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Deuteronomio 4

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Ahora, por tanto, escucha, oh Israel, los estatutos y los juicios que te ense�o; deb�an prestar atenci�n tanto a los preceptos morales que fijaban su relaci�n de pacto con Jehov� como a las obligaciones especiales que reca�an sobre ellos con respecto a Dios. y hombres, para hacerlos, para que viv�is, es decir, en el disfrute de una vida larga y feliz, y entr�is y pose�is la tierra que el Se�or Dios de vuestros padres os da.

Versículos 1-13

Mois�s recuerda al pueblo a los que dan la ley.

Versículo 2

No a�adir�is a la Palabra que yo os mando, ni disminuir�is nada de ella, porque en cualquier caso la fuerza del mandamiento se debilitar�a y la Palabra de Dios se cambiar�a en preceptos de hombres, para que vosotros guard�is los mandamientos. del Se�or, tu Dios, que yo te mando. Esto no significa simplemente mantener la redacci�n intacta y transmitirla sin cambios a la posteridad, sino observar y hacer lo que ordenaron. Cfr. Mateo 5:7 .

Versículo 3

Vuestros ojos han visto lo que hizo el Se�or a causa de Baal-peor, cuando los madianitas lograron introducir la prostituci�n y la idolatr�a en las filas de Israel, N�meros 25; porque a todos los hombres que siguieron a Baal-peor, el Se�or, Dios tuyo, los destruy� de en medio de ti.

Versículo 4

Pero ustedes que se unieron al Se�or, su Dios, est�n vivos, cada uno de ustedes, hoy. La recompensa de la fidelidad y el castigo de la infidelidad estaban as� claramente ante sus ojos.

Versículo 5

He aqu�, os he ense�ado los estatutos y los juicios, como el Se�or, mi Dios, me ha mandado, que lo hag�is en la tierra adonde vay�is para poseerla.

Versículo 6

Gu�rdalos, pues, y hazlos; porque esto es tu sabidur�a y tu entendimiento a los ojos de las naciones, un asunto de ordinario sentido com�n, que oir�n todos estos estatutos, los preceptos que reg�an las relaciones del pacto de Israel, y dir�n: Ciertamente esta gran naci�n es una gente sabia y comprensiva. Es una forma del Antiguo Testamento del mandato del Nuevo Testamento de que los creyentes deben dejar brillar su luz ante los hombres, Mateo 5:16 . Estos hechos hacen que Mois�s exclame en una s�plica ferviente y ext�tica.

Versículo 7

Porque �qu� naci�n hay tan grande, que tiene Dios tan cerca de ellos, en cuyo medio Dios se ha revelado de una manera tan abierta y definida, como el Se�or, nuestro Dios, en todas las cosas por las que lo invocamos? Israel era la �nica naci�n con la que Jehov� hab�a entrado en tal relaci�n de pacto, que estaba seguro en todo momento de Su ayuda todopoderosa, Salmo 34:19 ; Salmo 145:18 .

Versículo 8

�Y qu� naci�n hay tan grande que tenga estatutos y juicios tan justos como toda esta Ley que les presento hoy? Toda la verdadera justicia de la vida tiene sus ra�ces en Dios, y cuanto m�s se oscurece el conocimiento del Dios verdadero, m�s se estremece el fundamento de toda la ley y el orden verdaderos hasta sus profundidades.

Versículo 9

Solo ten cuidado de ti mismo y guarda tu alma con diligencia, no sea que te olvides de las cosas que tus ojos han visto, los milagros y las muchas evidencias de la presencia de Dios durante los a�os del viaje por el desierto, y no sea que se aparten de tu coraz�n todos los d�as de tu vida, es decir, hasta por un minuto; pero ens��ales a tus hijos, a tus hijos ya los hijos de tus hijos, a tus nietos, el mandamiento incluyendo as� tres puntos: recordar, observar y transmitir en su integridad;

Versículo 10

especialmente el d�a en que te detuviste ante el Se�or, tu Dios, en Horeb, cuando la Ley fue dada desde el monte Sina�, cuando el Se�or me dijo: Re�neme al pueblo, y les har� o�r mis palabras, para que puedan aprendan a temerme todos los d�as que vivan sobre la tierra, y que ense�en a sus hijos.

Versículo 11

Y os acercasteis y os detuvisteis debajo del monte, a sus pies; y la monta�a ardi� con fuego hasta en medio del cielo, de modo que el fuego y el humo se elevaron hasta el cielo hasta donde alcanzaba la vista, con tinieblas, nubes y tinieblas espesas, porque los sucesos en la monta�a se ocultaron de los ojos del pueblo por una densa pantalla de nubes oscuras.

Versículo 12

Y el Se�or os habl� de en medio del fuego; oyeron la voz, el sonido de las palabras, pero no vieron ninguna semejanza, ninguna forma de Dios; s�lo t� o�ste una voz. Dios no se manifest� en ning�n contorno o forma que fuera visible a los ojos humanos.

Versículo 13

Y os declar� su pacto que os mand� cumplir, los diez mandamientos, �xodo 20:1 ; �xodo 34:28 ; y las escribi� en dos tablas de piedra. El pacto consist�a esencialmente en esto, que el hacer del pueblo correspond�a al mandamiento del Se�or.

As� como el recuerdo de la bondad de Dios y del pacto fue para inducir a Israel a ser fiel a �l, los cristianos siempre debemos mantener Su bondad y Su misericordia ante nuestros ojos como un acicate para una vida de santificaci�n.

Versículo 14

Y el Se�or me orden� en ese momento que les ense�ara estatutos y juicios para que los cumplieran en la tierra adonde pasen para poseerlos, es decir, los preceptos contenidos en la legislaci�n que comienza con �xodo 21.

Versículos 14-24

Advertencia contra la idolatr�a

Versículo 15

Por tanto, mirad por vosotros mismos, cada uno debe velar por su alma; porque no viste ninguna semejanza, ninguna forma o contorno que pudiera usarse como base para un cuadro, el d�a que el Se�or te habl� en Horeb de en medio del fuego;

Versículo 16

no sea que os corromper�is y hag�is una imagen tallada o labrada, a semejanza de figura alguna, semejanza de var�n o de mujer,

Versículo 17

semejanza de bestia que haya en la tierra, semejanza de ave con alas que vuele por los aires,

Versículo 18

la semejanza de todo lo que se arrastra sobre la tierra, la semejanza de cualquier pez que haya en las aguas debajo de la tierra, cualquier estatua o cuadro que pueda usarse con prop�sitos de crasa idolatr�a;

Versículo 19

y para que no alces tus ojos al cielo, y cuando veas el sol y la luna y las estrellas, aun. Todo el ej�rcito de los cielos debe ser impulsado a adorarlos, Romanos 1:25 , ya servirlos, lo que el Se�or, Dios tuyo, ha repartido a todas las naciones debajo de todo el cielo. El prop�sito original de Dios era que los cuerpos celestes sirvieran a la humanidad, G�nesis 1:17 .

Sin embargo, dado que los paganos, llevados por la tentaci�n de lo desconocido, por la tentaci�n de los cuerpos de luz, les hab�an otorgado honor divino, el Se�or les hab�a permitido permanecer en su necedad, como castigo por haberse apartado de �l.

Versículo 20

Pero el Se�or te tom� y te sac� de su horno, un cuadro significativo de la m�s severa miseria y opresi�n, incluso de Egipto, para ser para �l un pueblo de herencia, como lo eres hoy, �xodo 19:5 .

Versículo 21

Adem�s, el Se�or se enoj� conmigo por causa de ustedes, N�meros 20:12 , y jur� que no cruzar�a el Jord�n y que no entrar�a en esa buena tierra que el Se�or, el Dios tuyo, te da por heredad. ;

Versículo 22

pero debo morir en esta tierra, no debo cruzar el Jord�n; pero pasar�is y poseer�is esa buena tierra. El tono nost�lgico que emplea Mois�s muestra cu�n profundamente fue afectado por el gobierno del Se�or que lo excluy� de la Tierra Prometida.

Versículo 23

Mirad por vosotros mismos, no sea que os olvid�is del pacto del Se�or, vuestro Dios, que hizo con vosotros, y os hag�is imagen esculpida o semejanza de cualquier cosa que el Se�or, el Dios tuyo, te haya prohibido.

Versículo 24

Porque el Se�or, tu Dios, es fuego consumidor, Dios celoso, cuya justa ira devora a los hijos de desobediencia. Debemos recordar en todo momento que no se burlar�n de Dios, sino que resiente cada ataque a su santidad y justicia y castigar� a todos los transgresores deliberados.

Versículo 25

Cuando engendres hijos y los hijos de los ni�os, y hayas permanecido mucho tiempo en la tierra, literalmente, envejecer�s en la tierra, lo que incluir�a el olvido de los primeros actos de la misericordia de Dios, y te corromper� a ti mismo, el primer amor celoso por Habi�ndose enfriado el SE�OR, y haciendo una estatua, o semejanza de cualquier cosa, y har� lo malo ante los ojos del SE�OR, tu Dios, para provocarle a ira,

Versículos 25-40

El llamamiento respaldado por una referencia a la bondad de Dios

Versículo 26

Llamo al cielo ya la tierra, como criaturas vivientes y sensibles, para que testifiquen contra ustedes en este d�a de que pronto perecer�n por completo de la tierra a la que pasaron el Jord�n para poseerlo; no prolongar�is vuestros d�as en ella, sino que ser�is destruidos por completo. El testigo convocado por Mois�s podr�a testificar del hecho de que el Se�or le hab�a dado a su pueblo la opci�n de la vida y la muerte, Deuteronomio 30:19 , y por lo tanto estaba plenamente justificado al castigar la infidelidad.

Versículo 27

Y Jehov� os esparcir� entre las naciones, y quedar�is pocos en n�mero entre las gentes adonde os conducir� Jehov�, Lev�tico 26:33 . Todos los juicios del Se�or sobre su pueblo desobediente se incluyen aqu�, hasta la �poca de los romanos y la destrucci�n de Jerusal�n en el a�o 70 d.C.

Versículo 28

Y all�, en el cautiverio y en la dispersi�n final entre las naciones, servir�is a dioses obra de manos de hombres, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen, Salmo 115:4 ; Salmo 135:15 ; Isa�as 44:9 ; Isa�as 46:7 . Habiendo rechazado a Jehov�, se encontrar�an condenados por �l al ser entregados a la locura de sus corazones id�latras.

Versículo 29

Pero si desde all� buscas al Se�or, tu Dios, volvi�ndote a �l en verdadero arrepentimiento, lo encontrar�s, si lo buscas con todo tu coraz�n y con toda tu alma. Cf. Lucas 15:17 . La promesa de que los hijos de Israel encontrar�n a Jehov� es un mensaje evang�lico maravilloso y reconfortante: porque les asegura que su bondad, gracia y misericordia se derramar�n una vez m�s sobre los pecadores verdaderamente arrepentidos.

Versículo 30

Cuando est�s en tribulaci�n, miseria, opresi�n, y todas estas cosas te sobrevengan, te encontrar�s , te golpear�, incluso en los �ltimos d�as, en el futuro lejano, si te vuelves al Se�or, tu Dios, y te s� obediente a su voz,

Versículo 31

(Porque el Se�or, tu Dios, Dios misericordioso es), no te abandonar�, ni te destruir�, ni se olvidar� del pacto de tus padres que les jur�. El pacto de la fidelidad y misericordia de Dios no se romper�a de su lado.

Versículo 32

Pues pregunta ahora acerca de los d�as pasados, escudri�a los registros de la historia del mundo desde el principio, que estuvieron antes de ti, desde el d�a en que Dios cre� al hombre sobre la tierra, y pregunta desde un lado del cielo hasta el otro, como hasta donde se extiende el mundo, si ha existido algo parecido a esta gran cosa, o si se ha o�do as�.

Versículo 33

�Oy� alguna vez la gente la voz de Dios hablando en medio del fuego, como lo has o�do, y vives? Todo lo cual demuestra que el Se�or hab�a se�alado a Israel por manifestaciones inusuales de Su bondad.

Versículo 34

�O ha ensayado Dios (ensayado) para ir y tomarle una naci�n de en medio de otra naci�n, como lo hizo al sacar a Israel de en medio de los egipcios, mediante tentaciones, mediante las cuales se puso a prueba la posici�n de Fara�n frente al Se�or? fuera, con se�ales y prodigios, las grandes plagas de Egipto y con la guerra, cuando los egipcios estaban a punto de atacar a los hijos de Israel en el Mar Rojo, y con mano poderosa y brazo �xodo 13:3, �xodo 13:3 ; �xodo 6:6 , y con grandes terrores, conforme a todo lo que Jehov� tu Dios hizo por ti en Egipto delante de tus ojos?

Versículo 35

A ti, antes que a todas las dem�s naciones de la tierra, se te mostr� que puedes saber que el Se�or, �l es Dios; no hay nadie m�s fuera de �l. �l es el �nico exclusivo, el �nico Dios verdadero.

Versículo 36

�xodo 19:9 cielo te hizo o�r su voz, �xodo 19:9 , para instruirte; y sobre la tierra te mostr� su gran fuego, en la quema del monte Sina�; y oyes sus palabras de en medio del fuego. El prop�sito de esta instrucci�n era impartir un temor sano de la santidad de Jehov� en el coraz�n del pueblo.

Versículo 37

Y por cuanto am� a tus padres, desde Abraham para abajo, escogi� la simiente de ellos despu�s de ellos, y te sac� a sus ojos con su gran poder de Egipto, �xodo 13:3 ;

Versículo 38

para expulsar naciones de delante de ti m�s grandes y poderosas que t�, para traerte adentro, para darte su tierra en herencia, como lo es hoy, porque la conquista del pa�s al este del Jord�n era una garant�a de la conquista de todo el pa�s.

Versículo 39

Conoce, por tanto, este d�a, y consid�ralo en tu coraz�n, contempla las lecciones de todos estos sucesos con m�s cuidado, que el Se�or, �l es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay nadie m�s, hay un solo Dios verdadero; El es la unidad.

Versículo 40

Por tanto, guardar�s sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando hoy, tanto los que les conciernen, como hombres, como los que se refieren a ellos como pueblo del pacto, para que te vaya bien, ya que quisieran tener a Jehov� de su lado, y con tus hijos despu�s de ti, y que prolongues tus d�as sobre la tierra que Jehov� tu Dios te da para siempre; porque una vida larga y feliz, acompa�ada de la bondad del Se�or, es una bendici�n.

Los cristianos tambi�n conocemos los preceptos de la santa voluntad del Se�or y debemos vivir de acuerdo con ellos. Si siempre estamos conscientes del hecho de que Dios nos ha redimido del reino de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de Su amado Hijo, tambi�n estaremos listos para servirle en verdadera obediencia, para hacer seg�n Sus mandamientos.

Versículo 41

Entonces Mois�s dividi�, apart�, tres ciudades de este lado del Jord�n hacia la salida del sol, en el territorio de las dos tribus y media,

Versículos 41-49

Conclusi�n del primer discurso

Versículo 42

para que huyera all� el homicida, que matara a su vecino desprevenido, sin premeditaci�n ni intenci�n, y no lo odiara en tiempos pasados, y que, huyendo a una de estas ciudades, pudiera vivir, Deuteronomio 19:4 ; N�meros 35:9 ;

Versículo 43

a saber, Bezer en el desierto, en la llanura, en las estepas, de los rubenitas; y Ramot de Galaad, de los gaditas; y Gol�n en Bas�n, de donde esta regi�n recibi� despu�s el nombre de Gaulanitis , de los manasitas.

Versículo 44

Y esta es la ley que Mois�s present� a los hijos de Israel;

Versículo 45

Estos son los testimonios, los estatutos y los juicios que Mois�s pronunci� a los hijos de Israel despu�s que salieron de Egipto.

Versículo 46

de este lado del Jord�n, en el valle enfrente de Bet-peor, en la tierra de Seh�n, rey de los amorreos, que habitaba en Hesb�n, a quien derrotaron Mois�s y los hijos de Israel, N�meros 21:24 , despu�s que ellos fueron, salga fuera de Egipto;

Versículo 47

y poseyeron su tierra y la tierra de Og, rey de Bas�n, dos reyes de los amorreos, que estaban de este lado del Jord�n hacia la salida del sol;

Versículo 48

desde Aroer, que est� a la orilla del r�o Arn�n, hasta el monte Sion, que es Herm�n,

Versículo 49

y toda la llanura de este lado del Jord�n hacia el oriente, hasta el mar de la llanura, el mar Muerto, debajo de los manantiales de Pisga, cerca de la desembocadura del Arn�n. Esta descripci�n detallada del tiempo y el lugar sirve como introducci�n a la gran exposici�n de la Ley que sigue en la siguiente parte del Libro de Deuteronomio.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Deuteronomy 4". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/deuteronomy-4.html. 1921-23.