Bible Commentaries
1 Samuel 8

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* El mal gobierno de los hijos de Samuel (1-3). Los israelitas piden un rey (4-9). La forma de un rey (10-22).

Versículos 1-3

1-3 No parece que los hijos de Samuel fueran tan profanos y viciosos como los hijos de El�, pero eran jueces corruptos y se dejaban llevar por la codicia. Samuel no aceptaba sobornos, pero sus hijos s� lo hac�an, y luego pervirtieron la justicia. Lo que aument� la aflicci�n del pueblo fue la amenaza de una invasi�n por parte de Nahas, rey de los amonitas.

Versículos 4-9

4-9 A Samuel le disgust�; pod�a soportar pacientemente lo que reflejaba sobre �l mismo y su propia familia, pero le disgust� cuando dijeron: "D�nos un rey que nos juzgue", porque eso reflejaba en Dios. Lo llev� a sus rodillas. Cuando algo nos perturba, es nuestro inter�s, as� como nuestro deber, mostrar nuestra preocupaci�n ante Dios. A Samuel le toca decirles que tendr�n un rey. No porque Dios estuviera complacido con su solicitud, sino porque a veces nos dice que no por bondad, y otras veces nos complace en su enojo; as� lo hizo aqu�. Dios sabe c�mo glorificarse a s� mismo y sirve a sus prop�sitos sabios, incluso con los consejos tontos de los hombres.

Versículos 10-22

10-22 Si quer�an tener un rey para gobernarlos, como los reyes del este gobernaban a sus s�bditos, descubrir�an que el yugo era extremadamente pesado. A aquellos que se someten al gobierno del mundo y de la carne, se les dice claramente cu�n duros son sus amos y qu� tiran�a implica el dominio del pecado. La ley de Dios y la manera de los hombres difieren ampliamente entre s�; la primera debe ser nuestra norma en las diversas relaciones de la vida; la segunda debe ser la medida de nuestras expectativas de los dem�s. Estos ser�an sus agravios y, cuando se quejaran ante Dios, �l no los escuchar�a. Cuando nos metemos en aprietos por nuestros deseos y proyectos err�neos, perdemos justamente el consuelo de la oraci�n y el beneficio de la ayuda divina. El pueblo fue obstinado y urgente en su demanda. Las decisiones repentinas y los deseos apresurados generan arrepentimientos largos y pausados. Nuestra sabidur�a consiste en estar agradecidos por las ventajas y ser pacientes ante las desventajas del gobierno bajo el que vivimos; y orar constantemente por nuestros gobernantes, para que nos gobiernen con temor a Dios y para que vivamos bajo ellos con toda piedad y honestidad. Es un s�ntoma esperanzador cuando nuestros deseos de objetos mundanos pueden soportar el retraso; y cuando podemos dejar que el tiempo y la forma en que se nos concedan est�n sujetos a la providencia de Dios.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 1 Samuel 8". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/1-samuel-8.html. 1706.