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Salmos 26

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Juzgame, oh Dios, declar�ndolo justo por sentencia judicial, decidiendo a su favor, y desechando as� las acusaciones falsas de los enemigos; porque he caminado en mi integridad, en pureza de coraz�n, libre de maldad. Tambi�n he confiado en el Se�or; por lo tanto, no me deslizar�, m�s bien, sin vacilar si hubiera depositado su confianza en Jehov�, por lo que confiadamente esperaba que el Se�or participara en su desgracia actual.

Versículos 1-12

Oraci�n del perseguido sin causa.

Salmo de David, quien probablemente compuso este himno cuando �l mismo sufr�a persecuci�n, siendo obligado a huir ante Absal�n. Sin embargo, el contenido de este salmo se aplica a muchas situaciones en la vida de todos los hijos de Dios.

Versículo 2

Exam�name, oh Se�or, y pru�bame, haciendo una investigaci�n cuidadosa; prueba mis riendas y mi coraz�n, como un ensayador busca oro en el mineral. Est� dispuesto a someterse al examen m�s minucioso, tanto para demostrar su inocencia como para que se purgue la escoria de cualquier autoenga�o, ya sea que se encuentre en las pasiones inferiores o en los afectos superiores.

Versículo 3

Porque tu bondad amorosa est� ante mis ojos, el recuerdo de los favores anteriores animando a David en su oraci�n; y he caminado en tu verdad, la gracia que Dios muestra a los pecadores fue su objetivo, su modelo, y la fidelidad con la que cumpli� sus promesas fue la regla y el criterio de su conducta.

Versículo 4

No me he sentado con vanidosos, con hombres de mentira, con mentirosos y enga�adores, ni entrar� con falsificadores, aquellos que disfrazan sus verdaderas intenciones bajo la m�scara de la hipocres�a.

Versículo 5

Odio a la congregaci�n de los malhechores, los culpables abiertamente de iniquidad, y no me sentar� con los malvados, no me unir� a su asamblea ni tomar� parte en sus discusiones.

Versículo 6

Me lavar� las manos en inocencia, palabras que se refieren a un acto simb�lico, declarando limpio a una persona de conducta vil e imp�a, tambi�n al acto de los sacerdotes que estaban obligados a lavarse antes de llevar las ofrendas en el culto p�blico; as� rodear� Tu altar, oh Se�or, teniendo el privilegio, como puro y piadoso de coraz�n, de realizar el servicio de los sacerdotes de Jehov�, siendo esta la condici�n en la que Dios espera que est� el coraz�n de todo creyente;

Versículo 7

para que pueda publicar con voz de acci�n de gracias, uni�ndome al coro del templo en salmos de alabanza, y contar todas tus maravillosas obras, los milagros de misericordia que Dios realiz� en el Antiguo Testamento, as� como ahora, y que todos los verdaderos creyentes celebran. utilizando fielmente los medios de la gracia.

Versículo 8

Se�or, he amado la habitaci�n de tu casa, el lugar donde Jehov� revel� Su presencia en medio de Su pueblo, y el lugar donde habita Tu honor, la gloriosa morada de Jehov�, donde �l tuvo el agrado de manifestarse. De la misma manera, todos los cristianos verdaderos aman la casa de adoraci�n, ya sea una choza de troncos en el desierto o un palacio de granito en la ciudad, donde la gloria de Jehov� se revela en la predicaci�n del Evangelio puro y en la administraci�n de los sacramentos en de acuerdo con la propia instituci�n de Dios. Es con este anhelo que David dirige su �ltima petici�n al Se�or.

Versículo 9

No juntes mi alma con los pecadores, at�ndola en un mismo fardo con ellos, como trigo atado con ciza�a, ni mi vida con hombres sanguinarios , asesinos y pecadores de la peor clase,

Versículo 10

en cuyas manos est� la maldad, el crimen, toda su conducta violencia y fraude, y su diestra est� llena de sobornos, llena de enga�os y enga�os, como la de los imp�os en los cargos p�blicos.

Versículo 11

Pero en cuanto a m�, a diferencia de esta gente imp�a, caminar� en mi integridad, continuando su curso en la pureza de su conducta. Red�meme y ten misericordia de m�, la liberaci�n que �l anhela como prueba de la misericordia de Dios.

Versículo 12

Mi pie est� en un lugar llano, en un espacio amplio y seguro, donde sus enemigos ya no pueden obstaculizarlo ni causarle destrucci�n. En las congregaciones bendecir� al Se�or, derramando p�blicamente su acci�n de gracias a Dios por su salvaci�n. Todos los verdaderos creyentes consideran un privilegio glorioso poder visitar su casa de adoraci�n y unirse a toda la congregaci�n en himnos de alabanza a Su gloria.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Psalms 26". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/psalms-26.html. 1921-23.