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2 Crónicas 35

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Adem�s, Jos�as celebr� una Pascua al Se�or en Jerusal�n. Y mataron la pascua el d�a catorce del primer mes, siendo esta la fecha apropiada para su celebraci�n.

Versículos 1-19

La celebraci�n de la Pascua

Versículo 2

Y �l, al prepararse para esta gran fiesta, puso a los sacerdotes en sus cargos, y los anim� al servicio de la casa del Se�or, sirviendo en sus cursos, fueron amonestados a estar listos para sus deberes de la manera prescrita en el Los preceptos del Se�or,

Versículo 3

y dijo a los levitas que ense�aron a todo Israel, que eran consagrados a Jehov�, apartados para su servicio: Poned el arca santa en la casa que edific� Salom�n, hijo de David, rey de Israel; porque evidentemente hab�a sido removido temporalmente mientras se reparaban los pisos; no ser� una carga sobre sus hombros, esta antigua tarea de los levitas ya no era necesaria. Sirvan ahora al Se�or, su Dios y a su pueblo Israel, es decir, en aquellos otros deberes que pertenec�an a su oficio.

Versículo 4

Y preparaos por las casas de vuestros padres, seg�n vuestras filas, estando cada divisi�n compuesta de los miembros de una casa paterna, seg�n la escritura de David, rey de Israel, y seg�n la escritura de Salom�n, su hijo, estos dos habiendo establecido los cursos y anotado las divisiones. 1 Cr�nicas 23-26.

Versículo 5

Y permaneced en el Lugar Santo seg�n las divisiones de las familias de los padres de vuestros hermanos, el pueblo, seg�n las divisiones de las casas paternas que hab�an existido desde la antig�edad, y seg�n la divisi�n de las familias de los levitas. Parece que a cada divisi�n de una casa paterna no lev�tica hab�a una parte correspondiente de una casa paterna lev�tica que serv�a en el templo.

Versículo 6

As� que mata la pascua, el cordero prescrito para ese prop�sito. y santificaos y preparad a vuestros hermanos, para que hagan conforme a la palabra del Se�or por mano de Mois�s; deb�an observar cuidadosamente la ceremonia del lavado antes de entregar a los sacerdotes la sangre para que la rociaran contra el altar.

Versículo 7

Y Jos�as dio al pueblo, de sus propias posesiones, del reba�o, corderos y cabritos, dejando la ley la opci�n abierta, �xodo 12:5 , todo para las ofrendas de la Pascua, para todos los presentes, hasta el n�mero de treinta mil. y tres mil bueyes. Estos eran de la sustancia del rey.

Versículo 8

Y sus pr�ncipes, siguiendo el ejemplo del rey, dieron de buena gana al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Hilc�as, Zacar�as y Jehiel, jefes de la casa de Dios, dieron a los sacerdotes para las ofrendas pascuales dos mil seiscientas reses, estas ofrendas tambi�n consistieron en corderos, cabritos y trescientos bueyes.

Versículo 9

Tambi�n Conan�as, Sema�as y Natanael sus hermanos, Hasab�as, Jeiel y Jozabad, jefe de los levitas, dieron a los levitas para las ofrendas de Pascua cinco mil reses y quinientos bueyes.

Versículo 10

De modo que se prepar� el servicio, todo el mundo estaba exactamente familiarizado con el trabajo que se esperaba de �l. Y los sacerdotes se colocaron en su lugar y los levitas en sus cursos de acuerdo con el mandamiento del rey, todo arreglado para que los corderos, despu�s de que se les hubiera quitado la sangre, pudieran ser entregados r�pidamente a los diferentes padres de la casa, para ser asados ??y comidos como la ley lo requiere.

Versículo 11

Y mataron la pascua, cada padre de casa realizaba �l mismo esta tarea; y los sacerdotes rociaron la sangre de sus manos, como les fue entregada en vasijas especiales despu�s de la matanza, y los levitas los desollaron.

Versículo 12

Y quitaron los holocaustos, apartaron las partes de cada animal de sacrificio que se iba a quemar en el altar, para que pudieran dar seg�n la divisi�n de las familias del pueblo, es decir, estos pedazos separados, que iban a ser ofrecidos. como holocaustos para ofrecer al Se�or, como est� escrito en el libro de Mois�s. Y lo mismo hicieron con los bueyes, prepar�ndolos como ofrendas de paz, para ser comidos como una fiesta alegre en parte, es decir, despu�s de quitar la grasa que se iba a quemar.

Versículo 13

Y asaron la pascua al fuego seg�n la ordenanza, �xodo 12:8 ; Deuteronomio 16:7 ; pero las dem�s ofrendas sagradas se pusieron en ollas, calderos y cacerolas, y las repartieron r�pidamente entre todo el pueblo, lo que se hizo, por supuesto, en todos los d�as de la Fiesta de los Panes sin Levadura, relacionada con la Pascua propiamente dicha. .

Versículo 14

Y despu�s se prepararon para ellos y para los sacerdotes; porque los sacerdotes, los hijos de Aar�n, estaban ocupados en la ofrenda de los holocaustos y del sebo, el de las ofrendas de paz, hasta la noche, habiendo comenzado alrededor de las dos o tres de la tarde, por lo tanto , los levitas se prepararon para s� mismos y para los sacerdotes, los hijos de Aar�n.

Versículo 15

Y los cantores, los hijos de Asaf, estaban en su lugar, en el puesto que se les asign�, donde cantaban sus salmos, seg�n el mandamiento de David, Asaf, Hem�n y Jedut�n, vidente del rey. Y los porteros esperaban en cada puerta, tanto los cantores como los porteros estaban de guardia, por supuesto, todos los d�as de la fiesta; no se apartar�an de su servicio; para sus hermanos, los levitas, preparados para ellos, para que todos pudieran participar en la gran fiesta de los sacrificios.

Versículo 16

As� que todo el servicio del Se�or se prepar� el mismo d�a, todos los dem�s d�as siguiendo el modelo del primer d�a de la fiesta, para celebrar la Pascua y para ofrecer holocaustos sobre el altar del Se�or, seg�n el mandamiento del rey. Josiah.

Versículo 17

Y los hijos de Israel que estaban presentes guardaron la Pascua en ese tiempo y la Fiesta de los Panes sin Levadura por siete d�as, siendo las dos consideradas como una fiesta y los nombres luego usados ??como sin�nimos.

Versículo 18

Y no hubo Pascua como la que se celebr� en Israel desde los d�as de Samuel, el profeta, incluso la gran celebraci�n de Ezequ�as, 2 Cr�nicas 30, habiendo sido eclipsada en esplendor y solemnidad; ni todos los reyes de Israel celebraron una Pascua como la que celebr� Jos�as, los sacerdotes, los levitas, todo Jud� e Israel que estaban presentes, y los habitantes de Jerusal�n.

Versículo 19

En el a�o dieciocho del reinado de Jos�as se celebr� esta Pascua. Esta gran celebraci�n fue la �ltima visitaci�n misericordiosa del Se�or sobre Jud�, quien una vez m�s dio a Su pueblo la pureza y el esplendor del culto antiguo, as� como �l en estos �ltimos d�as del mundo nos ha dado una vez m�s la pureza del Evangelio. en todo su espl�ndido poder.

Versículo 20

Despu�s de todo esto, cuando Jos�as hab�a preparado el templo, cuando su trabajo de restaurar el antiguo culto hab�a llegado a su fin y se pod�a esperar una era de paz y prosperidad, Necao, rey de Egipto, subi� a luchar contra Carquemis junto al �ufrates. , una gran ciudad comercial. Y Jos�as sali� contra �l, ya sea porque pens� que la neutralidad de su pa�s estaba en peligro, o porque sinti� que deb�a tomar parte del rey asiro-babil�nico.

Versículos 20-27

Josiah asesinado en Meguido

Versículo 21

Pero le envi� embajadores, diciendo: �Qu� tengo yo contigo, rey de Jud�? El fara�n-Necao inst� a Jos�as a que no se entrometiera en este asunto, ya que no ten�a ninguna disputa con �l. No vengo contra ti hoy, sino contra la casa con la que tengo guerra; porque Dios me orden� que me apresurara. Evita que te entrometas con Dios, que est� conmigo, para que no te destruya. Lo que Necao cre�a que era la voluntad del dios egipcio a quien serv�a, lo transfiri� a Jehov� de Israel para persuadir a Jos�as m�s f�cilmente.

Versículo 22

Sin embargo, Jos�as no quiso apartar su rostro de �l, sino que se disfraz�, como lo hab�a hecho Acab de Israel en la batalla contra los sirios, vistiendo la armadura y la vestimenta de un soldado u oficial com�n, para poder pelear con �l, y escuch�. no a las palabras de Necao de la boca de Dios, y vino a pelear en el valle de Meguido, en la llanura de Jezreel, Necao habiendo tra�do su ej�rcito por flota a las cercan�as de Carmelo o hab�a marchado a lo largo del mar Mediterr�neo.

Versículo 23

Y los arqueros dispararon contra el rey Jos�as; y el rey dijo a sus siervos: Apartadme; porque estoy muy herido, enfermo por la severidad y el dolor de su herida.

Versículo 24

Por lo tanto, sus sirvientes lo sacaron de ese carro y lo pusieron en el segundo carro que ten�a, probablemente uno m�s grande y m�s c�modo que su carro de guerra. Y lo llevaron a Jerusal�n; y muri� y fue sepultado en uno de los sepulcros de sus padres, en los sepulcros de los reyes. Y todo Jud� y Jerusal�n hicieron duelo por Jos�as.

Versículo 25

Y Jerem�as se lament� por Jos�as; y todos los cantores y cantoras hablaron de Jos�as en sus lamentaciones hasta el d�a de hoy, probablemente tomando uno de los poemas de Jerem�as para ese prop�sito, y los hizo una ordenanza en Israel; y he aqu� que est�n escritos en Las lamentaciones, una colecci�n de poemas cantados en ciertas ocasiones p�blicas por cantantes profesionales.

Versículo 26

Los dem�s hechos de Jos�as y su bondad, todos sus actos de bondad, conforme a lo que est� escrito en la ley del Se�or,

Versículo 27

y sus obras, primeras y postreras, he aqu�, est�n escritas en el libro de los reyes de Israel y de Jud�. Fue uno de los reyes m�s amados de la casa de David, a trav�s de quien Dios bendijo a su pueblo, como lo hace a trav�s de todos los gobernantes fieles.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 35". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-chronicles-35.html. 1921-23.