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Job 9

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Entonces Job respondi� y dijo:

Versículos 1-21

Defensa de Job contra la sospecha.

Tanto Elifaz como Bildad hab�an intentado atribuirle a Job alg�n error espec�fico, pidi�ndole una confesi�n en ese sentido. Por tanto, se defiende de esta forma de sacar conclusiones en su caso.

Versículo 2

S� que es cierto que Dios es justo en todo lo que hace, que nunca pervierte la justicia; pero, �c�mo deber�a el hombre, un ser mortal, el hombre en su mortalidad y debilidad, ser justo con Dios? Incluso si el hombre mortal, en su propia opini�n, tuviera raz�n frente a Dios, su propio juicio no tiene valor; para ning�n hombre, como Dios declara claramente. puede ser justo a sus ojos.

Versículo 3

Si contiende con �l, si el hombre mortal se atreve a entablar un pleito con el gran Dios, no puede contestarle como una entre mil; si el caso del hombre fuera llevado a juicio, Dios podr�a y lo har�a tan r�pidamente avergonzarlo y abrumarlo con preguntas que r�pidamente se quedar�a all�, mudo de verg�enza, incapaz de justificarse en un solo punto.

Versículo 4

�l es sabio de coraz�n y poderoso en fuerza; esos son dos atributos sobresalientes de Dios. �Qui�n se ha endurecido contra �l, endureciendo su cuello en necia oposici�n, desafi�ndolo, y ha prosperado? Con su sabidur�a el Se�or puede confundir al hombre, y con su fuerza puede vencerlo; de modo que ning�n mortal puede defender su causa ante Dios.

Versículo 5

Que remueve los montes y no lo saben, sin que se den cuenta; que los derriba en su ira; Su ira los golpea con una furia tan repentina que ni siquiera son conscientes del cambio efectuado por su poder hasta que todo est� hecho.

Versículo 6

Que sacude la tierra de su lugar, haciendo temblar no solo los montes, sino toda la tierra en fuertes terremotos, y sus columnas tiemblan, sus mismos cimientos son sacudidos y sacudidos, Salmo 75:3 ; Isa�as 24:20 .

Versículo 7

Que manda al sol, y no sale, reteniendo sus rayos dorados de la tierra; y sellar� las estrellas, poniendo un sello alrededor de ellas, cubri�ndolas con espesas nubes y oscureciendo tanto la noche como el d�a, seg�n �l quiere.

Versículo 8

El �nico que extiende los cielos como una inmensa tienda, Isa�as 40:22 , y pisa sobre las olas del mar, �l es su Se�or; aunque se elevan en alturas amenazantes, Salmo 107:26 , a Su omnipotente mandato deben servirle con mansedumbre.

Versículo 9

Que hace Arcturus, la constelaci�n de la Osa Mayor, en la parte norte del cielo, Ori�n, una constelaci�n del cielo del sur, y Pl�yades, una constelaci�n del cielo del este, y las c�maras del sur, los lugares secretos del cielo. Cielo ant�rtico, porque en esa direcci�n los espacios infinitos de los cielos estaban ocultos a la vista de los astr�nomos �rabes.

Versículo 10

Que hace grandes cosas indescriptibles, s�, y maravillas innumerables. Job estuvo de acuerdo alegremente con su amigo, 5: 9, sobre el poder absoluto y la inexpresable majestad de Dios. El gran poder del Se�or se manifiesta no solo en el reino de la naturaleza, sino tambi�n en Su gobierno del hombre.

Versículo 11

He aqu�, �l va a mi lado, y yo no le veo; �l tambi�n sigue adelante, pero yo no lo percibo. Aunque sus ojos no pueden ver al Dios grande y poderoso, su esp�ritu percibe Su cercan�a, mientras pasa como un viento destructivo ante el cual ning�n hombre puede enfrentarse.

Versículo 12

He aqu�, �l quita, arrebata a su v�ctima y todo el bot�n que decide tomar; �Qui�n puede estorbarlo, retenerlo de su curso, poner obst�culos en su camino? �Qui�n le dir�: �Qu� haces? Este pensamiento del poder abrumador y a menudo aparentemente arbitrario de Dios ahora impulsa a Job a hablar de una manera casi desafiante.

Versículo 13

Si Dios no retira Su ira, m�s bien, afirmativamente, "No har� que regrese", no lo recordar�, los orgullosos ayudantes se inclinan debajo de �l, literalmente, "los ayudantes de Rahab se encogen ante �l", la referencia siendo una derrota hist�rica o legendaria de algunos poderosos enemigos de Jehov�.

Versículo 14

�Cu�nto menos le responder�, es decir, que adversarios tan grandes y poderosos, y elegir� mis palabras para razonar con �l? No importa qu� tan cuidadosamente eligiera sus palabras, tratando de obtener la expresi�n correcta, no pod�a escapar de la reprimenda de parte de Dios.

Versículo 15

A quien, aunque yo fuera justo, aunque Job tuviera raz�n, libre de culpa seg�n las normas de derecho com�nmente aceptadas, no responder�a, es decir, Job no podr�a responder, pero suplicar�a a mi Juez, siendo llevado a la humillante posici�n de suplicar al Juez, que era su adversario, acusador y juez en una sola persona.

Versículo 16

Si hubiera llamado, y �l me hubiera respondido, si la s�plica de Job aparentemente encontrara favor, sin embargo, no creer�a que �l hab�a escuchado mi voz; tem�a que la exaltaci�n infinita de Dios le impidiera mostrar tal bondad.

Versículo 17

Porque �l me quebranta con una tempestad, es decir, abrumar�a a Job con una tormenta, si intentara tal proceder, y multiplicar�a mis heridas sin causa, a pesar de la inocencia de Job, lo perseguir�a con calamidades.

Versículo 18

No me permitir� tomar aliento, sino que me llena de amargura, siendo este el alimento con el que Job debe satisfacer su alma.

Versículo 19

Si hablo de fuerza, he aqu� que �l es fuerte, en una prueba de fuerza, Job, por supuesto, no resistir�a un espect�culo; y si soy de juicio, �qui�n me dar� tiempo para suplicar? Si fuera una cuesti�n de justicia y juicio, la poderosa palabra de Dios le tronar�a: �Qui�n me citar�? En cualquier caso, no hab�a esperanza para un hombre d�bil y mortal.

Versículo 20

Si me justifico, mi propia boca me condenar�; incluso si tuviera raz�n, la confusi�n de su discurso lo condenar�a; si digo que soy perfecto, inocente, sin culpa, tambi�n me resultar� perverso, lo declarar� culpable.

Versículo 22

Esto es una cosa, todo es uno, o no importa si una persona es inocente o culpable; por eso dije: �l destruye al perfecto y al imp�o; Job se siente obligado a hacer esta declaraci�n contra Dios.

Versículos 22-35

Job insiste en que Dios visita tambi�n a los justos con aflicci�n

Versículo 23

Si el azote mata repentinamente, es decir, por medio de cualquier calamidad, se reir� del juicio de los inocentes, Dios se burlar� de la desesperaci�n de los inocentes , no permiti�ndose que se perturbe en el goce de Su bienaventuranza celestial.

Versículo 24

La tierra es entregada en manos de los imp�os, esto Dios f�cilmente lo permite; �l cubre el rostro de sus jueces, cubriendo sus ojos y permiti�ndoles tomar decisiones perversas, practicar la injusticia; si no, �d�nde y qui�n es? �Qui�n sino Dios podr�a ser el que hace esto!

Versículo 25

Ahora, mis d�as son m�s r�pidos que un correo, volando m�s r�pido que el movimiento de un mensajero o un corredor; huyen, no ven el bien; Job desespera por ser liberado de su aflicci�n, ha olvidado por completo su anterior estado de prosperidad.

Versículo 26

Pasaron como los barcos veloces, pasando como barcos de junco, conocidos por su ligereza y rapidez; como el �guila que se apresura hacia la presa y se abalanza sobre ella con una velocidad casi incre�ble. As�, Job ilustra la apresurada huida de su vida.

Versículo 27

Si digo, olvidar� mi queja, tratando de despertar de su estupor, dejar� mi pesadez, literalmente, "mi semblante", es decir, su mirada l�gubre y abatida, y me consolar�, luciendo alegre una vez. m�s.

Versículo 28

Tengo miedo de todas mis penas, una vez m�s se ve obligado a estremecerse de dolor; S� que no me considerar�s inocente, que Dios no lo declarar� inocente .

Versículo 29

Si soy malvado, m�s bien, "ser� culpable", declarado malvado por el decreto de Dios, �por qu�, entonces, trabajo en vano? Fue un esfuerzo in�til de su parte intentar parecer inocente; sinti� que se estaba cansando sin resultado.

Versículo 30

Si me lavo con agua de nieve, que se considera que contiene un mayor poder limpiador que el agua ordinaria, y dejo que mis manos nunca est�n tan limpias, literalmente, "limpi�ndome las manos con lej�a", en un esfuerzo por eliminar todas las impurezas,

Versículo 31

pero me hundir�s en el hoyo, en un fregadero o en una alcantarilla, y mis propias ropas me aborrecer�n. Esto suceder�a mientras a�n estaba desnudo despu�s de su lavado y har�a que se volviera tan sucio que sus propias ropas se avergonzaran de �l. Es decir: "Ni siquiera la autojustificaci�n mejor fundamentada puede serle �til; porque Dios, a�n as�, har�a que su inocencia claramente probada se convirtiera en la m�s horrible impureza" (Delitzsch).

Versículo 32

Porque �l no es un hombre, como yo, para que yo le responda, estando al mismo nivel que �l ante un tribunal de justicia, y debemos reunirnos en juicio.

Versículo 33

Tampoco hay entre nosotros ning�n interlocutor, �rbitro o mediador que pueda poner su mano sobre nosotros, actuando como �rbitro entre Dios y Job para resolver su caso; porque Dios era acusador y juez.

Versículo 34

Quite de m� su vara, el azote y la calamidad con que golpeaba a Job, y no me aterrorice su temor, aturdi�ndolo con su majestuosa presencia;

Versículo 35

entonces hablar�a sin temerle, es decir, habiendo eliminado este impedimento de abrumadora majestad; pero no es as� conmigo, en su propia persona no estaba consciente de ninguna raz�n por la que debiera temerle. La defensa de Job de s� mismo se vuelve tan enf�tica que raya en la jactancia moralista, un acto contra el cual todo creyente debe protegerse con el mayor cuidado.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Job 9". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/job-9.html. 1921-23.