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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Kings 2". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-kings-2.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Kings 2". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Y sucedi� que cuando el Se�or se llev� a El�as al cielo en un torbellino, a la hora que el Se�or hab�a fijado para este importante evento, del cual hab�a informado a Su fiel siervo, El�as fue con Eliseo desde Gilgal, un pueblo cerca de Shiloh, en la carretera que conduce al valle del Jord�n.
Versículos 1-14
El�as llevado al cielo
Versículo 2
Y El�as dijo a Eliseo: Te ruego que te quedes aqu�; porque el Se�or me envi� a Betel. Su humildad lo impuls� a hacer esta petici�n, porque no sab�a si su traslado al cielo ser�a asistido por alg�n testigo. Y Eliseo le dijo con juramento solemne: Vive Jehov� y vive tu alma, que no te dejar�. Estaba ligado a su maestro, a su padre espiritual, con los lazos del m�s fiel afecto. Bajaron, pues, a Betel, la famosa ciudad m�s cercana a Jerusal�n, donde tambi�n hab�a una escuela de profetas.
Versículo 3
Y los Hijos de los profetas que estaban en Betel se acercaron a Eliseo y le dijeron: �Sabes que el Se�or quitar� hoy a tu se�or de tu cabeza? Tambi�n hab�an recibido la informaci�n de que el Se�or les quitar�a a su amado maestro. Y �l dijo: S�, lo s�; callad. Entonces todas las personas involucradas, rindi�ndose a la voluntad de Dios, estaban listas para el sacrificio, pero como se amaban, no discutieron la partida, el tema era demasiado doloroso para pensar en �l.
Versículo 4
Y El�as le dijo, como antes: Eliseo, te ruego que te quedes aqu�; porque el Se�or me envi� a Jeric�, cerca del Jord�n, donde hab�a otra escuela de disc�pulos profetas. Y �l dijo, como antes: Vive el Se�or y vive tu alma, que no te dejar�. Entonces llegaron a Jeric�.
Versículo 5
Y los hijos de los profetas que estaban en Jeric�, los disc�pulos o estudiantes de la escuela de los profetas ubicada all�, vinieron a Eliseo y le dijeron: �Sabes que el Se�or te quitar� hoy a tu maestro de tu cabeza? Y �l respondi�, como en Betel: S�, lo s�; callad. As�, El�as hab�a visitado ahora las escuelas de los principales profetas.
Versículo 6
Y El�as le dijo, incit�ndolo una vez m�s su humildad a hacer la sugerencia : Te ruego que te quedes aqu�; porque el Se�or me ha enviado al Jord�n, cerca de este r�o iba a tener lugar su partida. Y �l dijo, todav�a decidido a permanecer con su amo hasta el fin: Vive el Se�or y vive tu alma, que no te dejar�. Probablemente fue el mismo Esp�ritu de Dios quien lo inst� a acompa�ar a su anciano maestro. Y ellos dos continuaron.
Versículo 7
Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se detuvieron para ver de lejos, se pararon en un punto elevado, siguiendo a los dos profetas con los ojos el mayor tiempo posible; y los dos estaban junto al Jord�n.
Versículo 8
Y El�as tom� su manto, uno de los signos de su oficio prof�tico, lo envolvi� y golpe� las aguas; y fueron divididos de aqu� para all�, de modo que los dos pasaron por tierra seca, como hab�an hecho los hijos de Israel en el momento de su entrada a Cana�n, Josu� 3:16 .
Versículo 9
Y sucedi� que cuando pasaron, El�as dijo a Eliseo: Pregunta qu� har� por ti antes de ser quitado de ti, un �ltimo favor. Y Eliseo dijo: Te ruego que una doble porci�n de tu esp�ritu sea sobre m�, la referencia es a la derecha del primog�nito, quien recibi� el doble de los bienes de su padre que el resto de los hijos, Deuteronomio 21:17 . La petici�n de Eliseo, como hijo espiritual de El�as, era que pudiera obtener una mayor participaci�n de su esp�ritu que cualquier otro profeta de su tiempo.
Versículo 10
Y �l, El�as, dijo: Has pedido algo dif�cil, algo que, de hecho, no estaba en manos de El�as para otorgarlo, sino que s�lo Dios pod�a concederlo; sin embargo, si me ves cuando me alejen de ti, si Eliseo fuera testigo ocular de su maravillosa partida, as� te suceder�, eso ser� una se�al para �l de que el Se�or ha concedido su pedido; pero si no, no ser� as�.
Versículo 11
Y sucedi� que, mientras segu�an hablando y hablando, mientras conversaban seriamente , he aqu�, apareci� un carro de fuego y caballos de fuego, y los separ� a ambos, de una manera oculta a los simples humanos. comprensi�n; y El�as subi� al cielo en un torbellino. Mientras la tormenta jugaba alrededor de los dos hombres, mientras Eliseo claramente ve�a el carro y los caballos de fuego, El�as fue tomado de su costado y milagrosamente llevado hacia arriba, para ser trasladado a los reinos de la dicha de arriba.
Versículo 12
Y Eliseo lo vio, y grit�: �Padre m�o, padre m�o, porque El�as hab�a sido su padre espiritual, el carro de Israel y su gente de a caballo! Porque la presencia de El�as en Israel hab�a demostrado ser una poderosa protecci�n contra los enemigos. Y no lo vio m�s. Y tom� su propia ropa y la rasg� en dos, como expresi�n de su gran dolor y dolor por la p�rdida de su paterno maestro y amigo.
Versículo 13
Tom� tambi�n el manto de El�as que se le hab�a ca�do, se dej� caer intencionalmente en el momento de su partida, regres� y se detuvo junto a la orilla del Jord�n.
Versículo 14
Y tomando el manto de El�as que se le hab�a ca�do, golpe� las aguas y dijo: �D�nde est� el Se�or, el Dios de El�as? Esto no era una cuesti�n de duda, sino que quer�a decir: "T�, Dios de El�as, si t� tambi�n eres m�o, y si yo soy tu siervo seg�n tu voluntad y mandamiento como �l, entonces deja que esto se haga evidente al conceder que que puede tener lugar en mi palabra que T� concediste que se cumpla con la suya.
"(Menken.) Y cuando �l tambi�n hubo golpeado las aguas, se separaron de aqu� para all�; y Eliseo pas�. As� Eliseo recibi� sus credenciales como sucesor de El�as y pudo salir para llevar a cabo su obra prof�tica.
Versículo 15
Y cuando los Hijos de los profetas que iban a ver en Jeric�, los que hab�an estado a distancia para presenciar a los ancianos cruzar el Jord�n en tierra seca, lo vieron regresar de la misma manera que �l y El�as hab�an pasado, dijeron, sacando su conclusi�n de este milagro: El esp�ritu de El�as reposa sobre Eliseo. Y vinieron a recibirlo y se postraron en tierra ante �l, con la misma veneraci�n que antes hab�an mostrado a El�as.
Versículos 15-25
Los poderes milagrosos de Eliseo
Versículo 16
Y le dijeron: He aqu� ahora hay cincuenta hombres fuertes con tus siervos; D�jalos ir, te rogamos, y busca a tu se�or, no sea que el Esp�ritu del Se�or lo lleve y lo arroje sobre alg�n monte o valle. Sab�an que El�as iba a ser quitado de la cabeza de Eliseo, pero no ten�an una idea definida del significado que se le atribu�a a esta expresi�n, creyendo, aparentemente, que s�lo el alma de El�as hab�a sido arrebatada y que podr�an encontrar su alma. cuerpo en alg�n lugar del vecindario. Y �l dijo: No enviar�is. Sab�a que su plan era completamente insensato, ya que El�as hab�a sido trasladado al cielo de acuerdo con el cuerpo y el alma.
Versículo 17
Y cuando le insistieron hasta que se avergonz�, cuando su obstinada perseverancia le mostr� que no hab�a esperanza de disuadirlos de su prop�sito, �l dijo: Env�a. Enviaron, pues, cincuenta hombres; y buscaron tres d�as, pero no lo encontraron, su b�squeda ardua result� infructuosa.
Versículo 18
Y cuando volvieron a �l (porque se hab�a quedado en Jeric�), les dijo, en suave reprensi�n por no haber hecho caso de su consejo: �No os he dicho yo que no vay�is?
Versículo 19
Y los hombres de la ciudad, probablemente los magistrados o los ciudadanos influyentes, dijeron a Eliseo: He aqu�, te ruego, la situaci�n de esta ciudad es agradable, en un hermoso oasis, conocido por sus espl�ndidas palmeras, como ve mi se�or; pero el agua es nula, tuvo mal efecto y el suelo est�ril, los abortos eran la regla en todo el pa�s, aparentemente a causa del agua.
Versículo 20
Y �l dijo: Tr�eme una vasija nueva, un recipiente, y ponle sal. Y se lo trajeron.
Versículo 21
Y sali� al manantial de las aguas, donde el arroyo brotaba de la tierra, y arroj� la sal all�, como una acci�n prof�tica y simb�lica para indicar lo que el Se�or estaba a punto de hacer, y dijo: As� dice el Se�or. , He sanado estas aguas; no habr� de all� m�s muerte ni tierra est�ril, es decir, esterilidad, de que se hab�an quejado. Este milagro ten�a la intenci�n de transmitir a la mente de la gente el hecho de las bendiciones de Dios en las actividades prof�ticas de Eliseo.
Versículo 22
De modo que las aguas fueron sanadas hasta el d�a de hoy, conforme a la palabra que Eliseo dijo. El manantial y el arroyo sirvieron como recordatorios permanentes de la bondad y el poder para bien de Jehov�.
Versículo 23
Y subi� de all� a Betel; y mientras �l sub�a por el camino, salieron ni�os de la ciudad y se burlaron de �l, una banda de j�venes blasfemadores hasta la edad de j�venes, hijos de los id�latras de Betel, y le dijeron: Sube. �Calvo! �Sube, calvo! Lo criticaron y lo insultaron por ser una persona impura y expulsada.
Versículo 24
Y volvi�ndose, los mir� y los maldijo en el nombre del Se�or; porque fue como profeta de Jehov� que la burla se hab�a amontonado sobre �l. Y salieron dos osas del bosque, y despedazaron a cuarenta y dos ni�os de ellas, sin, sin embargo, hacer ning�n movimiento para com�rselos. Fue el castigo de Dios sobre estos difamadores de su siervo, porque su n�mero muestra que hab�an planeado esta demostraci�n con intenciones malvadas y deliberadas.
Versículo 25
Y de all� se fue al Monte Carmelo, eligi� la soledad y el encubrimiento por un tiempo, a la manera de los profetas, y de all� regres� a Samaria, donde luego tuvo una casa, 2 Reyes 6:32 . Nota: No es malo ni una injusticia, sino que se hace por obediencia a Dios, si Sus siervos pronuncian Su maldici�n y condenaci�n sobre blasfemos persistentes.