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Job 42

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Entonces Job, ahora completamente vencido por los argumentos del Se�or, respondi� al Se�or y dijo :

Versículos 1-6

La humilde confesi�n de Job.

Versículo 2

S� que puedes hacer todo, la omnipotencia, el poder creador de Dios, se le ha presentado de la manera m�s convincente, y que ning�n pensamiento puede ser retenido de Ti, ninguna empresa, ninguna aventura le est� prohibida; no importa lo que haga, su justicia no puede ser cuestionada. No importa lo dif�cil que sea para los hombres entender, los caminos de Dios siempre son correctos.

Versículo 3

�Qui�n es el que esconde consejos sin conocimiento? Esa fue la pregunta que el Se�or le hab�a dirigido a Job al comienzo de Su discurso, 38: 2, y Job ahora reconoce la verdad de este veredicto. Por tanto, he dicho lo que no entend�, haciendo declaraciones sobre cosas m�s all� de su comprensi�n; cosas demasiado maravillosas para m�, que no sab�a, juzgar el gobierno de Dios de los asuntos humanos que no puede ser sondeado por la mente finita del hombre mientras est� en este mundo.

Versículo 4

O�d, os suplico, y hablar�, porque Job estaba listo ahora para dar la respuesta correcta; Te demandar� y me declarar� que �l estaba dispuesto humildemente a pedir y recibir instrucci�n.

Versículo 5

He o�do hablar de ti por el o�do del o�do, �l hab�a sacado sus conclusiones s�lo de una observaci�n externa e incompleta, que, como ahora se da cuenta, era defectuosa; pero ahora mis ojos te ven, �l hab�a tenido su visi�n espiritual abierta a la verdadera esencia de Dios, a la comprensi�n de Sus atributos.

Versículo 6

Por tanto, me aborrezco a m� mismo, Job repudi� y rechaz� por completo todas sus declaraciones imprudentes, que hab�an arrojado calumnias a la justicia de Dios, y se arrepinti� en polvo y ceniza, en la m�s profunda humillaci�n y duelo. �sa es la actitud adecuada a tomar si uno est� convencido de alg�n error en su vida pasada; no para difamar el asunto, sino para hacer una confesi�n completa, para venir al Se�or con mansedumbre y arrepentimiento, pidiendo Su perd�n.

Versículo 7

Y sucedi� que despu�s de que el Se�or hubo hablado estas palabras a Job, despu�s de que Job hubo dado su respuesta arrepentida, el Se�or dijo a Elifaz, el temanita, como portavoz y l�der de los tres amigos: Mi ira se ha encendido contra ti y contra tus dos amigos, Bildad y Zofar; porque no hab�is hablado de m� lo que es justo como lo ha hecho mi siervo Job, ellos hab�an persistido en su empe�o de marcar a Job como un enorme pecador, culpable de delitos graves, habiendo concluido, por tanto, que las calamidades siempre resultan culpables, siendo esto una representaci�n falsa de la manera en que Dios trat� a Job.

Versículos 7-17

Trabajo reivindicado y restaurado a la prosperidad

Versículo 8

Por tanto, tomad ahora siete becerros y siete carneros, cf N�meros 23:1 , y id a mi siervo Job, que deb�a actuar en calidad de sacerdote, y ofreceos en holocausto para hacer expiaci�n por s� mismos; y mi siervo Job orar� por ti, actuando como mediador en su favor, intercediendo por ellos; por �l lo aceptar�, consider�ndolo favorablemente, no sea que haga con vosotros despu�s de vuestra locura, castigando sobre ellos el castigo de su necedad, por cuanto no hab�is hablado de m� lo que es recto como mi siervo Job.

Versículo 9

Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita e hicieron lo que el Se�or les hab�a mandado. El Se�or tambi�n acept� a Job, consider�ndolo favorablemente en su intercesi�n por sus amigos.

Versículo 10

Y el Se�or cambi� el cautiverio de Job, lo restaur�, lo vindic�, lo indemniz� ampliamente por las p�rdidas que hab�a sufrido, cuando or� por sus amigos, mostrando as� el debido esp�ritu de perd�n; tambi�n el Se�or le dio a Job el doble de lo que ten�a antes.

Versículo 11

Entonces vinieron a �l todos sus hermanos y todas sus hermanas, todos los parientes que se hab�an apartado tan despiadadamente de �l durante su miseria, y todos los que le hab�an conocido antes, cf 19, 13-19, y com�an pan con �l en su casa, una vez m�s feliz de disfrutar de su hospitalidad; y lo lamentaron, a la manera de amigos de este tipo, y lo consolaron de todo el mal que el Se�or hab�a tra�do sobre �l.

Cada uno le dio tambi�n una moneda, una pieza de oro que se cree que estaba estampada con la figura de un cordero, que val�a aproximadamente cuatro veces m�s que un siclo, G�nesis 33:19 , y cada uno un aro de oro en la nariz. En esa �poca, tanto hombres como mujeres usaban anillos y aretes.

Versículo 12

De modo que el Se�or bendijo el fin �ltimo de Job m�s que su principio, al duplicar su sustancia anterior; porque ten�a catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, Cf 1, 3.

Versículo 13

Tambi�n tuvo siete hijos y tres hijas, siendo una familia numerosa una se�al especial de la bendici�n de Dios sobre una casa.

Versículo 14

Y llam� el nombre de la primera, Jemima; y el nombre del segundo, Kezia; y el nombre de la tercera, Keren-happuch; los tres nombres describen la belleza, el encanto y la gracia de las j�venes y el feliz cambio en la suerte de Job.

Versículo 15

Y en toda la tierra no hubo mujeres tan hermosas como las hijas de Job, distinguidas por su extraordinaria belleza; y su padre les dio herencia entre sus hermanos, lo que es una indicaci�n de la excelente armon�a que prevalec�a en esta familia.

Versículo 16

Despu�s de esto vivi� Job ciento cuarenta a�os y vio a sus hijos y a los hijos de su hijo, hasta cuatro generaciones, una prueba especial del favor divino, Salmo 128:6 ; Proverbios 17:6 .

Versículo 17

Y muri� Job, viejo y lleno de d�as, siendo una vida larga y feliz tambi�n una bendici�n de Jehov�, G�nesis 25:8 ; G�nesis 35:29 . Nota: Muchos cristianos que est�n cargando cruces pesadas han recibido consuelo de la lecci�n de Job. Puede que no siempre suceda para que los que sufren entre los creyentes recuperen la salud y la prosperidad como lo hizo Job, pero llegar� el momento en que conocer�n y comprender�n los caminos de Dios, d�ndose cuenta plenamente de que �l siempre tiene pensamientos de paz para con nosotros y nunca m�s. pensamientos de maldad, que siempre desea nuestro bienestar.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Job 42". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/job-42.html. 1921-23.