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2 Crónicas 6

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Entonces dijo Salom�n: El Se�or ha dicho que morar� en la densa oscuridad, Lev�tico 16:2 . Como lo expresa San Pablo: �l habita en la luz a la que ning�n hombre puede acercarse; a quien nadie ha visto ni puede ver, 1 Timoteo 6:16 . La uni�n de los creyentes con el Se�or todav�a est� oculta a los ojos de los hombres; es invisible y no se revelar� hasta el �ltimo Gran D�a.

Versículos 1-11

Discurso de Dedicatoria de Salom�n

Versículo 2

Pero yo te he construido una casa de habitaci�n y un lugar para tu morada para siempre. El comentario de Salom�n fue sugerido por el hecho de que la nube de la presencia de Dios hab�a llenado el Santuario; porque sab�a que el Se�or continuar�a revel�ndose desde el propiciatorio del arca, que hab�a prometido morar entre Su pueblo con Su gracia siempre que continuaran andando en Sus caminos.

Versículo 3

Y el rey volvi� su rostro, porque hab�a estado mirando hacia el Santuario y ahora miraba hacia la multitud reunida en el patio en el extremo oriental del �rea del Templo, y bendijo a toda la congregaci�n de Israel. Y toda la congregaci�n de Israel se puso en pie para recibir los buenos deseos del rey con reverencia.

Versículo 4

Y �l dijo: Bendito sea el Se�or Dios de Israel, a quien solo quiso dar toda la gloria, el cual con sus manos ha cumplido lo que dijo con su boca a mi padre David, diciendo:

Versículo 5

Desde el d�a en que saqu� a mi pueblo de la tierra de Egipto, no eleg� ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para construir una casa en la que mi nombre pudiera estar all�, �l no hab�a tenido un lugar de adoraci�n permanente, ning�n lugar fijo. de residencia en Israel; Tampoco eleg� a ning�n hombre para que gobernara sobre Mi pueblo Israel, siendo esto en el momento en que hab�a un gobierno teocr�tico absoluto en el pa�s, s�lo los Jueces asum�an el l�der. barco cuando Dios lo consider� prudente, cf. 2 Samuel 7:6 ;

Versículo 6

pero he escogido a Jerusal�n para que mi nombre est� all�, y he escogido a David para que est� sobre mi pueblo Israel, 1 Cr�nicas 28:4 .

Versículo 7

Ahora bien, David, mi padre, ten�a en el coraz�n construir una casa al nombre del Se�or Dios de Israel. 2 Samuel 7:2 ; 1 Cr�nicas 17:1 ; 1 Cr�nicas 28:2 .

Versículo 8

Pero el Se�or le dijo a David, mi padre, por medio del profeta Nat�n: Por cuanto estuvo en tu coraz�n edificar una casa a mi nombre, bien hiciste en que estaba en tu coraz�n, esta intenci�n mostr� la sinceridad del amor de David. para y reverencia de Jehov�.

Versículo 9

Pero t� no edificar�s la casa, sino tu hijo que saldr� de tus lomos, �l edificar� la casa a mi nombre, 1 Cr�nicas 17:4 .

Versículo 10

Por tanto, el Se�or ha cumplido su palabra que hab�a hablado; porque me he levantado en el aposento de David, mi padre, y estoy sentado en el trono de Israel, como el SE�OR prometi�, y he edificado la casa al nombre del SE�OR Dios de Israel, solo para su honra y para proporcionar un lugar donde los adoradores del Dios verdadero pudieran reunirse en Su nombre.

Versículo 11

Y en ella he puesto el arca en la que est� el pacto del Se�or, sobre las dos tablas de piedra, donde Dios lo escribi� con su propia mano, que hizo con los hijos de Israel. Nota: El pacto del Nuevo Testamento es a�n m�s glorioso que el del Antiguo. Dondequiera que se proclame la Palabra de Dios y se administren los sacramentos, all� est� Dios mismo, all� revela a los hombres su gracia y su verdad.

Versículo 12

Y se puso delante del altar del Se�or, frente al altar de los holocaustos, en presencia de toda la congregaci�n de Israel, y extendi� las manos en gesto de s�plica;

Versículos 12-42

Oraci�n dedicatoria de Salom�n

Versículo 13

porque Salom�n hab�a hecho un cadalso de bronce, una plataforma semejante a un p�lpito, de cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto (aproximadamente nueve por nueve por cinco pies), y lo hab�a puesto en medio del atrio; y sobre ella se puso de pie, visible a toda la multitud, y se arrodill� ante toda la congregaci�n de Israel, y extendi� sus manos hacia el cielo,

Versículo 14

y dijo: Se�or Dios de Israel, no hay Dios como t� en el cielo ni en la tierra, siendo Jehov� el �nico Dios verdadero; que guarda el pacto y muestra misericordia a Tus siervos que caminan ante Ti con todo su coraz�n, ordenando toda su vida de conformidad con la santa voluntad de Dios;

Versículo 15

T� que has guardado con tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste, y hablaste con tu boca y lo has cumplido con tu mano, como en este d�a, siendo el templo terminado una prueba de la fidelidad del Se�or. promesas.

Versículo 16

Ahora, pues, oh Jehov� Dios de Israel, sigue con tu siervo David, mi padre, y contin�a cumpliendo tambi�n en el futuro sus promesas, lo que le prometiste, diciendo: No te faltar� var�n delante de mis ojos que se siente. sobre el trono de Israel, 2 Samuel 7:12 , pero para que tus hijos est�n atentos a su camino para andar en mi ley, como t� andaste delante de m�.

Versículo 17

Ahora pues, oh Jehov� Dios de Israel, sea verificada tu palabra que dijiste a tu siervo David. Observe que esta es la manera adecuada y eficaz de acercarse al Se�or, record�ndole sus promesas e instando a su propia fidelidad.

Versículo 18

Pero, �morar� Dios de hecho con los hombres en la tierra? He aqu�, el cielo y los cielos de los cielos no te pueden contener, �cu�nto menos esta casa que yo he construido! El objeto del magn�fico Templo de Salom�n no era limitar a Dios a este edificio, como hicieron los paganos al erigir santuarios para sus �dolos, sino proporcionar un lugar donde Su pueblo pudiera adorarlo; el templo no fue erigido para el Se�or, sino para el pueblo.

Versículo 19

Ten respeto, por tanto, a la oraci�n de tu siervo, literalmente, "vuelve a la s�plica de tu siervo", y a su s�plica, oh Se�or, Dios m�o, para escuchar el clamor y la oraci�n que tu siervo hace delante de ti. , en cuanto al modo y la eficacia del culto p�blico que se iba a instituir en este templo,

Versículo 20

para que tus ojos est�n abiertos sobre esta casa d�a y noche, sobre el lugar del cual dijiste que pondr�as all� tu nombre, en la Palabra proclamada y en las oraciones ofrecidas, para escuchar la oraci�n que tu siervo hace hacia este lugar. , siendo este edificio en ese momento el �nico Templo en todo el mundo donde se celebraba p�blicamente la adoraci�n de Jehov�.

Versículo 21

H earken, pues, a las s�plicas de tu siervo y de tu pueblo Israel, que se har� en este lugar; oye desde tu morada, incluso desde el cielo; y cuando escuches, perdona, esta fase de la obra de Dios, el perd�n de los pecados, es prominente incluso en ese momento, as� como todos los sacrificios eran s�lo tipos del gran y �nico verdadero sacrificio, Jesucristo. Ahora se discuten tipos especiales de pecados y ocasiones especiales de angustia.

Versículo 22

Si un hombre peca contra su pr�jimo, y se le pone juramento para hacerle jurar, y el juramento llega ante tu altar en esta casa. la referencia es a la pr�ctica de hacer jurar por o ante el altar, donde no hab�a testigos disponibles, Mateo 23:20 , siendo el juramento en ese caso igual a una imprecaci�n invocando la maldici�n de Dios en caso de un juramento falso ,

Versículo 23

Entonces escucha desde el cielo, y haz, y juzga a tus siervos, retribuyendo al imp�o, recompensando su camino sobre su propia cabeza, dejando que la maldici�n impl�cita en su juramento lo golpee, y justificando al justo, d�ndole conforme a su voluntad. justicia.

Versículo 24

Y si tu pueblo Israel fuere empeorado ante el enemigo, completamente derrotado y puesto en fuga en la batalla, porque han pecado contra ti, y volver�n y confesar�n tu nombre, y orar�n y suplicar�n delante de ti en esta casa, haciendo su oraci�n hacia este Santuario, donde estaba estacionada el arca de la presencia de Dios,

Versículo 25

entonces oye t� desde los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlo volver a la tierra que les diste a ellos ya sus padres.

Versículo 26

Cuando el cielo est� cerrado y no llueva, las sequ�as de este tipo se nombran expresamente como castigos del Se�or sobre un pueblo desobediente, porque han pecado contra ti, pero si oran hacia este lugar, como era la costumbre. de los jud�os en todos los pa�ses extranjeros, y confiesen tu nombre y se aparten de su pecado cuando los aflijas,

Versículo 27

Entonces oye desde el cielo, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel cuando les has ense�ado el buen camino por el que deben andar, si han aprendido la lecci�n que el castigo del Se�or les ha de transmitir, y env�a llueve sobre tu tierra que diste a tu pueblo por heredad.

Versículo 28

Si hay escasez en la tierra, si hay pestilencia, si hay voladuras, moho, langostas u orugas; si sus enemigos los asedian en las ciudades de su tierra; cualquier dolor o enfermedad que haya, solo algunas de las maldiciones que se mencionan aqu� y que amenazan Lev�tico 26 y Deuteronomio 28 sobre un pueblo terco y rebelde,

Versículo 29

Entonces, �qu� oraci�n o qu� s�plica se har� de alg�n hombre o de todo tu pueblo Israel, cuando todos conozcan su propia llaga y su propio dolor, lleguen al conocimiento de sus pecados y se entristezcan por ellos con verdadero arrepentimiento, y extendi� sus manos en esta casa,

Versículo 30

Entonces oye t� desde el cielo, tu morada, y perdona, y paga a cada uno seg�n todos sus caminos, cuyo coraz�n conozcas, podr� juzgar la sinceridad del arrepentimiento de un hombre (porque s�lo t� conoces los corazones de los hijos de los hombres, ya que �l, el Omnisciente, lee todos los pensamientos del coraz�n,)

Versículo 31

para que te teman y anden en tus caminos mientras vivan en la tierra, sostenidos por el fruto sobre la faz de la tierra que diste a nuestros padres.

Versículo 32

Adem�s, en cuanto al extranjero, que no es de tu pueblo Israel, sino que ha venido de un pa�s lejano por causa de tu gran nombre, haci�ndose pros�lito de la fe jud�a, como, por ejemplo, el eunuco de la reina Candace, Hechos 8:27 , y de tu mano fuerte, y tu brazo estirado de salida; Si vienen y rezan en esta casa,

Versículo 33

entonces oye desde los cielos, incluso desde tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los habitantes de la tierra conozcan tu nombre, lo conozcan a trav�s de los misioneros y te teman como temen. Tu pueblo Israel, y que sepa que esta casa que yo he edificado lleva tu nombre, literalmente, tu nombre es invocado sobre esta casa, porque fue consagrada por el hecho de que la Palabra de Dios fue observada y proclamada all�.

Versículo 34

Si tu pueblo sale a la guerra contra sus enemigos por el camino que T� los env�as, y te oran, desde el pa�s donde su expedici�n podr�a llevarlos, hacia esta ciudad que T� has elegido, y la casa que yo he edificado. por tu nombre,

Versículo 35

entonces escucha desde los cielos su oraci�n y su s�plica y mant�n su causa, d�ndoles la victoria sobre sus enemigos.

Versículo 36

Si pecan contra Ti (porque no hay hombre que no peque, ese es un principio que se ha mantenido en la Iglesia en todo momento) y T� te enojas con ellos y los entregas ante sus enemigos, y ellos los llevan llevar cautivos a una tierra lejana o cercana, como sucedi� despu�s con ambas divisiones de la naci�n;

Versículo 37

pero si piensan en la tierra adonde son llevados cautivos, y se vuelven y oran a Ti en la tierra de su cautiverio, en verdadero arrepentimiento de sus pecados, diciendo: Hemos pecado, hemos hecho mal y hemos obrado imp�amente, la f�rmula que luego fue utilizada constantemente por los jud�os en sus confesiones p�blicas de pecados;

Versículo 38

si regresan a ti con todo su coraz�n y con toda su alma en la tierra de su cautiverio adonde los llevaron cautivos, y oran hacia la tierra que diste a sus padres, y hacia la ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a tu nombre, como est� relatado por Daniel, Daniel 6:10 ,

Versículo 39

entonces escucha desde los cielos, incluso desde tu morada, su oraci�n y sus s�plicas, y mant�n su causa, poni�ndote del lado de ellos en el asunto presentado, y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti. De esta manera, el Templo se convertir�a en el Santuario central de los jud�os, el �nico lugar donde se revelar�a la presencia de Jehov�.

Versículo 40

Ahora, Dios m�o, te ruego que tus ojos est�n abiertos y tus o�dos est�n atentos a la oraci�n que se hace en este lugar, tanto a la llamada presente como a todas las oraciones que se har�n all� en el futuro. Para toda la oraci�n Cf 1 Reyes 8:23 .

Versículo 41

Ahora, por tanto, lev�ntate, oh Se�or Dios, a Tu lugar de descanso, el hombre fijo y permanente del Templo, T� y el arca de Tu fuerza, desde la cual �l manifestar� Su poder a favor de Su pueblo, una solemne llama al Se�or para que tome posesi�n formal de Su Santuario. Que tus sacerdotes, oh Se�or Dios, se vistan de salvaci�n, y sus vestiduras de lino blanco expresen la justicia y la belleza moral que los sacrificios que ofrecieron trajeron a los adoradores, y que tus santos se regocijen en la bondad, regocij�ndose en la posesi�n de la bien y gritando de alegr�a.

Versículo 42

Oh Se�or Dios, no apartes el rostro de tu ungido, es decir, de Salom�n, que estaba haciendo esta ferviente s�plica; Acu�rdate de las misericordias de David, tu siervo, las que le prometieron, por cuyo cumplimiento el rey suplic� con fiel confianza. Nosotros, los creyentes del Nuevo Testamento, tenemos una seguridad a�n m�s segura de que Dios escuchar� nuestras oraciones, si lo llamamos en el nombre de Jes�s; porque todo aquel que invocare el nombre del Se�or Jesucristo, ser� salvo.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Chronicles 6". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-chronicles-6.html. 1921-23.