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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Grant sobre la Biblia Comentario de Grant
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre Deuteronomy 14". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/deuteronomy-14.html. 1897-1910.
Grant, L. M. "Comentario sobre Deuteronomy 14". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/
Versículos 1-29
EL VANO ESPECT�CULO DEL LUTO
(contra 1-2)
La dignidad de la relaci�n exterior de Israel con Dios como hijos requer�a que actuaran con la debida dignidad. Las naciones imp�as practicaban cosas como cortarse y afeitarse la parte delantera de la cabeza para mostrar c�mo respetaban a las personas que hab�an muerto. Se trataba de una vana hipocres�a, una demostraci�n de religiosidad destinada a llamar la atenci�n sobre s� mismos. El Se�or Jes�s reprendi� incluso el fuerte llanto y lamento de la gente alrededor de la casa de Jairo por la muerte de su hija ( Marco 5:38 ).
Cortarse, afeitarse el pelo, llorar y llorar, no puede hacer nada por la persona que ha muerto. De hecho, si es un creyente que ha muerto, esto es realmente motivo de agradecimiento silencioso por estar con el Se�or. Si es un incr�dulo, es demasiado tarde para ser de alguna ayuda, aunque los corazones deben estar sometidos ante Dios. Es perfectamente correcto que uno llore al sentir la p�rdida de un ser querido, como el Se�or Jes�s llor� en simpat�a por Mar�a y Marta ( Juan 11:32 ), pero hacer un espect�culo exterior es repulsivo.
Israel debe considerar especialmente esta instrucci�n porque era un pueblo santo, elegido por Dios, un tesoro especial por encima de todos los dem�s pueblos (v.2). La Iglesia de Dios hoy tiene una dignidad m�s alta que esta, porque est� investida de bendiciones celestiales, y su herencia est� en el cielo ( Efesios 1:3 ).
CARNES LIMPIAS EN CONTRASTE A IMPURAS
(vs.3-21)
Lev�tico 11:1 ha establecido leyes sobre este tema, y ??estos vers�culos las refuerzan. Varios animales se enumeran como limpios y, por lo tanto, aptos para la carne de Israel (vs.4-5). Estos inclu�an animales que ten�an pezu�as hendidas y tambi�n rum�an. Cualquier animal que careciera de uno de estos no era apto para el consumo de Israel (v.6). Una lista de algunos de estos se encuentra en los vers�culos 7 y 8.
En cuanto a las criaturas acu�ticas, a todas las que ten�an aletas y escamas se les permit�a como alimento; de lo contrario, no deb�an comerse (v. 9-19). Sin embargo, no se menciona ninguna caracter�stica particular en cuanto a las aves, que deb�an ser rechazadas. Sin embargo, los que se mencionan son los que se alimentan de carro�a (v. 12-19). En todas estas cosas hay un significado espiritual vital. Porque aunque bajo la gracia ya no hay ninguna restricci�n en cuanto a comer a estas criaturas ( 1 Timoteo 4:4 ), sin embargo, si nos alimentamos de lo que es espiritualmente inmundo, nos afectar� gravemente.
El creyente tiene un alimento espiritual tan excelente que debe evitar por completo lo que es da�ino. Cu�n bien es que tomamos en serio las palabras del Se�or: "Como me envi� el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, as� tambi�n el que me come, �l tambi�n vivir� por m�" ( Juan 6:57 ). �Podemos atrevernos a dar cabida a una dieta contraria a este alimento puro y vivo?
Los animales limpios rum�an, hablando del car�cter de la meditaci�n, que es vital para todo creyente. Tener pezu�as hendidas habla de un andar equilibrado, que evita quedar atrapado en el barro y permite un andar m�s seguro en pasos rocosos. Necesitamos esto en un mundo de adversidad. En cuanto a las criaturas acu�ticas, las aletas impulsan a los peces a trav�s de las aguas, en contraste con el asentamiento inerte que prefieren los incr�dulos. Las escalas tambi�n son una protecci�n que necesitamos de los elementos del mundo. Los p�jaros inmundos nos ense�an que no debemos aceptar lo que se alimenta de corrupci�n.
Israel no deb�a comer nada que muriera por s� mismo. Sin embargo, se les permiti� d�rselo a un extranjero o venderlo a un extranjero, porque estos no estaban bajo las mismas leyes que Israel y pod�an decidir por s� mismos qu� comer�an. No hay indicios de que tales cosas sean da�inas f�sicamente. Por supuesto, se debe tener cuidado en caso de que el animal muera por envenenamiento.
Aqu� se agrega una nota interesante de que un cabrito no deb�a hervirse en la leche de su madre, porque la leche est� destinada a ser un alimento, as� como la Palabra de Dios est� destinada a alimentar a los j�venes creyentes ( 1 Pedro 2:2 ), no a hervirlos! Debemos tener cuidado con la forma en que usamos las Escrituras, porque los creyentes j�venes necesitan el alimento y el aliento de la Palabra de Dios. Si usamos la Palabra contra ellos de una manera dura y cr�tica, esto es como hervir a un ni�o en la leche materna.
Diezmo
(contra 22-29)
Leemos que Abram diezm� todo el bot�n de su victoria en la batalla, d�ndose esto a Melquisedec, un sacerdote del Dios Alt�simo ( G�nesis 14:18 ). Este diezmo fue totalmente voluntario, no debido a ninguna ley. Jacob prometi� dar un diezmo (una d�cima parte) de todo lo que el Se�or le dar�a ( G�nesis 28:22 ), pero no hay registro en las Escrituras de cada uno de sus pagos.
Pero la ley de Israel requer�a que todos dieran el diezmo de todo el producto de cualquier tipo, ya fuera grano, vino o aceite, o el primog�nito de sus reba�os y vacas. En N�meros 18:21 leemos acerca de todos los diezmos en Israel que se daban a los levitas para su sustento, y de los levitas que deb�an dar un diezmo de los diezmos al Se�or (v.
26). Sin embargo, parece aqu� en Deuteronomio 14:1 que al pueblo se le permiti� comer de sus diezmos "delante del Se�or tu Dios", compartiendo esos diezmos con los levitas (vs.27-29).
Si viv�an a una gran distancia de Jerusal�n, se les permit�a vender la d�cima parte de sus productos por dinero y llevar ese dinero a Jerusal�n, donde lo gastar�an en cualquier alimento que desearan comer "ante el Se�or" (v. 24: 26). Porque el Se�or deseaba que se regocijaran delante de �l en lugar de consumir sus productos con codicia ego�sta, sin la presencia de Dios.
Sin embargo, su provisi�n para los levitas deb�a ser cada tres a�os, cuando deb�an almacenar la d�cima parte de sus productos. Los levitas ten�an derecho a esto, junto con los extranjeros, los hu�rfanos y las viudas que pudieran estar con ellos. Al comparar esto con N�meros 18:21 , es posible que no veamos claramente la forma exacta en que se hizo todo esto, pero N�meros 18:24 habla de los diezmos que los hijos de Israel "ofrecieron como ofrenda al Se�or" como siendo dado a los levitas. Esto puede explicar por qu� parece haber una contradicci�n en estos relatos. Porque sabemos que Dios nunca se contradice.
En el Nuevo Testamento, en lugar de que se les ordene dar diezmos, se anima a los creyentes a dar solo como se proponga en sus corazones, en agradecimiento a la pura gracia de Dios. Qu� bueno recordar que "Dios ama el dar alegre" ( 2 Corintios 9:7 ).