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2 Crónicas 28

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Acaz ten�a veinte a�os cuando comenz� a reinar, y rein� diecis�is a�os en Jerusal�n; pero no hizo lo recto, conforme a la ley de Dios, ante los ojos del Se�or, como David, su padre. A pesar de que ten�a al gran profeta Isa�as en su reino, fue entregado a la idolatr�a y a otras formas de maldad, todas las cuales se neg� a abandonar.

Versículos 1-15

Acaz derrotado por los sirios y por Israel

Versículo 2

Porque anduvo en los caminos de los reyes de Israel, cuya deserci�n de la adoraci�n de Jehov� era notoria, e hizo tambi�n im�genes de fundici�n para los baales, los �dolos de los paganos cananeos.

Versículo 3

Adem�s, quem� incienso en el valle del hijo de Hinom, al suroeste de Jerusal�n, el valle de Ben-hinnom, y quem� a sus hijos en el fuego, sacrific�ndolos a Moloc, el �dolo de los moabitas, seg�n las abominaciones de las naciones que el Se�or hab�a echado fuera delante de los hijos de Israel. Esto no solo era una ingratitud vil, sino que equival�a a un desaf�o al Se�or.

Versículo 4

Tambi�n sacrific� y quem� incienso en los lugares altos y en las colinas y debajo de todo �rbol verde, complaci�ndose deliberadamente en cada abominaci�n que el Se�or hab�a prohibido tan enf�ticamente una y otra vez.

Versículo 5

Por tanto, el Se�or, su Dios, todav�a su Dios y dispuesto a aceptarlo si se volv�a a �l en verdadero arrepentimiento, lo entreg� en manos del rey de Siria, que hab�a mostrado una actitud hostil incluso en los d�as de Jotam; y ellos, los sirios, lo hirieron y se llevaron cautivos a una gran multitud, y los llevaron a Damasco. Ese fue el resultado de la primera parte de la campa�a, brevemente resumida.

Y tambi�n fue entregado en manos del rey de Israel, quien lo hiri� con una gran matanza, derrotando a su ej�rcito y mat�ndolo con la amargura habitual que existe entre naciones emparentadas en caso de guerra.

Versículo 6

Porque Peka, hijo de Remal�as, mat� en Jud� a ciento veinte mil en un d�a, en una matanza que fue una calamidad terrible, todos los cuales eran hombres valientes, la flor de la naci�n, porque hab�an abandonado al Se�or Dios de sus padres fue un castigo directo.

Versículo 7

Y Zicri, un valiente de Efra�n, mat� a Maas�as, el hijo del rey, probablemente un pr�ncipe real de una generaci�n anterior, y Azricam, el gobernador de la casa, un alto oficial del palacio real, tal vez el primer chambel�n, y Elcana, que estaba al lado del rey, su ministro o canciller.

Versículo 8

Y los hijos de Israel se llevaron cautivos de sus hermanos (observe la caracter�stica de la guerra civil) a doscientos mil mujeres, hijos e hijas, a quienes probablemente capturaron mediante una incursi�n en las ciudades de Jud�, y tambi�n se llevaron mucho despojos de ellos, y trajo despojos a Samaria. Este fue un golpe terrible para el reino del sur y mostr� el car�cter de la guerra como una lucha b�rbara entre naciones hermanas.

Versículo 9

Pero un profeta del Se�or estaba all�, cuyo nombre era Oded, todav�a manten�a su posici�n en medio de la naci�n id�latra; y sali� delante del ej�rcito que hab�a llegado a Samaria, antes de que hubieran llegado a la capital, y les dijo: He aqu�, porque el Se�or, el Dios de vuestros padres, se ha enojado contra Jud�, los ha entregado en vuestras manos, no por causa del superioridad de las armas y el valor de Israel, y los hab�is matado con una furia que llega hasta el cielo, en una matanza fren�tica, en una carnicer�a no provocada, por la cual hab�an abusado de su victoria.

Versículo 10

Y ahora ten�is el prop�sito de mantener a los hijos de Jud� y de Jerusal�n por siervos y siervas para vosotros, trat�ndolos como esclavos de naciones paganas, como fueron capturados en la guerra leg�tima; pero, �no hay contigo, contigo mismo, pecados contra el Se�or, tu Dios? Sus propios pecados nacionales eran de tal naturaleza que dif�cilmente pod�an erigirse en jueces de sus hermanos para castigarlos con una dureza y una crueldad tan b�rbaras sin precedentes.

Versículo 11

Ahora, pues, esc�chame, y vuelve a liberar a los cautivos, ponlos en libertad, que hab�is tomado cautivos de vuestros hermanos; porque el furor de la ira del Se�or est� sobre ti, aumentar�an su culpa con esta crueldad pecaminosa y antinatural. Cfr. Lev�tico 25:39 .

Versículo 12

Entonces estaban en pie algunos de los jefes de los hijos de Efra�n, algunos de los pr�ncipes de Israel mismos: Azar�as, hijo de Johan�n, Berequ�as, hijo de Mesilemot, Jehizqu�as, hijo de Salum, y Amasa, hijo de Hadlai. contra los que ven�an de la guerra, sumando su protesta indignada a la de Oded,

Versículo 13

y les dijo: No traer�is los cautivos ac�, a la ciudad; porque aunque ya hemos ofendido al Se�or, ten�is la intenci�n de a�adir m�s a nuestros pecados ya nuestra transgresi�n; porque nuestra transgresi�n es grande, y hay una ira feroz contra Israel, su deuda era incluso entonces tan grande que un aumento adicional traer�a sobre ellos el castigo del Se�or en una medida insoportable.

Versículo 14

Entonces los hombres armados, vencidos por la seriedad de las protestas, dejaron a los cautivos y el bot�n delante de los pr�ncipes y de toda la congregaci�n.

Versículo 15

Y los hombres que se expresaron por su nombre, muy probablemente los mismos pr�ncipes de Efra�n que hab�an exhibido la excelente medida de valor al detener la procesi�n de los cautivos con su escolta armada, se levantaron y tomaron a los cautivos, y con el bot�n vistieron todo lo que estaban desnudos entre ellos, y los vistieron con ropa decente, y los calzaron, y les dieron de comer y de beber, y los ungieron, porque volver�an a casa felices y alegres, y llevar�an a todos los d�biles. literalmente, "los tropiezos", los que tropezaron de cansancio, sobre asnos, y los llevaron a Jeric�, la ciudad de las palmeras, en su frontera sureste, a sus hermanos.

Luego regresaron a Samaria. Fue un buen ejemplo de amor fraterno, expresado de manera hermosa, un incidente refrescante en medio de una historia llena de narraciones desagradables, una lecci�n tambi�n para nuestros d�as, cuando la verdadera caridad se ha vuelto casi desconocida, a pesar de todas las jactancias.

Versículo 16

En ese momento, cuando Jud� acababa de sufrir esta severa derrota, adem�s de perder el puerto de Eloth, en el Mar Rojo, ante los sirios, envi� el rey Acaz a los reyes de Asiria para ayudarlo, ya que Asiria era un imperio poderoso y estaba ganando fuerza.

Versículos 16-27

Acaz, angustiado por Asiria, contin�a en su maldad

Versículo 17

Porque de nuevo los edomitas, liberados de la soberan�a de Jud� por la campa�a de Rez�n de Siria, hab�an venido y hab�an herido a Jud� y se hab�an llevado cautivos. Estas incursiones se realizaron a lo largo de la frontera sur y sureste.

Versículo 18

Los filisteos tambi�n hab�an invadido las ciudades de la tierra baja, las tierras bajas hacia el Mediterr�neo y el sur de Jud�, y hab�an tomado Bet-semes, Ajal�n, Gederot, Shoco con sus aldeas y Timna con las aldeas. de ella, tambi�n Gimzo y sus aldeas, todas las ciudades a lo largo de la frontera filistea al occidente y al sudoeste; y moraron all�.

Versículo 19

Porque el Se�or humill� a Jud� a causa de Acaz, rey de Israel, al que le dio este t�tulo porque era culpable de toda la idolatr�a de los reyes de Israel; porque �l, Acaz , desnud� a Jud�, se hab�a comportado de manera perversa en la naci�n y con su pueblo, y hab�a transgredido gravemente contra el Se�or.

Versículo 20

Y Tilgathpilneser, rey de Asiria, agradeciendo la oportunidad de interferir en los asuntos de las naciones del sur, se acerc� a �l y lo angusti�, aument� sus cargas oprimi�ndolo a�n m�s, pero no lo fortaleci�.

Versículo 21

Porque Acaz tom� una parte de la casa del Se�or y de la casa del rey y de los pr�ncipes, saqueando los tesoros del reino en sus vanos intentos de encontrar alivio, y se la dio al rey de Asiria; pero no le ayud�.

Versículo 22

Y en el momento de su angustia, cuando deber�a haberse arrepentido y acudido al Se�or en busca de ayuda, cometi� a�n m�s delitos contra el Se�or. Este es el rey Acaz, un ejemplo de necia perversidad para todos los tiempos.

Versículo 23

Porque ofreci� sacrificios a los dioses de Damasco que lo hirieron; y dijo, discutiendo tontamente en su ceguera y tratando de excusar su mayor progreso en la maldad: Porque los dioses de los reyes de Siria los ayudan, por lo tanto, les ofrecer� sacrificios para que me ayuden, el mismo argumento usado en nuestros d�as por como los que venden sus almas en aras del �xito exterior. Pero fueron la ruina de �l y de todo Israel.

Versículo 24

Y Acaz junt� los utensilios de la casa de Dios, y cort� en pedazos los utensilios de la casa de Dios, probablemente tambi�n para ser usados ??como dinero de tributo, y cerr� las puertas de la casa del Se�or, suspendiendo as� el culto. tanto en el Lugar Santo como en el Lugar Sant�simo; y le hizo altares, consagrados a la idolatr�a, en todos los rincones de Jerusal�n, incluido el altar de bronce erigido por el sacerdote Ur�as seg�n el modelo que le proporcion� el rey, 2 Reyes 16:10 .

Versículo 25

Y en cada una de las ciudades de Jud� hizo lugares altos para quemar incienso a otros dioses, haciendo as� la idolatr�a de la clase m�s grosera la religi�n oficial del reino, y provoc� a ira al Se�or Dios de sus padres.

Versículo 26

El resto de sus hechos y de todos sus caminos, primeros y postreros, he aqu�, est�n escritos en el libro de los reyes de Jud� e Israel.

Versículo 27

Y Acaz durmi� con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad, en Jerusal�n, por causa de su oficio, no de su persona; pero no lo llevaron a los sepulcros de los reyes de Israel, no deshonraron los sepulcros de los buenos reyes del linaje de David poniendo su cad�ver a su lado; y rein� en su lugar Ezequ�as, su hijo. Un destino terrible le espera a quien se niega a detenerse en su carrera de enemistad hacia Dios y muere en la dureza de su coraz�n.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 28". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-chronicles-28.html. 1921-23.