Bible Commentaries
Salmos 17

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Oye lo correcto, oh Se�or, escuchando como el creyente presenta el argumento de su justicia, atiende a mi clamor, su fuerte e importuna llamada; presta o�do a mi oraci�n, que no sale de labios fingidos, de labios que nada tienen que ver con hipocres�a y enga�o; porque si estuviera contaminado por la culpa, no se atrever�a a acercarse al Se�or, orando con los labios, en ese caso, lleno de falsedad.

Versículos 1-5

El creyente se refugia en Dios.

Todo verdadero creyente es un pobre pecador a los ojos de Dios, sabiendo que su pecaminosidad natural no le permitir� justificarse ante el tribunal de la justicia divina. Al mismo tiempo, todo creyente puede acercarse a Dios con alegr�a, y lo hace con alegr�a, no bas�ndose en sus propios m�ritos, sino en virtud de su confianza en la justicia de Cristo que le ha sido imputada. Adem�s, puede, en ese momento, instar a la sinceridad de su conducta, a la rectitud de su vida, porque las buenas obras que realiza son la obra de Dios en �l y, por lo tanto, bien merecer�n la atenci�n del Se�or. Oraci�n de David.

Haciendo una s�plica por la fuerza de su justicia de vida

Versículo 2

Que mi sentencia salga de tu presencia, que lo absuelva de maldad, declarando Dios mismo que David no era culpable ante �l; que tus ojos vean lo que es igual, Dios ve y juzga correctamente, lee los corazones y las mentes y conoce la verdadera rectitud.

Versículo 3

Has probado mi coraz�n prob�ndolo por su sinceridad; Me has visitado en la noche, una investigaci�n en ese momento es especialmente inquisitiva, ya que el alma no es perturbada por los sucesos y ruidos del mundo exterior; Me has probado, haciendo un examen muy detenido, y no hallar�s nada, ning�n pensamiento perverso; Me he propuesto que mi boca no transgreda, que no permita que un pensamiento pecaminoso pase por la puerta de su boca.

Versículo 4

En cuanto a las obras de los hombres, como David not� c�mo los hombres en general se comportaban, por la palabra de Tus labios, de acuerdo con el mandato de Dios, me apart� de las sendas del destructor, �l no hab�a seguido el ejemplo de los imp�os. en volverse culpable de opresi�n, de robo y de violencia.

Versículo 5

Mant�n mis pasos en tus sendas, sus pasos siguen los caminos trazados por Dios, para que mis pasos no se deslicen, no se haya apartado de ninguno de los lados del camino del mandato de Dios, puede con toda sinceridad instar su justicia ante el tribunal de Dios. Este es un ejemplo para todos los creyentes y al mismo tiempo una advertencia contra la hipocres�a; porque s�lo el que tiene buena conciencia puede orar de esta manera.

Versículo 6

Te he invocado, es decir, en la capacidad en la que se describi� a s� mismo, como un hijo de Dios que pod�a se�alar leg�timamente la justicia de su vida, porque t� me escuchar�s, oh Dios, de esto David estaba seguro. Inclina tu o�do hacia m�, en la actitud de la m�s cuidadosa atenci�n, y escucha mi discurso.

Versículos 6-15

David pide ayuda a Dios

Versículo 7

Muestra tu maravillosa bondad amorosa, d�ndole una prueba, una exhibici�n de su gracia, oh T� que salvas por tu diestra a los que en Ti conf�an de los que se levantan contra ellos, siendo esta la raz�n por la que David pone su conf�a en el Se�or con una confianza tan firme.

Versículo 8

Gu�rdame como a la ni�a de los ojos, siendo nombrada esta como una de las posesiones m�s queridas por los hombres ; esc�ndeme bajo la sombra de tus alas, como la madre ave abriga a sus cr�as con tierna protecci�n, cf Deuteronomio 32:10 ; Salmo 36:7 ; Mateo 23:37 ,

Versículo 9

de los malvados que me oprimen, rode�ndolo con avidez con el prop�sito de consumirlo y devorarlo, de mis enemigos mortales, que me rodean , listos para atacarlo por todos lados.

Versículo 10

Est�n encerrados en su propia grasa, est�n muertos a todo sentimiento humano; con su boca hablan con orgullo, son insolentes en su comportamiento, como si la victoria segura estuviera cerca.

Versículo 11

Ahora nos han rodeado en nuestros pasos, de modo que los creyentes no pueden moverse sin su conocimiento; han puesto sus ojos inclinados a la tierra, estaban mirando ansiosamente para arriesgarse y arrojar a los creyentes al suelo, abrumando as� por completo;

Versículo 12

como un le�n que es codicioso de su presa, acechando ansiosamente en su camino, y como un le�n joven acechando en lugares secretos, acobardado en sus escondites, listo para saltar sobre una v�ctima desprevenida.

Versículo 13

Lev�ntate, oh Se�or, otra vez el sonoro llamamiento de David, defraudalo, sal al encuentro del adversario y para anticipar su maldad, derribalo; libra mi alma de los imp�os, de todos los injustos bajo el liderazgo de Satan�s, que es tu espada, con su espada omnipotente, el Se�or r�pidamente traer� liberaci�n,

Versículo 14

de los hombres que son de Tu mano, m�s bien, que libra de los malos proyectos de este pueblo con Su mano, oh Se�or, de los hombres del mundo, cuyo �nico inter�s est� en esta vida, que tienen su porci�n, la medida de todo lo que desean, en esta vida, y cuyo vientre llenas con Tu tesoro escondido, d�ndoles de la rica reserva de bienes temporales que est�n bajo Su control. Est�n llenos de hijos, siendo bendecidos tambi�n en este sentido, y dejan el resto de sus bienes a sus beb�s, heredando sus hijos los bienes de este mundo en gran abundancia.

As�, se muestra que la buena fortuna de los imp�os consiste �nicamente en los tesoros de este mundo, alcanz�ndose el colmo de su ambici�n cuando el dinero, el honor y los placeres son suyos. Pero el salmista, en conclusi�n, se pone en contraste directo con toda esta felicidad terrenal con los pecados que la acompa�an.

Versículo 15

En cuanto a m�, contemplar� tu rostro en justicia, como el feliz poseedor de la justicia de Dios en Cristo Jes�s, el tesoro m�s glorioso del cristiano; Estar� satisfecho, con una satisfacci�n eterna, a diferencia de cualquier disfrute pasajero en este mundo, cuando despierte, a Tu semejanza, la imagen original de Dios restaurada en los creyentes resucitados en la forma de un conocimiento perfecto de Dios y en la verdadera justicia y santidad, Efesios 4:24 ; Colosenses 3:10 . Eso, en una palabra, ser� la felicidad de la gran resurrecci�n al final de los tiempos, ver a Dios cara a cara y estar con �l en justicia y santidad eternas, por los siglos de los siglos.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Psalms 17". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/psalms-17.html. 1921-23.