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Zacarías 3

Comentario Pozos de agua vivaPozos de agua viva

Versículos 1-10

Una visi�n de la furia de Satan�s

Zacar�as 3:1

PALABRAS INTRODUCTORIAS

Nuestro mensaje presenta la visi�n de Zacar�as cuando ve a Josu�, el sumo sacerdote, de pie ante el �ngel del Se�or, y a Satan�s de pie a su diestra para resistirlo.

A modo de introducci�n, deseamos hacer algunas observaciones generales sobre Satan�s.

1. Los esfuerzos de Satan�s se centran principalmente en el Se�or. En su primera rebeli�n, su rebeli�n fue contra el Todopoderoso. Satan�s fue, quiz�s, el m�s hermoso de los querubines creados. Dios lo hab�a puesto sobre el monte de fuego. Hab�a caminado arriba y abajo en medio de las piedras de fuego. Cada piedra preciosa era su cubierta. �l sell� la suma, llena de sabidur�a y perfecta en belleza. Entonces fue que se hall� en �l iniquidad.

Dijo en su coraz�n: "Subir� al cielo, exaltar� mi trono sobre las estrellas de Dios". As� fue como fue derribado. Aqu� est� la historia divina de su derrocamiento: "�C�mo ca�ste del cielo, oh Lucero, hijo de la ma�ana! �C�mo fuiste derribado a tierra!".

Desde el d�a de la ca�da de Satan�s, se ha puesto en contra de Dios. Concedemos f�cilmente que se opone al pueblo de Dios, pero todo est� hecho porque �l lucha contra todo lo que Dios establece.

2. Los esfuerzos de Satan�s se centraron en Ad�n y Eva. Cuando Dios cre� al hombre, var�n y mujer, les dio la supervisi�n de Su nueva creaci�n, la tierra. �l puso todas las cosas debajo de sus pies. Fue entonces cuando Satan�s entr� en el jard�n con tanta astucia y con tales insinuaciones contra la integridad de Dios en su amor profesado por el hombre, que tanto Ad�n como Eva cedieron a sus artima�as y fueron expulsados ??del jard�n bajo la maldici�n de la muerte.

3. Los esfuerzos de Satan�s se centraron a continuaci�n contra la Descendencia prometida de la mujer. Cuando Dios pronunci� la maldici�n en el Jard�n del Ed�n, tambi�n dijo: "La simiente de la mujer herir� la cabeza de la serpiente". Satan�s, desde ese momento, se interes� principalmente en el nacimiento de la Simiente, y centr� sus ataques contra esa Simiente, si era posible, para acabar con ella antes de que pudiera vencerlo.

As� fue como Abel fue asesinado; as� fue que la raza entera pronto fue envuelta en iniquidad, para sin duda, arruinar la obra de Dios y forzar al Todopoderoso a la destrucci�n de la raza. Sin embargo, Dios salv� a No� y su familia, para que a trav�s de ellos pudiera llenar la tierra y cumplir Su promesa en el Jard�n del Ed�n de que la Simiente de la mujer herir�a la cabeza de la serpiente.

Es interesante m�s all� de toda comparaci�n seguir la genealog�a en la l�nea de la Simiente desde Ad�n hasta Cristo y observar el constante antagonismo de Satan�s contra esa Simiente, es decir, contra la familia a trav�s de la cual la Simiente Divina estaba destinada a venir, e incluso contra la naci�n que albergaba a la familia que albergaba la Semilla.

4. Los esfuerzos de Satan�s finalmente se centraron contra el Hijo de Dios. Cuando, despu�s de cuatro mil a�os, Gabriel anunci� el nacimiento de la Simiente, y el �ngel lo aclam� como nacido, entonces el esfuerzo de Satan�s fue contra el Beb� de Bel�n y el Hijo de Dios.

Cuando Cristo fue bautizado en el r�o Jord�n y anunciado como el Hijo Amado de Dios, comenz� el gran ataque que culmin� en la Cruz.

Fue cuando Satan�s, en su gran esfuerzo final, luch� contra Jesucristo en la Cruz, que trajo a jugar a todos los demonios y �ngeles ca�dos del aire, y a todos los posibles hombres de la tierra llenos de Satan�s y empujados como �l. cay� contra el Hijo de Dios.

All�, colgado de Su Cruz, Jesucristo se encontr� con Satan�s y los principados y los poderes de la formaci�n de Satan�s, y los venci�, triunfando sobre ellos en ella. El calca�ar de Cristo fue magullado, pero, a su vez, lastim� la cabeza de Satan�s.

I. JOSHUA, EL SUMO SACERDOTE, REPRESENTANTE DEL ARREPENTANTE ISRAEL ( Zacar�as 3:1 )

Zacar�as en sus visiones vio al sumo sacerdote Josu� de pie ante el �ngel del Se�or, y a Satan�s a su diestra para resistirlo.

1. Hemos sugerido aqu� la larga batalla de Satan�s contra el pueblo escogido de Dios. Una palabra es suficiente para hacernos entender por qu� Satan�s durante todas las edades odi� y busc� destruir a Israel. No es por otra raz�n que esta, cuando Dios llam� a Abraham, lo llam� bajo la promesa de una bendici�n especial. En �l y en su simiente todas las naciones de la tierra ser�an bendecidas.

Cuando Dios entreg� a las naciones las herencias de sus tierras, dividi� esa tierra de acuerdo con el n�mero de los Hijos de Israel. Cuando Dios form� a Israel a partir de los doce hijos de Jacob en doce tribus, derram� sobre ellos su mayor amor y los convirti� en su naci�n favorecida y elegida.

Fue por estas causas que Satan�s luch� contra Abraham, Isaac y Jacob. Fue por estas causas que Satan�s amarg� la esclavitud de Israel en Egipto. Por estas causas Satan�s siempre busc� la corrupci�n de Israel bajo los jueces y los reyes. Tambi�n odiaba a Israel porque la Simiente de la mujer vendr�a de ella.

2. Tenemos ante nosotros la batalla del fin de la era de Satan�s contra Israel, a medida que se acerca el tiempo de la liberaci�n de Dios de su pueblo. La ira de Satan�s contra ellos aumentar� enormemente en breve. Esta ira se expone particularmente en el Libro de Apocalipsis. Tan pronto como Satan�s sea arrojado a la tierra, el Drag�n comenzar� a perseguir a la "mujer". Arrojar� de su boca aguas como un diluvio, en pos de Israel, para hacerla llevarse.

La gran batalla final del Armaged�n es el gran cl�max de locura de Satan�s contra la raza elegida. En ese momento Jerusal�n ser� tomada y habr� tanta tristeza entre el pueblo de Dios como nunca ha existido en la tierra. Seguramente Satan�s todav�a est� parado para resistir a Jud� y Jerusal�n.

II. LA SUPREMACIA DE DIOS EN CRISTO SOBRE SATAN�S ( Zacar�as 3:2 )

Cuando Zacar�as en la visi�n vio al sumo sacerdote Josu� de pie ante el �ngel del Se�or y Satan�s de pie a su diestra para resistirlo, oy� al Se�or decir: "El Se�or te reprenda, oh Satan�s; el Se�or que ha escogido a Jerusal�n. Repr�ndete: �no es esto un tiz�n arrancado del fuego? "

1. La �nica seguridad de Israel en �pocas pasadas ha estado en la supremac�a de Dios. Si Dios no hubiera sido m�s grande que Satan�s, hace mucho tiempo que Israel habr�a sido aniquilado. Si Dios no hubiera emprendido contra Satan�s, Israel se habr�a perdido en la historia mundial. Israel no es un pueblo porque ella misma ha luchado con �xito contra el ataque del enemigo. Ella es un pueblo solo porque Dios la ha mantenido en el hueco de su mano. Lo que Israel no pudo hacer, la omnipotencia y la gracia de Dios lo ha logrado.

Todo esto es cierto para la Iglesia, s�, es cierto para el creyente individual. Nuestra seguridad del pecado y de Satan�s radica totalmente en el hecho de que estamos en Sus manos.

2. La �nica esperanza de Israel en el d�a de su mayor angustia estar� en la supremac�a de Dios. Cuando llegue la gran tribulaci�n, Dios entregar� a Israel a Satan�s, as� como una vez entreg� a Pedro. Recordamos c�mo le dijo a Pedro: "Satan�s te ha deseado para zarandearnos como a trigo; pero yo he orado por ti".

Jesucristo dijo definitivamente que si los d�as de la gran tribulaci�n no se hubieran acortado, ninguna carne se salvar�a.

Incluso ahora estamos comenzando a ver solo un poco de la furia que se est� generando contra Jud� y Jerusal�n. Esta furia alcanzar� su cl�max despu�s del rapto de la Iglesia y durante la gran tribulaci�n.

A Pedro, Jes�s le dijo: "He orado por ti". As�, tambi�n, se interesar� en el jud�o. Dir� a Satan�s: "El Se�or te reprenda, oh Satan�s; el Se�or, que ha escogido a Jerusal�n, te reprenda: �No es �ste un tiz�n arrancado del fuego?"

As� es como una vez m�s, con una gran liberaci�n final, Dios se levantar� a favor de su pueblo. Ya no dir�n el Se�or que nos libr� de la tierra de Egipto, sino el Se�or que nos sac� de la tierra del norte y de todos los pa�ses adonde nos hab�a arrojado, y el Se�or que nos salv� de la mayor ira de Satan�s. .

III. LOS PECADOS DEL PUEBLO DE DIOS ( Zacar�as 3:3 )

Nuestro vers�culo clave dice: "Josu� estaba vestido con ropas inmundas y estaba delante del �ngel". Ya hemos sugerido que Josu� en la visi�n de Zacar�as representa a Jud� y Jerusal�n. Veamos si podemos encontrar el significado de la ropa sucia de Josu�.

1. Los pecados de Israel han pesado sobre ella. Recordamos c�mo Mois�s, el anciano profeta y vidente, advirti� a Israel sobre el camino de la vida y el camino de la muerte. As�, al comienzo de su historia se le advirti� contra sus malos caminos. Cuando llegamos a los d�as de los reyes, los pecados de Israel bajo su rey imp�o estaban madurando r�pidamente. Jerem�as, el profeta llor�n, lament� su triste estado.

En primer lugar, Dios desech� a Israel y luego, despu�s, desech� a Jud�. Ezequiel, hablando de las vestiduras sucias de Israel, dijo: "Cuando la casa de Israel habitaba en su propia tierra, la contaminaron a su manera y con sus obras". El pecado de Israel hizo que Dios los esparciera entre las naciones y los dispersara por los pa�ses. Dondequiera que fueran, todav�a profanaban el santo nombre de Dios.

Hasta esta hora, Israel lleva sus propias iniquidades y los resultados de su propia verg�enza.

2. Israel vestido con ropas inmundas todav�a clamar� a Dios. Varios Profetas han descrito las lamentables s�plicas que a�n se encontrar�n en los labios de la naci�n de Dios mientras suplican misericordia y perd�n.

Durante siglos, Dios ha extendido su mano a un pueblo desobediente y contradictorio. Sin embargo, se acerca el tiempo en que Israel extender� sus manos hacia el Se�or, a quien ha rechazado.

Oseas, el profeta, dice as�: "Israel, vu�lvete a Jehov� tu Dios, porque en tu iniquidad has ca�do. Toma tus palabras y vu�lvete al Se�or; dile: Quita toda iniquidad y rec�benos. graciosamente."

Dios nos ha dicho: "Si confesamos nuestros pecados, �l es fiel y justo para perdonar nuestros pecados". �No perdonar� tambi�n a Israel el d�a de su confesi�n?

IV. LA LIMPIEZA DE ISRAEL ( Zacar�as 3:4 )

"Y �l respondi� y habl� a los que estaban delante de �l, diciendo: Quitadle las vestiduras inmundas". Cuando Zacar�as vio que se quitaban las vestiduras sucias del sumo sacerdote, contempl� una imagen de la limpieza final de Israel. Por tanto, el Se�or habl�, diciendo: He aqu�, yo he hecho pasar de ti tu iniquidad, y te vestir� con mudas de ropa.

1. Una naci�n nacer� en un d�a. Esta es la promesa que Dios dio en tiempos antiguos cuando dijo: "Vendr� el Redentor a Sion ya los que se aparten de la transgresi�n en Jacob".

El Esp�ritu Santo a trav�s de Pablo habl� de este mismo tiempo cuando dijo: "Y as� todo Israel ser� salvo". Pablo dijo que esta salvaci�n ocurrir�a cuando se cumpliera Su pacto de que "quitar� sus pecados".

El profeta Ezequiel declar� positivamente: "Entonces os rociar� con agua limpia, y ser�is limpios; de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros �dolos, os limpiar�". En ese D�a, Dios le dar� a Su pueblo un coraz�n nuevo y un esp�ritu nuevo, y quitar� el coraz�n de piedra.

2. Una naci�n se vestir� con ropas blancas. Dios le dio al hijo pr�digo un manto nuevo. Se puso un anillo en la mano y zapatos en los pies.

El Se�or da a todo pecador que cree en �l un coraz�n nuevo. Tambi�n le da una t�nica nueva, pura y blanca.

As� es que Israel volver� a ser hermoso, debido a la belleza que �l pondr� sobre ella.

En este nuestro d�a el fruto del Esp�ritu es amor, gozo, paz, etc. Todo esto se coloca sobre aquellos que caminan en el Esp�ritu. En ese d�a, el fruto del Esp�ritu se realizar� plenamente en Israel.

V. EL MITRO JUSTO COLOCADO EN LA CABEZA DEL SUMO SACERDOTE ( Zacar�as 3:5 )

Zacar�as en visi�n vio al sumo sacerdote Josu� mientras el Se�or colocaba la hermosa mitra sobre su cabeza.

1. La hermosa mitra representa el reconocimiento y el honor Divinos. Cuando Israel regrese al Se�or, la gloria del Se�or ser� puesta sobre ella. Por eso ella se levantar� y brillar�. La luz de su gloria ser� tan brillante que todo el mundo se maravillar� y se maravillar�, diciendo: "�Es �sta la que fue desechada, repudiada y esparcida entre las naciones?"

En aquel d�a, los hijos de los que afligieron a Israel vendr�n a ella doblando sus rodillas. Los que la despreciaron se postrar�n ante ella. Ella ser� llamada la ciudad del Se�or. Sus muros ser�n llamados salvaci�n y sus puertas alabanza.

2. La mitra justa representa una corregencia. El pueblo del Se�or participar� en su reinado. La Palabra del Se�or saldr� de Jerusal�n. Israel ser� corona de gloria en la mano del Se�or, y diadema real en la mano de su Dios. Mientras que ella fue calificada de abandonada, ser� exaltada, porque el Se�or se deleitar� en ella.

Sin duda, muchos santos de la antig�edad y santos de esta dispensaci�n tambi�n vivir�n y reinar�n con Cristo. Sin embargo, los Hijos de Israel restaurados en una naci�n con Cristo como su Rey, ser�n reconocidos en todo el mundo como los pr�ncipes de Su Reino. En ese D�a, diez hombres de las naciones agarrar�n la falda del que es jud�o y le dir�n: Ir� contigo, porque he o�do que el Se�or est� contigo.

As�, seg�n Zacar�as 3:7 , Israel juzgar� la Casa del Se�or, guardar� Sus atrios y ocupar� sus lugares entre los que est�n presentes.

VI. LA LLEGADA DE LA RAMA ( Zacar�as 3:8 )

Al sumo sacerdote Josu�, ahora el Se�or le habla, diciendo: Oye ahora, oh Josu� sumo sacerdote, t� y tus compa�eros que se sientan delante de ti; porque son hombres admirados; porque he aqu�, traer� a mi siervo , la rama."

Este vers�culo conecta toda la visi�n que vio Zacar�as con la segunda venida de Cristo. La expresi�n "la RAMA" siempre espera al Se�or Jes�s.

1. La Rama como se ve en Isa�as 11:1 . El vers�culo dice: "Y saldr� una vara de la popa de Isa�, y un v�stago brotar� de sus ra�ces". Esta Escritura contin�a mostrando c�mo la gloria s�ptuple del Esp�ritu Santo descansar� sobre Cristo. Contin�a describi�ndolo en Su Segunda Venida cuando golpea la tierra con la vara de Su boca, y como con el aliento de Sus labios mata al inicuo.

Isa�as luego contin�a, y dice c�mo la justicia ser� el cinto de sus lomos, y la fidelidad el cinto de. Sus riendas. El cap�tulo contin�a describiendo las maravillosas condiciones del mundo bajo Su Reino Milenial.

2. La Rama como se ve en Isa�as 4:2 . "En aquel d�a el Renuevo del Se�or ser� hermoso y glorioso, y el fruto de la tierra ser� excelente y hermoso para los que escapan de Israel".

En ese tiempo, el resto de Israel ser� llamado santo, porque el Se�or habr� lavado su inmundicia.

3. El Renuevo como se ve en Jeremias 23:5 ; Jeremias 23:6 . "He aqu�, vienen d�as, dice Jehov�, en que levantar� a David un Renuevo justo, y un rey reinar� y prosperar�, y har� juicio y justicia en la tierra". El Renuevo aqu�, como en otras Escrituras, se refiere a Cristo; se refiere a �l en Su realeza. Es en ese D�a que "Jud� ser� salvo e Israel habitar� seguro".

Es entonces, y en ese D�a, que Israel ser� conocido por el Nombre de su Se�or, "EL SE�OR, JUSTICIA NUESTRA".

4. La Rama como se ve en Zacar�as 6:12 . En esta Escritura, "el Hombre cuyo Nombre es la RAMA" es una vez m�s nuestro Se�or, y nuestro Se�or en Su gloria real. Esto se dice de �l: "Crecer� de su lugar, y edificar� el templo del Se�or; �l edificar� el templo del Se�or; y �l llevar� la gloria, y se sentar� y gobernar� sobre su trono."

En todo esto vemos el significado m�s completo de la visi�n de Zacar�as cuando el �ngel le habla a Josu� y le dice: "Dar� a luz a mi siervo la RAMA".

VII. EL MENSAJE FINAL ( Zacar�as 3:9 )

Ahora aparece una piedra. Es una piedra con siete ojos sobre ella. Esta piedra con perfecci�n de visi�n, no puede ser otro que Cristo, la Piedra que rechazaron los constructores y que es la cabeza del �ngulo.

1. Sobre esa piedra estaba grabada la promesa de Dios: "Eliminar� la iniquidad de esa tierra en un d�a". Ya lo hemos sugerido, cuando dijimos que una naci�n nacer�a en un d�a. Este "d�a" no puede ser otro que el d�a de la venida de Cristo, el d�a en que Israel mirar� a Aquel a quien traspasaron. El d�a en que Israel llorar� como quien llora por un hijo �nico.

En ese d�a, se abrir� para Jerusal�n una fuente para el pecado y la inmundicia, y ella ser� limpiada.

2. En ese D�a, Israel llamar� a cada uno su pr�jimo debajo de la vid y debajo de la higuera. La verdadera hermandad habr� llegado por fin. Todas las paredes divisorias se habr�n derribado eficazmente. Como hoy en la Iglesia todos somos uno en Cristo, en ese d�a todos ser�n uno, debajo de su propia vid y de su higuera.

Es in�til esforzarse por crear una hermandad mundial hasta el advenimiento del Hijo de Dios. Entonces, y s�lo entonces, encontraremos la perfecci�n de la libertad, la unidad y la fraternidad entre los hombres.

UNA ILUSTRACI�N

"�QUI�N PUEDE PERDONAR LOS PECADOS?"

Esto es Mi cuerpo, que por vosotros est� partido ( 1 Corintios 11:24 ). En el libro de R. Moffat Gautrey titulado "La gloria de seguir adelante", relata este incidente: "No hace muchos meses, en una aldea de Oxfordshire, una vieja santa agonizaba. Durante m�s de ochenta a�os hab�a estado peregrinando a Si�n, hasta que su rostro se hab�a iluminado con la gloria que se acercaba al cielo.

Un sacerdote anglo-cat�lico, bajo el malentendido de que ninguno de sus feligreses podr�a encontrar acceso a la ciudad a menos que abriera la puerta, llam� para visitarla. "Se�ora", dijo, "he venido a concederle la absoluci�n". Y ella, en su sencillez, sin saber qu� significaba la palabra, pregunt�: "�Qu� es eso?" "He venido a perdonar tus pecados", fue la respuesta. �Puedo mirar tu mano �respondi� ella. Mirando por un momento la mano del sacerdote, dijo: "Se�or, usted es un impostor". '�Impostor!' protest� el cl�rigo escandalizado. �S�, se�or, un impostor. El Hombre que perdona mi pecado tiene la huella de un clavo en la palma de su mano '�. Del Christian Herald (Londres).

Información bibliográfica
Neighbour, Robert E. "Comentario Pozos de agua viva en Zechariah 3". "Agua viva". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/lwc/zechariah-3.html.