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Bible Commentaries
Job 34

Comentario Pozos de agua vivaPozos de agua viva

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Versículos 1-37

Grandes alturas en la respuesta de Eli� a Job

Job 32:1 , Job 33:1 ; Job 34:1 ; Job 35:1 ; Job 36:1

PALABRAS INTRODUCTORIAS

Llegamos ahora a esa parte del libro de Job que presenta un mensaje muy notable hablado por un joven de integridad espiritual. Evidentemente, Eli� hab�a estado escuchando las palabras de Job y de sus tres amigos. Su esp�ritu se hab�a calentado dentro de �l mientras escuchaba; y, sin embargo, no se dign� responder hasta que los tres hombres se derrumbaron por completo en sus argumentos y palabrotas contra Job.

1. Los hombres que hablan por Dios deben ser ense�ados por Dios. Eli� dijo: "Los d�as deben hablar y la multitud de a�os debe ense�ar sabidur�a". Sin embargo, Eli� lo entendi�. "Los grandes hombres no siempre son sabios, ni los ancianos comprenden el juicio". Este es un mensaje en el que todos los j�venes deben reflexionar. Los hombres de a�os no son necesariamente hombres que conocen a Dios. Uno puede estar tan bien versado en el conocimiento humano, y tan brillante en todas las cosas que pertenecen al entendimiento ps�quico, y sin embargo, ignorar por completo las cosas de Dios.

As� lo expres� Eli�: "Hay un esp�ritu en el hombre, y la inspiraci�n del Todopoderoso le da entendimiento" ( Job 32:8 ).

Necesitamos esta inspiraci�n de lo alto, este don de Dios. Daniel pose�a sabidur�a divina. �De qu� otra manera podr�a haber dicho las cosas de Dios y particularmente aquellas cosas que se est�n cumpliendo en nuestros d�as?

2. Los hombres que hablan por Dios deben darse cuenta de que est�n en lugar de Dios. Eli� se acerc� a Job, no con un mensaje propio; tampoco vino en su propio nombre. Recuerda sus palabras: "He aqu�, yo soy conforme a tu deseo en lugar de Dios; yo tambi�n soy formado del barro".

Job hab�a deseado encontrarse con Dios y presentar su caso ante el Todopoderoso. Eli� ahora le dice a Job que �l est� all� en lugar de Dios. Siente que puede llevar el mensaje de Dios, porque Dios le ense��. La afirmaci�n de Eli� puede, al principio, parecer una presunci�n. �C�mo puede un hombre estar en lugar de Dios? Debemos detenernos y considerar estas palabras. Examinemos una Escritura que se encuentra en 2 Corintios 5:20 . "Ahora, pues, somos embajadores de Cristo, como si Dios os suplicara por nosotros; os rogamos en lugar de Cristo: reconc�liate con Dios".

El creyente enviado por el Esp�ritu tiene una relaci�n muy vital con Dios en su entrega de un mensaje enviado por Dios. El Se�or incluso dice de �l: "El que a vosotros recibe, a m� me recibe; y el que me recibe a m�, recibe al que me envi�".

La autoridad de quien predica la verdadera Palabra de Dios es un cielo tan alto. Hay un sentido de responsabilidad permanente en todo esto; y tiene un peso tremendo sobre cada uno de los enviados de Dios. Si estamos en lugar de Dios, debemos hablar las palabras de Dios. Si estamos en lugar de Dios, debemos realizar las obras de Dios.

3. Los hombres que hablan por Dios deben expresar la compasi�n de Dios. Eli� dijo: "Mi terror no te atemorizar�, ni mi mano ser� pesada sobre ti" ( Job 33:7 ). "Porque yo s� que no debo dar t�tulos lisonjeros; al hacerlo, mi Hacedor pronto me llevar�a lejos".

Tenemos entonces una doble obligaci�n: primero, debemos hablar con todo amor; y sin embargo, en segundo lugar, debemos hablar con toda honestidad y no con palabras seductoras, con las que buscar�amos agradar a los hombres. Podemos resumir nuestro deber en esto: "Hablar la verdad con amor".

Los tres amigos de Job hab�an mostrado cualquier cosa menos la tierna compasi�n de Dios. Hab�an difamado a Job y lo hab�an criticado, lo hab�an acusado continuamente de iniquidad, de la que �l sab�a que no era culpable. No expresaron ninguna simpat�a divina, como deber�an haberlo hecho.

Cristo pronunci� amargas palabras de denuncia contra los religiosos hip�critas de su �poca, pero las pronunci� con un coraz�n de anhelo. Los anatemas m�s oscuros que jam�s pronunci� se registran en Mateo veintitr�s. Observe, por lo tanto, c�mo cerr� Su solemne serie de terribles "ayes". Estas son sus palabras finales: "�Jerusal�n, Jerusal�n, * * cu�ntas veces habr�a reunido a tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, pero no quisiste!" Hablemos la verdad con amor.

I.C�MO SE REVELA DIOS ( Job 33:14 )

1. Dios habla en sue�os. Ni por un momento Eli� sugerir�a que todos los sue�os son de Dios. Sin embargo, a menudo es cierto que durante el d�a Dios tiene pocas oportunidades de hablar con aquellos a quienes les da una advertencia. As�, en las horas de la noche, Dios habla en "un sue�o, en una visi�n de la noche, cuando el sue�o profundo cae sobre los hombres, en los adormecimientos sobre la cama".

�D�nde est� el individuo que no ha sentido que tuvo, en alg�n momento de su vida, alg�n mensaje real de Dios mientras dorm�a? Y sin embargo, dar�amos una advertencia que Eli� no dio. Creemos que debemos estar tan en contacto con el Se�or y en tal comuni�n con el Esp�ritu que buscaremos durante el d�a, y no cuando dormimos por la noche, la voluntad de Dios y Su mensaje para nuestras almas.

Adem�s, necesitamos estar tan llenos de Su Palabra que recibamos muchas revelaciones de Dios en las Escrituras que vienen a nuestro recuerdo en horas especiales de necesidad. Si caminamos con Dios en total entrega a �l, no ser� dif�cil descubrir lo que �l tiene que decirnos.

2. El prop�sito de Dios al hablarnos. Esta es la forma en que Eli� lo expres�:

(1) "Para apartar al hombre de su prop�sito y ocultar el orgullo del hombre". �Ay, ay, tantos hombres se precipitan precipitadamente en su camino, sin detenerse nunca a buscar, y mucho menos a conocer, la voluntad de Dios en sus vidas! Dios ha dicho: "No est� en el hombre ordenar sus pasos"; y sin embargo, pocos hombres, comparativamente, alguna vez piden a Dios gu�a.

�Por qu� nos metemos en tantos laberintos de dificultad? Es porque buscamos volver a cada uno por su propio camino. La esencia misma del pecado es "mi camino", "mi pensamiento". �Cu�l es el final de la salvaci�n? Es hacer que los hombres vuelvan a Dios, como Se�or y Maestro. Es para salvarnos de nuestra transgresi�n al cruzar la voluntad de Dios.

El supremo llamado de Dios al alma redimida es este: "Entr�gate a Dios como vivos de entre los muertos, y tus miembros a Dios como instrumentos de justicia" ( Romanos 6:13 ).

(2) Para que pueda guardar "su alma del abismo, y su vida de perecer a espada". Dios no quiere que ninguno de nosotros corramos sin prestar atenci�n a nuestra perdici�n. Quiere bendecirnos con todas las bendiciones espirituales. Quiere llenar nuestras vidas con sus cosas buenas. No le agrada que ning�n hombre perezca. Busquemos, entonces, su rostro y aprendamos a confiar en su voluntad.

II. EL PROP�SITO DE DIOS EN EL DOLOR ( Job 33:19 )

Alguien ha dicho: "Dulces son los usos de la adversidad". Dios ha dicho: "Ninguna disciplina por ahora parece ser gozo, sino * * despu�s da el fruto apacible de justicia a los que por ella se ejercitan". Detr�s de toda aflicci�n, est� el Dios de toda gracia.

1. Entonces �l es misericordioso con �l. Eli� ense�� que todo el castigo de Dios conduc�a a una manifestaci�n de la misericordia de Dios. El hombre es castigado de dolor en su cama: su vida aborrece el pan, y su alma la comida delicada; su carne est� consumida; sus huesos sobresalen, y su alma se acerca al sepulcro; entonces Dios se compadece de �l.

Eli� tiene raz�n. Dios usa cada copa amarga que bebemos, cada dolor que sufrimos, para perfeccionarnos, fortalecernos, establecernos y asentarnos. En todas nuestras pruebas, Dios busca nuestro bien. En nuestra angustia, �l nos est� conduciendo a Su gozo; en nuestra pobreza, �l nos est� conduciendo a Sus riquezas; en nuestra verg�enza, �l nos est� conduciendo a Su gloria.

Entonces, �qu� debemos hacer cuando nos sobrevengan las aflicciones? Deber�amos dejar caer nuestra cabeza cansada sobre Su brazo y esperar Su liberaci�n. �l tendr� misericordia de nosotros.

2. La base de la gracia de Dios. Aqu� hay una peque�a expresi�n que se encuentra en la �ltima cl�usula de Job 33:24 , que bien vale la pena sopesar. La cl�usula dice: "He encontrado un rescate".

No dudamos, pero Eli� busca transmitir la base sobre la cual opera la gracia de Dios. �C�mo puede Dios ser misericordioso con el que ha pecado y a quien ha castigado? �C�mo puede Dios librar a un alma de descender al abismo? Todos pecaron; y la paga del pecado es muerte.

La liberaci�n de Dios se da sobre la base de un rescate. Ese rescate no es hecho de otra manera que por el Se�or Jesucristo. �l es Aquel que muri�, el Justo por los injustos. �l es el que sufri� por nosotros. �Cu�n verdaderamente agradecidos deber�amos estar porque Dios encontr� una base sobre la cual �l podr�a ser justo y, sin embargo, justificar a los imp�os!

Hay quienes sienten que esta Escritura de Job lleva un mensaje maravilloso sobre las liberaciones f�sicas de Dios. Sin duda, esto es cierto, particularmente cuando la enfermedad, con su dolor y amargura contingentes, se debe al pecado. En tal caso, el pecado debe eliminarse antes de poder aplicar el remedio.

Eli�, en Job 33:26 , enfatiza el lugar de la oraci�n y la confesi�n, como base sobre la cual opera la gracia de Dios, a trav�s de Su rescate. Eli� dijo: "Orar� a Dios, y �l le ser� favorable; y ver� su rostro con gozo".

Eli� le suplica a Job que acepte la gracia de Dios por medio de Su rescate y por medio de la oraci�n de confesi�n. �D�nde podemos encontrar una mejor declaraci�n b�blica que esta?

III. LOS TRABAJOS JUSTOS DE DIOS ( Job 34:10 )

Durante la enfermedad y el dolor de Job, Eli� observ� que Job se estaba justificando a s� mismo. En esto, Eli� sostuvo que Job, por necesidad, estaba condenando a Dios. Eli� ten�a raz�n. Sin duda, Job hab�a sido fastidiado por las palabras condenatorias de sus falsos amigos; y adem�s, Job era justo, hasta donde �l sab�a. No era culpable, como afirmaron sus amigos. Sin embargo, Job no deber�a haber criticado a Dios. Aqu� est�n las palabras de Eli�: "Lejos est� de Dios, que haga maldad, y del Todopoderoso, que cometa iniquidad".

Eli� sostuvo adem�s que el Todopoderoso no pervertir� el juicio. Como resultado del argumento de Eli�, hizo dos declaraciones en forma de dos preguntas.

1. "�Condenar�s al m�s justo?" No conviene que un s�bdito le diga al Rey: "T� eres imp�o". Ni que el plebeyo le diga al pr�ncipe: "Eres imp�o". Entonces dijo Eli�: "�Cu�nto menos al que no acepta las personas de los pr�ncipes, ni considera al rico m�s que al pobre?" �Condenar�n los creados al Creador? �Condenar� el barro al alfarero?

Abraham, cuando or� a Dios acerca de Sodoma, dijo: "�No har� bien el Juez de toda la tierra?" Es posible que los hombres no siempre comprendan los tratos de Dios, pero los hombres siempre deben doblar la rodilla y reconocer la justicia de Dios.

Todas las quejas de Job contra Jehov� se debieron a la ignorancia de Job. Si tan solo hubiera podido traspasar el velo y haber escuchado el desaf�o de Satan�s; o, si hubiera escuchado el maravilloso elogio de Dios por su justicia, se habr�a sentido diferente al respecto. El problema con Job fue que discuti� en la oscuridad.

2. �Condenar�s al que es omnisciente? Eli� le present� a Job el hecho de que Dios sab�a todas las cosas. Estas son las palabras de Eli�: "Porque sus ojos est�n sobre los caminos del hombre, y ve todos sus caminos. No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se escondan los que hacen iniquidad".

Puede que el hombre no comprenda a Dios, pero Dios sabe lo que hay en el hombre. Dios puede esconderse de los malvados, pero ellos nunca podr�n esconderse de �l. No hay nada que no est� desnudo y abierto a los ojos de Aquel con quien tenemos que tratar.

Dado que Dios conoce el camino que tomamos, tambi�n sabe lo que es bueno para nosotros. Eli� dijo: "No impondr� al hombre m�s que lo justo". Entonces, �qu� haremos? Confiaremos y no tendremos miedo. Si no conocemos el camino, conocemos a nuestro Gu�a; si no sabemos el por qu� de nuestras penas y dolores, sabemos que Dios abre el camino.

IV. LA GRAN Y BENEFICIENTE MANO DE DIOS ( Job 35:10 )

Llegamos ahora a uno de los vers�culos m�s hermosos de toda la Biblia. Son palabras dichas por Eli�. "Pero nadie dice: �D�nde est� Dios mi Hacedor, que canta en la noche?" ( Job 35:10 ). Eli� est� insinuando que Job deber�a haber estado cantando, en lugar de suspirar. Algunos pueden desear ahora tomar la parte de Job. Pueden sentir que si Dios env�a tribulaci�n, es correcto y apropiado que los santos tribulen. Con esto, Eli� no estar�a de acuerdo.

Fue precisamente aqu� donde Job, como un tipo de Cristo, se derrumb�. Hemos mostrado en un estudio anterior c�mo los gritos de Job, en la hora de su angustia, eran paralelos a los de Cristo cuando iba a la Cruz. Tambi�n hemos mostrado c�mo el trato que recibi� Job fue paralelo al trato que recibi� Cristo. Ahora queremos observar, no el paralelismo, sino el contraste.

Mientras Job enfrentaba su sufrimiento y beb�a la amargura de su copa, de vez en cuando, a trav�s de la fe, ten�a una visi�n de la victoria final; sin embargo, Job se lamentaba continuamente por su propiedad. Job deseaba morir. Job incluso conden� a Dios y continuamente se lamentaba de su suerte.

Jesucristo, por el contrario, al afrontar la hora de su aflicci�n, la afrontaba con gozo. En la noche de su traici�n, Cristo pronunci� palabras como estas: "La paz os dejo, mi paz os doy". "Estas cosas os he dicho para que mi gozo permanezca en vosotros, y vuestro gozo sea completo".

En el huerto de Getseman�, cuando la copa amarga fue presionada contra los labios del Maestro, Cristo dijo: "Si es posible, pase de m� esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como t�".

Nunca hubo un momento en que el Se�or Jes�s se quej�; nunca hubo un momento en el que dud�. Nuestro Se�or era un ruise�or que cantaba en la medianoche de Su parto. Leemos que despu�s que tom� el pan y lo parti�, diciendo: "Esto es mi cuerpo"; y que despu�s que tom� la copa y la derram�, diciendo: "Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada"; que despu�s, " cuando hubieron CANTO UN HIMNO, salieron".

As�, el Se�or cant� c�nticos en la noche. �Es posible que cantemos como �l cant�? Fue posible para Pablo y Silas, porque cantaron en Filipos con los pies en el cepo, mientras yac�an en la c�rcel romana.

LA ADVERTENCIA SOLEMNA DE ELIHU ( Job 36:18 )

Debemos terminar este mensaje en breve, pero no podemos hacerlo hasta que enfaticemos las tres advertencias solemnes de Eli� que le dio a Job.

1. "Cuidado no sea". "Cu�date de que no te lleve con su golpe; entonces un gran rescate no podr� librarte". Eli� anhelaba que Job llegara al lugar de la victoria, antes de que Dios se lo llevara, Eli� ense�� que despu�s de la muerte, el gran rescate de Dios no podr�a librarlo. El que se arrepienta debe arrepentirse en vida y nunca despu�s de la muerte. La obra de la Cruz es eficaz por fe solo entre los hombres que a�n est�n en la carne.

Cada uno, por tanto, cu�dese de que Dios no diga la palabra: "Cortadlo; �por qu� estorba el suelo?"

2. "Recuerda eso". Esta es la segunda advertencia de Eli�. Dijo: "Recuerda que magnificas Su obra, que los hombres contemplan". �Cu�n maravillosamente dio Eli� gloria a Dios! Este es todo el deber del hombre.

Hay un peque�o vers�culo en el Nuevo Testamento que dice: "Acu�rdate de Jesucristo". La gente de hoy est� en peligro de olvidar a Dios y de olvidar a Su Hijo, nuestro Se�or y Salvador Jesucristo. El mundo necesita una visi�n renovada de Dios y un nuevo amor y confianza en Dios.

3. "He aqu�, Dios". El vers�culo en su totalidad dice: "He aqu�, Dios es grande, y no lo conocemos, ni se puede investigar el n�mero de sus a�os". El resto del discurso de Eli�, terminando el cap�tulo treinta y seis y hasta el treinta y siete, se dedica a glorificar a Dios y magnificar su grandeza.

UNA ILUSTRACI�N

H�ganos saber, con la fe de Eli�, que tenemos un rescate. No confiemos en los "barcos podridos".

Mucho se ha dicho y escrito acerca de los barcos podridos, y qu� triste iniquidad es para cualquiera, s�lo en aras de la ganancia presente, intentar jugar con la vida humana, enviando hombres en barcos que deber�an haber sido desguazados. hace muchos a�os. Cascos viejos no aptos para navegar, remendados y pintados, luego cargados con una vida preciosa, todos sacrificados por la codicia y la codicia de los due�os, c�mo el mundo reprocha tal conducta y clama contra ella.

Ojal� todos condenaran por igual los intentos de navegar al cielo en los podridos cascos de la provisi�n del hombre.

Cuando tratamos de ganar la vida eterna con cualquier cosa que hacemos, decimos o prometemos, ignorando el camino nuevo y vivo, �qu� es sino navegar en un barco podrido que debe naufragar? Cuando nos jactamos de nuestra moralidad, sinceridad, buenas obras e intenciones, ignorando la obra y la Persona de Jes�s el Salvador, �qu� es sino una hermosa capa de pintura brillante que cubre un barco podrido y devorado por gusanos, que no resistir� a uno? aliento del juicio de Dios.

Cuando nos cansamos de la realizaci�n de formas externas y ceremonias de religi�n, y tratamos de satisfacer la conciencia con actos de devoci�n y contrici�n, rechazando la obra de Cristo , quien "por s� mismo ha purificado nuestros pecados", �qu� es sino edificar de nuevo? lo que Dios ha destruido, y embarcarse en lo que nunca llegar� a la orilla.

Dios conden� todas estas formas hace cuatro mil a�os, proporcionando un "Arca", incluso Cristo Jes�s, para la salvaci�n del alma, el refugio del pecador y la v�a de escape. Y lo que le dijo a No�, te dice : "Entra t� y toda tu casa en el arca". Desconocido.

Información bibliográfica
Neighbour, Robert E. "Comentario Pozos de agua viva en Job 34". "Agua viva". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lwc/job-34.html.
 
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