Bible Commentaries
Romanos 10

Comentario Completo de TrappComentario de Trapp

Versículo 1

Hermanos, el deseo de mi coraz�n y mi oraci�n a Dios por Israel es que puedan ser salvos.

Ver. 1. El deseo de mi coraz�n ] Entonces deber�a ser nuestro. Vea mi verdadero tesoro, cap. vii. secta. 2.

Versículo 2

Porque les doy testimonio de que tienen un celo por Dios, pero no conforme al conocimiento.

Ver. 2. Tienen un celo de Dios ] Tambi�n lo ten�an esos dos rabinos, David Rubenita y Shelomoh Molchu, que se lanzaron sobre el emperador Carlos v. Para persuadirlo del juda�smo, y por lo tanto fueron condenados a una muerte cruel, 1530 d.C. (Alsted. Chron.) Tambi�n lo hab�a hecho Latimer antes de su conversi�n: yo era un papista tan obstinado, dice �l, como cualquier otro en Inglaterra: de tal manera que cuando me hicieran licenciado en Divinidad, toda mi oraci�n iba en contra de Philip Melancthon y sus opiniones, etc.

Siendo sacerdote, y sol�a decir misa, pens� que nunca hab�a mezclado suficientemente el vino de la masa con el agua y, adem�s, que nunca ser�a condenado, si alguna vez fue un fraile profeso; con varias fantas�as supersticiosas. (Hechos y lunes) El celo sin conocimiento es como fuego salvaje en la mano del necio; es como el diablo en el endemoniado, que lo arroja unas veces al fuego y otras al agua.

Versículo 3

Porque ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sometido a la justicia de Dios.

Ver. 3. Porque siendo ignorantes ] El alma que no tiene conocimiento no es buena, y el que (sin conocimiento) se apresura con los pies, peca, Proverbios 19:2 ; cuanto m�s r�pido va, m�s lejos est�.

Versículo 4

Porque el fin de la ley es Cristo , para justicia a todo aquel que cree.

Ver. 4. Porque Cristo es el fin, etc. ] qd Ay, y por amor de Cristo, es la justicia de Dios. Pero los jud�os no se someten a Cristo, por tanto, no a la justicia de Dios. Cristo, dice Austin, es Legis finis interficiens, et perficiens. �l mat� y quit� la ley ceremonial; la ley moral la cumpli� para nosotros, y nosotros por �l, y por la fe en su nombre, que hace que su obediencia sea nuestra.

Versículo 5

Porque Mois�s describe la justicia que es de la ley: Que el hombre que hace estas cosas vivir� por ellas.

Ver. 5. Vivir� por ellos ] Esto haz y vive; es decir, dice Lutero morere, retrasar, morir sin m�s: porque nadie vive y no peca. Podemos dejar de pecar tan poco como el pulso para latir, el coraz�n para jadear, etc.

Versículo 6

Pero la justicia que es por la fe habla as�: No digas en tu coraz�n: �Qui�n subir� al cielo? (es decir, para hacer descender a Cristo desde arriba :)

Ver. 6. No digas en tu coraz�n ] La ley predica la fe en Cristo, as� como el evangelio.

Versículo 7

O, �qui�n descender� al abismo? (es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).

Ver. 7. En lo profundo ] Aquellas profundidades de la tierra, Salmo 71:20 .

Versículo 8

Pero, �qu� dice? La palabra Cerca de ti est�, incluso , en tu boca y en tu coraz�n, es decir, la palabra de fe que predicamos;

Ver. 8. Cerca de ti est� la palabra ] Mois�s la quiso decir de la ley, pero est� m�s de acuerdo con el evangelio. El ni�o de Bel�n est� envuelto en las bandas de ambos Testamentos: es autor, objeto, materia y marca de ambos. Por tanto, si queremos escuchar, ense�ar y leer, debemos tener la mirada puesta hacia Cristo, como los rostros de los querubines hacia el propiciatorio.

Versículo 9

Que si confesares con tu boca que Jes�s es el Se�or, y creyeres en tu coraz�n que Dios le levant� de los muertos, ser�s salvo.

Ver. 9. Que si confesares ] Es decir, si invocas el nombre del Se�or, como est� expuesto, Romanos 10:13 .

Versículo 10

Porque con el coraz�n se cree para justicia; y con la boca se confiesa para salvaci�n.

Ver. 10. Porque con el coraz�n, etc. ] Plutarco nos dice que de todas las plantas en Egipto, la que llaman Persica est� consagrada a su diosa Isis, y que por eso, porque el fruto de ella es como un coraz�n, la hoja como una lengua.

Versículo 11

Porque la Escritura dice: Todo aquel que en �l cree, no ser� avergonzado.

Ver. 11. No se avergonzar� ] No se apresure, dice el profeta. La verg�enza y la confusi�n siguen a la prisa y la precipitaci�n: Sed Deo confisi nunquam confusi. Pero la confianza en Dios nunca se confunde.

Versículo 12

Porque no hay diferencia entre jud�o y griego: porque el mismo Se�or de todos es rico para con todos los que le invocan.

Ver. 12. Es rico para todos, etc. ] Por tanto, no puede ser pobre el que puede orar; porque habr� cumplido su oraci�n, ya sea en dinero o en dinero.

Versículo 13

Porque todo aquel que invocare el nombre del Se�or, ser� salvo.

Ver. 13. Ser� salvo ] Aunque extra�a esa misericordia particular que pidi�, ciertamente est� sellado para la salvaci�n.

Versículo 14

�C�mo, pues, invocar�n a aquel en quien no han cre�do? �Y c�mo creer�n en aquel de quien no han o�do? �Y c�mo oir�n sin un predicador?

Ver. 14. �C�mo oir�n, etc.? ] La palabra le�da es de uso y eficacia divinos; pero de la predicaci�n podemos decir como lo hizo David de la espada de Goliat: "No hay nada para eso". La leche calentada es m�s apta para la nutrici�n; y la lluvia del cielo tiene una grosura y una influencia especial, m�s que las aguas estancadas; de modo que no hay vida, operaci�n y bendici�n en la palabra que se lee como se predica.

�Y c�mo predicar�n a menos que sean enviados ? Aqu� tienes esa scala caeli, escalera del cielo, como la llam� un buen m�rtir; y no debemos presumir de alterar las vueltas de esta escalera. El ap�stol sostiene que es imposible que predique alguien que no sea enviado. Dejemos que los tales lo miren, mientras corren antes de ser enviados, presionen al p�lpito sin un llamado a ello. Que se acuerden de Nadab y Abi� con su fuego extra�o, Cor� y sus c�mplices con sus l�gubres usurpaciones, Uza y Uz�as con sus ejemplares carnes de castigo, etc. Dios los colg� en horcas, por as� decirlo, para advertir a otros.

Versículo 15

�Y c�mo predicar�n si no son enviados? como est� escrito: �Cu�n hermosos son los pies de los que predican el evangelio de la paz y traen buenas nuevas!

Ver. 15. � Qu� hermosos son los pies! ] �Cu�nto m�s sus rostros! "Ciertamente he visto tu rostro como el rostro de Dios", dijo Jacob a Esa�, G�nesis 33:10 , es decir, honorable y confortable. Sabemos c�mo recibi� Cornelio a Pedro; y los g�latas, Pablo, hasta que fueron hechizados de �l, G�latas 3:1 . Pero debe recordarse que nosotros "glorificamos la palabra", no al predicador, Hechos 13:48 .

Versículo 16

Pero no todos han obedecido al evangelio. Porque dijo Isa�as: Se�or, �qui�n ha cre�do a nuestro anuncio?

Ver. 16. �Qui�n ha cre�do a nuestro anuncio? ] Gr. ?????, nuestro o�do, tomado pasivamente. De modo que C�sar y Cicer�n usan auditio para informar y rumores. Algunos se sientan ante un predicador tan insensatos como los asientos en los que se sientan, los pilares sobre los que se apoyan, los cad�veres sobre los que pisan. Otros se enfurecen, Tange montes et famigabunt, etc.

Versículo 17

Entonces, la fe viene por el o�r y el o�r por la palabra de Dios.

Ver. 17. Por la palabra de Dios ] Es decir, por la palabra del mandato de Dios, enviando predicadores dotados para ese prop�sito y dici�ndoles: "Id a predicar", etc.

Versículo 18

Pero yo digo: �No han o�do? S�, en verdad, su sonido lleg� a toda la tierra, y sus palabras hasta los confines del mundo.

Ver. 18. S�, de verdad; su sonido, etc. ] Sonus tonus, ?? ???????. David dice solamente, "su l�nea", Salmo 19:2 . Ese marco preciso y artificial del cielo predica, por as� decirlo, la sabidur�a y el poder infinitos del Creador. Todas las obras de Dios son sus profesos Regii, predicadores reales , predicadores cat�licos o expositores reales (como se les llama) de su Divinidad.

El mundo (dice Clem. Alex.) Es Dei Scriptura, escritura de Dios, la gran Biblia de Dios con tres grandes hojas: cielo, tierra e infierno. Las palabras de David se aplican aqu� muy adecuadamente al sonido del evangelio; el c�rculo del cual es como el del sol, universal para todo el mundo; y el movimiento no es diferente: porque surgi� en el este de Judea, fue de all� al sur de Grecia, y luego al oeste de Italia y los latinos; de donde viene a estas partes del norte del mundo (el �ngulo m�s extremo del universo), donde para que pueda continuar, oremos,

" Vespera nunc venit, nobiscum Christe maneto:

Extingui lucem nec patiare tuam. "

"Todo lo que temo", dice el Sr. Baxter, "es que el Sr. Herbert sea un verdadero profeta, y el evangelio est� en su movimiento solar viajando por las partes americanas, y est� abandonando su actual lugar de residencia y profesores y poseedores indignos: y luego adi�s a Inglaterra ". El desprecio expuls� a Cristo de Nazaret, su propio pa�s, al que vino con el prop�sito de curar. Conferir Jeremias 51:9 ; Ezequiel 24:13 .

Versículo 19

Pero yo digo: �No lo sab�a Israel? Primero dijo Mois�s: Te provocar� a celos con los que no son pueblo, y con una naci�n insensata te enojar�.

Ver. 19. �No sab�a Israel ] sc. �Que los gentiles iban a ser llamados? a menudo se les hablaba de ello.

Versículo 20

Pero Isa�as es muy valiente, y dice: Fui hallado de los que no me buscaban; Se me manifest� a los que no preguntaban por m�.

Ver. 20. Es muy atrevido ] De modo que por su denuedo fue aserrado, dice Jer�nimo.

Versículo 21

Pero a Israel dice: Todo el d�a he extendido mis manos a un pueblo rebelde y rebelde.

Ver. 21. Estirado ] Una met�fora de una madre.

Información bibliográfica
Trapp, John. "Comentario sobre Romans 10". Comentario Completo de Trapp. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/jtc/romans-10.html. 1865-1868.