Bible Commentaries
Daniel 6

Comentario Pozos de agua vivaPozos de agua viva

Versículos 1-28

Un hombre de asuntos

Selecciones de Daniel 6:1

PALABRAS INTRODUCTORIAS

En un estudio anterior, observamos a Daniel como un vidente. Aqu� lo veremos como un hombre de negocios.

Mientras vemos a Daniel movi�ndose entre los grandes l�deres del imperio babil�nico, manejando los asuntos del estado con maravillosa sabidur�a, estando muy por encima de todos los hombres de su �poca en su integridad moral; nos aseguramos que la semilla que produjo una vida tan grande fue sembrada en los d�as de su juventud.

Daniel, el joven modelo, era Daniel, el hombre de negocios modelo en embri�n. El car�cter puede mostrarse con mayor ventaja en la madurez del hombre, pero el car�cter se forma en el ni�o y en el joven que sabe dedicarse a Dios y decir "no" al pecado y al mundo.

Pocos hombres en la Biblia se destacan en el centro de atenci�n de una integridad intachable como lo hizo Daniel. Era un hombre al que ni Dios ni el hombre reprocharon. Sin embargo, Daniel mismo confes� su propio pecado y los pecados de su pueblo.

Necesitamos hombres hoy en d�a en todos los �mbitos de la vida, con panoplias como Daniel con la armadura de la justicia.

La reina Isabel le pidi� a un comerciante que hiciera negocios por la corona. El hombre se contuvo y dijo que su negocio sufrir�a. La reina respondi�: "Oc�pate de mis asuntos y yo me ocupar� de los tuyos". El resultado fue que el hombre obedeci� a su reina y la reina, a su vez, dirigi� un gran volumen de negocios hacia el hombre. El que sirve a Dios fielmente, Dios servir�.

Daniel nunca estuvo tan enredado en los asuntos de Babilonia como para descuidar su vida de oraci�n y sus deberes para con Dios. Sirvi� a su generaci�n con notable �xito, pero primero sirvi� a Dios. �No ha dicho Dios: "Buscad primero el reino de Dios y su justicia"? Cuando se haga esto, �no nos a�adir� Dios "todas las cosas"? Necesitamos hombres que nunca se rebajen a un acto mezquino o un acto no cristiano para buscar un ascenso en los negocios.

Es mucho mejor para los hombres asegurarse el respaldo del Dios grande y eterno, cuyos ojos van y vienen por toda la tierra para mostrarse fuerte hacia lo perfecto, que buscar los aplausos de todos los hombres. Los hombres pueden hacer mucho, Dios puede hacer mucho m�s.

I. LA SUPREMACIA DE DANIEL ( Daniel 2:48 )

Lleg� el momento en que Nabucodonosor tuvo un sue�o. Llam� a los sabios de Babilonia y les exigi� que le contaran tanto su sue�o como su interpretaci�n. En esto fallaron por completo. Por lo tanto, el rey en ira envi� un decreto para que todos los sabios fueran muertos. Cuando Daniel oy� lo que hab�a sucedido, dijo: "No mates a los sabios de Babilonia; tr�eme ante el rey, y yo le mostrar� al rey la interpretaci�n".

Mientras Daniel estaba de pie ante el rey, dijo: "Hay un Dios en el cielo que revela secretos". �l y sus tres compa�eros se entregaron a la oraci�n y Dios le mostr� el sue�o a Daniel y le dio a conocer la interpretaci�n.

Consideremos si la traici�n de los sabios mundanos vali� tanto para ellos como la fidelidad de los sabios divinamente. Si no hubiera sido por Daniel y su Dios, todos los sabios de Babilonia habr�an sido asesinados. Nadie puede dudar de que vale la pena mantenerse en contacto con Aquel que tiene toda la sabidur�a en Sus manos.

En a�os posteriores, los sabios de Babilonia buscaron destruir a Daniel debido a la preferencia de Daniel, pero una vez m�s el Dios de Daniel lo libr�, y los hombres que eran tan traidores contra �l fueron asesinados por orden del rey.

El que pone a Dios en primer lugar, ser� puesto en primer lugar. El que honra a Dios ser� honrado por Dios. Fue Dios quien trajo el favor de Daniel. Fue Dios quien le dio a Daniel conocimiento y habilidad. Fue Dios quien dio preferencia a Daniel en el reinado de varios reyes a lo largo de una vida larga y llena de acontecimientos.

Apelamos a los hombres para que tomen a Dios en sus negocios. Los hombres que desean llegar a la cima deben estar preparados en car�cter e intelecto para dominar, y nadie se atreve a negar que tanto el car�cter como el intelecto mejoran enormemente al caminar con Dios.

Los pol�ticos mezquinos y los financieros fren�ticos pueden ser hombres de integridad cuestionable, pero el hombre que alcanza las alturas del honor en cualquier �mbito debe ser un hombre de moral intachable.

"Trabajemos y oremos juntos,

Con empe�o firme y fuerte;

Corazones y manos unidos por siempre

Al servicio del Se�or:

En su amor constante permaneciendo,

Y a �l toda nuestra confianza,

Con Su suave mano todav�a guiando,

Conquistaremos a trav�s de Su Palabra ".

II. LAS VISIONES LEJOSAS DE DANIEL ( Daniel 1:17 ; Daniel 2:28 ; Daniel 5:12 )

Daniel nunca podr� ser apreciado correctamente sin poner �nfasis en sus visiones lejanas. En la antig�edad se dijo acerca de Jos�: "He aqu�, viene este so�ador". Daniel era eminentemente m�s que un so�ador. Fue un hombre a quien Dios se revel� y a quien Dios revel� su voluntad. La verdad es que Daniel mir� a lo largo de los siglos, a trav�s de los milenios y vio el final de los tiempos en los que ahora vivimos.

Daniel no era un so�ador en el sentido visionario de la palabra. Su regalo fue la interpretaci�n de los sue�os, que le hab�a sido divinamente dado. Fue en las visiones nocturnas que Daniel vio a uno como el Hijo del Hombre que ven�a en las nubes del cielo. Fue en un sue�o, y en las visiones de su cabeza sobre su cama, que Daniel vio cuatro grandes bestias que delinearon los cuatro grandes imperios mundiales. Esta visi�n concluy� con los diez cuernos de la cuarta bestia, que son diez reinos que se levantar�n y que creemos que incluso ahora se est�n formando.

Fue a Daniel a quien el �ngel le dijo: "Entiende, hijo de hombre, porque en el tiempo del fin ser� la visi�n".

Fue a Daniel a quien el �ngel le dijo: "He venido para darte a conocer lo que suceder� a tu pueblo en los �ltimos d�as; porque, sin embargo, la visi�n es para muchos d�as".

Fue a Daniel a quien el �ngel le dijo: "Te mostrar� lo que est� escrito en la Escritura de verdad".

Daniel no vivi� con su visi�n y ambici�n circunscritas por las mezquinas cuatro paredes de sus propios intereses. Ten�a todo un mundo a su alcance. Sus necesidades eran sus necesidades. Su grito, su grito. Sin embargo, m�s que esto, Daniel ten�a un mundo a su alcance que a�n no hab�a surgido. Mir� a lo largo de los siglos y vio la finalidad de la bienaventuranza que deber�a llegar a su propia naci�n, Israel, en los �ltimos tiempos; y �l vio tambi�n, el conjunto de naciones en esos mismos d�as. Sin embargo, m�s que esto, Daniel vio en visiones de la noche, al Se�or Jesucristo descendiendo del Cielo; vio Su trono establecido y Su justo reinado.

Necesitamos hoy hombres con una visi�n similar. Demasiados de nosotros estamos limitados por nuestros peque�os asuntos personales. Mois�s aguant� porque vio a Aquel que era invisible. Abraham y los patriarcas vivieron buscando una ciudad cuyo constructor y hacedor fuera Dios. David dijo: "Siempre he puesto al Se�or delante de m�: * * No resbalar�".

"Por tanto, viendo que tambi�n nosotros estamos rodeados de tan gran nube de testigos, dejemos a un lado todo peso y el pecado que nos acecha con tanta facilidad, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, mirando a Jes�s el Autor y Consumador de nuestra fe, el cual, por el gozo que le fue puesto, sufri� la cruz, menospreciando la verg�enza, y se sent� a la diestra del trono de Dios "( Hebreos 12:1 ).

"El premio est� puesto ante nosotros;

Para ganar, sus palabras nos imploran:

El ojo de Dios est� sobre nosotros,

�Desde lo alto!

Sus tonos amorosos est�n llamando

Mientras que el pecado es oscuro, espantoso;

Es Jes�s gentilmente llamando:

�Est� cerca! "

III. LA VIDA DE ORACI�N DE DANIEL ( Daniel 2:18 ; Daniel 6:11 ; Daniel 9:3 )

Daniel aprendi� temprano a mirar hacia otro lado en oraci�n al Dios del cielo. Al leer el Registro Divino que revela a Daniel en diferentes �pocas de su gran vida, siempre lo encontramos con el rostro vuelto hacia Dios. Or� con tanta naturalidad como una flor levanta su rostro hacia arriba. La oraci�n para �l no era un gran pico de monta�a seguido de valles de ego�smo y olvido de Dios, y luego otro pico de monta�a de petici�n, y as� sucesivamente. Daniel camin� y habl� con Dios.

"�l camina conmigo y habla conmigo,

Y me dice que soy suyo

Y la alegr�a que compartimos mientras nos quedamos all�

Nadie m�s lo ha conocido ".

Daniel en su vida de oraci�n no era del tipo que oraba: "Dios me bendiga a m� ya mi esposa, mi hijo John y su esposa, nosotros cuatro y no m�s". Daniel or� con una pasi�n ardiendo en su alma por su propio pueblo. Record� el d�a en que la ciudad fue tomada y cuando su pueblo fue llevado cautivo. Sin duda, �l mismo hab�a sido elevado por una naci�n extranjera a un lugar de poder y opulencia. Eso, sin embargo, no le hizo olvidar el llanto y las l�grimas de quienes sufrieron en la servidumbre.

Tres veces al d�a, este valiente, este hombre de negocios, este hombre sobre quien reca�an muchas demandas del Estado, se tomaba el tiempo de suplicar a Dios, con las ventanas abiertas hacia Jerusal�n. �l pod�a unirse de todo coraz�n al Profeta que dijo: "Si me olvido de ti, oh Jerusal�n, que mi mano derecha olvide su astucia. Si no te recuerdo, que mi lengua se pegue al paladar; si prefiero no Jerusal�n. por encima de mi principal gozo ".

Dios nos d� hombres, no solo con una gran visi�n, sino con una gran oraci�n. El que vive para s� mismo, vive en vano. El que vive para los dem�s y para Dios es tres veces bendecido en su vida. El hombre que oraba por los dem�s, tambi�n pod�a orar por s� mismo. Cuando el rey lo arroj� al foso de los leones, Daniel se entreg� al Dios Viviente. Lo hab�an tomado por as� decirlo, de rodillas mientras oraba por los dem�s; �C�mo, entonces, podr�a Dios abandonarlo, cuando �l mismo estaba en necesidad? As�, Dios cerr� la boca de los leones y liber� a su siervo.

"�Dulce hora de oraci�n! �Dulce hora de oraci�n!

Que me llama desde un mundo de cuidados

Y me invita al trono de mi padre

Dar a conocer todos mis deseos y deseos.

En tiempos de angustia y dolor,

Mi alma a menudo ha encontrado alivio,

Y muchas veces escap� de la trampa del tentador,

�A tu regreso, dulce hora de oraci�n! "

IV. EL INDOMINADO VALOR DE DANIEL ( Daniel 4:19 ; Daniel 5:17 ; Daniel 6:9 )

Cuando Daniel era un joven, no tuvo miedo de pedirle al pr�ncipe de los eunucos que no se contamine. Cuando Daniel se enter� del decreto del rey de matar a los magos, no tuvo miedo de pedirle a Arioc que lo llevara ante el rey y all� estaba Daniel afirmando positivamente que Dios le revelar�a al rey su sue�o y su interpretaci�n.

Sin embargo, la prueba suprema le lleg� a Daniel cuando Nabucodonosor tuvo el sue�o que predijo su ca�da. Daniel se par� ante �l entonces y rehuy� no declarar todo el consejo de Dios. Le dijo a Nabucodonosor que, debido a su orgullo, Dios lo iba a cortar. Que se le iba a dar un coraz�n de bestia hasta que hubieran pasado siete veces sobre �l. Entonces Daniel le suplic� al rey que rompiera sus pecados con la justicia y sus iniquidades mostrando misericordia a los pobres.

Otra gran prueba de la valiente fidelidad de Daniel fue cuando se present� ante Beltsasar y pronunci� sobre �l su condena, dando interpretaci�n de la escritura en la pared.

Otra gran prueba del valor inquebrantable de Daniel lleg� cuando abri� de par en par sus ventanas y or� hacia Jerusal�n, sabiendo que el rey, Dar�o, hab�a firmado un decreto que implicar�a su arrojo seguro al foso de los leones.

A medida que Daniel experiment� una prueba tras otra y se mantuvo fiel e inquebrantable en su fidelidad a Dios, descubri� que Dios nunca le fallaba. �No ha escrito Dios: "Esfu�rzate y s� valiente, * * ni desmayes, porque el Se�or tu Dios estar� contigo en dondequiera que vayas"?

En esta era namby-pamby, de la leche y el agua, cuando tantos son meros aut�matas, embaucadores y esclavos de la opini�n p�blica, arrastrados por cada r�faga de viento, necesitamos hombres de verdad, que no le tengan miedo a los rostros de la gente. aquellos que se oponen a su fidelidad a Dios.

"Oh, por una fe que no se acobarda,

Aunque presionado por todos los enemigos;

Que no temblar� al borde

De cualquier aflicci�n terrenal:

Que no murmure ni se queje

Debajo de la vara de castigo;

Pero en la hora del dolor o el dolor

Se apoyar� en su Dios:

Una fe que brilla m�s brillante y clara

Cuando las tempestades arden afuera;

Que cuando est� en peligro no conoce el miedo,

En la oscuridad no se siente ninguna duda ".

V. LA REPUTACI�N INMEDIATA DE DANIEL ( Daniel 6:4 )

Cualquier otra cosa que se pueda decir acerca de este Profeta, este vidente, este hombre de negocios, todo caer�a en la nada, si Daniel no hubiera estado irreprochable en su registro, tanto moral, pol�tica y espiritualmente.

El Se�or, nuestro Dios, busca hombres limpios de car�cter, sin tacha en los negocios: hombres que vivan sobria, justa y piadosamente en este mundo, negando la impiedad y todos los deseos mundanos.

Cuando Pablo dej� a Tito en Creta, le orden� que ordenara ancianos en cada ciudad; hombres irreprensibles como mayordomos de Dios; no voluntarioso, no enojado pronto, no dado al vino, no huelguista, no dado a ganancias deshonestas, sino amante de la hospitalidad, amante de los hombres buenos, sobrio, justo, santo, templado; reteniendo la Palabra fiel como se le hab�a ense�ado. Tito puede haber levantado las manos con desesperaci�n, diciendo: "No hay tales hombres en Creta, porque los hombres de Creta son tontos, desobedientes, enga�ados, que sirven a diversas concupiscencias y placeres, viven en la malicia y la envidia, odian y odian a uno". otro."

Cuando el Esp�ritu Santo dio orden de vigilar a siete hombres para que se encargaran de los asuntos de la iglesia en Jerusal�n, dijo: "Mirad de entre vosotros, siete hombres de informe honesto, llenos del Esp�ritu Santo y de sabidur�a".

Daniel resisti� todas las pruebas tanto de Dios como de los hombres. Si quieres que el mundo descubra cualquier "mezquindad" que haya en tu pasado enterrado, o incluso en la historia pasada de tus parientes m�s cercanos, simplemente post�late para un cargo. Los pol�ticos de la �poca de Daniel eran un grupo de ingratos que buscaban matar al hombre que les hab�a salvado la vida; no solo eso, recorrieron toda la historia de Daniel y, al no encontrar ning�n punto vulnerable en su moral y en la conducci�n de los asuntos de estado, buscaron un caso en su contra a causa de su Dios.

VI. LA RICA RECOMPENSA QUE ESPERA A DANIEL ( Daniel 12:13 )

Cu�n significativas son las palabras. "T� estar�s en tu suerte al final de los d�as". �Te preguntas cu�l ser� el destino de Daniel al final de los d�as? �Se pregunta qu� lugar de honor y responsabilidad se le dar� a Daniel, en el reinado de Cristo?

La expresi�n "El fin de los d�as" no tiene por qu� molestarnos. Esas palabras se usan con frecuencia en las revelaciones que se le dan a Daniel. Perm�tanme sugerirles algunos de ellos:

"Hay un Dios en el cielo ... [que] da a conocer ... lo que ser� en los �ltimos d�as" ( Daniel 2:28 ).

"Hijo de hombre, porque en el tiempo del fin ser� la visi�n" ( Daniel 8:17 ).

"�Qu� le suceder� a tu pueblo en los �ltimos d�as?" ( Daniel 10:14 ).

"Hasta el tiempo del fin" ( Daniel 11:35 ).

"Hasta el tiempo del fin" ( Daniel 12:4 ).

"�Cu�l ser� el fin de estas cosas?" ( Daniel 12:8 ).

Con un estudio de las palabras citadas, a la luz de su contexto, se ve f�cilmente que el fin de los d�as es el tiempo del Retorno del Se�or y el tiempo de la restauraci�n de Israel.

En esos d�as Daniel estar� en su suerte, es decir, Daniel recibir� su recompensa. �No ha dicho Cristo: "He aqu�, vengo pronto, y mi galard�n conmigo"?

Todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo para recibir las cosas que se hacen en nuestro cuerpo. Dios no es injusto para olvidar su trabajo y labor de amor, que han mostrado hacia Su Nombre.

�Bendito sea Dios, Daniel recibir� una rica recompensa! Nosotros tambi�n estaremos en nuestra suerte al final de los d�as. �Qu� nos dir� el Se�or y qu� recompensa nos dar�?

UNA ILUSTRACI�N

Cu�nta gente amable hay en el mundo; tan amable, cari�oso, generoso, tan recto y honesto, la bondad misma; no pensar en nada como un problema si de alguna manera pueden ayudar a los dem�s, dispuestos a gastar y ser gastados, llenos de simpat�a y filantrop�a pr�ctica, amados y admirados por todos los que los conocen, temperamento y temperamento finamente ajustados, personajes perfectos, encantadores en todos los sentidos; pero solo queriendo una cosa, y esa, la cosa vital, �Cristo!

Es moral sin conversi�n, amabilidad de la carne solamente; belleza de car�cter, no tocada por la belleza de la santidad; buenos ciudadanos del mundo, pero no soldados de Jesucristo; miembros excelentes de la sociedad, pero no miembros de Su Cuerpo. Al igual que un cuadro exquisito o una escultura encantadora, cada rasgo y l�nea perfectamente resaltada; la gente se re�ne a su alrededor y no se cansa nunca de contemplarla, tan maravillosa belleza, pero no tiene vida, y es s�lo lienzo pintado o m�rmol cincelado, fr�o e irresponsable a toda vida y poder.

Solo falta una cosa. �Cu�l es el valor de un cifrado? nada, ni un c�ntimo, pero con "1" delante son diez inmediatamente. Todas estas buenas virtudes en un hombre son solo una hilera de cifrados, sin Cristo, nada, nada bueno, sin vida, sin valor, ver � 000,000, pero con Cristo podr�amos decirlo as�, � 1,000,000.

Información bibliográfica
Neighbour, Robert E. "Comentario Pozos de agua viva en Daniel 6". "Agua viva". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lwc/daniel-6.html.