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Bible Commentaries
Deuteronomio 17

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

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Versículo 1

No sacrificar�s a Jehov�, tu Dios, ning�n becerro ni oveja en que haya defecto o favoritismo alguno; porque eso es abominaci�n al Se�or, tu Dios. La ofrenda de un animal imperfecto como sacrificio, uno infectado con cualquiera de los males mencionados en Lev�tico 22:20 , es tanto un insulto para Jehov� como la erigir columnas a Asera y Baal; por lo tanto, las autoridades deb�an vigilar cuidadosamente estos asuntos.

Versículos 1-7

Castigo de la idolatr�a

Versículo 2

Si se hallare entre vosotros, dentro de alguna de tus puertas, en cualquier ciudad, es decir, en cualquier lugar de todo el pa�s, que el Se�or, el Dios tuyo, te d�, hombre o mujer que haya hecho maldad ante los ojos del Se�or, tu Dios, al transgredir Su pacto, al dejar de lado cualquiera de los t�rminos fundamentales de la alianza que estaba en vigor entre Jehov� y Su pueblo,

Versículo 3

y se ha ido y ha servido a otros dioses, y los ador�, derribando as� el precepto b�sico de la Ley del pacto, ya sea el sol o la luna, o cualquiera de las huestes del cielo, la adoraci�n que era la maldici�n de las naciones paganas, Deuteronomio 4:19 , que no he mandado;

Versículo 4

y que se te diga, habi�ndose hecho el anuncio a las autoridades correspondientes, y t� lo has o�do, e investigaste diligentemente, hiciste una investigaci�n sumamente cuidadosa, y, he aqu�, es cierto, y lo cierto, que tal abominaci�n se ha cometido en Israel, Deuteronomio 13:12 ,

Versículo 5

entonces sacar�s a ese hombre o aquella mujer que haya cometido esa maldad en tus puertas, al espacio abierto dentro de las puertas de la ciudad donde se llev� a cabo el tribunal, ese hombre o aquella mujer, y los apedrear�s con piedras hasta que mueran. La ejecuci�n se realiz� fuera de las puertas de la ciudad, Lev�tico 24:14 ; N�meros 15:36 ; Hechos 7:58 ; Hebreos 13:12 .

Versículo 6

Por boca de dos testigos o de tres testigos, es decir, sobre la base de su testimonio, el que sea digno de muerte ser� condenado a muerte; pero por boca de un solo testigo no N�meros 35:30, N�meros 35:30 . Cfr. Mateo 18:16 ; 2 Corintios 13:1 ; 1 Timoteo 5:19 .

Versículo 7

Las manos de los testigos estar�n primero sobre �l para darle muerte, Deuteronomio 13:9 , a fin de manifestar abiertamente su firme convicci�n de la culpabilidad del acusado, y luego las manos de todo el pueblo, porque la transgresi�n fue uno que afecta a toda la naci�n. As� quitar�s el mal de en medio de ti, Deuteronomio 13:5 . El mismo santo celo debe encontrarse en cada congregaci�n cristiana al expulsar a los pecadores flagrantes de entre ellos.

Versículo 8

Si surge un asunto demasiado dif�cil para usted en el juicio, uno m�s all� de la capacidad del juez u oficial ordinario para decidir, entre sangre y sangre, entre alegato y alegato, y entre derrame cerebral y derrame cerebral, cuando las disposiciones legales relativas a una lesi�n corporal, �xodo 21:12 ss. con respecto a los casos civiles, y con respecto a las disputas no son lo suficientemente claras para los oficiales ante quienes se lleva el asunto, ya que son asuntos de controversia dentro de tus puertas, entonces te levantar�s, es decir, los hombres con autoridad en las ciudades o pueblos individuales, y te pondr�s sube al lugar que el Se�or, tu Dios, escoja, porque siempre habr� sacerdotes de guardia en el Santuario central;

Versículos 8-13

Preguntas dif�ciles que debe decidir el sacerdote

Versículo 9

y vendr�s a los sacerdotes, los levitas, los hijos de Lev�, y al juez que ser� en aquellos d�as, una especie de juez principal al lado del sumo sacerdote, y preguntar�s; y te mostrar�n la sentencia del juicio, interpretar�n la ley que encontrar�a su aplicaci�n en ese caso, si es necesario, despu�s de consultar directamente al Se�or, 1 Samuel 28:6 ;

Versículo 10

y har�s conforme a la sentencia que te indiquen los del lugar que el Se�or elija; y procurar�s hacer conforme a todo lo que te informen, siendo aqu� considerados los sacerdotes como maestros de la ley;

Versículo 11

de acuerdo con la sentencia de la Ley que te ense�ar�n, y de acuerdo con el juicio que te dir�n, har�s, conforme exactamente a la decisi�n de la corte suprema; No te apartar�s de la sentencia que te muestren, ni a diestra ni a siniestra, puesto que la decisi�n se basar�a en la Ley de Jehov�, con la cual los sacerdotes deb�an tener un perfecto conocimiento.

Versículo 12

Y el hombre que obrar� con arrogancia, actuar� con altiva insolencia, y no escuchar� al sacerdote que est� de pie para ministrar all� delante del Se�or, tu Dios, actuando como mediador entre Jehov� y Sus adoradores siempre que se hiciera un sacrificio, o ante el juez. , incluso ese hombre morir�, porque el comportamiento rebelde fue en realidad una ofensa contra Dios, en cuyo nombre se hab�a dictado juicio; y quitar�s el mal de Israel.

Versículo 13

Y todo el pueblo oir�, y temer�, y no har� m�s presuntuosamente, ser� disuadido de elegir un proceder insolente similar. Los pastores cristianos deben recordar que es su deber ense�ar a su congregaci�n la Palabra de Dios, hacer de la Sagrada Escritura tanto la norma de doctrina como la regla de vida.

Versículo 14

Cuando llegues a la tierra que Jehov� tu Dios te da, y la poseas, y habites en ella, y digas: Pondr� rey sobre m�, como todas las naciones que est�n alrededor de m�, cosa que realmente sucedi� despu�s, 1 Samuel 8:5 ,

Versículos 14-20

Del oficio de un eventual rey

Versículo 15

de cualquier manera, por todos los medios, pondr�s sobre ti por rey a aquel a quien el Se�or, tu Dios, escoja, 1 Samuel 9:15 ; a uno de entre tus hermanos pondr�s rey sobre ti; No podr�s poner sobre ti un extra�o que no sea tu hermano. El ideal que Dios ten�a en mente para Israel era una teocracia, un gobierno directo del pueblo por el Se�or; pero estaba dispuesto a modificar eso hasta el punto de permitir que un hombre elegido por �l, de entre los hijos de Israel, fuera rey como Su representante.

Versículo 16

Pero no multiplicar� caballos para s� mismo, ni har� que la crianza sea su especial afici�n o incluso vocaci�n, ni har� que el pueblo regrese a Egipto, con el fin de que multiplique caballos, porque las tierras bajas egipcias estaban mucho mejor preparadas para la cr�a de caballos. que la monta�osa Palestina; por cuanto el Se�or os ha dicho: Desde ahora no Deuteronomio 28:68m�s por ese camino, Deuteronomio 28:68 .

Versículo 17

Tampoco (el rey) se multiplicar� las esposas para s� mismo, a la manera de los monarcas orientales voluptuosos y amantes del lujo, para que su coraz�n no se desv�e, como el de Salom�n en a�os posteriores, cuando sus esposas lo sedujeron a la idolatr�a, 1 Reyes 11:3 ; ni se multiplicar� en gran medida la plata y el oro, otra pr�ctica peligrosa de los reyes orientales.

Versículo 18

y ser�, cuando se siente en el trono de su reino, habiendo alcanzado la cumbre de la grandeza humana, donde todo se mover� de acuerdo a su voluntad, que le escribir� una copia de esta Ley en un libro de lo que est� delante de los sacerdotes, los levitas, hechos para �l por los sacerdotes de la tribu de Lev�;

Versículo 19

y estar� con �l, y leer� en �l todos los d�as de su vida, manteniendo as� la voluntad del Alt�simo delante de �l, como su objetivo y norma, para que aprenda a temer al Se�or, su Dios, para cumplir todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para cumplirlos, sujetos a las leyes e instituciones del Se�or y de la naci�n que era el pueblo del pacto de Dios;

Versículo 20

para que su coraz�n no se eleve m�s que el de sus hermanos, con orgullo y altivez injustificados, y que no se aparte del mandamiento ni a diestra ni a siniestra, teniendo como meta en todo momento adherirse a la Ley de Dios, una copia del cual estaba en su poder, con el mayor rigor; para que prolongue sus d�as en su reino, �l y sus hijos, en medio de Israel; porque el Se�or recompensa la obediencia a su ley con bendiciones terrenales.

Los cristianos oramos por nuestro gobierno y por todos los que est�n en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y pac�fica con toda piedad y honestidad, 1 Timoteo 2:2 .

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Deuteronomy 17". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/deuteronomy-17.html. 1921-23.
 
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