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Job 4

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Entonces Elifaz, el temanita, respondi� y dijo:

Versículos 1-21

Habiendo as� Job cedido a su impaciencia, sus amigos pensaron que era su deber corregirlo. Pero en lugar de mostrarle en qu� sentido su posici�n era incorrecta, proceden de acuerdo con la suposici�n de que Job debe ser culpable de alguna falta o pecado especial, y lo reprenden en consecuencia.

Versículo 2

Si intentamos comunicarnos contigo, �te entristecer�s? Elifaz quer�a estar seguro desde el principio de que Job no malinterpretar�a a sus amigos si se aventuraban a hacer algunas sugerencias, que no se sentir�a insultado ni ofendido si hablaban una palabra en su nombre. Pero, �qui�n puede abstenerse de hablar? Sinti� que deb�a expresar su opini�n en este momento.

Versículo 3

He aqu�, has instruido a muchos, es decir, con palabras de amorosa reprensi�n y amonestaci�n, y has fortalecido las manos d�biles, haciendo que las manos flojas asuman sus tareas con nuevo vigor.

Versículo 4

Tus palabras han sostenido al que ca�a, y has fortalecido las rodillas d�biles, sosteniendo en pie a los hombres que estaban a punto de hundirse, en sentido figurado, con su apoyo moral, con su �nimo.

Versículo 5

Pero ahora te ha llegado y te desmayas; ahora que la desgracia, a su vez, hab�a golpeado a Job, todas sus excelentes amonestaciones a los dem�s fueron olvidadas, y estaba d�bil e impaciente. Te toca y est�s turbado, confundido, presa del terror, lleno de debilidad y abatimiento cuando el sufrimiento llega a su propia puerta.

Versículo 6

�No es �ste tu temor, tu confianza, tu esperanza y la rectitud de tus caminos? o, "�No es tu piedad, tu confianza y tu esperanza la justicia de tus caminos?" Elifaz dio a entender que seguramente Job no ten�a mala conciencia, que ciertamente pod�a y deb�a recordar la rectitud de su vida, que su amigo no estaba dispuesto a cuestionar.

Versículo 7

Te ruego que recuerdes a qui�n pereci� siendo inocente. �O d�nde fueron cortados los justos? Este �nfasis excesivo en la seguridad de los rectos muestra que Elifaz ten�a la intenci�n de expresar sus dudas sobre la piedad invariable de Job, tratando de transmitir la idea de que, despu�s de todo, debe haber habido algo que merec�a un castigo extraordinario de la mano de Dios. Este pensamiento ahora se elabora en detalle.

Versículo 8

Como he visto, los que aran iniquidad, sembrando maldad en sus campos y siembran maldad, miseria y ruina para otros, cosechan lo mismo. "Todo lo que el hombre sembrare, eso tambi�n segar�", G�latas 6:7 .

Versículo 9

Por el soplo de Dios perecen, como Dios sopla sobre ellos con ira, y por el soplo de su nariz son consumidos, como plantas que el viento abrasador quema, y ??se marchitan y se marchitan.

Versículo 10

El rugido del le�n, cuando sale para agarrar y desgarrar su presa, y la voz del le�n feroz, del rugiente que muestra su temperamento airado, y los dientes de los leoncillos est�n rotos.

Versículo 11

El viejo le�n, el que disfruta de la plenitud de la fuerza adulta, perece, deambula indefenso, por falta de presas, y los robustos cachorros de le�n se dispersan por el exterior, m�s bien, los cachorros de la leona. Se mencionan leones de todas las edades y de todas las condiciones de fuerza para representar la destrucci�n del pecador altivo con toda su casa. Elifaz saca ahora una conclusi�n que expresa con mucho cuidado.

Versículo 12

Ahora, una cosa me fue tra�da en secreto, vino a �l de una manera sigilosa y misteriosa, y mi o�do recibi� un poco de ella, un leve susurro o balbuceo, como de un or�culo, que apenas se atrev�a a pronunciar.

Versículo 13

En pensamientos de las visiones de la noche, en cuadros como los que pintan los pensamientos en los sue�os, cuando el sue�o profundo cae sobre los hombres, cuando el esp�ritu del hombre parece penetrar en reinos sobrehumanos,

Versículo 14

Me sobrevino el miedo y el temblor, encontr�ndome con �l de tal manera que lo recorri� un escalofr�o, que hizo temblar todos mis huesos, en una profunda y espantosa agitaci�n.

Versículo 15

Entonces un esp�ritu pas� ante mi rostro, desliz�ndose o revoloteando ante �l como la aparici�n de un �ngel; los cabellos de mi carne se erizaron, como en un terror repentino y extremo;

Versículo 16

se detuvo, pero no pude discernir su forma, ten�a la vaga indiferencia que crea tal impresi�n de asombro; una imagen estaba ante mis ojos, hubo silencio, y escuch� una voz, m�s bien, un murmullo ceceante y una voz, una voz ceceante o murmurante, que dec�a :

Versículo 17

�Ser� el hombre mortal m�s justo que Dios? �Ser� un hombre m�s puro que su Hacedor? El pensamiento contenido aqu� es este, que quien censura el gobierno de Dios, como lo hab�a hecho Job en su queja, afirma ser m�s justo que Dios y, por lo tanto, se vuelve culpable.

Versículo 18

He aqu�, no confi� en sus siervos, los �ngeles ministradores; ya sus �ngeles acus� de insensatez, a los mismos esp�ritus de luz les imputa error, no pueden compararse con �l en santidad y pureza;

Versículo 19

mucho menos en los que habitan en casas de barro, hombres fr�giles con cuerpos materiales, terrenales, cuyo fundamento est� en el polvo, del que originalmente fueron enmarcados sus cuerpos, que son aplastados ante la polilla? �Totalmente consumidos como si no fueran m�s que polillas!

Versículo 20

Son destruidos, golpeados en peque�os pedazos y as� convertidos en polvo, de la ma�ana a la noche, siendo su vida un lapso de tiempo extremadamente corto; perecen para siempre sin que nadie se d� cuenta, pronto mueren y r�pidamente se olvidan.

Versículo 21

�No se va su excelencia que est� en ellos? Mueren, incluso sin sabidur�a, literalmente, "�No es su cuerda arrancada?" la imagen se tom� del r�pido armado de una tienda de campa�a. Sin haber encontrado la verdadera sabidur�a en sus vidas, habiendo vivido en la miop�a y la locura todos sus d�as, los hombres mueren, son cortados y llevados, Salmo 90:9 . Al recordar esto, el cristiano se ver� obligado en todo momento a orar: "Ens��anos, pues, a contar nuestros d�as para que apliquemos nuestro coraz�n a la sabidur�a".

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Job 4". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/job-4.html. 1921-23.