Bible Commentaries
Salmos 50

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Salmo 50:1 �Salmo de Asaf. �El Dios fuerte, [s�] el SE�OR, ha hablado, y ha llamado a la tierra desde el nacimiento del sol hasta su puesta.

Un salmo de Asaf] Quien fue a la vez maestro de m�sica, 1 Cr�nicas 25:2 , y compositor de salmos, 2 Cr�nicas 29:30 . La mayor�a opina que este salmo fue escrito por David y encomendado a Asaf para que lo cantara, despu�s de que Israel fue afligido por tres a�os de hambre y tres d�as de pestilencia, y el �ngel se apareci� a David y parti�. el lugar donde se deber�a construir el templo, 2 Samuel 21:1,3 2 Samuel 24:13,18 1 Cr�nicas 21:18 ; 1 Cr�nicas 22:4 (junio).

Ver. 1. El Dios fuerte, el Se�or ] Heb. El Dios de los dioses, ya sean delegados, como �ngeles, magistrados; o reputados solamente, como deidades paganas, 1 Corintios 8:5 . Jehov� o Essentiator, es el nombre propio de Dios. Algunos dicen que aqu� se nombra a Dios tres veces, para se�alar la Trinidad en Unidad (R. Nahum ap. Nebien).

Ha hablado ] sc. Por boca de sus santos profetas, que han sido desde el principio del mundo. Enoc, el s�ptimo desde Ad�n, habl� de manera muy parecida a Jueces 1:14 . Los rabinos dicen que este salmo es De die iudicii futuro, del d�a del juicio. Otros, que es el juicio del Se�or sobre su Iglesia, trazada seg�n el modelo del gran y �ltimo juicio, al que sirve de preparaci�n o de advertencia.

Y llam� a la tierra desde el nacimiento, etc. ] La "parte habitable de la tierra de Dios; los hijos de los hombres", Proverbios 8:31 , con Malaqu�as 1:11 . Todos ellos est�n llamados a dar fe de la equidad de los procedimientos de Dios contra una naci�n hip�crita, ni�os que fueron corruptores.

Porque hasta ahora Dios ha instruido a todos los hombres para que �l sea honrado por todos, con toda forma de observancia, Romanos 1:20 . Que esto se aplique a todas las clases, dijo Zalcucus, el legislador locriano, en el prefacio de sus leyes 1. Que hay un Dios. 2. Que este Dios debe ser debidamente adorado.

Versículo 2

De Sion, perfecci�n de hermosura, Dios ha resplandecido.

Ver. 2. De Sion, la perfecci�n de la belleza ] Heb. toda la perfecci�n, o la universalidad de la belleza, Perfectissimae pulchritudinis locus (Trem.); porque la gloria de Dios se manifest� especialmente en sus santas ordenanzas, y adem�s se manifest� m�s claramente que en toda la obra de sus manos. Ver Salmo 48:2 .

Dios ha resplandecido ] Como el sol en su fuerza, a veces para el consuelo de su pueblo, como Salmo 80:1 ; a veces por el terror de los malhechores, como Salmo 94:1 , y aqu�. Pero Dios es siempre terrible desde sus lugares santos, Salmo 68:35 ; Salmo 89:7 .

Versículo 3

Vendr� nuestro Dios, y no callar�; fuego consumir� delante de �l, y tempestad en derredor suyo.

Ver. 3. Vendr� nuestro Dios, y no callar� ] Cada d�a viene y se sienta en el tribunal de su Iglesia por el ministerio de sus siervos, Mateo 18:17 , quienes deben reprender a los pecadores con toda autoridad, y mostrarse hijos de trueno, para que al menos salven a algunos con miedo, arrebat�ndolos del fuego, Jueces 1:23 , como Pedro, Hechos 2:40 , y Pablo, 2 Corintios 5:11, pero especialmente cuando, para trabajar con el proc�nsul Paulus Sergio, fij� sus ojos en Elimas, el hechicero, como si hubiera mirado a trav�s de �l; despu�s de lo cual un rel�mpago sigui� al terrible trueno, "Oh t�, lleno de toda sutileza y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, �no dejar�s de pervertir los caminos rectos del Se�or?" Hechos 13:9,10 .

Un fuego consumir� delante de �l ] Como dio su ley en el fuego, as� lo demandar� en el fuego.

Y ser� muy tempestuoso alrededor de �l ] no s�lo delante de �l, sino alrededor de �l; no sea que los malvados esperen escapar arrastr�ndose detr�s de �l. Esa fue una terrible tempestad que cay� sobre Alejandro el Grande y su ej�rcito al entrar en el pa�s de Pabaza; cuando, a causa de continuos truenos y rel�mpagos, con granizo y rel�mpagos, el ej�rcito se desorganiz� y vag� por todos lados; muchos no se atrevieron a salir del lugar (Curtius, lib.

3, ex Diodor.). Tremellius traduce el deseo como sabio, pero entre par�ntesis: Venga nuestro Se�or y no se quede callado. Los santos saben que estar�n a salvo, cuando otros fumen por ello; porque Dios es su Dios.

Versículo 4

Llamar� a los cielos de arriba y a la tierra, para juzgar a su pueblo.

Ver. 4. Llamar� a los cielos de arriba ya la tierra ] Para que estas mudas criaturas sean como tantas evidencias parlantes contra un pueblo indigno, y testigos de los tratos justos de Dios contra ellos. Ver Deu 32: 1 Isa 1: 2 Miqueas 6:2 . El caldeo parafrasea as�: Llamar� a los �ngeles superiores de lo alto; y los justos de la tierra desde abajo.

Versículo 5

Re�ne a mis santos; los que han hecho un pacto conmigo mediante sacrificio.

Ver. 5. Re�ne a mis santos ] Esto parece ser dicho a los �ngeles, esos activos instrumeuts y verdugos de los juicios de Dios. Por santos entendemos aqu� a los profesores en general, todos los que viven en el seno de la Iglesia visible y participan de los privilegios externos solamente; los que est�n en la vid, pero no dan fruto, Juan 15:2 ; tienen nombre para vivir, pero est�n muertos, Apocalipsis 3:1 ; tales como cuya santidad consiste �nicamente en pactar por medio del sacrificio.

Basilio dice que estos son llamados santos para agravar sus pecados; como un hombre que tiene un t�tulo honorable, pero ha obrado imp�amente; y es, por tanto, el m�s digno de ser condenado. Cuando alguien le suplic� una vez a un juez por su vida, que no lo colgaran, porque era un caballero, le dijo que, por lo tanto, deb�a hacer que le hicieran m�s alta la horca.

Aquellos que hicieron un pacto conmigo mediante sacrificio ] Pero nunca fueron tra�dos por m� al v�nculo del pacto; porque entonces los rebeldes habr�an sido eliminados de entre ellos, como es Ezequiel 20:37,38 .

Versículo 6

Y los cielos declarar�n su justicia, porque Dios mismo es el juez. Selah.

Ver. 6. Y los cielos declarar�n su justicia ] Aquellos predicadores cat�licos, cuya voz se eleva hasta el fin del mundo, Salmo 19:4 ; Salmo 50:4 .

Porque Dios es el Juez mismo ] Y de �l no hay apelaci�n; toda transgresi�n y desobediencia de �l recibir� una justa retribuci�n de recompensa, Hebreos 2:2 , incluso las corrupciones m�s internas y que yacen en el coraz�n del pa�s, por as� decirlo; esas contaminaciones no s�lo de la carne, es decir , concupiscencias mundanas y males graves, sino tambi�n del esp�ritu, 2 Corintios 7:1 , m�s concupiscencias espirituales, como orgullo, presunci�n, formalidad, adulaci�n propia, confianza carnal en adoraciones legales externas, el pecado principalmente gravado en este pueblo jud�o aqu� en los pr�ximos vers�culos.

Versículo 7

Escucha, pueblo m�o, y hablar�; Israel, yo testificar� contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.

Ver. 7. O�d, pueblo m�o, y hablar�, etc. ] �Qu� lenguaje tan dulce y ganador hay aqu� para un prefacio! El proceder de Dios contra los pecadores, a quienes podr�a confundir con sus terrores, es con mansedumbre y mucha apacibilidad, G�nesis 3:9 ; G�nesis 3:11 ; G�nesis 4:9 Mateo 22:11 ; Mateo 26:50 .

G�latas 6:1 aqu� seguidores de Dios como hijos amados, Jos 7:19 G�latas 6:1, 2 Timoteo 2:19 .

Yo, Israel, testificar� contra ti ] es decir , te re�ir� y te convencer�. Esta es una misericordia que el Se�or concedi� a nuestros primeros padres cuando pecaron; no quiso siquiera examinar la serpiente, pero lo conden� al momento.

Yo soy Dios ] Y, por tanto, deber�a haber sido mejor obedecido.

Incluso tu Dios ] Y, por lo tanto, t� de todos los dem�s debiste haber tenido m�s cuidado y no haberme despreciado con aparentes honores al presentarme servicios externos.

Versículo 8

No te reprender� por tus sacrificios ni por tus holocaustos, por haber estado siempre delante de m�.

Ver. 8. No te reprender� por tus sacrificios ] es decir, por tu descuido de ellos, sino por tu reposo en ellos, clav�ndote en la corteza, trayendome la c�scara desnuda sin la semilla, sin referir tus sacrificios al final y uso correctos; sino satisfaci�ndose en el trabajo realizado. Este fue despu�s el pecado de los fariseos, todav�a lo es de los papistas y de demasiados evangelistas carnales, que piensan que han servido a Dios, porque han estado en la iglesia, han hecho su obra, han dicho sus oraciones, etc.

S�, muchos de los mejores entre nosotros tienen solo un cierto per�odo de tareas diarias, como los caballos de malta a su paso, o los caballos a su alrededor, que se mueven mucho, quitan poco, fuera de la costumbre o de la forma. S�, a los mejores les resulta bastante dif�cil estar en el deber con respecto al desempe�o y fuera del deber con respecto a la dependencia; para hacer toda justicia y, sin embargo, no descansar en nadie m�s que en la de Cristo.

O tus holocaustos, habiendo estado siempre delante de m� ] Heb. Tus holocaustos han estado siempre delante de m�; de modo que me saciaba de verlos, Isa�as 1:11 ; all� Dios se quej� de que todos sus sentidos estaban cansados ??y su alma afligida por la abundancia de sus ceremonias externas, pero falta de servicio moral.

Versículo 9

No sacar� becerro de tu casa, ni cabras de tus rediles.

Ver. 9. No sacar� becerro de tu casa, etc. ] qd Gu�rdalos para ti, no los necesito; les pones un alto precio, y piensas congraciarte conmigo con ellos; No los valoro, es m�s, los detesto, Sordet in conspectu Iudicis quod fulget in conspectu operantis. "Lo que los hombres tienen en alta estima es abominaci�n a los ojos de Dios", Lucas 16:15 . El servicio desagradable es una doble deshonra.

Versículo 10

Porque toda bestia del bosque es m�a, y el ganado en mil collados.

Ver. 10. Porque toda bestia del bosque es m�a ] Dios es el gran propietario; y todo es suyo por derecho primitivo. Por lo tanto, es s�lo por su propia cuenta que alguien le da; como reconoce libremente David, 1 Cr�nicas 29:14 ; y aquel gran emperador que, dedicando su rica mesa de comuni�n a Jesucristo, escribi� en ella ?? ?? ?? ??? ??? ??? ???????????, Tuyo y de los tuyos, Se�or, te presentamos (Justiniano apud Cedren.). Y, sin embargo, el hombre vanidoso tiende a presumir que Dios le est� agradecido cuando ofrece a Dios cualquier parte de sus bienes.

Y el ganado en mil colinas ] O, en las colinas de mil propietarios.

Versículo 11

Conozco todas las aves de los montes, y las fieras del campo son m�as.

Ver. 11. Conozco todas las aves de las monta�as ] es decir, en numerato habeo, dice Vatablus, siempre est�n ante m�, listas a mi servicio.

Y las fieras del campo ] R. Salom�n lo interpreta como reptiles, los reptiles del campo; otros, copiam volucrum in vallibus, la abundancia de aves que suben y bajan por los campos y valles.

Versículo 12

Si tuviera hambre, no te lo dir�a: porque m�o es el mundo y su plenitud.

Ver. 12. Si tuviera hambre, no te lo dir�a ] No te emplear�a para atenderme o abastecerme. Pero no le sucede a Dios tener hambre, como no solo los paganos ten�an y, por lo tanto, dijeron que su J�piter hab�a ido a Etiop�a para ser festejado, sino tambi�n a algunos jud�os carnales, que concibieron que un gran sacrificio era tan aceptable para Dios como un La cena gorda fue para ellos mismos (Homer. Lucian).

Porque el mundo es m�o, y su plenitud ] Quicquid avium volitat, quicquid piscium natat, quicquid ferarum discurrit, como lo tiene S�neca; todo es del Se�or, �l lo hizo todo, todo lo mantiene y, por lo tanto, a su gusto puede hacer uso de cualquiera; no necesita estar en deuda; pero la verdad es que no necesita tales soportes rotos. Ver Salmo 24:7 .

Versículo 13

�Comer� carne de toros o beber� sangre de machos cabr�os?

Ver. 13. �Comer� carne de toros, etc.? ] qd �Eres tan tonto como para pensar eso?

Vervecum en patria, crassoque sub aere nati?

No; "El que mata un buey" (a menos que mate tambi�n sus corrupciones) "es como si matara a un hombre; el que sacrifica un cordero" (a menos que vea su propia culpa y sea llevado al inmaculado Cordero de Dios, quien quita los pecados del mundo) es "como si le cortara el cuello a un perro; el que ofrece una oblaci�n" (a menos que con ella se ofrezca a s� mismo en un holocausto completo, Rom 12: 1) es "como si ofreciera un cerdo sangre; el que quema incienso "(a menos que levante manos santas en oraci�n sin ira y sin dudar, 1 Tim 2: 8) es" como si bendijera un �dolo ", Isa�as 66:3 .

Versículo 14

Ofreced a Dios acci�n de gracias; y paga tus votos al Alt�simo.

Ver. 14. Ofrece a Dios acci�n de gracias ] La m�dula de tus ofrendas de paz, ese sacrificio m�s agradable a Dios que un buey que tiene cuernos y pezu�as, Salmo 69:31 . Cubre el altar de Dios con los becerros de tus labios, dando gracias a su nombre, Hebreos 13:15 .

Y paga tus votos al Alt�simo ] No digas solo a Dios gracias, sino dale gracias; la vida de acci�n de gracias es la vida buena del dador de gracias. Nuestras alabanzas deben ser reales y sustanciales: promete y cumple al Se�or tu Dios, Salmo 76:11 .

Versículo 15

E inv�came en el d�a de la angustia; te librar�, y t� me glorificar�s.

Ver. 15. Y ll�mame ] Estos dos, alabando a Dios por lo que tenemos y orando por lo que queremos, asumen todo el deber del hombre; Por este medio se impulsa un santo comercio entre el cielo y la tierra, y se mantiene una dulce relaci�n entre Dios y el hombre.

En el d�a de la angustia ] En cualquier momento, pero especialmente; el tiempo de la aflicci�n es el tiempo de la s�plica; porque entonces somos m�s aptos para llamar, y entonces Dios est� m�s dispuesto a dar respuesta, entonces podemos tener cualquier cosa, Zacar�as 13:9 .

Yo te librar� ] Es s�lo pedir y tener; y seguramente es merecidamente miserable el que no se har� feliz pidiendo. Cuando hubo un discurso entre algunos hombres santos, �cu�l fue el mejor oficio? Uno respondi�, mendicidad; es el comercio m�s duro y rico (Dr. Preston). La mendicidad com�n es de hecho el comercio m�s f�cil y m�s pobre; pero se refer�a a la oraci�n, es como el anillo que la reina Isabel le dio a un noble en esta tierra, con la promesa de que si �l le enviaba ese anillo en cualquier momento en que �l estuviera angustiado, ella lo recordar�a y lo entregar�a. �l lo envi�, pero nunca lleg� a sus manos; pero la oraci�n nunca se pierde.

Y t� me glorificar�s ] Servati sumus, ut serviamus, Lucas 1:74 . Y, sin embargo, es diez contra uno que cualquiera regrese con el leproso para dar a Dios la gloria de la liberaci�n. Plerique ut accipiant importuni, donec acceperint inquieti, ubi acceperint ingrati, dice Bernardo verdaderamente: La mayor�a de los hombres son importunos en recibir el bien de las manos de Dios, inquietos hasta que lo obtienen, y descuidadamente dar las gracias despu�s (De Consid. L. 4 ). Fuera con tal ingratitud, odiosa incluso entre los paganos.

Versículo 16

Pero al imp�o Dios dice: �Qu� tienes que hacer para declarar mis estatutos, o para que tomes mi pacto en tu boca?

Ver. 16 Pero al malvado Dios dice ] Al hermoso profesor, pero vil pecador, a los hip�critas en Si�n, Isa�as 33:14 , a los sacrificadores Sodomitas, Isa�as 1:10,11 , los que los toman por maestros de otros. ?????? especialmente, Romanos 2:20,21 . Or�genes, despu�s de su terrible ca�da, al abrir el libro e iluminar este texto, no pudo predicar, pero rompi� a llorar en abundancia.

�Qu� tienes que hacer para declarar mis estatutos? ] Puesto que son santos, y deben ser manejados por los santos, Isa�as 52:11 ; de lo contrario son deshonrados, 1 Samuel 2:17 , el nombre de Dios blasfemado, Romanos 2:23,24 , pecadores inmundos endurecidos, Mateo 23:15 : Ore loqueris de illis, seal corde odisti ( Sir .

Interp.). Quid verba audiam cam facta videam? decir tal; dicta factis erubescunt, dice Tertuliano, su pr�ctica averg�enza su profesi�n. Y, por tanto, a tales personas podemos decirles, como el Gran Alejandro le dijo a un Alejandro, un soldado suyo, pero cobarde: O renuncias a tu nombre o convi�rtete en un soldado; as� podemos decirle a profesores tan despilfarradores. O como Archidamo, el lacedemonio, dijo a su hijo, imprudentemente en conflicto con los atenienses, Aut viribus adde, aut animis adime; as� que aqu�, a�ade pr�ctica o abandona la profesi�n.

�O que tomaras mi pacto en tu boca? ] Jact�ndote de ser uno de los m�os, y soltando buenas palabras, cuando la ra�z del asunto no est� en ti. Si ese estado en la historia no escucha un buen movimiento de una boca enferma, mucho menos Dios.

Versículo 17

Al ver que odias la instrucci�n, arrojas mis palabras detr�s de ti.

Ver. 17. Viendo que aborreces la instrucci�n ] o la disciplina, no ser�s llevado a vivir estrictamente, a ejercitar la piedad; te niegas a ser reformado, odias ser curado. Bucer y Melancthon enmarcaron una forma de reforma, con la aprobaci�n de los pares y los estados; pero el clero de Cullen lo rechaz� con calumnias y dijo que preferir�an vivir bajo el Gran Turco que bajo un magistrado que deber�a tratar de resolver tal reforma (Melch. Adam in Vit. Bucer).

Y arrojas mis palabras detr�s de ti . Cercano est�n en tu boca, pero lejos de tus ri�ones, Jeremias 12:2 ; negando en tu vida lo que profesas con tus labios; Como et�ope, siendo blanco solamente en la boca; o como lirios, blancos, pero desagradables. Los jud�os en este d�a muestran gran respeto por la ley, que nadie puede tocar sino con la mano derecha y con un beso de reverencia; ning�n hombre puede llevarlo detr�s de �l, sino que debe dejarlo junto a su coraz�n, en su viaje (Schichard).

Se les ordena que recojan cualquier papel que vean tirado en el suelo; y la raz�n es que tal vez el nombre de Dios no se escriba en el papel y se pise con ignorancia. Los cristianos, aunque libres de esa curiosidad supersticiosa, sin embargo, llenos de cuidado religioso, deben observar cada tilde de la palabra de Dios, no sea que pisoteen alguna. Y cuando hierva la corrupci�n (dice un reverendo), piensen que el evangelio de Cristo, profesado por ustedes, yace postrado ante ustedes; �Y pisotear�is ese evangelio? �Pisar�is la sangre del pacto, como si fuera profano? Hebreos 10:29 .

Versículo 18

Cuando viste a un ladr�n, consintiste con �l y fuiste part�cipe de los ad�lteros.

Ver. 18. Cuando viste a un ladr�n, consintiste con �l ] Mala opera hic memorata sunt in secreto, dice Kimchi. Estos males que se mencionan m�s adelante son obrados en secreto por aquellos que pretend�an cosas mejores, ver Efesios 5:12 y, por lo tanto, el cielo y la tierra est�n llamados a testificar contra ellos, Salmo 50:4 .

Ver Jeremias 20:2,7 Servi ut taceant iumenta loquentur, las mismas bestias tienen un veredicto que dar a los pecadores secretos, como el asno a Balaam, y esos caballos al cardenal Angelot, que era tan vilmente codicioso que de una manera secreta us� para ir a su propio establo y robarles la avena (Pontan. lib. de Prin.).

Y has sido part�cipe de los ad�lteros ] 1. En tu deseo, suponi�ndote con ellos. 2. En tus actos inmundos, aunque llevados de cerca; como los sacerdotes papistas, cuya regla es, Si non casta, lumen caute.

Versículo 19

Al mal entregas tu boca, y tu lengua trama enga�o.

Ver. 19. Al mal entregas tu boca ] Heb. T� env�as, el diablo toma prestada tu boca, y t� se la dejas.

Y tu lengua enmarca enga�o ] Heb. une, tricota, compacta.

Versículo 20

Te sientas [y] hablas contra tu hermano; Calumnias al hijo de tu propia madre.

Ver. 20. Te sientas ] En el asiento de los despreciadores, en el banco de cerveza, etc.

Y hablas contra tu hermano ] Tu lengua calumniosa, como un perro rabioso, muerde a todo lo que encuentra; no exceptuados tus aliados cercanos: tan inhumanos son los hip�critas.

Versículo 21

Estas [cosas] hiciste, y yo call�; pensaste que yo era [uno] como t�; [pero] te reprender�, y los pondr� en orden delante de tus ojos.

Ver. 21. Estas cosas has hecho, y yo guard� silencio ] Las sufr�, parec�a hacerles un gui�o, soportando tus malos modales.

Pensaste que yo era totalmente alguien como t� ] Un buen tipo, un aprobador, un c�mplice de tus pr�cticas y travesuras lascivas. Cogitabas quod Ehiah erat sicut tu, as� que lo lee Kimchi. Este es el mal uso que los hombres malvados hacen de la paciencia de Dios, lo transforman en un �dolo seg�n su propia fantas�a, lo tienen bajo y descarado engreimiento.

Pero te reprender�, y los pondr� en orden delante de ti ] Los ver�s una vez en su feo tono, para tu conversi�n o confusi�n. Las acciones de los hombres est�n impresas en el cielo y, a menos que hagan las paces con el juez en su c�mara privada de la misericordia, y as� detenga sus procedimientos judiciales abiertos en la corte, un d�a las leer� en voz alta en los o�dos de todo el mundo. Mientras tanto, Dios mira los pecados antiguos (a los que parec�a gui�ar un ojo) como ahora se cometen (porque as� como no hay principio de eternidad, tampoco sucesi�n), y todo lo que ha amenazado, cualquier flecha que haya en la cuerda del arco, lo har� alg�n d�a. vuela y golpea y golpea profundo. �Ay de los hombres! Dios romper� ese sucio sumidero de pecado que hay en ellos; seguramente entonces ser�n tan poco capaces de soportar su hedor como lo fue Judas, que busc� la ayuda de un ronzal.

Versículo 22

Ahora consideren esto, ustedes que se olvidan de Dios, no sea que yo [ustedes] los haga pedazos, y [no haya] quien los libere.

Ver. 22. Ahora consideren esto, ustedes que olvidan a Dios ] Que lo echan a �l y sus consejos a sus espaldas, antes que despierte sus conciencias adormecidas, y despierte al le�n que yace durmiendo en sus pechos, como el perro de Ca�n, G�nesis 4:7 , con su perro-sue�o; y antes de que vengas a responder por todos, con llamas en tus o�dos.

No sea que yo te haga pedazos, y no haya quien te libere ] Del lobo un pastor puede rescatar su cordero, no as� del le�n hambriento, Amo 3:12 Isa�as 31:4 . El poder de Dios es irresistible, sus castigos inevitables.

Versículo 23

El que ofrece alabanza me glorifica; y al que ordena [su] conducta [rectamente] le mostrar� la salvaci�n de Dios.

Ver. 23. El que ofrece alabanza me glorifica ] As� que su alabanza sea cordial, oral, real, con reconocimiento de mis beneficios, estimaci�n, retribuci�n; este es el mejor sacrificio que puede ofrecerme.

Y al que ordena correctamente su conversaci�n ] Que camina con precisi�n y exactitud; camina como en un marco, pisando con cautela, caminando con cautela, sin levantar un pie hasta que encuentra un pie seguro para el otro.

Le mostrar� la salvaci�n de Dios ] es decir, le dar� una perspectiva del cielo aqu�, y de aqu� en adelante una plena fructificaci�n del mismo.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Psalms 50". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/psalms-50.html. 1865-1868.