Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
Take your personal ministry to the Next Level by helping StudyLight build churches and supporting pastors in Uganda.
Click here to join the effort!
Click here to join the effort!
Bible Commentaries
Comentario completo de Henry sobre la Biblia Completo de Henry
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 1 Samuel 16". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/1-samuel-16.html. 1706.
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 1 Samuel 16". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/
Introducción
* Samuel envi� a Bel�n a Jes�. (1-5) David est� ungido. (6-13) Sa�l, perturbado con un esp�ritu maligno, es silenciado por David. (14-23)
Versículos 1-5
1-5 Parece que Sa�l se hizo muy malvado. �De qu� no ser�a culpable, qui�n piensa en matar a Samuel? Los ancianos de Bel�n temblaron ante la llegada de Samuel. Nos convierte en admirar a los mensajeros de Dios y temblar ante su palabra. Su respuesta fue: vengo en paz, porque vengo a sacrificar. Cuando nuestro Se�or Jes�s vino al mundo, aunque los hombres ten�an motivos para temer que su misi�n fuera condenar al mundo, �l asegur� plenamente que vino pac�ficamente, porque vino al sacrificio y trajo su ofrenda con �l; Me has preparado un cuerpo. Santific�monos y dependamos de su sacrificio.
Versículos 6-13
6-13 Era extra�o que Samuel, que hab�a estado tan decepcionado con Sa�l, cuyo semblante y estatura lo recomendaban, juzgara a otro hombre por esa regla. Podemos decir c�mo se ven los hombres, pero Dios puede decir lo que son. �l juzga a los hombres por el coraz�n. A menudo formamos un juicio err�neo de los personajes; pero el Se�or solo valora la fe, el miedo y el amor, que est�n plantados en el coraz�n, m�s all� del discernimiento humano. Y Dios no favorece a nuestros hijos de acuerdo con nuestra parcialidad cari�osa, pero a menudo honra y bendice a aquellos que han sido menos considerados. David finalmente fue lanzado sobre. Era el m�s joven de los hijos de Jes�; su nombre significa amado; �l era un tipo del Hijo amado de Dios. Parecer�a que David fue menos establecido por todos los hijos de Jes�. Pero el Esp�ritu del Se�or vino sobre David desde ese d�a en adelante. Su unci�n no fue una ceremonia vac�a, un poder Divino fue con ese signo instituido; se encontr� avanzado en sabidur�a y coraje, con todas las calificaciones de un pr�ncipe, aunque no avanzado en sus circunstancias externas. Esto le satisfar�a que su elecci�n fuera de Dios. La mejor evidencia de que estamos predestinados al reino de gloria es que estamos sellados con el Esp�ritu de promesa y la experiencia de una obra de gracia en nuestros corazones.
Versículos 14-23
14-23 Sa�l se hace un terror a s� mismo. El Esp�ritu del Se�or se apart� de �l. Si Dios y su gracia no nos gobiernan, el pecado y Satan�s tendr�n posesi�n de nosotros. El diablo, por el permiso divino, perturb� y aterroriz� a Sa�l, por los humores corruptos de su cuerpo y las pasiones de su mente. Se puso inquieto, irritable, descontento y, a veces, loco. Es una pena que la m�sica, que puede ser �til para el buen humor de la mente, sea objeto de abuso, para apoyar la vanidad y el lujo, y sea una ocasi�n para sacar el coraz�n de Dios y las cosas serias. Eso est� alejando al esp�ritu bueno, no al esp�ritu malo. La m�sica, las diversiones, las empresas o los negocios se han empleado durante un tiempo para calmar la conciencia herida; pero nada puede lograr una cura real sino la sangre de Cristo, aplicada en la fe, y el Esp�ritu santificador que sella el perd�n, por sus santas comodidades. Todos los dem�s planes para disipar la melancol�a religiosa seguramente aumentar�n la angustia, ya sea en este mundo o en el pr�ximo.