Bible Commentaries
1 Corintios 8

Comentario de Grant sobre la BibliaComentario de Grant

Versículos 1-13

Los cap�tulos 1 Timoteo 4 han dado la respuesta de Dios a la sabidur�a mundana; Los cap�tulos 5 a 7 se han ocupado de cuestiones relativas a la carne: ahora el cap�tulo 8 se centra en el tema de la influencia sat�nica, y esto se analiza con m�s detalle en el cap�tulo 10 y el comienzo del cap�tulo 12. Los corintios eran muy poco conscientes de la sutileza de todos tres de estas malas influencias, el mundo, la carne y el diablo.

Pero evidentemente hab�an cuestionado a Pablo en cuanto a comer cosas sacrificadas a los �dolos. Todos los cristianos sab�an que el �dolo no era realmente nada. Pero el mero conocimiento por s� solo envanecer�a a uno con el orgullo de saber. El amor, por otro lado, edificar�a o edificar�a. Si uno se enorgullece de saber algo, que recuerde que en realidad no sabe nada como deber�a saberlo. Porque si sabemos algo correctamente, no habr� orgullo en el hecho de saber, sino preocupaci�n por actuar en amorosa coherencia con ese conocimiento, un deseo tanto de comprender como de actuar m�s correctamente. Y al amar a Dios, uno es conocido por Dios: cu�nto m�s precioso es esto que enfatizar nuestro propio conocimiento.

Por tanto, para aplicar este principio, queda claro que un �dolo no es nada en el mundo: hay un solo Dios. Es cierto que existen aquellos "llamados dioses", ya sea por el hombre, o incluso en las Escrituras, donde los ancianos de Israel fueron llamados as�, simplemente como representantes de Dios en la tierra ( Salmo 82:6 ; Juan 10:34 ); pero nunca en el �ltimo caso como d�ndoles un lugar de culto.

Si hab�a "muchos dioses y muchos se�ores", estos eran simplemente asteroides sin luz en comparaci�n con el sol. Para nosotros hay un solo Dios, el Padre, creador de todas las cosas, y somos el fruto de su propia obra. Esta es la revelaci�n del cristianismo, en contraste con la ignorancia de la idolatr�a. El Esp�ritu de Dios no se menciona porque el tema no es el poder din�mico detr�s de escena, sino la supremac�a manifiesta de Dios el Padre y la autoridad del Se�or Jesucristo.

Pero todo hombre no tiene este conocimiento claro y adecuado: algunos piensan que un �dolo tiene alg�n significado espiritual o poder maligno en s� mismo; y si comiera algo ofrecido a un �dolo, lo pensar�a como tal, por lo que su conciencia se ver�a afectada; aunque en realidad esto no cambi� la comida, y ante Dios no era ni mejor ni peor si com�a.

Pero si uno tiene la libertad de comer carne ofrecida a los �dolos, sin escr�pulos de conciencia, debe tener cuidado de no hacer tropezar a aquellos cuya conciencia es d�bil. El verdadero conocimiento es considerado, no autoritario. Si el que ten�a conocimiento se sentaba a la mesa en el templo del �dolo, esto podr�a animar a otros a hacer lo mismo, en un momento en que su propia conciencia hablaba en contra. Este principio puede aplicarse a diversas circunstancias en las que nos encontramos hoy.

Un cristiano d�bil puede ver a otro ir a un lugar al que su propia conciencia le proh�be ir; pero debido a que el cristiano m�s fuerte se ha ido, tambi�n lo hace. Por tanto, el m�s fuerte ha animado al otro a ignorar su conciencia. Y se pregunta: `` �Por tu conocimiento perecer� el hermano d�bil por quien Cristo muri�? ''. No es que Dios permitir�a que pereciera ning�n creyente, pero mi trato despiadado hacia �l es pr�cticamente sin preocuparme de si incluso lo har�a. perecer. �Pero Cristo muri� por �l!

Tal descuido por la conciencia de mi hermano es pecado, y no solo contra mis hermanos, sino contra Cristo. Consideremos esto seriamente.

El ap�stol entonces toma la firme posici�n de que si su comer carne hiciera tropezar a su hermano, se abstendr�a por completo. Por supuesto, si otro le exigiera a Pablo que no comiera carne debido a la conciencia del otro, esto es totalmente diferente: no podr�a someterse a tal legalidad. Pero debe considerarse una conciencia genuinamente d�bil. �Qu� bueno si uno puede renunciar voluntariamente a su propia libertad por el bien de los dem�s! Este es un uso adecuado del conocimiento.

Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre 1 Corinthians 8". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/1-corinthians-8.html. 1897-1910.