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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 29". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/isaiah-29.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Isaiah 29". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
�Ay de Ariel, de Ariel, un nombre que significa "le�n de Dios" o, m�s probablemente, "monta�a de Dios", la ciudad donde habitaba David! que todav�a se distingue por ese hecho. Agregue a�o tras a�o, otro a�o al presente; que maten sacrificios, para que se complete otro ciclo de festividades, es decir, despu�s del final del presente a�o transcurrir�a otro a�o eclesi�stico completo, pero entonces la cat�strofe seguramente golpear�a a Jerusal�n.
Versículos 1-12
El Ay de Ariel
Versículo 2
Sin embargo, angustiar� a Ariel, a la hora indicada, y habr� pesar y dolor, suspiros y gemidos; y ser� para m� como Ariel, Jerusal�n demostrar�a ser un lugar donde se llevar�a a cabo el juicio del Se�or.
Versículo 3
Y acampar� contra ti alrededor, los enemigos que llevan a cabo sus planes en su sitio de la ciudad, y te sitiar� con un monte, con fortificaciones completamente dotadas, cada soldado resuelto a tomar la ciudad, y levantar� fortalezas. contra ti, terraplenes o trincheras.
Versículo 4
Y ser�s derribado y hablar�s desde la tierra, como cubierto de tierra, su voz d�bil y hueca, y tu habla ser� baja del polvo, amortiguada y dif�cil de entender, y tu voz ser� como de uno que tiene un esp�ritu familiar, salido de la tierra, como el de un ventr�locuo que imita el habla de los esp�ritus, y tu habla susurrar� desde el polvo, como uno imaginar�a que la voz de un muerto sonara desde la tumba. Observe la acumulaci�n de expresiones para enfatizar la intenci�n del Se�or. Pero el tiempo de la tribulaci�n no durar�a mucho.
Versículo 5
Adem�s, la multitud de tus forasteros, de los enemigos de Sion, ser� como polvo peque�o, totalmente aplastado, y la multitud de los terribles ser� como paja que pasa, llevada por el viento sin dejar rastro para mostrar que ellos estaban all�; s�, ser� en un instante de repente, la destrucci�n vendr� sobre ellos en un momento.
Versículo 6
T�, Jerusal�n, ser�s visitada, pero con gracia, con miras a la liberaci�n, del Se�or de los ej�rcitos, el poderoso Comandante de los ej�rcitos celestiales, con truenos, terremotos y gran estruendo, tormentas y tempestades y llamas. de fuego devorador, todas las fuerzas de la naturaleza siendo empleadas por el Se�or para derrocar a los invasores altivos.
Versículo 7
Y la multitud de todas las naciones que luchan contra Ariel, el monte del Se�or, t�pico de Su santa Iglesia, incluso todos los que luchan contra ella y sus municiones, su fortaleza de monta�a, y que la angustian, ser�n como un sue�o de un visi�n nocturna, sin nada tangible de lo que presumir, sin victoria ganada.
Versículo 8
Incluso ser� como cuando un hombre hambriento sue�a y, he aqu�, come, siendo el sue�o tan v�vido; pero se despierta y su alma est� vac�a, sin que haya pasado por sus labios ning�n alimento real; o como cuando un sediento sue�a, y he aqu�, bebe; pero se despierta, y he aqu�, est� desmayado, con su sed sin saciar, y su alma tiene apetito, todav�a anhela una bebida refrescante.
As� ser� la multitud de todas las naciones que peleen contra el monte Sion. Hab�an pensado que ser�a f�cil conquistar Jerusal�n, pero se encuentran amargamente decepcionados. Todo el intento de Asiria sobre Jerusal�n ser�a como si no lo hubiera sido, ser�a tan vac�o e irreal como el tejido de un sue�o. Lo mismo suceder� finalmente con todos los enemigos del verdadero Monte Si�n, de la Iglesia de Dios. Pero como el pueblo de Jerusal�n no quiso aceptar las palabras del profeta con fe firme, con aclamaci�n gozosa, contin�a con una reprimenda dura.
Versículo 9
Quedaos y maravillaos, deteni�ndonos en est�pido asombro e incr�dulo asombro; Clamen y clamen, m�s bien, "ceguense y se vuelvan ciegos", dijo de aquellos que deliberadamente se endurecen contra la influencia del gozoso mensaje que se les ha llamado la atenci�n; est�n ebrios, pero no con vino, habi�ndose apoderado de ellos una par�lisis espiritual; se tambalean, pero no con bebidas alcoh�licas, debido a que su embriaguez se debe a su estupidez espiritual. Y como cerraban as� sus corazones contra la influencia del Se�or, �l los castigar�a con la misma estupidez que estaban cultivando.
Versículo 10
Porque el Se�or ha derramado sobre ustedes el esp�ritu de sue�o profundo, con el cual se quedaron estupefactos, y cerr� sus ojos, ceg�ndolos contra la luz del entendimiento; los profetas y sus gobernantes, los videntes, �l cubri�, los mismos l�deres que se supon�a que deb�an ense�ar al pueblo fueron afligidos con ceguera.
Versículo 11
Y la visi�n de todos, que fue revelada por la visi�n de los verdaderos profetas acerca de todas las cosas, os ha llegado a ser como las palabras de un libro sellado, de un rollo de pergamino sellado, de modo que la escritura no sea visible, la cual los hombres entregan a un erudito, diciendo: Lee esto, te ruego; y �l dice: No puedo, porque est� sellado, y a menos que se abra el rollo, es imposible que se vea la escritura;
Versículo 12
y el libro le es entregado al que no es sabio, un analfabeto, diciendo: Lee esto, te ruego; y �l dice: No soy erudito. En cualquier caso, la escritura no ser� revelada, la ense�anza de Dios est� oculta de ellos, as� como de los corazones y las mentes de todos aquellos que endurecen sus corazones contra Su ense�anza.
Versículo 13
Por tanto, el Se�or dijo: Ya que este pueblo, los hombres del Reino del Sur, los hijos de Jud�, se acercan a m� con la boca y con sus labios me honran, en una mera forma externa de adoraci�n, pero han alejado mucho su coraz�n. De M�, la fe se pierde por completo, y su temor hacia M� es ense�ado por el precepto de los hombres, su moralidad externa se basa enteramente en las reglas de conducta en boga entre los hombres, no en el camino de santificaci�n prescrito por Dios, Cf Mateo 15:8 ,
Versículos 13-24
El consejo de Dios
Versículo 14
por tanto, he aqu�, proceder� a hacer una obra maravillosa entre este pueblo, incluso una obra maravillosa y una maravilla, mediante un acto excepcional de juicio; porque la sabidur�a de sus sabios perecer�, de modo que el consejo y la ayuda de aquellos de quienes Jud� depend�a ya no aparecer�an, y la inteligencia de sus hombres prudentes se ocultar�, y sus l�deres se volver�n torpes y est�pidos sin saberlo.
Versículo 15
�Ay de aquellos que buscan profundamente esconder su consejo del Se�or, tratando de ocultar su objetivo a los ojos de Dios, como incluso lo hizo Ezequ�as a veces, y sus obras est�n en la oscuridad, como piensan, escondidas de la omnisciencia de la humanidad! Se�or, y dicen: �Qui�n nos ve y qui�n nos conoce?
Versículo 16
Seguramente el hecho de que vuelvas las cosas al rev�s ser� estimado como barro del alfarero, siendo la frase como una exclamaci�n: "�Ay de tu perversi�n! �Como barro debe ser considerado el alfarero?" Porque la obra, el vaso, como viene de las manos del alfarero, � dir� del que lo hizo: No me hizo a m�? �O la cosa enmarcada, la formada por la habilidad del artista, dir� del que la enmarc�: No ten�a entendimiento? Los l�deres de Jud� estaban cambiando las cosas, ignorando a Dios e incluso coloc�ndose en su lugar.
Versículo 17
�No ser� todav�a por muy poco tiempo y el L�bano se convertir� en un campo f�rtil, y el campo f�rtil ser� estimado como un bosque? La referencia es al tiempo del Mes�as, cuando los corazones de los hombres, desiertos morales sin el Se�or, ser�n reclamados para dar frutos de justicia.
Versículo 18
Y en ese d�a los sordos, aquellos cuyos o�dos, por su perversidad natural, hab�an estado cerrados a la voz del Se�or, oir�n las palabras del Libro, de la revelaci�n escrita, y los ojos de los ciegos, los que sufren con espiritualidad. ceguera, ver� de la oscuridad y de la oscuridad, porque el Se�or mismo iluminar� los ojos de su entendimiento.
Versículo 19
Los mansos tambi�n aumentar�n su gozo en el Se�or, los piadosos entre los afligidos encontrar�n su �nica satisfacci�n en la comuni�n con �l, y los pobres entre los hombres se regocijar�n en el Santo de Israel. Cfr. Mateo 5:3 ; Lucas 6:20 .
Versículo 20
Porque el terrible es reducido a nada, y el escarnecedor es consumido, tanto los tiranos como los escarnecedores, los enemigos de Jehov� abatidos, y todos los que acechan por la iniquidad son destruidos, siendo su iniquidad al acechar las oportunidades para cometer iniquidad. debidamente castigado,
Versículo 21
que hacen a un hombre un ofensor por una palabra, conden�ndolo injustamente, sin importar cu�l sea su causa, y ponen una trampa para el que reprende en la puerta, uno que tiene un asunto en disputa en los tribunales, que com�nmente se llevaban a cabo en las puertas de las ciudades, y desviar al justo por nada, trayendo acusaciones mentirosas contra �l, siendo este el camino del mundo en todas partes.
Versículo 22
Por tanto, as� dice el Se�or, que redimi� a Abraham, llam�ndolo lejos de la casa de su padre, de en medio de la idolatr�a, acerca de la casa de Jacob, la congregaci�n del pueblo escogido por �l, Jacob no ser� ahora avergonzado, ni su El rostro ahora palidece, la Iglesia del Se�or ya no est� sujeta a la verg�enza y la desilusi�n.
Versículo 23
Pero cuando vea a sus hijos, obra de mis manos, una nueva generaci�n de sinceros creyentes en �l, en medio de �l, como una nueva congregaci�n y asamblea de santos, santificar�n mi nombre, y santificar�n al Santo de Jacob. y temer�n al Dios de Israel, la lecci�n del castigo de Jud� y del derrocamiento de los enemigos del Se�or que sirva para hacer que los corazones est�n m�s dispuestos a aceptar las doctrinas del Se�or.
Versículo 24
Tambi�n los que erraron en esp�ritu, aquellos cuyo esp�ritu hab�a abandonado el camino del Se�or, llegar�n al entendimiento, es decir, el de la voluntad y los caminos de Dios, y los que murmuraron aprender�n doctrina, recibir�n la disciplina o instrucci�n del Se�or. Dios desea que Sus hijos de todos los tiempos aprendan la verdadera sabidur�a de �l, que escuchen y presten atenci�n a Su Palabra y se encuentren en los caminos de la santificaci�n.