Bible Commentaries
1 Samuel 27

Comentario de Grant sobre la BibliaComentario de Grant

Versículos 1-12

Tan poco despu�s de la admirable victoria moral de David en el cap�tulo 26, es triste ver que su fe flaquea en su decisi�n de "escapar a la tierra de los filisteos". �No recordaba su experiencia con Aquis, rey de Gat, alg�n tiempo antes (cap. 21: 10-15)? Estaba bastante seguro de que Sa�l lo cazar�a de nuevo y cree que probablemente Sa�l lo matar�a. Pero hab�a apelado a Dios. Por tanto, �no pod�a depender de Dios para que lo preservara? Toma la decisi�n de ir a Gat porque le parece que no hay nada mejor para �l (v.1). �Cu�nto mejor hubiera sido si le hubiera preguntado a Dios qu� hacer, dependiendo plenamente de la direcci�n de Dios! Pero va a Achish, cuyo nombre significa "�s�lo un hombre!"

Antes hab�a vencido el poder de Goliat de Gat. Ahora se vuelve amigo de la ciudad de Goliat. Es posible que nosotros tambi�n hayamos obtenido una vez una clara victoria sobre el mundo, y luego nos volvamos amigos de �l debido al debilitamiento de la fe. Se lleva a sus 600 hombres con �l: otros est�n as� influenciados err�neamente por su falta de fe, incluidas las familias de todos ellos. Quiz�s nos preguntemos por qu� Aquis y su pueblo no se alarmaron por un ej�rcito de 600 israelitas que ven�a a quedarse en su ciudad. Los siervos de Aquis antes le protestaron porque David hab�a venido solo (cap. 21:11). Es probable que algunos al menos tuvieran dudas, pero Achish parece ser bastante ingenuo.

Cuando Sa�l se enter� de que David se hab�a ido a Gat, ya no lo busc� (v. 4). Habiendo llegado tan lejos, David no representaba una amenaza para la comodidad de Sa�l. Qu� lecci�n hay aqu� para nosotros, que si bien dejamos el terreno del testimonio para Dios puede evitar la persecuci�n directa de Satan�s, sin embargo, el enga�o involucrado en esta falta de fe cosechar� una cosecha dolorosa, como David finalmente aprende.

Hemos visto antes que el car�cter de David era encomiable, y pronto pudo ganarse el favor de Aquis. Por lo tanto, le pide a Achish que le permita residir en una ciudad m�s peque�a que aparentemente estaba bajo la jurisdicci�n de Gat, pero a cierta distancia. Al sugerir esto, infiri� que su presencia en Gat podr�a tender a restar m�rito al honor del rey en la ciudad real (v.5).

Aquis accedi� de buena gana y le dio a David la ciudad de Siclag. Proporci�n de David de la poblaci�n de la ciudad. Aqu� al menos David no fue amenazado por Sa�l, y permaneci� all� durante un a�o y cuatro meses (v.7), hasta que Sa�l muri� en la batalla.

Sin embargo, David estuvo lejos de estar inactivo durante su tiempo all�. Mantuvo una guerra que pudo mantener en secreto de Achish durante todo ese tiempo. Aparentemente, estaba satisfecho con el hecho de que luch� externamente las batallas del Se�or, porque las invasiones que hizo fueron contra los enemigos de Israel que hab�an permanecido en la tierra despu�s de que Israel deber�a haberlos destruido: los gezuritas, gezritas y amalecitas. (v.8). Esto a menudo ser� cierto para el pueblo de Dios cuando no est� en comuni�n genuina con el Se�or. Tratan de compensarlo con celo externo al pelear las batallas del Se�or.

David y sus hombres destruyeron totalmente a estas personas al menos en las �reas que atacaron, y se llevaron un gran bot�n en el camino de los animales dom�sticos y la ropa (v.9). Al regresar a Aquis, quien le pregunt� ad�nde hab�a ido, David le minti� y le dijo que hab�an atacado el sur de Jud�, de los jerameelitas y ceneos. Estos dos �ltimos eran amigos de Jud� e Israel, por lo que Aquis pens� que David se hab�a vuelto completamente contra su propia naci�n.

El vers�culo 11 nos dice que David no tom� cautivos ni permiti� que ninguno de estos enemigos viviera, no porque fuera un mandato de Dios, sino porque no quer�a que nadie le diera un informe verdadero a Aquis de lo que realmente hab�a sucedido. Parece extra�o que pudiera mantener tal enga�o durante tanto tiempo.

Aquis fue completamente enga�ado. Cre�a que David hab�a antagonizado tanto a su propio pueblo Israel que ser�a siervo de Aquis para siempre. �Qu� triste que alguna vez debamos dejar la impresi�n en alguien de que estamos del lado del mundo en lugar de estar vinculados con el pueblo de Dios! Pero si en lugar de ser guiados por el Se�or en obediencia a Su palabra, dejamos el lugar de la obediencia, pronto encontraremos que estar en el lugar equivocado conduce a una mayor desobediencia, tal como Abram, al descender a Egipto, pens� que era necesario. practicar el enga�o ( G�nesis 12:11 ).

Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre 1 Samuel 27". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/1-samuel-27.html. 1897-1910.