Bible Commentaries
1 Samuel 2

Comentario Pozos de agua vivaPozos de agua viva

Versículos 1-36

Fe ejemplificada en Ana

1 Samuel 2:1

PALABRAS INTRODUCTORIAS

Hay dos oraciones que salieron de los labios de Ana. El primero se describe en el cap�tulo 1 de I Samuel. Fue una oraci�n llena de llanto, de confesi�n y de l�grimas.

Despu�s del nacimiento de su hijo y su destete, se dio la segunda oraci�n registrada de Ana. La oraci�n se ofreci� cuando el ni�o fue llevado al templo y dedicado a Dios.

Con su regalo hecho y su hijo ofrecido a Dios como un sacrificio voluntario, Ana no pudo detener su oraci�n ni su canci�n.

A veces imaginamos en vano que el gozo proviene del ego�smo, de apartar de Dios nuestras posesiones m�s preciadas; tal nunca es el caso. La alegr�a llega cuando todo se coloca sobre el altar. Deseamos mencionar las cuatro declaraciones iniciales de la oraci�n de Ana. Los encontrar� en 1 Samuel 2:1

1. "Mi coraz�n se regocija en el Se�or". Ojal� m�s oraciones fueran oraciones de alabanza; Ojal� los cristianos tuvieran m�s alegr�a y menos l�grimas. "El gozo del Se�or es tu fuerza". Cuando pensamos en el ap�stol Pablo, pensamos en uno que sufri�, quiz�s m�s que cualquier otro, por causa de Cristo; pero tambi�n pensamos en uno que se regocij� m�s. En el Libro de Filipenses es "gozo" y "regocijo" todo el tiempo.

2. "Mi cuerno es exaltado en el Se�or". Esta es la segunda declaraci�n de Hannah. Su cuerno fue exaltado; es decir, un nuevo poder hab�a entrado en su vida. Ella hab�a sido levantada de la debilidad, muy por encima de las debilidades de su carne, y ahora se regocijaba con una nueva fuerza en el Se�or. Cuando hayamos puesto nuestro todo en el altar, Dios se asegurar� de poner un nuevo poder en nuestras vidas.

3. "Mi boca se ensancha sobre mis enemigos". En el primer cap�tulo leemos sobre los adversarios que la hab�an provocado; ahora sus adversarios est�n vencidos. Cuando lleguemos a un lugar grande en el Se�or, tendremos la victoria perfecta sobre todos nuestros enemigos.

4. "Me regocijo en tu salvaci�n". Hannah no se atribuy� ning�n m�rito a s� misma. Ella sab�a d�nde moraba en el lugar de la victoria en lugar del regocijo en el lugar del poder. A �l le dio la gloria.

ADORACI�N DIVINA ( 1 Samuel 2:2 )

Nuestro verso nos pone de rodillas en adoraci�n Divina; respira el esp�ritu de adoraci�n y aclamaci�n al Se�or. Ella dijo:

1. "No hay santo como el Se�or". Podemos jactarnos de nuestra santidad, pero nos jactamos de ella s�lo cuando caminamos apartados de Su presencia; cuando entramos en el halo de Su gloria y santidad, estamos seguros de clamar: "�Ay de m�!". No hay nada que nos muestre tanto nuestros propios pecados como el brillo de Su santidad. Dios ha dicho: "Sed santos, porque yo soy santo". �l fue santo en su nacimiento, tal como est� escrito: "Por tanto, tambi�n lo santo que nacer� de ti". �l era santo en vida: no conoci� pecado, no pec�, y en �l no hubo pecado.

2. "No hay nadie fuera de ti". Oh, s�, hay muchos otros adem�s de Dios, pero no hay otro dios, adem�s de �l, y ning�n otro como �l.

Hay otra verdad: de todos los dioses adorados por los paganos, no hay ninguno como nuestro Dios. Sus dioses no son dioses, porque Dios es Uno y el �nico.

3. "Ni hay roca como nuestro Dios". Esta es la tercera declaraci�n de Hannah. Una roca es una posesi�n maravillosa cuando soplan los vientos, caen las lluvias y vienen las inundaciones. Nuestro Dios es una Roca sobre la cual podemos construir toda esperanza y depositar toda confianza. Cuando �ramos pecadores, constru�amos sobre la arena; pero cuando fuimos salvos, �l sac� nuestros pies del barro lodoso y los coloc� sobre una Roca.

II. UN LLAMADO A LA HUMILDAD ( 1 Samuel 2:3 )

Despu�s de que Ana hab�a atribuido gloria y poder a Dios, comenz� a hablar contra los orgullosos y arrogantes que se alzaban contra Dios. Gracias a Dios, se acerca el momento en que todo lo que se enaltece contra el Se�or ser� abatido. Aqu� est�n las palabras de Ana, que se encuentran en 1 Samuel 2:3 : "No hables m�s con tanta soberbia; no dejes que la arrogancia salga de tu boca".

1. Una reprimenda merecida. Esta es nuestra conclusi�n al pensar en las palabras que acabamos de citar de labios de Hannah. Desde la infancia, casi, prevalece el esp�ritu de orgullo y arrogancia ego�sta. Es solo cuando llegamos a conocer a Dios en Su gloria, y fuerza y ??poder, que perdemos toda confianza en la carne. Dios no permita que estemos orgullosos de nada.

El esp�ritu de arrogancia es un esp�ritu de orgullo dominante. No s�lo el "yo" se enorgullece; pero la arrogancia ego�sta quiere excluir a todos los dem�s como subordinados. La arrogancia exige reverencia y reconocimiento y, a menudo, adoraci�n.

2. Una advertencia sagrada. "Por �l se pesan las acciones". Despu�s de que Ana reprende a los orgullosos y arrogantes, les dice que el Se�or es un Dios de conocimiento, y por �l se pesan las acciones. Para el orgulloso Belsasar, el dedo de Dios escribi� en la pared, sobre los candelabros del palacio del rey, "TEKEL": "Pesado fuiste en balanza, y fuiste hallado falto". Dios juzga a los hombres por lo que son y no por lo que afirman.

III. UNA VISI�N DE CONTRASTE ( 1 Samuel 2:4 )

No creemos que Ana se haya dado cuenta de lo maravillosamente que estaba orando. Primero que todo, ella alab� al Se�or, luego lo ador� y le atribuy� la santidad. Luego llam� a los orgullosos y arrogantes, los avergonz� y les dijo que �l sopesar�a sus acciones. Ahora presenta dos tipos de hombres y hace un contraste que es digno de nuestro pensamiento.

1. "Los arcos de los valientes est�n quebrados, y los que tropezaron, ce�idos de fuerza". Esto es cierto. �No hemos le�do que no son llamados muchos valientes o nobles? Si nuestro Dios va a usar a los hombres, debe quebrarlos. Muchos Goliat han ca�do ante David. "Los que tropezaron est�n ce�idos de fuerza". Es maravilloso estar revestido del poder de Su fuerza.

2. "Los que estaban hartos se alquilaron por pan, y cesaron los hambrientos". �No hab�is le�do: "�Ay de vosotros los que est�is hartos! Porque tendr�is hambre". "�Ay de vosotros los ricos! Porque ya ten�is vuestro consuelo". Pero Dios tambi�n ha dicho exactamente lo que dijo Ana: "Bienaventurados los que ahora ten�is hambre, porque ser�is saciados". "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios". Ana estaba orando en el Esp�ritu; y la verdad es siempre la misma. Los poderosos son quebrantados, los d�biles reciben fuerza; los llenos claman por pan, y los hambrientos quedan satisfechos.

IV. EL PODER DEL DIOS VIVIENTE ( 1 Samuel 2:6 )

Aqu� tenemos una maravillosa demostraci�n teol�gica y homil�tica. Despu�s de que Ana, en su oraci�n, describe la debilidad de los poderosos y la pobreza de los ricos, dice: "El Se�or mata y da vida; �l hace descender al Seol y levantar. El Se�or empobrece y enriquece. : �l humilla y enaltece ". Si alguna vez vio un vers�culo que ense�� la soberan�a de Dios, aqu� tiene uno. Observ�moslo.

1. "El Se�or mata y da vida". �Crees que los malvados siempre prevalecer�n? �Crees que el Se�or siempre ser� repudiado, pisoteado bajo sus pies y expulsado de la ciudad para morir? No, cuando el Se�or se levante, sus flechas arder�n en el coraz�n de los enemigos del rey, por lo que el pueblo caer� debajo de �l.

2. "El hace descender al sepulcro y levantar". El pecado nos lleva a todos a la tumba, pero Cristo puede quebrantar el poder del pecado y el poder de la tumba. Puede convertir a los malvados en el infierno y destruirlos. Tambi�n puede llevar a los justos al cielo y entronizarlos.

3. "El Se�or empobrece y enriquece". El Se�or puede enviar hambrunas, pestilencias, terremotos y espada. Todo lo que tenemos nos lo ha dado. Sin embargo, si nos negamos a reconocerlo y honrarlo, con el aliento de sus labios �l puede derribarnos.

Lea el Libro de Job y vea cu�n f�cil es para Dios hacer pobre a un hombre rico; lea tambi�n el �ltimo cap�tulo del Libro de Job, y vea cu�n f�cil es para Dios hacer a un hombre pobre siete veces m�s rico de lo que era en los d�as de sus riquezas. El que quita, tambi�n puede devolver.

4. "�l humilla y ensalza". El mismo Cristo que derriba a los soberbios, puede enaltecer a los humildes. De una forma u otra, estamos perfectamente dispuestos a que �l nos humille; porque hemos aprendido la verdad de la afirmaci�n de que "se humill� a s� mismo, y se hizo obediente hasta la muerte, muerte de cruz. Por lo cual Dios tambi�n lo exalt� hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre: que en el Nombre de Jes�s que toda rodilla se doble * * y toda lengua confiese ".

Lo que es verdad de nuestro Se�or, sin embargo, es verdad de nosotros. Si estamos dispuestos a ir con �l en Su degradaci�n, desolaci�n y muerte, tambi�n se nos permitir� subir con �l en Su exaltaci�n y glorificaci�n. �No hemos le�do que nosotros, "por su pobreza", podemos hacernos ricos?

V. LOS ENRIQUECIMIENTOS DE DIOS ( 1 Samuel 2:8 )

Ahora estamos llegando a una parte culminante de la oraci�n de Ana. Ella dice:

1. "�l levanta del polvo al pobre, y al mendigo del muladar, para ponerlo entre pr�ncipes, y para hacerles heredar el trono de gloria".

No podemos evitar pensar en Jos�. Recordamos c�mo fue echado en la c�rcel, pero el Se�or lo levant� y lo puso entre los pr�ncipes. S�, incluso fue nombrado al lado del rey de Egipto. A �l, el rey le dio el mando completo de todos los asuntos de Egipto.

No podemos dejar de pensar en David, que se preocupaba por las ovejas. El joven fue despreciado por sus hermanos, y sin embargo, �no lo levant� el Se�or y lo coloc� en un trono?

Sin embargo, hay otra cosa en todo esto. "Para hacerles heredar el trono de la Gloria". Aquellos de nosotros que sufrimos con �l aqu�, reinaremos con �l all�. Aquellos de nosotros que hemos llevado Su cruz, compartiremos con �l Su corona.

2. "Porque las columnas de la tierra son del Se�or, y sobre ellas ha puesto el mundo". He aqu� una declaraci�n maravillosa que deber�a animar los corazones de los necesitados y los pobres. Se les recuerda que las columnas de la tierra son del Se�or. �No le record� el Se�or a Su siervo en la hora de la necesidad que la plata y el oro eran Suyos, y que el ganado en mil colinas era Suyo? �Por qu� debemos aprovechar tan poco las riquezas de Dios? Dios no present�, a trav�s de Ana, un Dios empobrecido; sino un Dios que posey� las columnas de la tierra y "puso el mundo sobre ellas". Su Dios era el Dios de todas las cosas.

VI. EL SE�OR GUARDE A SUS SANTOS ( 1 Samuel 2:9 )

Hannah da otro paso hacia arriba. Ella no solo ense�a que el Se�or suplir� nuestras necesidades, enriqueciendo a los pobres, etc., sino que tambi�n dice que el Se�or guardar� los pies de Sus santos.

1. Nuestro Dios es un Dios que gu�a a los suyos. Cuando pensamos en nuestros pies, pensamos en el camino que recorremos; del camino que seguimos. Dios mantendr� nuestro camino y nos mostrar� el camino que debemos seguir. Tampoco tenemos que pensar que este "mantener los pies" significa s�lo la gran tendencia de nuestra vida; es decir, que Dios nos guiar� solo en las cosas grandes. Est� escrito: "Los pasos del buen hombre son ordenados por el Se�or".

�No es maravilloso que alguien vaya delante de nosotros para se�alarnos el camino? �No es una bendici�n que alguien nos diga: "Este es el camino, andad por �l"?

2. Nuestro Dios es un Dios que pone a los malvados en tinieblas. Cu�n sorprendente es la expresi�n "Y los imp�os callar�n en las tinieblas". Cuando amaneci� en Israel, estaba oscuro en Egipto.

El verdadero santo est� pisando un camino que se vuelve cada vez m�s brillante hacia el d�a perfecto. Los malvados andan por un camino que se hace cada vez m�s oscuro, hasta que al fin los malvados entran en la "oscuridad de las tinieblas para siempre".

3. Nuestro Dios es un Dios de victoria. La �ltima declaraci�n de nuestro vers�culo es: "Porque nadie prevalecer� con la fuerza".

Cuando los reyes de la tierra se junten contra el Se�or y contra su Ungido; cuando dicen: "Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas", �pens�is que vencer�n?

Cuando, como se describe en el Libro de Apocalipsis, el anticristo maldice a los que moran en los Cielos, �pens�is que prevalecer�?

No importa qu� fuerza pueda tener el mundo; fuerza del dinero, porque el dinero es poder; fuerza de los ej�rcitos, porque los ej�rcitos representan fuerza; todo ser� como paja ante el viento en la era de verano, cuando el Se�or se levante.

VII. EL GOLPE DE LOS ADVERSARIOS ( 1 Samuel 2:10 )

Ana, sin duda, estaba ofreciendo alabanzas a Dios porque esos adversarios, que parec�an acosarla y hacerle imposible tener un hijo, hab�an sido derrocados.

Ella se regocijaba en Dios debido a su propia liberaci�n personal. Ana, sin embargo, lo supiera o no, estaba hablando de manera clara sobre el derrocamiento final de todos los adversarios de nuestro Se�or.

Lea lo que ella dice en 1 Samuel 2:10

Una vez se dijo: "�Est� Saulo tambi�n entre los profetas?" Mientras leemos este vers�culo en Samuel, quedamos abrumados con la visi�n de Ana, y dijimos: "�Est� Ana tambi�n entre los profetas?"

�Qu� es lo que dijo Hannah? Hay cuatro cosas en sus palabras, cuatro cosas que cubren la Corning de nuestro Se�or Jesucristo.

1. "Los adversarios del Se�or ser�n hechos pedazos". Todos estaremos de acuerdo con esto. El Salmo Segundo, al hablar del fin de los tiempos y del advenimiento de Cristo, dice: "Los quebrar�s con vara de hierro; los despedazar�s como vasija de alfarero".

Seguramente el Se�or Jesucristo derrocar� al maligno y a todos sus seguidores.

En el libro de Apocalipsis leemos: "Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, * * y el cielo se apart� como un pergamino cuando se enrolla; y toda monta�a e isla fueron removidas de su lugar". Lea tambi�n Apocalipsis 6:14

2. "Desde el cielo tronar� sobre ellos". Todos sabemos que el Se�or descender� del cielo y que, con el aliento de sus labios y el resplandor de su rostro, matar� al maligno. Amados, esto mismo que dice Ana, se cumplir� cuando Cristo venga en llamas de fuego, tomando venganza sobre todos los que no conocen a Dios, y que no obedecen el Evangelio de nuestro Se�or Jesucristo.

3. "El Se�or juzgar� los confines de la tierra". Ciertamente, esto es exactamente lo que suceder� en la Segunda Venida. Los adversarios ser�n quebrantados, el Se�or tronar� sobre ellos desde el Cielo, y entonces �l establecer� Su trono y gobernar� la tierra con justicia. Lea Salmo 46:1 y pensar� que tiene la contraparte de las palabras de Ana.

En el siguiente Salmo leemos: "Porque Dios es el Rey de toda la tierra * * Dios reina sobre las naciones; Dios se sienta en el trono de Su santidad". En el libro de los Hechos se dice que el Se�or juzgar� la tierra con justicia. �l nos ha dado una prueba de esto, al resucitar a Cristo de entre los muertos.

4. "Dar� fuerza a su Rey, y exaltar� el poder de su Ungido". Es en el d�a en que Cristo regrese para sentarse en el trono de David, que Su Nombre y Su gloria cubrir�n la tierra, como las aguas cubren el mar. Los hombres vendr�n de los confines de la tierra como representantes de las naciones, para adorar al Se�or de los Ej�rcitos.

En el Libro de Isa�as se expone esta exaltaci�n de Cristo entre los hombres ( Isa�as 33:5 ).

UNA ILUSTRACI�N

"Una vez me enter� de un caso en el que el buen se�or de la casa estaba abatido por una enfermedad, y el m�dico insisti� en que nadie lo viera, ya que su vida pend�a de un hilo. Un d�a lleg� el m�dico y lo recibieron en la puerta por la enfermera. El doctor escuch� una voz dentro. Volvi�ndose severamente hacia la enfermera, dijo: "�Te dije que no admitieras a nadie!"

"No hay nadie m�s que el enfermo", respondi� ella con confianza.

"Escuche, entonces", dijo. Y esto es lo que escucharon:

"Agitado por vientos fuertes y desmayado de miedo,

Sobre la tempestad fuerte y clara

�La dulce voz de Emmanuel! �escuchar!

"Soy yo. No temas."

"�Oh! �Eso es lo que es!" dijo el m�dico, con una sonrisa, mientras abr�a la puerta y ve�a el rostro apacible del inv�lido en el que resplandec�a la gloria.

Ay, los montes de Dios nos protegen por todos lados. Nuestra ayuda desciende, y la misma bajada significa fuerza y ??poder.

Información bibliográfica
Neighbour, Robert E. "Comentario Pozos de agua viva en 1 Samuel 2". "Agua viva". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lwc/1-samuel-2.html.