Puesto que Job hab�a afirmado su inocencia en t�rminos tan enf�ticos, Bildad cre�a que le correspond�a reprenderlo, principalmente en dos proposiciones, a saber, que el hombre no puede discutir con Dios y que ning�n hombre es puro ante Dios. De ese modo cambi� el tema; porque el punto original de los amigos hab�a sido que la aflicci�n de Job prob� que era culpable de alguna transgresi�n especial a los ojos de Dios.
El dominio y el temor est�n con �l, el asombro a trav�s del cual Dios ejerce su poder soberano; �l hace la paz en sus lugares altos, aun los cielos y todo su ej�rcito se somete a �l y se inclina a sus decretos sin discusi�n.
�Hay alg�n n�mero de sus ej�rcitos, de las fuerzas de los �ngeles y de los poderes celestiales que elija para llevar a cabo su voluntad? �Y sobre qui�n se levanta su luz? La gran luz de la majestad de Dios sobrepasa todo entendimiento de las criaturas, no puede ser captada por sus mentes finitas, 1 Timoteo 6:16 . Cierra de antemano todas las cr�ticas por parte de los hombres.
Entonces, �c�mo puede el hombre ser justificado ante Dios? �C�mo podr�a un mortal tener la esperanza de reivindicarse a s� mismo ante los ojos de Dios? �O c�mo puede ser limpio el nacido de mujer? Es imposible para cualquier hombre contender con el Todopoderoso con la esperanza de establecer su pureza moral.
He aqu� hasta la luna, y no brilla, la luna misma palidece ante la gloria absoluta de la luz de Dios; s�, las estrellas no son puras a sus ojos, su brillo centelleante tambi�n se desvanece en la oscuridad junto a la majestad de Dios.
�Cu�nto menos el hombre, que es un gusano, el hombre mortal como un gusano dado a la corrupci�n a los ojos de Dios, y el hijo del hombre, que es un gusano, d�bil y humillado en el polvo ante el omnipotente poder del Se�or! Entonces Bildad enfatiz� la pecaminosidad general del hombre, sus declaraciones implican la advertencia de que Job ahora debe confesar con la debida humildad. Es mucho m�s f�cil reprender a los dem�s que hacer un inventario adecuado de las propias debilidades y pecados.
Información bibliográfica Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Job 25". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/job-25.html. 1921-23.
Versículo 1
Entonces respondi� Bildad, el suhita, y dijo, hablando por �ltima vez:
Versículos 1-6
Bildad reprende a Job de nuevo.
Puesto que Job hab�a afirmado su inocencia en t�rminos tan enf�ticos, Bildad cre�a que le correspond�a reprenderlo, principalmente en dos proposiciones, a saber, que el hombre no puede discutir con Dios y que ning�n hombre es puro ante Dios. De ese modo cambi� el tema; porque el punto original de los amigos hab�a sido que la aflicci�n de Job prob� que era culpable de alguna transgresi�n especial a los ojos de Dios.
Versículo 2
El dominio y el temor est�n con �l, el asombro a trav�s del cual Dios ejerce su poder soberano; �l hace la paz en sus lugares altos, aun los cielos y todo su ej�rcito se somete a �l y se inclina a sus decretos sin discusi�n.
Versículo 3
�Hay alg�n n�mero de sus ej�rcitos, de las fuerzas de los �ngeles y de los poderes celestiales que elija para llevar a cabo su voluntad? �Y sobre qui�n se levanta su luz? La gran luz de la majestad de Dios sobrepasa todo entendimiento de las criaturas, no puede ser captada por sus mentes finitas, 1 Timoteo 6:16 . Cierra de antemano todas las cr�ticas por parte de los hombres.
Versículo 4
Entonces, �c�mo puede el hombre ser justificado ante Dios? �C�mo podr�a un mortal tener la esperanza de reivindicarse a s� mismo ante los ojos de Dios? �O c�mo puede ser limpio el nacido de mujer? Es imposible para cualquier hombre contender con el Todopoderoso con la esperanza de establecer su pureza moral.
Versículo 5
He aqu� hasta la luna, y no brilla, la luna misma palidece ante la gloria absoluta de la luz de Dios; s�, las estrellas no son puras a sus ojos, su brillo centelleante tambi�n se desvanece en la oscuridad junto a la majestad de Dios.
Versículo 6
�Cu�nto menos el hombre, que es un gusano, el hombre mortal como un gusano dado a la corrupci�n a los ojos de Dios, y el hijo del hombre, que es un gusano, d�bil y humillado en el polvo ante el omnipotente poder del Se�or! Entonces Bildad enfatiz� la pecaminosidad general del hombre, sus declaraciones implican la advertencia de que Job ahora debe confesar con la debida humildad. Es mucho m�s f�cil reprender a los dem�s que hacer un inventario adecuado de las propias debilidades y pecados.