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Zacarías 6

Comentario Popular de la Biblia de KretzmannComentario de Kretzmann

Versículo 1

Y me volv� y levant� mis ojos, o, "Y de nuevo levant� mis ojos". y mir�, y he aqu�, cuatro carros salieron de entre dos monta�as, la ubicaci�n de la visi�n en alg�n lugar de la regi�n monta�osa cerca de Jerusal�n, muy probablemente entre el monte Si�n y el monte de los Olivos; y los montes eran montes de bronce, firmes e inamovibles.

Versículos 1-8

La visi�n de los cuatro carros

Versículo 2

En el primer carro, enganchado a �l, hab�a caballos rojos, lo que significa guerra y derramamiento de sangre; y en el segundo carro caballos negros, color de la desgracia, del luto y de la muerte;

Versículo 3

y en el tercer carro caballos blancos, que implican alegr�a y victoria; y en el cuarto carro caballos canosos y bayos Cf Apocalipsis 6:8 .

Versículo 4

Entonces respond� y dije al �ngel que hablaba conmigo, el que hab�a actuado de int�rprete en todas las visiones: �Qu� son estos, se�or m�o?

Versículo 5

Y el �ngel respondi� y me dijo: Estos son los cuatro esp�ritus de los cielos, los cuatro vientos como instrumentos de la voluntad del Se�or, que salen de estar delante del Se�or de toda la tierra. Cf Salmo 104:4 ; Salmo 148:8 .

La agencia de los vientos en la obra del juicio destructivo tambi�n se menciona en otra parte de la Biblia Cf. Apocalipsis 7:1 .

Versículo 6

Los caballos negros que est�n all�, es decir, el carro tirado por estos caballos, van hacia el pa�s del norte, donde estaban situadas las grandes potencias mundiales, Asiria y Babilonia; y los blancos salieron tras ellos, victoria tras muerte y destrucci�n; y los canosos van hacia el pa�s del sur, donde estaban situados Idumea y Egipto.

Versículo 7

Y la bah�a sali� y busc� ir para caminar de un lado a otro por la tierra, visitando todos los pa�ses del mundo con un juicio terrible, universal, con guerra y derramamiento de sangre, con muerte y destrucci�n; y �l dijo: Vete de aqu�, camina de un lado a otro por la tierra. As� que caminaron de un lado a otro por la tierra, cumpliendo el mandato del Se�or sobre las diversas naciones.

Versículo 8

Entonces �l, el �ngel, clam� sobre m� y me habl�, con gran entusiasmo, diciendo, en el nombre del Se�or: He aqu�, estos que van hacia la tierra del norte han aquietado Mi Esp�ritu en la tierra del norte, han hecho que el Esp�ritu de Que Jehov� descansara all�, para estar satisfecho con la extensi�n del castigo infligido a las potencias mundiales. Est� claro que el �ngel est� hablando de un gran Juicio final, por el cual todos los enemigos del Se�or ser�an derrocados, a fin de que Su Iglesia pueda establecerse con seguridad.

Versículo 9

Y vino a m� palabra de Jehov�, diciendo:

Versículos 9-15

La coronaci�n del sumo sacerdote

Versículo 10

Tomad de los cautivos, los jud�os desterrados que viv�an en Babilonia, que hab�an subido a Jerusal�n en ese tiempo, de Heldai, de Tob�as y de Jeda�as, que vinieron de Babilonia, como un comit� de los jud�os que resid�an en Babilonia, y ven t� ese mismo d�a y entra en la casa de Jos�as, hijo de Sofon�as, que mostraba a estos emisarios la hospitalidad de su casa;

Versículo 11

Luego toma plata y oro, evidentemente de los metales preciosos enviados por los jud�os de Babilonia, y haz coronas, una corona doble o una de varias bandas, y col�calas sobre la cabeza de Josu�, hijo de Josedec, el sumo sacerdote, como un tipo del sacerdocio y reino combinados que se le conferir� al Mes�as;

Versículo 12

y h�blale, diciendo: As� ha dicho Jehov� de los ej�rcitos, diciendo: He aqu� el hombre cuyo nombre es EL RAMO, el Zemach de quien se habla en 3: 8; y crecer� de su lugar, Jeremias 33:15 , como ra�z de la tierra seca, Isa�as 53:2 , y edificar� el templo del Se�or, el verdadero Santuario de Jehov�, la Iglesia del Nuevo Testamento;

Versículo 13

incluso �l edificar� el Templo del Se�or, cumpliendo Su gran obra a pesar de la humildad de Su origen; y �l llevar� la gloria, siendo adornado con gloria y honor reales, y se sentar� y gobernar� en Su trono, como el verdadero Rey de Su Iglesia; y ser� sacerdote sobre su trono, uniendo en su persona los oficios de rey y de sacerdote; y el consejo de paz estar� entre ambos, estando los dos oficios unidos en una sola persona. Hasta. Salmos 110.

Versículo 14

Y las coronas ser�n para Helem, o Heldai, y Tob�as, y Jeda�as, y Hen, hijo de Sofon�as, por la bondad hospitalaria del hijo de Sofoniab, por memorial en el templo del Se�or, as� que a las generaciones futuras se les recuerde el ejemplo de estos dos hombres. Adem�s, el ejemplo de los mensajeros de Babilonia no deb�a olvidarse.

Versículo 15

Y los que est�n lejos, como los hombres que en este caso hab�an tra�do sus ofrendas, vendr�n y edificar�n en el Templo del Se�or, representantes de varias naciones paganas uni�ndose a la edificaci�n del gran Templo espiritual del Se�or, Su santa Iglesia, y sabr�is que el Se�or de los ej�rcitos me ha enviado a vosotros, como dice el mismo Mes�as, Juan 3:16 .

Y esto suceder� si obedec�is diligentemente a la voz del Se�or, vuestro Dios, a�adida a modo de amonestaci�n para que nadie pierda deliberadamente las bendiciones que se ofrecen en y por la venida del Mes�as. As� se esboza definitivamente el establecimiento y crecimiento de la Iglesia del Nuevo Testamento, tambi�n para el fortalecimiento de nuestra fe.

Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Zechariah 6". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/zechariah-6.html. 1921-23.