Bible Commentaries
Job 37

Comentario de Grant sobre la BibliaComentario de Grant

Versículos 1-24

IMPOTENCIA DEL HOMBRE EN LA TORMENTA

(vv.1-5)

Cuando la tormenta estalla sobre ellos, Eli� mismo tiembla (v.1). El trueno de la voz de Dios llama la atenci�n del hombre y su rel�mpago se extiende por toda el �rea visible (vv.2-3). "Despu�s de ella, una voz ruge. �l truena con su voz majestuosa" (v.4). "Dios truena maravillosamente con su voz; hace grandes cosas que nosotros no podemos comprender" (v.5). Aqu�, ante los ojos de Job, hab�a una lecci�n objetiva sobre la tormenta espiritual que hab�a experimentado.

Ciertamente no pudo detener la tormenta, pero Dios lo permitir�a solo temporalmente. Sabe c�mo calmar la tormenta ( Salmo 107:29 ), como lo hizo el Se�or Jes�s cuando sus disc�pulos estaban desgarrados por el miedo ( Marco 4:38 ).

LOS CAMINOS DE DIOS EN INVIERNO

(vv.6-9)

Aunque probablemente no nevaba en ese momento, Eli� aporta otra caracter�stica del clima que Dios proporciona a veces para hablar al coraz�n y la conciencia del hombre. �l le dice a la nieve o la lluvia cu�ndo caer sobre la tierra, a veces una lluvia suave, a veces una fuerte tormenta (v.6). Los hombres han intentado de muchas maneras controlar el clima, un esfuerzo tonto e in�til porque no quieren permitir que Dios se salga con la suya.

Todas estas cosas ten�an la intenci�n de atraer a Job con respecto a las circunstancias desagradables que estaba soportando. �Job no permitir�a que Dios se saliera con la suya? Por lo tanto, la tormenta fue una lecci�n pr�ctica muy importante para �l.

MANO DEL HOMBRE SELLADA

(vv. 7-10)

Cualquier cosa que el hombre trate de hacer al respecto, Dios env�a un clima que selle la mano de cada hombre, para que todos conozcan su obra como infinitamente m�s grande que la de ellos (v.7). Las bestias se refugian en guaridas, ya sea para esconderse del viento o de los truenos y rel�mpagos (v.8). Del sur llega el torbellino y el fr�o del norte. El hielo proviene del aliento de Dios, aire que Dios env�a en un estado fr�o (vv. 9-10).

TORMENTAS Y SUS DIVERSOS EFECTOS

(vv.11-16)

Las nubes espesas est�n saturadas de humedad y las nubes giran impulsadas por el viento. Pero todo esto es por la gu�a de Dios, dirigido como �l manda (v.12). Hace que la lluvia caiga por tres razones expresas: para la correcci�n, que el hombre necesita a menudo; por su tierra, que requiere lluvia para dar fruto; o por misericordia, - en momentos en que Sus criaturas sufren de sequ�a. Si hay exceso de lluvia, sin duda, esto est� destinado a la correcci�n del hombre.

"Alabad al Se�or fuego y granizo, nieve y nubes; viento tempestuoso que cumple su palabra" ( Salmo 148:7 ). Si Job se hubiera dado cuenta de esto, podr�a haberle ahorrado una profunda angustia en el alma.

Eli� insta a Job a que se detenga y considere las maravillosas obras de Dios. Puesto que Job pens� que sab�a c�mo deb�a actuar el Se�or con �l, �sab�a cu�ndo y c�mo Dios envi� la lluvia e incluso hizo que la nube oscura brillara como luz? �Sab�a �l los equilibrios de las nubes? "(V.16) - una lecci�n sobre c�mo Dios equilibr� las nubes del sufrimiento de Job de una manera en la que Job nunca habr�a pensado. Pero estas son obras de Aquel que es perfecto en conocimiento".

LA HERMOSA CONCLUSI�N DE ELIHU

(vv.17-24)

"�Por qu� est�n calientes tus vestidos cuando El calma la tierra con el viento del sur?" (v.17). Hay momentos de tranquilidad y calentamiento en lugar de un fr�o intenso. �Por qu�? De hecho, Job hab�a tenido antes la experiencia del calor del verano y ahora estaba experimentando el fr�o invernal en su vida personal. Hab�a dado por sentado el calor y, cuando lleg� el fr�o, se pregunt� por qu�. Eli� le dice, en efecto, que deber�a preguntar por qu� hab�a experimentado el placer del calor del verano. De hecho, cuando ocurren estos extremos es una pregunta que nadie m�s que Dios puede responder.

Nuevamente, �hab�a requerido Dios la ayuda de Job para extender los cielos, fuerte como un espejo de metal fundido? (v.18). De hecho, los cielos son solo un ejemplo m�s del poder milagroso de Dios mediante el cual �l busca volver nuestros ojos hacia el cielo mientras toma el lugar de la sumisi�n total a Aquel que est� tan alto por encima de nosotros.

�Podr�a Job ense�ar a sus amigos (incluido Eli�) qu� decirle a Dios porque Eli� mismo reconoce que no puede preparar nada para decir "debido a las tinieblas" (19). Porque los caminos de Dios est�n envueltos en tinieblas hasta que �l se revela a s� mismo. En otras palabras, deje que Dios hable primero antes de atreverme a levantar la voz.

"�Deber�an decirle que deseo hablar?" (v.20). Job hab�a indicado esto en el cap�tulo 23: 3-4, diciendo que presentar�a su caso a Dios, llen�ndose la boca de argumentos. �Lo hizo cuando Dios finalmente le habl�? �De hecho no! M�s bien, dijo: "He aqu�, soy vil; �qu� te responder�? Pongo mi mano sobre mi boca" (cap. 40: 3-4).

"Incluso ahora los hombres no pueden mirar la luz cuando brilla en el cielo". Aunque la luz es brillante, muchas veces los hombres no pueden verla debido a las nubes, como fue el caso de Job. Dios viene del norte, la direcci�n del misterio, pero con un esplendor dorado, porque Su majestad es asombrosa y Su grandeza inescrutable. �l es Todopoderoso y no podemos discernir Su grandeza. Su poder supera a todo lo que se pueda hacer avanzar desde cualquier direcci�n (v.

23). Su juicio es supremo en sabidur�a, Su justicia pura e inmaculada por cualquier consideraci�n cuestionable. No oprime de ninguna manera, como es el caso de pr�cticamente todos los gobiernos de hombres, al menos hasta cierto punto.

"Por tanto, los hombres le temen; �l no hace acepci�n de personas sabias de coraz�n" (v.24). Ya sea que Job o sus amigos, todos los cuales se consideraban sabios, su sabidur�a no impresion� a Dios, y �l no mostr� parcialidad hacia ninguno de ellos, como ellos esperaban que lo hiciera. Todos los hombres en todas partes tienen serias razones para temer a Dios y, de hecho, para temblar en Su presencia.

As� Eli� hab�a hablado simplemente por Dios, y en esto es un tipo del Se�or Jes�s, el �nico Mediador entre Dios y los hombres.

Se ha observado que Elifaz, en su esfuerzo por consolar a Job, present� su propia observaci�n como un testimonio concluyente de que ten�a raz�n en lo que dijo (Cap. 4: 8). Bildad, al seguir a Elifaz, apel� a la tradici�n transmitida por hombres mayores como testigo confiable. �Entonces Zofar le dijo virtualmente a Job que ten�a raz�n porque su propia intuici�n se lo dec�a! Todo esto fue en vano. Solo Eli� insisti� en que la humanidad ignora totalmente a Dios a menos que Dios se revele. �Ahora Dios puede hablar!

Información bibliográfica
Grant, L. M. "Comentario sobre Job 37". Comentario de Grant sobre la Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lmg/job-37.html. 1897-1910.