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Ezequiel 22

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Adem�s, vino a m� palabra del Se�or, diciendo:

Versículos 1-16

El peso de la culpa de Jerusal�n

Versículo 2

Ahora, hijo de hombre, �juzgar�s, juzgar�s t�, la ciudad sanguinaria? as� llamada por los asesinatos cometidos en ella y los sacrificios de ni�os a Molech. S�, le mostrar�s todas sus abominaciones, de modo que ella estar� obligada a reconocerlas, aunque le falte arrepentimiento.

Versículo 3

Entonces di: As� ha dicho Jehov� el Se�or, que se destaca en el poder de su soberan�a: La ciudad derrama sangre en medio de ella, en sacrificios de sangre a los �dolos, en asesinatos judiciales y en la guerra civil, para que llegue su hora, es decir, el tiempo de su castigo, y hace �dolos contra s� misma, literalmente, "sobre s� misma", es decir, a trav�s de sus l�mites, para contaminarse a s� misma, la carga y la deuda de la idolatr�a trayendo contaminaci�n.

Versículo 4

Te has hecho culpable por tu sangre que derramaste, que puso el sello de homicidio en toda la ciudad, y te contaminaste en tus �dolos que hiciste, el uno brotando del otro, la contaminaci�n de la abominaci�n. ; y t�, por tales transgresiones, has hecho que tus d�as se acerquen , el tiempo en que la sentencia ser�a ejecutada sobre ella, y has llegado incluso a tus a�os, siendo la medida de su culpa completa; por tanto, te he puesto por oprobio a las naciones y por burla a todos los pa�ses, a saber, por la destrucci�n de Jerusal�n y la cautividad de Jud�.

Versículo 5

Los que est�n cerca y los que est�n lejos de ti, las naciones vecinas as� como las que est�n lejos, se burlar�n de ti, que eres infame y muy enojado, literalmente, "contaminado de nombre y lleno de confusi�n", un objeto de burla. y aborrecimiento.

Versículo 6

He aqu�, los pr�ncipes de Israel, cada uno, estaban en ti bajo su poder, literalmente, "cada uno seg�n su brazo", es decir, en lo mejor de su capacidad, para derramar sangre, siendo este su objeto y el fin de su deseo.

Versículo 7

En ti han puesto luz por padre y madre, una transgresi�n que fue severamente reprendida y castigada en ese momento; en medio de ti han tratado con opresi�n al extranjero, trat�ndolo con injusticia y enga�o; en ti han afligido al hu�rfano ya la viuda, aunque ambos, como indefensos y dependientes de otros para su apoyo y protecci�n, deber�an haber tenido una consideraci�n especial.

Versículo 8

Has despreciado Mis cosas santas, tratando asuntos que el Se�or ten�a en alta estima, que hab�a apartado para ser reverenciados apropiadamente, con desprecio, y has profanado Mis s�bados, neg�ndote a santificarlos de acuerdo con las regulaciones del Antiguo Testamento. Cf �xodo 22:20 ; Lev�tico 19:13 ; Deuteronomio 24:14 .

Versículo 9

En ti hay hombres que llevan cuentos para derramar sangre, calumniadores, cuyo objeto es hacer da�o a los dem�s, preferiblemente la muerte; y en ti comen sobre los montes, habi�ndose hecho algunos de sus habitantes culpables de participar de comidas consagradas a los �dolos; en medio de ti cometen lascivia, inmoralidad de todo tipo y descripci�n.

Versículo 10

En ti han descubierto la desnudez de sus padres, en pecados de incesto, Lev�tico 18, 19; en ti han humillado a la que fue apartada para la contaminaci�n, forzando a una mujer en el momento de su inmundicia, Lev�tico 18:19 .

Versículo 11

Y uno ha cometido abominaci�n con la mujer de su pr�jimo, en vil adulterio, y otro ha profanado lascivamente a su nuera, otro caso de repugnante inmoralidad; y otro en ti humill� a su hermana, a la hija de su padre, a su hermanastra, que estaba dentro de los grados prohibidos, Lev�tico 18:9 .

Versículo 12

En ti han tomado dones para derramar sangre, aceptando sobornos para cometer asesinato; has tomado usura y aumento, siendo lo habitual el enriquecimiento de los hombres a costa de sus vecinos, una forma de injerencia en la que se complac�a la gran mayor�a, y has ganado codiciosamente a tus vecinos mediante la extorsi�n, extralimit�ndolos en negocios y en todos los dem�s tiempos, y te olvidaste de m�, dice el Se�or Dios. De hecho, hab�a evidencia de este hecho, porque los hombres sanos en la fe y el amor hacia Dios no pueden volverse culpables de delitos tan terribles.

Versículo 13

He aqu�, por tanto, he herido Mi mano, golpe�ndolos a ambos con consternaci�n y horror ante tales manifestaciones de maldad, por tu ganancia deshonesta que has hecho, y por tu sangre que estuvo en medio de ti, la culpa del derramamiento. de sangre que reposaba sobre toda la ciudad y el pa�s.

Versículo 14

�Puede resistir tu coraz�n, ser firme, o fuertes tus manos, en los d�as que yo tratar� contigo? cu�ndo entrar�a en vigor la sentencia de castigo de Dios. Es una �ltima advertencia contra la falsa seguridad. Yo, el Se�or, lo he dicho y lo har�, sin que haya duda ni de Su determinaci�n ni de Su capacidad para cumplir Su sentencia de castigo.

Versículo 15

Y te esparcir� entre las naciones, Ezequiel 12:15 ; Ezequiel 20:23 , y te dispersar� por los campos, en cautiverio y destierro, y consumir� tu inmundicia de ti, es decir, por el poder purificador de esta sentencia de castigo.

Versículo 16

Y tomar�s tu herencia en ti mismo a los ojos de los paganos, literalmente, "ser�s profanado en ti mismo ante los ojos de los paganos del tiempo", siendo todos ellos testigos de la vergonzosa situaci�n y degradaci�n de Jud� a causa de sus pecados. , y sabr�s que yo soy el Se�or. La verg�enza y la deshonra que se acumulan sobre el pecador ante los ojos de los testigos de su ca�da deber�an ser al menos un punto que deber�a tener presente para disuadirlo de seguir pecando.

Versículo 17

Y vino a m� palabra de Jehov�, diciendo:

Versículos 17-31

La corrupci�n de Jud� invitando a la destrucci�n

Versículo 18

Hijo de hombre, la casa de Israel se ha convertido para M� en escoria, desperdicio de los metales m�s puros, arrojada por no ser apta para uso fino; todos son bronce, esta�o, hierro y plomo en medio del horno, todos los metales m�s viles, no aptos para el prop�sito del divino Refinador; son incluso escoria de plata, llenas de impureza.

Versículo 19

Por tanto, as� ha dicho Jehov� el Se�or: Por cuanto sois todos convertidos en escoria, impuros por la idolatr�a y otras iniquidades, he aqu�, por tanto, os reunir� en medio de Jerusal�n, amontonados como cuarzo en un horno.

Versículo 20

Al juntar plata, bronce, hierro, plomo y esta�o en medio del horno, los metales m�s bajos se mezclan con los preciosos y el objeto es separarlos, soplar el fuego sobre ellos, fundirlos, el proceso resulta en una extracci�n casi pura del metal m�s noble, as� que los reunir� en Mi ira y en Mi furor, para llevar a cabo el juicio contemplado sobre Jerusal�n y Jud�, y los dejar� all� y los fundir�. Tenga en cuenta que el proceso de refinaci�n no se usa en la figura, la fundici�n como tal es una imagen de la ira vengativa de Dios.

Versículo 21

S�, os recoger� y soplar� sobre vosotros en el fuego de mi ira, como la plata aleada con metales m�s bajos se somete a una r�faga de aire en el llamado proceso de copete, y ser�is derretidos en medio de �l.

Versículo 22

Como se derrite la plata en medio del horno, as� ser�is fundidos vosotros en medio de �l. Jud� experiment� esta operaci�n durante el �ltimo asedio de la ciudad; y sabr�is que yo, el Se�or, he derramado mi furor sobre vosotros. Habiendo establecido as� el castigo sobre Jerusal�n, el Se�or procede a mostrar la corrupci�n de todas las clases de personas en Jud�.

Versículo 23

Y vino a m� palabra de Jehov�, diciendo:

Versículo 24

Hijo de hombre, dile a ella, a saber, a Jerusal�n y a Jud�: T� eres la tierra que no ha sido limpiada, es decir, de la maleza, de las zarzas y de los espinos con que est� cubierta, o sobre la que el sol no brilla a su debido tiempo. temporada, ni llovi� en el d�a de la indignaci�n, es decir, del cual el Se�or niega la fecundidad a causa de su maldad.

Versículo 25

Hay una conspiraci�n de sus profetas en medio de ella, maestros y l�deres autoproclamados como lo eran estos falsos profetas, como un le�n rugiente que arrebata la presa que han devorado las almas, la fiereza y crueldad de sus acciones queda en evidencia en todas partes; han tomado el tesoro y cosas preciosas, propiedades y joyas en posesi�n del pueblo; le han hecho muchas viudas en medio de ella, porque los hombres piadosos fueron condenados a muerte por ellas.

Versículo 26

Sus sacerdotes, que ten�an el oficio de guardadores y protectores de la Ley, han violado Mi Ley, ya que hicieron las mismas cosas de las cuales se supon�a que deb�an guardar al pueblo con sus advertencias, y han profanado Mis cosas santas al no observarlas. con el debido respeto, Cfr. Sofon�as 3:4 ; no han puesto diferencia entre lo santo y lo profano, ni han mostrado diferencia entre lo inmundo y lo limpio, Lev�tico 10:10 , es decir, despreciaron tranquilamente las ordenanzas del Se�or concernientes a estas distinciones, y se escondieron los ojos. de mis s�bados, al descuidar la ley del s�bado, y yo soy profanado entre ellos, porque todos estos actos desvirtuaron la gloria del Se�or.

Versículo 27

Sus pr�ncipes en medio de ella, los l�deres y principales protectores del pueblo, son como lobos que atacan a la presa, para derramar sangre y destruir almas, para obtener ganancias deshonestas, los gobernantes civiles se ponen del lado de los poderes de la iglesia al realizar obras de malicia.

Versículo 28

Y sus profetas los han embadurnado con argamasa sin templar, v�ase Ezequiel 13:10, halagando al pueblo con falsas garant�as de paz y seguridad, viendo vanidad, infundadas promesas de bien y adivinando mentiras, diciendo: As� ha dicho Jehov� el Se�or. , cuando el Se�or no ha hablado.

Versículo 29

El pueblo de la tierra, siguiendo el mal ejemplo de sus l�deres, ha utilizado la opresi�n, practicando la extorsi�n y la violencia en todas sus formas, y ejercido el robo, ya sea abierto o escondido, y ha afligido al pobre y al necesitado, cf. Ezequiel 18: 7; s�, han oprimido injustamente al extranjero, a pesar de las fervientes advertencias del Se�or acerca de esta pr�ctica, �xodo 22:20 ; Deuteronomio 24:17 .

Versículo 30

Y busqu� entre ellos a un hombre que arreglara el seto, levantara un muro contra estos diversos actos de maldad, y se pusiera en la brecha delante de m� por la tierra, para cerrar la brecha e interceder por Jud�, que yo no deber�a destruirlo; pero no encontr� ninguno, la degeneraci�n moral fue tal que dej� incluso a unos pocos justos sin el poder de hacer nada.

Versículo 31

Por tanto, derram� sobre ellos mi indignaci�n, como se explic� anteriormente; Los consum� con el fuego de mi ira, fundi�ndolos en el horno de su castigo; Su propio camino he recompensado sobre sus cabezas, dice el Se�or Dios, castig�ndolos de acuerdo exactamente con sus malas acciones. Es este hecho, que ellos mismos han tra�do el mal destino sobre ellos, que causar� a muchos malvados el mayor tormento en el �ltimo gran castigo.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Ezekiel 22". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/ezekiel-22.html. 1921-23.