Bible Commentaries
Salmos 24

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

La tierra es del Se�or, toda la creaci�n visible pertenece a Jehov�, como producto de Su omnipotencia, y la plenitud de ella, lo que llena su contenido, todo lo que contiene, est� en Su poder; el mundo y los que en �l habitan, no s�lo las criaturas inanimadas, sino todas las criaturas vivientes que habitan el mundo. Todo esto est� en Su poder absoluto e ilimitado, pertenece a Su Reino de Poder.

Versículos 1-6

La Venida del Rey de Gloria.

El reino mesi�nico.

Un salmo de David, otro himno del Mes�as y Su reino, para preparar a los creyentes del Antiguo Testamento para Su venida e inspirar a los creyentes del Nuevo Testamento con el debido respeto por su Rey.

Versículo 2

Porque �l la fund� sobre los mares, �l puso los cimientos de la tierra en medio del poderoso oc�ano, y la estableci� sobre las inundaciones, d�ndole una base firme cuando separ� el agua de la tierra seca y llam� a la �ltima tierra. . Este es el reino m�s grande y extenso de Jehov�, el que incluye a todos los seres creados. Pero la descripci�n ahora se reduce a un reino m�s peque�o.

Versículo 3

�Qui�n subir� al monte de Jehov�, al monte de Jehov� o Sion, el lugar de Su presencia en medio de Su pueblo y tipo de Su santa congregaci�n? �O qui�n estar� en su lugar santo? el lugar de Su santidad, donde �l se revel� a los miembros de Su Iglesia; porque en ese momento solo se permit�a entrar a los patios interiores a las personas que eran miembros de la Iglesia jud�a.

Versículo 4

El de manos limpias, Lev�ticamente puros y sin mancha de delitos, y de coraz�n puro, cuyo amor a Jehov� es sin hipocres�a; el cual no ha elevado su alma a la vanidad, en ninguna forma de conducta id�latra, ni ha jurado con enga�o, con juramentos falsos. Los verdaderos miembros de la Iglesia jud�a son un tipo de la Iglesia del Nuevo Testamento, a la que pertenecen todos los hombres cuyos corazones han sido purificados por la fe en el Redentor, cuyas manos se mantienen limpias del pecado y toda forma de vileza por amor a �l. , cuyas almas de ninguna manera se preocupan por las vanidades id�latras del mundo presente. Los hombres a quienes se aplica esta descripci�n son bienvenidos en el monte de Jehov�; �l los busca ansiosamente en el lugar de Su santidad.

Versículo 5

�l recibir� la bendici�n del Se�or, es decir, la justicia de Dios en Jesucristo, imputada a todos los creyentes y asegur�ndoles su salvaci�n, y la justicia del Dios de su salvaci�n. Es mediante este proceso de otorgar justicia a un oyente tras otro de la Palabra que se re�ne una generaci�n, un pueblo, cuyo objetivo principal en la vida es aprender m�s de Jehov�, su Dios.

Versículo 6

�sta es la generaci�n de los que lo buscan, que buscan tu rostro, oh Jacob, deseando seguir al Dios de Jacob, cumplir sus �rdenes, entrar en una comuni�n cada vez m�s perfecta con �l, porque al preguntar por Jacob, patriarca de la religi�n verdadera, preguntan por Aquel que la inspir�, el Dios eterno de su salvaci�n. Selah. As�, el Reino de la Gracia, la Iglesia de Jesucristo, se describe breve pero adecuadamente.

Versículo 7

Levanten la cabeza. Oh puertas; y alzaos vosotros, puertas eternas; y el Rey de Gloria entrar�. La imagen es la de una hueste poderosa avanzando para tomar posesi�n del monte Sion, con un gran Rey, que quiere entrar en la ciudad, la congregaci�n de los santos, a la cabeza. Suena el grito desafiante de que las puertas de Sion, del Templo espiritual del Se�or, levanten la cabeza, los dinteles, se ensanchen, dejen espacio para la entrada de este gran Rey.

Puertas de la eternidad se llaman, porque existieron desde que el primer hombre acept� la promesa del Mes�as, y permanecer�n por toda la eternidad, a pesar de todos los intentos de los portales del infierno por derrocarlas. Una voz solista ahora pregunta:

Versículos 7-10

La bienvenida del rey

Versículo 8

�Qui�n es este Rey de Gloria? Y el coro responde con alegr�a: Jehov� el fuerte y valiente, Jehov� el poderoso en la batalla. El Mes�as es el Dios todopoderoso, poderoso, invencible en la guerra, vestido de gloria y majestad eterna. Aqu� se lo representa viniendo a Su pueblo como Aquel a quien la victoria sobre todos los enemigos est� asegurada desde el principio, quien abrumar� a todos Sus enemigos. Una vez m�s resuena el desaf�o,

Versículo 9

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas; alzaos vosotros, puertas eternas; y el Rey de Gloria entrar�. El Mes�as est� ansioso por entrar en los corazones de todos aquellos que acepten Su amor y misericordia. Una sola voz:

Versículo 10

�Qui�n es este Rey de Gloria? Y el coro responde, con gozoso j�bilo: El Se�or de los ej�rcitos, el gran Jehov� de los ej�rcitos, �l es el Rey de gloria. Selah. Que todo coraz�n le sea abierto en gozosa bienvenida para que �l pueda entrar y permanecer por toda la eternidad, en la majestad de Su grandeza y en la belleza de Su amor.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Psalms 24". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/psalms-24.html. 1921-23.