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Salmos 29

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Dad al Se�or, oh valientes, literalmente, "hijos de dioses", es decir, los gobernantes, los gobiernos del mundo, den al Se�or gloria y fuerza, ofreci�ndole este tributo como Rey de reyes y Se�or de se�ores. .

Versículos 1-11

El Poder Todopoderoso de la Voz de Dios en Su Palabra.

Salmo de David, cuya redacci�n puede haber sido ocasionada por una terrible tormenta, pero cuya descripci�n va m�s all� del plano natural para mostrar el poder de la voz de Dios para vencer incluso a las fuerzas y personas m�s poderosas del mundo y hacer sirven a Sus prop�sitos.

Versículo 2

Dad al Se�or la gloria debida a Su nombre, a la revelaci�n de Su divina majestad y poder; adoren al Se�or en la hermosura de la santidad, con vestiduras sagradas, como sacerdotes vestidos para el ministerio y la adoraci�n de Jehov�, listos para rendirle homenaje y exaltarlo. Y ahora David muestra c�mo la Palabra de Dios, Su poderosa voz, produce tal sentimiento de homenaje y devoci�n en los corazones de los hombres.

Versículo 3

Voz de Jehov� sobre las aguas, Voz de Jehov� que truena con fuerza sobre los vapores de las nubes, con su pesada carga de agua; truena el Dios de gloria; el Se�or est� sobre muchas aguas, indicando las densas y menguantes nubes de la tormenta que avanza. Pero David, en la voz del trueno, siempre tiene en mente la Palabra del Se�or.

Versículo 4

La voz del Se�or es poderosa; la voz del Se�or es llena de majestad, que sale investida de estas cualidades, Hebreos 4:12 .

Versículo 5

La voz del Se�or quebranta los cedros; s�, el Se�or quebranta los cedros del L�bano, y los poderosos gigantes de los bosques son derribados por el viento de la tormenta, as� como muchas personas sabias y poderosas en este mundo han sido vencidas por la Palabra de Jehov�.

Versículo 6

Tambi�n los hace saltar como un becerro, los frondosos bosques se agitan y se inclinan al viento; L�bano y Sirion como un unicornio joven, como las cr�as de los bueyes salvajes o los b�falos, siendo el Sirion el monte Herm�n, el pico m�s alto de la cordillera oriental del L�bano.

Versículo 7

La voz del Se�or divide las llamas de fuego, el rel�mpago que precede al trueno corta el aire como inmensas chispas de fuego; as� tambi�n la Palabra del Se�or arde en los corazones de los hombres con una llama poderosa, devoradora y sustentadora.

Versículo 8

La voz del Se�or sacude el desierto, el fuerte trueno que hace temblar el inmenso desierto como en un terremoto; el Se�or sacude el desierto de Cades, el del desierto de Arabia al oeste de Edom, en cuyas regiones desoladas tal tormenta causa una impresi�n inusual de grandeza. As�, la Palabra de Jehov� despierta a los hombres en todas partes, especialmente cuando contemplan el Deseado de las Naciones en el Evangelio, Hageo 2:6 .

Versículo 9

La voz del Se�or hace parir a las ciervas, en un parto prematuro, provocado por el terror de la tempestad, y descubre los bosques, desnud�ndolos , arrancando el rayo las mismas c�scaras de la corteza. Y en Su Templo, en el gran palacio de Su poder, tanto en la tierra como en el cielo, todos hablan de Su gloria, clamando: �Gloria y majestad s�lo a Dios por la revelaci�n de Su omnipotente poder y misericordia!

Versículo 10

El Se�or se sienta sobre el diluvio, se sent� en el trono de su juicio cuando conden� al mundo imp�o y castig� a los imp�os a trav�s de la cat�strofe del diluvio; s�, el Se�or sienta como Rey para siempre, y todos los que rechazan con altivez Su Palabra sentir�n el poder de Su ira.

Versículo 11

El Se�or dar� fuerza a su pueblo, sosteniendo a sus propios hijos, a los que est�n unidos a �l en verdadera comuni�n, Isa�as 45:24 ; el Se�or bendecir� a su pueblo con paz, con la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento. como se da a trav�s del glorioso Evangelio de la misericordia de Dios en Cristo Jes�s, Filipenses 4:7 .

"�Cu�n impresionantes son las palabras finales de este salmo! Est�n arqueadas como un arco iris sobre �l. El comienzo del salmo nos muestra los cielos abiertos y el trono de Dios en medio de c�nticos angelicales de alabanza, y el final del salmo muestra nosotros en la tierra, en medio de las voces airadas de Jehov� que sacuden todas las cosas, Su pueblo victorioso y bendecido con paz. 'Gloria en las alturas' es el principio, y 'Paz en la tierra' es el fin "(Delitzsch).

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Psalms 29". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/psalms-29.html. 1921-23.