Bible Commentaries
Salmos 7

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Salmo 7:1 �Shiggaion de David, que cant� al SE�OR acerca de las palabras de Cus el de Benjam�n. �Oh SE�OR, Dios m�o, en ti he confiado; s�lvame de todos los que me persiguen, y l�brame.

Shiggaion de David ] es decir, el deleite o el consuelo de David, dicen algunos; su canci�n mixta, o sinodeo, dicen otros.

Que cantaba al Se�or ] Pod�a cantar con cari�o y castigar a sus reprochadores con alegre desprecio, como si conocieran su propia inocencia; la propiedad de la cual es deshacerse de las calumnias, como Pablo hizo con la v�bora; s�, con santo desprecio, se r�e de ellos, como el asno salvaje se burla del caballo y de su jinete.

En cuanto a las palabras de Cus el benjamita ] que algunos toman por alg�n primo y cortesano de Sa�l, que hab�a acusado falsamente al buen David (lejos de tal pensamiento, Sal. 131: 1) de afectar el reino y buscar la vida de Sa�l. Ver 1 Samuel 24:10 . Pero m�s bien entiendo, con el parafrasto caldeo, el yo de Sa�l, que era de Cis y de Jemini, 1 Samuel 9:1 , y que, con un disfraz de nombre, se llama Cus el benjamita, es decir, un et�ope, por su obstinada impenitencia, seg�n Jeremias 13:23 .

Entonces Am�s 9:7 , Israel rebelde es para Dios como Etiop�a. Los profesores ser�n tan profundos en el infierno, y m�s profundos que los turcos y los infieles, a causa de su santidad disimulada, que es doble iniquidad. Primero ser� la ira sobre el jud�o, Romanos 2:9 ; y cuando el vil pecador vaya al infierno, �qu� ser� del hermoso profesor? puede que se pregunten los dos, ya que ambos est�n en uno. En el et�ope no hay nada m�s blanco que sus dientes; as� en un hip�crita, etc.

Ver. 1. Oh Se�or, Dios m�o, en ti he puesto mi confianza ] O, me acerco a ti por seguridad. A David siempre le pareci� mejor correr a la vieja roca, Isa�as 26:4 , y clamar: "Se�or, Dios m�o", suplicando el pacto. Esto ning�n malvado puede hacer; pero, habiendo sido derrotado por las comodidades terrenales, es como un hombre desnudo en una tormenta, y un hombre desarmado en el campo, o como un barco arrojado al mar sin ancla, que pronto se estrella contra las rocas o cae sobre el mar. arenas movedizas. Saulo, por ejemplo, quien, estando angustiado y abandonado por Dios, corri� primero hacia la bruja y luego hacia la punta de la espada.

S�lvame de todos los que me persiguen ] Donde el pr�ncipe es un perseguidor (como en los tiempos primitivos, y aqu� en los d�as marianos) muchos estar�n muy activos contra el pueblo de Dios. Oh sancta simplicitas, dijo John Huss, m�rtir, cuando en la hoguera observ� a un simple campesino m�s ocupado que los dem�s en buscar letreros.

Versículo 2

No sea que me parta el alma como un le�n, despedaz�ndola, sin que no haya quien libere.

Ver. 2. No sea que me desgarre el alma como un le�n ] es decir, me lleve a una muerte cruel y atormentadora; ejerciendo contra m� tanto la crueldad como la astucia, llev�ndome en un momento en que no hay quien me libere.

Versículo 3

Oh SE�OR, Dios m�o, si he hecho esto; si hay iniquidad en mis manos;

Ver. 3. Oh Se�or, Dios m�o ] Ver Trapp en " Sal. 7: 1 "

Si he hecho esto] es decir, esta traici�n y traici�n, de la cual Sa�l sospecha de m� sin causa, y con lo que su pico agradece los partidarios injustamente me acusan. En cuanto a la sedici�n, dice Latimer, por lo que yo s�, creo que no deber�a necesitar a Cristo, si se me permite decirlo. Pero donde la malicia domina, el hacer cualquier cosa o nada es igualmente peligroso (Serm. 3, antes de K. Ed. VI).

Si hay iniquidad en mis manos ] Heb. en las palmas de mis manos, donde pueda ocultarse. Si he actuado en secreto contra mi soberano.

Versículo 4

Si he recompensado mal al que estaba en paz conmigo; (s�, le he entregado que sin causa es mi enemigo :)

Ver. 4. Si he recompensado el mal, etc. ] Si he roto las condiciones de nuestra reconciliaci�n o he traicionado mi confianza.

S�, le he entregado eso, etc. ] Este era el verdadero cristianismo, vencer el mal con el bien, Mateo 5:44 , etc. Romanos 12:17 , etc. �Oh, quam hoc non est omnium! �Oh, cu�n pocos pueden hacer esto! Eliseo hizo un banquete a los sirios que ven�an a sepultarlo.

David perdon� a Sa�l y lo libr�, no sin arriesgar su propia vida. Bradford condujo a Bourn desde el p�lpito en Paul's Cross (donde hab�a gritado el papado con la llegada de la reina Mar�a) sano y salvo a su alojamiento. Cierto caballero le dijo: Ah, Bradford, Bradford, salvas al que te ayudar� a quemarte. Te doy su vida; si no fuera por ti, lo atravesar�a con mi espada.

Y result� como lo hab�a profetizado el caballero. Ah� est� sentado, me refiero a mi se�or de Bath, el se�or Bourn (dijo Bradford en su tercer examen ante Stephen Gardiner), que me deseaba �l mismo para la pasi�n de Cristo, le hablar�a a la gente. Por cuyas palabras yo, al subir al p�lpito, me hubiera gustado que me mataran con una daga que le arrojaron, creo, porque me toc� la manga, luego me rog� que no lo dejara, y le promet� que como Mientras yo viviera, me har�a da�o ante �l ese d�a.

As� que sal� del p�lpito y supliqu� a la gente, y finalmente lo llev� yo mismo a una casa. Adem�s de esto, por la tarde prediqu� en Bow Church, y all�, subiendo al p�lpito, se me pidi� que no reprendera al pueblo; porque, dijo �l, nunca descender�s con vida si lo haces. Y, sin embargo, en ese serm�n reprend� su hecho y lo llam� sedici�n al menos veinte veces.

Por todo lo que he hecho, he recibido esta recompensa, prisi�n por un a�o y medio y m�s, y muerte ahora, por la que t� (mi se�or de Bath entre los dem�s) andas. Que todos los hombres juzguen d�nde est� la conciencia. As� el Maestro Bradford, como otro David, en su propia defensa.

Versículo 5

Que el enemigo persiga mi alma y la tome; s�, que pisotee mi vida sobre la tierra, y ponga mi honor en el polvo. Selah.

Ver. 5. Que el enemigo persiga mi alma, y ??la tome ] As� se aclara a s� mismo mediante una santa imprecaci�n (la Biblia espa�ola tiene la Shiggaion Davidis, en el t�tulo, Purgatio Davidis, ya que la misma palabra hebrea ???? significa tanto pecado como purificaci�n del pecado , Sal 51: 1-19), tomando a Dios como testigo de su inocencia y buena conciencia, y dese�ndose el mal si no fuera as�.

Esto lo hizo por una buena causa, de buena manera y con un buen fin. Y no como lo hacen hoy muchos profanos, quienes, cargados, aunque nunca tan verdaderamente, con alg�n mal que han hecho, buscan justificarse a s� mismos apelando a Dios, y pidiendo su maldici�n sobre ellos si son culpables; quien, por lo tanto, golpea inmediatamente a imprecadores tan descarados, como Anne Averies y otros. Ver el espejo del se�or Clark.

Y pisotear mi vida ] Heb. mis vidas as� suele llamarse, dice un int�rprete, por las muchas facultades y operaciones que hay en la vida, los muchos a�os, grados, estamentos de la misma.

Y pon mi honor en el polvo. Selah ] Que me tilde de desgraciado m�s traicionero e ignominioso, y que me quede sepultado en un pantano de indeleble infamia.

Versículo 6

Lev�ntate, oh SE�OR, en tu ira, lev�ntate a causa del furor de mis enemigos, y despi�rtame para el juicio que has mandado.

Ver. 6. Lev�ntate, oh Se�or, en tu ira ] Aqu� David repite y refuerza su pleito, llen�ndose la boca de argumentos a tal efecto, que bien sab�a que ser�an �tiles.

Lev�ntate a ti mismo & c. ] En lo que tratan con orgullo, s� t� por encima de ellos, para controlarlos y derribarlos.

Y despierta por m� ] A veces Dios parece estar dormido, debemos despertarlo; para olvidar, debemos recordarle; para haber perdido su misericordia, debemos encontrarla por �l. "�D�nde est� tu celo y tu fuerza?" & c., Isa�as 63:15

Al juicio que has mandado ] Es decir, prometido, a saber. que mandar�s libraciones desde Sion. O, que t� mandaste a los hombres en caso de agravio, para aliviar a los oprimidos: �y no har�s t� por m�, gran Juez, mucho m�s?

Versículo 7

As� te rodear� congregaci�n de pueblos; por ellos, vuelve t� a las alturas.

Ver. 7. As� te rodear� la congregaci�n del pueblo ] Como a la gente le encanta acudir en masa a los juzgados, o lugares de judicatura, donde se dicta sentencia sobre los grandes que han ofendido. O as�, entonces se establecer� el servicio p�blico y sincero de Dios, y la gente volar� hacia �l, como lo hacen las palomas a sus ventanas.

Por ellos, por tanto, vu�lvete a lo alto . Si�ntate en tu tribunal y haz justicia. Parece que has bajado del banco, por as� decirlo, y que no te preocupas por el juicio; pero sube una vez m�s y declara tu poder. Reverte, id est, ostende esti�rcol tuam esse altam, Vuelve, es decir, muestra que tienes mano alta, dice R. Solomon.

Versículo 8

El SE�OR juzgar� al pueblo; j�zgame, oh SE�OR, seg�n mi justicia y seg�n mi integridad [que es] en m�.

Ver. 8. El Se�or juzgar� al pueblo ] Los jueces et�opes dejan el asiento principal siempre vac�o, reconociendo as� que Dios es el juez superior.

De acuerdo con mi justicia ] a saber. En este crimen en particular, del cual se me acusa. Grande es la confianza de una buena conciencia en Dios. S�lo los tales pueden soportar los incendios eternos.

Versículo 9

�Que acabe la maldad de los imp�os; mas establece al justo; porque el Dios justo prueba el coraz�n y la mente.

Ver. 9. Oh, deja la maldad, etc. ] Pon fin a su rabia y rencor.

Pero afirmen al justo ] El derrocamiento de uno fortalecer� al otro; como estaba entre la casa de Sa�l y David, 2 Samuel 3:1 . Pero, �qui�nes son los justos?

El Dios justo prueba los corazones y las mentes ] es decir, los pensamientos, los afectos o las concupiscencias de las personas y, en consecuencia, las estima; porque Mens cuiusque es est quisque; y Dios juzga al hombre seg�n el hombre oculto de su coraz�n, Cogitationum et cupiditatum (Junius).

Versículo 10

Mi defensa [es] de Dios, que salva a los rectos de coraz�n.

Ver. 10. Mi defensa es de Dios ] Heb. Mi escudo est� sobre Dios. Ver Trapp en " Sal 3: 3 "

Que salva a los rectos de coraz�n] De los cuales yo mismo me conozco a uno; y, por tanto, buscad su salvaci�n.

Versículo 11

Dios juzga a los justos, y Dios se enoja [con los imp�os] todos los d�as.

Ver. 11. Dios est� enojado con los imp�os todos los d�as ] O, todo el d�a; est�n bajo el arresto de su ira y expuestos a la ira venidera. Hijos son de ira, a causa de la desobediencia. Uno lo rinde, Dios los turb�, sc. imponi�ndoles continuamente alg�n juicio u otro; y, sin embargo, no hay motivo para temer (como los paganos ten�an con su J�piter) que se agotara, Si cita peccent homines, etc.

Versículo 12

Si no se vuelve, afilar� su espada; ha tendido su arco y lo ha preparado.

Ver. 12. Si no gira ] sc. Impius ab impietate sua, dice R. Solomon, Si el malvado no se aparta de su maldad, por el arrepentimiento verdadero y oportuno.

Afilar� su espada, ha echado su arco ] es decir, Dios quiere, Dios tiene; y f�jense que �l afila antes de golpear, y est� doblando su arco, apuntando sus flechas, preparando sus instrumentos de muerte; todo lo cual debe tomar algo de tiempo, por lo que da una advertencia justa a estos viles pecadores si tienen la gracia de usarlo. V�ase similar Deuteronomio 32:41,42 .

Dios primero afila su espada antes de devorar carne, y primero se aferra al juicio antes de que su juicio se apodere de los hombres. Pero si esto no se observa y mejora, Patientia Dei quo diuturnior, eo est minacior; y �qu� defender�n los imp�os por s� mismos cuando Dios les diga, como Rub�n una vez hizo a sus hermanos, G�nesis 42:22 : �No os G�nesis 42:22 yo, diciendo: No G�nesis 42:22 ?

Versículo 13

Tambi�n le ha preparado instrumentos de muerte; ordena sus flechas contra los perseguidores.

Ver. 13. �l tambi�n ha preparado, etc. ] El castigo de los imp�os se establece aqu� elegantemente mediante tres semejanzas. 1. De la guerra. 2. Desde el nacimiento del ni�o, Salmo 7:14 Salmo 7:3 . De caza, Salmo 7:15,16 .

Bien podr�a decir el Se�or: "He usado similitudes por el ministerio de los profetas", Oseas 12:10 . Ver Trapp en " Hos 12:10 "

Ordena sus flechas contra los perseguidores] Heb. los perseguidores ardientes, que son puestos a trabajar por el gran drag�n rojo (Ardentes, importando su prisa por perpetrar travesuras). Tales fueron F�lix de Wurtemberg, que jur� que antes de morir cabalgar�a hasta las espuelas, y Fornesio, que jur� que subir�a a las faldas de las sillas de montar, en la sangre de los luteranos. El arzobispo de Tours hizo demanda para la erecci�n de un tribunal llamado Chambre Ardent, para condenar al fuego a los protestantes franceses.

Pero antes de morir ten�a bastante fuego, porque estaba afectado por una enfermedad llamada El Fuego de Dios; que comenzaba a sus pies y ascend�a de tal manera que hizo que un miembro tras otro fuera cortado, y as� muri� miserablemente. Esta fue la flecha ardiente de Dios contra un perseguidor ardiente. Lo mismo puede decirse de Dioclesiano, ese tirano sanguinario, al que le quemaron la casa sobre la cabeza con fuego del cielo; con lo cual estaba tan asustado que muri� poco despu�s (Euseb.

l. 5). El anteriormente mencionado Conde F�lix de Wurtemburg, la misma noche que tanto hab�a jurado y jactado, se ahog� en su propia sangre. As� que no cabalg�, sino que se ba��, no hasta las espuelas, sino hasta la garganta, no con la sangre de los luteranos, sino con la suya, antes de morir. Y lo mismo que leemos de Carlos IX de Francia.

Versículo 14

He aqu�, sufre dolores de parto con iniquidad, y concibe maldad, y engendra falsedad.

Ver. 14. He aqu� que con iniquidad da a luz ] Heb. tendr� dolores de parto o de continuo dolores de parto; se toma tantas molestias en ir al infierno como una mujer en dolores de parto para dar a luz.

Y ha concebido da�o ] Ver Job 15:35 , Ver Trapp en " Job 15:35 "

Y dio a conocer la falsedad] O, una mentira, es decir, una desilusi�n. Ver Isa�as 26:18 . Los jud�os tienen un proverbio, Quicquid genuit mendacium, dispellit maledictio (R. Solomon).

Versículo 15

Hizo un hoyo, lo cav� y cay� en el hoyo que hizo.

Ver. 15. Hizo un hoyo y lo cav�, etc. ] Este s�mil muestra que los malvados no s�lo ser�n frustrados, sino que ser�n destruidos por sus propias acciones; como Absal�n, Am�n, nuestros papistas de la p�lvora, el Papa Alejandro VI y su hijo C�sar Borgia (Bucholcer); quienes, por un error de los asistentes a la mesa, bebieron el vino envenenado que hab�an preparado y preparado para algunos pr�ncipes de Italia a quienes hab�an invitado y cuyos dominios ten�an sed. Hic aut Caesar ut nullus, dice Pontanus, quien relata la historia.

Versículo 16

Su maldad volver� sobre su propia cabeza, y su trato violento caer� sobre su propia cabeza.

Ver. 16. Su da�o volver� sobre su propia cabeza ] Como hicieron las flechas de los tracios, las cuales, enfurecidas (porque llovi� sobre ellos de manera inusual) dispararon contra el cielo (Herodot).

Y su trato violento sobre su propia cabeza ] es decir , Abundante y aparentemente. Se pueden dar varios ejemplos de esto. Enrique III de Francia fue apu�alado en la misma c�mara donde hab�a ayudado a idear la masacre francesa. A su hermano, Carlos IX, le dieron a beber sangre, porque era digno:

Quem sitiit vivens seelerata mente cruorem,

Perfidus hunc moriens Carolus mineral vomit.

Juan Mart�n de Briqueras, en Francia, alardeaba por todas partes, que le cortar�a la nariz al ministro de Angrogne. Pero poco despu�s fue agredido por un lobo, que le mordi� la nariz, por lo que muri� de ello enloquecido. Despacha al brib�n, hecho, dijo Sir Ralph Ellerken, gobernador de Calais, al verdugo de Adam Davilip, m�rtir, porque no me ir� hasta que vea con el coraz�n al traidor (Hechos y lunes).

Pero poco despu�s, el dicho Sir Ralph en una escaramuza entre los franceses y nosotros en Bulloin, fue asesinado entre otros, y el enemigo le arranc� el coraz�n. Ese fue uno muy notable del Dr. Story, quien escap� de la prisi�n en los d�as de la reina Isabel, lleg� a Amberes, y all�, pensando que estaba fuera del alcance de la vara de Dios, obtuvo el encargo del Duque D'Alva, para registrar todos los barcos. viniendo all� por libros en ingl�s.

Pero un tal Parker, un comerciante ingl�s, que comerciaba con Amberes, tendi� su trampa, dice nuestro cronista (Speed. 1174), para atrapar a este p�jaro repugnante, lo que provoc� que se le diera a Story un aviso secreto de que en su barco hab�a una reserva de libros her�ticos. , con otras inteligencias que podr�an representarlo en su lugar. El canonista, pensando que todo estaba seguro, se apresur� a subir al barco, donde con miradas muy grandes sobre los pobres marineros, se registraron cada camarote, arc�n y rinc�n sobre la borda, y se encontraron algunas cosas que lo atrajeron m�s all�; de modo que deb�an abrirse las escotillas, lo que parec�a haber sido hecho de mala gana, y en sus rostros mostraban grandes se�ales de miedo.

Esto hizo que el m�dico descendiera a la bodega, donde ahora, en la trampa, el rat�n bien podr�a roer, pero no podr�a salir; porque las escotillas estaban echadas y las velas izadas, que con un alegre vendaval fueron llevados a Inglaterra, donde al poco tiempo fue procesado y condenado por alta traici�n, y en consecuencia ejecutado en Tyburn, como bien merec�a.

Versículo 17

Alabar� al SE�OR conforme a su justicia, y cantar� alabanzas al nombre del SE�OR Alt�simo.

Ver. 17. Alabar� al Se�or seg�n su justicia ] es decir, su fidelidad en el cumplimiento de la promesa con su pueblo y conmigo en particular. Dir� para su honor, como Deuteronomio 32:4 , "Dios de verdad, y sin iniquidad, justo y recto es �l".

Y cantar� alabanzas al nombre, etc. ] Donde el salmista menciona el derrocamiento de los imp�os. Laus praecedit et sequitur, dice R. Joshua Ben Levi aqu�, como en este lugar, y Sal 9: 2

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Psalms 7". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/psalms-7.html. 1865-1868.