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Bible Commentaries
2 Reyes 9

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

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Versículo 1

Y Eliseo, el profeta, llam� a uno de los hijos de los profetas, disc�pulo de una de las escuelas de profetas, y le dijo: C��ete los lomos, al preparar un viaje r�pido, y toma esta caja, un recipiente peque�o. como un c�ntaro, de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad, en la regi�n al oriente del Jord�n.

Versículos 1-10

El anuncio de la elevaci�n de Jeh�

Versículo 2

y cuando llegues all�, mira all� afuera, selecciona mir�ndolo hacia arriba, Jeh�, el hijo de Josafat, el hijo de Nimshi, y entra, es decir, a su casa o tienda, y haz que se levante de en medio de su hermanos, sus compa�eros de armas, y lo llevan a una c�mara interior, lo que hace que vaya a un lugar donde no los molesten.

Versículo 3

Luego toma la caja de aceite y derr�mala sobre su cabeza, cuyo contenido es el aceite de la unci�n habitual, y di: As� ha dicho Jehov�: Te he ungido por rey sobre Israel. Cfr. 1 Reyes 19:16 . Entonces abre la puerta y huye, y no te detengas, para evitar toda discusi�n sobre el asunto.

Versículo 4

El joven, el profeta, fue a Ramot de Galaad.

Versículo 5

Y cuando lleg�, he aqu�, los capitanes del ej�rcito estaban sentados, aparentemente en un consejo de guerra; y �l dijo: Tengo un encargo para ti, oh capit�n, siendo Jeh� un oficial del ej�rcito. Y Jeh� dijo: �A cu�l de todos nosotros? Y �l dijo: A ti, oh capit�n, destac�ndolo as� para este mensaje especial.

Versículo 6

Y �l se levant� y entr� en la casa, como hab�a sido determinado antes por el Se�or; y �l, disc�pulo del profeta, derram� aceite sobre su cabeza y le dijo: Jehov�, Dios de Israel, ha dicho as�: Te he ungido por rey sobre el pueblo de Jehov�, sobre Israel.

Versículo 7

Y herir�s la casa de Acab, tu se�or, con todos sus parientes y descendientes que vivan entonces, para que yo pueda vengar la sangre de mis siervos, los profetas, y la sangre de todos los siervos del Se�or, de mano de Jezabel. , quien se hab�a propuesto como objetivo y objetivo erradicar la adoraci�n verdadera de Jehov�. Cfr. 1 Reyes 18:4 ; 1 Reyes 19:10 .

Versículo 8

Porque toda la casa de Acab perecer�; y cortar� de Acab al que pisotea el muro, y al encerrado y dejado en Israel, desde el joven e inmaduro hasta el muy anciano, hasta el �ltimo hombre;

Versículo 9

y har� la casa de Acab como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, 1 Reyes 14:10 , y como la casa de Baasa, hijo de Ah�as, 1 Reyes 16:3 .

Versículo 10

Y los perros comer�n a Jezabel en la porci�n de Jezreel; y no habr� quien la entierre, para darle un entierro digno. Y abri� la puerta y huy�, para que no se viera envuelto en cuestiones que no era competente para tratar y sobre cuya soluci�n no ten�a autoridad. La estricta obediencia a la Palabra de Dios es el primer requisito en un cristiano.

Versículo 11

Entonces sali� Jeh�, de la c�mara interior, a los sirvientes de su se�or, sus compa�eros consejeros y compa�eros de armas; y uno le dijo: �Va todo bien? Todos estaban ansiosos por saber si hab�a recibido un mensaje favorable. �Por qu� vino a ti este loco? El joven profeta hab�a sido salvaje e inusual en su comportamiento, un hecho que, naturalmente, no escap� a su observaci�n.

Y les dijo: Conoc�is al hombre y su comunicaci�n. Quer�a sondearles si ya hab�an recibido notificaci�n de la informaci�n que hab�a recibido y su prometida elevaci�n a la posici�n de rey.

Versículos 11-26

Muerte de Joram

Versículo 12

Y ellos dijeron: Es falso; cu�ntanos ahora. Negaron la acusaci�n, pero por su parte exigieron la verdad. No pod�a escapar de ellos tan f�cilmente. Y �l, incapaz de ayudarse a s� mismo contra sus importunidades, dijo: As� y as� me habl�, diciendo: As� ha dicho Jehov�: Yo te he ungido por rey sobre Israel.

Versículo 13

Entonces se apresuraron y tomaron cada uno su manto, el manto de arriba, que en realidad era s�lo un gran trozo cuadrado de tela, y lo pusieron debajo de �l en la parte superior de las escaleras, es decir, las de la casa en la que se hab�an reunido. lo sostuvo, improvisando as� un trono y una escalera y rindi�ndole homenaje, y tocaron trompetas, diciendo: �Jeh� es rey! As�, las vestiduras de los generales sirvieron tanto de camino como de alfombra desde el lugar donde Jeh� estaba parado cuando hizo su anuncio en la parte superior de la escalera.

Versículo 14

Entonces Jeh�, hijo de Josafat, hijo de Nimsi, conspir� contra Joram, porque al permitirse ser proclamado rey se rebel� contra la autoridad del monarca reinante. ( Ahora bien, Joram hab�a conservado a Ramot de Galaad, �l y todo Israel, a causa de Hazael, rey de Siria, que hab�a vuelto a intentar hacerse con el control de la ciudad.

Versículo 15

Pero el rey Joram, justo en el momento en que ocurri� este incidente, fue devuelto para ser curado en Jezreel de las heridas que le hab�an causado los sirios, cuando pele� con Hazael, rey de Siria, 2 Reyes 8:29 .) Y Jeh� dijo , Si es su mente, si ellos estuvieron de acuerdo con �l, si fueron sinceros en su rebeli�n contra el rey Joram, que nadie salga ni escape de la ciudad para ir a contarlo en Jezreel, para dar a conocer el hecho de que Jeh� hab�a sido proclamado rey y as� advertir a Joram.

Versículo 16

Entonces Jeh� mont� en un carro y fue a Jezreel; porque Joram yac�a all�, pr�cticamente recuperado de sus heridas, pero a�n no pod�a o no quer�a regresar al ej�rcito. Y Ocoz�as. rey de Jud�, hab�a bajado a ver a Joram, 2 Reyes 8:29 .

Versículo 17

Y hab�a un centinela en la torre de Jezreel, y �l, fiel en el cumplimiento de su deber mientras los reyes disfrutaban de su visita en el palacio, espi� la compa��a de Jeh� cuando lleg� y dijo, haciendo un informe de inmediato como su trabajo requerido, veo una empresa. Y Joram dijo: Toma un jinete y env�a a recibirlos, y diga: �Hay paz? La pregunta se refer�a al estado de las cosas en el campo, si su llegada ten�a el prop�sito de anunciar un nuevo ataque de los sirios.

Versículo 18

Entonces fue uno a caballo a recibirlo y dijo: El rey ha dicho as�: �Hay paz? Y Jeh�, en�rgico e ingenioso como era, dijo: �Qu� tienes que ver con la paz? No deber�a preocuparse por ello, no deber�a convertirlo en asunto suyo. Vu�lvete detr�s de m�; porque al unirse a su peque�a banda no podr�a llevar ning�n informe alarmante al rey. Y el centinela, observando las acciones de Jeh� y del mensajero desde su puesto, dijo, diciendo: El mensajero vino a ellos, pero no vuelve.

Versículo 19

Entonces envi� un segundo a caballo, el cual se acerc� a ellos, Jeh� y sus hombres, y dijo: El rey ha dicho as�: �Hay paz? Y Jeh�, con la misma energ�a e intenci�n que antes, respondi�: �Qu� tienes que ver con la paz? Vu�lvete detr�s de m�.

Versículo 20

Y el atalaya, observando de nuevo el extra�o comportamiento del mensajero, dijo, diciendo: �l vino hasta ellos y no vuelve; y la conducci�n, el avance del grupo peque�o con el carro de Jeh� a la cabeza, es como la conducci�n de Jeh�, el hijo de Nimshi; porque conduce con furia, con la temeridad feroz que lo caracterizaba.

Versículo 21

Y Joram dijo: Prep�rate, equivalente a nuestro: �Ponte el arn�s, engancha! Y su carro estaba listo. Y salieron Joram, rey de Israel, y Ocoz�as, rey de Jud�, cada uno en su carro, y salieron contra Jeh�, es decir, para encontrarlo lo antes posible, porque ahora se hab�an asustado, y lo encontraron. en la porci�n de Nabot de Jezreelita, que ahora era parte del parque real.

Versículo 22

Y sucedi� que cuando Joram vio a Jeh�, dijo: �Hay paz, Jeh�? Estaba ansioso por conocer el estado de las cosas, y todav�a cre�a que el extra�o comportamiento de Jeh� se refer�a a la campa�a contra los sirios. Y �l, exponiendo con valent�a su hostilidad hacia el rey, respondi�: �Qu� paz mientras sean tantas las fornicaciones de tu madre Jezabel y sus hechicer�as? La mayor parte de la culpa recay� realmente sobre ella, porque hab�a introducido la idolatr�a en sus peores formas, que tambi�n inclu�an la pr�ctica de costumbres inmorales y otros ritos y ceremonias paganas.

Versículo 23

Y Joram volvi� las manos y huy�, trat� de escapar a toda velocidad, porque de repente se dio cuenta de la gravedad de la situaci�n, y dijo a Ocoz�as: �Hay traici�n, oh Ocoz�as! Hab�an sido enga�ados, traicionados, hab�an ca�do presa de la traici�n.

Versículo 24

Y Jeh�, cuando el rey se volvi� para huir, levant� un arco con todas sus fuerzas y golpe� a Joram entre sus brazos, entre los om�platos, y la flecha le alcanz� el coraz�n, y �l se hundi� en su carro.

Versículo 25

Entonces Jeh� dijo a Bidkar, su capit�n: C�gelo y �chalo en la parte del campo de Nabot el jezreelita, la parte del parque real que antes hab�a sido su vi�a; porque recuerda que, cuando t� y yo cabalgamos juntos en pos de Acab, su padre, el Se�or puso esta carga sobre �l, 1 Reyes 21:29 .

Versículo 26

Ciertamente, ese fue el juramento del Se�or. Ayer vi la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos, dice el Se�or, porque evidentemente los hijos tambi�n hab�an sido ejecutados en el momento en que Nabot fue ejecutado; y te pagar� en este terreno, dice el Se�or, el castigo golpear�a a la casa de Acab en este mismo terreno. Ahora, pues, t�malo y �chalo en la tierra, conforme a la palabra del Se�or.

Cfr. 1 Reyes 21:19 . As�, el pecado de Acab recay� sobre su hijo Joram, quien sigui� a su padre en su maldad, as� como Dios visita hoy los pecados de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci�n de los que lo odian.

Versículo 27

Pero cuando Ocoz�as, rey de Jud�, vio esto, huy� por el camino de la casa del jard�n, una estructura en los terrenos del palacio o cerca de ellos. Y Jeh� lo sigui� y dijo: Golp�alo tambi�n en el carro. Y lo hicieron al subir a Gur, que est� junto a Ibleam, algunas millas al oeste. Y huy� a Meguido y muri� all�, en la ladera del monte Carmelo. Parece, de 2 Cr�nicas 22:9 , que Ocoz�as hab�a logrado primero llegar a Samaria, pero, habiendo sido encontrado por los hombres de Jeh�, trat� de escapar hacia el noroeste, donde fue asesinado, como se relata aqu�. El que se pone del lado de los enemigos de Dios debe esperar compartir la suerte de esos enemigos.

Versículos 27-37

Muerte de Ocoz�as y Jezabel

Versículo 28

Y sus siervos lo llevaron en un carro a Jerusal�n, y lo sepultaron en su sepulcro con sus padres en la ciudad de David.

Versículo 29

Y en el und�cimo a�o de Joram, hijo de Acab, comenz� a reinar Ocoz�as sobre Jud�; la diferencia entre esta afirmaci�n y la de 2 Reyes 8:25 , se debe a una diferencia en el c�mputo del primer a�o del reinado de Joram.

Versículo 30

Y cuando Jeh� lleg� a Jezreel, Jezabel se enter�; y se pint� la cara, aplic�ndose una preparaci�n especial a sus cejas y p�rpados, y cans� su cabeza, poni�ndose la diadema y la corona que manten�an su elaborado tocado en su lugar, y mir� por la ventana, arrogante, ego�sta. - voluntaria y desafiante hasta el final, esperando que la majestad de su posici�n la salvara.

Versículo 31

Y al entrar Jeh� por la puerta, ella dijo: �Tuvo paz Zimri, que mat� a su se�or? 1 Reyes 16; 1 Reyes 9-20, literalmente, "�Hay paz, Zimri, asesino de su se�or?" Quer�a aterrorizar al rebelde record�ndole el tr�gico final de Zimri, cuyo gobierno dur� solo siete d�as.

Versículo 32

Y alzando su rostro hacia la ventana, dijo: �Qui�n est� de mi lado, qui�n? Y all� lo miraron, en respuesta a su llamada, dos o tres eunucos, dos sirvientes del palacio en una ventana y tres en otra, lo que significaba su intenci�n de cumplir sus �rdenes.

Versículo 33

Y �l dijo: T�rala. As� que la arrojaron al suelo, arroj�ndola desde la ventana hasta el pavimento de abajo; y un poco de su sangre fue rociada sobre la pared y sobre los caballos; y la pisote�, haciendo que las ruedas de su carro pasaran sobre ella y apagaran la �ltima chispa de vida.

Versículo 34

Y cuando entr�, comi� y bebi�, primero se refresc� despu�s de su duro viaje, y dijo: Ve, mira ahora a esta mujer maldita y enti�rrala; porque es hija de un rey, una princesa fenicia, 1 Reyes 16:31 .

Versículo 35

Y fueron a enterrarla; pero no encontraron m�s de ella que el cr�neo y los pies y las palmas de sus manos, el resto hab�a sido comido o arrastrado por los perros salvajes comunes en Oriente.

Versículo 36

Por tanto, volvieron y se lo dijeron. Y �l, que no hab�a tenido la intenci�n de rechazar su entierro ni de cumplir deliberadamente la predicci�n con respecto a ella, dijo: Esta es la palabra del Se�or que habl� por medio de su siervo El�as el tisbita, diciendo: En la porci�n de Jezreel habr� perros. comer la carne de Jezabel, 1 Reyes 21:23 ;

Versículo 37

y los cad�veres de Jezabel ser�n como esti�rcol sobre la faz del campo en la porci�n de Jezreel, y no dir�n: �sta es Jezabel; no hab�a un lugar definido para mantener viva su memoria. As� son castigados los malvados que han seducido a otros a pecar y han hecho da�o a sus almas.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre 2 Kings 9". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/2-kings-9.html. 1921-23.
 
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