Bible Commentaries
Salmos 15

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Salmo 15:1 �Salmo de David. �SE�OR, �qui�n habitar� en tu tabern�culo? �Qui�n habitar� en tu monte santo?

Ver. 1. Se�or, �qui�n habitar� en tu tabern�culo? ] Heb. �Qui�n habitar�? porque esa es nuestra condici�n mientras estamos aqu�, en un pa�s extranjero, y no en casa. La Iglesia militante tambi�n es transportadora, as� como el tabern�culo; y no fijo a un solo lugar. Nunca se coloc� el arca hasta que se coloc� en el templo de Salom�n; ni lo haremos hasta que lleguemos al cielo. David, habiendo descrito a un ateo en Salmo 14:1,4 , y encontrando demasiados en el seno de la Iglesia, pol�ticos, profanos, hip�critas, que profesan conocer a Dios, pero en las obras lo niegan, Tito 1:16(el que destron� a un rey es tan malo como el que lo niega), por lo tanto, le ruega a Dios que separe y ponga una diferencia entre el justo y el malvado, mediante ciertas notas y caracteres distintivos infalibles, en los que los hombres seguramente pueden descansar sin peligro. de ser enga�ado; ya que su testimonio est� m�s all� de toda excepci�n, y es ?????????? auto cre�ble.

Aqu�, entonces, esa gran y grave pregunta es propuesta por David como un profeta de Dios, consultando con �l, y respondida por Dios mismo, por motivos de m�s autoridad: �Qui�n es el verdadero ciudadano de Si�n, el libre habitante de la nueva Jerusal�n, �Qui�n es un miembro leg�timo de la Iglesia militante, y ser� finalmente la Iglesia triunfante? Un reverendo divino le dijo una vez a un pobre alma, que le dijo que estaba preocupado por su salvaci�n, te digo, dijo �l, es capaz de perturbar al mundo entero (Sinners 'Salvation, por Hooker, p. 2). Deje que un hombre apruebe a s� mismo la parte aqu� descrita en al menos el deseo y el esfuerzo, siendo humillado por sus fallas diarias, y puede tener confianza.

�Qui�n habitar� en tu santo monte? ] El cielo se compara acertadamente con una colina, el infierno con un agujero. Ahora, �qui�n subir� a este monte santo? Nadie, excepto aquellos a quienes desciende este monte, que tienen dulce comuni�n con Dios en este presente de vida, cuya conversaci�n es en el cielo, aunque su conmoci�n sea por un tiempo en la tierra, que coman, beban y duerman aqu� la vida eterna.

Versículo 2

El que anda en rectitud y obra justicia, y habla verdad en su coraz�n.

Ver. 2. El que anda en rectitud ] Esta es la respuesta de Dios, porque los hombres son insensatos e incapaces de juzgar, dice Calvino. Juzgan muchas veces seg�n la opini�n y la apariencia, y env�an al cielo a los que nunca pueden llegar all�; como hace el papa con sus santos canonizados; Mahoma, los que mueren en defensa del turquismo; y los predicadores parasitarios, sus benefactores irreligiosos. Pero Dios s�lo admite a los que son religiosos y religiosamente justos; como por cuya vida entera corre la piedad, como la trama por la urdimbre.

El, entonces, que ser� un habitante del cielo, primero debe caminar con rectitud o con equidad. Los cristianos, dice Tertuliano, son funambulones, como los que caminan sobre cuerdas, si se desv�an un paso, se pierden por completo; deben ser sine terrena et profunda fraude, como dice R. David aqu�, sin enga�o y sin conocimiento de las profundidades del diablo, Proverbios 11:22 ; los rectos en su camino se oponen a los perversos de coraz�n.

Y s�lo los tales habitar�n con fuego devorador, es decir, con Dios, Isa�as 33:14,15 . La versi�n �rabe para honradamente aqu� tiene, sin una nube de vicios.

Y obra justicia ] Esto se hace por fe, Hebreos 11:33 , y tal hombre es agradable a Dios, Hechos 10:35 . Pero toda la vida de los incr�dulos es pecado, dice Austin, ni hay nada bueno sin el bien principal. Bien se dijo de Lutero: Andad en los cielos de la promesa, pero en la tierra de la ley; eso de creer, esto de obedecer.

Y habla la verdad en su coraz�n ] Su ????? ?????????? y ?????????? son todos uno, habla como piensa; su discurso es la viva imagen de su afecto interior. Eso no fue un elogio para ese Papa y su sobrino, de quien se dijo, que uno nunca habl� como pensaba, el otro nunca hizo lo que dijo.

Versículo 3

Salmo 15:3 [El que] no murmura con su lengua, ni hace mal a su pr�jimo, ni toma afrenta a su pr�jimo.

Ver. 3. El que no murmura con su lengua ] Que no trota arriba y abajo para el prop�sito, como la palabra significa; que no anda como buhonero con su manada, como Lev�tico 19:16 la palabra, Lev�tico 19:16 , esto es pecado de sangre, ibid .; confiere Ezequiel 22:9 . Ragal, de donde Regal, un pie. De muchas maneras un hombre puede murmurar con su lengua, ese miembro rebelde.

Imponens, augens, manifestans, in mala vertens,

Qui negat, aut minuit, tacuit, laudatque remisse.

Uno observa en este texto que tambi�n hay una calumnia del coraz�n que nunca llega a la lengua, sc. presunciones duras y conjeturas malvadas. Algunos dicen que la palabra aqu� significa decir la verdad, pero con una mente traviesa, herir a otro; como lo hizo Doeg por David, y es, por tanto, maldito, Salmo 52:1,6 ., y llamado mentiroso por su trabajo, Sal 120: 2-3 La calumnia del buen nombre de otro hombre de cualquier tipo a sus espaldas es murmurar ; es un mal irreparable; hazle caso. El ojo y el buen nombre no pueden soportar bromas, como dice el proverbio.

Ni hace mal a su pr�jimo ] ni menospreci�ndolo ni menospreci�ndolo. Hay una elegancia en el original que no se puede traducir al ingl�s.

Ni acepta oprobio contra su pr�jimo ] ni recibe ni soporta. El chismoso lleva al diablo en su lengua; el oyente de cuentos en su o�do. Plauto desea que uno sea colgado de su lengua y el otro de su oreja; el receptor, decimos, es tan malo como el ladr�n. No s�lo el que hace una mentira, sino el que la ama, est� excluido del cielo, Apocalipsis 22:15 .

Es malo sembrar denuncias y calumnias, pero peor atormentarlas. Los paganos podr�an decir: El que cree f�cilmente calumnias, aut improbis, out puerilibus est moribus, es brib�n o tonto.

Versículo 4

A cuyos ojos se desprecia el vil; pero honra a los que temen al SE�OR. [El que] jura para [su propio] mal, y no cambia.

Ver. 4. A cuyos ojos se desprecia el vil ] Un abyecto, un r�probo, como se lo rinde; sea ??tan alto como Am�n; vea el car�cter de Ester 7:6 de �l, Ester 7:6 , y el desprecio de Mardoqueo hacia �l, Ester 3:2 (Josefo). Sea tan grande como Ant�oco Ep�fanes, a quien los samaritanos, excus�ndose de que no eran jud�os, escribieron as�: A Ant�oco, el gran dios.

Daniel lo cont� y lo llam� una persona vil, Daniel 11:21 . De modo que Eliseo despreci� al rey Joram, 2 Reyes 3:14 ; tambi�n debemos despreciar a los malvados; sin embargo, non virum, sed vitium, et salvo cuique loci sui honore, dando honor, como corresponde a sus lugares, a quienes se debe honor, Romanos 13:7 .

, pero rehuyendo esa parcialidad gravada por Santiago, Santiago 2:3,4 . El burgu�s de la Nueva Jerusal�n, reprobos reprobat, et probes probat, no puede halagar a ning�n hombre, ni imaginarse a alguien en quien no encuentra aliquid Christi, algo de la imagen de Dios. Un coloso dorado, lleno de basura, al que no puede inclinarse.

Pero honra a los que temen al Se�or ] Como los �nicos �ngeles terrenales, aunque nunca tan mezquinos y despreciables a los ojos del mundo. Al Sr. Fox, se le pregunt� si no recordaba a un siervo de Dios tan pobre que hab�a recibido ayuda de �l en tiempos de problemas. respondi�, lo recuerdo bien; Les digo que me olvido de se�ores y se�oras para recordarlo. Ingo, un antiguo rey de Draves y Veneds, organiz� a sus nobles paganos, en una fiesta, en su sal�n de abajo, y a una compa��a de cristianos pobres con �l en su c�mara de presencia, entreteni�ndolos con la alegr�a m�s real y la asistencia m�s real posible.

Ante lo cual, cuando sus nobles se preguntaron, les dijo, esto no lo hizo como rey de los Draves, sino como rey de otro mundo, en el que estos deber�an ser sus compa�eros y pr�ncipes (Aeneas Sylv. Cap. 20).

El que jura para su propio mal, y no cambia] La codicia odia tanto que, primero, preferir� sufrir p�rdidas antes que ser peor que su juramento o palabra honesta; en segundo lugar, presta, sin volver a buscar nada; en tercer lugar, no acepta recompensa contra el inocente, ni como juez ni como abogado. De muchos blasfemos se puede decir que pueden jugar con los juramentos como lo hacen los ni�os con las nueces; o como hacen los monos con sus collares, que se pueden quitar a su gusto.

Y de muchos prometedores, que son como el pavo real, todos en colores cambiantes, tan a menudo cambiados como conmovidos; pero este no es el disfraz del pueblo de Dios. Los jud�os en este d�a no cumplen ning�n juramento a menos que juren sobre su propia Tor�, o ley, sacada de sus sinagogas (Tertul.). Los turcos no mantienen ning�n juramento m�s all� de lo que pueden sostener seg�n su propia conveniencia. Los papistas sostienen que la fe no se debe mantener con los herejes; y practican en consecuencia.

Pero los antiguos romanos ten�an siempre un gran cuidado de cumplir su palabra, cueste lo que cueste; de tal manera que el primer templo construido en Roma fue dedicado a la diosa Fidelity. De hecho, en tiempos posteriores, Romanis promittere promptum erat, promissis autem, quanquam iuramento firmarls, minime stare: los romanos estaban ansiosos por prometer y jurar, pero descuidados en cumplir, si se puede creer a Mirrhanes, el general persa (Procop.

de Bel. Persic. lib. 1). Pero un juramento se mantuvo entre todas las naciones, un v�nculo sagrado y obligatorio, a menos que fuera contra las costumbres, contra las buenas costumbres, como dicen los abogados. Josu� y los ancianos mantuvieron su juramento a los gabaonitas, aunque para su inconveniente. Sedequ�as fue castigado por no mantener contacto con el rey de Babilonia. Y una de las leyes de los caballeros de la banda en Espa�a era, que si alguno de ellos romp�a su promesa iba solo, y nadie le hablaba, ni �l a nadie.

Versículo 5

Salmo 15:5 [El que] no da su dinero en usura, ni toma recompensa contra el inocente. El que hace estas [cosas] no se mover� jam�s.

Ver. 5. El que no entrega su dinero a la usura ] A la usura mordaz, algunos lo distinguen de Tarbith, la usura desdentada. Pero ambos est�n condenados, Ezequiel 18:8 ; Ezequiel 18:13 , y ning�n hombre de renombre en toda la antig�edad (excepto jud�os y maniqueos) durante mil quinientos a�os despu�s de que Cristo haya emprendido la defensa del mismo.

Aqu� y Neh 5: 7-11 se clama claramente; tampoco hay ning�n fundamento en las Escrituras para esa distinci�n de usura entre mordedor y desdentado. El castor muerde con tanta fuerza, que no suelta los dientes hasta que no le rompe los huesos. Usura-Usureros

Ni recibe recompensa contra el inocente ] Olim didici quid sint munera, dijo uno. Un buen hombre, como desprecia la ganancia de las opresiones, as� sacude sus manos para no aceptar sobornos, Isa�as 33:15 , no sea que el tocarlo lo infecte y enturbie; como escribe Plinio sobre el torpedo de pescado, y como informan las historias de Dem�stenes, ese gran abogado, tentado y vencido con contra derecha, envenenando la copa de Harpalus.

El que hace estas cosas ] Porque no los oidores de la ley, sino los hacedores ser�n justificados, Romanos 2:13 . Y a los que con perseverancia en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad, la vida eterna ser�, Romanos 15:7 .

Nunca se mover� ] Potest in momentum moveri, sed non in aeternum: resurget enim, dice R. Solomon aqu�, Conmovido puede estar por un tiempo, pero no removido para siempre. Su alma est� atada al haz de la vida, cerca del trono de la gloria; cuando las almas de los imp�os est�n inquietas como una piedra en medio de una honda, dice el Targum, en 1 Samuel 15:1,35 .

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Psalms 15". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/psalms-15.html. 1865-1868.