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Deuteronomio 25

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Si hay una controversia entre hombres, alg�n asunto de litigio, y llegan a juicio, lleva el asunto ante los oficiales correspondientes, para que los jueces puedan juzgarlos, entonces ellos, los jueces, justificar�n a los justos y condenar�n a los malvados, declara. este �ltimo culpable ante la ley, �xodo 22:8 ; �xodo 23:7 .

Versículos 1-4

De los castigos corporales

Versículo 2

Y suceder� que si el imp�o, aquel a quien los jueces han hallado que estaba equivocado, es digno de ser golpeado, literalmente, "si un hijo hiere al culpable", que el juez har� que se acueste, y ser golpeado en la cara, mientras �l personalmente presenciaba el castigo, seg�n su falta, por cierto n�mero, en proporci�n a la severidad de su transgresi�n.

Versículo 3

Puede darle cuarenta azotes, y no excederlo, este precepto, lo que m�s tarde dar� como resultado que el l�mite se coloque en treinta y nueve, porque hab�a peligro de contar mal, y los jud�os, especialmente despu�s del regreso del exilio, eran cualquier cosa, si no literal, 2 Corintios 11:24 ; no sea que, si se excede y lo golpea por encima de estos con muchos azotes, entonces tu hermano te parezca vil, rebajado por debajo de la dignidad de un hombre y un miembro del pueblo de Dios.

El castigo con azotes tambi�n se aplic� en Egipto, donde se tumb� al culpable en el suelo, se le sujetaron las manos y los pies con firmeza y se le administr� el castigo en la espalda en presencia del juez.

Versículo 4

No pondr�s bozal al buey cuando trillare. La forma habitual de trilla en Oriente es la de una era al aire libre, donde se esparce el grano y se empujan bueyes de un lado a otro por el suelo para soltar el grano de los cascos pisando las espigas. La medida humana de mantener a los animales sin bozal en ese momento les dio la oportunidad de recoger comida cada vez que ten�an hambre.

Parece que este precepto pronto se entendi� en el sentido proverbial, en el que tambi�n lo aplica San Pablo, en su amonestaci�n de proveer adecuadamente a los pastores y maestros, 1 Corintios 9:9 ; 1 Timoteo 5:18 .

Versículo 5

Si los hermanos viven juntos, en la misma herencia paterna, y uno de ellos muere y no tiene hijo, nadie para perpetuar su familia, y as� mantener su propiedad en posesi�n de la familia, la esposa del difunto no se casar� sin a un extra�o, cualquiera fuera de su tribu o parentela; el hermano de su marido o, como muestra la historia, su pariente m�s cercano, G�nesis 38:8 ; Rut 1:12 , entrar� a ella y la tomar� con �l por mujer, y cumplir� con ella el deber de hermano del marido.

As�, el matrimonio con una cu�ada, por lo dem�s prohibido por la Ley, Lev�tico 18:16 , se convirti� en un deber en este caso.

Versículos 5-10

El matrimonio levirato

Versículo 6

Y ser� que el primog�nito que d� a luz suceder� en nombre de su hermano que ha muerto, siendo considerado y registrado en la tabla geneal�gica como hijo y heredero leg�timo del primer marido de su madre, para que no se ponga su nombre. fuera de Israel. De esta manera se evitaron muchas cuestiones dif�ciles relativas a las herencias.

Versículo 7

Y si al hombre no le gusta tomar a la esposa de su hermano, porque el matrimonio no era un deber absoluto o inevitable, entonces deje que la esposa de su hermano suba a la puerta a los ancianos, por cuestiones de derecho y justicia que generalmente se resuelven abiertamente. espacio dentro de las puertas de la ciudad, y decir: El hermano de mi esposo se niega a levantar un nombre a su hermano en Israel, para perpetuar su familia de la manera aqu� prevista, no cumplir� con el deber del hermano de mi esposo, es decir, cas�ndose la viuda.

Versículo 8

Entonces los ancianos de su ciudad lo llamar�n y le hablar�n; y si se mantiene firme y dice que no me gusta llevarla, si se ve incapaz de deshacerse de la falta de voluntad para cumplir con la costumbre fijada por el levirato lam,

Versículo 9

Entonces la mujer de su hermano vendr� a �l en presencia de los ancianos, ir� directamente a �l all� mismo en p�blico, porque estaba obligado a someterse a lo que sigui�, y le quitar� el zapato del pie y le escupir� en la cara. y responder� y dir�: As� se har� al hombre que no edifique la casa de su hermano. Su acto de desprecio la compens� en cierto modo por el reproche que el hombre le hizo al negarse a casarse con ella, y as� fundar y establecer la familia de su hermano.

Quitarse el zapato era una costumbre que significaba ceder un terreno o una propiedad a otra persona, al igual que uno declara sus derechos de propiedad al pisar dicha propiedad. La verg�enza en este caso consisti� en que la mujer solt� el zapato del hombre, priv�ndolo p�blicamente de su derecho a la propiedad de su hermano fallecido.

Versículo 10

Y su nombre ser� llamado en Israel "La casa del que tiene desatado su zapato". Entonces la deshonra recaer�a sobre el hombre, incluso en el apodo que llevaba, por haber descuidado el deber de parentesco con su hermano. No hay discrepancia entre este pasaje y la ley de Lev�tico 18. Porque el matrimonio con la cu�ada estaba prohibido cuando hab�a hijos, ya que as� se manten�a la integridad de la casa del hermano; aqu� se orden� para evitar que la familia del hermano se extinguiera.

Versículo 11

Cuando los hombres se pelean entre s�, se pelean a pu�etazos, y la mujer del que se acerca se acerca para librar a su marido de la mano del que lo hiere, y extiende la mano de ella y lo atrapa por los secretos,

Versículos 11-19

Pesos y medidas correctos

Versículo 12

entonces t�, autoridad constituida, le cortar�s la mano, tu ojo no tendr� piedad de ella. Este precepto se insert� aqu� para evitar una falsa libertad y familiaridad del sexo femenino hacia los del sexo opuesto.

Versículo 13

No tendr�s en tu bolsa, por lo general un saco o bolso grande de cuero, pesas diversas, una grande y una peque�a, un juego de piedras grandes para comprar, un juego de piedras peque�as para vender. Esto se pod�a hacer tanto donde los comerciantes utilizaban piedras como trozos de hierro.

Versículo 14

No tendr�s en tu casa diversas medidas, una grande y una peque�a, un efa grande o medida seca para compras, un efa peque�o para vender.

Versículo 15

Pero tendr�s un peso perfecto y justo, cada uno, ya sea en la tienda o en la casa, completo, entero, sosteniendo solo la cantidad que se supon�a que deb�a contener, una medida perfecta y justa tendr�s, para que tus d�as sean se alarga en la tierra que el Se�or, el Dios tuyo, te da, en cuanto a recibir bendiciones temporales, Deuteronomio 4:26 ; Deuteronomio 5:16 .

Versículo 16

Porque todos los que hacen tales cosas, al hacer uso de la deshonestidad en cualquier forma, y todos los que hacen injusticia, cualquiera que sea culpable de una maldad deliberada, es abominaci�n al Se�or, tu Dios. Pero esta consideraci�n mostrada al vecino en casa no deb�a degenerar en una falsa debilidad e indulgencia hacia los enemigos cuyo exterminio hab�a decidido el Se�or.

Versículo 17

Acu�rdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando �xodo 17:8 de Egipto, �xodo 17:8 ;

Versículo 18

c�mo te encontr� en el camino, es decir, en Refidim cerca de Horeb, y te golpe� en la retaguardia, aun a todos los d�biles detr�s de ti, cuando estabas desmayado y cansado; y no temi� a Dios. La inhumanidad practicada por los amalecitas al herir y destruir as� a los rezagados del ej�rcito israelita demostr� que no hab�a temor de Dios en sus filas.

Versículo 19

Por tanto, cuando el Se�or, el Dios tuyo, te haya dado descanso de todos tus enemigos en derredor, en la tierra que el Se�or, el Dios tuyo, te da en heredad para que la poseas, borrar�s el recuerdo de Amalec de debajo del cielo; no lo olvidar�s. Cf 12,10; �xodo 17:14 ; Deuteronomio 9:7 . Israel, actuando como agente de Dios, llev� a cabo este mandato en tiempos de Sa�l, 1 Samuel 15.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Deuteronomy 25". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/deuteronomy-25.html. 1921-23.