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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 31". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-chronicles-31.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 31". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Cuando todo esto termin�, al final de la gran celebraci�n de la Pascua, todo Israel que estaba presente sali� a las ciudades de Jud� y parti� en pedazos las im�genes, las estatuas consagradas a Baal, y cort� las arboledas, la madera pilares, o Aserim, erigidos en honor de Astart�, y derribaron los lugares altos y los altares de todo Jud� y Benjam�n, es decir, el reino del sur, tambi�n en Efra�n y Manas�s, en el reino del norte, hasta que destruyeron por completo el centro comercial; dondequiera que tuvieran influencia en sus propios c�rculos, erradicaron todo vestigio de idolatr�a.
Entonces todos los hijos de Israel volvieron, cada uno a su posesi�n, a sus ciudades. Se hab�a restaurado la adoraci�n pura de Jehov� en toda la tierra de Cana�n, dondequiera que vivieran miembros de las tribus antiguas, y el pueblo esperaba un futuro feliz de paz y prosperidad nacionales.
Versículos 1-10
Provisi�n hecha para los levitas
Versículo 2
Y Ezequ�as design� los cursos de los sacerdotes y de los levitas seg�n sus cursos, seg�n lo dispuesto por David, a cada uno se le asign� su lugar y deber, cada uno seg�n su servicio, los sacerdotes y los levitas para los holocaustos y las ofrendas de paz, los dos principales sacrificios del culto jud�o, ministrar, dar gracias y alabar en las puertas de las tiendas del Se�or, en el santuario propiamente dicho y en el atrio de los sacerdotes, porque se celebraba el servicio lit�rgico enteramente en la �ltima parte del �rea del Templo.
Versículo 3
Asign� tambi�n la porci�n de sus bienes del rey para los holocaustos, lo que el rey aport� en animales de sacrificio de sus propias posesiones, a saber, para los holocaustos matutinos y vespertinos, y los holocaustos de los s�bados, cuando se realizaban sacrificios especiales. requerido, y para las lunas nuevas, y para las fiestas puestas, las grandes fiestas de la Iglesia Jud�a, como est� escrito en la Ley del Se�or, N�meros 28, 29; Lev�tico 23; Deuteronomio 16.
Versículo 4
Adem�s, orden� al pueblo que habitaba en Jerusal�n que dieran la porci�n de los sacerdotes y levitas, las primicias y los diezmos del aumento del ganado y del campo, �xodo 23:19 ; N�meros 18:8 ; N�meros 21:25 ; Lev�tico 27:30 , para que se animen en la Ley del Se�or, dediquen todo su tiempo al trabajo de su oficio, libres de las preocupaciones terrenales ordinarias.
Versículo 5
Y tan pronto como se difundi� el mandamiento, tan pronto como se difundi� en todas direcciones, en todas partes del reino, los hijos de Israel trajeron en abundancia las primicias de ma�z, vino, aceite, miel y todo el aumento del campo; y el diezmo de todas las cosas les trajo en abundancia. Naturalmente, este deber se hab�a descuidado durante el tiempo en que la idolatr�a hab�a invadido la tierra y solo quedaba un n�mero comparativamente peque�o de adoradores creyentes de Jehov�.
Versículo 6
Y en cuanto a los hijos de Israel y Jud� que habitaban en las ciudades de Jud�, que no pose�an granjas ni huertos, tambi�n trajeron el diezmo de bueyes y ovejas, porque hab�a pastos en las cercan�as de las ciudades, y el diezmo de los santos. cosas, ofrendas elevadas de todas las cosas consagradas, que fueron consagradas al Se�or, su Dios, y las depositaron en montones, cada uno de los diversos productos y ofrendas por s� mismo.
Versículo 7
En el tercer mes comenzaron a echar los cimientos de los montones, en el momento en que comenzaba la siega del trigo, y terminaron en el s�ptimo mes, el tiempo en que los huertos hab�an dado su fruto.
Versículo 8
Y cuando Ezequ�as y los pr�ncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron al Se�or por obrar con tanto entusiasmo, y a su pueblo Israel, por su fidelidad en obedecer el mandato del Se�or.
Versículo 9
Entonces Ezequ�as pregunt� a los sacerdotes y levitas acerca de los montones, discuti� con ellos sobre la disposici�n de las ofrendas y la posible suficiencia de las ofrendas para el prop�sito para el cual estaban destinadas a servir.
Versículo 10
Y Azar�as, sumo sacerdote de la casa de Sadoc. Le respondi� y dijo: Desde que la gente comenz� a traer las ofrendas a la casa del Se�or, ya hemos comido bastante y nos ha sobrado, el m�todo ha resultado m�s que satisfactorio; porque el Se�or ha bendecido a su pueblo; y lo que queda es esta gran tienda. Es un asunto f�cil para los miembros de la Iglesia de Cristo satisfacer todas las necesidades del Evangelio, tanto en el suministro para los prop�sitos dom�sticos como en el env�o de hombres a los campos extranjeros.
Versículo 11
Entonces Ezequ�as mand� preparar c�maras, cuartos especiales para almacenamiento, en la casa del Se�or; o se repararon los viejos o se construyeron otros adicionales. Y los prepararon,
Versículos 11-21
Los diezmos y las cosas dedicadas
Versículo 12
y trajo las ofrendas y los diezmos y las cosas consagradas fielmente, con concienzudo cuidado; sobre la cual Cononiah, el levita, era gobernante, y Simei, su hermano, era el siguiente, estos dos hombres estaban a cargo de todas las provisiones depositadas en el Templo bajo este arreglo.
Versículo 13
Y Jehiel, Azaz�as, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaqu�as, Mahat y Bena�a eran mayordomos bajo la mano de Cononia y Simei, su hermano, por mandato del rey Ezequ�as, y Azar�as, pr�ncipe de la casa de Dios. Habiendo dado estos dos las �rdenes, los nombramientos se hicieron de inmediato.
Versículo 14
Y Kore, el hijo de Imna, el levita, el portero hacia el este, donde estaba la entrada principal del templo, estaba sobre las ofrendas voluntarias de Dios, la porci�n de las ofrendas de paz que pertenecen a Jehov�, y por �l. designado para el uso de los sacerdotes, para distribuir las oblaciones del Se�or y las cosas m�s santas, la parte del pecado y las ofrendas por la culpa que deben comer los sacerdotes en el Templo.
Versículo 15
Y despu�s de �l estaban Ed�n, y Miniam�n, y Jes�a, y Sema�as, Amar�as y Secan�as, como sus ayudantes, en las ciudades de los sacerdotes, en su oficio establecido, m�s bien, "en fidelidad", porque tambi�n trabajaron con aplicaci�n consciente. , para dar a sus hermanos por cursos, tanto a los grandes como a los peque�os, con absoluta equidad para con todos;
Versículo 16
adem�s de su genealog�a de varones, el registro de todos los hijos varones, desde los tres a�os en adelante, hasta todo el que entra en la casa del Se�or, consagrado al servicio del templo, su porci�n diaria para su servicio en sus cargos de acuerdo con su cursos; cada uno que ten�a derecho a �l recib�a su parte de los ingresos del Templo;
Versículo 17
tanto a la genealog�a de los sacerdotes por las casas de sus padres, a los registrados en las listas geneal�gicas, como a los levitas de veinte a�os arriba, en sus cargos por sus cursos;
Versículo 18
ya la genealog�a de todos sus peque�os, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, por toda la congregaci�n, todos estos inscritos en las listas de la tribu de Lev�; porque en su oficio establecido se santificaron en santidad, es decir, en su fidelidad se santificaron en lo santo, distribuyendo justamente las ofrendas que ten�an derecho a recibir para ese prop�sito;
Versículo 19
tambi�n de los hijos de Aar�n, los sacerdotes, que estaban en los campos de los ejidos de sus ciudades, asign�ndoles los pastizales de las ciudades sacerdotales, Deuteronomio 25:19 ; N�meros 35:5 , en cada varias ciudades, los varones que fueron expresados ??por nombre, para dar porciones a todos los varones entre los sacerdotes, ya todos los que fueron contados por genealog�a entre los levitas. Todos los que estaban incluidos en la tribu de Lev� fueron provistos de acuerdo con el precepto de Jehov�.
Versículo 20
Y as� hizo Ezequ�as en todo Jud� y obr� lo bueno, de verdadero valor y recto, de acuerdo con la ley y la verdad, hecho con toda fidelidad delante del Se�or, su Dios.
Versículo 21
Y en cada obra que comenz� en el servicio de la casa de Dios, en la causa de la religi�n verdadera, y en la ley y en los mandamientos, buscar a su Dios, mientras �l se propuso establecer el reino en el viejo en su relaci�n con el Dios del pacto, lo hizo con todo su coraz�n y prosper�. La piedad es �til para todas las cosas, teniendo la promesa de la vida que ahora es y de la venidera.