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Bible Commentaries
Zacarías 1

Comentario Pozos de agua vivaPozos de agua viva

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Versículos 1-21

El hombre entre los mirtos

Zacar�as 1:1

PALABRAS INTRODUCTORIAS

Las visiones tienen que ver principalmente con los tratos de Dios con su pueblo escogido Israel. Sin embargo, estar�n llenas de lecciones para los santos. Los tratos de Dios con su pueblo de anta�o no son distintos en m�todo de sus tratos con la Iglesia. �l es el mismo Se�or para todos los que lo invocan. Sus juicios son siempre justos y nunca hace acepci�n de personas.

El primer cap�tulo de Zacar�as contiene la primera visi�n del Profeta. A modo de introducci�n, observaremos varias declaraciones sucintas en el cap�tulo 1, que conducen a la visi�n en s�.

1. El disgusto del Se�or con los padres. Zacar�as 1:2 dice: "El Se�or se ha enojado mucho con vuestros padres". Si volvemos la mirada hacia nuestros progenitores, es posible que aprendamos muchas lecciones de sus errores. �Por qu� deber�amos fallar donde ellos fallaron y caer donde ellos cayeron?

En el Libro de Corintios leemos acerca de los errores de Israel; c�mo pecaron, andando seg�n las concupiscencias de su propio coraz�n. Eran id�latras, cometieron fornicaci�n, tentaron a Cristo, se volvieron y murmuraron. Por esta causa cayeron en un d�a veintitr�s mil bajo el juicio de Dios. En otro momento fueron destruidos por serpientes. En otro m�s, fueron destruidos por el destructor. Todas estas cosas les sucedieron como tipos para nosotros, y est�n escritas con la intenci�n de que no hagamos lo que ellos hicieron.

Toda la Biblia contiene muchas historias de los juicios de Dios contra otros que pecaron. Est�n escritos para que podamos ser advertidos por ello.

2. Un llamado al arrepentimiento. Zacar�as 1:3 dice: "Convert�os a m�, dice el Se�or de los ej�rcitos, y yo me volver� a vosotros". El perd�n de Dios depende de nuestra confesi�n. "Si confesamos nuestros pecados, �l es fiel y justo para perdonarnos".

Casi podemos o�r la s�plica que Dios hizo a Oseas: "Israel, vu�lvete a Jehov� tu Dios, porque en tu iniquidad has ca�do. Toma tus palabras y vu�lvete al Se�or, y dile: Quita todo iniquidad, y recibidnos con bondad ". La respuesta es clara y segura: "Yo sanar� su rebeld�a, los amar� libremente".

Que cada uno de nosotros recuerde que debemos juzgarnos a nosotros mismos para que no seamos juzgados. Si reconocemos nuestro pecado y venimos a Cristo suplicando su misericordia, obtendremos misericordia.

3. La hora de nuestro regreso. En Zacar�as 1:4 est� esta expresi�n: "Apartaos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras". �Por qu� debemos continuar m�s tiempo en el pecado y en nuestros caminos rebeldes? "He aqu�, ahora es el d�a de salvaci�n". Aqu� es otra Escritura: " A d�a Si oyereis su voz, no endurezcan el coraz�n." El que pospone el d�a de su arrepentimiento y regreso, invita a los juicios de Dios sobre �l.

4. Las primeras sentencias. En Zacar�as 1:5 leemos: "Vuestros padres, �d�nde est�n? Y los Profetas, �vivir�n para siempre?" Los hombres de la antig�edad no hab�an hecho lo que el Se�or les hab�a mandado. Se hab�an negado a regresar. El resultado fue que Dios hab�a derramado sus juicios sobre ellos. Sus vidas fueron amargadas. La copa de su dolor se llen�. De acuerdo con sus propias acciones, Dios trat� con ellos.

Dios no ha cambiado, durante los a�os, sus m�todos para tratar con aquellos que pecan contra �l. Tambi�n juzga a los suyos. "Al que el Se�or ama, disciplina". No hay hijo que peca que no sea azotado.

I. LA VISI�N DESCRITA ( Zacar�as 1:8 )

Perm�tanos presentarle esta visi�n paso a paso.

1. Fue una visi�n nocturna. La hora actual nos presenta los matices cada vez m�s profundos de la noche. Donde Dios no est� en el trono, es de noche sobre la tierra. No hay un solo vers�culo en el Nuevo Testamento que describa este per�odo actual como otro que no sea la noche.

2. Era una visi�n de un hombre montado en un caballo rojo. A este hombre lo consideramos el Hijo del Hombre. El caballo rojo nos recuerda al Cristo del Calvario, el Cristo de la Sangre derramada.

3. Era la visi�n del hombre sobre el caballo rojo parado entre los mirtos. Los �rboles de mirto muestran claramente al pueblo escogido y especial de Dios, Israel.

4. La visi�n fue de los mirtos que estaban en el fondo. "En el fondo" muestra que el pueblo de Dios estaba sobre la tierra.

5. La visi�n incluy� a una compa��a siguiendo al hombre del caballo rojo. Leemos: "Detr�s de �l hab�a caballos rojos, moteados y blancos". Estos eran los seres angelicales enviados por Dios para caminar de un lado a otro por toda la tierra. Zacar�as 1:10 dice: "Estos son los que el Se�or envi� a caminar de un lado a otro por la tierra".

La visi�n en su conjunto nos muestra que Dios, el Se�or, no es ajeno a los suyos. Pueden estar en el fondo, en el lugar del dolor y del sufrimiento. Pueden ser pisoteados bajo los pies de los gentiles, pero son queridos por el coraz�n de Dios porque son Sus "�rboles de mirto".

Esta vigilancia y protecci�n divina del pueblo de Dios, Israel, sugiere su misma vigilancia sobre su iglesia. Si el que vela por Israel no se adormece ni duerme, no se adormece ni duerme mientras vela por nosotros.

En cuanto a los �ngeles ministradores, "�no son todos esp�ritus ministradores, enviados para ministrar por los que ser�n herederos de la salvaci�n?" En verdad, los �ngeles del Se�or acampan alrededor de los que le temen para librarlos.

II. EL MINISTERIO DE LOS �NGELES ( Zacar�as 1:11 )

Acabamos de escuchar un poco sobre los �ngeles de Dios. Sin embargo, sentimos que deber�amos mirar un poco m�s profundamente en su ministerio.

1. Est�n bajo el mando de Jehov�. La �ltima cl�usula de Zacar�as 1:10 dice: "Estos son los que el Se�or ha enviado a caminar de un lado a otro por la tierra". Los �ngeles no ministran por iniciativa propia. Son enviados por Dios para hacer la voluntad de Dios. Son Esp�ritus ministradores porque son ministros.

Siga la historia de los �ngeles a lo largo de las Escrituras del Antiguo Testamento y encontrar� que invariablemente est�n cumpliendo una comisi�n asignada. Si se env�an a alg�n santo del Antiguo Testamento, se env�an porque Dios los envi�.

Ojal� todos estuvi�ramos dispuestos a seguir adelante, a realizar Su obra y a hacer Su voluntad. �No dijo Jes�s: "Como el Padre envi�, as� tambi�n yo os env�o"?

2. Trabajan a favor del pueblo de Dios. A medida que se mueven a trav�s de los elementos, no los vemos. Sin embargo, no son menos potentes en sus ministerios.

En la historia del primer siglo de la Iglesia es muy interesante ver c�mo los �ngeles de Dios obraron en favor de Pedro en la c�rcel; en nombre de varios santos d�ndoles mandatos y dirigiendo sus actividades. No solo eso, sino que, particularmente con Pablo, recordamos c�mo le dieron �nimo en la hora de su prueba y prueba.

3. En los pr�ximos d�as de tribulaci�n, los �ngeles tendr�n un ministerio mucho m�s p�blico y demostrativo. Romper�n los sellos, tocar�n las trompetas, derramar�n las copas. Los que han sido ministros de la misericordia de Dios para con los santos, se convertir�n en ministros de juicio y de ira para un mundo sin Dios.

III. LA INVESTIGACI�N ANGELICA ( Zacar�as 1:12 )

Nuestra Escritura dice: "Entonces el �ngel del Se�or respondi� y dijo: Oh Se�or de los Ej�rcitos, �hasta cu�ndo no tendr�s misericordia de Jerusal�n y de las ciudades de Jud�, contra quienes te has indignado estos sesenta y diez a�os?"

1. Las cosas en las que los �ngeles desean mirar. Hay un inter�s vital e inmutable por parte de las huestes angelicales en todas las cosas que suceder�n sobre la tierra. Esto es particularmente cierto en su actitud hacia el propio pueblo de Dios, Su santa ciudad y Su pueblo escogido.

2. Las cosas en las que los santos deben desear mirar. Hay un peque�o vers�culo en una de las ep�stolas de Pedro en el que leemos acerca de los profetas, que buscaron diligentemente e preguntaron a Dios en relaci�n con las cosas que el Esp�ritu de Cristo, que estaba en ellos, significaba. Escribieron las Escrituras y testificaron de antemano de los sufrimientos de Cristo y la gloria que vendr�a despu�s. Luego, buscaron conocer el significado de los tiempos y estaciones sobre los que escribieron.

Daniel, que fue uno de los profetas que or� en cilicio y ceniza, pidiendo a Dios que le mostrara el significado de las profec�as que �l mismo hab�a escrito. Como resultado, Dios envi� a un �ngel Gabriel para hacerle saber las cosas que iban a suceder sobre Israel.

Ojal� tuvi�ramos m�s inter�s en las cosas de Dios. Particularmente en aquellas cosas que conciernen tanto a Israel como a la Iglesia. Debemos estudiar a los profetas, debemos entregarnos continuamente a comprender la verdad que est� escondida en ellos, pero que ahora nos es dada a conocer por el Esp�ritu.

3. La gran pregunta: "�Hasta cu�ndo no tendr�s misericordia de Jerusal�n y de las ciudades de Jud�?" Otros hacen esta misma pregunta una y otra vez. En el libro de Apocalipsis est�n las palabras dichas por aquellos que fueron muertos por la Palabra de Dios y por el testimonio que ten�an. Claman a gran voz diciendo: "�Hasta cu�ndo, oh, Se�or, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre sobre los que moran en la tierra?"

Los jud�os ahora languidecen, mientras suplican por ti;

Sus corazones se cansan; �escucha cu�n profundo es su clamor!

"�Desciende, oh Se�or, nuestros enemigos claman contra nosotros!

�Cu�nto tiempo, oh, Se�or, cu�nto tiempo? Ven, lib�ranos ".

IV. PALABRAS DE CONFORT DE DIOS ( Zacar�as 1:13 )

1. El celoso cuidado de Dios. Durante todos los siglos, ha habido un ojo vigilante que nunca ha dormido y nunca ha dormido. Desde el cielo arriba, Dios ha mirado hacia abajo y ha mirado a su pueblo. Nuestro vers�culo clave dice: "As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos: Estoy celoso de Jerusal�n y de Sion con gran celo".

El ap�stol Pablo expone esta maravillosa y electiva gracia de Dios cuando dice: "En este tiempo tambi�n hay un remanente seg�n la elecci�n de la gracia". Lo que Israel no pudo encontrar por s� misma, lo encontrar� la gracia de Dios.

Esto tambi�n es cierto en el trato de Dios con nosotros. Dios ama a su Iglesia y se entreg� a s� mismo por ella. Est� celoso de ella con grandes celos.

2. Las tiernas palabras de Dios. C�mo Zacar�as 1:13 alegra nuestros corazones. "El Se�or * * habl� conmigo con buenas palabras y palabras reconfortantes". Nuestro Dios es un Dios de consuelo. �l es un Dios justo, que visita Su ira hasta la tercera y cuarta generaci�n; pero es un Dios que, en la ira, se acuerda de la misericordia. Sus juicios no son para destruir, sino para llevar a su pueblo al arrepentimiento.

Cuando Dios castiga a su pueblo, ya sea Israel o nosotros, siempre lo castiga para su beneficio, para que podamos ser part�cipes de su santidad. Por eso, en nuestras horas de angustia, habla buenas palabras de gran consuelo.

Gracias a Dios, su misericordia permanece para siempre.

V. UNA AFLICCI�N SOBRECARGADA ( Zacar�as 1:15 )

Nuestros vers�culos clave dicen: "Estoy muy disgustado con los paganos que est�n a gusto; porque estaba un poco disgustado, y ellos ayudaron a superar la aflicci�n".

1. Las naciones entre las cuales Israel estaba esparcido ayudaron a promover los juicios de Dios contra su pueblo. No han dado descanso a los jud�os. Al principio Dios estaba un poco disgustado por su ferocidad contra Israel, porque hab�a entregado a Israel para castigo. Las naciones, sin embargo, han ido demasiado lejos. Han sobrepasado su ira.

Durante dos mil trescientos a�os, los hijos de Israel han sido pisoteados bajo los pies de los gentiles. En la parte final de nuestro cap�tulo, Zacar�as tuvo una segunda visi�n. Levant� los ojos y vio y he aqu� cuatro cuernos. Le pregunt� al �ngel el significado de los cuernos, y el �ngel respondi�: "Estos son los cuernos que han esparcido a Jud�, Israel y Jerusal�n". Son cuatro en n�mero porque ese es el n�mero mundial. Dios dice que esparcieron a Jud�, "y nadie levant� la cabeza".

Amado, el ojo de Dios est� sobre su pueblo. Dijo a Abraham: "Todo aquel que te maldiga, ser� maldito". Un poco m�s tarde consideraremos c�mo Dios juzgar� los cuernos de los gentiles debido a su villan�a hacia su pueblo.

2. Misericordias extendidas. Zacar�as 1:16 dice: "Por tanto, as� dice el Se�or: He vuelto a Jerusal�n con misericordia". Den gracias a Dios por la promesa de que Dios consolar� a su pueblo. Los traer� de los cuatro puntos cardinales de la tierra. Los recoger� de todos lados. Las doce tribus de Israel ser�n reinstaladas en la tierra, y un rey, el Cristo, ser� Rey sobre todas ellas.

"Ora por la paz de Jerusal�n: prosperar�n los que te aman".

VI. UNA GLORIA DEFINITIVAMENTE PROMETIDA ( Zacar�as 1:16 )

1. La promesa de reconstruir. En Zacar�as 1:16 leemos: "En ella ser� edificada mi Casa, dice el Se�or de los Ej�rcitos". La construcci�n del Templo se establece en varias Escrituras. Sin embargo, Dios le dio a Ezequiel la descripci�n completa, con las medidas del Templo restaurado. Gracias a Dios, el Hombre cuyo nombre es el Renuevo se levantar� y construir� el Templo y �l llevar� la gloria.

2. La promesa de la ampliaci�n de Jerusal�n. Jerusal�n es la ciudad de la paz. Es la ciudad de Dios. A�n ser� una ciudad sin murallas. Nuestro vers�culo clave dice: "Se extender� un cordel sobre Jerusal�n". En este momento, Jerusal�n ha superado sus antiguos muros y la mayor parte de la nueva y ampliada Jerusal�n es una ciudad sin murallas. �Qu� ser� Jerusal�n en los l�mites geogr�ficos cuando sea el centro de un reino mundial y el gozo de toda la tierra?

3. La promesa de prosperidad en las ciudades de Palestina. No s�lo Jerusal�n tendr� una l�nea tendida sobre ella, sino que Dios ha dicho: "Mis ciudades a trav�s de la prosperidad a�n se extender�n". Hay un peque�o adelanto de todo esto mientras escribimos. Jud� y Jerusal�n est�n volviendo r�pidamente sus rostros hacia atr�s, hacia su propia tierra. Se ha descubierto una gran riqueza escondida en el Mar Muerto.

Esta riqueza ahora se est� recuperando y se est�n gastando millones de d�lares para lograr la tarea. Las ciudades de Jud� se encuentran en medio de una prosperidad financiera sin precedentes en ninguna otra parte de la tierra. Todo esto solo anticipa las posibilidades de su prosperidad despu�s de que el Se�or haya regresado para consolar a Sion.

VII. EL JUICIO DE LAS NACIONES ( Zacar�as 1:20 )

La parte final de la visi�n de los cuatro cuernos incluy� a cuatro carpinteros. A medida que el profeta vio �stos se pregunt� a los �ngeles, "�Qu� vienen �stos a hacer y �l hablaron diciendo: Estos son los cuernos que dispersaron a Jud�, tanto que nadie hab�a alzado la cabeza:? Pero �stos han venido para hacerlos temblar , para echar fuera los cuernos de los gentiles, que alzaron su poder sobre la tierra de Jud� para esparcirla ".

1. El significado de los cuernos de los gentiles. Todos los estudiosos de la profec�a se dan cuenta de que la expresi�n "cuerno" o "cuernos" generalmente significa potencias mundiales, reyes, dominios.

En Daniel 7:1 hab�a una cuarta bestia que ten�a diez cuernos. Daniel dijo: "Consider� los cuernos, y he aqu�, subi� entre ellos otro cuerno peque�o". En la interpretaci�n de Dios de estos cuernos, le dijo a Daniel: "Los diez cuernos de este reino son diez reyes que se levantar�n, y otro se levantar� despu�s de ellos".

La historia de estos cuernos, y del �nico cuerno, ocupa un lugar importante en el Libro de Apocalipsis. Sugerimos antes que habr�a ira contra Israel en los d�as de la tribulaci�n. Las naciones en este momento est�n comenzando a mostrar un antagonismo absoluto hacia el jud�o. No uno, sino varios gobiernos est�n dando pasos definitivos contra la raza semita. Est�n tratando con dureza a tal grado que nuestro propio pa�s est� lleno de indignaci�n contra aquellos que deshilachan a Israel.

2. El significado de los carpinteros, que van contra las naciones, los cuernos. Cuando el anticristo y todas sus hordas rodeen a Jerusal�n, al menos habr� algunas naciones que favorecer�n al pueblo de Dios. En el cap�tulo 25 de Mateo leemos la historia del juicio de las naciones. En esta declaraci�n, Cristo, que ha descendido a la tierra en Su segunda venida, separar� a las naciones como un pastor separa las ovejas de las cabras.

En ese momento, las naciones que se negaron a socorrer a Israel, sino que m�s bien pelearon contra ella, ser�n golpeadas. Despu�s del Armaged�n final y la Venida de Cristo a la liberaci�n de Su pueblo, se necesitar�n seis meses para enterrar los cad�veres de los muertos. El cap�tulo 19 del Apocalipsis se cierra con el llamado de Dios a las aves del cielo para que vengan y se deleiten con los cad�veres de los muertos.

Verdaderamente, los carpinteros de Dios deshilachar�n a las naciones que hab�an deshilachado a Israel.

UNA ILUSTRACI�N

Dios todav�a vela por los suyos que por la fe * * * cerraron la boca de los leones ( Hebreos 11:33 ). Fue una noche tr�gica en una ciudad china. Los bandidos hab�an llegado y los peligros rodeaban el recinto de la misi�n que albergaba a algunos cientos de mujeres y ni�os. La noche anterior, la misionera, la se�orita Monsen, hab�a sufrido un ataque de malaria muy grave, y ahora el tentador la acosaba con preguntas como: �Qu� har�s cuando los saqueadores vengan aqu�? Cuando comience a disparar en este recinto, �qu� pasa con esas promesas en las que ha estado confiando? La se�orita Monsen se volvi� hacia el gran Conquistador de las huestes de la oscuridad.

"Se�or, he estado ense�ando a esta gente todos estos a�os que Tus promesas son verdaderas, y si fallan ahora, mi boca se cerrar� para siempre; debo irme a casa". Toda la noche siguiente estuvo despierta entre los asustados refugiados, anim�ndolos a orar y a confiar en que Dios los librar�. Cosas horribles estaban sucediendo por todas partes, pero el recinto de la misi�n estaba intacto. Por la ma�ana, personas de tres familias vecinas diferentes preguntaron: "�Qui�nes eran esas cuatro personas, tres sentadas y una de pie, mirando en silencio desde lo alto de su casa durante toda la noche?" Cuando se les dijo que no hab�a nadie en la azotea, se negaron a creerlo, diciendo: "�Los vimos con nuestros propios ojos!" Se les dijo que Dios todav�a tiene sus �ngeles guardias para proteger a sus hijos en su hora de necesidad. De Luz y Vida Evangel.

Información bibliográfica
Neighbour, Robert E. "Comentario Pozos de agua viva en Zechariah 1". "Agua viva". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lwc/zechariah-1.html.
 
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