Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
For 10¢ a day you can enjoy StudyLight.org ads
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!
Bible Commentaries
Comentario completo de Henry sobre la Biblia Completo de Henry
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 1 Corinthians 10". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/1-corinthians-10.html. 1706.
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 1 Corinthians 10". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/
Introducción
Los grandes privilegios, y sin embargo el terrible derrocamiento de los israelitas en el desierto. (1-5) Advertencias contra todas las pr�cticas idol�tricas y otras pr�cticas pecaminosas. (6-14) La participaci�n en la idolatr�a no puede coexistir con la comuni�n con Cristo. (15-22) Todo lo que hacemos debe ser para la gloria de Dios, y sin ofender las conciencias de los dem�s. (23-33)
Versículos 1-5
1-5 Para disuadir a los corintios de la comuni�n con los id�latras, y de la seguridad en cualquier curso pecaminoso, el ap�stol pone ante ellos el ejemplo de la naci�n jud�a de anta�o. Fueron conducidos por un milagro a trav�s del Mar Rojo, donde se ahogaron los egipcios que los persegu�an. Fue para ellos un bautismo t�pico. El man� del que se alimentaron era un tipo de Cristo crucificado, el Pan bajado del cielo, que quien lo coma vivir� para siempre. Cristo es la Roca sobre la que se construye la iglesia cristiana; y de los arroyos que brotan de ella, beben todos los creyentes y se refrescan. La iglesia es un lugar de culto, que tipifica las sagradas influencias del Esp�ritu Santo, tal como son dadas a los creyentes por medio de Cristo. Pero que nadie presuma de sus grandes privilegios, o de su profesi�n de la verdad; esto no asegurar� la felicidad celestial.
Versículos 6-14
6-14 Los deseos carnales adquieren fuerza con la indulgencia, por lo que deben ser frenados en su primer surgimiento. Temamos los pecados de Israel, si queremos evitar sus plagas. Y es justo temer que los que tientan a Cristo sean dejados por �l en poder de la vieja serpiente. La murmuraci�n contra las disposiciones y los mandatos de Dios, lo provoca en gran medida. Nada en la Escritura est� escrito en vano; y es nuestra sabidur�a y deber aprender de ella. Otros han ca�do, y nosotros tambi�n podemos hacerlo. La seguridad del cristiano contra el pecado es la desconfianza en s� mismo. Dios no ha prometido guardarnos de caer, si no miramos hacia nosotros mismos. A esta palabra de advertencia, se a�ade una palabra de consuelo. Otros tienen las mismas cargas y las mismas tentaciones: lo que ellos soportan y superan, nosotros tambi�n podemos hacerlo. Dios es sabio y fiel, y har� nuestras cargas seg�n nuestras fuerzas. �l sabe lo que podemos soportar. �l har� un camino para escapar; librar� de la prueba en s�, o al menos de la maldad de la misma. Tenemos pleno est�mulo para huir del pecado y ser fieles a Dios. No podemos caer en la tentaci�n, si nos aferramos a �l. Ya sea que el mundo sonr�a o frunza el ce�o, es un enemigo; pero los creyentes ser�n fortalecidos para vencerlo, con todos sus terrores y tentaciones. El temor del Se�or, puesto en sus corazones, ser� el gran medio de seguridad.
Versículos 15-22
15-22 �Acaso la uni�n en la cena del Se�or no mostraba una profesi�n de fe en Cristo crucificado, y de adorable gratitud hacia �l por su salvaci�n? Los cristianos, por medio de esta ordenanza, y la fe que en ella se profesa, estaban unidos como los granos de trigo en un pan, o como los miembros en el cuerpo humano, ya que todos estaban unidos a Cristo, y ten�an comuni�n con �l y entre s�. Esto se confirma a partir del culto y las costumbres jud�as en los sacrificios. El ap�stol aplica esto a los festines con los id�latras. Comer alimentos como parte de un sacrificio pagano, era adorar al �dolo al que se hac�a, y tener compa�erismo o comuni�n con �l; as� como el que come la cena del Se�or, se considera que participa en el sacrificio cristiano, o como los que com�an los sacrificios jud�os participaban de lo que se ofrec�a en su altar. Era negar el cristianismo; porque la comuni�n con Cristo, y la comuni�n con los demonios, nunca se puede tener a la vez. Si los cristianos se aventuran en los lugares, y se unen en los sacrificios a la lujuria de la carne, la lujuria del ojo, y el orgullo de la vida, provocar�n a Dios.
Versículos 23-33
23-33 Hab�a casos en los que los cristianos pod�an comer lo que hab�a sido ofrecido a los �dolos, sin pecado. Por ejemplo, cuando la carne se vend�a en el mercado como alimento com�n, para el sacerdote al que se le hab�a dado. Pero un cristiano no debe limitarse a considerar lo que es l�cito, sino lo que es conveniente, y para edificar a los dem�s. El cristianismo no proh�be de ninguna manera los oficios comunes de amabilidad, ni permite un comportamiento descort�s con nadie, por m�s que difiera de nosotros en sentimientos o pr�cticas religiosas. Pero esto no debe entenderse como las fiestas religiosas, participando en el culto idol�trico. De acuerdo con este consejo del ap�stol, los cristianos deben tener cuidado de no usar su libertad en perjuicio de otros, o para su propio reproche. En el comer y en el beber, y en todo lo que hagamos, debemos aspirar a la gloria de Dios, a agradarle y honrarle. Este es el gran fin de toda religi�n, y nos orienta all� donde faltan reglas expresas. Un esp�ritu santo, pac�fico y ben�volo, desarmar� a los mayores enemigos.