículo 15

Una ca�da continua en un d�a muy lluvioso y una mujer contenciosa son iguales.

Ver. 15. Una ca�da continua. ] Ver Trapp en " Pro 19:13 "

Versículo 16

Cualquiera que la esconde, esconde el viento, y el ung�ento de su mano derecha, que se revela.

Ver. 16. Quien la esconde, esconde el viento, ] es decir, se puede tan pronto esconder el viento, o evitar que sople, como esconder su verg�enza, o silenciar sus ri�as. La esposa debe cubrir a su marido, especialmente cuando se encuentra en el extranjero; pero muchas esposas son tan intemperantes y obstinadas, que un hombre puede esconder el viento en el pu�o o el aceite en el pu�o de la mano tanto como las enfermedades de su esposa. Que esto sea marcado por aquellos que se aventuran sobre musara�as, si son ricos, hermosos, bien descendientes, con la esperanza de domesticarlos y mejorarlos.

Versículo 17

Hierro afila hierro; as� el hombre afila el rostro de su amigo.

Ver. 17. Hierro afila el hierro. ] Una herramienta de borde afila a otra; as� es el rostro de un hombre amigo suyo. Ipse aspectus viri boni delectat, dice S�neca. "Anim�monos unos a otros al amor ya las buenas obras", dice Pablo, Heb 10:24 como los jabal�es afilan sus colmillos, como los segadores afilan sus guada�as. As� Pablo fue "presionado en esp�ritu" por la venida de Timoteo, Hechos 18: 5 y exalta a Timoteo para que "despierte (???????????) el don de Dios que estaba en �l.

"2Ti 1: 6 As� Pedro despert� (??????????) de su letargo espiritual a aquellos a quienes escribi�, ex veterno torporis et teporis . 1Pe 1:13 Y as� esas buenas almas" hablaban a menudo entre s� ", para vivificarse mutuamente en tiempos aburridos y muertos. Mal 3: 16-17 Ver Trapp en " Mal 3:16 " Ver Trapp en " Mal 3:17 " Como la grasa de color �mbar no es nada tan dulce en s� mismo como cuando se combina con otras cosas; tan piadoso y erudito los hombres ganan al comunicarse con los dem�s.

La conferencia tiene un beneficio incre�ble en todas las ciencias. Castalio traduce este texto as�: Ut ferrum ferro, sic heroines alii aliis coniuguntur; Como el hierro es el hierro, los hombres est�n unidos y soldados entre s�, es decir, en un v�nculo muy directo de amor y amistad.

Versículo 18

El que guarda la higuera, de su fruto comer�; y el que espera a su se�or ser� honrado.

Ver. 18. El que guarda la higuera, comer�, etc. ] De sus frutos continuamente renovados; porque cuando se arrancan los higos maduros, otros pronto vienen en su lugar. Solino dice que la higuera egipcia da fruto siete veces al a�o: la que es buena tanto para la carne como para la medicina, como observa Galeno y, despu�s de �l, Diosc�rides.

De modo que el que espera a su se�or ser� honrado. ] Es decir, mantenido liberalmente y altamente promocionado, como lo fue Jos� dondequiera que sirvi�. Los paganos eran muy crueles con sus sirvientes; poniendo un motor alrededor de sus cuellos, llamado ?????????, y llegaba hasta sus manos, para que ni siquiera lamieran la comida cuando la estaban tamizando. Estos pobres siervos estaban en peor situaci�n que los bueyes de los jud�os.

1Co 9: 9 Pero los que son fieles y serviciales, sin importar c�mo sus amos los traten - deben tratarlos bien Deu 15: 12-14 - Dios les otorgar� la parte de un hijo, incluso "la recompensa de la herencia". Col 3: 22-24 Sus maestros tambi�n, si es fiel y amada, como "participan de los beneficios", un saber, de su buen servicio, por lo que ser� beneficioso para ellos.. Beneficentiae recompensatores, como Bullinger, despu�s de Theophilact, traduce ese texto, 1 Timoteo 6:2 .

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Versículo 19

Como en el agua un rostro a otro, as� el coraz�n de hombre a hombre.

Ver. 19. Como en el agua la cara responde a la cara, etc. ] Las fantas�as de los hombres difieren tanto como sus rostros: as� lo interpreta el Caldeo. Pero hacen mejor si dan este sentido, que en lo que respecta a la corrupci�n natural, todos los hombres miran con un mismo rostro y tienen un mismo rostro; puesto que "todo el mal est� en el hombre, y todo el hombre en el mal", ni por naturaleza hay nadie mejor de nosotros. En el coraz�n de la persona m�s vil, podemos ver, como en un espejo, nuestros propios corazones malvados.

Porque as� como hab�a muchos Marii en un C�sar, tambi�n hay muchos Ca�n y Judas en los mejores de nosotros. Y como ese primer caos tuvo la semilla de todas las criaturas, y solo quer�a que el movimiento del Esp�ritu las produjera, G�nesis 1: 1-2, entonces hay un ??????????, una parcela com�n de pecado en todos nosotros; s�lo necesita el calor y el riego de las tentaciones de Satan�s para hacerlo brotar. Eze 7:10 Y aunque no hubiera diablo, nuestra naturaleza traviesa actuar�a como Satan�s contra s� misma; tendr�a una provisi�n de maldad, como una serpiente tiene veneno, de s� misma; tiene un manantial para alimentarlo.

Por lo tanto, nuestro Salvador encarga a sus propios disc�pulos que tengan cuidado con la hartaza, la embriaguez y el cuidado que distrae. Y san Pablo vio motivos para advertir a un alma tan pura como el joven Timoteo de "huir de las pasiones juveniles", 2 Tim 2, 22 y exhortar a las j�venes "con castidad"; insinuando as�, que mientras los exhortaba a la castidad, alg�n movimiento impuro podr�a robarle desprevenido. La corrupci�n en el mejor de los casos tendr� algunas variaciones.

Versículo 20

El infierno y la destrucci�n nunca est�n completos; por eso los ojos del hombre nunca se sacian.

Ver. 20. El infierno y la destrucci�n nunca se satisfacen. ] El infierno y la tumba tienen su nombre en hebreo por su insatisfacci�n, siendo siempre anhelando m�s, y eso con asiduidad e importunidad. Y esto sigue oportunamente al vers�culo anterior, como bien observa Aben Ezra, que los hombres pueden asustarse al recordar la amplia boca del infierno abri�ndose para ellos, al seguir la inclinaci�n de sus naturalezas pecaminosas; y que aquellos que aqu� nunca tienen suficiente, una vez tendr�n suficiente fuego en el fondo del infierno.

De modo que los ojos de los hombres nunca est�n satisfechos. ] Es decir, sus concupiscencias, su concupiscencia carnal. Tratar de satisfacerla es un asunto interminable, Quaecunque videt oculus, ea omnia desiderat avarus, dice Basil. El codicioso anhela todo lo que ve; la maldici�n de la insatisfacci�n pesa sobre �l; su deseo es un fuego, las riquezas un combustible, que parecen apagar el fuego; pero, de hecho, lo aumentan.

"El que ama la plata, no se saciar� jam�s de plata"; Eclesiast�s 5:10 nunca m�s el que ama la honra, el placer, etc. Las cosas terrenales no pueden llenar as� el coraz�n, pero aun as� tendr�a m�s cosas en n�mero, y de otra manera en forma. Y por lo tanto, las part�culas en hebreo que significan yo, provienen de una palabra que significa desear; a porque los deseos de un hombre tendr�an esto y aquello, y aquello y otro; y tambi�n se cansa, sin saber si tener esto o aquello, o lo otro, etc.

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Versículo 21

Proverbios 27:21 [Como] crisol de plata y horno de oro; as� es un hombre para su alabanza.

Ver. 21. Como crisol de plata, etc. ] El hombre es naturalmente apto para ser mucho tomada, e incluso cosquillas, con su propio elogio, una como F�lix fue con lisonjas de T�rtulo, como era Dem�stenes cuando apuntaban a �l mientras pasaba, y dijo: Este es el famoso orador. b Pero "cada uno pruebe sus propias obras", dice Pablo, Gal 6: 4 y testimonium tibi perhibeat conscientia propria, non lingua aliena, dice Agust�n: Deja que tu propia conciencia, y no la lengua ajena, te alabe.

O si lo hacen innecesariamente, que nos refine, como aqu�, a m�s humildad y m�s cuidado de la sana santidad; dejemos que, junto a la olla refinadora, nos derrita y nos haga mejores. Este es el uso correcto de la misma.

a ??????? ??????? ? ???????. - Jenofonte.

b ????? ????? ? D?????????.

Versículo 22

Aunque rebuznes al necio en un mortero entre trigo con un mortero, [sin embargo] no se apartar� de �l su necedad.

Ver. 22. Aunque rebuznes a un necio, etc. ] El cipr�s, cuanto m�s se riega, m�s se seca. As� ocurre con los malvados. Son humildes, pero no humildes; bajo, pero no humilde; "cansada" en el pecado, como lo estuvo Babilonia "en la grandeza de su camino", Isa 47:13, pero no se cansaba de ello. De estos Agust�n, Perdidistis, dice �l, utilitatem calamitatis, miserrimi factis estis, et pessimi permansistis, a hab�is perdido el fruto de vuestras aflicciones; hab�is sufrido mucho y nunca hab�is mejorado.

"En esto ser� limpiada la iniquidad de Jacob, y este es todo el fruto, la eliminaci�n de su pecado". Isa 27: 9 Y si esto no se hace, Dios dir�, como una vez, "En tu inmundicia hay lascivia. Porque te limpi�, y no fuiste purificado, tendr�s tu voluntad, no ser�s purificado"; pero entonces tendr� mi voluntad tambi�n, porque "har� que mi furor descanse sobre ti". Eze 24:13 �Qu� te parece eso?

a De Civ. Dei, lib. I. gorra. 33.

Versículo 23

S� diligente en conocer el estado de tus reba�os, [y] mira bien a tus reba�os.

Ver. 23. S� diligente en conocer el estado, etc. ] Heb., Sabiendo que conocer�s la faz de tus reba�os; aludiendo, por ejemplo, a esos pastores que conocen a sus ovejas por sus rostros, y pueden llamarlas por su nombre, como Juan 10:3

Y mira bien a tus reba�os. ] Heb .: Pon tu coraz�n en ellos, es decir, s� muy curioso y atento a su bienestar. No dejes todo a los sirvientes, aunque nunca tan fieles; pero supervisa y supervisa los negocios, como lo hizo Booz. Sus ojos estaban en todos los rincones: en los sirvientes, en los segadores, en los espigadores. Se aloj� en medio de su cr�a, no deb�a aprender que el ojo del amo alimenta al caballo, y el pie del amo ensucia la tierra, a y que Procul a villa sua dissitus, iacturae vicinus, como lo tiene Columela b : est� lejos de su agricultura no est� lejos de la pobreza.

Y a menos que el amo est� presente, dice el mismo autor, ser� como en un ej�rcito donde el general est� ausente, cuncta officia cessant, todo asunto se ver� obstaculizado. Debe ser como la gran rueda para poner todo en marcha, o se har� poco.

"E?? ???? ?????? ?????? ? ????????".

un Arist. Oecon., Lib i. gorra. 6.

b Lib. I. gorra. 1.

Versículo 24

Porque las riquezas no son para siempre; �y la corona [permanece] por todas las generaciones?

Ver. 24. Porque las riquezas no perduran para siempre. ] Ya sean riquezas de herencia o de compra, se desperdiciar�n sin una buena agricultura. La realeza de Salom�n no podr�a haber consistido en todas sus riquezas, si no hubiera sido frugal. Nuestro Enrique III mereci� ser llamado Regni dilapidator, un reino desolado. Pero qu� gran marido, quiz�s demasiado grande, fue Luis XI de Francia, de quien hallar�is en la c�mara de cuentas un c�mputo de dos chelines por mangas nuevas para su viejo jub�n, y tres medio peniques por licor para engrasar sus botas ( UNA.

D. 1461)! Pertinax, el emperador, tambi�n fue un buen marido singular, por lo cual, como los ricos galantes se burlaban de �l, as� otros de nosotros, Quibus virtus luxuria potior, laudabamus, que antepon�a la virtud al lujo, la elogiamos en �l, dice el historiador Dio. , que escribe su vida.

Versículo 25

Aparece el heno, se muestra la hierba tierna, y se recogen las hierbas de los montes.

Ver. 25. Aparece el heno y la hierba tierna. ] Y debe tomarse el tiempo debido para tomarlo como forraje en el duro invierno. La tierra es el alma mater, una madre generosa para el hombre y la bestia. Es, como bien se dice, marsupium Domini, la gran bolsa del Se�or. Las estrellas tambi�n son los almacenes de Dios, que �l abre para nuestro beneficio. Deu 28:12 Cada estrella es como una bolsa de oro, dice uno, de la cual Dios arroja las riquezas, que los buenos recogen y los malos buscan.

Por su influencia hacen una gran cantidad de ma�z, heno, frutas de todo tipo. Y los buenos maridos cortan el heno, no s�lo en los valles, donde hay gran abundancia, sino tambi�n en las monta�as, tan pronto como est� listo, no sea que el calor o la humedad lo estropeen. Por cierto, note aqu�: (1.) Cu�n bueno es el Se�or, que se inclina tanto como para ense�arnos el ahorro; (2.) Cu�n perfecta es la Sagrada Escritura, que nos instruye tambi�n en estos asuntos del arrendador.

Versículo 26

Los corderos son para tu vestido, y las cabras son el precio del campo.

Ver. 26. Los corderos son para tu vestido. ] Ad esum et ad usum, como alimento y vestido, una criatura rentable. Algunas criaturas son rentables vivas, no muertas, como el perro, el caballo, etc. algunos muertos, no vivos, como el cerdo; algunos ambos, como el buey; sin embargo, ninguno es tan provechoso como las ovejas.

Y las cabras son el precio de tu campo. ] Con lo cual puedes pagar tu alquiler, y adem�s alquilar la labranza, o puedes comprar tierra y tener dinero en tu bolsa para cubrir tus necesidades.

Versículo 27

Y [tendr�s] leche de cabra en abundancia para tu alimento, para el sustento de tu casa y [para] el sustento de tus doncellas.

Ver. 27. Y tendr�s suficiente leche de cabra.] Y esto en la antig�edad se contaba ciertamente como buen �nimo. Por leche de cabra se entiende todo tipo de carne blanca, como la llaman; y vean cu�n escasamente viv�an en aquellos d�as, contentos con lo que ten�an a mano, y no corriendo cada rato a la carnicer�a o al pa�ero, como ahora. O si los hombres, al ser m�s duros, ten�an carne m�s fuerte a veces, sin embargo, las doncellas se contentaban con una dieta m�s escasa.

Apeles pint� a un sirviente con las manos llenas de herramientas, para mostrar que deber�a ser un trabajo fr�gil; con hombros anchos - para soportar el uso duro; con patas de ciervo - para correr por sus negocios; con orejas de asno y boca cerrada, para indicar que debe ser r�pido para o�r, lento para hablar; por �ltimo, con una barriga flaca, que deber�a contentarse con comida tosca, dieta sobrante, etc.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Proverbs 27". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/proverbs-27.html. 1865-1868.