Bible Commentaries
Job 42

Comentario Pozos de agua vivaPozos de agua viva

Versículos 1-17

Dios le habla a Job

Job 38:1 a Job 42:1

PALABRAS INTRODUCTORIAS

Las palabras de Dios a Job no tienen mucho que ver con la explicaci�n de la redenci�n. Job era un hijo de Dios y estaba bien instruido en ese sentido. Sin embargo, cuando Dios se refiere a los tres amigos de Job, que no hab�an hablado de Dios, como deb�an haber dicho, entonces el Se�or manda, de inmediato, que se haga un holocausto de siete becerros y siete carneros. En el primer cap�tulo de Job aprendemos c�mo Job, continuamente, ofrec�a holocaustos.

Como lo vemos, Dios le est� ense�ando a Job a pensar menos en s� mismo y m�s en su Se�or. Dios quiere que Job conozca la grandeza y el poder de Jehov�, para que pueda aprender a confiar en �l de manera impl�cita y sin recelos ni faltas.

Es delicioso ver el efecto inmediato del discurso de Dios sobre Job. En este Job, la verdadera grandeza y la fe resplandecen de una manera maravillosa. El cap�tulo cuarenta y dos de Job nos da la reacci�n de Job a las palabras de Dios.

1. Job reconoci� el poder y la supremac�a de Dios. En el vers�culo dos, Job dijo: "Yo s� que puedes hacer todo, y que ning�n pensamiento te puede negar".

2. Job reconoci� su propia nada y verg�enza. Job dijo ( Job 42:5 ): "He o�do de ti con el o�do del o�do, pero ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza".

Den gracias a Dios por la pronta respuesta que dio Job a la correcci�n de Dios. El hombre que, en la primera parte del libro de Job, fue aclamado por Dios como "perfecto y recto"; y quien, en el segundo cap�tulo es aclamado como "ninguno como �l en toda la tierra", se hace a�n m�s puro y mejor a causa de sus dolorosas pruebas y pruebas. El resultado de todo esto se ve claramente en esta declaraci�n: "Y bendijo Jehov� el fin de Job m�s que su principio" ( Job 42:12 ).

Que el resultado de nuestro estudio de este maravilloso Libro de Job sea la obtenci�n de un mejor conocimiento de Dios en Su propia y gloriosa Persona; as� como una confianza m�s profunda en Dios en su cuidado personal por su pueblo.

Los cristianos necesitan una confianza inquebrantable en el Eterno y Grande Yo Soy. El que vela por el gorri�n, seguramente nos cuidar� a nosotros. El que viste la hierba del campo, ciertamente nos vestir�.

Los cristianos tambi�n necesitan esa cualidad de fe que conf�e en Jehov�, incluso cuando no haya luz en su cielo. Necesitan saber que Dios se preocupa por ellos cuando no pueden ver Su rostro, al igual que cuando �l les manifiesta con gracia la gloria y la gracia de Su rostro.

I. UNA PREGUNTA SOBRE LA ETERNIDAD DE DIOS ( Job 38:4 )

A veces hemos deseado que aquellos hombres y mujeres que niegan los actos creativos de Dios, y buscan deshacer el relato de G�nesis de la creaci�n, pudieran sentarse por un momento en el lugar de Job mientras Dios truena pregunta sobre pregunta a Job, a fin de llevarlo a un realizaci�n de su propia ignorancia absoluta.

Los grandes hombres no siempre son sabios. Despu�s de todo, �qu� poco sabemos los mortales de las obras del Dios eterno!

Lo que har�amos es llevarnos a todos de regreso a Dios como Aquel que existi� antes de que se hiciera todo lo que est� hecho. All�, en el poder y el poder y el amor de Su Eternidad, Dios, el Solitario, estaba parado. Se mantuvo "glorioso en santidad, temeroso en alabanzas, haciendo maravillas".

�D�nde estaba el hombre? Fue increado; a�n no hab�a aparecido en la escena de las actividades humanas. "En el principio Dios", estas son las palabras a las que todos debemos arrodillarnos mientras adoramos a Jehov�. �l es quien obra todas las cosas seg�n el consejo de su voluntad.

II. UNA PREGUNTA SOBRE LA INTELIGENCIA ( Job 38:16 ; Job 38:18 )

Dios procede a hacerle preguntas a Job que r�pidamente le revelan la total incapacidad de su visi�n intelectual.

A trav�s de innumerables laberintos de suposiciones m�sticas, a trav�s de innumerables contradicciones de deducciones cient�ficas, han hecho naufragio en cuanto a la fe. Una "investigaci�n as� dice" (no inspiraci�n, no revelaci�n) puede ser final para el fil�sofo, pero que un "as� dice el Se�or" permanezca definitivo para un hijo de Dios. La Palabra de Dios debe superar la investigaci�n del hombre simplemente porque es la Palabra de Dios.

Con semblante humilde y de adoraci�n, clamemos: "Oh profundidad de las riquezas, tanto de la sabidur�a como del conocimiento de Dios". "Tal conocimiento es demasiado maravilloso para m�; es alto, no puedo alcanzarlo". "�Cu�n preciosos son tambi�n para m� tus pensamientos, oh Dios, cu�n grande es la suma de ellos?"

III. UNA CUESTI�N DE AUTORIDAD ( Job 38:31 )

Job en el cap�tulo veintinueve hab�a dicho: "�Cuando sal� a la puerta de la ciudad, cuando prepar� mi asiento en la calle! Los j�venes me vieron y se escondieron; los ancianos se levantaron y se pusieron de pie. Los pr�ncipes se abstuvo de hablar y se llev� la mano a la boca. Los nobles guardaron silencio ". "A m� los hombres escucharon y esperaron, y guardaron silencio ante mi consejo. No volvieron a hablar m�s de mis palabras".

No nos sorprende que Job, despu�s de que Dios hubo hablado, dijera: "Pondr� mi mano sobre mi boca". En presencia de Job, otros hab�an hecho precisamente esto; ahora el sabio entre los hombres confiesa su absoluta locura de palabras, y est� listo para dejar de hablar.

Ah, Job, t� no eres el �nico que habla palabras sin conocimiento, oscureciendo as� el consejo. Uno de los signos de nuestros d�as es el parloteo de los hombres, que andan hablando mal de lo que no saben; hablan palabras grandes y llenas de admiraci�n a las personas de los hombres. Dios vendr� sobre ellos uno de estos d�as y los convencer� de todos sus duros discursos que los pecadores imp�os han hablado contra �l.

Estemos todos de pie ante Dios, reconociendo nuestra ignorancia y debilidad. Un hombre puede decirle a otro: "Ven, y viene"; y puede decirle a otro hombre: "Ve, y �l va"; pero Dios puede decir: "Sea la luz" y "hay la luz". �l puede decir: "L�zaro, ven fuera"; y, "el que estaba muerto, sali�".

Hay un lugar donde solo la autoridad de Dios puede hablar. Entonces, el hombre vano, como Job, se lleve la mano a la boca y se quede quieto.

IV. UNA PREGUNTA O PROVISI�N ( Job 38:39 )

Dios ahora viene a Job con otro asunto en el que pensar. Job hab�a hablado de haber provisto para la viuda y el hu�rfano. En esto Job hizo bien.

Dios, al hablar con Job, no descart� su esp�ritu filantr�pico; pero Dios le hizo a Job algunas preguntas que le mostraron c�mo se circunscrib�a su beneficencia.

As� mostr� Dios a Job su cuidado por los animales que deambulan por la tierra o anidan en las hendiduras de las monta�as. Job se hab�a preocupado por los pobres que estaban a sus pasos; Dios se hab�a preocupado por las innumerables huestes de bestias y p�jaros indefensos que ning�n hombre hab�a visto jam�s.

�No habl� nuestro Se�or de esto mismo, cuando dijo? Considerad los lirios del campo, c�mo crecen; no trabajan ni hilan; y, sin embargo, * * Salom�n en toda su gloria no se visti� como uno de ellos. Por tanto, si Dios viste as� la hierba del campo. " "He aqu� las aves del cielo: que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; sin embargo, vuestro Padre Celestial las alimenta".

Se nos recuerda ese vers�culo de Jon�s en el que Dios dijo: "Y no perdonar� a N�nive, esa gran ciudad, en la que hay m�s de seis mil personas que no pueden discernir entre su mano derecha y su mano izquierda; y tambi�n mucho ganado".

Reconozcamos que el Dios de la creaci�n, Aquel que sostiene los planetas en Su mano, es tambi�n Aquel que se preocupa por la menor de Sus criaturas.

V. UNA CUESTI�N DE PODER ( Job 40:9 )

Job se hab�a jactado de su poder en las puertas. Le hab�a contado con colores brillantes c�mo le hab�an vestido. Job estaba sentado en el polvo y vest�a de cilicio. Aquel que conoc�a tanto los aplausos de los hombres, se hab�a convertido en su sin�nimo y en su desprecio.

Dios est� ante el hombre abatido y deshecho que lamentaba los d�as de su antigua gloria y la impotencia de su condici�n actual. Dios le dijo a Job: "�Me condenar�s para que seas justo?" "�Tienes un brazo como Dios? �O puedes tronar con una voz como �l?"

Entonces, para mostrarle a Job su total dependencia de �l, Dios le dijo a Job: "V�stete ahora de majestad y excelencia, y v�stete de gloria y hermosura".

Nos preguntamos si Dios no permiti� que Satan�s buscara la ruina de Job, porque Dios vio, a pesar de la integridad y grandeza de Job, que era un farisaico. De una cosa que sabemos, Dios le ense�� a Job su impotencia cuando se le apart� de la buena mano de Dios. �C�mo podr�a Job engalanarse con majestad y excelencia, y vestirse de gloria y belleza, cuando su cuerpo estaba contaminado por la enfermedad? Dios continu� pidi�ndole a Job que considerara el poder de las bestias ante las cuales los hombres se cubr�an de miedo. Dios dijo: "He aqu� ahora el behemot que hice contigo". "�Puedes sacar al leviat�n con un gancho?"

La descripci�n de Dios de estas enormes criaturas y su gran poder fue dada para hacer que Job sintiera su propia debilidad; y para mostrarle que su propia mano no pod�a salvarlo.

VI. LA CONFESI�N DE JOB ( Job 40:4 ; Job 42:2 )

1. Job dijo: "He aqu�, soy vil". Aquel que, bajo las maldiciones de sus falsos amigos, hab�a sostenido firmemente su justicia, ahora se acobardaba ante Dios, d�ndose cuenta de su propia vileza y pecado abrumadores.

Cuando los hombres se comparan entre s� y se miden por s� mismos, pueden jactarse de su bondad. Cuando los mismos hombres llegan a la presencia del Dios santo, inmediatamente se aborrecen a s� mismos.

2. Job dijo: "Pondr� mi mano sobre mi boca". Tambi�n dijo: "Dije que no entend�". Es tan f�cil para los hombres jactarse de conocimiento; pero cuando Dios viene a ellos y les revela su ignorancia, no pueden hacer m�s que aborrecerse a s� mismos.

Los hombres de este mundo, que no han retenido a Dios en su conocimiento, han sido entregados a mentes reprobadas. Aqu� est� la imagen divina de tales hombres: "Pero estos, como bestias naturales, hechos para ser tomados y destruidos, hablan mal de lo que no entienden, y perecer�n por completo en su propia corrupci�n" ( 2 Pedro 2:12 ).

Considere estas palabras: "Para convencer a todos los imp�os entre ellos de todas sus malas acciones que cometieron imp�amente, y de todas sus duras palabras que los imp�os pecadores han hablado contra �l".

3. Job dijo: "He o�do de ti con el o�do del o�do, pero ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza". Qu� confesi�n fue esta del hombre de quien Dios dijo: "No hay otro como �l en la tierra". Seguramente ninguno de nosotros volver� a desear andar exhibiendo nuestra propia bondad o grandeza. Caminemos con humildad mental.

Hay quienes se deleitan en hablar de su propia destreza. No poseamos m�s justicia que la Suya, y no reclamemos ninguna hermosura excepto la que �l ha puesto sobre nosotros.

Recuerde que Pablo dijo: "Yo s� que en m� (es decir, en mi carne) no mora el bien".

VII. EL FIN DEL SE�OR ( Santiago 5:11 )

Llegamos ahora a las escenas finales del Libro de Job. Estamos a punto de contemplar el "fin del Se�or". �Por qu� todo el sufrimiento, todo el dolor que le sobrevino a Job? �Fue para establecer la fe y la fidelidad de Job, de conformidad con el desaf�o de Satan�s? Sin duda. �Fue para corregir ciertas cosas en el car�cter de Job que exig�an una experiencia como la que le sucedi� a Job? Sin duda.

Sin embargo, hay otra cara de todo esto. Dios estaba preparando el camino para el enriquecimiento y la ampliaci�n de Job. El prop�sito de Satan�s fue la ruina de Job; El prop�sito de Dios fue la elevaci�n de Job. Marque "el fin del Se�or".

1. Job fue restaurado al lugar de un intercesor. El libro comienza con Job haciendo un sacrificio y orando por sus hijos. El libro cierra con Job haciendo un sacrificio y orando por sus tres amigos.

2. A Job se le dio el doble que antes. Ten�a catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.

3. Los amigos y parientes de Job le fueron devueltos, y �l festej� con ellos con gozo y alegr�a, mientras le llevaban regalos de oro y plata.

4. A Job se le dieron siete hijos y tres hijas; y en toda la tierra no hab�a hijas tan hermosas como las de Job.

5. Al trabajo se le dio una vida �til larga. Entonces Job muri�, "siendo viejo y lleno de a�os".

Amados, nunca debemos juzgar el cuadro del artista mientras a�n est� inacabado, en el caballete. A veces podemos sentirnos abandonados y olvidados de Dios. A veces, la tarea puede ser pesada y las desilusiones pueden ser graves. Esperemos en el Se�or y renovemos nuestra esperanza. Dios seguramente nos sacar� y nos sacar� de nuestra pobreza y nos conducir� a Su riqueza; fuera de nuestra aflicci�n y en su reposo.

UNA ILUSTRACI�N

"�Has entrado en los tesoros de la nieve?" ( Job 38:22 ).

Cuando los copos suaves y puros caen sin ruido, instintivamente nos estremecemos; en nuestras mentes se asocian �nicamente con heladas duras, �rboles sin hojas y largos d�as invernales; pero �qu� pasa con el trabajo subterr�neo, las ra�ces ocultas y los bulbos tapados y mantenidos calientes hasta que la primavera les da la bienvenida? �Parece la vida una llanura nevada? �Te sientes congelado? Espere, hay tesoros all�, escondidos bajo las circunstancias y entornos m�s fr�os; y el gran jardinero los revelar� a tiempo.

�Tesoros de nieve y granizo! No es casualidad que los "escalofr�os" toquen nuestra vida y nuestro trabajo. Puede ser que Dios los permita, para acercarnos m�s a �l, el centro siempre caliente del amor; y tambi�n, sin duda, que, habiendo pasado por las pruebas nosotros mismos, podemos ayudar a otros despu�s mediante una experiencia enriquecida y una simpat�a. Deje que los rayos del Sol de Justicia calienten tanto su coraz�n que �l pueda alcanzar y descongelar otras almas unidas por el hielo a trav�s de usted. Laura Barter Snow.

Información bibliográfica
Neighbour, Robert E. "Comentario Pozos de agua viva en Job 42". "Agua viva". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lwc/job-42.html.