Bible Commentaries
2 Samuel 2

Comentario de Grant sobre la BibliaComentario de Grant

Versículos 1-32

David de ninguna manera ten�a prisa por aprovechar la situaci�n que hab�a provocado la muerte de Sa�l. Aunque no hab�a consultado al Se�or sobre ir a ver al rey Aquis en Gat ( 1 Samuel 27:1 ), ahora pregunta si dejar Siclag y regresar a Jud�. El Se�or le diga que lo haga. Sin embargo, en un esp�ritu de dependencia sentida, adem�s pregunta en qu� ciudad.

La respuesta de Dios, "Hebr�n", no pretende simplemente indicar una ubicaci�n favorable. Su nombre significa "comuni�n", lo que ser�a un fuerte recordatorio para David de que si va a reinar como rey, necesitar� el lugar de constante comuni�n con Dios.

Al llegar a Hebr�n, las circunstancias de David cambiaron por completo. Sus dos esposas lo acompa�an y todos sus hombres con sus hogares. Estos se dispersaron por los pueblos de los alrededores (v.3). David, siendo de la tribu de Jud�, y habiendo atra�do antes la aprobaci�n del pueblo a trav�s de su fidelidad y habilidad, no es sorprendente que los hombres de Jud� vinieran a �l para ungirlo como rey (v. 4). Sin embargo, el resto de Israel no estaba dispuesto a aceptarlo de esta manera en ese momento.

Cuando David escuch� la noticia de que eran los hombres de Jabes de Galaad los que hab�an enterrado a Sa�l, les envi� mensajeros para expresarles su agradecimiento por esta expresi�n de su consideraci�n por el trono de Israel establecido por Dios. �l muestra la confianza de que el Se�or los bendecir�a por esta bondad, mientras promete que tambi�n los recompensar�a con bondad (vs.5-6). Tambi�n los anima a ser fortalecidos y valientes, aunque Sa�l hab�a muerto, y les informa que la tribu de Jud� lo hab�a ungido rey sobre ellos. Por supuesto, Jabes de Galaad estaba muy al norte de Jud� y no hab�a reconocido el gobierno de David, pero David no hizo ning�n problema al respecto: simplemente les inform� de la acci�n de Jud�.

Abner, el capit�n del ej�rcito de Sa�l, solo pod�a entender la sucesi�n natural. No busc� la voluntad de Dios, sino que decidi� elevar a Is-boset, el hijo de Sa�l, al trono de Israel (vs.8-9). �Cu�ntos desde �l han pensado que los militares tienen derecho a tales decisiones! Pero esta es la prerrogativa de Dios, y ya hab�a ungido a David como rey de Israel (no solo de Jud�). Abner hizo de Mahanaim el cuartel general del reino de Is-boset.

Mahanaim significa "dos campamentos", por lo que enfatiza el hecho de que Israel estaba dividido. Dios no permitir�a que esto continuara, pero Is-boset rein� sobre Israel durante dos a�os, durante los cuales hubo una "larga guerra" entre Jud� e Israel. David rein� en Hebr�n siete a�os y medio (v.11). Parece que, despu�s de ser reconocido como rey por Israel (cap. 5: 1-3), debi� haber permanecido un tiempo en Hebr�n antes de subir a Jerusal�n para reinar all�.

Esta historia ilustra la necesidad de que el Se�or Jes�s sometiera primero a Su propio pueblo antes de someter a Sus enemigos. Abner era el hombre fuerte en Israel: Is-boset no ten�a importancia. Abner, por supuesto, quer�a ver a Jud� sujeto a �l tambi�n, y deseaba iniciar una prueba de fuerza. Lleg� a Gaba�n con algunos de sus hombres (v.12). Joab, el capit�n del ej�rcito de David, estaba totalmente dispuesto a la prueba, y sali� con sus hombres, que se sentaron a un lado del estanque de Gaba�n y Abner y sus hombres al otro lado.

Pero la ocasi�n no debe ser una discusi�n sobre sus diferencias. Abner pide que los j�venes realicen un concurso (v.14) y Joab responde de inmediato. Doce hombres de cada bando se encuentran en un combate mortal.

El vers�culo 15 parece indicar que todos estos hombres, de ambos lados, estaban dispuestos a agarrarse por la cabeza, cada uno al mismo tiempo traspas�ndose al otro con su espada, de modo que cayeran juntos. No se detuvieron a considerar que todos eran israelitas y, por tanto, hermanos. Pero desde ese tiempo, el pueblo de Dios ha usado con demasiada frecuencia la espada de la palabra de Dios con crueldad contra otros miembros del pueblo de Dios cuando podr�an haberla usado para el bien positivo de otros.

La contienda no decidi� nada, pero fue solo el comienzo de una batalla que involucr� a ambos ej�rcitos, por lo que muchos m�s estaban muertos antes de que terminara. La batalla tampoco supuso una diferencia real en la situaci�n, aunque Jud� la gan�. Solo la obra de Dios puede producir unidad entre su pueblo.

Jud� persigue a Israel en la batalla, y Asael, hermano de Joab y Abisai, elige a Abner para que lo persiga. Siendo muy r�pido de pies, f�cilmente pod�a seguir el ritmo de Abner. Si Joab hubiera estado en su lugar, no habr�a dudado en matar a Abner, pero Asahel evidentemente no era un hombre de guerra experimentado, y solo quer�a estar seguro de que Abner no escapara. Abner sospechaba que era Asahel quien lo segu�a, y cuando se asegur� de ello, le dijo que lo dejara y siguiera a alguien m�s (v.21). Abner no quer�a pelear con Asahel y matarlo, porque tem�a que si lo hac�a, podr�a incurrir en la animosidad especial de Joab.

Asahel, sin embargo, despu�s de una segunda advertencia de Abner, se neg� a escucharlo. Continu� sigui�ndolo muy de cerca y no estaba preparado para la astuta experiencia de Abner en la guerra. De repente, Abner empuj� su lanza hacia atr�s, lo que provoc� que el extremo de la culata perforara a Abner por debajo de la quinta costilla. El cay� y muri�. Asahel no carec�a de celo, pero carec�a de conocimiento y sabidur�a para la guerra. Los perseguidores que segu�an a Asahel se sorprendieron tanto al encontrarlo muerto que detuvieron la persecuci�n de Israel. Consideraron que Israel hab�a sido totalmente derrotado, y descubrir que hab�an contraatacado al matar a Asahel evidentemente les dio dudas.

Joab y Abisai continuaron su persecuci�n, siendo ambos guerreros capaces (v.24). Sin embargo, Abner pudo reagruparse cuando los benjamitas llegaron a �l y todos subieron a la cima de una colina. Desde all� Abner llama a Joab, deseando un cese de hostilidades. No se ofrece a rendirse, sino que pregunta: "�Devorar� la espada para siempre? �No sabes que al final ser� amarga?" Esto era cierto, porque la lucha continua no resolver�a el problema de qui�n deber�a ser el rey.

Sin embargo, Abner se olvid� convenientemente de que hab�a sido �l quien hab�a iniciado la batalla. Aun as�, Joab sab�a que ser�a prudente cesar la batalla y le dice a Abner que si no hubiera hablado, la batalla habr�a terminado a la ma�ana siguiente de todos modos (v.27). Sin embargo, como si hubiera sucedido, el discurso de Abner fue una admisi�n de derrota, aunque no con tantas palabras.

Joab toc� una trompeta para que todos sus hombres dejasen de perseguir a Israel. Abner y sus hombres viajaron toda la noche para regresar a trav�s del Jord�n a Mahahaim.

Al regresar de la guerra, Joab descubri� que veinte hombres de Jud� (incluido Asahel) hab�an muerto en este triste conflicto, pero de los hombres de Abner, 360 murieron. Sin embargo, esto no tuvo consecuencias decisivas, aunque indic� un debilitamiento gradual de la oposici�n de Israel, lo que ser� cierto tambi�n en el momento de la Tribulaci�n, cuando la rebeli�n de Israel contra el Se�or Jes�s se desgastar� hasta que una ocasi�n de gran importancia p�blica los rompa por completo. en arrepentimiento y fe.

Asahel recibi� un entierro honorable, y Joab y sus hombres regresaron de noche a Hebr�n. Esto es significativo al decirnos que Jud� debe permanecer en "comuni�n" con el Se�or, para esperar Su clara direcci�n para volver a unir a la naci�n.

Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre 2 Samuel 2". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/2-samuel-2.html. 1897-1910.