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1 Tesalonicenses 3

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Por tanto, cuando ya no pudimos resistirnos m�s, pensamos que era bueno que nos dejaran solos en Atenas;

Versículos 1-4

Varias pruebas del amor de Pablo por los tesalonicenses

Les envi� a Timoteo como su representante:

Versículo 2

y envi� a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para afirmarte y consolarlo en tu fe,

Versículo 3

que ning�n hombre debe ser movido por estas aflicciones; porque sab�is que para eso fuimos designados.

Versículo 4

Porque en verdad, cuando estuvimos con ustedes, les dijimos antes que sufrir�amos tribulaci�n; incluso como sucedi� y lo sab�is.

Pablo hab�a protestado de su amor por los cristianos tesalonicenses en los t�rminos m�s en�rgicos, declarando tambi�n que hab�a intentado una y otra vez visitarlos, pero se le hab�a impedido llevar a cabo su intenci�n. As� que hab�a hecho lo mejor que pod�a hacer: por lo tanto, cuando ya no pudimos soportarlo m�s, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y siervo de Dios en el Evangelio de Cristo, para que te diera fuerzas y consuelo en nombre de tu fe.

Cuanto m�s tiempo hab�a estado separado Pablo de la congregaci�n de Tesal�nica, m�s insoportable se volvi� para �l esta separaci�n. Sinti� que deb�a comunicarse con ellos de alguna manera. Aunque se apartaba de la soledad, por lo tanto, especialmente donde hab�a poca o ninguna comuni�n cristiana, desatend�a su propia comodidad y paz mental. Tan pronto como Timoteo (y Silas) se unieron a �l en Atenas, donde los hab�a esperado, Hechos 17:15 , le encarg� a Timoteo que regresara a Tesal�nica.

O Pablo pudo haber anulado la orden enviada a Timoteo por los cristianos de Berea y le envi� un mensaje para que se dirigiera primero a Tesal�nica, antes de reunirse con �l en Acaya, Hechos 18:5 . Prefer�a soportar una cierta cantidad de inconvenientes personales a la continuaci�n de la ansiedad a favor de sus queridos alumnos. Como de costumbre, Pablo no puede abstenerse de agregar algunas palabras elogiosas sobre Timoteo, design�ndolo como su hermano en Cristo y como un siervo de Dios en el Evangelio de Cristo.

Estos no eran meros t�tulos de honor, sino que ten�an la intenci�n de mostrar a los tesalonicenses cu�nto pensaba el ap�stol en ellos al estar dispuestos a ser privados de la compa��a de un ayudante tan estimado e inusualmente capaz. Al mismo tiempo, Timoteo, teniendo tales calificaciones, pudo tambi�n fortalecer a los cristianos tesalonicenses, confirmarlos, ofrecerles el est�mulo y el consuelo necesarios en relaci�n con su fe. No es que exprese desconfianza hacia ellos con respecto a la solidez de su fe, pero es consciente de los muchos peligros que rodean a los cristianos en todo momento,

De estos peligros dice: Que nadie debe ser perturbado en estos problemas; porque ustedes mismos saben que estamos destinados a ese fin; porque tambi�n cuando estaba con ustedes, les habl� de esto de antemano, que debemos soportar aflicciones, tal como sucedi� y ustedes saben, Incluso despu�s de la partida de Pablo, los cristianos tesalonicenses hab�an sido acosados ??por sus propios compatriotas, cap. 2:14. Por lo tanto, para que no se turben en su fe a causa de estos problemas, para que nadie apostatara del cristianismo, a Timoteo se le hab�a encomendado que infundiera fuerza y ??alegr�a en sus corazones.

En cuanto a los tesalonicenses mismos, Pablo les recuerda que problemas de este tipo son el destino de los cristianos; es lo que deben esperar en raz�n de su vocaci�n; es parte de la cruz que su Se�or espera que lleven, Mateo 5:10 ; Mateo 10:21 ; Juan 15:18 ; Hechos 14:22 .

Pablo les recuerda tambi�n el hecho de que, durante su estancia con ellos, �l les hab�a dicho de antemano que es parte del prop�sito de Dios con respecto a sus hijos que deben sufrir aflicci�n. El hecho, entonces, de que esta predicci�n se estuviera cumpliendo no deber�a sorprenderlos. As� les sucedi� a ellos, y as� le sucedi� a �l, y el cristiano debe estar satisfecho con su suerte, con la cruz que debe llevar seg�n la voluntad de Dios.

Todo esto es parte del conocimiento cristiano, el Evangelio gana a los creyentes a pesar de esta advertencia no disimulada. Nota: Los cristianos de la actualidad se inclinan un poco a eludir las tribulaciones y se equivocan cuando realmente deber�an hacer una confesi�n clara de su fe en palabras y hechos. Es de temer que muchos casos de negaci�n del Se�or surjan de tal comportamiento.

Versículo 5

Por eso, cuando ya no pude resistir, envi� a conocer tu fe, no sea que el tentador te haya tentado de alguna manera, y nuestra labor sea en vano.

Versículos 5-8

El efecto sobre el alentador informe del ap�stol de Timoteo:

Versículo 6

Pero ahora, cuando Timoteo vino de ustedes a nosotros y nos trajo buenas nuevas de su fe y caridad, y que siempre nos recuerdan bien, deseando mucho vernos, como tambi�n nosotros verlos a ustedes,

Versículo 7

por tanto, hermanos, fuimos consolados por vosotros en toda nuestra aflicci�n y angustia por vuestra fe;

Versículo 8

porque ahora vivimos, si permanec�is firmes en el Se�or.

Aqu� el ap�stol reanuda el pensamiento de 1 Tesalonicenses 3:1 , refiri�ndose nuevamente a su constante ansiedad por ellos: Por este motivo yo tambi�n, cuando ya no pude soportarlo m�s, envi� a averiguar acerca de su fe, si tal vez el tentador hab�a te tent� y nuestro trabajo hab�a sido desperdiciado. El inter�s personal del ap�stol en el asunto se pone de manifiesto aqu� por su cambio del plural al singular.

Los tesalonicenses hab�an experimentado sufrimiento; �l, por su parte, hab�a hecho todo lo posible para mantenerlos firmes en la fe. Su ansiedad por ellos, habiendo llegado al punto en que ya no pod�a soportar el suspenso, Timothy hab�a sido enviado como su representante para obtener informaci�n sobre su posici�n en la fe. Porque, como Pablo les dice a sus lectores, siempre exist�a el peligro de que el diablo hubiera logrado atraparlos y, por lo tanto, volviera in�til todo su arduo trabajo en su ciudad y frustrara todo su trabajo a favor de ellos.

El mismo peligro amenaza a los cristianos de nuestros d�as. El diablo, o los lleva a una falsa seguridad y, por lo tanto, crea una actitud de indiferencia, o les trae persecuciones, haci�ndoles negar su fe.

Ahora, sin embargo, la ansiedad del ap�stol se hab�a calmado: Ahora, sin embargo, Timoteo, habiendo venido de ti y habi�ndonos tra�do las buenas nuevas de tu fe y amor, y que siempre tienes un buen recuerdo de nosotros, deseando ansiosamente vernos. Nosotros, como tambi�n nosotros os veremos, por eso, hermanos, fuimos consolados por vosotros en toda nuestra angustia y angustia por vuestra fe, porque ahora vivimos si permanec�is firmes en el Se�or.

Timoteo se hab�a unido al ap�stol en Corinto, y fue su informe el que inst� al ap�stol a escribir estas l�neas de inmediato. Hab�a tra�do buenas noticias, un excelente relato de su fe y amor. El Evangelio no se hab�a predicado en vano entre ellos. No s�lo hab�a obrado fe en los corazones de los tesalonicenses, sino que los hab�a mantenido en la fe y hab�a producido el fruto de la fe en sus vidas, el amor hacia Dios y hacia sus semejantes.

Su apego al ap�stol tambi�n era tan c�lido como siempre; todav�a lo recordaban amablemente, estaban llenos de ansioso anhelo de verlo, su entusiasmo en este sentido igualaba al suyo. Todos estos factores se combinaron para darle a Paul el mayor consuelo y alegr�a. En medio de todos sus propios problemas y aflicciones, al menos estaba completamente satisfecho con ellos. Su perseverancia en la fe fue una fuente de consuelo para �l que todas las consideraciones de su propio estado se redujeron a la insignificancia.

Se sinti� renovado, revivido, estaba lleno de la verdadera alegr�a de vivir. Si se mantuvieran firmes en el Se�or, en la fe, considerar�a que no ha vivido y que no est� viviendo en vano. Era un llamado que ten�a la intenci�n de estimular a los tesalonicenses a sus mayores esfuerzos en su vida cristiana.

Versículo 9

�Qu� gracias podemos dar a Dios por ustedes, por todo el gozo con que nos alegramos por ustedes delante de nuestro Dios?

Versículos 9-13

El ap�stol ora para que se establezcan m�s en la fe y el amor:

Versículo 10

d�a y noche orando mucho para que podamos ver tu rostro y perfeccionar lo que falta en tu fe?

Versículo 11

Ahora bien, Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Se�or Jesucristo, encaminan nuestro camino hacia ustedes.

Versículo 12

Y el Se�or los haga crecer y abundar en amor los unos para con los otros y para con todos los hombres, como nosotros lo hacemos para con ustedes,

Versículo 13

hasta el final, �l podr� establecer vuestros corazones intachables en santidad ante Dios, nuestro Padre, en la venida de nuestro Se�or Jesucristo con todos sus santos.

Paul llega aqu� a un entusiasmo rayano en el �xtasis. La gran satisfacci�n y el gozo peculiar que sinti� se muestran con fuerza en el lenguaje que usa: �Qu� agradecimiento suficiente puedo dar a Dios, a cambio, por ti por todo el gozo con el que nos regocijamos por ti ante nuestro Dios, noche y noche? �Orando fervientemente para que podamos ver tu rostro y perfeccionar las deficiencias de tu fe? El ap�stol ha recibido informaci�n definitiva sobre la estabilidad de la fe de los tesalonicenses.

Esta maravillosa condici�n la atribuye enteramente a Dios, cuyo poder se ha manifestado a trav�s del Evangelio. Est� ansioso por devolver alguna acci�n de gracias apropiada al Se�or de la gracia; est� buscando caminos y medios que expresen adecuadamente la gratitud que desborda de su coraz�n. Su motivo de acci�n de gracias lo tiene en el gozo que ahora se esfuerza por expresar, en su regocijo exultante por ellos.

Sin cesar, d�a y noche, sus fervientes s�plicas se elevan al Trono de la Gracia para que Dios le conceda la bendici�n de ver a sus alumnos en Tesal�nica cara a cara. Porque eso le dar�a la oportunidad de perfeccionar cualquier deficiencia que su fe todav�a tuviera, le dar�a la oportunidad de rectificar ciertos asuntos de creencia y pr�ctica. Los tesalonicenses todav�a necesitaban instrucci�n, exhortaci�n e intercesi�n; porque ning�n cristiano alcanza la perfecci�n completa en esta vida. Los contornos fundamentales de la verdad estaban en su poder, pero era necesario completar estos contornos, proporcionar los detalles, para que se ajustaran perfectamente a toda buena palabra y obra.

La oraci�n del ap�stol se eleva ahora a mayores alturas de fervor: Pero Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Se�or Jesucristo, dirigen nuestro camino hacia ti; Sin embargo, que el Se�or los haga crecer y sobresalir en amor los unos a los otros y a todos, as� como nosotros estamos con ustedes, para que �l pueda establecer sus corazones irreprochables en santidad delante de Dios y nuestro Padre en la venida (la visita real) de nuestro Se�or Jesucristo con todos sus santos.

Am�n. La primera petici�n del ap�stol concierne a s� mismo, a saber, que Dios lo disponga, gu�e y dirija los asuntos de tal manera que le sea posible visitar Tesal�nica lo antes posible. Note que su oraci�n est� dirigida tanto a Dios como a Dios. Padre y para el Se�or Jesucristo, estas dos personas de la Deidad son iguales en deidad. Note tambi�n que cada oraci�n es escuchada por Dios a trav�s de Jesucristo, por quien tenemos acceso al Padre, en quien el Padre da todos sus dones a sus hijos en la tierra.

Sin embargo, si hubiera alg�n retraso en su venida, o, no importa lo que suceda, tiene otra petici�n, a saber, que el Se�or, el Dador de todos los buenos dones, haga que los cristianos tesalonicenses se llenen, aumenten en , amar, y as� sobresalir, sobreabundar en amor los unos por los otros, en medio de su propia congregaci�n y hacia todos los hombres. En este sentido, Pablo fue su ejemplo y modelo, en el amor que les dio.

El resultado de esta obra del Se�or ser�a que los corazones de todos los creyentes de la congregaci�n ser�an establecidos sin reproche en santidad. Esto incluye toda la vida en y desde el Esp�ritu. La pureza y la solidez de la santidad de un cristiano se basan en el desinter�s de su amor hacia sus hermanos cristianos y hacia todos los hombres. As� estar�an preparados los cristianos tesalonicenses para comparecer ante Dios el Padre en el gran d�a en que nuestro Se�or Jesucristo realizar� su prometida visita real a la tierra en forma visible, acompa�ado por todos sus santos �ngeles y los santos del cielo, Hebreos 12:22 ; Lucas 20:26 .

Marcos: El ap�stol nunca deja de llamar la atenci�n sobre el fin y el objetivo de la vida cristiana, la perfecci�n del cielo, la recompensa de la gracia para aquellos que permanecen firmes en la fe y el amor, en la santidad de vida, hasta el fin.

Resumen

El ap�stol da una prueba m�s de su amor por los tesalonicenses en el hecho de que envi� a Timoteo para fortalecerlos, cuyo excelente informe acerca de su firmeza lo hab�a consolado mucho; incluye una oraci�n para que se establezcan m�s en la fe y el amor hasta el final.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 1 Thessalonians 3". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/1-thessalonians-3.html. 1921-23.