Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
For 10¢ a day you can enjoy StudyLight.org ads
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!
Bible Commentaries
Comentario de Grant sobre la Biblia Comentario de Grant
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre 1 Samuel 6". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/1-samuel-6.html. 1897-1910.
Grant, L. M. "Comentario sobre 1 Samuel 6". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/
Versículos 1-21
Los siete meses durante los cuales los filisteos pose�an el arca fueron un tiempo completo para probar la severidad de la mano de Dios con solemne desagrado. �C�mo podr�an soportarlo m�s? Sin embargo, hay una pregunta en sus mentes sobre c�mo devolverlo. Si, como ellos disciernen, ha sido una ofensa para Dios el haber tomado el arca, �c�mo se pagar� esa ofensa? Para esto, consultan a sus sacerdotes y adivinos id�latras, quienes les dicen que deben devolverlo con una ofrenda por la culpa.
Sin embargo, �cu�n ignorantes son de lo que es una verdadera ofrenda por la culpa! Para esto Dios requiri� un sacrificio de sangre, que es totalmente ajeno a la mente incr�dula. Ellos conciben la noci�n bastante divertida (pens�ndola sabia, sin duda) de enviar cinco im�genes doradas de hemorroides y cinco de ratones. Aqu� tambi�n se nos dice que una plaga de ratones hab�a da�ado su tierra, y ellos tambi�n relacionaron esto con el trato de Dios con ellos a causa del arca.
En este estaban representadas las cinco ciudades de los filisteos. Los hombres del mundo son los mismos hoy, a pesar de que Dios ha mostrado claramente que solo la sangre de Cristo derramada en el Calvario puede expiar los pecados del hombre. Piensan que alg�n regalo de sus propias posesiones temporales deber�a congraciar a Dios con ellos, �como si Dios, el Creador del universo, poseyera la misma naturaleza ego�sta que el hombre, aferr�ndose a las cosas materiales! Pero Dios no piensa en esto m�s de lo que pensaba en la ofrenda de Ca�n del fruto de la tierra ( G�nesis 4:3 ). Sin embargo, estos no eran jud�os, y Dios no lo cuestion� con los filisteos: la cuesti�n del regreso del arca era el asunto de mayor importancia.
El vers�culo 6 muestra que estaban bien familiarizados con la liberaci�n de Israel de Egipto frente a la cruel oposici�n de Fara�n, y que la terquedad de Fara�n finalmente fue quebrantada por los muchos milagros de Dios que causaron gran sufrimiento en Egipto. Entonces la historia les advierte que si endurecen su coraz�n prolongar�n su sufrimiento.
Aunque con el pleno prop�sito de devolver el arca a Israel, los filisteos no saben nada de los caminos de Dios en cuanto a esto, y recurren al expediente natural de enviarla de regreso a Israel en un carro nuevo. Por supuesto, podr�an haber invitado a los jud�os a que vinieran y lo llevaran de regreso a su tierra por medio de los sacerdotes que lo llevaban, como era la orden de Dios. Pero Dios no le da importancia a esto con los filisteos. Las vacas que eligieron para tirar del carro no estaban acostumbradas a esto, y tambi�n lo eran las vacas lecheras que ten�an terneros reci�n nacidos.
Proponen no darles conductor, pero dejarlos ir como quieran. Con sus terneros encerrados en casa, su inclinaci�n natural habr�a sido regresar directamente a ellos. Las im�genes de oro se colocaron en un cofre junto al arca.
Esta iba a ser la �ltima evidencia clara para los filisteos de si era Dios quien los hab�a atormentado a causa del arca. Si el ganado se dirigiera directamente hacia Bet-semes en Israel (la ruta m�s directa), entonces sabr�an que esta aflicci�n hab�a sido de la mano de Dios: si no, considerar�an que solo el azar hab�a estado involucrado en toda la prueba. Aunque la evidencia anterior hab�a sido muy clara, los hombres son extremadamente lentos para darle a Dios el honor que le corresponde.
Pero Dios no permite que quede la menor duda. Las vacas toman el camino recto hacia Bet-shemesh, a pesar de su natural aversi�n a hacerlo, protestando durante todo el camino aullando a sus terneros. Los pr�ncipes de los filisteos los siguieron hasta la frontera de Israel para asegurarse de que no retrocedieran.
Por supuesto, los hombres de Bet-semes, ocupados en la �poca de la cosecha, estaban asombrados y gozosos de ver el arca. Las vacas entraron en el campo de un hombre llamado Joshua y se detuvieron junto a una gran piedra. Los levitas vinieron y sacaron el arca y el cofre de las joyas de oro del carro a la piedra, luego cortaron la madera del arca y ofrecieron las vacas como holocausto al Se�or. En cuanto a los cinco gobernantes de los filisteos, solo se dice que fueron testigos de esto y regresaron a Ecr�n. No se menciona si la plaga se alivi� de inmediato o no en su tierra.
Los vers�culos 17 y 18 registran los nombres de las cinco ciudades filisteas representadas por las im�genes doradas de las hemorroides y los ratones, incluidas sus aldeas adyacentes, y el hecho de que la gran piedra en el campo de Josu� a�n permanec�a cuando se escribi� este registro.
Sin embargo, Dios prueba una vez m�s que no hace acepci�n de hombres. Si los filisteos hab�an sufrido por tener el arca entre ellos, los israelitas de Bet-semes sufrieron por atreverse a mirar dentro del arca. Esto no se habr�a permitido mientras el arca estaba en el templo, pero la est�pida curiosidad de los hombres evidentemente los movi� a abrir el arca y mirar dentro de ella, en Bet-semes. El Se�or mismo golpe� a un gran n�mero de ellos, aunque los eruditos hebreos consideran que 50,000 no es una traducci�n correcta, y que 70 parece m�s probable.
El significado espiritual de esto es sumamente importante. El arca estaba hecha de madera de acacia recubierta de oro; la madera hablaba de la humanidad del Se�or Jes�s y del oro de su deidad eterna. Simplemente debemos adorarlo, sin atrevernos a especular sobre c�mo �l puede ser Dios y Hombre en una sola Persona. Esto ser�a mirar dentro del arca.
Los que quedaron se sintieron, con raz�n, sobrecogidos por esta contemplaci�n de la santidad de Dios. Por supuesto, el arca, la representaci�n misma del trono de Dios, era justamente considerada por Israel en sagrada estima, y ??fue una gran negligencia por parte de los hombres de Bet-semes ignorar esto. Es posible que hayan sido muy bendecidos si le hubieran brindado el respeto solemne que se merec�a, pero al estar tan heridos como lo hicieron, quieren que el arca se lleve a otro lugar.
Aparentemente, Quiriat-jearim era la ciudad m�s cercana de cualquier tama�o, y estaba en la direcci�n de Jerusal�n, pero enviaron mensajeros all� para pedir que alguien de all� bajara y trajera el arca a Quiriat-jearim. Por supuesto, el arca deber�a haber estado donde un sacerdote pudiera cuidarla, pero no hay ninguna menci�n de sacerdotes en este momento, y evidentemente nadie estaba en la posici�n de sumo sacerdote. En cuanto a Silo y lo que se hab�a llamado el templo all�, no tenemos noticias de nadie, ni de nadie que tome el lugar de El� en el sacerdocio. Cu�n desordenado se hab�a vuelto todo en Israel, el sacerdocio hab�a fallado tanto que no ten�a ninguna influencia aparente sobre el pueblo en absoluto.